Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII ...

Las manufacturas textiles
castellano-manchegas
en el siglo XVIII.
Legislación y reformismo.

Las manufacturas textiles
castellano-manchegas
en el siglo XVIII.
Legislación y reformismo
Elena Cano Valderas

Edita: Ediciones Parlamentarias de Castilla-La Mancha.
Diseño y maquetación: Jer Publicidad.
Imprime: EGESA.
Depósito legal: TO-0196-2006.
ISBN: 978 84-691-2594-6

AGRADECIMIENTOS
“Quiero agradecer el apoyo de mis padres y mi familia y la
comprensión y ayuda que me ha ofrecido Porfirio Sanz Camañes.”

ÍNDICE
Prólogo ............................................................................................... 9
I. Introducción ....................................................................................11
1.1. Las disposiciones LegaLes y su jerarquía normativa. ...............11
1.2. La observancia de La Ley. .........................................................13
1.3. de La presente recopiLación. ..................................................14
II. Las manufacturas textiles castellano-manchegas
en el siglo XVIII. ............................................................................... 15
2.1. españa y Las tierras de castiLLa-La mancha a finaLes deL
sigLo Xvii. .................................................................................15
2.2. eL derrumbe de La producción teXtiL en eL sigLo Xvii. ........19
2.3. Las manufacturas teXtiLes en eL sigLo Xviii. .......................21
2.4. La diferente tipoLogía industriaL. industrias de
paños y sedas. ..................................................................................22
III. La legislación sobre las manufacturas textiles
durante los Reyes Católicos y los Austrias. .................................... 25
3.1. Los reyes catóLicos: antecedentes y marco LegisLativo. ......25
3.2. Los primeros austrias: carLos v y feLipe ii. ..........................30
3.3. eL sigLo Xvii. de feLipe iii a carLos ii. ................................32

IV. La legislación sobre las manufacturas textiles
en el siglo XVIII. ............................................................................... 37
4.1. La LegisLación promuLgada con feLipe v. ...............................37
4.2. disposiciones LegisLativas durante eL reinado
de fernando vi. .............................................................................46
4.3. Leyes aprobadas con carLos iii. .............................................49
4.4. carLos iv y eL marco LegisLativo. ..........................................74
V. Reformismo, beneficiencia y asistencia social en
el siglo XVIII. ................................................................................... 85
5.1. La reaL casa de caridad. .......................................................87
5.2. Las cofradías. .........................................................................90
5.3. eL proyecto de sociedad económica de amigos deL país. .....92
5.4. fuentes para eL estudio de La beneficiencia. ..........................98
5.5. pensamiento iLustrado y reformismo sociaL. .........................99
VI. Reformismo y proyectos de Reforma sobre manufacturas
textiles y comercio en el siglo XVIII. .............................................101
6.1. reformas durante eL gobierno de feLipe v. .........................101
6.2. propuestas y proyectos reformistas surgidos
en eL reinado fernando vi. .........................................................103
6.3. reformas aparecidas con carLos iii. ....................................104
6.4. carLos iv y Las propuestas reformistas de finaLes de sigLo. 109
VII. Conclusiones. ............................................................................ 111
VIII. Anexos ......................................................................................114
8.1. disposiciones LegisLativas. ...................................................114
8.1.1. LegisLación anterior aL sigLo Xviii.
tabLa temática y cronoLógica. ...................................................114
8.1.2. LegisLación deL sigLo Xviii. tabLa temática
y cronoLógica. .............................................................................117
8.1.3. reaL decreto de 15 de marzo de 1707 ............................126
8.1.4. pragmática sanción de 29 de agosto de 1720 .................129
8.1.5. reaL provisión de 25 de octubre de 1723 ........................131

8.1.6. reaL decreto de 24 de junio de 1752 ...............................133
8.1.7. reaL decreto de 18 de junio de 1756 ...............................134
8.1.8. reaL céduLa de 15 de junio de 1757 .................................135
8.1.9. reaL céduLa de 10 de noviembre de 1757 ........................143
8.1.10. reaL orden de 18 de noviembre de 1774 .......................149
8.1.11. reaL céduLa de 18 de noviembre de 1779 ......................151
8.1.12. reaL céduLa de 27 de abriL de 1781 ...............................158
8.1.13. reaL orden de 4 de marzo de 1785 ...............................160
8.1.14. circuLar de mayo de 1786 ..............................................160
8.1.15. reaL orden de 13 de noviembre de 1790 .......................162
8.1.16. reaL céduLa de 17 de diciembre de 1802 .......................164
8.1.17. reaL céduLa de 14 de febrero de 1803 ...........................171
8.2. reformismo ...........................................................................177
8.2.1. restabLecimiento deL comercio y Las fábricas
en españa (sigLo Xviii) ................................................................177
8.2.2. estabLecimiento de fábricas de tejidos (sigLo Xviii) ........185
8.2.3. informe sobre fábricas de paños (1753) ............................193
8.2.4. comercio, agricuLtura e industria (1784) ........................194
8.2.5. manufacturas de sedas y paños (1784) ..............................201
8.2.6. pobLación, agricuLtura, fábricas y comercio 1785 ...........207
8.2.7. fábricas de tejidos (1786-1787) ........................................212
8.2.8. fábricas de Lanas (1787) ....................................................226
8.2.9. medios de fomentar Las fábricas, surtir américa de
mercancías y evitar eL contrabando (1788) ................................234
8.2.10. perjuicios que ocasionaba La compañía de Los
cinco gremios de madrid (s/f) ....................................................242
8.2.11. discurso poLítico sobre agricuLtura, industria
y comercio (1794-96) ...................................................................243
8.2.12. fábricas de medias de taLavera (1797) ............................277
IX. Fuentes y Bibliografía. ............................................................. 279
9.1. fuentes ..................................................................................279
9.2. bibLiografía ...........................................................................280
Estudio financiado por las Cortes Regionales de Castilla-La Mancha.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
8

Prólogo
9
Elena Cano Valderas.
El estudio que el lector tiene en sus manos tiene un doble valor. Por una parte,
se presenta un estudio recopilatorio, temático y cronológico, que aborda las distintas
disposiciones legislativas y propuestas de reforma aprobadas en el ámbito de las manufacturas
textiles durante el siglo XVIII. Y por otra parte, se incide en el impacto
socio-económico que tuvieron estas normas en la sociedad de la época.
Elena Cano Valderas aborda un tema al que la historiografía castellano-manchega
le ha prestado escasa atención: las manufacturas textiles. Un tema, sin embargo, de
gran interés al que se acerca desde el punto de vista de la legislación aprobada y de los
distintos proyectos y propuestas reformistas de la España ilustrada. La búsqueda laboriosa
de las normas en los archivos más dispares y la meticulosa trascripción de que
hace gala en su recorrido por el siglo de las luces, para el caso castellano-manchego
con no pocas sombras, nos sitúa en los albores de nuestra propia contemporaneidad.
Como repasa a lo largo del estudio, el crecimiento demográfico del siglo XVIII
fue, sin duda, producto de las mejoras sociales, de los avances en la sanidad y del
menor impacto de los conflictos militares peninsulares. Sin embargo, este ascenso
no vino acompañado en las tierras de Castilla-La Mancha de otro paralelo de los
recursos agrarios ni de las mejoras en el sector de la ganadería, que tampoco estaban
en el punto de mira ilustrado como en épocas pasadas. Las tierras de manos muertas
acumuladas por instituciones como la Iglesia y la nobleza se convirtieron en la gran
problemática estructural. Las Sociedades Económicas, de las que se esperaba un efecto
regenerador en lo económico, tampoco solucionaron los problemas del acceso a la
tierra ni mejoraron los bajos rendimientos agrarios, por lo que los precios siguieron
en ascenso. En medio de la Guerra de Sucesión, se produjo el descenso agrícola de
1705-1709 y la nefasta cosecha de 1709. A pesar de la ligera recuperación producida
entre 1715 y 1734, la crisis de 1734 llevaría a una tendencia al alza que, con los consabidos
y bruscos altibajos, se acentuaría con la crisis de subsistencia de 1763-1764.
Para remediar esta situación, Carlos III promulgaría una pragmática a favor de la

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
libre circulación de granos. Carestía de abastos, presión recaudadora y condiciones
laborales consideradas injustas, prepararon el camino para la serie de protestas sociales
y motines que se producirán en la España del siglo XVIII. Motines, asonadas y
colocación de pasquines se convirtieron en recursos habituales de protesta en toda La
Mancha en el año 1766 como se pusieron de manifiesto en Liétor, Tabarra, Cuenca,
Toledo y otra veintena de poblaciones más donde se atestiguaron esta serie de protestas
virulentas.
El movimiento ilustrado en La Mancha, por muy distintas razones, ha sido calificado
de “insuficiente y contradictorio” y a lo largo de este estudio se encuentran
numerosos ejemplos que lo refrendan. Por un lado, la escasa receptividad de algunos
sectores sociales de la región a los presupuestos ilustrados impidió que las Sociedades
Económicas de Amigos del País tuvieran el predicamento con que contaron en otras
regiones. Sin embargo, hubo algunos ejemplos del buen hacer, como el de la creación
en 1788 de la Real Casa de Caridad en Ciudad Real. Gracias a la iniciativa del cardenal
Lorenzana, arzobispo de Toledo, la Real Casa se convirtió en una institución dirigida
a cubrir distintas necesidades relacionadas con la pobreza y la marginación social.
En suma, el siglo XVIII, pasó con más pena que gloria por Castilla-La Mancha,
sin solucionar los problemas crónicos de la región. Por ello y aunque en su conjunto,
disponemos de un buen número de medidas, debido a los esfuerzos de la administración
borbónica para sacar adelante iniciativas que fomentasen la producción
comercial y manufacturera, el atraso se instaló en todos los niveles y se mantuvo, con
matices, hasta época contemporánea.
Para conocer algo mejor los entresijos de ésta época contamos con este trabajo,
resultado de un notable esfuerzo recopilador por parte de Elena Cano. Vaya desde
este prólogo mi más sincera enhorabuena, esperando que el camino iniciado en esta
investigación que hoy ve la luz siga dando tan fructíferos resultados.
PORFIRIO SANZ CAMAÑES
Profesor Titular de Historia Moderna, UCLM.
10

I. Introducción.
11
Elena Cano Valderas.
Cuando planteamos este estudio nos propusimos hacerlo desde el marco de la
historia económica integradora fundamentada no sólo en el análisis de los datos
económicos, sino también en su encuadramiento en un marco histórico global, con
el objetivo de explicar cómo se podían articular los distintos planos de la realidad en
cada sociedad concreta, en este caso la castellano-manchega. En consecuencia, consideramos
oportuno conocer, en primer lugar, la estructura agraria y manufacturera
del país y, además, la serie normativa aparecida a través de numerosas pragmáticas
cédulas, provisiones y decretos que tuvieron por objeto el impulso del sector manufacturero
y terminaron promoviendo significativos cambios en la forma de operar en
los gremios.
En este trabajo, presentamos los resultados referentes a las disposiciones legislativas
y a las propuestas de reforma en el sector de las manufacturas en la actual Castilla-
La Mancha para el siglo de la Ilustración. Es obvio, pero por ello no debemos dejar
de constatarlo, que las disposiciones legislativas tuvieron como destinatario, fundamentalmente,
los reinos de España, siendo escasa la documentación propiamente
dirigida a la región castellano-manchega. La dinastía Borbónica, con un acusado
carácter centralista, manifestó desde sus inicios un interés en controlar, regular y
administrar este importante sector estratégico para el país.
1.1 Las disposiciones LegaLes deL sigLo Xviii.
El importante número de leyes publicadas en el siglo XVIII no sólo nos permite
comprender los esfuerzos realizados por los poderes públicos en este ámbito,
sino también la serie de pautas establecidas para impulsar el complejo sector de las
manufacturas textiles. Por otra parte, existen grandes dificultades para identificar y
caracterizar los textos legales del Antiguo Régimen, tanto por la enorme variedad

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
existente (Pragmáticas, Cédulas, Provisiones, Resoluciones, Ordenanzas, Instrucciones,
Decretos, Circulares, etc.), como por la diferente denominación, lo que hace
su identificación todavía más difícil. Tenemos una clara jerarquía de textos legales y
disposiciones para el Antiguo Régimen.
La utilización de los diferentes tipos de texto legal en el siglo XVIII obedece a
la publicación de contenidos muy precisos, pudiéndose establecer una jerarquía en
la normativa legal del Antiguo Régimen, como se recoge en las obras de distintos
historiadores del Derecho 1 . Las disposiciones legales utilizadas en el siglo XVIII se
convirtieron en el nervio de la ley, a través de la cual se articularon las fuentes del
Derecho para toda la centuria. Cada una de ellas, de muy distinta forma, nos aporta
igualmente informaciones de notable interés para el conocimiento del panorama
socioeconómico de la época.
La Pragmática, aparte de ser un documento solemne, es además un texto que
se reserva para regular las cuestiones de mayor importancia. Como disposición de
mayor rango legal se utiliza para publicar las leyes más importantes del Antiguo
Régimen.
La Cédula y la Provisión, utilizadas ya desde el primer tercio del siglo XVIII como
vehículos de publicación de otras normas de carácter sustantivo, corresponden a normas
que carecen de contenido dispositivo propio. No parece que haya sucedido lo
mismo en los siglos anteriores. Por el contrario, todo parece indicar que las Cédulas y
Provisiones fueron en sí mismas normas sustantivas antes de convertirse en vehículos
de publicación de otras normas.
Los Decretos y las Órdenes son disposiciones que se van a diferenciar no tanto por
la forma de publicación (puede hacerlo bien independientemente, caso infrecuente,
o, por regla general, por medio de Cédulas y Provisiones), como por la forma de
emisión. Ambas son disposiciones que pueden publicarse independientemente, en
cuyo caso carecen de casi todos los elementos formales que hasta el momento se han
citado, manteniendo, excepcionalmente, la firma del Rey; pero también pueden publicarse
insertos en Cédulas y Provisiones, adoptando entonces todos los elementos
formales que hemos citado para dichos tipos de disposiciones. Lo que va a diferenciar
los Decretos de las Órdenes, es su forma de emisión; ambos se emiten por la vía reservada
de los Secretarios de Estado y del Despacho. La Real Orden en nombre del
Rey lleva la firma del Secretario a quien compete la materia, y el Real Decreto, con
carácter general se debe a un acto de la voluntad regia, y va firmada por el Rey. En
cualquier caso son disposiciones que se despachan por la vía reservada y cuando se
1 Sirva el caso de J.A. Escudero, A. García-Gallo, M. Baena de Alcázar, J.M. García Marín y J. Guillamón,
entre otros. Recogemos algunas de sus obras más signifi cativas en la bibliografía, al fi nal de este estudio.
12

13
Elena Cano Valderas.
publican insertos en Cédulas o Provisiones se convierten en la parte sustantiva de las
mismas. Por último, aunque no se aporta ninguno en la siguiente recopilación, los
Autos Acordados son disposiciones emanadas del Consejo sin la personal intervención
del rey. Eran precisamente acordados entre los Consejeros por unanimidad o mayoría
de votos y a diferencia de las Órdenes y de los Decretos se publicaban generalmente
de forma independiente.
1.2. La observancia de La Ley.
Por una parte, una característica fundamental de las leyes es que tengan carácter
general y que obliguen a todos a su cumplimiento. Sin embargo, una cuestión era
dictar las leyes y otra muy distinta conseguir su cumplimiento, aunque el Estado y la
administración mejoraron mucho todos los mecanismos de control. Podemos constatar
que existió cierta predisposición del tejido productivo español para el aumento
de producción agraria e industrial, la mayor flexibilización comercial y, por último,
mayores facilidades para acceder a la propiedad agraria. Las distintas penas emitidas
para los infractores, tanto pecuniarias como por la pérdida del producto, e incluso
penas de cárcel o destierro, determinaron una particular idiosincrasia del derecho
penal del Antiguo Régimen.
Las instituciones que velaron por la observancia de la ley, en este caso el Ministerio
de Hacienda, o la Junta de Comercio, dependiente del mismo, servían de eslabón en
la cadena administrativa al elevar sus consultas al monarca sobre los distintos asuntos
del sector industrial. También tuvieron las facultades necesarias para convertirse
en centros de referencia de los que emanaron las disposiciones legales, como puede
constatarse a través de las que en este trabajo aparecen.
Toda disposición legislativa, por otra parte, tiene una serie de elementos que la
identifican y la distinguen, como son: el origen (por lo general “el monarca y los señores
del Consejo”, entendiendo el Consejo, como fundamento de la emanación del
poder del rey y de todos los Títulos y honores que ostenta), el objeto de la resolución
(que incluyen los preámbulos en los que se explican los hechos), la dirección de los
destinatarios (en ocasiones son las autoridades a las que se encarga cumplan y hagan
cumplir lo dispuesto en la misma), la sanción (reflejada en la firma del soberano que
da validez a la disposición legal) y, el refrendo, que como la sanción es un elemento
esencial para diferenciar los diversos tipos de normas. Por último, lleva el registro (o
la firma del Canciller) y la certificación (dada por la firma de un escribano de Cámara
o de un secretario de la Cámara de Castilla).
En conclusión, la frecuencia de publicación de cada tipo de texto legal varía de
una época a otra, llegando, en algún caso, a desaparecer. Es evidente también, que

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
ciertos tipos de textos son más abundantes que otros durante el Antiguo Régimen.
Así, durante todo el período, las Reales Cédulas son las disposiciones que más se
repiten, a diferencia del peso que tuvieron las pragmáticas durante los siglos XVI y
XVII. Ya en el XIX, son las Circulares las disposiciones que terminan desplazando a
las Cédulas y a las Pragmáticas.
1.3. de La presente recopiLación
A lo largo del presente estudio se describen y analizan las disposiciones legislativas
aprobadas durante el Setecientos, en algunos casos con claras reminiscencias del
pasado, en otros, como evolución de una práctica social promovida por distintos
sectores de la población preocupados por la situación socioeconómica del país.
En consecuencia recogemos un total de 159 normas o leyes para las tres centurias
de la modernidad, aunque hagamos especial referencia a las del siglo de la Ilustración.
De las disposiciones aportadas 113 se encuentran ya publicadas a través de la
Novísima o de El libro de las Leyes del siglo XVIII, pero 50 no han sido publicadas
hasta la fecha. Formalmente, hemos procedido a la trascripción original o de época
de las leyes, con su grafía y acentuación propias para mantener la fidelidad histórica
del documento. Simplemente, hemos actualizado alguna de sus versiones para su
mejor comprensión por parte del lector. En el apartado de anexos, ofrecemos estas
disposiciones legales con un estricto criterio cronológico.
Es conocido que la economía española estaba atravesando por una difícil coyuntura
a finales del siglo XVII. De alguna manera, el arbitrismo fue preparando el camino
del proyectismo. Las 12 propuestas reformistas o proyectos de reforma recogidos
en el anexo de este estudio se elevan a la administración central de la Monarquía, a
través de la Secretaría de Estado o del Despacho Universal de Hacienda.
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Elena Cano Valderas.
II. Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII
2.1. españa y Las tierras de castiLLa-La mancha a finaLes deL sigLo Xvii.
A finales de siglo XVII la situación de la monarquía española presentaba un panorama
precario en lo económico y preocupante en el terreno político. La muerte sin
sucesión de Carlos II, dejaba el imperio español en una difícil coyuntura, más aún
en unos momentos en que la atenta mirada de otros países europeos se fijaba en tan
suculento botín. La acción política en el exterior había quedado en manos de la diplomacia
francesa, que venía a ocupar el primer plano de la escena política, mientras
se producía el derrumbamiento del imperio español. Dos centurias de levas, sangría
económica y fiscal para soportar el peso de la carga imperial y el mantenimiento de
los intereses dinásticos y políticos en Europa habían dejado exhausta a Castilla, y
también al resto de los reinos de la Monarquía española. Una sucesión de conflictos
en el exterior y la serie de revueltas antifiscales producidas en la periferia española,
desde las primeras décadas del siglo XVII, ofrecían un panorama poco alentador.
Las paces de Westfalia, en 1648, y la de los Pirineos, en 1659, habían reordenado el
nuevo tablero europeo relegando a la Monarquía española a un segundo plano.
El llamado Siglo de Oro de las artes y las letras –es la época de Cervantes, Lope de
Vega, Velázquez,...–, es también el Siglo de cobre de la economía castellana. El gran
imperio castellano que todavía emergía en el siglo XVII experimentó una crisis de
numerario importante, con la circulación preferente del vellón, o moneda de cobre.
El oro y la plata salían rumbo a Europa para pagar los incontables compromisos
militares de la monarquía española, mientras los mercaderes y banqueros se hacían
dueños de la economía nacional.
La quiebra financiera y la generalizada conciencia de crisis, extendida a otros ámbitos
de la sociedad española, iría calando profundamente más allá de las bases económicas,
en una conciencia colectiva que empezaba a vivir bajo el síndrome de la declinación

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
o la decadencia. 2 Esta nueva etapa política y social que se abría en España no era ni
mucho menos ajena al sentir expresado por parte de distintas instituciones y colectivos.
Las Cortes castellanas se hicieron pronto eco en sus sesiones de la desaceleración
económica, la caída de los precios agrícolas, la gravosa fiscalidad y la dependencia
financiera de la banca internacional. Los programas de Reforma, ambiciosos con la
letra aunque parcos en su aplicación, ofrecieron una amplia gama de propuestas o arbitrios
hechas desde distintos sectores sociales y enviadas a la Corona para solucionar
o encontrar vías de solución a los problemas de la Hacienda. La llegada de oro y plata
americanos no había surtido el efecto deseado, sirviendo más bien para pagar acreedores
financieros, asentistas militares y a una nutrida tropa repartida por los campos
de batalla europeos. El abastecimiento del mercado americano se había producido
con las mercancías extranjeras que habían terminado por arruinar la industria local,
amén de enriquecer a potencias enemigas españolas, como los ingleses, franceses y
holandeses. Los medios o arbitrios, al margen de la calidad, composición y pluma de
sus pensadores, ofrece una importante pauta para el conocimiento del primer pensamiento
económico y político español.
La España imperial que acaba de firmar la Paz de Verbins, con Francia, todavía
lucha a comienzos de siglo con la Inglaterra isabelina y las provincias rebeldes de los
Países Bajos. La deuda externa heredada por Felipe III, próxima a los cien millones de
ducados, no permitía desplegar una política exterior de signo intervencionista. El repliegue
militar se desarrollaba sosteniéndose en dos principios: reputación y conservación.
Con Felipe IV se inicia una etapa de “reformación”, a cuyo frente se sitúa Olivares,
quien intentará restaurar la posición internacional de España y administrar de una
forma más eficaz los recursos. En el terreno militar, estas ideas quedaron plasmadas en
la conocida Unión de Armas, de 1626, proyecto que fijaba unas aportaciones por un
sistema de cuota que pretendía la participación de todos los integrantes de la Monarquía
para levantar un ejército de 140.000 hombres que permitiera socorrer cualquiera
de los reinos que fuera atacado. Las continuas fricciones políticas y la presión fiscal
llevaron a un periodo de rebeliones, conspiraciones y revueltas en distintos reinos de la
Monarquía hispánica durante la década de 1640. Cataluña y Portugal se convirtieron
en los conflictos más duraderos, y en el caso luso tuvo un final secesionista. Nápoles y
Sicilia conocieron revueltas antifiscales en 1648 y también hubo complots y conspiraciones
descubiertas en Andalucía, Aragón y Navarra. Más allá de los Pirineos, España
combate en Alemania, Italia y Flandes, mientras prosigue su lucha en los océanos. Las
paces de Westfalia instauran un nuevo orden europeo: el predominio de Francia se
2 La historiografía anglosajona y norteamericana ha sido enormemente productiva al referirse al siglo XVII español.
J.H. Elliott, I.A.A. Thompson, R.A. Stradling, G. Parker, H. Kamen y R. Kagan, encabezan una larga
nómina de investigadores con monografías fundamentales para interpretar el fenómeno de la decadencia
española. Los españoles, A. Domínguez Ortíz, J.A. Maravall y F. Tomás y Valiente, entre otros, desde muy
distintas ópticas también han abierto nutridas líneas de investigación sobre el Seiscientos español.
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Elena Cano Valderas.
impone al ocaso de la hegemonía de los Habsburgo. La segunda mitad del siglo contempla
una Monarquía española en alianza con sus tradicionales enemigos, Inglaterra
y Holanda, para contrarrestar el imperialismo agresivo de Luis XIV.
Los años finales del reinado de Carlos II van a estar marcados por el problema de
la sucesión, en el contexto de la diplomacia europea. La “cuestión sucesoria” como
se acabó denominando, sirvió incluso para dirimir definitivamente largos años de
guerras incesantes y de intereses encontrados. De hecho, buena parte de la política
exterior de otras monarquías europeas, como la francesa, austriaca, bávara, inglesa
o portuguesa fijaron buena parte de sus intereses en lo que estaba sucediendo en
la escena política española. Los distintos acuerdos firmados para la partición de la
Monarquía Hispánica, a espaldas de Carlos II, y la evolución de las activas camarillas
e intrigas cortesanas para imponer a su candidato se convirtieron en moneda de uso
corriente. La política diseñada por la Francia de Luis XIV terminaría conduciendo
a la contradicción de aceptar los pactos elaborados con los otros reinos implicados
y renunciar a la Corona española o aceptar el testamento de Carlos II, por el cual
Felipe de Anjou, su nieto, debía heredar la Corona española, a pesar de promover la
extensión del conflicto a otros países.
El 1 de noviembre de 1700 fallecía Carlos II y se daba lectura pública al testamento.
El 24 de ese mes, la Junta proclamaba en Castilla como nuevo rey de la
Monarquía a Felipe de Anjou. Luis XIV decidía la aceptación de Felipe de Anjou
como monarca de la corona española. El 16 de noviembre se producía la ceremonia
en Versalles y el 18 de febrero de 1701 Felipe V entraba en España. Los reinos periféricos,
en claro desacuerdo con el francés, manifestaban su apoyo a Carlos de Austria.
La Guerra de Sucesión Española estaba en marcha.
Por lo que respecta a las tierras de la actual Castilla-La Mancha muestran a comienzos
del siglo XVIII, al igual que sucede con la España peninsular, síntomas claros
de desgaste económico y demográfico, crisis en la producción agrícola e industrial
y descenso de la actividad mercantil.
Las hambres de finales del siglo XVI y principios del XVII, especialmente las relativas
al período entre 1594 y 1604, se repiten de manera cíclica aproximadamente cada
15 años y las encontramos, también en las tierras castellano-manchegas, en los periodos
que jalonan casi toda la primera mitad del siglo XVII: en 1615, 1630 y desde 1648 a
1652 3 . Según Ángel Rodríguez Sánchez, las agresiones naturales de malas cosechas más
dañinas se produjeron en los años 1629-1631, 1649-1652, 1659-1662, 1682-1684, y
3 García Cárcel, R., Simón Tarrés, A. Rodríguez Sánchez y J. Contreras distinguen, junto con la zona Sur de
producción textil una zona Norte en Castilla, caracterizada por los paños de media y baja calidad, en “Economía
y Sociedad”, en VV.AA.: Historia de España. Tomo 7. La España de los Austrias II. Economía, sociedad,
gobierno y cultura (siglos XVI-XVII). Barcelona: Espasa Calpe, 2004. p. 109.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
la mayoría de ellas fueron provocadas por la sequía y por las plagas de langosta 4 .
A los factores climatológicos y de plagas, en las llanuras manchegas, habría que
añadir como factor la propia tierra cultivable. José Manuel Pérez García ha señalado
que, por lo general, las tierras se cultivaban al tercio aunque no faltaban barbechos
más prolongados en las peores tierras, fruto de una agricultura que venía a adolecer
de graves deficiencias ganaderas y en donde los rendimientos agrarios eran también
muy bajos a pesar de la amplitud de los barbechos 5 .
Las últimas décadas del siglo XVII, especialmente a partir de 1680, suponen, a
nivel económico y demográfico, una época de renovación y reconstrucción más que
de decadencia, que en general fue más intensa en la periferia peninsular. Todo parece
indicar que esta recuperación demográfica y económica tuvo en la España interior un
alcance más modesto y apenas afectó a los sectores industrial y comercial 6 . Para Castilla
la Nueva, Ángel Rodríguez apunta la época de 1660 como de recuperación de
la bondad de las cosechas 7 . Una recuperación que, en palabras de José Manuel Pérez
García, fue insuficiente porque no fue continua, ya que tuvieron que superarse ciclos
bastante negativos como los de 1676-1685, 1694-1699 y 1706-1711 8 .
A nivel demográfico, el siglo XVII se había caracterizado por una tendencia al
estancamiento. La decadencia de la agricultura había traído consigo el abandono
del campo y la emigración para muchos castellano-manchegos. También debemos
considerar la expulsión de los moriscos de las tierras castellano-manchegas, a partir
de 1609. Si las cifras para el conjunto de los territorios de la Monarquía hispánica
rondaban las 300.000 almas, de ellas casi 45.000 estaban localizadas en Castilla y, a
su vez, según Francisco J. Moreno 9 , más de 24.000 en los territorios de Castilla-La
Mancha. En 1614 los moriscos antiguos de las Cinco Villas, exentos de la expulsión
en sus primeros momentos, también fueron obligados a salir de sus respectivos pueblos.
No es de extrañar que se ejecutasen estos decretos, en una sociedad presidida
por la desigualdad jurídica, donde valores como el honor, el status, el privilegio y la
limpieza de sangre, alcanzaban todo su simbolismo.
4 Estas fechas las aporta Ángel Rodríguez Sánchez en su capítulo “Economía y sociedad en los siglos XVI y
XVII”, en VV.AA.: Manual de Historia de España. Tomo 3. La España Moderna. Siglos XVI-XVII. Madrid:
Historia 16, 1991, p. 120.
5 Pérez García, J.M.: “Economía y Sociedad”, en Domínguez Ortiz, A. (dir.): Historia de España. 6: La crisis
del siglo XVII. Barcelona: Planeta, 1989. pp. 244-245.
6 Simón, A.: La España del siglo XVII. Madrid: Anaya. Biblioteca Básica de Historia, 1991, pp. 23-24.
7 Rodríguez Sánchez, A.: Op. cit., p. 120.
8 Pérez García, J.M.: Op. cit., p. 332.
9 MORENO DEL CAMPO, Fco., Los moriscos en la Mancha. Sociedad, economía y modos de vida de una
minoría en la Castilla moderna. CSIC. Madrid, 2009.
18

2.2. eL derrumbe de La producción teXtiL en eL sigLo Xvii.
19
Elena Cano Valderas.
Durante el siglo XVI, la región castellano-manchega vive una época de crecimiento,
sobre todo en los núcleos urbanos. A comienzos del siglo XVI, según ha constatado
una parte de la historiografía 10 , las ciudades de Cuenca, Toledo y Córdoba,
estaban a la cabeza en la fabricación de paños de alta calidad en el sur de Castilla. Una
situación claramente corroborada por las Relaciones Topográficas de Felipe II, donde
se pone énfasis en la dispersión de la industria lanera en las zonas rurales de Toledo,
Guadalajara, Cuenca y Ciudad Real, entre otras. 11
La recuperación económica experimentada hasta la década de 1580 se vio acompañada
por una serie de indicios que hacían presagiar claramente una involución
de las manufacturas textiles castellanas. La pérdida de las pequeñas propiedades en
las áreas rurales afectó a un campesinado, por otra parte, agobiado por la creciente
presión fiscal. De igual forma, la crisis económica empujó a numerosos labradores y
jornaleros a las ciudades, donde proliferó una legión de vagabundos y unas condiciones
sociales rayanas en la mendicidad.
Como consecuencia de una situación endémica que afectaba a la mayor parte de
Europa y cuyo impacto en el área de los países mediterráneos fue mayor, la economía
urbana castellana en general y las actividades manufactureras, en particular, sufrieron
una decadencia paralela al declive demográfico 12 . La ralentización del crecimiento
económico, para unos, o constatada crisis, para otros, estuvo marcada por los cambios
climatológicos que influyeron negativamente en las cosechas, produciéndose
épocas de hambruna, a las que se añadieron epidemias y pestes que acabaron con
parte de la población y con el crecimiento experimentado durante el siglo XVI.
A finales del siglo XVI, durante la década de 1590 es visible, se constata la caída
de la producción industrial 13 . El máximo de las producciones de las principales
ciudades pañeras coincide con la elaboración de la segunda oleada del Expediente
de Hacienda de 1579-1584, con la excepción de Cuenca, que estaba ya en recesión.
La crisis en la agricultura produjo también una caída de la demanda de productos
textiles, al tener que destinar el campesino sus recursos hacia la pura subsistencia,
amenazada por diversos factores, como el impacto de la fiscalidad, la penetración
10 García Cárcel, R., et alii: Op. Cit., p. 270.
11 Ibidem. Los historiadores anteriormente citados afi rman que las Relaciones Topográfi cas dan cuenta de que la
inmensa mayoría de ciudades y villas de la Corona de Castilla contaron con una importante población activa
dedicada al trabajo de la fabricación de paños y a su manufactura para satisfacer la demanda de vestidos; entre
ellas las castellano-manchegas que se indican, en Op. cit., p. 270.
12 Pérez García, J.M.: Op. Cit., p. 254.
13 Idem,: Op. cit., p. 258.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
progresiva de los paños extranjeros, el desfase de los precios españoles y la huída de
capitales hacia inversiones más seguras. No debemos olvidar el aumento del número
de ventas, fundamentalmente las pequeñas propiedades, que tuvieron que vender
los campesinos para hacer frente a la crisis. Esto unido a la circunscripción al marco
artesanal y al mercado local, la producción textil se destinó, fundamentalmente, a
la elaboración de productos indispensables y básicos encaminados al entorno más
inmediato. Otro factor negativo para evitar la crisis de las manufacturas textiles fue
la ausencia y el encarecimiento de la mano de obra, provocando cierta ralentización
en el ya escaso dinamismo presente en la producción artesanal.
Como consecuencia, se debía recurrir a los productos manufacturados extranjeros
para el consumo de las clases ricas autóctonas y para el abastecimiento del mercado colonial
14 . Hacia 1600 hay crisis generalizada en el sector de las manufacturas en la mayor
parte de Europa. Por lo que respecta al tráfico indiano no se derrumbará hasta 1622 15 .
Las políticas económicas de la monarquía española tampoco fueron eficaces; en
una Europa proteccionista, Castilla, Cataluña, Valencia y Aragón mantuvieron una
política esencialmente librecambista con reducidas tasas aduaneras. Tan sólo Olivares
concibió llevar adelante un plan de carácter proteccionista haciendo suyos los principales
argumentos arbitristas e incluso las demandas de los propios fabricantes.
La renovación del sector industrial fue imposibilitada por el abandono progresivo
de los hombres que hasta entonces habían mantenido un nivel productivo muy
estimable, provocando un efecto nefasto al descapitalizar el proceso productivo, buscando
salidas más beneficiosas y seguras 16 . Para José Manuel Pérez García, el hecho
central está en analizar el proceso que condujo desde un modelo de producción
diversificada, con centros fabriles comparables en volumen productivo, organización
empresarial y calidad del acabado a otras manufacturas punteras europeas, a otro
muy distinto de casi hundimiento del sector 17 . Como resultado se produjo un retroceso
hacia una economía más primaria y dependiente, marcada por elevados niveles
de autosubsistencia y escaso nivel de intercambios. El comienzo del proceso de desindustrialización
habría que situarlo hacia 1580 teniendo que esperar una centuria para
encontrar síntomas de la recuperación económica.
Los signos de renovación se centraron en modestos intentos, más que en cristalizaciones
efectivas, que sólo se consiguieron en el siglo XVIII. Uno de los intentos de
reactivación industrial por parte de la Corona fue la creación de la Junta de Comercio
14 Fernández Díaz, R.; García Cárcel, R.: Historia de España. Tomo 8: Los Borbón. Fin de los Austria y llegada de
los Borbón (siglo XVIII). Barcelona: Espasa-Calpe, 2004, pp. 118-119.
15 Pérez García, J.M.: Op. cit., p. 261.
16 Ibidem., pp. 262-264.
17 Ibidem., Op. cit., p. 252.
20

