origen y desarrollo del movimiento revolucionario colombiano

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PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION
En anterior edición y como "epílogo" nos referimos a la
amnistía que en 1980 ofrecía el gobierno a los alzados en armas.
Irónicamente, a esta fecha re produce similar fenómeno. Y es que la
historia de nuestro país es rica en amnistías. La razón de ello la encon-
tramos en que la contradicción de clase no ha sido expresada conse-
cuentemente por aquellos que incluso se han levantado en armas contra
el régimen en alguno de estos períodos históricos en que ellas se pro-
ducen.
cuando el enfrentamiento es esencialmente clasista, y siempre lo
es en una sociedad de clases antagónicas como la nuestra, su expresión
ideológica y política produce una organización de tal naturaleza que su
estrategia es el derrocamiento de la clase en el poder. Pero para que una
organización política de esa naturaleza se produzca es necesario que en
su dirección haya elementos profundamente compenetrados en la ideo-
logía clasista; en el modo de producción capitalistay capitalista-indepen-
diente, esa ideología es la de la clase obrera, ideología que se produce
cuando el capitalismo esta lo suficientemente maduro, a mediados del
siglo pasado. Su expresión teórica es el materialismo dialéctico y el
materialismo histórico. Esta ideología, enraizada en la fllosofía materia-
lista dialéctica solamente es accesible a lo mas cualificado del ser hu-
mano y por ello muy pocos la han podido comprender a cabalidad hasta
el presente: sus maximos intérpretes se pueden contar en los dedos de
la mano. La práctica histórica de la humanidad nos lo esta afirmando
hoy cuando se han desplomado los principales partidos comunistas del
mundo a cuya cabeza se encontraba el Partido Comunista de la Unión
Soviética: sus dirigentes no pudieron desprenderse del peso de la ideo-
logía dominante en el mundo, la ideología capitalista del interés indi-
vidual y el incentivo personal que ella implica.
Si la dirigencia de los partidor comunistas mas avanzados se des-
compuso paulatinamente en el ejercicio de un poder que se titulaba
socialista, la de los partidos comunistas y la de otras organizaciones que
expresaban conceptos revolucionarios en el resto del mundo, el capita-
lista y el dependiente del imperialismo mundial, el fenómeno ha sido
similar. Por esto. lo que hoy vemos en Colombia no nos sorpiende. Es
la ausencia de contenido revolucionario real en la dirigencia de estas
organizaciones políticas. Lo que hemos analizado y puntualizado en
esta- obra y en forma muy sintetizada. Toda esa literatura revolucionaria
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