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Opinió<br />
novembre agost-setembre 2004<br />
2004 11<br />
BOICOT PREVENTIU TAMBÉ<br />
AMB ELS PRODUCTES ISRAELIS<br />
Yusuf Fernández<br />
La campaña de boicot económico a Israel y<br />
las empresas que apoyan a dicho estado está<br />
desbordando las previsiones más optimistas.<br />
Esta campaña puede convertirse ahora en<br />
una de las mayores respuestas populares de<br />
la Historia a una política racista y genocida,<br />
que supera por su crueldad a la del régimen<br />
del apartheid en Sudáfrica. Los llamamientos<br />
para el boicot a Israel no se limitan a una<br />
nacionalidad o religión concreta. Judíos,<br />
cristianos, musulmanes o no creyentes de<br />
los cinco continentes participan activamente<br />
en ella.<br />
Entre las figuras relevantes que han<br />
expresado su apoyo al boicot se encuentran<br />
políticos, ministros, empresarios y<br />
personalidades del mundo de la cultura. Un<br />
ejemplo destacado es el de la ministra de<br />
Exteriores de Suecia, Anna Lindh, que señaló<br />
que se sumaría al boicot a título personal, ya<br />
que no podía cambiar la política del gobierno<br />
al que pertenece. La compañía noruega<br />
Coop Norge decidió, por su parte, dejar<br />
de comprar productos israelíes. La palabra<br />
hebrea para conciencia es “matzpun”. Hace<br />
un año, 35 judíos de todo el mundo ?cuyas<br />
familias fueron víctimas de actos racistas o<br />
del genocidio nazi y que sienten que ya no<br />
pueden permanecer más tiempo en silencio?<br />
crearon una página, matzpun.com, en la<br />
que se dice: “Hacemos un llamamiento a la<br />
comunidad internacional para que boicotee<br />
los productos y exportaciones industriales y<br />
agrícolas de Israel, así como las actividades<br />
turísticas en dicho estado, con la esperanza de<br />
que esto tendrá el mismo resultado positivo<br />
que tuvo el boicot contra el sistema del<br />
apartheid en Sudáfrica.<br />
Este boicot debe continuar en vigor<br />
mientras Israel controle cualquier parte de los<br />
territorios que ocupó en 1967. Aquéllos que<br />
niegan las legítimas aspiraciones del pueblo<br />
palestino deben sentir las consecuenciasde<br />
su propia medicina amarga”. Hay mencionar<br />
también el apoyo al boicot de Ronnie Kasrils, el<br />
ministro de Aguas y Forestación, de Sudáfrica.<br />
“Como judío que soy”, señaló Kasrils. “y ya<br />
que Israel pretende hablar y actuar en nombre<br />
de los judíos en todas partes, tengo que<br />
decir: “No, no en mi nombre. Nunca”. Kasrils<br />
y el empresario judío Max Ozkinsky firmaron<br />
una carta en la que ambos se distanciaron<br />
públicamente de lasacciones del gobierno<br />
israelí. El día 10 de septiembre, Kasrils mostró<br />
su apoyo público al boicot de los productos de<br />
Israel y al aislamiento de su gobierno.<br />
En varias partes de Europa y África, la<br />
campaña de boicot atrae a cientos y miles de<br />
seguidores. Sin embargo, y como era previsible,<br />
el lugar donde tal campaña está funcionando<br />
a pleno rendimiento es en el mundo árabe,<br />
que aparentemente había sido “conquistado”<br />
hace años por Coca Cola o McDonalds. El<br />
boicot ha ganado una fuerza extraordinaria<br />
en esta parte del mundo y ha comenzado a<br />
afectar duramente a losproductos israelíes y<br />
los de las empresas norteamericanas y de otra<br />
procedencia que apoyan a Israel. El consumo<br />
de refrescos, comida rápida y un amplio<br />
abanico de productos procedentes de tales<br />
corporaciones ha caído en picado. Las ventas<br />
en los establecimientos de McDonalds y<br />
Kentucky Fried Chicken han caídoen un 65% y<br />
un 45% respectivamente en los países árabes<br />
de Oriente Medio. Así por ejemplo, las ventas<br />
deCoca Cola se han reducido en un 60%, las<br />
de Pepsi Cola en un 45% y los productos de<br />
la multinacional Procter & Gamble Products<br />
?tales como pañales, champús etc? han caído<br />
en un 35%. Mahmud al Kaissuni, un ejecutivo<br />
de una asociación de industriales con sede<br />
en El Cairo, que representa a 22 cadenas de<br />
comida rápida, incluyendo McDonalds, Kenny<br />
Rogers´ Roasters y Little Caesar Pizza declaró<br />
recientemente: “El número de personas que<br />
van a estos restaurantes disminuye día tras<br />
día, pese a todo lo que estamos haciendo”.<br />
La Asociación Profesional de Médicos de<br />
Egipto ha proporcionado a los médicos y<br />
farmacéuticosdel país una lista de productos<br />
fabricados en EEUU y una lista alternativa<br />
de productos fabricados en Europao en los<br />
países árabes.<br />
En Marruecos, los periódicos L´Economiste<br />
y Assabah han lanzado una campaña de boicot<br />
contra el dólar norteamericano, publicando<br />
cada día un titular con el eslogan: “Boicotea<br />
el dólar en tus operaciones comerciales para<br />
apoyar a Palestina. Siempre que te resulte<br />
posible, utiliza euros”. El boicot a Israel dio<br />
comienzo en 1951 y fue alentado por la Liga<br />
Árabe. En 1977, EEUU aprobó una legislación<br />
anti boicot que penalizaba a las compañías<br />
norteamericanas que participaran en el<br />
boicot a Israel. Sin embargo, el boicot oficial<br />
árabe prácticamente desapareció al inicio<br />
del “proceso de paz” a principios de los años<br />
noventa.<br />
Muchos estados árabes no sólo<br />
interrumpieron su boicot, sino que dieron<br />
inicio a una colaboración económica con<br />
Israel. Sin embargo, después de que Israel<br />
pusiera fin al proceso, hubo llamamientos<br />
para reanudar el boicot oficial árabe, pero<br />
con escasos resultados. Sin embargo, tras<br />
las matanzas de palestinos y la reocupación<br />
de varias ciudades palestinas en este último<br />
año, la población árabe, harta de la ineficacia<br />
de sus gobiernos, tomó la iniciativa en sus<br />
manos y dio comienzo a una amplia campaña<br />
de boicot contra Israel y su aliado, EEUU.<br />
Este movimiento no se extendió siguiendo<br />
las directrices de ningún órgano o comisión<br />
sino que creció a través de medios como el<br />
boca a boca, los teléfonos móviles, emails,<br />
páginas web y foros de discusión. Lo más<br />
relevante del boicot es precisamente esta<br />
dimensión popular. La gente de la calle, que<br />
podía anteriormente limitarse a sentir ira por<br />
los crímenes de Israel o frustración por la<br />
inacción de sus gobiernos, ha comenzado a<br />
actuar y ha visto que esta actuación podía<br />
producir resultados muy positivos.