21
Elena Cano Valderas.
en 1679, dentro del periodo de gobierno de don Juan de Austria y sus reorganizaciones
en 1682 y 1691, aunque su estabilidad no llegaría hasta 1730 18 . El objetivo de la
Junta de Comercio desde su creación fue el fomento del sector industrial, impulsando
una política de franquicias, de compatibilización de las actividades económicas
con la nobleza y de atracción de especialistas extranjeros. Será la institución que tenga
el papel más importante en la reactivación de la industria en el siglo XVIII y del
que emanen un gran número de Reales Órdenes y Decretos con este fin.
La creación de la Junta de Comercio venía a refrendar, a pesar de su escaso éxito,
la existencia de un clima de regeneración económica más esperanzador que el vivido
hasta entonces. Sin embargo, fue la periferia la que empezó a ponerse en movimiento 19 .
Por otro lado, también con Carlos II, comenzaron a tomarse medidas proteccionistas,
adoptadas primero en Aragón y más tardíamente en el resto del país. Sobre
todo, fueron medidas encaminadas a la prohibición de la entrada de productos extranjeros
mientras se trataba de evitar la salida de las materias primas textiles, especialmente
la lana. También tuvieron importancia la Real Pragmática de rehabilitación
de los oficios de 1682 y de compatibilidad de trabajo y nobleza de 1692 20 .
La decadencia del sector sedero fue muy acusada, perdiéndose más de las tres
cuartas partes de los telares existentes en el siglo XVI. Aunque hubo un intento de
renovación técnica a partir de 1684, en que la Junta General de Comercio favoreció
una nueva Ordenanza y la implantación de nuevas técnicas que revitalizasen el sector,
los resultados fueron modestos. El arte mayor de la seda llegaría al siglo XVIII en
pleno disfrute de las preeminencias propias de su privilegiado estatus, lo que puede
significar que mantenía parte de su vigor y sus posibilidades como célula fiscal para
la administración 21 .
2.3. Las manufacturas teXtiLes en eL sigLo Xviii.
La bibliografía sobre las manufacturas textiles castellano-manchegas durante el
siglo XVIII no es muy abundante. La mayor parte de los estudios sobre la industria
textil en Castilla-La Mancha en el siglo XVIII se han centrado en las Reales
Fábricas (Guadalajara, Brihuega, Talavera, Cuenca y Toledo). Si bien es cierto que
existen algunos estudios sobre ciudades y comarcas castellano-manchegas en la Edad
18 Pérez García, J.M.: Op. cit., pp. 264-265.
19 Fernández Díaz, R.; García Cárcel, R.: Historia de España…, p. 134.
20 Para los autores de Historia de España. Tomo 9…, fueron importantes aunque de efectos positivos muy
limitados en el momento. Llaman la atención sobre que signifi có un cambio de mentalidad ofi cial y una base
para el futuro. Op. cit., p. 279.
21 Avilés, M.; Vallas, S.; Cremades, C.M.: Historia de España. Tomo 9: La crisis del siglo XVIII bajo los últimos
Austrias (1598-1700). Madrid: Editorial Gredos, 1988, p. 97.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Moderna, es muy exigua la atención que prestan a las manufacturas. De algunas
localidades concretas se han publicado datos sobre su industria textil basándose en
la información que proporciona el Catastro del Marqués de la Ensenada (Alcázar de
San Juan, Sigüenza, Argamasilla de Alba, Ciudad Real, Valdepeñas y Almagro, entre
otras). También se han publicado las interesantes respuestas de los curas párrocos al
interrogatorio de Tomás López.
A la carencia de estudios sobre esta temática, hay que añadir el problema de las
fuentes en que se basan. La mayoría utilizan el Catastro del marqués de la Ensenada,
las Memorias políticas y económicas de E. Larruga, el Diccionario Geográfico de Tomás
López y las Descripciones del Cardenal Lorenzana. El problema de este tipo de fuentes
es que ofrecen una visión estática y que en algunos casos pueden presentar datos erróneos,
por lo que conviene cotejarlas con otro tipo de fuentes y no siempre se hace.
Si nos remontamos a los orígenes de la tradición textil llegamos fácilmente a la Edad
Media. La mayoría de las poblaciones castellanas disponían de artesanos encargados de
elaborar los tejidos que necesitaban sus habitantes para vestirse. La crisis del siglo XVII
afectó duramente a los centros industriales de mayor producción, mientras que aquellos
que tendían al autoabastecimiento no salieron tan mal librados. La actividad textil
desapareció total o parcialmente en núcleos como Priego, Chinchilla, Chillón, La Torre
de Esteban Hambrán en Toledo, Argamasilla de Calatrava o Puertollano 22 .
La actuación de la Junta de Comercio y Moneda desde finales del siglo XVII, va
a ser decisiva en la consecución de la recuperación industrial. El atraso de las manufacturas,
muchas veces achacable a la insuficiencia técnica, se intentó resolver con
la captación de artesanos extranjeros capacitados, como sucedió por ejemplo con la
instalación del irlandés Enrique Doyle en Almagro. Su presencia en la región contó
con el apoyo de este alto organismo de la administración borbónica, que favoreció,
también, la creación de manufacturas regias en Guadalajara, Brihuega, Talavera y
Cuenca, y una compañía privilegiada en Toledo.
2.4. La diferente tipoLogía industriaL. industrias de paños y sedas.
Una parte de la historiografía ha considerado el análisis de la industria textil española
del siglo XVIII a través de cuatro modelos 23 . Por una parte, la industria rural dispersa.
Quedarían englobadas en la misma las escuelas de hilar pertenecientes a la Real
Fábrica de Guadalajara, que a fines de siglo llegó a contar con doscientas escuelas,
22 García Ruipérez, M.: “La industria textil en Castilla-La Mancha durante el siglo XVIII”, en Actas I Congreso
de Historia de Castilla-La Mancha. Tomo VIII: Confl ictos sociales y evolución económica en la Edad Moderna
(2). Toledo: Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 1988, p. 355.
23 Enciso Recio, L.M.; González Enciso, A.; Egido, T.; Barrio, M.; Torres, E.: Historia de España. Tomo 10. Los
Borbones en el siglo XVIII (1700-1808). Madrid: Editorial Gredos, 1991, pp. 194-206.
22

23
Elena Cano Valderas.
repartidas por otros tantos pueblos de toda Castilla-La Mancha y que pudieron dar
trabajo a unas veinte mil personas 24 . En segundo lugar, se sitúa la llamada “industria
urbana”. En Castilla la Nueva, hoy Castilla-la Mancha, la tradición de Cuenca se decantó
hacia la fabricación de barraganes, pero el auge no pasó de mediados de siglo.
Tampoco se recuperó la fabricación de paños. En Toledo, por ejemplo, la dedicación
principal era la seda a pesar de que las manufacturas de la lana experimentaron cierto
desarrollo en una producción poco especializada. En 1755 estaban activos 54 telares
de todo tipo de géneros, aunque después se frenaría el crecimiento 25 .
En tercer lugar, cabe hablar de las empresas concentradas estatales y mixtas. En la
industria lanera, el principal ejemplo de empresa concentrada es el de la Real Fábrica
de Paños de Guadalajara, con sus centros fabriles de Brihuega y San Fernando. Se
trata de una empresa financiada y dirigida totalmente por el Estado. 26 Los Cinco
Gremios Mayores de Madrid se van a hacer cargo de varias de estas empresas, entre
ellas las de Guadalajara y Cuenca. También será propulsora del fomento industrial
la Iglesia, con claro interés de índole social, para aumentar las oportunidades de
trabajo, a través de los Hospicios y Casas de Misericordia; fundamentalmente serán
pequeñas empresas con pocos telares, personal cualificado y producción de géneros
de baja calidad. Por señalar dos ejemplos, baste citar los de Cuenca y Ciudad Real 27 .
Por último, las empresas concentradas de capital privado. Sirva de ejemplo el
caso de la fábrica de Guadalajara. A comienzos de siglo, Aguado se hace cargo de la
dirección de dicha fábrica. Goyeneche establece fábricas en Nuevo Baztán, Illana y
la Olmeda y Humberto Mariscal hace lo propio en Cuenca, donde tuvo éxito por las
exenciones conseguidas de la Junta de Comercio, lo que supuso una renovación de la
industria conquense 28 . La aparición del capital comercial dará lugar a la creación de
empresas concentradas, con edificios grandes, especialmente construidos para el caso
y con toda la maquinaria pertinente. Una de las primeras conocidas es la de Almagro,
que fue inicialmente una empresa estatal creada en tiempos de Fernando VI para
24 Fernández Díaz, R.: Historia de España. Tomo 9. La economía del siglo XVIII. Agricultura, industria y comercio
en el siglo de las reformas. Madrid: Espasa-Calpe, 2004, p. 372.
25 Enciso Recio, L.M. et alii., Op. cit., p. 197.
26 La Real Fábrica de Guadalajara se establece entre 1707 y 1731, interviniendo un gran número de operarios
holandeses. Entre 1745 y 1757 tuvo lugar la etapa de expansión más importante, con la creación de las
sucursales de San Fernando y Brihuega y las escuelas de hilar; los gastos se redujeron, productos mejoraron
de calidad, las ventas aumentaron, pero los benefi cios no llegaron. Desde 1757 a 1767 estuvo en manos de
los Cinco Gremios Mayores de Madrid. Posteriormente y hasta fi nales de siglo (1797) fue su época de mayor
esplendor, aumentando el número de telares de 200 en 1768 a 754 en 1784. A partir de 1797 comenzó una
etapa de declive, agudizada por la Guerra de la Independencia hasta que en 1822 se cerraba la fábrica, sin
que sirvieran de nada los intentos de rehabilitación. Cit. Fernández Díaz, R., Op. cit., pp. 402-404.
27 La Real Casa de la Caridad de Ciudad Real, la ha estudiado Higueruela del Pino: “Arbitrismo y reforma
durante la Ilustración en La Mancha (la Real Casa de la Caridad de Ciudad Real)”, en Cuadernos de Estudios
Manchegos, nº 6, II Época, 1976, pp. 61-161.
28 Enciso Recio, L.M. et alii., Op. cit., p. 205.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
fabricar sarguetas y otros tejidos de lana. En 1796 Gregorio García estableció una
empresa en Nuevo Baztán para la fabricación de paños y sargas.
Por lo que respecta a la industria sedera, mayoritariamente se distinguen dos tipos
29 . Por una parte, el sector tradicional agremiado. Se encuentra representado en la
región castellano-manchega por los gremios de la ciudad de Toledo, que consiguieron
mantener su auge en la primera mitad de siglo, a pesar de no conseguir superar
la crisis de la década de 1760, especialmente en el arte mayor. Toledo sufrió la competencia
de la fábrica de sedas de Talavera de la Reina. Por otra parte, contamos con
las compañías de comercio y fábricas y las empresas concertadas. La de Toledo se creó
en 1748, aunque el proyecto de la Compañía data de 1739 30 . A pesar de la oposición
de la mayor parte de los mercaderes y los gremios, esta compañía salió adelante
con el apoyo de las instituciones centrales y algunos comerciantes y fabricantes. La
llegada de expertos extranjeros para solucionar los problemas técnicos y la firma de
acuerdos para mejorar los problemas de abastecimiento con los torcedores de seda de
Valencia, no consiguieron resolver los problemas planteados. En Almagro también se
establecieron empresas particulares, como la escuela de encajes y blondas de Manuel
Fernández y Rita Lambert en 1766, y la fábrica de blondas y encajes de los hermanos
Torres y Riera en 1794, ambas con el apoyo de la Junta de Comercio y Moneda.
La fábrica de sedas de Talavera de la Reina fue establecida por Rulière, gozando
de gracias y privilegios en su carta de fundación 31 . Según Fernández Díez 32 , las causas
de su declive se debieron tanto a los altos costes de producción como al traslado de
la seda desde Valencia, Murcia o Granada; así como a la mala calidad de los tejidos,
que imitaban a los franceses; y a las dificultades de su comercialización. En 1762 se
arrendó a los hermanos Uztáriz durante 20 años, con los cuales se mejoró la calidad
y se consiguió un aumento de la producción. En 1780 la fábrica volvió a la Real
Hacienda y en 1785 pasó a los Cinco Gremios Mayores de Madrid, con franquicias
y libertades en la fabricación hasta su desaparición en 1851.
29 Ibidem., pp. 209-216.
30 Ibidem.., pp. 212-214.
31 Ibidem.., pp. 216.
32 Fernández Díaz, R.: Op. cit., p. 405.
24

25
Elena Cano Valderas.
III. La legislación sobre las manufacturas textiles durante los reyes
Católicos y los Austrias.
Hasta finales del siglo XVII, encontramos un gran número de medidas legislativas
que siguen en vigor a lo largo del siglo XVIII y comienzos del XIX 33 . El Anexo I corresponde
a un cuadro en el que las leyes aparecen divididas por las temáticas que se
emplearon al realizar la Novísima Recopilación de las Leyes de España. Algunos de estos
temas, sólo tienen medidas que afectan a la industria textil en este periodo, en concreto
el tema De los Corredores. Otros van a recibir la mayor parte de las disposiciones
hasta el siglo XVI, por ejemplo De los oficios, sus maestros y oficiales; De los mercaderes y
comerciantes y sus contratas. Incluso, en el tema De las ferias y mercados sólo se encuentran
disposiciones de época de Enrique IV y de los Reyes Católicos, siendo la del año
1491 la medida más moderna que se sigue manteniendo a principios del siglo XIX.
Para elaborar este apartado, se han dividido las leyes por reinados con su consiguiente
cronología y no por temáticas, para agilizar su búsqueda y facilitar su lectura.
Algunas medidas aparecen recogidas a lo largo de varios años, durante un mismo
reinado o en distintos. En el caso de las que no han sufrido ningún tipo de modificación
sólo se mencionarán la primera vez que aparezcan, indicando los años de su
repetición. Se ha encontrado que en algunos casos no se indican las penas contra los
que cometieron la infracción, sino que se acude a expresiones como: “las penas en
ella contenidas”; “los del nuestro Consejo den para ello las provisiones necesarias”; “so las
penas en que caen los que sacan cosas vedadas fuera de estos Reinos” o “como halláredes
por Derecho y justicia”.
3.1. Los reyes catóLicos: antecedentes y marco LegisLativo.
Las primeras disposiciones que seguían en vigor a principios del siglo XIX, databan
del reinado de Juan II de Castilla. La norma más antigua, correspondía al año
33 La edición de la Novísima Recopilación de las Leyes de España con la que se ha trabajado es la publicada en
1805, de la que se hizo una edición facsímil en 1976 por parte del Boletín Ofi cial del Estado.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
1435 34 , e incidía sobre la venta de los paños y en qué momento de su manufactura
se podía efectuar, “los vendan tundidos y mojados a todo mojar”. El tundido era el
proceso final o de acabado de los productos textiles, en este caso debían procurar
que el paño tuviera un aspecto uniforme sin ningún tipo de imperfecciones. Por lo
tanto, establecía que sólo los paños que habían sido terminados podían venderse. El
otro aspecto sobre el que hacía referencia esta norma corresponde a la forma en que
debían medirse los paños. Por ello, indica que “los tiendan sobre una tabla, sin los tirar,
poniendo la vara encima del paño un palmo debajo del lomo, y señalen con un jabón cada
una; y que de otra manera no los puedan vender ni vendan”. Para evitar cualquier fraude,
el mercader debía medir el paño delante de la persona interesada en comprarlo
y estaba obligado a hacerlo como se indicaba en la ley. Esta norma fue recogida de
nuevo en la pragmática de 1494 de los Reyes Católicos, que hizo referencia a varios
aspectos relacionados con la compra y venta de los tejidos, y también por Carlos V
en 1537 y 1548.
En el Cuaderno de Leyes de Juan II de 1449 35 , se hizo mención de los mercaderes
extranjeros y al comercio con ellos. Se defendió que “todas las personas, así de los mis
Reinos como de fuera dellos” pudieran comprar y vender sus mercaderías bajo “mi
guarda y amparo y seguro”. Si eran extranjeros, sólo se protegía a los pertenecientes
de países con los que Castilla mantuviera acuerdos de paz. Por lo tanto, protegía a
los comerciantes, pero también lo hacía con algunas mercaderías “de las que no son
defendidas” que no se podían comprar ni vender. Al no especificar en esta ley cuáles
eran las manufacturas protegidas, sigue en vigor a principios del siglo XIX, siendo
este concepto mucho más amplio que el de mediados del siglo XV.
Del reinado de Enrique IV de Castilla, siguen en vigor en el siglo XVIII dos leyes
sobre las ferias. Una se conserva en un documento de la época de los Reyes Católicos
en el que se nos indica “El Señor Rey Don Enrique nuestro hermano, en las Cortes que
hizo en Nieva año de 73”; sobre el otro no se sabe la fecha, por lo que debió redactarse
entre 1454 y 1474, durante su reinado.
En las Cortes de Nieva, en 1473, y a petición de los Procuradores Enrique IV
protegió a todos los comerciantes y sus productos, tal y como quedaba recogido en
las “ferias de Segovia, y de Medina del Campo y de Valladolid, y de otras ciudades y lugares
de la nuestra Corona Real, que tienen otorgadas ferias de antes del año de 64”. La
población de Almagro tenía otorgadas ferias antes del año 1464, con motivo de las
concesiones realizadas por Enrique II (1369-1379) 36 . Tampoco se les podía detener,
34 Novísima Recopilación de las Leyes de España manda formar por el señor Don Carlos VV. Madrid: Boletín
Ofi cial del Estado, 1992 (2ª ed.), p. 247.
35 Ibidem., p. 246.
36 Hervás y Buendía, I.: Diccionario histórico, geográfi co, biográfi co y bibliográfi co de la provincia de Ciudad Real.
Tomo I. Madrid: Biblioteca de Autores Manchegos: Diputación de Ciudad Real, 2002, p. 120-121.
26

27
Elena Cano Valderas.
“por obligaciones ni por deudas, que cualesquier Concejos ni personas singulares debiesen
a cualesquier personas, ni por sus cartas o otras sentencias que sobre esto tuviesen los
acreedores”. Durante el tiempo que durase la feria, según se recogía en esta normativa,
resultaba inviable que se pudiese tomar ninguna medida en contra de los mercaderes,
aunque tuviesen deudas. A lo largo del siglo XVIII se les va a proteger también
en este sentido 37 . En cambio, no protegía a quienes habían otorgado una escritura
de obligación de pagar una determinada cantidad por una serie de productos que
habían adquirido, ante escribano, o como recogía la norma: “por su deuda propia,
aquellos que se han obligado”.
Por otra parte, amparando las ferias con privilegio real, en la otra ley de la que
se desconoce su fecha, se especifica que “no sean ni se hagan en nuestros Reinos y Señoríos,
salvo la nuestra feria de Medina, y las otras ferias que de Nos tienen mercedes y
privilegios confirmados, y en nuestros libros asentados”. Con ello, se pretendía impedir
se organizaran otras ferias al margen de las concedidas por privilegio de la Corona.
A los comerciantes que desobedecieron esta ley se les requisaron todos sus bienes,
estableciéndose la pérdida de “las bestias y mercaderías; y demás”, muebles y raíces. Se
volvió a recoger por parte de los Reyes Católicos, quienes endurecieron las penas a
los que participaran en las ferias francas.
Durante el reinado de los Reyes Católicos se promulgan varias pragmáticas que
siguen en vigor en el siglo XVIII. La primera disposición es la de 1480 38 en la que con
la unión de los reinos de Castilla y Aragón se dio libre paso a los productos entre ambos
reinos que anteriormente estaban vedados. Se permitió pasar al reino de Aragón
manufacturas de cualquier calidad. La condición que se expresaba era que “siempre
se paguen a Nos diezmos… y se escriban en las Aduanas y puertos”, por lo tanto, había
libertad de comercio entre ambas coronas si se pagaban los diezmos y los impuestos
establecidos en las aduanas.
El 10 de diciembre de 1491 39 se vuelve a recoger la ley en contra de las ferias
francas, apareciendo nuevas penas contra los infractores, con penas que abarcaban el
embargo, la pérdida de sus bienes e incluso pecuniarías, perdiendo “los maravedís de
juro de por vida”. La pena que se impuso a los Concejos fue “que paguen a los nuestros
arrendadores la protestación que contra ellos fuere fecha, seyendo tasada y moderada por
el Juez”. Los comerciantes que acudieran a las ferias perderían lo establecido en la ley
37 Un ejemplo es la Pragmática-Sanción en fuerza de Ley del 27 de Mayo de 1786, publicada el 9 de Julio;
“por la cual se manda no se arreste en las cárceles por deudas civiles o causas livianas a los operarios de todas
las fábricas de estos Reinos y a los que profesan las artes y ofi cios cualesquiera que sean, ni se les embarguen
ni vendan los instrumentos destinados a sus respectivos ofi cios, entendiéndose también para con los labradores
y sus personas, exceptuando en unos y otros, los casos que se expresan”.
38 Novísima…, pp. 298-299.
39 Ibidem., p. 260.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
por Enrique IV y los que, a pesar de todo se dirigiesen a las mismas perderían todo
lo que hubiesen comprado. Esta es la última disposición sobre ferias y mercados,
anterior al siglo XVIII que sigue en vigor hasta que a lo largo del año 1789 Carlos III
otorgue dos nuevas Reales Resoluciones.
En 1492 y en 1501 40 se establecieron disposiciones legales que afectaban a los
corredores: “no sean osados –señalaba la instrucción– de tomar para sí compradas ningunas
heredades ni bestias, ni mercaderías, ni otros bienes muebles y raíces cualesquier,
que les dieren a vender, por poco precio ni por mucho”. Tampoco podían adquirir estas
mercancías para sí mismos por otras personas, estableciéndose por pena que “pierda
el oficio y cincuenta mil maravedís”.
La pragmática del año 1494 41 regula varios aspectos relacionados con la compra
y venta de productos. En el primer capítulo se ordenaba que los mercaderes no pudieran
exhibir ni mostrar en sus casas los productos que vendían, para que “las dichas
mercaderías hayan de parecer mejor de lo que son”. Se pretendía, igualmente, proteger
al comprador para que no fuese engañado, por ejemplo, con paños que pareciesen de
mejor calidad. Las penas dependían de las veces en que se incurriese en el delito. La
primera vez tendrían que pagar dos mil maravedíes, la segunda seis mil maravedíes y
la tercera vez se les impediría que tuviesen alguna tienda en el Reino.
En el capítulo segundo se indicaba cómo debían medir los brocados y sedas “de
un dedo dentro de la orilla”. Las penas dependían, como en el capítulo anterior del
número de veces en que se incurriese en el delito, es decir, desde la pérdida de su
venta la primera vez, hasta su pérdida con el “cuarto tanto” o con las “setenas”, según
fuese la segunda o la tercera vez respectivamente.
En el siguiente capítulo se incidía sobre la ley de Juan II de 1435 referida a la
venta de los paños hasta que no estuviesen tundidos y mojados. Los mercaderes y traperos
no podían mostrar a los compradores ningún paño que no estuviese acabado.
En el capítulo cuarto, se obligaba a los mercaderes de brocados, sedas o paños a
decir a los que lo compraren la procedencia, a no falsificar el sello “so pena de incurrir
en pena de falsario”, y a decir si tenía alguna “falta”. De hecho, si el comprador
comprobaba que el brocado, seda o paño tenía alguna irregularidad lo podía devolver
al comprador. También mandaban a los sastres que antes de cortarlos y elaborar lo
encargado, verificaran el buen estado y varas de la pieza y si no estaba en buenas
condiciones se informase al dueño para que lo devolviera si lo estimaba conveniente.
40 Ibidem., pp. 258-259.
41 Ibidem., pp. 246-248.
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Elena Cano Valderas.
En el capítulo sexto se ordenaba que no se compraran paños engrasados. En el
caso de que se compraran se podían devolver, aunque ya se hubiera hecho ropa con
ellos, siempre y cuando no se vistieran con ella. Se indica que “por cuando al tiempo
que lo compra lo debe de escoger, y mirar bien lo que compra, pues no es de creer que en
ello pueda rescibir engaño”.
En el capítulo séptimo, “por evitar los daños que se siguen de morar los sastres y
tundidores cerca de los mercaderes”, mandaron que ni los sastres ni tundidores tuvieran
una tienda al lado de ningún mercader. La pena establecida estaba en función de los
incumplimientos, pudiendo ir desde 2.000 hasta 10.000 maravedíes.
Aparece una última disposición de la pragmática de la cual no se indica a qué capítulo
corresponde. Para evitar engaños y fraudes, los mercaderes que vendían paños
extranjeros debían enseñarlos desliados a los compradores para que pudieran comprobar
lo que compraban, bajo la pena de diez mil maravedíes si así no lo hiciesen.
En 1500 42 se prohíbe la introducción y venta de seda “en madeja ni en hilo, ni
capullos de Calabria”, es decir, en cualquier forma. La pena establecida consistía en la
incautación de la seda y parte de los bienes, en la primera vez que se incumpliera, y la
seda, la mitad de los bienes y el destierro durante diez años la segunda vez que se incumpliera.
En esta misma ley se suspendía la prohibición anterior de la importación
de las telas de cedazos que no fuesen de Valencia. Sólo se especifica “porque somos
informados, que no conviene que aquello se guarde”. Esta medida contra la introducción
de seda se volverá a contemplar por Carlos V en cuatro momentos, entre 1514
y 1532 (en los años 1514, 1523, 1525 y 1532 43 ).
En 1501 44 se estableció por real pragmática, que los tundidores, sastres y jubeteros
no recibiesen regalos, “hoques ni maravedís” de los mercaderes, traperos o tratantes,
por acompañar a algún comprador a sus tiendas. La multa para el mercader, trapero
o tratante, consistía en la cuarta parte de lo que se había pagado a los tundidores,
sastres o jubeteros. Por otra parte, si eran estos últimos los que exigían algo a cambio,
tendrían que pagar la cuarta parte a la Cámara.
La última medida tomada por los Reyes Católicos, también se produce en 1501, 45
año en que se ordenó que la venta y medida de los paños extranjeros que se vendieran
42 Ibidem., pp. 299-300.
43 A parte de especifi carse en la Novísima Recopilación…, también aparecen mencionada la reiteración de estas
disposiciones en el libro de García Cárcel, R.; Simón Tarrés, A.; Rodríguez, A.; Contreras, J.: Historia de
España. Tomo 7. La España de los Austrias II. Economía, sociedad, gobierno y cultura (siglos XVI-XVII). Madrid:
Espasa-Calpe, 2004, p. 279.
44 Se recuperó esta norma durante el reinado de Carlos V en 1548 y durante el de Felipe II en 1598, publicado
ya en época de Felipe III (1604). Novísima…, p. 249.
45 Ibidem., pp. 247-248.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
en el reino se efectuase de la misma manera que se había indicado para los propios del
reino 46 , tanto en la forma de medirlos (“sobre tabla sin los tirar”), como en el estado de
su manufactura (“tundidos y mojados a todo mojar”). Esta medida intentaba evitar lo
que los mercaderes que vendían paños extranjeros hacían “en el medir y vender dellos
los mimos fraudes y engaños que se hacían en los paños que se hacen en nuestros Reinos”.
3.2. Los primeros austrias: carLos v y feLipe ii.
La primera medida legislativa sobre manufacturas textiles durante el reinado de
Carlos V corresponde a una pragmática del día 1 de Junio de 1511 47 , firmada por
Carlos V y su madre la reina Juana. Es la disposición más antigua que seguía vigente
sobre los maestros y oficiales y en la misma obligaba a los oficiales a pagar “el daño
que hicieren a sus maestros” y éstos a los dueños de los tejidos que hubiesen estropeado
sus oficiales.
En el año 1532 48 se prohibió la entrada y venta en España de “sábanas viejas del
Reino de Francia ni de otras partes”. Una medida que estaba más relacionada con la salud
y el temor del contagio de la peste que se expandía por Europa, no era una medida
de carácter puramente proteccionista de las manufacturas españolas, al incidir en “el
inconveniente que de meterlas [las sábanas] se podría seguir a la salud de nuestros súbditos”.
El 26 de Febrero de 1549 49 , ante el problema del acaparamiento de los paños por
los “hacedores más ricos de los mismos”, con el propósito de encarecer sus precios en
el mercado, Carlos V vedó que “ningún mercader hacedor de paños, ni factor ni criado
suyo, ni otra persona alguna” pudiera revender los paños comprados en las ferias. Las
penas se impusieron en función de las veces en que se incidiera, desde la pérdida de
los paños y el pago de 50.000 ó 100.000 maravedíes hasta la pérdida de la mitad de
todos sus bienes y el destierro del Reino.
El 4 de Diciembre del mismo año, se estableció que los Bancos y cambios públicos
y los mercaderes, naturales y extranjeros, tuvieran los libros de “caja y manual”
en lengua castellana. En ellos debían indicar “el dinero que recibieren y pagares, declarando
en qué moneda lo reciben y pagan, y a qué personas, y donde son vecinos”. De
esta manera declaraban el valor y la moneda en que habían pagado las mercancías
que introducían en España desde el extranjero. Las letras de cambio de países extranjeros
debían aparecer reflejadas en “lengua castellana o toscana”, si no se cumplía
esta norma se condenaba a que perdieran todos los asientos que tuvieran en lengua
46 Por Juan II en 1435, recogida de nuevo por los propios Reyes Católicos en 1494.
47 Novísima…, p.180.
48 Ibidem., p. 301.
49 Ibidem., p. 254
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Elena Cano Valderas.
extranjera, la segunda vez perderían el doble y serían desterrados perpetuamente de
España. La pena para los que no tuvieran sus libros de cuentas en castellano era la de
la condena al pago de mil ducados. Ésta es la última disposición sobre los mercaderes
y comerciantes antes del siglo XVIII 50 .
A lo largo del año de 1552 se emitieron ocho pragmáticas. El 11 de marzo se
promulgaron tres. Una de ellas recogía la disposición anterior. Las otras dos establecían
quién podía ser corredor 51 . En una se aclaraba que ningún extranjero podía ser
corredor de cambios ni de mercaderías, “so pena de perdimiento de todos sus bienes,
y que sea desterrado perpetuamente destos Reinos”. Por la otra pragmática, conocemos
que eran las ciudades, villas y lugares las que elegían y nombraban a los corredores. Se
les obligó a respetar el número de corredores y a no nombrar más. Se describió que
los corredores “hayan de tener libros, en que asienten todos los cambios que hicieren, y
para donde, y a qué precio, y entre qué personas, con día mes y año”; además no podían
hacer cambios de los prohibidos e ilícitos, bajo la pena de la pérdida de la mitad de
todos sus bienes y el destierro del Reino durante diez años.
El 25 de marzo 52 se vuelve a incidir, como se recoge en el capítulo cuarto de la
pragmática, sobre la fase de manufactura en que se pueden comprar los paños para
revenderlos. Se impide que los paños se puedan comprar “en hilaza ni en jerga, ni
batanados”, ni revenderlos en el mismo estado. Con anteriores disposiciones 53 ya se
había establecido que sólo se pudieran vender acabados. La pena era la pérdida del
paño y el “valor de otro tanto”.
El 25 de Abril 54 se ordenaba que no se pudieran comprar lanas para revenderlas
fuera del Reino (“las navegan”), en caso contrario se perdía la lana. Sí se podían revender
a los mercaderes hacedores de paños.
En el mes de mayo aparecen otras tres disposiciones. El día 15 en el capítulo 8 de
una pragmática 55 , se prohibía la extracción de seda “floja, ni torcida ni tejida”. Sobre
la pena fijada, sólo se expresa “so las penas en que caen los que sacan cosas vedadas fuera
de estos Reinos”. Es la primera orden recogida sobre la prohibición de extraer algún
producto textil fuera del Reino.
El 25 de Mayo, bajo el título “Formación de ordenanzas para el buen uso de los
50 Aunque fue de nuevo recogida por este mismo monarca por Real Pragmática de 11 de Marzo de 1552.
51 Novísima…, p. 258.
52 Ibidem., pp. 254-255
53 Juan II en 1435, Reyes Católicos en 1494 y Carlos V la volvió a recoger en 1537 y 1548, antes de esta
pragmática
54 Se recogerá de nuevo por Felipe II en Pragmática de 1558 y en 1560. Novísima…, p. 255.
55 Ibidem., p. 341

