Daños colectivos. Convergencia Procesal y Sustancial - UCES

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R e v i s t a
JURIDICA
sólo por sí sino por todos: es un emisario
de una situación dada, no sólo de
un acontecer individual, sino de un
“acontecer grupal” y concluye que “en
aquellos casos, en los que afloran intereses
difusos, la representación que
asume el accionante legitimado para
obrar es sui generis, sin mandato expreso:
actúa por la sociedad, clase,
grupo, sector afectado/a o interesado/a
en la problemática, aunque lo
haga por sí, en su propio interés, o por
derecho propio” 113 .
7) Legitimaciones ensanchadas y cosa
juzgada colectiva
En un precedente más cercano la Corte
Federal denegó la acción por la ausencia
de “un caso” porque no se probó
la afectación de un interés jurídico
personal, particularizado, concreto y
además susceptible de tratamiento jurisdiccional.
Se revocó, así, la resolución
que admitió legitimación de una
diputada y presidente de una liga de
consumidores para cuestionar el régimen
tarifario telefónico y que, en ausencia
de norma expresa, los tribunales
inferiores habían circunscripto la
inconstitucionalidad decretada de ese
régimen, al ámbito de “actuación de la
entidad y jurisdicción territorial del tribunal”.
Empero, allí se destacan y sobresalen
las reflexiones del dictamen
del Procurador General que afirmó:
“es preciso diferenciar entre el interés
individual del usuario derivado de la
prestación directa del servicio, en virtud
de un vínculo contractual o reglamentario;
el interés colectivo sectorial,
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DOCTRINA
del que participan un conjunto determinado
de usuarios calificados por la
concurrencia de un interés compartido,
y el interés colectivo, que puede ser
identificado con “los intereses generales
de la sociedad”, que radica indeterminado
en los bienes de propiedad
social o pública, común, de la naturaleza
o de la cultura. Este último es un
derecho concreto que se subjetiviza en
el ambiente, en el patrimonio histórico
y artístico, y en el inagotable desagregado
de los bienes de Dios y del hombre.
De tal forma, —añadió— a cada
uno de estos intereses corresponde una
legitimación y un efecto del reclamo de
protección acorde con su naturaleza.
Así, la protección de un interés individual
sólo beneficia al reclamante directamente
afectado. En cuanto a la
defensa de los intereses colectivos sectoriales
que pueda encarar una asociación
de usuarios —como la amparista
del “sub-examine“— en tanto se
trata de una suma de intereses individuales,
la protección que articule sólo
podrá comprender a los afiliados o
inscriptos en sus registros y dentro del
ámbito territorial donde desenvuelve
sus actividades. Ello así, para evitar
que la protección de un sector pueda
estar en pugna con otro sector de la
sociedad. Concluyó expresamente que
“los intereses propiamente colectivos
son los que pertenecen a la comunidad
toda, por tratarse de bienes de titularidad
y goce colectivos, como son las
dependencias del dominio público y el
medio ambiente, respecto de los cuales
la protección tiene alcances erga o m-
113 Cafferatta, Néstor Alfredo “La legitimación para obrar y los intereses de grupo. El emergente como
legitimado para obrar en causas ambientales” (inédito).