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
oficios”, se regulaba el nombramiento de los veedores, después de que los Regidores
y Justicia de los pueblos, villas y lugares hubiesen visto las ordenanzas y se hubiesen
informado, debían de nombrar cada año “veedores hábiles y de confianza”. Se buscaba
asegurar una determinada calidad en la producción textil.
Este mismo día 56 se prohibía que ninguna persona que tuviese cargo en la administración
de Rentas de seda, pudiese comprar “por sí ni por interpósitas personas” seda
de las alcaicerías de Granada, ni fuera de ella; perderían la seda con “el valor de otro
tanto”. Esta es la última disposición que encontramos vigente en el siglo XVIII de
tiempos de Carlos V.
Del reinado de Felipe II sólo encontramos tres disposiciones que hagan referencia
a la producción textil. La primera es de 1560 57 y establecía que los tundidores y
sastres sólo pudiesen desempeñar un oficio, porque los sastres eran los que debían
descubrir las imperfecciones de los paños antes de elaborar las piezas de ropa. Si eran
ellos mismos los que vendían los paños a la vara, podían engañar a los compradores;
por esto se manda que “usen del un oficio o del otro… y no puedan usar de dos oficios
juntamente”. Ésta es la última disposición sobre la temática que se podría denominar
de los oficios, sus maestros y oficiales 58 .
Por pragmática de 4 de Julio de 1572 59 se prohibía a los buhoneros vender por
las calles o entrar en las casas a vender, aunque fueran productos de lícita venta. Se
les obligaba a que asentaran una tienda en las calles o plazas públicas para poder comerciar.
Si no lo hacían así, perdían todas sus mercancías y “allende de las otras penas
que por leyes de nuestros Reinos están establecidas contra los que venden cosas que están
prohibidas de meter en estos Reinos”.
De 1583 es la última disposición tomada en relación con los corredores. En el
siglo XVIII no se volverá a legislar al respecto. Corresponde a la última medida de
este reinado. Se les impedía comprar, vender o tratar de mercaderías; por cada vez
que lo hiciesen tendrían que pagar diez mil maravedíes. Además tampoco podían
comprar lo que se le diese a vender a otro corredor, ni podían vender a otro corredor
las mercancías que les habían dado para vender a ellos; en este caso la pena también
se situaba en diez mil maravedíes.
3.3. eL sigLo Xvii. de feLipe iii a carLos ii.
Tres monarcas se reparten las tareas de gobierno durante el siglo XVII, una cen-
56 Ibidem., p. 255
57 Ibidem., p. 180
58 Siguiendo las temáticas que aparecen en la Novísima…
59 Novísima…, p. 257
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Elena Cano Valderas.
turia que se caracteriza por la tendencia al estancamiento demográfico y a la recesión
económica.
Los arbitristas diagnosticaron muchos de los males de la economía española, en
ocasiones con propuestas carentes de sentido y de valor. Sin embargo, en sus escritos
se perciben aquellos elementos que podrían acompañar a todo panorama de crisis
con una serie de razones que podían explicar claramente el giro negativo de la economía
peninsular. Una agricultura deficiente y con unas estructuras arcaicas incapaces
de hacer frente al crecimiento demográfico del siglo XVI, que llevó a la larga a un
descenso de los rendimientos. La Mesta tampoco atraviesa por sus mejores momentos
y el sector ganadero se encuentra en franco retroceso.
La creciente presión fiscal y la contracción de la demanda urbana, ocasionaron la
descapitalización del campo, su abandono y la marcha de numerosa mano de obra a
las ciudades. Las figuras más importantes de esta escuela de pensamiento –Luís Ortiz,
Sancho Moncada, Tomás de Mercado, González de Cellórigo y Pedro Cervantes de
Navarrete– se centraron sobre todo en torno a las ciudades de Salamanca, Valladolid
y Toledo 60 . El hundimiento del volumen del tráfico comercial con América y la falta
de inversión en el sector de las manufacturas determinaron una coyuntura desfavorable
al sector manufacturero y comercial que no empezó a recuperarse hasta la década
de 1680. Las regiones periféricas, a tenor de los testimonios de la época, ofrecieron
los primeros síntomas de recuperación, con el fomento de la producción industrial
y la introducción de nuevas técnicas enseñadas por los artesanos extranjeros. Las
últimas décadas del siglo XVII, según coinciden todos los analistas, atestiguan una
época de recuperación económica y demográfica. Con ciertos avances y retrocesos,
estos síntomas se observan con más claridad en las regiones de la periferia peninsular.
Por lo que se refiere a la legislación, del reinado de Felipe III sólo se encuentran
dos disposiciones relacionadas con el comercio de la seda. El 14 de Mayo de 1599 61
se ordenaba que la seda comprada en capullos, cruda o en madeja, no se pudiera revender
sin haberla trabajado; tampoco se permitía la mezcla de la seda fina “con la que
llaman ocal o redonda”, ni que se hilase mezclándolas, sino cada una por separado. En
caso contrario perderían la seda comprada para revender o mezclada “con otro tanto de
su valor aplicado”. La pragmática de 2 de Junio de 1600 volvía a incidir en la reventa
de la seda no elaborada, se especificaba, además, que no se podía revender si no se
había “teñido o hecho teñir o tejer”; la pena dependía de la reincidencia, la primera vez,
se perdía la seda con otro tanto, la segunda la pena se doblaba, la tercera además de
perder la seda tenía que pagar diez mil maravedíes y destierro del Reino durante cinco
60 GUTIÉRREZ NIETO, J. I., “El pensamiento económico, político y social de los arbitristas”, en MENÉN-
DEZ PIDAL, R., El siglo del Quijote (1580-1680), Vol. 1, Madrid: Espasa-Calpe, 1993, pp. 331-465.
61 Novísima…, p. 255

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
años, a lo que se añade “y que no lo quebrante, so pena de cumplirlo en galeras al remo”.
Del reinado de Felipe IV siguen en vigor cuatro pragmáticas. Las dos primeras se
aprueban por pragmática de 10 de Febrero de 1623 62 . En el capítulo 12 se ordena
que no se pueda vender o comprar ningún género de paño, seda o lana que no esté
hecho con cuenta marca y ley. Se explica que “en las fábricas de paños y telas, así de
lanas como de sedas o mezcladas, ha habido y hay mucho engaño,… por no tener ley”;
para evitar los fraudes, se condena con la pérdida del género y cien mil maravedíes.
También se incluyeron en la ley los mercaderes que tuviesen en sus tiendas paños,
sedas y telas sin las calidades especificadas.
Este mismo día 63 se prohíbe la entrada en los Reinos de cualquier tipo de género
elaborado con lana, seda, algodón, lienzo,… (por ejemplo “colchas, sobremesas, vestidos”),
porque “consumen las haciendas, y embarazan la labor y fábrica de las que se
labraran útilmente,… pues con eso se quita a los oficiales la ocupación y disposición de ganar
la vida y sustentarse, quedando desacomodada y ociosa infinita gente”. Solamente se
permitía la entrada de estos géneros, cuando se fuesen a hacer en España los vestidos,
las colchas, etc. La pena por este delito era la pérdida de la mercancía y una multa
de treinta mil maravedíes. Esta va a ser la última disposición en el siglo XVII sobre
la prohibición de entrada de productos extranjeros, en el siglo XVIII habrá bastantes
disposiciones en este sentido, llegando también a prohibirse la entrada de telas.
El 13 de Septiembre de 1627 64 se prohibía la compra de seda, paño, lencería, etc..,
de cualquier calidad para revenderla. Sólo se permitía si se hacía en tienda pública
“a la vara y por menor” o para venderla en el extranjero en los casos permitidos en
las leyes. Se pensaba que “una de las causas principales de la carestía general ha sido el
número grande de regatones,… los cuales anticipan las compras a los mercaderes, haciéndolas
en los telares antes de tejerse los paños y sedas… y subiéndoles el precio, por excluir
de esta primera compra a los mercaderes”. También se apuntaba que esta era la causa
de que los tejidos no llegasen a las ferias, donde se vendían por sus dueños a precios
más bajos. Para evitar la subida de los precios de los tejidos y controlarlos se penó
la primera vez con la pérdida de los géneros y treinta mil maravedíes y dos años de
destierro “del lugar donde cometiere el delito y cinco leguas”; la segunda se duplicaban
las penas y se pagaba el precio de lo revendido; y la tercera perderían la mitad de sus
bienes, condenándose a los infractores “a vergüenza pública y a cuatro años de galeras”.
El 15 de Octubre de 1657 65 se advierte de la inobservancia de la ley de 4 de
62 Ibidem., p. 188
63 Ibidem., p. 301-302
64 Ibidem., p. 256-257
65 Ibidem., p. 257
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Elena Cano Valderas.
Julio de 1562 66 . Se extiende la ley anterior a los buhoneros extranjeros, llamando la
atención sobre la posibilidad de que llevasen, junto con manufacturas permitidas, géneros
extranjeros ilícitos, es decir, de países con los que estaba prohibido todo comercio.
También se prohíbe que se les pague con cosas de plata y oro que lo aprovechan
para revenderlo o para extraerlo del Reino; y a los buhoneros extranjeros se les impide
comprar oro o plata, en cualquier forma, bajo multa de la pérdida del oro o plata, y
las penas contra los que sacasen plata y oro del Reino sin licencia. Y las penas contra
los buhoneros que vendiesen sus géneros por las calles o entrasen en las casas serían
la pérdida de lo que vendiesen “con el doble de su valor”. Esta es la última disposición
anterior al siglo XVIII sobre regatones, contraventores y buhoneros.
En el reinado de Carlos II aparecen seis disposiciones, claramente orientadas al
fomento de las fábricas y del comercio. La primera es del 13 de Diciembre de 1682 67
sobre la compatibilidad de las fábricas de tejidos con la nobleza. Observa la compatibilidad
de la nobleza con las fábricas, siempre y cuando el dueño, noble, no utilice
sus propias manos, sino “por las de sus menestrales y oficiales”. A su vez deroga las leyes
en las que se prohibía que el dueño de la fábrica tuviera que haber pasado el examen
de maestro de tejedor, tundidor, cardador o tintorero; pero obliga a que tengan a una
persona trabajando que sí se haya examinado de alguna de éstas.
El 15 de Marzo de 1683 se regula la jurisdicción de la Real Junta de Comercio 68 .
Concede a la Real Junta de Comercio las competencias relativas a “las apelaciones
que se interpusieren en sus incidencias y dependencias,… vayan privativamente a la
dicha Junta, y no a otro Tribunal”, inhibiendo y mandando que no se interfiera en
los asuntos relacionados con el comercio a los demás Tribunales, Chancillerías, Jueces,…
Esta es la única disposición relacionada con la Real Junta de Comercio que se
produce en el siglo XVII.
El 9 de Abril de 1685 69 se ordena a los Corregidores que se propongan personas
para servir de enlace con la Junta de Comercio, los Superintendentes de las fábricas,
para promover las fábricas del Reino, un oficio que no podían tenerlo los Corregidores.
En concreto se especifica “al Corregidor de Toledo, para que con su actividad
solicitara, creciese el número de telares de las fábricas de aquella ciudad”. Además de lo
que se establece para esta ciudad se habla de restablecer las fábricas antiguas por parte
de la Superintendencia.
Las dos últimas disposiciones del siglo XVII están relacionadas con la extracción
66 Promulgada por Felipe II sobre la venta por las calles y entrando en casas de los buhoneros. Se especifi ca que
“por omisión de las Justicias no tienen el cumplimiento debido”.
67 Novísima…, pp. 186-187
68 Ibidem., pp. 209-210
69 Ibidem., p. 187

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
prohibida de seda y lana, ambas son del día 23 de Junio de 1699. Ambas medidas
hacen referencia a lo perjudicial que resulta para los reinos hispánicos de la extracción
de estas materias al extranjero. En relación con la seda 70 , se prohíbe su extracción por
naturales o extranjeros y se castigará a los que la extrajeren o lo intentaran “como halláredes
por Derecho y justicia” 71 . En la disposición sobre la lana 72 , también se prohíbe
su extracción, tanto de la ordinaria como de la basta indicando “que todas se apliquen
a las fábricas de tejidos de estos Reinos, y a los demás usos convenientes y necesarios”. En
cuanto a la pena tampoco se especifica, sino que se insisten en “castigar a los que las
hicieren o intentaren, como halláredes por Derecho y justicia”.
70 Ibidem., pp. 341-342
71 En la Real pragmática de 15 de Mayo de 1552 se trataba también de la extracción de la seda, pero no se
especifi caba tampoco el tipo de pena para quien la incumpliera.
72 Novísima…, p. 345
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Elena Cano Valderas.
IV. La legislación sobre las maufacturas textiles en el siglo XVIII.
4.1. La LegisLación promuLgada con feLipe v.
Felipe V era nieto de Luis XIV y estaba familiarizado con las medidas Colbertistas
que se habían puesto en marcha en la Francia del siglo XVII, las cuales se van a reflejar
en la España borbónica. Desde el comienzo de su reinado se activan una serie de
propuestas y proyectos para fomentar una industria que estaba en una situación de
estancamiento y llevaba décadas en franca decadencia. Se confiaba en el fomento de
un sector económico para hacer resurgir la actividad socio-económica del país, evitar
la ruina provocada por la venta de materias primas y la compra de manufacturas en el
extranjero y, en definitiva, mejorar la situación social de la población en su conjunto.
El primer decreto que se promulga en el reinado de Felipe V data del 2 de Junio
de 1703 73 . Por el mismo, se ordenaba que toda persona que se estableciese en Madrid,
con claras intenciones de comerciar, lo pudiera conseguir incorporándose al
Gremio correspondiente, tras contribuir a la Real Hacienda con lo que estuviese estipulado.
Pasados quince días de la publicación del decreto, los diputados y veedores
de los Gremios debían denunciar a los que no pertenecieran a ningún gremio ante los
Alcaldes y Justicias. En caso contrario, perderían las mercancías y serían, siguiendo
en la instrucción, “condenados en las peñas de las ordenanzas, y en otras arbitrarias a los
Jueces según la gravedad de la trasgresión”.
El 4 de Diciembre de 1705 74 aparece la primera disposición de este reinado claramente
destinada al fomento de la industria. Se mandó que el Consejo despachase
una Real provisión a las cabezas de partido para que se informase a la Junta de Comercio
sobre, señalaba la disposición, “los medios posibles para que en aquellos parajes
se resuciten las fábricas que antes haya habido, se formen nuevas, o se aumenten las
73 Novísima Recopilación de las Leyes de España manda formar por el señor Don Carlos IV. Madrid: Boletín
Ofi cial del Estado, 1992 (2ª ed.), p. 181.
74 Ibidem. Tomo 4, pp. 187-188

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
actuales”. Se ponía especial énfasis en el estímulo de cualquier proyecto empresarial
que tuviese a la fábrica como el resorte económico para el desarrollo socio-económico
español. De hecho, se estudiaron fórmulas que permitiesen aumentar los productos,
las calidades y los precios de cada género, teniendo en cuenta los posibles excedentes
para el comercio. Se incide también sobre el envío de personas que pudieran inspeccionar
las fábricas para mejorar todos los mecanismos de su producción. A lo largo
del siglo XVIII se introdujeron especialistas extranjeros que estuvieron preparados
para enseñar las técnicas más novedosas en las principales fábricas. Se dejó, por ello,
constancia de la compatibilidad de las fábricas con la nobleza o hidalguía 75 . Con esta
medida se perseguía, como se recogía en la instrucción, el “destierro del ocio, de las
ruinas que ocasiona, y alivio de los pobres”.
Por el Real decreto de 15 de Marzo de 1683 se establecío la jurisdicción de la Real
Junta de Comercio. El 15 de Marzo de 1707 76 , con el mismo propósito del fomento
de las fábricas y el aumento de la riqueza, se vuelve a reafirmar la jurisdicción privativa
en materias de comercio de la Real Junta de Comercio, puesto que el anterior
decreto de 1683 y su repetición de 1686, son anteriores a la segunda reorganización
de la Junta en 1691. Como novedad, se concede a la Junta de Comercio la facultad
de despachar las cédulas y órdenes que se creyeran convenientes para la ejecución de
su jurisdicción, ordenando de nuevo que los demás Consejos, Tribunales o Ministros,
se mantuviesen al margen de cualquier intervención.
Por carta de 28 de Enero de 1708 77 y el Real decreto que lleva inserto, se mandó
quitar los Puertos Secos entre los reinos de Castilla, Aragón y Valencia. El Mariscal
duque de Berwich y de Liria, escribió a Felipe V expresando las consecuencias negativas
que tenían para el tráfico mercantil los nuevos impuestos. Los gastos ocasionados
por el mantenimiento de la tropa en la Guerra de Sucesión, junto a las citadas tributaciones
y los costes añadidos por el pago aduanero al atravesar los Puertos Secos, resultaban
enormemente perjudiciales para el desarrollo comercial. De esta manera se
derogaba parte de la disposición de 1480 promulgada por los Reyes Católicos, por la
que se había permitido el tráfico de las mercancías -antes prohibidas entre los Reinos
de las Coronas de Castilla y Aragón- articulándolas a través de los Puertos Secos 78 .
75 El 13 de Diciembre de 1682, Carlos II promulgó una disposición que establecía la compatibilidad, siempre
y cuando no utilizasen sus propias manos, sino las de sus menestrales y ofi ciales; Novísima… Tomo 4, 186-
187.
76 Ibidem. Tomo 4, p. 210 y AGS, CSH, leg. 152. En el Anexo 8.1.3. se pueden comprobar las diferencias entre
la parte de las Reales Órdenes, Pragmáticas, Reales Cédulas,… que se recogieron en la Novísima Recopilación
de las Leyes de España manda formar por el señor Don Carlos IV y las que aparecen en las que se conservan
íntegras en los distintos fondos de los archivos.
77 AHN., Cons. Lib. 1510, núm. 23.
78 La Real Cédula del Consejo suprimiendo los Puertos Secos data del 7 de Diciembre de 1714, en la que se
recoge la citada carta.
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Elena Cano Valderas.
Por Real Decreto de 20 de Junio de 1718 79 se prohibió la entrada de ropas y
sedas y otros tejidos de China y de cualquier parte de Asia, por lo perjudicial que
resultaba para el comercio, debido a “las crecidas sumas de dinero, que con su compra se
extraen…, como por las introducciones fraudulentas…, y lo que descaecen las manufacturas
de mis Dominios, no hallando salida, y despacho de sus géneros, por la abundancia
de los otros”. Se concedieron tres meses para la venta de las mercancías que ya estaban
introducidas. La normativa debía resultar de aplicación el 1 de Julio de 1718, fecha
a partir de la cual las mercancías no vendidas hasta entonces serían incautadas y
quemadas.
Se remitía al Consejo la imposición de las multas y castigos. Por Real Provisión
de 17 de Septiembre de 1718 80 se establecieron las penas a los contraventores, la primera
vez se perderían la seda, telas y tejidos “con otro tanto de sus bienes” y la segunda
vez además de la pérdida de los géneros, la mitad de sus bienes y destierro del lugar
donde viviere durante diez años. Estas dos leyes fueron ratificadas por Real provisión
de 6 de Abril de 1734 81 .
Como medida preventiva ante la peste que se estaba desarrollando en Francia, el
29 de Agosto de 1720 82 se prohibió el comercio de ropas con el reino de Francia, se
justificaba porque “el mayor peligro está en la ropa” 83 . No se permitió el comercio de
cualquier género de ropas que saliesen de Francia “por cualquiera de los Puertos que
tiene el Mediterráneo”. Se advierte que se introducen ropas “por alto”, mezclándolas
con las de España o sin mezclarlas, que llevan su fe de sanidad y pasan indemnes.
Para evitarlo se mandó sellar todas las ropas del Reino cuyo comercio se prohibía,
para que quedasen registradas y los que las extrajeren llevaran testimonio del registro
y nota del sello y lo apuntasen en los Libros de los mercaderes; poniendo el sello o
marca se perseguía que no confundieran con los géneros provenientes de Levante. Se
penó a los escribanos que no notificasen la carta en la que se insertaba esta Pragmática
Sanción con cien mil maravedíes.
El 25 de Octubre de 1723 84 se despachó una Real Provisión insertando la de 23
de Junio de 1699 sobre la prohibición de extraer lanas del Reino. Fue pedida por D.
Pedro Romo de Hortega, Fiscal de la Renta de Lanas y sus agregados, porque la del
año 1699 se le había perdido y la necesitaba “en la administración de dichas Rentas para
el mejor régimen, y aumento de nuestra Real Hacienda”. El solicitar una copia se pudo
79 Novísima… Tomo 4, pp. 302-303. El libro… Tomo I, núm. 57, p. 111.
80 El libro…. Tomo I, núm. 57, p.111
81 Ibidem. Tomo I
82 AHN., Cons. Lib. 1476, nº 21, fol. 129-130. Esta disposición se encuentra en el Anexo 8.1.4.
83 En el año 1532 Carlos I también prohibió el comercio de sábanas viejas con Francia y otros países por este
mismo motivo.
84 AHN, Cons. Lib. 1476, nº 32, fol. 159-160. Esta Real Provisión se adjunta en el Anexo 8.1.5.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
deber a que la anterior Real Provisión no se estaba observando y desde la Fiscalía de
la Renta de Lanas se estaban persiguiendo varios casos de incumplimiento de la ley.
El 11 de Noviembre de 1726 85 se publicó un Real Decreto del día 10 de dicho
mes, en el que se mandó que en adelante todos los vasallos del Rey usaran y se vistieran
sólo con los géneros fabricados en España, para un mayor fomento de las fábricas
de Seda, entre las que se cita la de Toledo, y las de Paños, entre las que se cita la de
Guadalajara. Se concedieron seis meses para que se deshiciesen de las ropas extranjeras;
pasado este tiempo “se practicarán contra los contraventores de cualquiera estado, o
condición que sean, las más rigurosas penas, establecidas por anteriores Leyes, Estatutos,
y Pragmáticas de estos mis Reinos” 86 . Para los Corregidores, Asistentes, Gobernadores,
Alcaldes Mayores y Ordinarios,… destinatarios de la carta en la que va inserto el Real
Decreto si no lo hacían cumplir se les multaba con cincuenta mil maravedís.
El 19 de Abril de 1728 87 por Real Cédula se aprobaban las Ordenanzas de la fábrica
de barraganes de Cuenca, que van insertas, recogidas en 23 capítulos 88 . En el Real
85 Novísima… Tomo 3, p. 193.
86 No se explica nada más sobre la pena. En el Real Decreto de 20 de Junio de 1718, el más inmediato a esta
prohibición en la introducción de géneros extranjeros, las penas impuestas fueron el decomiso y quema de
los géneros “con otro tanto de sus bienes”, la primera vez, y la segunda vez además de la pérdida de los géneros,
la mitad de sus bienes y destierro del lugar donde viviere durante diez años. No se puede afi rmar que en este
caso fueran las mismas, puesto que sobre lo que aquí se legisla es sobre la ropa que cada súbdito consumía y
en el de 1718 sobre el comercio; pero es el más cercano temporal sobre esta temática, ya que la única disposición
que se ha encontrado sobre De los trajes y vestidos, además de ésta, no impone ningún tipo de pena.
87 AHN, Cons. Lib. 1513, núm. 14, fol. 62-67.
88 Los capítulos en que eran recogidas estas ordenanzas eran los siguientes:
I. Sólo las lanas buenas, excluyendo las “Truxillanas y peladas” se pueden utilizar, bajo pena, la primera vez de
perder las lanas y la segunda además se les privaría del ofi cio.
II. División de la lana por colores y en qué tejidos se deben usar, con la multa de cuatro ducados la primera vez y la
segunda de ocho y un mes de Cárcel.
III. Las mezclas y tintes.
IV. Cómo hacer el jabonado de los estambres y las penas si no se cumplían (dos ducados la primera vez y cuatro la
segunda).
V. Sobre el peinado, sólo los ofi ciales examinados lo podían hacer y tamaño de los peines (se multaba en cuatro
reales cada púa que les faltase).
VI. Que los peinadores den forma a los estambres siguiendo la moda de Flandes y se deja la cantidad de jabón,
aceite y demás ingredientes a su elección.
VII. Las hilanderas deben devolver el estambre hilado lo más delgado que se pueda [Cuanto más delgado fuese el
estambre, más fi no y de mayor calidad sería la pieza], descontándose de su paga las faltas.
VIII. Preparación de las hilazas antes de tejer.
IX. Cómo se deben urdir las telas, si tuviesen faltas se deben denunciar, perdiendo las piezas, la primera vez, y
además 20 ducados, la segunda.
X. Tamaño de la astilla de los telares y obligación de que tengan el sello de la ciudad y la marca del Maestro, bajo
pena de romper la astilla y pagar diez ducados.
XI. Peines, hojas y lizos que debía tener cada telar y pena de perderlo si no se cumple.
XII. Penas por irregularidades en las telas, dos reales por cada traza grande, agujero o picadura.
XIII. Obligación de los Maestros de marcar sus piezas y pena de cuatro ducados si no lo hiciesen.
XIV. Pena de cuatro ducados si se “engabelasen” piezas que no sean negras o se pidiesen cocidas.
XV. Las piezas deben sellarse con el sello de la ciudad, una vez hayan sido reconocidas y vistas por los veedores,
perdiendo las piezas no selladas.
XVI. Prohibición de vender o comprar estambres hilados, bajo pena de perder la hilaza y lo que estimase el Juez.
XVII. Cualquiera que siguiese en todo estas Ordenanzas podía hacer piezas de barragán.
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Elena Cano Valderas.
Cédula se hacía hincapié en que con estas fábricas y las que se iban estableciendo en
los Reinos españoles, se podían surtir sus vasallos sin que fuese necesario introducir
géneros extranjeros. Además se ordenó que se publicasen en Cuenca “y en las demás
partes que convenga” y debían vigilar su cumplimiento la Junta de Comercio, el Corregidor
y el Concejo de Cuenca, indicando que “cualquiera que contraviniere a lo
contenido en las citadas Ordenanzas, incurrirá en las penas que van declaradas en ellas,
y en otras que dejo al arbitrio de mi Junta de Comercio”. La Real Cédula se centra en la
lana, los tipos que se podían emplear, mezclas y tintes, la forma en que se debía tratar
(lavado, peinado, hilado, urdido,…), incluso la forma de los telares donde se iban a
fabricar, la obligatoriedad del sello, la prohibición de la compra o venta de estambres
hilados o las penas impuestas por las irregularidades en los tejidos. En varios de sus
capítulos se recogen las ordenanzas de los gremios 89 .
El 4 de Junio de 1728 90 , en Real Decreto (ratificado por el Real Decreto de 6 de
Abril de 1734), se disponía que por ser “igual el perjuicio… de la introducción de Tejidos
de Algodón, y de los Lienzos pintados, ya sean fabricados en el Asia, o en la África,
o imitados, o contrahechos en Europa” se prohibía la entrada de los tejidos de seda de
China y de Asia, permitiendo sólo el algodón no labrado de Malta, siempre y cuando
llegase empaquetado y “con la cubierta cosida, y sellada; y que sobre esta primera cubierta
traiga otra también cosida, y sellada, y con la costura encontrada a la primera, y …testimonio,
instrumento o certificación de la Religión, y comercio de aquella isla, que exprese
la cantidad, y calidad de que se compone cada paquete; …testimonio que compruebe
legítimamente” que el algodón es procedente de Malta, permitiendo así que no se confundiera
con el del resto del Mediterráneo que hacía escala allí y se podía comprar. En
cuanto a la pena impuesta sólo afirma que “serán castigados muy severamente”.
El 28 de mayo de 1728 91 , como consecuencia de la peste que se estaba desa-
XVIII. El que gobierne una fábrica debe examinarse ante los veedores y sobreveedores.
XIX. Si las viudas quisiesen proseguir una fábrica, lo podían hacer y los fabricantes debían darles ofi ciales y fabricantes
que la desempeñasen.
XX. A comienzos de cada año en la primera reunión del Concejo los fabricantes debían proponer veedores y sobreveedores
por duplicado y dar una relación jurada de los telares y ofi ciales que tenían.
XXI. Los fabricantes podían recibir ofi ciales si no tenían ninguna deuda con el anterior fabricante y si la tuviesen el
fabricante que lo recibía quedaba obligado a saldarla.
XXII. Se establecía que se declarase vago, holgazán y se desterrase a los ofi ciales y a sus familias de la ciudad si por
motivos interesados y por su propia conveniencia abandonaban a sus amos y se iban con otros.
XXIII. Los Regidores Comisarios que cada año se nombran para sellar las piezas, debían acompañar en las visitas
de las fábricas una vez al mes y todas las veces “que pida la ocasión, y circunstancias, y sean convenientes, para remedio
de cualesquiera excesos que se encuentren”. Asimismo, debían dar cuenta de las denunciaciones a la Justicia
de la ciudad, para que procediesen según las Ordenanzas.
89 El capítulo XIX se basa en las ayudas que se suministraban los que pertenecían a un mismo gremio. El
capítulo XX recoge la obligación que impusieron los gremios de las fi guras del Veedor y Sobreveedor para
examinar las piezas y asegurar su calidad, que debían ser elegidos cada año y se encargaban también de los
exámenes para pasar de ofi cial a maestro.
90 Novísima… Tomo 4, p. 303; AHN, Cons. Lib. 1477, núm. 29, fol. 92-93
91 Se recoge junto con la de 11 de Septiembre de 1728. AHN, Cons. Lib. 1477, núm. 31, fol. 96-101

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
rrollando en Zante, Morea, Nápoles, Corfu y Constantinopla, se emitió una Real
Cédula prohibiendo el comercio proveniente de Morea, Isla de Zante, Corfu y “todas
las demás del Archipiélago, y Provincias de Levante”. Sólo se admitían las embarcaciones
provenientes del Puerto principal de Génova “trayendo facturas, y testimonios de sus
cargas, y de haber sido sus géneros expurgados y sus embarcaciones visitadas y fondeadas y
haber hecho la rigurosa Cuarentena y viniendo los testimonios legalizados por el Cónsul de
España”, para ello debían reconocerse los papeles, hacer cuarentena y después se debían
ventilar y purificar. Si traían algún género de Levante se debía despedir la embarcación.
A los barcos que fuesen a otros puertos y ya se les hubiese reconocido y ventilado, se les
daba despacho al dorso de su patente, por la que constaba “que en el Puerto de su primer
arribo se ejecutaron todas las precauciones mandadas para que en otro no se le moleste”. Se
exceptúa solamente el algodón proveniente de Malta, fruto de ella 92 .
También se prohibió el comercio de África, sin excepción; y al igual que la exportación
de granos. Las embarcaciones francesas o portuguesas con manufacturas
que no fuesen de Levante, se debían inspeccionar, es decir, comprobar si traían fe
de sanidad y acreditación de que en el puerto de procedencia se comerciaba con
géneros levantinos. Además, se debía tener especial cuidado de que sus mercancías
no estuviesen mezcladas con las francesas o portuguesas. En este caso las naves no
estarían sometidas a cuarentena. En el caso de las procedentes de las Islas del Norte
y Terranova sí deberían pasar una cuarentena de veinte días. Cuando una embarcación
resultase sospechosa, se le deberían suministrar víveres si fuese necesario. Las
embarcaciones que no fuesen del Principado de Cataluña, sólo podían atracar en el
puerto de Barcelona. Si por cuestiones ajenas a la embarcación (por ejemplo borrasca
o temporal), se hubiese tenido que atracar en algún puerto prohibido, se debería
poner en cuarentena.
Se estableció que por las visitas de embarcación mayor se cobrase como máximo seis
pesos y medio y por la menor la mitad. En cuanto a las penas, se castigaba con la vida
y confiscación de bienes, incurriendo también los que lo hubiesen consentido, dieren
causa o ayudasen a la introducción; los géneros serían quemados en paraje público.
El 11 de Septiembre de 1728 93 se introdujeron los siguientes cambios. Junto con
las procedentes del puerto de Génova, también se admitieron las del de Liorna, con
los mismos requisitos anteriores. Se prohibió todo género de Levante, incluida la lana,
aunque viniesen de puerto hábil y con legítimos despachos; y el algodón, seda en rama
y demás géneros procedentes de Portugal, Francia, Inglaterra, Holanda, Ostende, Dinamarca,
y los que “vienen en derechura del Mar Océano”. Se exceptúan de la prohibición
“las obras y manufacturas y demás frutos” provenientes del Río de Génova.
92 Al igual que se señalaba en la Real Cédula de 14 de Junio de 1728
93 AHN, Cons. Lib. 1477, núm. 31
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Elena Cano Valderas.
Se impone un periodo de dos meses para que las embarcaciones que no llevasen
despachos se les admitiese con la visita y fondeo, tras este tiempo sólo con despachos.
El destino del puerto de Barcelona se debía entender para el Principado de Cataluña,
en el Reino de Valencia podían desembarcar en el Grao o en Alicante, en el de Murcia
en Cartagena y en Andalucía en los de Almería, Almuñecar y Málaga. Los navíos
que hiciesen descarga en varios puertos de la península, tras cumplir las medidas
preventivas, le debían admitir en el otro puerto “excusándose los gastos y dilaciones de
visita y fondeo”. En la anterior se había establecido que las patentes de sanidad debían
estar certificadas por los Cónsules de España y eran obligatorios para los Capitanes y
Patrones de las embarcaciones, por lo que se dispuso que no se pudiese cobrar más de
un derecho de certificación y legalización por cada navío o embarcación.
Por Real Provisión de 23 de Agosto de 1734 94 se ordenó que en los pueblos que
no pudiesen pagar de los Propios y Arbitrios el gasto del vestuario de los treinta y
tres Regimientos de Milicias lo hiciesen por repartimiento entre sus vecinos, incluyéndose
los fabricantes de tejidos de lana y sedas, los que trabajan en batanes, prensas
y perchas y los tundidores y cardadores; también los exentos de servicio personal, los
pastores del ganado lanar de la Cabaña Real y los Pastores Carreteros y la Nobleza; derogándose
por los Privilegios o Exenciones que les habían sido concedidos en este caso.
El 24 de Septiembre de 1736 95 se promulgó una Real Pragmática que declaraba
el modo y forma como se debían labrar los tejidos de oro, plata y seda en todos los
reinos de España. Van insertas las “Ordenanzas del régimen y gobierno del Colegio y
Arte Mayor de la seda de Valencia”; y “Carta-Orden de la Real Junta general de Comercio,
en que declara el modo y forma de observarse las Ordenanzas contenidas en ella”,
correspondientes al citado Colegio y Arte Mayor.
Se exponía que una de las causas de la decadencia del comercio era la disminución
de las fábricas de todo género de tejidos, agravadas por la introducción de las mercancías
extranjeras y por no ser del peso, cuenta y marca que debían tener. La Junta
de Comercio propuso que con los informes de los Diputados elegidos de las ciudades
de Toledo, Granada y Sevilla, y la reunión que tuvieron junto con los veedores de la
seda de Madrid, los nombrados para el reconocimiento de los tejidos en la Aduana y los
fabricantes valencianos se elaborasen unas nuevas Ordenanzas, aprobadas por Felipe V
el 24 de Septiembre, dejando las antiguas en todo lo que no se opusiesen. Bajo pena de
la quema pública de los géneros, la primera vez, y en la segunda vez, “en las arbitrarias
que pareciere imponerle”. Las ordenanzas trataban sobre cómo debían hacerse los tejidos,
desde todos los terciopelo, raso, tafetán, pañuelos o medias, entre otros.
94 El libro…, Tomo I, núm. 81, pp. 298-300
95 AHN, Cons. Lib. 1513, núm. 25, fol. 166-200. Por lo extenso de esta ley, no se van a comentar las Ordenanzas
del régimen y gobierno del Colegio y Arte Mayor de la seda de Valencia

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Si los tiradores de plata u oro, hiladores, torcedores y tintoreros no cumplían con
lo que quedaba estatuido, debían pagar el daño estimado por dos personas peritas o
una tercera (si no había acuerdo) y tres mil maravedís la primera vez, y la segunda vez
“al arbitrio del Juez de las fábricas”.
También vas insertas las “Ordenanzas de los géneros que por la variedad de nombres
no están comprendidos en la Real Pragmática del Año 1684. Los que su Majestad mandó
se observasen y guardasen como dicha Real Pragmática en 20 de Enero de 1737”. Los
géneros a los que se hacía referencia eran la felpa, los tapices y el tafetán, entre otros.
Por representación de la Junta de Comercio y Moneda de los perjuicios ocasionados
por la extracción de seda en rama al extranjero, en 22 de Octubre de 1737 96 se
prohibió sacar por mar o tierra la seda floja, torcida ni tejida “bajo diferentes penas”.
En 4 de Enero de 1738 se concedió a los fabricantes españoles el derecho de tanteo
en la compra de sedas, permitiendo a los naturales y extranjeros su extracción. Como
consecuencia de las quejas, se expresa que “se hace preciso haya con abundancia los
géneros correspondientes para las fábricas, entre los cuales es el más principal el de la
seda”, por lo cual, en 13 de Mayo de 1739 se prohibió absolutamente la extracción
de la seda en rama y torcida al extranjero “bajo las penas impuestas… y las demás que
la Junta impusiere a los contraventores a esta resolución”, para ello se debía dar cuenta
por medio de su Secretario para aplicar el castigo. Se exceptuaba en la prohibición los
tejidos de seda elaborados en las fábricas españolas, permitiendo extraerlos por mar y
tierra, pagando los derechos establecidos.
El 2 de Diciembre de 1737 97 , por el capítulo 9 de las ordenanzas del Consulado
de Bilbao, recogido también el 1 de Septiembre de 1766 y el 22 de Mayo de 1805,
se recogieron los libros que debían tener los mercaderes y comerciantes de por mayor
y los que tuviesen establecimientos de venta al por menor. Se establecía que debían
tener cuatro libros de cuentas, todos encuadernados, numerados, forrados y foliados:
el libro borrador o manual, el libro mayor, el libro de cargazones o facturas y un
copiador de cartas aunque podían tener más libros. Los que no sabían leer y escribir
estaban obligados a tener una persona que le asistiese, otorgándole un poder ante el
escribano, para que pudiese firmar por él. En las tiendas, entresuelos o lonjas, donde
se vendiese al por menor se obligaba a tener por lo menos un libro en el que se anotasen
las mercaderías que compraren y vendiesen al fiado; o un cuaderno o librillo
menor “los que no tuvieren disposición para esta formalidad de libro” en el que aparezcan
los asientos de los vendedores cuando pagasen mercaderías.
En caso de error en una partida, debía ponerse enteramente con expresión del
96 Novísima… Tomo 4, p. 342-343
97 Ibidem Tomo 4, pp. 250-251
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Elena Cano Valderas.
error y su causa. Si faltaba alguna hoja, en los litigios se le tendría por menos crédito
que los que tuviesen todas; y debían mostrarse los ya fenecidos, y si se hubiesen creado
otros se procedería a su castigo por fraude. Además los comerciantes de por mayor
eran obligados a hacer balance, mínimo cada tres años, y a tener un cuaderno aparte
de todo, firmado de su mano.
Este mismo día, por el capítulo 11 de las referidas ordenanzas 98 , se estipularon
las normas a seguir en los contratos de comercio entre mercaderes. Todas las ventas y
compras entre comerciantes se debían de cumplir según las circunstancias y calidades
convenidas; para ello se debía dejar constancia por escrito de los negocios, registrando
las condiciones, cantidad, calidad, marcas, números y formas de pagar. Se podían
efectuar por corredor jurado y en caso de diferencia constaba el libro del corredor, si
coincidía con el asiento de uno de los comerciantes. Si los contratos se efectuaban sin
la intervención del corredor, se debían entregar un papel por escrito recíprocamente.
En caso de no registrarlo por escrito, el vendedor debía entregar al comprador un trasunto
o memorial con el valor del negocio, que debía devolverlo rubricado. Cuando
se hacían negocios con personas ausentes se debían justificar con los libros y cartas
originales recibidas y copias de las enviadas.
Cuando se negociaba sobre muestra porque los géneros debían transportarse por
tierra o mar, el vendedor estaba obligado a entregarlos en el tiempo y calidad convenidos;
dejando una muestra en manos del comprador, otra al vendedor y otra al
corredor. Cuando se efectuaba sin muestra y su calidad y circunstancias no eran las
convenidas, se recurría a lo registrado en los libros; si el comprador seguía insistiendo,
se acudía a la declaración de peritos. Si a la entrega de los géneros no se correspondían
con lo contratado y no se constataba caso de fraude por ninguna de las dos
partes, quedaba disuelta la negociación; en el caso de que hubiese fraude por parte
del vendedor, se le obligaba a cumplir lo convenido y a indemnizar al comprador, si
era el comprador el que hacía fraude también debía cumplir lo contratado; siendo
castigados “según su gravedad al arbitrio judicial”.
En el caso de que, después de que se hubiese llegado a un acuerdo entre dos
comerciantes, el dueño de los géneros los vendiese a otro comprador; el primer comprador
no tomaría acción alguna contra el segundo, sino contra el vendedor para
pedirle los daños y perjuicios, siendo condenado “en las penas que le correspondieren”.
Si había confusión por oscuridad de sus cláusulas, se interpretaría contra el vendedor
por entenderse que no se había explicado con claridad. El plazo para efectuar el pago,
si no se estipulaba otro, era de cuatro meses a partir de la entrega de los géneros.
98 Ibidem., Tomo 4, pp. 253-254

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
El 6 de Julio de 1741 99 por Real Decreto se exigió, como consecuencia de “las
urgencias de la Guerra”, que en el casco de Madrid se debía pagar el diez por ciento de
todos los frutos y el ocho por ciento de los géneros que se introdujesen para provisión
o regalo de los vecinos seculares, “de cualquier condición que sean”, y por trajineros.
Los frutos que debían pagar por su introducción eran la cebada, paja, vino, tocino,
cacao, chocolate, pasta, azúcar y dulces; y los géneros eran los tejidos de seda, seda en
rama, paños, lienzos y otros géneros de estas calidades. Su recaudación correspondía
a los Diputados de Rentas de Madrid y a sus dependientes, que debían llevar cuenta
por separado y con claridad, exhibiéndola mensualmente para que “a su tiempo se
pueda mandar cesar esta contribución extraordinaria”. Los Corregidores y Superintendentes
debían celar de que no se alterasen los precios de los abastos, tiendas, tabernas
y puestos públicos, no gravados y en caso de que se intensase subir el precio de algún
abasto, debería hacerse previa consulta al Rey.
En algunos casos, se favorecía a los comerciantes de zonas concretas. Un ejemplo
es la disposición del 10 de Diciembre de 1745 100 . Se prohibió que fuesen extraídos
de las casas y tiendas de los comerciantes y mercaderes del Señorío de Vizcaya los
libros y papeles de su comercio, visitarlos, pesquisarlos o proceder a su exhibición.
Para proceder contra ellos por fraude, se les hacía mostrar las partidas de los papeles y
libros o las cartas y asientos, pudiendo hacer escrutinio de sus casas y tiendas, siempre
y cuando no fuese a “deshoras de la noche ni con estrépito”. Esta ley fue la consecuencia
del allanamiento de las casas y sustracción de los papeles de dos comerciantes para
justificar que habían cometido fraude contra las Rentas generales.
4.2. disposiciones LegisLativas durante eL reinado de fernando vi.
La mayor parte de las disposiciones legislativas que se tomaron durante este reinado
están relacionadas con los conflictos bélicos, apareciendo distintas medidas de
prohibición y apertura del comercio con determinados países, según se encontrasen
en guerra o en la firma de tratados de paz. También se promulgaron distintas medidas
relacionadas con los privilegios de los comerciantes, sobre fábricas, la concesión
de Reales Fábricas a los Gremios Mayores de Madrid.
El 5 de Octubre de 1750 101 se produce el tratado de paz entre España y Gran
Bretaña. Los artículos cuarto, sexto, séptimo y octavo hacían alusión a las relaciones
comerciales. Se estipuló que los ingleses no fuesen obligados a pagar mayores
derechos ni otros que los que pagaban en tiempos de Carlos II, o que los que pagaban
los súbditos españoles. Gozarían de todos los derechos, privilegios, franquezas,
99 AHN, Cons. Lib. 1510, núm. 35 bis ó 37, fol. 213-214
100 Novísima… Tomo 4, p. 252
101 AHN, Cons. Lib. 1480, núm. 49, fol. 345-346.
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Elena Cano Valderas.
exenciones e inmunidades que antes de la guerra y permitiéndoseles los acordados
para cualquier otra nación; al igual que se aplicaría a los españoles en Gran Bretaña.
Ninguna nación pagaría menos derechos de las lanas u otras mercancías que los súbditos
ingleses. Tanto el rey español como el inglés prometieron “aplicar de su parte
todo el cuidado posible, para quitar todas las innovaciones, que se hayan introducido en
el Comercio, y para que se eviten en adelante”.
El 12 de Agosto de 1751 102 , ante el perjuicio que ocasionaba que las lanas finas
y entrefinas no estuviesen prohibidas su extracción al extranjero 103 , se concedió a los
fabricantes el derecho de tanteo con los comerciantes que las hubieran comprado,
“siempre que no las hallen en los ganaderos o vendedores, y las necesiten para sus labores”.
El resto de la lana fina y entrefina se destinaría al comercio. Seguía en vigor la prohibición
de las lanas bastas y ordinarias. Fue repetida el 6 de Junio de 1767.
El 19 de Octubre de 1751 104 , como consecuencia del tratado de la ciudad de
Hamburgo con la Regencia de Argel, se prohibió el comercio con la ciudad de Hamburgo,
sus habitantes, dependientes y súbditos. Se dieron de plazo cincuenta días
para que dejasen de ser admitidos en los puertos y dominios, suspendiéndose la
entrada de manufacturas y productos de su territorio; así como tres meses para que
abandonasen el reino los agentes, cónsules y súbditos que residiesen en ellos, durante
ese plazo podrían concluir sus negocios y extraer sus efectos; finalizado el plazo se
procedería a la confiscación y penas convenidas contra los infractores.
Como consecuencia del establecimiento de las Compañías, que gozaban de privilegios,
exclusivas, tanteos, libertad de derechos de Alcabalas y Cientos en las primeras
ventas por mayor y menor, exenciones de Cargas Reales y Concejiles para los empleados
en ellas y con la tolerancia de que los tejidos no sean sujetos a la marca, peso
y medida; los fabricantes del Arte Mayor de la Seda de Valencia y los Particulares de
Toledo se quejaron ante el rey de la decadencia de las fábricas. Por Real Decreto de
24 de Junio de 1752 105 se anularon los privilegios que tenían las Compañías, concediéndose
a éstas y también a todas las establecidas y que se estableciesen de tejidos
de seda, lana, lino, cáñamo,… libertad de los derechos de Alcabalas y Cientos de las
primeras ventas que se celebrasen por mayor y de las Rentas Generales que causasen
los “simples e ingredientes que justificadamente necesitaren de Reinos extraños”, que no
hubiese en España. Se encarga a la Junta celar que las leyes y Reales Pragmáticas se
cumplan en la calidad, peso y medida de tejidos, evitando los abusos.
102 Novísima… Tomo 4, pp. 345-346
103 Con la ley de 23 de Junio de 1699, Carlos II sólo había prohibido extraer las lanas bastas y ordinarias.
104 El libro…, Tomo I, núm. 29, pp. 837.
105 AHN, Cons. Lib. 1480, núm. 61, fol. 371-372; Lib. 1513, núm. 41, fol. 417. Anexo 8.1.6.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
El 13 de Julio de 1752 106 se estableció que al igual que se había dispuesto para los
mercaderes del Señorío de Vizcaya, en las causas de extracción de seda, no se procediese
al reconocimiento de libros y papeles de los comerciantes, sin que resultase
contra el comerciante prueba o sospecha suficiente; para ello se hacía inquisición
general tras la delación e información de testigos.
Tras la solicitud de la ciudad de Hamburgo de suavizar el Real Decreto de prohibición
de comercio de 19 de Octubre de 1751 y “pronta a practicar lo que a este fin la
quisiese dictar”, se suspendieron los efectos del decreto, sin que tuviese ejecución el 2
de Julio de 1752 107 . Se apuntó “reservando dar la final y resolutiva orden a su tiempo”,
y se proclamó el Real Decreto definitivo el 14 de Noviembre de 1752 108 . Habiendo
publicado la ciudad de Hamburgo en su territorio que el Tratado con Argel quedaba
roto y nulo y se derogó la prohibición comercial. Se mandó fuesen admitidos a comercio
los navíos, géneros y frutos de Hamburgo y recibidos y tratados sus naturales con
la misma libertad, y buena correspondencia que lo eran antes del Tratado con Argel.
Al igual que había pasado con Hamburgo, el Rey de Dinamarca tenía establecidos
tratados con los “Moros” y con Marruecos, se declaró a la corte danesa la resolución
de cortar el comercio con Dinamarca en España y la prohibición de acceso de su navíos
a los puertos españoles. Al no haber respuesta positiva por parte del rey danés, el
26 de Agosto de 1753 109 se declaró en suspenso todo trato comercial con Dinamarca,
no siendo admitidos en los “estados Marítimos ni Terrestres” los súbditos daneses, ni
permitiendo a los españoles ir a Dinamarca o entablar comercio directo o indirecto
y prohibiendo los géneros daneses en España. Tampoco se admitió a los navíos o
embarcaciones en los puertos españoles. Se notificó a los Cónsules, negociantes y
a los individuos de Dinamarca que saliesen de los dominios españoles, “sin hacerles
extorsión en sus personas ni bienes”, excepto si oponían resistencia, ocupándose los
Gobernadores de que se ejecutase rápidamente su salida.
Con motivo de que el Administrador de las Rentas Reales de Cádiz hubiese intentado
cobrar derechos por una porción de géneros remitida a Cádiz por las Reales
Fábricas de lencería de León, el 26 de Febrero de 1755 110 , el conde de Valdeparaiso,
secretario de Hacienda, ordenó que las Reales Fábricas de lencería establecidas en León
tuviesen las mismas exenciones que las Fábricas de San Fernando y Guadalajara.
El 18 de Junio de 1756 111 , por Real Decreto, se declararon las fábricas que debían
106 Novísima…, Tomo 6, p. 68.
107 El libro…, Tomo II, núm. 31 pp. 840-841.
108 Ibidem.
109 AHN, Cons. Lib. 1481, núm. 4, fol. 20-21
110 AHN, Cons. Lib. 1513, núm. 46, fol. 46.
111 Novísima… Tomo 4, pp. 195-196; Anexo 8.1.7.
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49
Elena Cano Valderas.
gozar de franquicias y exenciones de alcabalas y cientos 112 . Se resolvió que las fábricas
que por Reales cédulas disfrutaban franquicias, privilegios y exenciones lo seguirían
haciendo durante el tiempo que se les había concedido. Se concedieron los que ya
establecía la ley de 24 de Junio de 1752, añadiéndose la franquicia en el aceite y jabón
que consumieran. Esta disposición sería completada con las del 18 de Agosto de 1779,
8 de Mayo de 1781 y 14 de Febrero de 1803, a las que recurrieron los reyes cuando se
les solicitaron franquicias, privilegios y exenciones por parte de distintos fabricantes.
El Gremio de Mercaderes de Paños de Madrid, y en su nombre D. Francisco Martínez
de Vallejo y D. Manuel de Yruegas, solicitaron a Fernando VI la concesión de
las Reales Fábricas de San Fernando, Guadalajara y Brihuega durante diez años. Por
Real Cédula de 15 de Junio de 1757 113 , se les admitió la propuesta 114 .
D. Manuel de Robles, Director y visitador de los Tintes, representó a la Junta de
Comercio que había formado un resumen de Ordenanzas y suplicó a Fernando VI
fuesen aprobadas para servir de regla a los Artes de Tintoreros de sedas y lanas del
reino. El 10 de Noviembre de 1757 115 fueron aprobadas. La pena para los que no las
observasen eran de quinientos ducados y “demás que dejo al arbitrio” de la Junta de
Comercio, a la que daban puntual cuenta de los recursos y denuncias. Brevemente
sus doce capítulos hacían referencia a las figuras de los maestros tintoreros, sus aprendices,
los obradores de tintes, cómo se debía efectuar el blanqueo y lavado de las sedas
y sus tintes.
La última disposición del reinado de Fernando VI es la derogación del decreto
de prohibición del comercio con Dinamarca. Tras haber conciliado las diferencias,
se levantó la prohibición, permitiéndose el comercio, que los navíos daneses fueran
admitidos en los puertos españoles, y las personas, géneros y mercancías en los dominios;
ordenándose que el trato y comercio por mar y por tierra quedase “tan libre
y franco como estaba”.
4.3. Leyes aprobadas con carLos iii.
En la época de Carlos III es cuando se produce un mayor número de medidas
legislativas relacionadas con las manufacturas textiles. Se hizo especial hincapié en
favorecer el comercio, ya fuese mediante tratados de libre comercio tras el cese de
actividades bélicas y con privilegios a los comerciantes, entre otras medidas. También
se trataron los temas de las exportaciones e importaciones, la fabricación (tanto con
112 La relación de estas fábricas se encuentra en el Anexo 8.1.7.
113 AHN, Cons. Lib. 1514, núm. 51, fol. 26-31; Anexo 8.1.8.
114 Las condiciones que propuso el Gremio de Mercaderes de Paños, se encuentran en el Anexo 8.1.8.
115 AHN, Cons. Lib. 1514, núm. 52, fol. 32-37. Anexo 8.1.9.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
reglamentos, como con normas encaminadas a beneficiar las fábricas), la Junta de Comercio
y Moneda y sus competencias y las Sociedades Económicas de Amigos del País.
El primer decreto de Carlos III es de 15 de Mayo de 1760 116 , en él se permitió
la extracción de seda en rama y torcida para tejer entre el 14 de Noviembre y el 15
de Mayo de cada año, el resto del año se debían surtir las fábricas. Debían de pagar
6 reales de vellón por cada libra y 8 maravedíes en libra al Real Almirantazgo. Para
poder sacar la seda se debía solicitar al Intendente de donde se fabricaba y solicitar
por escrito la licencia, indicando la calidad y cantidad, debiendo dar noticia según las
fuese comprando; también la podían adquirir los cosecheros de seda. La seda sólo se
podía transportar a un único pueblo distante mínimo seis leguas de la costa, excepto
en Valencia, Alicante y Cartagena, que eran los puertos habilitados para el embarco;
debiendo dar cuenta al Intendente o Administrador de Aduanas.
Para transportar la seda hacia el puerto se debía solicitar permiso al Intendente,
expresando nuevamente la cantidad y calidad; y llevar “corresponsiva” del Administrador
de la Aduana; si no se llevaba licencia o se transportaba por veredas, trochas
y caminos extraviados se decomisaba. Los permisos y licencias no tendrían costas,
siendo válidas de cosecha a cosecha y en el tiempo habilitado para la extracción. Los
Intendentes llevaban asientos de las licencias y de las manifestaciones de los compradores
que la adquirían legalmente. En las Aduanas se pesaban y pagaban los derechos
y se ponía el sello, condiciones indispensables, sin las cuales se requisaba la seda.
El 16 de Noviembre de 1760 117 , para evitar que se extrajeran caudales del reino
por las compras de las bayetas finas de Inglaterra, se aprobaron las Ordenanzas “a que
deben arreglarse los fabricantes de bayetas finas de estos Reinos”, para el adelantamiento
y perfección de las fábricas de bayetas. A los que no las observasen se les multaba con
quinientos ducados y demás “que dejo al arbitrio” de la Junta de Comercio, a donde
se destinaban los recursos.
Para fomentar el comercio, facilitando el transporte, por Real Decreto de 10 de
Junio de 1761 118 , Carlos III ordenó que se continuase el Canal de Castilla, examinándose
el Proyecto y su dirección por ingenieros y también mandó hacer los caminos
necesarios para la utilidad de los súbditos, comenzando por los que iban desde la
Corte a las provincias, concluyéndose éstos, que se fuesen construyendo los demás,
116 Novísima... Tomo 4, pp. 343-344. En varias ocasiones se hizo hincapié en esta norma, como se ha podido
comprobar en el AGS, CSH, Leg. 193-1, donde se han encontrado reiteraciones de la misma en los años 1772,
1789 y 1801. En este legajo aparecen diversas medidas sobre la seda, tomadas por los fabricantes de Valencia o
Granada, tanto del siglo XVII, como normativas anteriores, que ya han sido recogidas en el presente trabajo.
117 Íd. Tomo 4, pp. 193-194. Las ordenanzas no van insertar en la ley, por lo que sólo se puede afi rmar que fueron
aprobadas.
118 AHN, Estado, leg. 4900, núm. 15
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Elena Cano Valderas.
para facilitar la comunicación entre ellas. Para conseguir el dinero necesario, en vez
del método del repartimiento, se impuso, desde el 1 de Julio de 1761 y durante diez
años, que se cobrasen en cada fanega de sal dos reales de vellón de sobreprecio, “sin
excepción de personas algunas eclesiásticas, ni seculares”. Se encargó al marqués de Esquilache
que dirigiese las obras y formase las instrucciones para que comenzasen los
caminos de Andalucía, Cataluña, Galicia y Valencia a Madrid.
Debido a la alianza anglo-lusa, Portugal aprobó leyes en contra de los españoles.
Como consecuencia, el 15 de Junio de 1762 119 , se proclamó un edicto en el que se
anunciaba la guerra con Portugal y se ordenaba la confiscación de los bienes de los
portugueses que estuviesen en dominio español. Asimismo, se les obligó a abandonar
el país en quince días y fue vetada la entrada, venta y uso de los frutos y géneros portugueses.
Se impidió la admisión en los puertos de cualquier embarcación que llevase
productos lusos, que tampoco se podían introducir por tierra.
En cuanto a los productos que estaban en manos de mercaderes españoles, se
concedieron quince días para informar sobre su posesión y efectuar su registro ante
los Ministros y Justicias. Se dispondría de dos meses para su venta, una vez pasados
se llevarían a las aduanas o, en las zonas donde no las había, se venderían en pública
almoneda con intervención de los Ministros de Contrabando, no se podían devolver
a las tiendas o lonjas los géneros prohibidos. Se estableció contra los infractores, para
lo que no se manifestase, registrase o cumpliese del edicto “las graves penas prevenidas
en las Leyes, Pragmáticas y Reales Cédulas expedidas en iguales ocasiones”.
El 16 de Marzo de 1763 120 se ordenó por Real Decreto que todas las lanas que
se extrajesen por los puertos de Santander y Bilbao; y por las Aduanas terrestres de
Vitoria, Orduña y Balmaseda, pagasen los derechos en Administración de Burgos.
El 28 de Enero de 1767 y por cédula de la Junta de Comercio de 21 de Mayo
de 1767 121 , se prohibió la entrada de las holandillas extranjeras que no tuviesen las
medidas de una vara de ancho y quince de largo, como las de los Gremios mayores,
sin aderezo alguno y fabricadas de lino puro. Se dieron seis meses para el consumo
de las que ya estuviesen en España, tras este periodo las que no cumpliesen con estas
medidas serían quemadas y el comerciante multado con cincuenta ducados.
El 17 de Febrero de 1767 122 se definieron de nuevo las causas en que debía entender
la Junta de Comercio y Moneda. Se declaró que la Junta de Comercio sólo
119 AHN, Cons. Lib. 1482, núm. 45, fol. 342 bis
120 Referencia en Novísima… Tomo , Libro IX, p. 347.
121 Novísima… Tomo 4, pp. 308-309.
122 Íd. Tomo 4, pp. 214; El libro…, Tomo III, núm. 42, pp. 868.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
debía conocer las causas que miraban a las reglas del tráfico, comercio y ordenanzas
de maniobras. Por otra parte, el fuero concedido a los cinco Gremios mayores se
ceñía a la observancia de sus ordenanzas, es decir, tráfico, comercio, negociaciones
de mercader a mercader y tratos con otras personas con el objetivo de intercambiar
las mercancías. Por tanto, la Junta no debía mezclar las ordenanzas, negocios ni instancias
de los gremios menores ni menestrales, excepto si los cinco Gremios mayores
contraviniesen las ordenanzas de los menores.
El 14 de Julio de 1768 123 se prohibió la entrada de lienzos y pañuelos pintados y
estampados extranjeros de lino, algodón o mezcla de ambos, extendiéndose también a
las “cotonadas, blabet, bliones y demás tejidos de algodón en blanco o en azul” procedentes
del extranjero. Se concedieron dos años para la venta de los lienzos en poder de los
comerciantes y quince días para que les llegasen los encargados por tierra y treinta para
los que viniesen por mar. Esta misma norma se repitió el 27 de Septiembre de 1769.
Por resolución de 22 de Octubre de 1768 124 y cédula de la Junta de Comercio
de 25 de Noviembre del mismo año, se prohibió la extracción de la rubia en raíz o
graneada, por mar o tierra, permitiéndose sólo la saca de la “beneficiada” y mandó se
diese cuenta a la Junta de Comercio de las denuncias.
Ante las dudas de los Intendentes sobre cual era la clase de lana ordinaria cuya
extracción estaba prohibida y las extracciones que se estaban sucediendo de lanas negras
y pardas, que eran las que se producían en las Reales Fábricas de Paños y con la
que se vestía el “común de la nación”, el 15 de Junio de 1770 125 la Junta de Comercio
mandó una circular a los Justicias para que previniese a los ganaderos y comerciantes
de los pueblos para que se abstuviesen de extraer las lanas ordinarias pardas y negras.
El 24 de Junio de 1770 126 se volvieron a expresar las causas y negocios que debía
conocer la Junta de Comercio, para que la “Junta se dedique a promover los encargos de
su instituto en su conveniente extensión con la autoridad necesaria y sin la distracción que
la causan varias competencias con el mi Consejo y otros Tribunales”. Competía a la Junta
examinar y extender todas las providencias gubernativas de comercio y fábricas, las
ordenanzas para mejorar el progreso del comercio, las maniobras en sus materias y artefactos,
los establecimientos y renovaciones de fábricas y los proyectos de extensión
y adelantamiento del comercio, con los favores y gracias que exigiese la necesidad o
la conveniencia de los casos.
123 Novísima… Tomo 4, pp. 303
124 Íd. Tomo 4, pp. 349
125 AHN, Cons. Lib. 1514, núm. 45, fol. 263
126 Novísima… Tomo 4, pp. 214-215; AHN, Estado, leg. 4900, núm. 54
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Elena Cano Valderas.
Las providencias, reglas y ordenanzas de la Junta se debían extender a todas las
que contribuyeran a fomentar el comercio. Si fuesen generales se comunicarían por
el rey al Consejo, para que hiciese su publicación en forma de ley. La Junta podía
usar la jurisdicción y autoridad que le competía para obligar al cumplimiento de sus
resoluciones. Las Justicias ordinarias no tenían competencia en el conocimiento de
las causas contenciosas entre partes, aunque fuesen entre fabricantes y comerciantes
por contrato particular y hecho de mercaderías. La aprobación y establecimiento de
las ordenanzas hacia el gobierno y policía de los Colegios o Gremios correspondía a
la Junta. En donde hubiese Consulados de Comercio, eran éstos y no las Justicias ordinarias
y los Tribunales superiores, los que debían conocer de las causas de mercader
a mercader por asunto de tratos o comercio.
Quedaba a la Junta privativamente el conocimiento de los puntos gubernativos,
que miraban al adelanto y mejora del comercio y la jurisdicción o autoridad para
hacer obedecer lo que se resolviese. Debían cesar los fueros e inhibiciones que se
hubiesen concedido a los individuos de cualquier Cuerpo de Comercio, Consulado
o fabricantes, siguiendo sus causas y apelaciones el curso ordinario de las demás. Se
exceptuaban las de los Gremios Mayores de Madrid en los negocios que por sus ordenanzas
estaban reservados al conocimiento de la Junta, también si algunas fábricas
particulares y ramos de comercio, si al principio de su establecimiento o si pidiesen
protección en sus causas, debiesen según el parecer del rey, continuar o concedérseles
fueros privilegiados.
La Junta haría ver y arreglar conforme esta Real resolución las ordenanzas y providencias
que se hubiesen expedido por su vía. En el caso de dudas sobre competencias,
se le representarían al Consejo y a la Junta de Comercio, para que los Fiscales decidiesen
el modo de resolverlas; y si no había conformidad, se declararían al rey para
que tomase una resolución.
El 24 de Junio de 1770 127 se prohibió la entrada de muselinas y así como su uso
por cualquier persona “de cualquier estado, calidad o condición que sea”. La condena
para la inobservancia del comercio fue el decomiso del género, carruajes y bestias y
cincuenta reales por vara y la quema de las muselinas; y del uso cincuenta reales, su
decomiso y se correspondería “según la gravedad de su exceso”.
Para estimular el tráfico al por mayor, el 20 de Junio de 1771 128 , Carlos III concedió
la exención del Sorteo para el reemplazo de las tropas a los comerciantes de por
mayor, matriculados y conocidos por tales, también se les concedió a los Cambistas
de Letras y a los que tuviesen navío propio, entre otros; la condición era que las fami-
127 Novísima… Tomo 4, pp. 303-304; AHN, Lib. 1485, núm. 58, fol. 270-275
128 AHN, Cons. Lib. 1514, núm. 87, fol. 445-446.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
lias comerciantes se conservasen de padres a hijos. Los hijos de comerciantes gozaban
de la misma exención, si se dedicaban al comercio, pero a los veinticuatro años, si
querían seguir disfrutando la exención deberían ser cabezas de casa. Los hijos que
no fuesen comerciantes y los comerciantes al por menor quedaban sujetos al servicio
militar y sorteo, a menos que tuviesen exención por otro privilegio.
El 14 de Noviembre de 1771 129 se prohibió el comercio y el uso de los tejidos
de algodón o mezclados con tejidos foráneos, en los mismos términos que el de 24
de Junio de 1770 sobre las muselinas. La única variación que presentaba era en las
penas, ya que no se quemarían los tejidos y la multa por vara resultante se fijaba en
veinte reales y contra la inobservancia se procedería “a lo que corresponda según la
gravedad de su exceso”.
El 15 de Febrero de 1772 130 se añadieron algunas cláusulas a la ley de 15 de Mayo
de 1760 sobre la extracción de la seda. Se ordenó que en todos los pueblos en que
había Contrastes, Alcaicerías o puestos públicos para la venta de seda, la observancia
de las reglas que había establecidas en Murcia, es decir, que hubiese un Fiel ejecutor
para pesar las sedas, asentando en su libro las proporciones que se vendían, quiénes
las compraban, el número de libras y precio, poniéndose cada comprador en hoja
separada. Donde los hubiese, se podía comprar la seda sin licencias, excepto en el
caso de los que las destinaban a la extracción.
Donde no hubiese fiel ejecutor, sólo se podía comprar con licencia de los Intendentes.
Los Intendentes, Subdelegados de la Junta y dependientes de Rentas estaban
obligados a denunciar a los infractores para “la providencia que estime correspondiente”.
Para transportar la seda, ya fuese para surtir las fábricas o para su extracción, se
ordenó el uso de la guía expedida por el Administrador de Rentas generales o Justicias,
debiendo hacerse tornaguía para asegurar el paradero en el pueblo a donde se
dirigían; no se podía exceder de un real de vellón cada guía. Por último, se derogó la
obligación del manifiesto de la seda y el uso de las demás formalidades impuestas a
los cosecheros.
Para fomentar la industria y el comercio, se concedió el 27 de Noviembre de
1772 131 que todas las manufacturas de lana, lino y cáñamo fabricadas en España, sólo
pagasen un dos y medio por ciento de su valor al pie de la fábrica para poder proceder
a su comercio en el extranjero; las manufacturas que se destinasen al comercio interior
no debían pagar este dos y medio por ciento. Quedaban exentos de pago de los
derechos de las Aduanas interiores, puerta de Cádiz y almojarifazgos. Para evitar la
129 Novísima… Tomo 4, p. 304; El libro… Tomo III, núm. 28, pp. 1829-1831.
130 Novísima… Tomo 4, p. 344-345.
131 Ibidem. Tomo 4, p. 196; AHN., Cons. Lib. 1514, núm. 74, fol. 344-346
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Elena Cano Valderas.
salida del lino o cáñamo sin tejer, en cerro o rastrillado, se obligó a pagar para poder
extraerlo un quince por ciento de su valor.
Debido a la inobservancia de la disposición de Carlos I 132 sobre los libros que
debían tener los comerciantes, Carlos III ordenó el 24 de Diciembre de 1772 133 que
todos los mercaderes y comerciantes al por mayor y al por menor, fuesen naturales
o extranjeros, llevasen sus libros en idioma castellano, en los términos que preveía la
ley de Carlos I y con las penas para los infractores que se establecieron en la citada
orden. El embajador de Inglaterra indicó a Carlos III, que esta disposición era contraria
a lo estipulado en el Tratado de Paz con Inglaterra 134 . Como consecuencia, el
15 de Marzo de 1773 135 , la Junta de Comercio hubo de expedir una Real Cédula para
declarar que la Real Cédula anterior se extendía sobre los comerciantes al por menor
y los extranjeros al por mayor que estaban avecindados en España y no gozasen de
los privilegios de su nación.
El 7 de Mayo de 1773 136 se impusieron algunas variaciones sobre las leyes de
prohibición de entrada de muselinas y de tejidos de algodón o con mezcla de él 137 .
Se estableció un mes para presentar en las Aduanas o en las casas de Ayuntamientos
los lienzos y pañuelos pintados o estampados de lino, de algodón o con mezcla, y los
tejidos de algodón o con mezcla; al igual que se hizo con las muselinas. Se concedió
el mismo tiempo para el uso de estos tejidos que el que concluía para el uso de las
muselinas. Se quemarían los que se aprehendiesen. Las penas eran las mismas que las
que se habían recogido en las anteriores leyes, pero se añadía que si faltaba el reo o no
tenía bienes con que satisfacer las multas se quemase el género.
A las manufacturas de algodón a las que no se les podía aplicar una multa por
vara, como los guantes, medias, gorros, mitones,…; se les aplicaría el valor considerado
por unos peritos. Cuando al requisar los géneros prohibidos, hubiese otros de
lícito comercio, también serían decomisados, puesto que se consideraban viciados
por los prohibidos.
El 10 de Junio de 1773 138 , se ordenó que en las ciudades y villas donde hubiese
comerciantes, pero no Consulado, debía elegirse un comerciante al por mayor y otro
132 Se refi ere a la ley de 4 de Diciembre de 1549, recogida de nuevo en la pragmática de 11 de Marzo de 1552.
El modo en que debían recogerse los datos en los libros y las penas impuestas, aparecen mencionadas en el
capítulo anterior.
133 Novísima… Tomo 4, p. 249-250; AHN, Cons. L 1514, núm. 87, fol. 450-453.
134 La fecha del Tratado es de 23 de Mayo de 1667.
135 AHN, Cons., Lib. 1514, núm. 87, fol. 453-454.
136 Novísima… Tomo 4, pp. 304-305; AHN, Cons. Lib. 1490, núm. 25, fol. 141-143
137 Las fechas de las leyes son 8 de Julio de 1768 (prohibición de estampados de lino, algodón o mezcla), 24 de
Junio de 1770 (muselinas) y 14 de Noviembre de 1771 (tejidos de algodón o con mezcla)
138 Novísima… Tomo 4, p. 252

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
de por menor, en calidad de Diputados de Comercio; la elección la hacían el Corregidor
o Alcalde mayor con el Ayuntamiento y Diputados del Común. Debían formar
una lista cada uno de los comerciantes de su clase y otra de los extranjeros, indicando
los que se dedicaban al comercio y manufacturas y los que no tenían ocupación definida
y eran considerados ociosos. Los vagos debían denunciarse al Ayuntamiento para
que “no se les permita subsistir en España sin ocupación provechosa”. A su vez se debía
proteger, auxiliar y favorecer a los “industriosos y aplicados”. Si acreditaban su celo y
exactitud en las funciones encomendadas, podían ser reelegidos en los años siguientes.
El 18 de Noviembre de 1774 139 , por Real Orden, se mandó imprimir y distribuir
el Discurso práctico de la Industria Popular, cuyo objeto era promover la industria más
útil y provechosa en los pueblos según sus terrenos y producciones. Se muestra el empeño
por acabar con los pobres y ociosos. Se indica que los pobres deberían dedicarse
a la industria y no se les debería permitir que se abandonasen al oficio de pedir Limosna,
con lo que defraudan los socorros que necesitan los pobres impedidos. En el
Discurso se calculan los daños que causa la vagancia y los beneficios y utilidad que se
obtendrían si se ocupasen en la industria. Se defiende el establecimiento de escuelas
y hospicios como los medios más eficaces. Se apunta a la figura de los Párrocos como
los más indicados para persuadir y convencer a los feligreses de sus obligaciones. Así
como se recomendó al clero vestir con las manufacturas fabricadas en el país 140 .
Para promover las industrias de Galicia y Asturias, en 6 de Abril de 1775 141 , se
aprobó que el lino y el cáñamo en rama, rastrillado o sin rastrillar, procedente del
extranjero que se introdujese por los puertos de Galicia, Asturias, Cuatro-Villas y
por las aduanas de Cantabria; y por tierra por Navarra y Francia, fuese libre de los
derechos de entrada, también de los de alcabala y cientos en las ventas al por mayor y
los utensilios y máquinas propias para el hilado, torcido y tejido. Una vez elaboradas
las manufacturas constaban con las gracias concedidas a las mismas 142 .
“Para restablecer… y libertar de la total ruina a que estaba expuesta” la fábrica de
Barraganes de Cuenca, el 21 de Julio de 1775 143 , se concedió exceptuar del Sorteo y
Servicio Militar a todos los oficiales y aprendices que se dedicasen a los Barraganes
o a cualquiera de sus maniobras en dicha fábrica. Cuenca debía remitir al Consejo
un informe sobre los oficiales y aprendices: el tiempo y las reglas del aprendizaje, el
examen para pasar a oficial, el tiempo que debía trabajar el oficial hasta llegar a ser
139 AHN, Diversos, Reales Cédulas, núm. 393. Anexo 8.1.10.
140 Como se verá posteriormente, en Mayo de 1786 se obligará a todas las comunidades de religiosos y religiosas
a vestir con los géneros fabricados en España.
141 Novísima… Tomo 4, p. 196; El libro… Tomo III, núm. 41, p. 1979-1980.
142 Por Real Orden de 27 de Noviembre de 1772, se declaró que sólo tendrían que pagar un dos y medio por ciento
a pie de fábrica las que se destinasen al comercio extranjero, estando exentas de todos los demás derechos.
143 El libro… Tomo III, núm. 34, p. 1968-1969.
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Elena Cano Valderas.
Maestro. Este informe debía ser aprobado por el Consejo. Se exceptuaban de la exención
los aprendices y oficiales “desaplicados o viciosos”.
Este mismo día, también se declararon exentos del sorteo y servicio militar los
maestros tintoreros y torcedores de seda y lana 144 . Al igual que en el caso de Cuenca,
se pidieron informes sobre el tiempo de aprendizaje y oficial. Para evitar los fraudes
y su observancia “daréis las providencias convenientes”.
El 6 de Octubre de 1775 145 fueron aprobados los estatutos de la Sociedad Económica
de Amigos del País. Se mandaron guardar y cumplir; si había que alterar alguno
lo debía presentar la Sociedad al Consejo. Al concluir cada año la Sociedad y también
las agregadas debían dar un estado de sus progresos. Se otorgaron tres mil reales de
vellón para dos premios que daría la Sociedad. Si hacemos una breve síntesis de los
estatutos, podemos indicar que constaría de un número indeterminado de personas.
Su objetivo era conferir y producir las memorias para mejorar la industria popular y
los oficios, los secretos de las artes, las máquinas para facilitar las maniobras y auxiliar
la enseñanza, el fomento de la agricultura y la cría de ganados.
Las sociedades particulares de Toledo, Guadalajara, Segovia, Ávila y Talavera
tendrán su Director, Censor, Secretario y Tesorero; estableciéndose en las casas de
Ayuntamiento. La elección de los oficios debía recaer en personas avecindadas y que
no tuviesen empleos que les obligasen a cambiar de ciudad o que los distrajesen de
los objetivos de la Sociedad. Cada Sociedad estaba obligada a observar los estatutos
generales como parte de ella. La Sociedad de Madrid se encargaría de promover la
formación de otras Sociedades, precediendo las órdenes convenientes a las ciudades
y villas por parte del Consejo. Se comprometía a no alterar ningún estatuto sin la
aprobación del Consejo.
El 8 de Enero de 1777 146 , para evitar los atrasos en la Junta de Comercio y agilizar
sus asuntos, se mandó la formación de dos salas en la Junta, una de Gobierno
y otra de Justicia. También se establecieron los ministros que compondrían ambas
salas, forma de cubrir las plazas vacantes y de reunión así como la publicación de sus
providencias.
Por Real Orden de 17 de Septiembre de 1750 y 26 de Abril de 1755, se había permitido
a las fábricas de seda de Valencia que fabricasen sus tejidos de menor anchura
que el establecido por las leyes y ordenanzas del año de 1684; y teniendo en cuenta
el mal estado de las fábricas de Toledo, Sevilla, Granada y Málaga por no tener dicho
144 El libro… Tomo III, núm. 35, p. 1969-1970
145 Novísima… Tomo 4, pp. 171-173
146 Íd… Tomo 4, pp. 216-217. Al ser una ley sobre todo de tipo institucional no se profundizará en ella.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
privilegio, se les concedió una Real resolución de 18 de Febrero de 1777 147 .
Se permitió imitar los tejidos de seda de plata y oro de León de Francia y las modas
inglesas, siguiendo sus anchos y dejando al arbitrio de los fabricantes aumentar las
marcas de estos dos modelos siguiendo la proporción. También se podían reducir las
ligaduras de las telas de damascos y rasos y demás tejidos. Igualmente se mandó tolerar
alguna falta de peso en los tejidos, justificándose que no era esencial para que siguiesen
siendo de calidad, hermosura y duración. Se encargó a los mayorales y veedores de la
seda, Intendentes, Corregidores y Ministros que cuidasen de que la seda, cerrado de
tramas e igualdad de dibujos diesen mejor lustre y permanencia a los tejidos.
El 24 de Marzo de 1777 148 se declaró que los oficiales naturales de España y los
extranjeros que pasasen de un pueblo a otro y solicitasen examinarse de Maestros,
los veedores y examinadores los admitiesen a examen, despachándoles la carta de
examen si aprobaban y con las mismas propinas y derechos que los del pueblo. En
caso de reprobar podrían solicitar al Corregidor o Justicia un nuevo examen, para
el que nombrarían de oficio otros dos examinadores, que le aprobarían o no según
mereciese. Si algún Maestro examinado solicitase en otro pueblo incorporarse a un
Colegio o Gremio, podría hacerlo presentando la carta de examen original y pagando
lo mismo que los naturales del pueblo.
Con el Real Decreto de 18 de Junio de 1756 149 , se habían concedido libertad de
alcabalas y cientos en las primeras ventas que se hiciesen de las fábricas de lonas. La
Junta de Comercio manifestó lo conveniente que sería que se aplicase a los demás
tejidos de lino y cáñamo. Por Real Consulta de 10 de Mayo de 1777, se concedió la
extensión de esta franquicia a las demás fábricas de lonas y de cualquier tipo de tejido
de lino o cáñamo.
El 22 de Febrero de 1778 150 se amplió la concesión de libre comercio de 1765,
además de las Islas de Barlovento y Provincias de Campeche, Santa Marta y Río del
Hacha, se incluían Buenos Aires, provincias de la América Meridional y los puertos
habilitados en Chile y Perú. Todos los vasallos españoles podían llevar o remitir mercancías
españolas y también extranjeras, siempre y cuando no las confundieran, bajo
pena de confiscación y de perder sus empleos los cómplices. Deberían pagar en las
aduanas y al desembarcar en América, el tres por ciento de las mercancías españolas
y el siete sobre las extranjeras; sobre los demás derechos se había concedido libertad.
Al pagar estos derechos, debían entregar a los Administradores de aduanas notas
147 Íd… Tomo 4, pp. 188-189. La misma Real Orden aparece publicada con fecha 8 de Marzo de 1778 en el
AHN, Cons. L 1490, núm. 8 bis, fol. 46-52.
148 Íd… Tomo 4, p. 182: El libro… Tomo IV, núm. 5, p. 2050-2051.
149 Novísima… Tomo 4, pp. 196-197
150 El libro… Tomo IV, núm. 23-25, p. 2167.
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59
Elena Cano Valderas.
firmadas de las cargazones, separando los géneros españoles de los extranjeros a los
Jueces de arribadas de Indias.
Para habilitar las embarcaciones y sus cargas bastaban el pasaporte y Real Patente
y las Guías de los Administradores de aduanas. Podían salir de los puertos de Sevilla,
Cádiz, Málaga, Alicante, Cartagena, Barcelona, Santander, Coruña, Gijón, Palma y
Santa Cruz de Tenerife. Todo lo que se cargaba a la salida y al regreso de América, se
debía registrar en las aduanas o Cajas Reales, bajo pena de comiso. Si tuviesen que
variar el destino en Indias, podían hacerlo con los documentos correspondientes, a
los puertos anteriormente indicados, anotándose en las Guías la variación y el motivo
y pagando los derechos de la parte de géneros desembarcados en el primer puerto,
sin tener que pagarlos nuevamente, excepto si se cargasen otros. Si las naves llegaban
a puertos no habilitados se les prohibiría el desembarco, venta y carga de productos.
Las provincias e Islas americanas también podían comerciar entre ellas, sujetándose
a esta Real Cédula.
El dinero y efectos registrados debían pagar los derechos correspondientes a su
salida de los puertos americanos y a la entrada en España. Los Jueces de España e
Indias, administradores de aduanas, oficiales reales y demás empleados sólo podían
pedir el costo del papel y derechos de lo escrito, bajo las “penas correspondientes a las
circunstancias de los casos” y debían dar todos los auxilios que se les pidiesen.
Va inserto el Arancel que establecía lo que habían de pagar por cada documento.
Por la certificación de responsiva o testimonio de quedar cumplido el Registro se
debía abonar un peso de la moneda de Indias y el importe del papel sellado; por el
Registro del caudal, efectos y frutos que cargaren de retorno o de salida, seis reales
de dicha moneda por cada pliego de papel escrito y el valor de éste; cuatro pesos a
los prácticos y tres a los que cuidaren de mantener las balizas, si necesitaban; y por
último, los derechos de anclaje no podían exceder de dos pesos por embarcación y
todo el tiempo que se mantuviese en el puerto. El papel sólo debían pagarlo si no lo
aportaban.
El 22 de Junio de 1778 151 se volvió a legislar sobre la introducción y venta de
los lienzos pintados extranjeros, debido a la inobservancia de la ley anterior, ya que
no sólo se seguían introduciendo en el reino, sino que incluso llegaban al comercio
americano. Para evitarlo se dio orden de que los lienzos fabricados en España que
se tuviesen que pintar en las fábricas y las Platillas Reales o “Brocados” extranjeros
debían llevarse a la aduana para que se les pusiera el sello al principio de cada pieza;
los lienzos extranjeros que se pintasen en las fábricas del reino deberían llevar al
principio de cada pieza el sello de las aduanas y al principio y final el de las fábricas.
151 AHN, Cons. Lib. 1490, núm. 25, fol. 143-144.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Toda pieza pintada que no llevase sello o que se hubiese pintado fuera de España
se declararía ilegal y sería decomisada, imponiéndose las multas establecidas en la
Real Orden de siete de Mayo de 1773. Los tejidos fabricados y pintados en España
que se quisiesen destinar al comercio de Indias, debían llevar el sello de la aduana al
principio de cada pieza; si pasado un mes no lo llevaban, serían requisados y penados
por la anterior ley.
El 14 de Julio de 1778 152 se prohibió la introducción de gorros, guantes, calcetas,
fajas y otras manufacturas menores de lino, cáñamo, lana y algodón, redecillas de
todos géneros, hilo de coser ordinario y cinta casera, ligas, cintas y cordones de lana.
Se concedió un año a los comerciantes para la venta de los ya introducidos y sesenta
días para la entrada de los ya contratados. Pasado el término de cada plazo, se confiscarían
y se aplicarían “las demás penas establecidas en las referidas prohibiciones en las
cosas vedadas”. Los Jueces de contrabando y las Justicias ordinarias deberían conocer
a prevención en estos asuntos de denuncias, causas y contravenciones.
El 28 de Agosto de 1778 153 se extendió la Real Cédula de 8 de Marzo de 1778,
declarándose que los géneros extranjeros que se introdujesen, debían tener y constar
de la cuenta, marca y peso señalado en la ley anterior a las fábricas españolas, incluyendo
las gasas y demás clases de tejidos de fuera del Reino. En caso de infracción
se quemarían públicamente los tejidos y la Junta aumentaría las penas en caso de
reincidencia. Tampoco se permitía menor cuenta y marca que con la que se podían
fabricar los géneros de seda según la Real Cédula anterior. Por último, debido a que
la limitada sujeción en la marca de los tejidos de seda, plata y oro de León de Francia,
daba a entender a los fabricantes que había libertad de labrar con más dispensación
las que no fuesen regulares y más comunes, se suprimía la citada expresión.
Por Real Cédula de 12 de Enero de 1779 154 se mandó que, ni por parte de los
Gremios u otras personas, se impidiese la enseñanza a mujeres y niñas de todas aquellas
labores y artefactos que se consideraban propios de su sexo. Tampoco se permitía
que les impidiesen vender por sí o de su cuenta libremente las maniobras que hiciesen,
a pesar de cualquier privativa, o prohibición en las ordenanzas de los Maestros
de los Gremios. Por considerarlo positivo para conseguir dotes para sus matrimonios,
ayudar a mantener sus casas y liberarlas de la ociosidad.
Para evitar la introducción de géneros extranjeros en el comercio con las Indias,
el 6 de Febrero de 1779 155 , se mandó una circular con dos artículos del Reglamen-
152 Novísima… Tomo 4, p. 310-311; El libro… Tomo IV, núm. 45, pp. 2198-2199.
153 Novísima… Tomo 4, p. 190.
154 Íd… Tomo 4, p. 185.
155 AHN, Cons. Lib. 1490, núm. 48, fol. 225-226.
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Elena Cano Valderas.
to para el comercio libre. En el artículo 18 se señalaba que no se podía mezclar, ni
confundir, ni suplantar las mercancías españolas con las extranjeras. Los infractores
sufrirían la pena de confiscación de cuanto les perteneciese en las embarcaciones,
además cinco años de reclusión en Presidios en uno de los de África, quedando privados
para siempre de poder hacer comercio con América. Si hubiese Ministros de
aduanas cómplices, perderían sus empleos, imponiéndoseles “los demás castigos, que
por Instrucciones y Leyes corresponden a los defraudadores de mis Rentas Reales”.
En el artículo 27 se estableció que se presentasen en las aduanas de los puertos
habilitados para el comercio de Indias, despachos de los administradores reales, donde
se hallaren las fábricas de donde procedían. Las piezas de tejidos debían llevar la
marca y nombre del pueblo, expresando su calidad, tiro y el sello de la aduana. Los
géneros que no admitían estas señales, debían presentarse con certificaciones juradas
de los fabricantes o vendedores, para que los administradores de las localidades donde
se habían elaborado estas manufacturas les librasen los despachos necesarios. Se
incurre en las mismas penas para los infractores.
Los fabricantes que no hubiesen puesto su marca y sello a los tejidos, perderían
el género. Si intentasen suplantar marca o sello ajeno o cooperasen en la falsificación
de ellos en manufacturas extranjeras, se les castigaría con las penas asignadas en el
artículo 18 y “las demás que estimare la Junta general de Comercio”. La Junta solicitó
se le remitiese un ejemplar de las marcas y sellos usados en las fábricas para hacerse la
comprobación en caso necesario.
El 19 de Mayo de 1779 156 se concedieron a las fábricas de lienzos pintados y estampados
de Madrid distintas gracias y franquicias. Los lienzos que se introdujesen
en Madrid de otras fábricas del Reino, tanto blancos como pintados y estampados,
debían pagar el ocho por ciento de Alcabalas y Cientos; los blancos que se introdujesen
a nombre de los fabricantes para estamparlos y pintarlos y volverlos a sacar,
no pagarían derechos, pero serían llevados desde la aduana a la fábrica y devueltos a
ella una vez pintados; los que se hubiesen introducido en blanco por comerciantes,
se podrían volver a introducir si después se sacaban pintados y estampados para su
venta en el Reino o en América, para ello se les entregaba un resguardo; a los fabricantes
que sacasen lienzos pintados en su fábrica para venderlos en otros pueblos o en
Indias, se les abonarían las alcabalas y cientos que hubiesen pagado para la introducción
de los lienzos en blanco. Por último, los simples e ingredientes serían libres de
derechos a la entrada a Madrid y a la del Reino, en el caso de los extranjeros.
Como consecuencia de la inobservancia de la ley de 1623 157 en la que se prohibía
156 ANH, Cons. Lib. 1490, núm. 58, fol. 253-255.
157 Esta ley aparece recogida en el capítulo anterior. Por esta ley sabemos, que además de la confi scación de los

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
la introducción de muebles y vestidos hechos, por Real Cédula de 24 de Mayo de
1779 158 se mandó guardar y cumplir esta ley, estando prohibida la entrada de toda especie
de vestidos, ropas interiores y exteriores y adornos hechos así de hombres como
de mujeres, de cualquier tipo de tejido o mezcla. En la prohibición se comprandían
todas las cosas que servían para el abrigo, decencia u ornato de las personas, dentro o
fuera de casa; los alamares o botones, zapatos y botas. Sobre las denuncias podían conocer
los Justicias ordinarios y los Subdelegados de Rentas y Jueces del contrabando,
pero una vez concluido el sumario, los Justicias ordinarios debían remitir el proceso
y géneros denunciados al Subdelegado de Rentas más inmediato.
El 31 de Mayo de 1779 159 , la libertad de derechos sobre el lino y cáñamo extranjero
y sobre las máquinas y utensilios, concedida a Galicia y Asturias 160 , se extendió al
destinado a todas las fábricas o manufacturas que se introdujesen, quedando sujeto al
pago de derechos el que no llegase a manufacturarse en España y fuese para consumo
de embarcaciones extranjeras. Para que fuese concedida la libertad de derechos, se
debían presentar en las aduanas las certificaciones de las Sociedades, Compañías y
fabricantes particulares, con la cantidad que introducían o compraban. Los administradores
de las aduanas concederían la libertad de derechos sin precisar la obligación
de hacer constar haberse manufacturado. Sólo se cobraban los derechos de alcabalas
y cientos al introducirse “por tierra en cerro o rastrillado”.
Como consecuencia al cese de relaciones con Inglaterra, el 27 de Junio de 1779 161
se prohibió el comercio con los súbditos ingleses, incluyendo que si junto con mercancías
españolas o extranjeras permitidas, había alguna inglesa, se considerarían viciadas
y se impediría su comercio. Se permitía que continuase el comercio entre los
españoles y países con los que se tenía paz, si no admitían a los ingleses. Se daba un
plazo de quince días para manifestar las mercancías inglesas, después serían requisados,
y seis meses para la venta de lo registrado, pasado este tiempo se conducirían a
las aduanas o a las casas de ayuntamiento, para proceder a su venta por menor.
Se exceptuaban los géneros anteriores a la prohibición que estuviesen en Cádiz
para su comercio en América, los cuales serían guardados en almacenes, bajo llave,
que tendría el administrador general de la aduana, tras haber formado facturas de su
cantidad y calidad y haberse sellado, para evitar el fraude en su embarco. Pasados los
seis meses se podían conducir a los puertos habilitados para remitirlos a América con
los despachos que justificasen su entrada, almacenándose en los puertos.
tejidos, la pena era de treinta mil maravedíes para quien los hubiese introducido.
158 Novísima… Tomo 4, pp. 309-310; El libro… Tomo IV, núm. 11, pp. 2270-2271.
159 Novísima… Tomo 6, pp. 64-65
160 Dada por el Real Decreto 6 de Abril de 1775.
161 AHN, Cons. Lib. 1490, núm. 66, fol. 283-287.
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Elena Cano Valderas.
Las mercancías inglesas que se introdujesen y las embarcaciones y carruajes, serían
confiscadas. Los comerciantes o cualquier persona que los hubiese recibido o los
tuviese, serían castigados con ocho años de Presidio y la pérdida de todos sus bienes.
Se estableció que las lonjas, casas y tiendas de mercaderes y tratantes fueran visitadas
por los inspectores cada cuatro meses, tras el plazo para la venta de las mercancías;
si se encontrasen serían castigados, con las penas referidas. En caso de fraude y las
sospechas de que el producto fuera inglés se nombraría un perito por parte del comerciante
y otro por parte de la Real Hacienda, para declarar su procedencia. De
no haber acuerdo, se nombraría un tercero para la declaración de la aprehensión o
liberación del producto.
Tras los tres primeros meses no se admitirían en las aduanas mercancías procedentes
de países con los que se estaba en paz, sin la justificación que negase que fuesen
británicos, es decir, las certificaciones de los Magistrados o inspectores de fábricas y
de los puertos de donde salieron, con la calidad, cantidad, fábrica y no haber recibido
beneficio en Inglaterra, ni le hubiesen contribuido con derechos. Después se
procedería en las aduanas al reconocimiento y comprobación. En caso de encontrarse
mercancías inglesas se requisarían y ante la duda se daría cuenta al Superintendente
general de Rentas.
Ante las quejas presentadas por escrito al conde de Floridablanca por la premura
en el registro y venta de los vestidos procedentes del extranjero a causa de la prohibición
de los mismos 162 . Se ordenó, el 28 de Octubre de 1779 163 , que al término
de los tres meses concedidos para la llegada de los vestidos hechos se ampliase hasta
finales de noviembre, siempre y cuando hubiesen sido encargados por comerciantes
o particulares antes de la publicación de la prohibición y que se hubiesen declarado
ante las Justicias en los tres días concedidos. Los seis meses que se habían señalado
para su despacho, debían correr desde el uno de Noviembre, “con prevención de que
no admitiré más recursos sobre esta materia”.
Por el perjuicio y las desigualdades en la concesión de las gracias y exenciones
solamente a las fábricas de tejidos finos de lana, se concedió por Real Cédula de
18 de Noviembre de 1779 164 a todas las fábricas de paños “desde la clase más ínfima
hasta los superfinos de mejor calidad”, a las de ratinas, bayetones, frisas, picotes, rajas,
albornoces, felpas, sempiternas, escarlatines, anascotes, sargas, calamacos, droguetes,
barraganes, bayetas, cordellates, cametoles, estameñas, mantas, sayales, escalonillas,
jergas, velillos, buratos, alfombras, cariseas y de todos los demás tejidos finos y or-
162 Por la Real Cédula de 24 de Mayo de 1779
163 El libro… Tomo IV, núm. 26, pp. 2288-2289.
164 Novísima… Tomo 4, pp. 198-202; AHN, Cons. Lib. 1490, núm. 85; AGS, CSH Lib. 203, fol. 216-226.
Corresponde al Anexo 8.1.11.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
dinarios de lana de las fábricas de España, las mismas gracias y exenciones que se
habían dispensado en la ley anterior 165 . Las gracias y exenciones, así como las fábricas
a las que se conceden, están reflejadas en el Anexo 8.1.7.
Por Real Cédula de 21 de Diciembre de 1779 166 , además de los géneros especificados
en la Real Cédula de 14 de Julio de 1768, también se declararon comprendidos
en la prohibición todas las manufacturas menores, entre ellas, mitones de estambre,
hilo y algodón para hombre y mujer; botones de hilo, estambre y algodón para camisas,
chalecos y otros usos; flecos y galones lisos o labrados de dichas materias; puños
bordados para camisas; galones de hilo y seda para casullas; toda clase de cintas de
hilo, blancas o de color, labradas o lisas; todo género de encajes ordinarios, sean anchos
o angostos; todo género de felpillas de dichas materias; todo género de medias
de aguja; vueltas bordadas ordinarias de lienzo; borlas para cofias y Peluqueros; alamanes
de todas clases; entorchados y cartulinas; bolsas y bolsillos de red; y los demás
géneros que tengan similitud con los expresados y sea su primera materia de cáñamo,
lana, lino y algodón.
Se concedió a los comerciantes un año de término para la venta de los ya introducidos
en los dominios españoles y para los que estuviesen solicitados al extranjero
sesenta días para su entrada en España. Tras estos plazos se confiscarían los que se
introdujesen o vendiesen y se condenaría a las “demás penas establecidas en las leyes y
Pragmáticas que hablan de las referidas prohibiciones en las cosas vedadas”.
El 24 de Diciembre de 1779 167 se concedieron diferentes exenciones a las fábricas
de jarcia y cordelería para surtimiento de embarcaciones. Gozarían de libertad de
derechos de alcabala y cientos en las ventas al por mayor y al por menor a pie de las
fábricas; de los derechos Reales y municipales del lino y cáñamo en rama, rastrillado
o sin rastrillar extranjero; de los mismos derechos los alquitranes extranjeros, y la jarcia
y cordelería que se condujese de un puerto a otro; en los puertos habilitados para
el comercio a América de los derechos de alcabalas y cientos, la que se embarcase para
su venta en Indias. Por último, los fabricantes disfrutarían del fuero de la Real Junta
de Comercio para que los asuntos e incidencias que les ocurriesen, se determinasen
por la Junta o sus Subdelegados.
Para disipar las dudas que habían surgido ante la libertad de alcabalas y cientos,
que se había concedido por la Real cédula de 18 de Noviembre de 1779, el 27 de
Abril de 1781 168 se concretaron las reglas para definir las situaciones que quedaban
165 Se refi ere a la ley de 15 de Junio de 1756, Anexo 8.1.7.
166 Novísima… Tomo 4, p. 311; El libro… Tomo V, núm. 32, pp. 2300-2301. El 24 de Junio de 1783 se amplió
nuevamente la lista de los géneros prohibidos, como se podrá comprobar posteriormente.
167 Ibidem, p. 197.
168 Ibidem, p. 203; AGS, CSH, Lib. 203, fol. 319-320. Esta disposición se encuentra íntegra en el Anexo 8.1.12.
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Elena Cano Valderas.
comprendidas en la exención. Gozarían de libertad de alcabalas y cientos, las personas,
compañías o comunidades que invirtiesen en fabricar paños u otros tejidos de
lana en la primera venta de sus géneros; para asegurar que fuese la primera venta, ésta
se debía producir en casa del fabricante, del que le dio el acabado, aunque fuese de
distinto pueblo, o en su almacén. También se concedió a los mercaderes que fuesen
fabricantes, siempre y cuando en sus tiendas sólo vendiesen sus géneros. En caso
contrario y para evitar fraudes, debían pagar el dos por ciento; se exigió igualmente
en los tejidos expuestos en las tiendas de mercaderes, aunque los pusiesen los fabricantes
y la venta fuese en su nombre. Sólo gozarían de la exención los fabricantes que
manifestasen que era la primera venta.
Don Tomás Anzano presentó al Consejo un tratado titulado Preliminares para la
erección y gobierno de un hospicio. El Consejo mandó a las Reales Sociedades Económicas
de Madrid y Murcia que elaborasen un informe sobre los hospicios y casas de
misericordia, publicados el 19 de Febrero de 1781 169 . Se intentaba que los hospicios
fuesen unas escuelas de las artes y oficios e industria popular. Se exponía que la dotación
de los hospicios debería recaer sobre las manufacturas extranjeras que se vendían
dentro del Reino. La Real Sociedad Económica de Murcia emitió un informe sobre
los hospicios y la de Madrid sobre las casas de Misericordias, resaltándose los aspectos
que hacían referencia a la industria textil en ambos.
En los hospicios, los niños tras aprender la escuela de primeras letras, debían orientarse
a un oficio o arte que quisieran aprender bajo la dirección de un maestro; una
vez instruidos, se les examinaría para oficiales y seguirían trabajando en el hospicio, ganando
un jornal. Se le volvería a examinar para declararlo “oficial perfecto” y se le daría
libertad para que se estableciera por sí, dado que se consideraba que podía subsistir por
sí mismo. Se pidió al rey que concediese la gracia de que se examinasen gratuitamente
como pobres de solemnidad e hijos de hospicio. Si se quisiese instruir en un oficio
del que no hubiese maestro en el hospicio, se llamaría al veedor para que eligiese un
maestro que enseñase al niño hasta capacitarlo para presentarse al examen de oficial.
En cuanto a las niñas, se les enseñaría a leer y escribir, la costura en blanco y según
las aptitudes que presentasen a la confección bordados, blondas, redes y encajes, o a
las demás hilazas de lino, estambre, cáñamo, algodón,… Se les enseñaría a manejar
los telares de cintas de hilo, filadiz, algodón, seda y lienzos y se les instruiría en los
ejercicios domésticos.
En los telares que se estableciesen en los hospicios se pondría a trabajar a los hombres,
mujeres y ancianos que hubiese en ellos. Los telares de lanas y sedas en ancho
Se repitió en 16 de Junio de 1786
169 AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4818, nº 551

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
los manejarían los hombres; los de lino, cáñamo, algodón, filadiz y seda en cintería,
lo podían hacer tanto hombres como mujeres, al igual que el cardado de lanas y sus
hilazas; el hilar y dar las labores necesarias al lino y cáñamo, al filadiz y algodón era
propio de las mujeres; los tintes, prensas, batanes y la fábrica de esparto, serían manejadas
por los hombres; en el esparto incluso se podían emplear los ancianos “por la
sencillez y facilidad de su fábrica”.
En las casas de piedad también había niños, adultos y ancianos; al ser más humildes
no tenían en su interior telares, ni maestros para enseñar a los niños los oficios.
Las ancianas se podían emplear en deshacer los retales de paño de lino, cáñamo,
algodón y lana, para convertirlos en hilaza. Para que los niños pudiesen aprender
un oficio, el artesano tenía que sacarlos de la casa a los diez o doce años, estando
obligado a mantenerlos y enseñarles hasta los veinte años, edad en la que debían
cobrar trescientos reales “o la cantidad que pareciese oportuna”. La casa de piedad se
obligaba, en nombre del niño que serviría a su maestro durante todo el tiempo. Las
niñas aprendían a leer, escribir y dibujar, las labores propias de su sexo, las labores
finas y delicadas y en tejer lienzos y cinta, bordados y corte y confección; pero se
hacía hincapié en que “sobre todo deben aprender el dibujo”. También había casas de
corrección para los pobres que no querían trabajar. Se pensaba que las fábricas más
propias para estas casas eran las de lana; en las de mujeres, se pensaba que los tejidos
de lino y algodón les podían dar ocupación y proveer a su sustento.
El 2 de Agosto de 1781 170 se obligó a los caldereros y buhoneros que vendían por
las calles e iban de feria en feria a que tuviesen un domicilio fijo; en caso contrario se
les tendría por vagos y serían condenados a las armas o marina.
El 18 de Marzo de 1783 171 , se declaró que además del oficio de curtidor, todos los
demás artes y oficios, incluido el de sastre, eran honestos y honrados. En otras palabras,
que su uso no envilecía a la familia ni a la persona que lo ejercía; ni tampoco inhabilitaba
para obtener empleos municipales de la República, por lo tanto, no perjudicaban el
goce y prerrogativas de la hidalguía. Se exceptuaban los artistas o menestrales o los hijos
que abandonasen su oficio y no se dedicasen a otro, aunque el motivo fuese la riqueza
y la abundancia, pues viviendo ociosos “les obsten los oficios y estatutos”.
Cuando se hallase que en tres generaciones de padre, hijo y nieto se había ejercitado
y se seguía ejercitando el comercio o fábricas, con adelantamientos notables
para el Estado, se propondría desde el Consejo la distinción que podría concederse
al director o cabeza de familia, sin exceptuarse la concesión o privilegio de nobleza.
170 Novísima… Tomo 4, p. 257.
171 Ibidem, pp. 182-183; AHN, FC-Mº Hac. Lib. 6562, núm. 18 bis.
66

67
Elena Cano Valderas.
Se mandó que se copiase esta resolución en los libros capitulares de los Ayuntamientos
para que se tuviese presente en las elecciones de oficios municipales. También
lo debía registrar y copiar el escribano del Ayuntamiento a continuación de las
ordenanzas de los Gremios, Cofradías, Congregaciones, Colegios o Cuerpos en que
hubiese estatutos contrarios a lo que se disponía.
El 25 de Marzo de 1783 172 se promulgaba la última disposición sobre la buhonería.
Ante la inobservancia de la ley de 2 de Agosto de 1781, se declaró que no se
permitiese a los malteses, genoveses y demás buhoneros extranjeros ni naturales que
vendiesen por las calles, casas, huertas y campos, sino que lo hiciesen en tiendas y
casas de comercio; estando obligados a avecindarse y elegir domicilio fijo en el plazo
de un mes, pasado el cual se les trataría como vagos. Los Justicias debían dar cuenta
de las resultas y los que se hubiesen domiciliado a las Salas del Crimen de las Chancillerías
y Audiencias Reales.
Para que tuviese efecto el tanteo de lanas concedido el 18 de Noviembre de 1779,
por Real Cédula de 11 de Mayo de 1783 173 se dieron una serie de reglas. Para hacer
el tanteo, el fabricante no estaba obligado a hacer constar que la lana fuese necesaria
en su fábrica, sólo tenía la obligación jurada de manufacturarlas en ella. Para evitar
perjuicios a los extractores, se obligaba a los fabricantes de lana a satisfacerles el coste
y costas y un medio por ciento al mes desembolsaba su importe y hasta que se verificase
el tanteo. El coste principal de la lana debía ser el mismo precio que resultase por
la contrata del comprador con el ganadero o, si no estaba convenido, el que valiese
en las demás pilas de la provincia. Se mandó a los Subdelegados de la Junta de Comercio
y a los Justicias que procediesen a la observancia y cumplimiento para evitar
los pleitos y fraudes acostumbrados.
El 24 de Junio de 1783 174 se amplió la prohibición de introducir manufacturas
menores. Además de las expresadas por la Real Cédula de 21 de Diciembre de 1779,
se añadieron las cintas de hiladillo, capullo, filadis, filoseda, borra o escarzo de la
seda, “que en algunas partes llaman rehilado o media seda”; y los pañuelos, medias
y demás manufacturas de esta clase. Se concedió a los comerciantes un año para el
despacho de los que ya estaban en España y sesenta días para la entrada de los pedidos,
pasados los plazos serían confiscados y “las demás penas establecidas en las Leyes y
Pragmáticas que hablan de las referidas prohibiciones de las cosas vedadas”.
172 Ibidem, p. 258.
173 AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4818, núm. 622; AHN, Diversos, Reales Cédulas, núm. 972. Fue nuevamente publicado
el 28 de Marzo de 1784 (AHN, FC-Mº Hac. Lib. 6563, núm. 11) y el 14 de Febrero de 1803 (AGS,
CSH, Lib. 204, fol. 19-21). Anexo 8.1.17.
174 Novísima… Tomo 4, p. 311; AHN, FC-Mº Hac. Lib. 6562, núm. 31.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Por Real Decreto de 2 de Julio de 1783 175 , se permitió que continuase la extracción
de las lanas finas y entrefinas, pero se aumentaron los derechos establecidos a
doce reales de vellón cada arroba lavada y seis la no lavada. Se debían aumentar desde
el mismo día del Real Decreto, sin hacer distinciones a pesar de las diferencias en
calidad y precios. Siguió prohibida la extracción de las lanas burdas y ordinarias. Se
mandó, por otra parte, que se castigase “con todo rigor cualquiera falta de observancia
que se justifique”.
El 9 de Julio de 1783 176 se abordó la reforma, extinción y arreglo de las Cofradías
existentes en el Reino. El Consejo llevó a cabo una serie de súplicas a Carlos III que
fueron aprobadas por Real Resolución. Se debían erigir Juntas generales de Caridad
y Diputaciones de Barrio semejantes a las de Madrid en otras ciudades y villas. Se
ordenó que todas las Cofradías de oficiales o gremios debían extinguirse, conmutadas
y sustituidas por las Juntas de Caridad, en los montes píos y acopios de materias para
las artes y oficios, para facilitar las manufacturas y trabajos a los artesanos, fomentando
la industria popular. Las Cofradías erigidas sin autoridad Real ni eclesiástica,
serían sometidas a examen, durante el cual sus bienes serían secuestrados y se suspenderían
sus juntas, hasta que se decidese si convenía suprimirlas, conmutarlas o
habilitarlas.
Las aprobadas por autoridad Real y eclesiástica sobre materias espirituales o piadosas
podían subsistir, reformándose los excesos, gastos superfluos y desórdenes,
prescribiendo nuevas ordenanzas que se debían remitir al Consejo para su examen
y aprobación. Se prohibió la fundación o erección de Cofradías, Congregaciones o
Hermandades en que no interviniese la aprobación Real y Eclesiástica.
El 19 de Septiembre de 1783 177 se declaró que la Junta de Comercio conociera
privativamente y con inhibición absoluta de otro Consejo, Tribunal o Junta de todos
los pleitos y causas civiles y criminales que pertenecieran directa o indirectamente a
los cinco Gremios mayores y sus individuos, siempre y cuando procediesen por hecho
de mercancías o tocasen a tráfico y comercio o preferencia en las tiendas de sus
respectivas demarcaciones. La primera instancia quedaría en manos de los Tenientes
de Corregidor de Madrid, como Subdelegados de la Junta, que debían proceder y
sentenciar breve y sumariamente. Por último se paralizaban las apelaciones y recursos
al Consejo u otros Tribunales.
Los cinco Gremios mayores, por medio de su Junta de gobierno, nombrarían
dos escribanos de Número de Madrid como escribanos de la Subdelegación. Se les
175 Ibidem, p. 346; AHN, Cons. Lib. 1515, núm. 121
176 AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4819, núm 746
177 Novísima… Tomo 4, pp. 217-218.
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69
Elena Cano Valderas.
prohibió a estos escribanos que hiciesen relación de los autos, causas y negocios a
otro Consejo, Tribunal o Juez sin el permiso de la Junta; ni tampoco los podían
obligar. Los Tenientes Subdelegados sólo podían admitir y despachar por el Oficio
de los escribanos los pedimentos, memoriales o recursos. La pena era la nulidad de
lo actuado y provisto, siendo responsables de los daños y perjuicios de las partes y las
“demás que según la calidad y gravedad del negocio parezcan a la misma mi Junta general
de Comercio imponerles”. Ésta es la última disposición que tenemos sobre la Junta de
Comercio y Moneda.
El 25 de Abril de 1784 178 se concluyó el tratado de paz con el Imperio Otomano,
regulándose en algunos de sus artículos la normalidad del comercio entre ambas potencias
179 . Se declaraba que era lícito el comercio recíproco entre ambos con la misma
libertad y modo que con las “potencias amigas”. Los españoles pagarían en los puertos
y aduanas otomanas el tres por ciento de los efectos y géneros desembarcados, igualmente
otros derechos pagados por otras potencias; también los otomanos pagarían
los derechos estipulados en España. El rey español podía establecer Cónsules en los
puertos y lugares marítimos turcos y cambiarlos. Los españoles aprehendidos por
contrabando serían castigados de la misma forma que los de otros países. Los mercaderes
españoles podrían utilizar los corredores que considerasen más convenientes,
sin excluir la religión, para sus negociaciones de cambios o mercaderías. Por último,
en las compras y ventas debían usar los españoles las mismas monedas que los negociantes
de otras nacionalidades.
Por Real Cédula de 2 de Septiembre de 1784 180 , considerando lo perjudicial que era
la prohibición de que los hijos ilegítimos pudiesen ejercer artes, que se contenía en algunas
leyes y estatutos de Hermandades y otros cuerpos; se declaró que para el ejercicio
de cualquier arte u oficio no debía ser impedimento la ilegitimidad que proveían estas
leyes y ordenanzas, quedando anuladas y derogadas y sin efecto las sentencias.
Como consecuencia de que Dª María Castejón y Aguilar, vecina de Córdoba,
solicitase un permiso para dirigir una fábrica de hilos que tenía, el 2 de Septiembre
de 1784 181 se concedió a todas la mujeres del Reino la facultad de trabajar, tanto en
las fábricas de hilos como en todas las demás artes en que quisieran ocuparse y fuesen
compatibles con el “decoro y fuerzas de su sexo”, quedando revocadas y anuladas las
ordenanzas o disposiciones que lo prohibiesen.
178 AHN, FC-Mº Hac. Lib. 6563, núm. 14; AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4818, núm. 664.
179 Especial referencia en los artículos I, II, III, XV y XX.
180 Novísima… Tomo 4, pp. 183-184; AHN FC-Mº Hac. Lib. 6563, núm. 32.
181 Ibidem, p. 186; AHN FC-Mº Hac. Lib. 6563, núm. 31; AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4818, nº 688

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
El 16 de Septiembre de 1784 182 se derogó el fuero de clases y personas privilegiadas
de Madrid y Sitios Reales, mandando su extensión a todo el reino, para
que los artesanos, menestrales, jornaleros y criados, entre otros, pudiesen cobrar los
créditos de lo que fiaren ejecutivamente, sin admitirse inhibición ni declinatoria de
fuero. Quedaban exceptuados la nobleza, los militares incorporados en sus respectivos
Cuerpos, residentes en los destinos, y los empleados en sus lugares de empleo. Se
debía anotar y se mandaba que tuviesen conocimiento de ella los Jueces ordinarios.
Las deudas activas de artesanos y menestrales contra los exentos, desde la publicación
de la Real Cédula, debían pagarles a casusa de la demora los intereses mercantiles
del seis por ciento, desde el día de la interpelación judicial. Quedaba en manos del
Consejo dar “las órdenes, autos y providencias que se requieran”.
El 12 de Diciembre de 1784 183 se concedió a los fabricantes de medias de seda,
filadis o algodón estar comprendidos en el Real Decreto de 18 de Junio de 1756.
Los fabricantes de medias que quisiesen podían dedicarse también a las de filadis y
algodón, sin las restricciones gremiales. Se les permitió tener cuantos telares pudiesen
y quisiesen tener, con caudales propios o ajenos, sin que estuviesen sujetos a visita,
exceptuando los casos en que los Subdelegados y demás Justicias estimasen conveniente.
También podían valerse de cualquier persona para sus fábricas.
El 14 de Diciembre de 1784 184 se concedió la libertad de fabricar con mayor o
menor cuenta, marcas y ancho y con los peines que se creyeran oportunos, todas las
especies de lienzos de lino y cáñamo sin distinción alguna de hombres y mujeres,
con la única obligación de evitar la falta de ley y bondad de los tejidos; regulando los
precios para el consumo público con la moderación y equidad que correspondiese a
la cuenta y marca con que se hubiesen trabajado. Se dieron por derogadas las formalidades
de exámenes, marcas y cuentas que prescribían las ordenanzas de los Gremios
de tejedores.
El 4 de Marzo de 1785 185 se ordenó a las Sociedades que se correspondiesen con
la Junta de Comercio, en lo que se les preguntase o pudiese convenir al instituto de
ellas, sin faltar a la subordinación que debían a las vías por donde fueron fundadas y
se gobernaban. Ésta es la última disposición que hace alusión a las Sociedades Económicas
de Amigos del País.
El 29 de Mayo de 1785 186 , publicada de nuevo el 9 de Noviembre de 1786, se
182 AHN, FC-Mº Hac. Lib. 6563, núm. 33; FC-Mº Hac. Leg. 4818, núm. 700
183 AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4818, nº 700
184 Novisima… Tomo 4, p. 190
185 AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4818, núm. 714. Se encuentra en el Anexo 8.1.13.
186 Novísima… Tomo 4, p. 197; AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4818, nº 724; FC-Mº Hac, Leg. 4819, núm. 771;
AHN, FC-Mº Hac. Lib. 6565, núm. 38
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71
Elena Cano Valderas.
declaró la libertad de alcabalas y cientos del lino y cáñamo del Reino en todas sus
ventas en las provincias de Castilla, quedando sujetos a pagar estos derechos el lino y
cáñamo extranjero. Se indicaba que no se tenía que hacer abono alguno a los pueblos
que se hallaban encabezados por Rentas provinciales.
El 11 de Septiembre de 1785 187 se realizó una contrata entre la Real Hacienda y
los cinco Gremios Mayores de Madrid, para la venta y traspaso de las Reales Fábricas
de Talavera de la Reina, por un tiempo de 20 años. En primer lugar, se nombrarían
peritos por parte de la Real Hacienda y los cinco Gremios mayores para la tasa general
de las Fábricas y de todas sus pertenencias. Se comprendían en la tasación la
Casa-Fábrica principal, con edificios y agregados, muebles, máquinas, instrumentos,
utensilios, enseres de todas clases y materias, tejidos de todas especies, ingredientes y
colorantes. Serían entregados a la Diputación, por el orden de su tasación e inventario,
para evitar dilaciones y perjuicios.
Se concedía a los cinco Gremios gratuitamente por inventario formal de piezas
y oficinas el uso libre de todos los edificios, estando obligados a conservarlos, costeando
las obras y reparos, exceptuándose los casos fortuitos o de fuerza mayor, a
cargo de la Real Hacienda. Si se transfiriese en propiedad a los cinco Gremios los
edificios o fábricas materiales, ejecutándose por el mismo valor que arrojase la tasación,
deberían entregarse a la Real Hacienda. Si vencido el tiempo de la Contrata,
no continuasen los cinco Gremios o el Rey quisiese disponer de otro modo de sus
Fábricas, se procedería de igual forma, con inventario, tasación y entrega en el estado
en que se hallasen.
Se concedió la exención de derechos Reales y municipales en los ingredientes de
tintes que se introdujesen de fuera o trajesen de Indias, tanto a la salida como a la
entrada en el Reino y Aduanas interiores. Continuarían con el derecho de tanteo y
los demás privilegios que se tuviesen.
Estaban obligados a colocar en todas sus manufacturas mayores y menores el sello
Real Fábrica de S.M. en Talavera, por cuenta de los cinco Gremios Mayores de Madrid;
en todas las manufacturas arbitrarias y para evitar la confusión de ambas clases en sus
cuentas, leyes y marcas, debían colocar el sello Fábrica libre o arbitraria. La Diputación
gozaba de libertad absoluta en la dirección y fábrica de todas sus manufacturas
de invención o imitación; por tanto, podía ejecutar la forma que tuviese más conveniente
en cuanto a la cantidad, calidad y dibujo, para el mayor consumo y comercio
interior y exterior.
También estaban exentos de las visitas y reconocimientos. Los cinco Gremios
187 AHN, Cons. Lib. 1515, núm. 134, fol. 482-490

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
debían disponer y fomentar la fábrica de todas las especies de Estofas o manufacturas
de Seda, Plata y Oro nacionales y extranjeras del mejor gusto y excelente calidad.
Además de promover la perfección y multiplicación de buenos oficiales y artistas en
todos sus ramos, pudiendo contratar también extranjeros.
El Rey nombraría un Juez Conservador y Protector de las Fábricas, que conociese en
todos sus asuntos económicos y gubernativos. Finalizada la entrega y posesión a la Diputación
de las Fábricas, se acordaría y efectuaría el pago a la Real Hacienda, que podía
solicitar operarios nacionales o extranjeros para que reconociesen, reformasen o estableciesen
otras fábricas semejantes, debiendo los cinco Gremios facilitarlos sin demora.
El 11 de Noviembre de 1785 188 se suprimieron los veedores establecidos sobre las
cosechas y reducción a polvo de la rubia. Se eximió de los exámenes y reconocimientos,
liberándose de las formalidades de las guías y testimonios. Estaba prohibida la
saca de la granza granada o en rama, pero se habilitaba su extracción en polvo, “sin
más derechos que 74 maravedíes vellón cada arroba”. Se debía dar cuenta a la Junta de
las denunciaciones, inhibiéndose los Consejos, Chancillerías, Audiencias, Jueces y
Justicias.
El 6 de Diciembre de 1785 189 se aclararon las reglas de la Real Cédula de 16 de
Septiembre de 1784, que trataba sobre el pago de los créditos de artesanos y menestrales.
Se estableció que sólo debía valer el fuero a los matriculados cuando se hallasen
destinados a la tripulación, armamento o maestranza de algún buque o departamento.
Se ordenó que el artículo quinto 190 , no debía entenderse únicamente con las
clases distinguidas y personas acomodadas, sino que debía comprender a todas las del
Reino con derogación de cualquier fuero.
En Mayo de 1786 191 se mandó una circular a los religiosos y religiosas para elaborar
las disposiciones convenientes para que se fabricasen y abundasen los géneros de
que se vestían, siendo de las mismas calidades y dimensiones y sin exceder los precios
de las extranjeras, de las cuales muchas órdenes se vestían. Se ordenó que se realizasen
informes en los que se debía recoger el número de conventos e individuos que había;
las varas que se habían comprado en cada uno desde enero de 1775 a enero de 1786
para los hábitos, precios y número de personas que se habían vestido; largo y ancho
de las distintas telas que se hubiesen adquirido, una muestra de ellas, si eran nacionales
o extranjeras y de dónde se habían obtenido; la regla que seguían para distribuir
los hábitos, cada cuánto tiempo y quién lo pagaba; y si no resultaban del agrado de
188 Novísima… Tomo 4, Libro IX, p. 350.
189 AHN, FC-Mº Hac. Lib. 6564, núm. 67; AHN, FC-Mº Hac. Lib. 6565, núm. 2
190 Se ordenó que la Real Cédula de 16 de Septiembre de 1784 se entendiese y extendiese a las clases distinguidas
y personas acomodadas de todo el Reino, sin que pudiese prevaler de fuero privilegiado alguno.
191 AGP, Sección Administrativa, Leg. 532. Anexo 8.1.14.
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73
Elena Cano Valderas.
los religiosos, que era lo que deseaban. Es la última disposición de este periodo sobre
trajes y vestidos.
Siguiendo el ejemplo de las escuelas de hilazas que la Real Fábrica de Guadalajara
poseía por Castilla, se ordenó el 22 de Mayo de 1786 192 , que en los pueblos
que se considerasen más oportunos se estableciesen escuelas de hilazas. A los Intendentes,
Corregidores y Justicias correspondía su plantificación, conservación y
adelantamiento. Las fábricas o fabricantes de tejidos de lana tendrían libertad de
establecerlas a sus expensas, en cualquier pueblo, tanto en sus escuelas como en casas
particulares, debiendo los Ayuntamientos auxiliarlas y protegerlas. Se recomendaba
a los Arzobispos, Obispos, Prelados y Curas su promoción y auxilio. Las Justicias
cada seis meses debían dar cuenta de su planta, aumento, estado y de los modos y
medios de aumentarla a los Subdelegados, Intendentes o Corregidores, pasándose al
Ministro de Hacienda y a la Junta de Comercio. También se encomendó a los Subdelegados,
Justicias, Ayuntamientos, Párrocos, Sociedades y “personas de autoridad”
hacer presente lo que les pareciese para que la operación del hilado se ejecutase con
acierto y perfección. Para financiar las escuelas de hilazas, se recaudaría, a disposición
de la Junta de Comercio, el derecho de medio real de vellón en cada arroba de lana
lavada y un cuartillo de real en la sucia que se extrajese; distribuyéndolo la Junta con
igualdad y proporción en beneficio de todas.
Por Pragmática Sanción de 27 de Mayo de 1786 193 se ordenó que a los operarios
de las fábricas españolas y a los que profesasen artes y oficios no se les pudiese arrestar
en las cárceles por deudas civiles o causas livianas, “ni embargarles ni venderles los instrumentos
destinados a sus labores, oficios o manufacturas”, extendiéndose también esta
disposición a los labradores. Excepto en los casos en que se procediese por deuda del
fisco y los provenientes de delito o “cuasi delito”, en que se hubiese mezclado fraude,
ocultación, falsedad u otro exceso de que pudiese resultar “pena corporal”.
El 14 de Julio de 1786 194 se encargó al Consejo que propusiese los medios “prudentes
y efectivos” para animar y hacer útiles las Sociedades Económicas. Las Sociedades
establecidas debían informar de las causas y motivos de la decadencia que notasen
en ellas, proponiendo los medios para “aficionar a las personas celosas y arraigadas en
estos establecimientos”. Como consecuencia de esta Real Orden, a lo largo de 1787,
llegaron los informes, entre otras de las Sociedades de Cuenca, San Clemente, Sigüenza,
Toledo y Yepes 195 .
192 Novisima… Tomo 4, pp. 191-192.
193 Es la extensión de la Real Cédula de 16 de Mayo de 1683, en la que se concedió que a los fabricantes de tejidos
de seda no se les pudiesen embargar los tornos, telares e instrumentos precisos para su labor por deudas civiles.
AHN, FC-Mº Hac. Lib. 6565, núm. 19.
194 Novisima…, Tomo 4, p. 173. Es la última ley recogida sobre las Sociedades Económicas.
195 AHN, Cons. Leg. 3658.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
En circular de Octubre de 1786 196 se ordenó el cumplimiento de los artículos
18 y 27 del Tratado de libre comercio, recogiendo la Real Cédula de 11 de Julio de
1786, en la que se determinó que todas las manufacturas nacionales, destinadas al
Comercio a Indias, se les pusiese además de las marcas de los fabricantes una contramarca
general para distinguirlos de los extranjeros. En la circular se dieron las pautas
de cómo conservar el sello de la contramarca, cómo marcar los tejidos y se encargó
la elección de un Fiel Sellador y dos Claveros, el sueldo que se les debía pagar y “el
fondo de donde ha de salir”.
Por Real Cédula de 22 de Junio de 1787 197 se concedió a todos los fabricantes
de tejidos absoluta libertad para tener los telares de sus manufacturas “que puedan y
les convengan”, sin limitarse su número. Se revocaron y anularon los capítulos de las
ordenanzas de Gremios que sujetaban a un determinado número de telares.
En Real Cédula de 12 de Febrero de 1788 198 se concedió a los Gremios menores
la exención de los derechos de Alcabalas y Cientos que causaban en las ventas de sus
maniobras y comercio. Se incluyen los distintos Gremios menores, los derechos que
debían pagar y de los que estaban excluidos.
En el capítulo 33 de la Real Cédula de 15 de Mayo de 1788 199 se ordenó que se
comprendieran en los vagos los menestrales y artesanos desaplicados, que no trabajaban
la mayor parte del año por “desidia, vicios u holgazanería”. Los Corregidores
y Justicias debían saber los que eran; se les mandaba celar que los artesanos usasen
bien y fielmente de sus oficios y cuidar de que se cumpliesen con la mayor exactitud
las escrituras de aprendizaje, tanto los maestros como los padres de los aprendices,
sin permitir que los maestros los despidiesen, ni que los padres los sacasen del oficio
antes de cumplir su aprendizaje. Si el aprendiz era desaplicado y holgazán, se le daría
el “correspondiente destino con arreglo a las órdenes sobre vagos y malentretenidos”.
También debían cuidar que ningún maestro recibiese aprendiz sin hacer la contrata
y escritura de aprendizaje.
4.4. carLos iv y eL marco LegisLativo.
Durante el periodo de reinado de Carlos IV también se llevaron a cabo un gran
número de medidas legislativas. Aunque todas encaminadas a beneficiar las manufacturas
textiles y su comercio, la mayor parte de ellas se relacionaron con los procesos
de fabricación y los artesanos y las encaminadas a la concesión de beneficios al
196 AHN, Cons. Lib. 1515, núm. 140, fol. 542-547.
197 Novisima… Tomo 4, Libro VIII, pp. 192-193.
198 AHN, Cons. Lib. 1528, núm. 5, fol. 17-21.
199 Novisima… Tomo 4, Libro VIII, p. 186.
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Elena Cano Valderas.
comercio. Otras disposiciones estuvieron relacionadas con los conflictos bélicos y los
comerciantes. Las relacionadas con las exportaciones e importaciones tuvieron una
importancia inferior que en el reinado anterior. Sobre la Junta de Comercio y Moneda
o las Sociedades Económicas de Amigos del País no se promulgó norma alguna.
La primera disposición del reinado de Carlos IV se lleva a cabo para elaborar una
Guía General de Comerciantes y Compradores. Por Real Orden de 17 de Febrero de
1789 200 se mandó a las Justicias dar noticia de las fábricas establecidas, efectos que
se hallaban en ellas y que se fuesen a fabricar, nombres de los principales Directores,
Comerciantes y Compañías, Artesanos, Cosecheros y Giradores de letras, con sus
vecindades, géneros y precios. Con estos datos se quería elaborar la Guía, en la que
apareciesen el número y calidad de todas las fábricas; los nombres y vecindades de sus
Directores y principales; los artefactos por mayor que tuviesen de venta y pensasen
construir; sus precios; número y nombres de los Giradores de letras, Compañías,
Ferias, día y mes; Comerciantes más surtidos y poderosos; y géneros naturales y extranjeros
que tuviesen de continuo consumo, por mayor, con su precio.
El 22 de Abril de 1789 201 , por Real Cédula, se aprobó un reglamento nuevo para
la administración de la Renta de Lanas y su extracción. En primer lugar, se abolieron
los registros y contrarregistros de los ganados lanares y demás formalidades que
aparecían en el antiguo reglamento de 1749. Se estableció la posibilidad de traficar,
beneficiar y conducir la lana libremente en el interior de España, excepto en la demarcación
considerada para la extracción de géneros, es decir, a cuatro leguas de
distancia del mar y ríos navegables y a ocho leguas en las fronteras terrestres.
Se siguió obligando al uso de las guías y corresponsivas en la conducción de la
lana destinada a la extracción; en las provincias de Castilla las suministraban los
Administradores de Rentas provinciales, de las provincias en que se hallaban los lavaderos;
y en Aragón los Administradores de salinas, tabaco o demás rentas, en donde
estaban los lavaderos. Se les obligaba a recoger en un libro los asientos de las guías
que dispensasen. Las lanas que se fuesen a extraer se debían dirigir a las Aduanas
habilitadas para tal fin, a su llegada se debían comprobar las guías con el número de
sacas y marcas.
Cuando se conducían cerca de la citada demarcación, cercana a los puntos de
extracción, aunque fuese para los lavaderos, administraciones o fábricas, se debían
dar las guías, señalando el tiempo necesario para la conducción y con obligación de
corresponsiva, para acreditar su paradero. Para su transporte en embarcaciones de un
puerto a otro, se ordenó que no se expidiese la guía sin la firma u obligación de sufi-
200 AHN, Cons. Lib. 1528, núm. 45, fol. 291-292.
201 Novísima…, Tomo 4, Libro IX, pp. 346-348.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
ciente abono, para hacer constar su destino con la corresponsiva de los Administradores
de Aduanas, que debían verificar antes el desembarco de toda la lana contenida
en la guía; en la que se debía expresar su clase y procedencia. Donde se expidiesen las
guías, se debía formar un libro foliado y rubricado por el Administrador, en donde
se extendiese la obligación de la tornaguía, firmada por el interesado. Si no se presentaba
la corresponsiva que acreditase el destino de la lana, se avisaría a la Dirección
general de Rentas, para que conociese de la culpa que resultare.
Los puertos por los que podía extraerse la lana eran: Sevilla, Málaga, Alicante,
Cartagena, Valencia, Barcelona, Santander y Bilbao. Por tierra se podía extraer por
Badajoz, Zamora, Orduña, Vitoria, Balmaseda, Logroño, Ágreda, Zaragoza, Frescano
y Bosost. Las lanas extraídas por Vitoria, Orduña, Balmaseda, Bilbao y Santander,
debían pagar los derechos en la Administración de Burgos 202 .
Al peso, reconocimiento y adeudo de las sacas de la lana debían asistir el Administrador
general con el Contador, Veedor y Alcaide. No se permitía “dar corrido” a los
pesos para los adeudos; se ordenaba que por la tara se bajase del peso total de las sacas
un seis y cuarto por ciento. Las lanas debían pagar todos los derechos en el momento
de su extracción; se indicaban los impuestos que pagaba la lana, dependiendo de su
procedencia y calidad (segoviana, extremeña, andaluza,…; sucia o lavada). Seguía
vigente la prohibición de extracción de las lanas burdas y ordinarias.
En el Principado de Cataluña, a ocho leguas de la frontera con Francia, se obligaba a
que se manifestase en las Aduanas y administraciones más inmediatas, y se diese por parte
de los ganaderos o dueños el “descargo legítimo” de los ganados y lanas que se criaba.
El 18 de Abril de 1789 203 se concedió que el hiladillo o filadis extranjero en cerro
o sin hilar que se introdujese en España fuese libre de los derechos de Rentas generales
y demás, incluyéndose el del ocho por ciento que se cobraba a las puertas de
Valencia. Cuando entrase hilado, debía pagar un cinco por ciento y cincuenta y un
maravedíes por libra.
El 11 de Octubre 204 se concedió que los fabricantes de Tejidos pudiesen inventarlos,
imitarlos y variarlos libremente, tanto en el ancho, número de hilos y peso, como
en las maniobras y máquinas, debiendo poner solamente el nombre del fabricante y
su pueblo. En las manufacturas fabricadas según Ordenanza, debería fijarse el sello,
para que no hubiese “el menor abuso en perjuicio del comprador”. Se mandó que ce-
202 Como estaba ordenado por Real Decreto de 16 de Marzo de 1763.
203 Novisima… Tomo 4, Libro VIII, pp. 204-205.
204 El libro…, Tomo VI, núm. 27, pp. 3590-3591; AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4819, núm. 910.
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Elena Cano Valderas.
sase el uso del sello de fábrica libre 205 , al igual que las pruebas y calificación sobre la
aptitud de los artífices que debían proceder de las Juntas Particulares de Comercio o
de los Subdelegados y los permisos para que se instase a su ejecución.
En consulta de la Junta de Comercio de 9 de Enero de 1790, le hizo presente al
Rey un expediente para averiguar el estado de la fabricación de ligas y fajas de lana y
estambre fino de la Villa de Santa Cruz de Mudela, así como que sería conveniente
el establecimiento de una Diputación de Caridad, para que cuidase de las escuelas
de hilazas que se habían establecido, en las que la Junta había destinado ya doce mil
reales de vellón. Por Real Cédula de 15 de Abril de 1790 206 se aprobó un reglamento,
que en doce capítulos definía la Diputación, es decir, su composición, objetivos de
cada uno de sus miembros y procedencia de sus fondos.
Por las gracias concedidas a los fabricantes de tejidos de derechos sobre sus materias,
ingredientes y máquinas, en circular de 8 de Abril de 1790 207 se concedió que
las máquinas y otros efectos que se introducían en las fábricas del reino, pagasen a su
entrada en las Aduanas el 5% por los derechos de internación por los Administradores
generales de rentas.
Por Real Cédula de 19 de Mayo de 1790 208 se ordenó que las personas que se
hubiesen ocupado en el contrabando, y no hubiesen acreditado que lo habían dejado
pasados tres años, no pudiesen obtener los oficios de Alcaldes, Regidores ni otro de
República.
A través de otra Real Cédula de dicha fecha 209 , se derogaron las ordenanzas gremiales
que impedían el ejercicio y conservación de las tiendas y talleres a las viudas que
contrajesen matrimonio con quien no fuese del mismo oficio que sus maridos, reteniéndose
todos los derechos y bajo la responsabilidad común a todos los individuos de
los mismos Gremios, siempre y cuando en las tiendas se rigieran por maestro aprobado.
El 13 de Noviembre de 1790 210 se mandó una Orden circular a los Ayuntamientos
en la que se recogía la Real Orden de 20 de Agosto de 1788, prohibiéndose la
embarcación de paños extranjeros para América. Por consulta de 30 de Abril hizo
presente la Junta de Comercio al Rey “que se dignase en abolir entera y absolutamente”
la Real Cédula de 11 de Julio de 1786, que había establecido la contramarca y la de
205 Aprobado en Real Decreto de 25 de Octubre de 1786, recogido en una circular de este mismo mes y año,
junto con otras disposiciones.
206 El libro…, Tomo VI, Libro XXI, núm. 11, pp. 3623-3625; AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4819, núm. 932.
207 AHN, FC-Mº Hac. Lib. 8041, fol. 186.
208 AHN, Cons. Lib. 1529, núm. 23, fol. 104-106.
209 Novísima…, Tomo 4, Libro VIII, pp. 184-185; AHN, Cons. Lib. 1495, núm. 69.
210 AHN, Diversos, Reales Cédulas, núm. 963. Anexo 8.1.15.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
20 de Agosto de 1788. Se concedió la supresión de la Contramarca y de las formalidades
que en ella se prescribían, pero sólo se permitió que se embarcase para América
la tercera parte de paños extranjeros.
El 16 de Mayo de 1791 211 se estableció que las fábricas que necesitasen para sus
operaciones instrumentos, herramientas, efectos, simples e ingredientes de tintes de
fuera del Reino, pudiesen introducirlos con libertad de derechos y sin la restricción
que se había puesto. Pero se ordenaba que no se hiciesen más introducciones que las
que correspondiesen a sus “legítimos consumos”. A los infractores se les castigaría con
la severidad necesaria.
Por Real Orden de 21 de Julio de 1791 212 se ordenó que no se permitiese la introducción
de telas de seda extranjeras para hacer ornamentos de Iglesias, por ejemplo
capas, casullas, dalmáticas, frontales, paños de púlpito y facistol.
El 30 de Julio de 1791 213 se concedió a todas las fábricas de medias de seda, además
de las gracias y franquicias dispensadas con anterioridad, que durante un año, desde
el 1 de Julio, la exención de todos los derechos a la seda extranjera hilada, que entrase
en rama y la teñida de color blanco plata pagaría un arancel de un dos por ciento; los
telares, máquinas y efectos estarían libres del derecho de internación. Se prohibió la
introducción de medias de seda extranjeras, exceptuando las blancas; se concedieron
dos meses para que entrasen las que estaban pedidas por los Comerciantes.
Por Real Cédula de 23 de Agosto de 1791 214 se declaró la guerra contra Muley
Eliazit, rey de Marruecos, prohibiéndose el comercio, trato y comunicación entre los
españoles y los súbditos marroquíes.
Por una instancia del director de la Fábrica de tejidos de seda de los Cinco Gremios
mayores, comunicó al rey la pretensión del Administrador de la renta de cobrar
un ocho por ciento sobre la introducción de una máquina de hierro, que no se había
construido en España, para tejer medias “de llano y revés”. Por Real Orden de 12 de
Septiembre de 1791 215 se concedió la exención de impuestos a los telares y máquinas
que se introdujesen y en todos los demás.
El 25 de Enero de 1792 216 se prohibió la entrada de las cintas, de fondo de plata
y oro con flores de terciopelo; de cintas de seda matizadas con flores y guarnición
211 Novísima…, Tomo 4, Libro VIII, pp. 207; AHN, FC-Mº Hac. Lib. 8043, fol. 175-176.
212 Ibidem, Libro IX, p. 311.
213 El libro… Tomo VI, Libro XXII, núm. 18, pp. 3767-3768.
214 Ibidem, núm. 25, pp. 3772-3774.
215 AHN, Hac. Lib. 8043, fol. 532.
216 Novisima…, Tomo 4, Libro IX, pp. 311-312.
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Elena Cano Valderas.
de flequillo al canto; y también la de todas sus clases, concediendo un plazo de tres
meses para que las que se introdujesen a las Aduanas se volviesen a extraer por los
propios dueños, obligándolos a acreditar con certificación de los Cónsules, que se
quedaban en dominios extranjeros.
Por Real Cédula de 4 de Enero de 1792 217 se mandó observar el Real Decreto de
16 de Diciembre de 1791. Se indicaba que se había convenido con la Regencia de
Árgel el abandono libre y voluntario de las Plazas de Orán y Mazalquivir, quedando
reservado al monarca español el comercio y la extracción privativa de lanas, entre
otros productos, estableciendo Carlos IV la factoría que le pareciese, construyéndose
almacenes y con concesiones respectivas al comercio de los súbditos en todos los
demás Puertos de la Regencia de Árgel.
El 27 de Marzo de 1792 218 se declaró que la fábrica de paños que D. Santiago
Aiquibelle y Compañía tenía establecida en Burgos, disfrutaría de todas las gracias
y franquicias y la permisión de introducir los útiles, instrumentos y máquinas que
necesitase de países extranjeros.
El 28 de Abril de 1792 219 se concedió a todas las fábricas de lino y cáñamo el
privilegio y derecho de tanteo para fábricas nacionales, en forma de primeras materias,
sobre cualquier comprador natural o extranjero, que las hubiese acopiado para
revender o extraer, bastando la obligación jurada de manufacturarlo por sí o de su
cuenta en el Reino. El fabricante debía reintegrar al Comerciante el precio a que se
hubiese contratado o ajustado con el cosechero y le debía pagar un medio por ciento
al mes desde el día en que se hubiese pagado hasta en el que se verificase el tanteo.
Por Real Resolución de 29 de Octubre de 1792 220 se ordenó que los tejidos y
toda clase de manufacturas de lana, seda, lino, cáñamo, algodón, con mezcla o sin
ella, que produjese hilazas y fuesen de España, sólo debían satisfacer a su entrada en
Madrid por derechos de Alcabalas y Cientos un dos por ciento de su valor al pie de
Fábrica. Los tejidos procedentes del extranjero pagarían por estos derechos un diez
por ciento de su valor. Se debían llevar en libros separados, para que se verificase en
cada año la diferencia de los productos de cada contribución, abonando a los cinco
Gremios Mayores la cantidad del agravio, o pagando éstos a la Real Hacienda la
cantidad del exceso.
En la Real Cédula de 29 de Enero de 1793 221 , se recogía el Real Decreto de 2 de Ene-
217 El libro… Tomo VI, Libro XXIII, núm. 4, pp. 3803-3804.
218 AHN, FC-Mº Hac. Lib. 8044, fol. 74-75.
219 El libro… Tomo VI, Libro XXIII, núm. 21, pp. 3814-3815.
220 Ibidem, núm. 43, p. 3884.
221 Ibidem, núm. 4, pp. 3901-3902; AHN, FC-Mº Hac. Leg. 4819, núm. 1039.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
ro por el que se declaró que quedaban disueltos y no existentes los Colegios y Gremios
de Torcedores de Seda, siendo libre “tal arte y ejercicio” y común a todas las personas
de ambos sexos, comprendiéndose sobre todo los fabricantes y sus familias y operarios.
El 3 de Marzo de 1793 222 se concedió privilegio exclusivo para la construcción
y venta de tres máquinas, procedentes de Inglaterra, de despepitar, cardar e hilar el
algodón a Salvador Pallerola y Manuel Flotast, fabricantes de tejidos de algodón en
la Villa de Cardona.
El 22 de Septiembre de 1793 223 se renovó la prohibición establecida por la Pragmática
de 24 de Julio de 1770. Se reintegraba a la Compañía de Filipinas el privilegio
exclusivo de conducir, introducir y expender por mayor en el Reino las muselinas y
demás tejidos de algodón y otras materias de Asia, prohibiendo los tejidos que no
viniesen registrados en los navíos de la Compañía.
Por Real Orden de 15 de Abril de 1797 224 , a través de la Junta de Comercio se
concedió que los hilos de lino que se fabricasen en Castilla y León fuesen libres de
los derechos de alcabalas y cientos en las ventas que se ejecutasen, estando exentos
sólo los que se dedicasen a su “maniobra”, en las ventas que se hiciesen en las casas
de los fabricantes, al pie de las fábricas o almacenes, siempre y cuando no hubiese
otros hilos, pues si se mezclasen, se exigiría el dos por ciento de todos. También se
concedía en la primera venta a los fabricantes de hilos, aunque fuesen mercaderes de
tiendas públicas, si no se mezclaban con otros. A los que estaban expuestos para venta
pública en tiendas y casas de mercaderes por los fabricantes se les cobraría igualmente
el dos por ciento. Se mandó que se extendiese al hilo de cáñamo y estopa, que se fuese
a invertir en la confección de tejidos de lienzo.
Por otra parte, la ciudad de León perdió el privilegio de la prohibición de salir a
comprar hilos quince días antes y después de las ferias y mercados. El límite territorial
de dicho privilegio se situaba en diez leguas alrededor de la ciudad. Además se
extendió el término de dicho privilegio a cualquier otro pueblo de Castilla y León
que disfrutase de él.
Por Circular de la Junta de Comercio de 1 de marzo de 1798 225 se declaró que
el ejercicio de un oficio no debía impedir el de cualquier otro si se quisiera usar, teniendo
la suficiencia que se requería, acreditada con la carta de examen después de
haberlo pasado; debiendo admitirse todos los que lo solicitasen. No precisándoseles
222 Ibidem, Libro XXIII, núm. 13, pp. 3905-3906.
223 Novísima… Tomo 4, p. 306.
224 Ibidem, pp. 197-198.
225 Ibidem, p. 184.
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Elena Cano Valderas.
más que las cantidades suficientes para indemnizar a los examinadores el tiempo que
durase el examen.
Por Real Cédula de 10 de Noviembre de 1799 226 se mandó exigir con destino
a las Cajas de Reducción de Vales un servicio anual, sobre el número de Criados y
Criadas, Mulas y Caballos de regalo, Coches, Fondas, Tiendas y otros objetos. El
reglamento para poder cobrar el servicio anual se recogió en la Real Cédula de 17 de
Diciembre de 1802.
Por Real Cédula de 28 de Febrero de 1801 227 se declaró la guerra a Portugal, ordenando
que se cortase toda comunicación, trato o comercio entre los portugueses
y los españoles. Por otra Real Cédula de 12 de Agosto 228 del mismo año, se insertaba
el tratado de paz con Portugal, en el que había varios artículos sobre el comercio.
En el artículo segundo se ordenaba a Portugal que cerrase los puertos de todos sus
dominios a los navíos de Inglaterra; en el artículo cuarto no se le permitía consentir
que hubiese en las fronteras de sus Reinos depósitos de efectos prohibidos y de contrabando
que pudiesen perjudicar al comercio e intereses de la Corona de España,
a excepción de los que perteneciesen a las Rentas Reales de la Corona Portuguesa y
que fuesen necesarios para el consumo del territorio en que estuviesen depositados.
Si Portugal incumpliese algún artículo se daría por nulo el Tratado.
Por Real Cédula de 14 de Abril de 1802 229 , a consulta de la Junta de Comercio de
25 de Febrero de 1798, se resolvió que por la extracción de frutos, géneros y efectos
en embarcaciones españolas se adjudicasen una serie de gratificaciones, observándose
varias reglas, y entre ellas, la de verificar el pago de las gratificaciones en las aduanas y
administraciones de la Renta de Salina, al regreso directo de las embarcaciones españolas,
debiendo justificarse que las mercancías se habían cargado en puertos del Reino,
en embarcaciones españolas y después se habían desembarcado en puertos extranjeros.
En la extracción de los puertos de las provincias exentas, debía constar su embarque en
buques españoles por certificado del Juez de Contrabando de Bilbao o de San Sebastián.
Las gratificaciones se hacían extensivas a los buques y marineros de las provincias
exentas, siempre y cuando concurriesen a las obligaciones de la matrícula.
El 30 de Mayo de 1802 230 se recogió en Real Cédula el Tratado de Paz con el
Emperador de Rusia. En el artículo tercero se aclaraba que después de la aprobación
del Tratado, se publicarían edictos que revocarían los acuerdos pasados, mandando
226 Aparece recogida en la Real Cédula de 17 de Diciembre de 1802, junto con el reglamento. AHN, FC-Mº
Hac., Leg. 4821, núm. 1472.
227 AHN, FC-Mº Hac., Leg. 4821, núm. 1357.
228 Ibidem, núm. 1377.
229 Novísima… Tomo 6, , pp. 68-69.
230 AHN, FC-Mº Hac., Leg. 4821, núm. 1430.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
a los súbditos que se tratasen “como individuos de dos Naciones amigas” y observasen
sus relaciones comerciales.
Por Real Cédula de 6 de Noviembre de 1802 231 , se dictaron nuevas reglas para la
introducción del algodón y manufacturas de él. El algodón en rama procedente de
América, el hilado de los dominios españoles y los tejidos y manufacturas fabricados
en España serían libres de todos los derechos a su salida, entrada y extracción.
Los algodones que la Compañía de Filipinas introdujese de las posesiones de Asia,
gozarían de la libertad de derechos a su salida de Filipinas, pagando a su entrada el
cinco por ciento, devolviéndose a la Compañía a su extracción la totalidad si se embarcase
en buque español, o el tres y medio por ciento si fuese embarcación extranjera.
El algodón en rama de Malta pagaría por las rentas generales el veinticinco por
ciento de su valor, el cinco por ciento de internación, derechos de consulados y los
demás de los puertos; debiendo guardarse las precauciones que se habían regulado 232 .
Quedaba prohibida la introducción del algodón hilado extranjero, las manufacturas
de fábrica extranjera, los lienzos, y demás tejidos que se habían considerado a
lo largo del reinado de Carlos III 233 . La Compañía de Filipinas podía seguir gozando
del privilegio de introducir los tejidos de algodón de Asia.
Todos los géneros extranjeros que se introdujesen serían requisados, con los demás
que estuviesen y con los carruajes. Las penas para los infractores serían las que
“previenen las leyes, pragmáticas y órdenes de la materia”, exigiéndose por multa el
treinta por ciento del importe de los géneros 234 . Los tejidos y manufacturas prohibidas
si fuesen del uso de los comerciantes se depositarían en las Aduanas para que se le
devolviesen a su salida, pero en caso de ser nuevos se decomisarían.
Los Intendentes, Subdelegados de Rentas y las Justicias ordinarias conocerían a
prevención en los asuntos de denuncias, causas e infracciones. A los dependientes de
rentas que auxiliasen o tolerasen a los introductores se les privaría de empleo, destinándolos
seis años a los presidios de África.
Por Real Cédula de 17 de Diciembre de 1802 235 se mandó observar y cumplir el
Reglamento formado para la recaudación y administración del servicio anual sobre
231 Novísima… Tomo 4, IX, pp. 306-308.
232 Las reglas para entrada de algodón en rama de Malta se reglaron en la Real Orden de 4 de Junio de 1728.
233 Leyes de 8 de Julio de 1768, 24 de Junio de 1770, 14 de Noviembre de 1771, 7 de Mayo de 1773, 22 de Junio
de 1778, 14 de Julio de 1778, 24 de Mayo de 1779, 28 de Octubre de 1779, 21 de Diciembre de 1779 y 24
de Junio de 1783.
234 En observancia de la Real Cédula de 17 de Diciembre de 1760.
235 AHN, FC-Mº Hac., Leg. 4821, núm. 1472. Anexo 8.1.16.
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Elena Cano Valderas.
criados, mulas y caballos, tiendas y otros objetos que se había impuesto en 10 de Noviembre
de 1799. El pago comprendía a todas las personas de “cualquier clase, dignidad,
grado o condición que sean”, sólo estaba exento el clero. Para efectuar el cobro, las
tiendas se dividían en tres clases, afectando a la industria textil la primera y la tercera.
La primera clase comprendía a las que vendían, entre otros productos, telas de
seda y brocados, paños, lienzos blancos o pintados de lino o algodón; y las casas en
las que se despachaban al por menor hilos, sedas, estambres, cintas, blondas, medias
y otros géneros. La segunda clase, eran las tiendas y casas de comestibles. La tercera
clase, eran las tiendas en donde se despachaban al por menor fruta seca, garbanzos,
arroz, e hilo y seda “al cuarteado”.
Las tiendas de primera clase contribuirían con doscientos reales de vellón en Madrid,
Sitios Reales, Ciudades y Villas Capitales de Provincia y Puertos para el comercio;
ciento cincuenta en las Ciudades y Villas cabezas de Partido o de Corregimiento;
y cien en los demás lugares. Las de tercera clase con cien, sesenta y treinta reales de
vellón. Cuando en una misma tienda se vendían géneros pertenecientes a varias clases,
pagarían la cuota de la mayor. Por último, los Cambistas y Comerciantes al por
mayor y de Lonjas cerradas contribuirían con seiscientos reales de vellón.
El 14 de Febrero de 1803 236 se publicó una Real Cédula para confirmar y ampliar
la Real Cédula de 11 de Mayo de 1783 en que se prescribieron las reglas que debían
observarse en el tanteo de la lana del Reino. Se amplió con diecisiete nuevas declaraciones,
que debido a su extensión no se comentarán, remitiéndose al Anexo 8.1.13.
Por Real Resolución de 2 de Marzo de 1803 237 de la Junta de Comercio se ordenó
que cada fabricante hiciese presente al Intendente de su Provincia el número de instrumentos
o la cantidad de efectos simples e ingredientes que necesitase introducir
del extranjero para el consumo de sus manufacturas, que le daría un permiso. Los
Administradores y Contadores señalarían el número o la cantidad a que debía limitarse
el permiso de introducción de cada fabricante y la aduana por donde entrarían
con las libertades y franquicias que señalasen los aranceles y Reales órdenes, con sujeción
a la guía que los fabricantes sacarían para acreditar la legítima entrada; debiendo
remitir los Intendentes cada año a la Secretaría de Estado y del Despacho universal
de Hacienda los permisos dados y la cantidad de cada uno.
Este mismo día por Real Orden circular 238 se declaró que la libertad de dere-
236 AGS, CSH, Lib. 204, fol. 21-27. Anexo 8.1.17.
237 Novísima… Tomo 6, , pp. 65-66.
238 Ibidem, pp. 70-71.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
chos 239 concedida al algodón de América a su entrada al Reino, no comprendía el derecho
de Consolidación de Vales, ni el exigido en los Consulados para reintegro de las
cantidades que habían anticipado a la Real Hacienda, que se continuarían cobrando,
pero sin exigirse ningún otro. Los algodones en rama de la Compañía de Filipinas,
debían gozar de la misma exención de derechos que el algodón de América. Se habilitó
la entrada del algodón en rama de Pernambuco, acreditando su procedencia con
certificaciones del Cónsul; cobrándosele a la entrada ocho maravedíes en libra por
Rentas generales, dos por ciento por el derecho de importaciones y cinco por ciento
para la Consolidación.
El algodón hilado en España gozaría de la libertad de todos los derechos, incluyéndose
los de puerto de Barcelona. La exención de derechos Reales y municipales
a las manufacturas españolas de algodón sería absoluta, comprendiendo recargos y
alcabalas, sin exceptuar el subsidio de los trescientos millones.
La multa del treinta por ciento a los algodones que se decomisasen sería la única
que se debía exigir, puesto que se abolía la de veinte reales por vara; cobrándose del
importe que dieren los Veedores de las aduanas a los géneros, no del que resultase en
venta pública. Los Jueces o Justicias ordinarios sólo debían conocer con los Subdelegados
de Rentas, cuando las aprehensiones de los géneros de algodón se hiciesen por
ellos o por dependientes de Juzgados.
Por Real Orden de 24 de Abril de 1804 240 se mandó observar “con el mayor rigor”
la prohibición de introducir algodón hilado extranjero; sin que variase en cosa alguna
lo dispuesto en la Real Cédula de 20 de Septiembre de 1802.
Por Real Resolución a Consulta de la Junta de Comercio de Junio de 1805 241 se
concedió la exención de alcabalas y cientos en los tejidos de lino y cáñamo al pie de
la fábrica o paraje señalado en los reglamentos de Rentas Provinciales de 14 y 26 de
Diciembre de 1785, extendiéndose en las provincias de Castilla y León, a favor de
los que las fabriquen por sí y de aquellos que las hiciesen fabricar por su cuenta, a la
manera que se dispensó a los hilos de lino y cáñamo por la Real Orden de 15 Abril
de 1797 y bajo las prevenciones que en ella se contenían.
239 Por Real Orden de 6 de Noviembre de 1802.
240 Novísima… Tomo 6, pp. 71.
241 Ibidem., p. 65.
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Elena Cano Valderas.
V. Reformismo, beneficiencia y asistencia social en el siglo XVIII.
El reformismo ilustrado de los Borbones buscó la transformación de distintos
mecanismos del sistema económico-social con el objeto de dotarlo de nuevos instrumentos
con los que afrontar las nuevas problemáticas sociales.
La pobreza y la mendicidad, surgidas como fruto de las desigualdades existentes
en la sociedad española y europea, han sido lugar común en todas las épocas y lugares.
La injusticia social, la discriminación y el mal reparto del bienestar, el desprecio
o la infravaloración de ciertos oficios o profesiones que la propia sociedad necesita,
el egoísmo, la avaricia, producen una sociedad desigual e injusta, obligando a llevar
a algunos de sus individuos una vida mísera y desgraciada. Si a estas circunstancias,
se añaden la vagancia, la ociosidad y la holgazanería, la picaresca o el engaño para
vivir a costa de la buena fe o ignorancia del prójimo, completaremos el cuadro de la
indigencia. En otras palabras, la ingente cantidad de pobres, menesterosos, necesitados,
mendigos, pordioseros y vagabundos que llenaban los pueblos y ciudades de
la España de la Edad Moderna tenían sus fundamentos en dos razones dispares: por
una parte, las derivadas de las crisis económicas, el paro estacional, los años de malas
cosechas con sus correspondientes periodos de hambre, deflaciones, decadencia
industrial, etc.. ; y, por otra parte, se situaban quienes se dedicaban a la misma “por
oficio”, es decir, los que preferían vivir de la caridad pública o privada, una legión de
vagos e indigentes a cuya situación llegaban por comodidad.
Con lo señalado anteriormente, obtenemos la primera distinción en el ámbito
de la pobreza, en el que hay que distinguir la mendicidad de la necesidad. Muchos
mendigos no eran precisamente necesitados y, por el contrario, enormes cantidades
de menesterosos no pedían limosna públicamente, sino que solicitaban ayuda por
medio de escritos a los ayuntamientos o pedían subsidio en las parroquias de las
iglesias o de los conventos para que les socorriesen en momentos de necesidad, denominándoseles
“pobres vergonzantes”.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
El campo de la beneficencia y la asistencia social en la España del siglo XVIII era
muy amplio y fueron numerosas las instituciones dedicadas al mismo. Los desvelos y
la preocupación por el necesitado –en el seno de una sociedad cristiana– dieron lugar
ya desde la Edad Media al nacimiento de instituciones basadas en el apoyo espiritual
y material a sus semejantes. La Iglesia, en general, y muchas de las instituciones relacionadas
con el mundo de la beneficencia y la asistencia social van a tener un peso
relevante en el campo benéfico-asistencial para el sostenimiento de los pobres, los
enfermos, los peregrinos y los expósitos.
A problemas históricos como la marginalidad y la pobreza se agregaban desde el
siglo XVIII y a lo largo del XIX, otros como la instauración de un nuevo marco de
relaciones de propiedad, laborales e institucionales. Se incorporan, por una parte, la
honorabilidad del trabajo, es decir, de los oficios manuales, “mecánicos”, del comercio
y la industria, considerados ahora como compatibles con el honor nobiliario, superándose
por tanto, su relegación teórica al estamento popular. Por otra, la libertad
industrial y la de trabajo, claramente relacionadas con el mundo laboral.
La revolución industrial, al hacer posible la producción en serie, abarató las mercancías
y permitió, lógicamente, la continua elevación de los salarios reales, abriendo
el comienzo de un largo proceso, en el que influirán de forma decisiva las luchas
sociales y la acción del Estado, caracterizado por una progresiva mejora de las condiciones
de vida. En esta tesitura, los ilustrados de la España del siglo XVIII volvieron
la vista hacia el humanista Juan Luis Vives. El escritor de la obra De subventione
pauperum (1526) que tanto iba a influir en la Europa reformada, proponía la erradicación
de la mendicidad, promoviendo el socorro a “vergonzantes”, ciegos o ancianos,
considerando muy importantes para subvenir a esta finalidad las limosnas de
particulares, el presupuesto ciudadano o las rentas eclesiásticas.
Por otra parte, la perduración del honor como pasión general, se vio plasmada
en dos elementos de gran significación social, como fueron: la pureza de sangre y el
elevado número de expósitos. En este último caso, por una parte, a pesar de estar
mediatizada la sociedad por un respeto general al sexto mandamiento y, por otra parte,
al verse condicionada la mujer por considerársela depositaria del honor familiar.
La concepción humanista de la pobreza y los mecanismos propuestos para
su corrección son asumidos plenamente por los ilustrados –entre ellos Olavide,
Cabarrús, Ward o Jovellanos– en un momento en que el Estado ha dado importantes
pasos en su proceso de centralización administrativa. El socorro de los pobres deberá
secularizarse a través de la beneficencia quedando bajo la responsabilidad del Estado,
a diferencia de la limosna o la caridad que repartida indiscriminadamente podía
fomentar la falsa mendicidad. Por su parte, la piedad católica se refleja en la fundación
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Elena Cano Valderas.
y en la puesta en marcha de cofradías e Ilustres Hermandades, hospitales, hospederías
o alberguerías, todas ellas con un carácter religioso o laico con un fin asistencial. El
cuidado de los enfermos (lo que vendría en llamarse la asistencia familiar en casa)
también podía constituir un deber familiar y no era objeto de protección estatal. Por
último, se sitúan las Reales Casas de Caridad, que nacieron con unas motivaciones y
objetivos muy específicos, entre ellas: recoger a los pobres y mendigos de ambos sexos,
huérfanos y desvalidos, procurando su felicidad espiritual y corporal liberándolos de
la mendicidad y haciéndoles útiles al estado y a sí mismos mediante una enseñanza
e instrucción precisa, inspirada en el temor de Dios y pureza de costumbres, y una
ocupación honesta, productiva y provechosa, proporcionada a sus fuerzas. En algunas
de ellas, se les aplicaba a la manufactura en las fábricas de lana, seda, cáñamo y lino
que se habrían de instalar en ella, de acuerdo con la habilidad, ingenio y posibilidades
de cada uno.
En consecuencia, la asistencia social en las sociedades preindustriales revistió una
importancia considerable y se caracterizó –siguiendo a A. Morales Moya– 242 por las
siguientes notas: por un lado, por su realización en el ámbito de distintas colectividades,
bien estructuradas y jerarquizadas, desde las familias y las corporaciones
a los gremios, pasando por las colectividades religiosas; además, por la protección
que era generalmente indiferenciada, abarcando al indigente como tal y no como
perteneciente a una determinada clase social; y, por último, debido a su fundamento
religioso que subyace, desde luego, en las instituciones mediante las que se verifica
la asistencia social, manifestando también un primordial objetivo de defensa social.
5.1. La reaL casa de caridad
Frente a la España de los siglos XVI y XVII, la “república de hombres encantados”
de la que habla González de Cellórigo, en que todos parecían poner su ideal en conseguir
vivir sin trabajar, la España ilustrada puso su meta en el progreso, basado en el
trabajo, entendido éste, como el trabajo de todos, campesinos y artesanos, nobles y
clérigos, fabricantes y comerciantes, pobres y ricos, hombres y mujeres, autoridades y
particulares.
En la España del siglo XVIII, para conseguir el ideal de prosperidad tan deseado,
el gran reto económico y social consistió en incrementar la población y darle un perfil
más productivo. Si tenemos en cuenta que el ascenso demográfico experimentado
en el siglo XVIII, con altas tasas de natalidad superiores a las de mortalidad (con
todo, sólo el 13% de personas superaba los 50 años y el 3% los 65), fue producto
de las mejoras sociales, de los avances en la sanidad y del menor papel desarrollado
242 MORALES MOYA, A., “Política social”, en MENÉNDEZ PIDAL, R., Historia de España. La época de la
Ilustración, el Estado y la cultura (1759-1808). Madrid: Espasa-Calpe, 1988. Vol. XXXI. pp. 247-296.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
por los conflictos militares intrapeninsulares. Podemos señalar que la sociedad del
setecientos estaba preparada para estos nuevos retos.
De acuerdo al programa ilustrado todo el mundo debía ser útil. Cualquier persona
debía tener su puesto en la organización económico-social y, en consecuencia,
debía ponerse a trabajar para contribuir de alguna forma al bien común. La nueva
dinámica política impuesta en este sentido llevó a Jerónimo de Uztáriz en su obra
Teórica y práctica de Comercio y de Marina, de 1724, a plantear el trabajo obligatorio
en hospicios para el desarrollo económico del país y la erradicación de la pobreza.
Una de las instituciones sociales y benéficas más significativas del siglo XVIII
fueron las Casas de Caridad. Bien es cierto que en siglos anteriores encontramos ya
claros antecedentes más o menos logrados 243 . A partir, sobre todo del ministerio de
Floridablanca, se prodigan estos establecimientos impulsados también por la alta
recomendación del arzobispo Lorenzana a todo el episcopado español con la publicación
de su “Memorial sobre los pobres” que envió a todos ellos después de la fundación
del Hospicio de Toledo ideado como paradigma y modelo de todos los que se
pretendían establecer en España.
La cantidad de fundaciones benéficas que había en Ciudad Real en la segunda
mitad del siglo XVIII, lejos de cooperar en la solución del problema de la pobreza y
la mendicidad, lo entorpecían y agravaban. En 1777, el Vicario y el Corregidor enumeraban
los distintos establecimientos y fundaciones piadosas que estaban prácticamente
anquilosadas y que convenía revisar. En la parroquia de Santiago, radicaba una
“Casa Refugio” para mujeres enfermas, sostenida por la caridad de los fieles. Existía
un colegio de pobres ancianos nobles, llamado “Fundación de Mena”. Había una
Casa-Hospital, llamada de la Purísima Concepción; la Casa-Hospital de San Blas. En
la Parroquia Santa María del Prado la fundación de “Higueras”. En la de San Pedro
una obra pía. El Licenciado Juan Bravo fundó otra obra pía. El capitán D. Juan de
Narváez Marzao dejó un patronato. Además estaba el Hospital de San Juan de Dios,
para curación de pobres 244 .
Para el caso de Ciudad Real se puso en marcha una iniciativa que tuvo por objeto
mejorar el servicio de la beneficencia de la región: la Real Casa de la Caridad, obra
directa del cardenal Lorenzana, arzobispo de Toledo, una de las más grandes figuras
de la Iglesia ilustrada española.
243 El iniciador en España fue el canónigo Giginta, cuya primera casa fue establecida en Toledo, merced al
mecenazgo del Cardenal Quiroga en el siglo XVI. Las ideas de Giginta y no las de Pérez de Herrera van a
ser las que prosperen en la España Ilustrada del siglo XVIII a través de los Hospicios y Casas de Caridad o
Misericordia que se fundan en gran parte de las capitales de provincia. Véase, HIGUERUELA DEL PINO,
L., “Arbitrismo y reforma durante la Ilustración en la Mancha (la Real Casa de la Caridad de Ciudad Real”,
en Cuadernos de Estudios Manchegos, número 6, II Época, 1976, pp. 61-163. La cita en la p. 65.
244 Ibidem., pp. 75-77.
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Elena Cano Valderas.
La Real Casa de Caridad de Ciudad Real, conocida más tarde como Casa de la
Misericordia, fue mandada construir por el Cardenal Lorenzana en 1777. La situación
de pobreza por la que atravesaba la ciudad la convertía en lugar idóneo para la
instalación de tan necesaria institución. Tras la dura pugna por su ubicación entre
Ciudad Real y Almagro, se instaló en la primera y fue inaugurada el 30 abril de 1788,
aunque las obras se habían iniciado cuatro años antes. La Real Casa venía a cubrir
distintas necesidades relacionadas con la mendicidad y, como señalaba en su disposición
original, pretendía “destinar una casa con el título de Caridad, donde concurran
las referidas mujeres y niñas que no tengan otra ocupación, a tejer alfombras, medias
y colchas del país, a cuyo efecto hemos señalado maestre que les enseñe y cuide”.
La Real Casa se convertía, al menos en teoría, en uno de los ejes de su programa
de transformación radical de la sociedad española. Seguimos, a continuación, a J.
López-Salazar Pérez y a J.M. Carretero Zamora 245 , cuando se refieren a la Casa, en
su “Ciudad Real en la Edad Moderna”: “La Casa de la Caridad o Real Hospicio es un
establecimiento magnífico costeado por el Eminentísimo Cardenal (Lorenzana) en donde
se fabrican paños del color de la lana y cuerdas de esparto fabricadas por ancianos pobres
retirados de la miseria y colocados allí; con el número de cien niños y niñas y entre éstas
ya mozas, que salen para casarse, empleadas en hilar dicha lana y las más tierras en limpiarla.
Pero la lástima es que dicho Hospicio carece de fondos para aumentar sus fábricas
y por consiguiente el número de mujeres honestas, y en este caso sería importantísimo se
estableciera una sala de corrección, colocando a las mujeres que lo mereciesen por su prostitución
y vidas desarregladas, lo que el día no es asequible, porque las ocupadas en dicha
casa carecen de mal nombre y sería contaminarla si hubiera esta unión”.
La beneficencia en Ciudad Real antes de la construcción de la Real Casa se limitaba
a la recogida de los niños abandonados 246 y a sufragar su amamantamiento inicial
(unos tres meses) para remitirlos posteriormente a ciertas instituciones eclesiásticas
de Toledo. La Real Casa de La Misericordia debía constituir el instrumento necesario
para atajar la pobreza y la mendicidad y convertirse en foco de cultura y prosperidad
para toda la sociedad.
Entre sus funciones, como ya se ha indicado, destacaron las de carácter educativo
245 Véase, “Informe al Consejo de Castilla”, 4 de diciembre de 1797. A.H.N. Consejos, leg. 2105, exp. 13. Cit.
LÓPEZ-SALAZAR PÉREZ, J., y CARRETERO ZAMORA, J.M., “Ciudad Real en la Edad Moderna”, en
Historia de Ciudad Real. Caja de Castilla-La Mancha. Excmo. Toledo, 1993. p. 257.
246 El cardenal Lorenzana fundó también en Ciudad Real una Casa de Niños Expósitos, el 24 de junio de
1792. No se tenía a los expósitos en el edifi cio, sino que los mantenían las amas en sus casas, a cada una de
las cuales se le daba 44 reales al mes y los tenían uno o más hasta que se juntaban 7 u 8 y eran conducidos a
Toledo. En el quinquenio anterior al año 1796 se recogieron 132 niños, de los cuales murieron en Ciudad
Real 18. En el quinquenio posterior a 1796 se recogieron 192 niños, de los que murieron en Ciudad Real
28. Véase, SANTOS VAQUERO, Á., “El cardenal Lorenzana y la Benefi cencia”, en FERNÁNDEZ CO-
LLADO, A. (coord.): El cardenal Lorenzana, arzobispo de Toledo. Ciclo de Conferencias en el II Centenario de
su muerte (1804-2004). Toledo: Instituto Teológico San Ildefonso, 2004. pp. 303-320.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
(educar a las niñas puesto que los niños eran requeridos en las tareas agrícolas) y el
acogimiento de mujeres dedicadas a la prostitución. Además, la labor asistencial de
la Casa giró entorno a la fabricación de manufacturas de lana, cáñamo y esparto.
A la muerte del cardenal Lorenzana, producida en Roma el 17 de abril de 1804, la
Real Casa de la Misericordia entró en declive viéndose obligados a cerrar, haciéndose
cargo del edificio el ayuntamiento de la capital. Con la invasión napoleónica de la
ciudad en 1809 se produjo la transformación de la inicial función social del edificio
en otra de tipo militar, al convertir el edificio de la Real Casa en cuartel. Algo similar
sucedió con la Casa de Caridad de Toledo, cuya ruina se vio incrementada y completada
con la actuación de las tropas napoleónicas que durante la ocupación de Toledo
se alojaron en el Alcázar 247 .
En suma, el siglo XVIII pasó con más pena que gloria para los castellano-manchegos,
si bien es cierto que su peculiaridad radicó en que una parte significativa de la sociedad
ciudarrealeña tuvo un gran empeño por salir de las sombras y llegar a las luces.
5.2. Las cofradías
Las cofradías correspondían a asociaciones de carácter voluntario en las que distintas
personas encontraban sus vínculos por lazos de caridad o hermandad. Con un
originario espíritu religioso y finalidad benéfica, terminó agrupando y defendiendo
los intereses gremiales de distintos oficios bajo la protección de un santo patrón. Los
hermanos o cofrades se adherían a las mismas de forma abierta desde su aparición,
constatada en la Península Ibérica desde el siglo XII.
Esta forma espontánea de atender a los menesterosos y marginados desde muy
distintas vertientes para paliar las deficiencias del sistema asistencial, apeló a la caridad
cristiana, hasta las mejoras introducidas por las instituciones estatales y locales.
Desde el siglo XIV se convierten, según A. Tarifa Fernández 248 , en un organismo
básico para entender las prestaciones sociales en la España Moderna, lo que resulta
concluyente si atendemos al número de las mismas, llegando casi a 20.000, a finales
del siglo XVII.
Estas corporaciones fueron creciendo en número y actividad desde el periodo medieval
al moderno, convirtiéndose, tanto por el modo de exteriorizar públicamente
las creencias religiosas como por la utilización que se hizo de las mismas en la contrarreforma
católica por controlar socialmente a la población, en un referente de tipo
247 SANTOS VAQUERO, Á., “Pobreza y benefi ciencia en el Toledo ilustrado. Creación de la Casa de Caridad”,
en Espacio, Tiempo y Forma. Revista de Geografía e Historia. Serie IV. núm. 6. Madrid, 1993. pp. 295-
331. La cita en la p. 330.
248 TARIFA FERNÁNDEZ, A., Pobreza y asistencia social en la España Moderna. La Cofradía de San José y niños
expósitos de Úbeda (siglos XVII y XVIII). Jaén, 1994. p. 28.
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Elena Cano Valderas.
religioso-asistencial para el ciudadano moderno. La labor social que desplegó este
tipo de instituciones conllevaba el mantenimiento de un centro asistencial, llamado
hospital u hospitalico, para atender al vagabundo o al pobre vergonzante proporcionándoles
alimentos o directamente ropa en su casa. Ayudaban a los ancianos y desvalidos,
amparaban a los niños expósitos, enterraban a los ajusticiados y vergonzantes,
e incluso colaboraban en las dotes para que las doncellas más desasistidas y huérfanas
pudieran tomar el sacramento del matrimonio.
En todas las poblaciones existían varias cofradías, frecuentemente una por Iglesia
y ermita, bajo la advocación de un santo patrón. Con una organización similar a la
concejil, se regían por un cabildo y eran administradas por un mayordomo. Se regían
por una serie de ordenanzas que ellos mismos elaboraban y que debían buscar su
aprobación por parte de la autoridad eclesiástica. Si en el siglo XVI se extendió una
mayor preocupación por los pobres y necesitados, como se demuestra por la expansión
de las fundaciones y la creación de mayor número de centros asistenciales, en el
siglo XVIII, algunas de ellas perdieron su original función, al convertirse en determinados
distintivos de una cierta clase social, basada en el honor y la limpieza de sangre.
Gracias a un manuscrito conservado en el Archivo Histórico Nacional fechado en
1770 249 , conocemos el número de hermandades o cofradías existentes en la Provincia
de La Mancha, compuesta por entonces por los partidos de Ciudad Real, Alcaraz e
Infantes; las fiestas que anualmente se celebraban; y el importe anual al que se elevaban
sus gastos. Toda esta información se recoge en una orden emitida desde la Corte
el 28 de septiembre de 1770 para que en los pueblos del arzobispado de Toledo no se
permitiese a los mayordomos de cofradías otros gastos que los de “misa, sermón, cera
y procesión”. La orden remitida a los intendentes, debía ponerse en conocimiento de
los justicias y Ayuntamientos de sus pueblos “razón exacta de todas las hermandades,
cofradías y congregaciones, gremios, etc.. que celebrasen una o más fiestas al año ya
con función de la iglesia o con otras, para formar un estado general”. El dispendio
económico que ocasionaban algunas cofradías y hermandades había llevado a tomar
medidas en el asunto e incluso hubo voces que llegaron a plantear la abolición de este
tipo de congregaciones.
El 13 de julio de 1772, D. Francisco Aguilar y Anchia, remite el “estado de las
congregaciones y cofradías que existen en los pueblos de aquella provincia de La
Mancha”. El listado es bastante exhaustivo y concluyente aunque sólo nos ha interesado
recoger las cifras totales, por Partidos. A la cabeza en el número de hermandades
o cofradías se situaba Ciudad real, con 327, seguida de Infantes, con 111, y de
Alcaraz, con 71.
249 A.H.N., Consejos, año 1770, Leg. 7.094, 16.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
En Ciudad Real capital y en otros pueblos de la provincia encontramos una serie
de cofradías especialmente dedicadas a la asistencia de los pobres, llamadas cofradías
de Caridad. Se encuentran en esta nómina, por ejemplo, las de: Congregación del
Refugio (Ciudad Real) que tiene un hospital para auxiliar a los pobres y desvalidos;
Concepción (Ciudad Real), de similares características como asilo; Santo Hospital de
Caridad (Almadén), que obtenía el dinero para la manutención y asistencia de los enfermos
pidiendo limosna y con las rentas de unos censos; y Altagracia (Manzanares),
que daba hospedaje a los pobres y transeúntes y asistencia a los enfermos 250 .
Con el pensamiento ilustrado llegaron también los intentos reguladores del fenómeno
de las cofradías propuestos por Carlos III, en 1777 y 1785. 251 Durante su
mandato, promovió un Expediente General de Cofradías del Reino, a modo de gran
encuesta, tras diversas denuncias de abusos cometidos por determinadas cofradías
que permitió el conocimiento de numerosos aspectos relativos al fenómeno cofrade,
desde el número de hermandades y sus rentas, a la aprobación de que gozaban.
5.3. eL proyecto de sociedad económica de amigos deL país
Seguimos a continuación el estudio llevado a cabo por el profesor I. Sánchez
Sánchez 252 para el caso de la Sociedad Económica Toledana, que nos puede servir
como pauta para el conocimiento de este tipo de instituciones en La Mancha. Considerando
las dificultades existentes por la desaparición de muchos de los archivos
de las Sociedades Económicas y que la mayor parte de los estudios corresponden,
básicamente, a su época inicial, podemos hablar de dos tipos de fuentes 253 : impresas
(colección legislativa de España, boletines oficiales, anuarios, memorias, actas y repertorios,
etc..) y archivísticas (libros de actas de sesiones municipales, los contratos
entre la Sociedad y los Ayuntamientos locales).
Es necesario mencionar el catálogo de la Biblioteca Matritense, 254 elaborado con
los fondos que tenía en 1975 porque recoge numerosísimas fuentes impresas para los
siglos XVIII a XX, con especial interés los fondos correspondientes a las Sociedades
250 RAMÍREZ RODRIGO, M.P., Cultura y religiosidad popular en el siglo XVIII: Censo de hermandades, Gremios
y Cofradías del Conde de Aranda en la Provincia de Ciudad Real. Ciudad Real: Diputación Provincial,
Área de Cultura, 1989. pp. 40 y ss.
251 ARIAS DE SAAVEDRA, I. y LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, M.L., “Cofradías y ciudad en la España del
siglo XVIII”, Studia Historica. Historia Moderna, 19 (1998). pp. 197-228.
252 SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I.: “Fuentes para el estudio de las Sociedades Económicas de Amigos del País
(siglos XIX y XX). El ejemplo de la Económica Toledana”, en Actas I Congreso de Historia de Castilla-La
Mancha. Tomo I: Fuentes para la Historia de Castilla-La Mancha. Toledo: Servicio de Publicaciones de la
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 1988. pp. 235-245.
253 Ibidem., pp. 236-237.
254 MUR RENGIFO, M.P., La Biblioteca de la Real Sociedad Económica Matritense en 1975. Madrid, 1978.
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Elena Cano Valderas.
Económicas, incluye también otros repertorios inéditos cuya consulta puede ser importante.
También resulta de interés la consulta de las Actas de las Asambleas de las
Sociedades Económicas aunque corresponden a los primeros decenios del siglo XX.
Por último, la correspondencia e intercambio entre las Sociedades era constante lo
que nos permite hoy que programas, folletos, estatutos y otras publicaciones que no
se conservan en la Económica editora puedan estar entre los fondos de otras Sociedades.
De hecho, en muchas bibliotecas públicas encontramos en la actualidad fondos
relativos a las Sociedades.
Dos hechos van a marcar la aparición y proliferación de Sociedades Económicas
en gran número de núcleos urbanos de nuestro país. El primero de ellos es la fundación
en 1765 de la Sociedad Bascongada de Amigos del País, a imitación de círculos
y sociedades semejantes existentes en Francia, y el segundo, la publicación en 1774
del Discurso sobre el fomento de la industria popular de Pedro Rodríguez de Campomanes
255 . Para Campomanes la Sociedad Económica debe estar compuesta, para que
pueda ser útil, por la nobleza más instruida del país, puesto que es la que posee las
mejores tierras y tiene mayor interés en fomentar la riqueza del pueblo, cuya industria
da valor a sus posesiones.
Estas sociedades fomentadas desde el gobierno, tenían carácter local o comarcal,
se fijaron como misión el desarrollo de la agricultura, manufacturas, artes, comercio
y educación, por medio de las reuniones de sus socios que provenían de los diversos
sectores sociales que convivían en las ciudades, y a través de las conferencias de
carácter científico que difundiesen los adelantos para un mejor aprovechamiento de
los medios humanos y materiales del país 256 . Uno de los objetivos primordiales de las
Sociedades Económicas de Amigos del País consistió en la utilización más racional
de los recursos y del medio físico en beneficio de sus habitantes. Por ello, llama poderosamente
la atención la inexistencia de esta institución en Ciudad Real durante el
reinado de Carlos III, lo que viene a evidenciar los recelos y la ignorancia existentes
hacia las propuestas del reformismo ilustrado.
255 Entre ambas fechas sólo se fundaron las Sociedades Económicas de Baeza y Tudela, pero entre 1765 y 1808
se fundaron en total 98. Véase Sociedad Económica de Amigos del País (Sigüenza)., Real Cédula de S.M. y
señores del consejo en que se aprueban los estatutos de la sociedad económica de amigos del Pais de la ciudad de
Sigüenza, agregada à la de Madrid, con lo demás que se expresa, à fi n de promover la agricultura, industria y
ofi cios. Sigüenza, Librería Rayuela, 1986. pp. 5-8.
256 Los antecedentes lejanos de las Instituciones Patrióticas se han fi jado en las Academias y Sociedades científi -
cas surgidas en los últimos años del siglo XVII y en la primera mitad del siglo XVIII. Los precedentes próximos
de las Sociedades Económicas se encuentran en las Academias de Agricultura creadas en España entre
los años 1763 y 1765, como consecuencia de la generalización de una opinión favorable a su fundación en
consonancia con lo que ocurría en el resto de Europa. Los precursores teóricos de las Sociedades Económicas
anteriores a Campomanes se remontan a la primera mitad del siglo XVIII, Macanaz ya sugirió a Felipe V la
creación de unos organismos similares. Véase, GUILLAMÓN ÁLVAREZ, F.J. y VELÁZQUEZ MARTÍ-
NEZ, M., “Coordenadas estructurales e inducciones coyunturales de las Reales Sociedades Económicas de
Amigos del País”, en VV.AA., La Economía de la Ilustración. Cuadernos del Seminario “Floridablanca”, nº 2.
Murcia,1988. pp. 173-198. La cita en las pp. 183-185.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Volvemos a Campomanes para observar los fines y objetivos que deben presidir
la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País: “Cualesquiera fatigas y
desvelos que tomen a su beneficio es una retribución debida al valor anual que dan a sus
terrenos. Mientras los populares cultivan con gran penalidad los campos, ellos cuidan de
que no falte a persona alguna de la tierra industria de que vivir y ocupan gloriosamente,
a beneficio de su patria, un tiempo que sus mayores empleaban en la guerra y ahora no
aprovechan. Destierran los vicios que trae la ociosidad y todos a porfía trabajan por el
engrandecimiento de la Nación. ¡Qué felicidad para un hombre de bien haber nacido
con rentas y proporción que le den lugar a la más noble tarea del ciudadano, mientras los
demás están dedicados al afán de sus labores!” 257
De las ideas campomanistas, se colige el siguiente esquema concerniente a las
finalidades regionales de los Institutos Económicos: en primer lugar, promover el
saber científico sobre la existencia de su ámbito geográfico; además, suscitar los conocimientos
técnicos entre su población; también, impulsar la creación de mejores
y mayor suma de bienes; y, por último, conseguir con un trabajo mejor hecho y
más productivo el mayor bienestar social. Lo que pretendían era la regeneración y
revitalización del país hasta el punto de poder situarlo a la altura del resto de las naciones
del occidente europeo. Sin embargo, las reformas planteadas no implicarían
una transformación de las relaciones sociales, sino una adaptación al crecimiento de
la sociedad estamental, cuya articulación jerárquica debía ser mantenida 258 .
Uno de los principales obstáculos –siguiendo a J.M. Barreda y J.M. Carretero– 259
para la creación de Sociedades en el espacio castellano-manchego fue el reducido número
de sujetos ilustrados que les dieran vida. La ausencia de una auténtica burguesía
obligaba a que otros sectores de la nobleza y del clero, con una característica mentalidad
preburguesa, debieran hacer posible en estos ámbitos de predominio rural el nacimiento
de las Sociedades, dentro de la conciencia de crecimiento económico y de transformación
social y cultural que estará presente durante la segunda mitad del siglo XVIII.
En la provincia de Toledo hubo cinco municipios que se hicieron eco de las ideas
vertidas por Campomanes en su obra y dieron lugar a la creación de sendas Sociedades
Económicas: Toledo, Talavera de la Reina, Quintanar de la Orden, Yepes y
Yébenes 260 . La creación de las Sociedades Económicas en la provincia, si seguimos
257 CAMPOMANES, Pedro Rodríguez de., Discurso sobre el fomento de la industria popular. Madrid, Antonio
de Sancha, 1774. Cit. Pérez Samper, M.A., La España del Siglo de Oro. Ariel Practicum. Barcelona, 2000. pp.
232-233.
258 Véase, GUILLAMÓN ÁLVAREZ, F.J. y VELÁZQUEZ MARTÍNEZ, M., “Coordenadas estructurales..”, p.
177.
259 BARREDA FONTES, J.M. y CARRETERO ZAMORA, J.M., Ilustración y reforma en La Mancha. Las Reales
Sociedades Económicas de Amigos del País. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científi cas. Instituto de
Historia «Jerónimo Zurita», 1981. p. 9.
260 Ibidem., pp. 103-114 y 139-149.
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Elena Cano Valderas.
al profesor R. Sánchez González 261 , responde a un deseo de las clases ilustradas para
fomentar la prosperidad y propagar las luces, potenciando al máximo el sector artesanal.
Se pretende con las Sociedades Patrióticas fomentar la agricultura, la industria
y el comercio. Para ello, se estimula la creación de trabajos de economía, se conceden
premios, se promueven los nuevos inventos y todo aquello que suponga un avance
técnico. Sus objetivos no se limitan al terreno económico, y de hecho, la educación
constituirá otra de sus metas más importantes, buscando crear centros donde
se enseñe un oficio con lo que se lograría una finalidad doble, dar trabajo a los más
indigentes y mejorar la calidad de los productos manufacturados 262 . La beneficencia
también estará en el punto de mira de estas Sociedades, con atención prioritaria hacia
cuestiones como la mendicidad y el auxilio de los menesterosos, para los que se
crearán las llamadas Juntas de Caridad 263 .
La Sociedad Económica de Toledo fue la única Sociedad Económica que tuvo larga
pervivencia. Por una parte, el ambiente existente en Toledo para el establecimiento
de una institución de este tipo era muy favorable como se había podido constatar en
varios plenos del ayuntamiento donde, tras surgir el problema de la decadencia de
la industria toledana, se había impulsado la formación de comisiones de regidores
para resolverlo. En el caso de Toledo, el apoyo incondicional de la Iglesia al proyecto
fue decisivo desde el inicio gracias, sobre todo, a la encomiable labor que desde el
Arzobispado de Toledo estaba llevando a cabo el cardenal Lorenzana, muy interesado
en fomentar la industria y las artes de Toledo mediante la Sociedad Económica 264 .
La aprobación oficial de proyecto de Sociedad Económica de Toledo por el Consejo
se expide el 11 de mayo de 1776 265 , celebrándose la primera reunión el domingo
261 SÁNCHEZ GONZÁLEZ, R., “La Sociedad Económica de Amigos del País de Yébenes”, Revista de la Escuela
Universitaria. Toledo: Publicaciones de la Escuela Universitaria de EGB, Año XVII, (enero-diciembre),
1992, pp. 187-221. En especial las pp. 189-191. En el artículo describe con profundidad la fundación de la
Sociedad Económica de Yébenes en 1787, cuando se solicita al Consejo de Castilla su creación. Siguiendo
el modelo de la Sociedad Matritense remitido por el Consejo, se elaboran los estatutos de los Amigos del
País de Yébenes, de cuya lectura se desprende que su fi nalidad última y casi única era potenciar al máximo
la industria textil local y lograr una comercialización más efi caz. Sin embargo, el tiempo iba pasando y la
aprobación de los estatutos no llegaba. Véanse las pp. 192-195.
262 No debemos olvidar –como señalan J.M. Barreda y J.M. Carretero– que en el siglo XVIII los conceptos
de benefi cencia y de enseñanza se encuentran muy entrelazados. Es cierto que los ilustrados tuvieron un
concepto de benefi cencia diferente al imperante hasta entonces, asociándolo al de utilidad, mientras los mendigos
y los pobres no debían recibir la sopa boba sin realizar nada a cambio, sino que tenían que ganársela
como aprendices o realizando alguna labor. Por otra parte, cuando las Sociedades comenzaron a funcionar
intentaron cumplir las disposiciones establecidas en sus Estatutos referentes a la enseñanza. BARREDA
FONTES, J.M. y CARRETERO ZAMORA, J.M., Ilustración y reforma.. Op. Cit., pp. 92-101.
263 Algunas de las Juntas de Caridad, no pudieron despegarse de la mentalidad benéfi ca. Un ejemplo sería la
Sociedad Económica de Alcázar de San Juan, nacida de la iniciativa del Infante don Gabriel Antonio (hijo de
Carlos III y gran prior de la Orden de San Juan). Ibidem., p. 10.
264 Ibidem., pp. 103-104.
265 En los Estatutos de la Matritense se contempla la creación de varias Sociedades agregadas a ella, siendo una
de éstas la de Toledo. La aprobación defi nitiva de sus estatutos tiene lugar el 24 de enero de 1793. Desde esta

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
19 de mayo de 1776. Los miembros del ayuntamiento de Toledo serían los principales
promotores de una Sociedad Económica que durante la primera década tuvo muy
poco protagonismo, precisamente hasta la entrada del estamento eclesiástico en la
Sociedad. En 1786 se aprobaron oficialmente sus Estatutos. En estos inicios, se lucha
sin éxito contra los monopolios de los fabricantes textiles de seda y aparecen continuas
quejas de los socios. En la respuesta a la circular mandada por el Consejo de Castilla
sobre la decadencia se señalan dos problemas fundamentales: el carácter contradictorio
de la situación de la Sociedad; y la obsesión por los cargos directivos de la misma.
Se insiste, por otra parte, en el espléndido estado de la misma y en el gran número de
socios aunque afirman que no encuentran toda la colaboración que sería de esperar
de los ciudadanos. A comienzos del siglo XIX no se produce una reactivación en la
marcha de la Sociedad, sino todo lo contrario se contempla su decadencia.
Por lo que respecta a Cuenca, la idea de establecer una Sociedad Económica nace
de un ilustrado local, don Francisco Auñón, abogado de los Reales Consejos. En un
informe de 25 de enero de 1781 remitido al Consejo de Castilla, señalaba los grandes
males que tenía la provincia conquense y recomendaba la creación de una Sociedad
Económica. La intervención del corregidor fue secundada por varios vecinos de la ciudad
y en su informe al Consejo de Castilla el 11 de septiembre de 1781, comunicaba
el nombre de los veinticinco primeros socios. No tardarían en surgir los problemas
ante la actitud negativa del obispo de la ciudad y el 10 de noviembre de 1781 el Consejo
comunicaba el proyecto al estamento eclesiástico, así como el interés de su incorporación
266 . Sin embargo, el problema de la financiación siempre fue un gran lastre
para el desarrollo de la Sociedad, al margen de las rivalidades existentes con el proyecto
de la Sociedad de Requena, a la que Cuenca intentó obstaculizar todo lo posible.
Aunque la apertura de la Sociedad tuvo lugar el 25 de enero de 1783, donde se
expusieron los grandes problemas de la ciudad, los objetivos de la Sociedad estaban
claros: se hacía necesario crear escuelas, potenciar la beneficencia, reducir la pobreza
generalizada y fomentar la agricultura y el comercio. Tras unos años de iniciativas
y proyectos, al igual que sucedió con la Sociedad Toledana, desde 1800 desaparece
cualquier noticia con respecto a esta Sociedad. Sólo a partir de 1816 volvemos a encontrar
nuevas referencias de la Sociedad de Cuenca 267 .
En la capital de La Mancha – según M. Espadas – 268 la vida de esta institución
fue muy precaria al igual que sucedió en tantas otras ciudades españolas donde las
fecha hasta 1803 no se tiene noticia alguna de la Sociedad Económica, el motivo es la falta de fondos y la
escasez de socios. Ibidem., pp. 106-114.
266 Ibidem., pp. 116-117.
267 Ibidem., pp. 122-126.
268 ESPADAS BURGOS, M., “Ciudad Real y su Sociedad Económica de Amigos del País”, en Cuadernos de
Estudios Manchegos, II Época, número 3, 1973. pp.175-184.
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97
Elena Cano Valderas.
míseras condiciones sociales y culturales ofrecían escasas posibilidades para su arraigo
y desarrollo. Hasta 1788 no hay noticias de que se hiciese ninguna sugerencia sobre
la conveniencia de crear una sociedad económica. Tal proyecto venía de un clérigo
ilustrado, nacido en Ciudad Real, don Manuel Núñez de Arenas, asiduo colaborador
en las páginas del “Memorial literario, instructivo y curioso de la Corte de Madrid”.
En el mes de agosto de 1788 publica en sus páginas su deseo de que se estableciese
una Sociedad Patriótica en Ciudad Real, con la finalidad de sacar a la ciudad de la
miseria en que se hallaba. La agricultura, según el religioso, parecía el medio más
directo y eficaz para lograr la transformación del país, buscando sobre todo el alivio
material de los hombres.
En 1797, se inician negociaciones entre el corregimiento de Ciudad Real y el
Consejo de Castilla acerca del asunto 269 . A la pregunta del fiscal del Consejo sobre
los medios con que cuentan para tal creación, el intendente de La Mancha responde
que sería de suma utilidad el establecimiento de una Sociedad Económica, pero no
creía que se lograse ya que faltaban operario e inclinación a todo lo que no fuese la
agricultura tradicional. El Consejo insiste en que se trate en el Ayuntamiento de su
establecimiento, pero el municipio parece más preocupado por otros problemas de
orden público, que por elevar el nivel económico o cultural del vecindario 270 . En
1807, vísperas de la Guerra de Independencia, seguía insistiendo el Consejo sobre la
propuesta de arbitrios encargada. El informe del cabildo prueba que no se le encontraban
más que inconvenientes ya que a lo único que se comprometían era a la apertura
de una suscripción voluntaria de socios. También se indicaba que si algún día surgiese,
sería gracias a la iniciativa de los particulares, como vendría a suceder en 1834 271 .
Todo parece indicar, como ha señalado J.M. Carretero Zamora 272 , que las Sociedades
Económicas manchegas estuvieron integradas mayoritariamente por los
miembros de la oligarquía local, principal beneficiaria de los oficios venales: alcaldes,
regidores, etc. Para ellos, los establecimientos patrióticos fueron un nuevo espacio
269 El proyecto de creación de la Sociedad Económica no nació del interés del Consejo de Castilla ni de los
funcionarios de la administración central destinados en ella, sino del procurador síndico personero de la
ciudad don Antonio de Porras quien, el 27 de febrero de 1797, se dirigió al Consejo de Castilla exponiendo
los males que aquejaban a la ciudad y proponiendo como remedio la creación de una Sociedad Económica.
BARREDA FONTES, J.M. y CARRETERO ZAMORA, J.M., Ilustración y reforma.. Op. Cit., p. 128.
270 A pesar del impulso inicial, durante los cuatro años siguientes el proyecto quedaría paralizado. En 1802
el Consejo volvía a insistir en la puesta en marcha del proyecto de Sociedad Económica, pidiéndose se le
informase de los posibles arbitrios y fondos para su realización. El ayuntamiento, por otra parte, señalaba
que la ciudad carecía de fondos necesarios debido a la profunda crisis fi nanciera que atravesaba. El proyecto
quedaba nuevamente paralizado hasta 1806 en que el Consejo volvía a insistir sin resultado alguno. Ibidem.,
p. 131.
271 Ibidem., p. 135.
272 CARRETERO ZAMORA, J.M., “Las Sociedades Económicas de Amigos del País en la Mancha: nuevos
datos para el análisis de un modelo regional”, en Coloquio Internacional Carlos III y su Siglo. Actas. Tomo II.
Madrid: Universidad Complutense. Departamento de Historia Moderna, 1990, pp. 819-840. La cita en la
pág 833.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
político que quisieron capitalizar en su provecho exclusivo. En consecuencia, acudieron
no sólo como colaboradores de la idea ilustrada de transformación de la realidad
social y económica del país, sino básicamente como una actividad más de su preponderancia
política en el ámbito local y comarcal.
El fracaso en la instalación de una Sociedad Económica en Ciudad Real se debió a
varias razones. En primer lugar, la transición del siglo XVIII al siglo XIX, un momento
crítico por varias razones: malas cosechas, hambres, desórdenes públicos, aumento
de la inseguridad, etc.. En segundo lugar, por la precaria situación hacendística del
municipio, caracterizada por un latente endeudamiento. Por último, también se ha
aludido a la escasa receptividad de las autoridades municipales de Ciudad Real y
de algunos sectores sociales de la ciudad a los presupuestos ilustrados. El ilustrable
manchego puede que estuviera ilusionado con las proclamas reformistas del gobierno
ilustrado, sin embargo, fue incapaz de asumir intelectualmente los principios básicos
ilustrados y aplicados a una realidad que le condicionaba hasta inmovilizarlo 273 .
5.4. fuentes para eL estudio de La beneficiencia
La imposibilidad real –como señala Margarita Ortega– 274 de que los pobres tuviesen
voz propia en una sociedad tan estamental como la española, explica las numerosas
incógnitas que hoy tenemos sobre una cuestión tan significativa como la historia de la
pobreza. Ni las instituciones fiscales, ni las administrativas proporcionan información
sobre estos hechos, y sólo los censos nos proporcionan datos esquemáticos cuantitativos
sobre el número de los pobres de solemnidad de una determinada población.
Las instituciones eclesiásticas son las que casi siempre proporcionan una mayor
información sobre el socorro de los pobres, como una de sus responsabilidades –junto
a las relativas a las labores de culto, a la promoción o construcción de templos y a la de
monumentos– que asumía la Iglesia tradicionalmente y que cumplía con cierto éxito.
La prosperidad económica constatada en las instituciones eclesiásticas durante la segunda
mitad del siglo XVIII favoreció la realización de este tipo de acciones de caridad.
Las principales series documentales utilizadas proceden de los siguientes conjuntos
de archivos que propicia la documentación propia de las instituciones:
Por una parte, los Archivos eclesiásticos, entre ellos los Archivos Diocesanos y los
Archivos Parroquiales, que nos permiten estudiar la historia y la evolución de algunas
cofradías. Los libros de cuentas de las cofradías, los libros de Visitas, los libros de
rentas y los libros de los cabildos reflejan toda su actividad interna, sus problemas, la
273 Ibídem., p. 835.
274 ORTEGA, M., Confl icto y continuidad en la sociedad rural española del siglo XVIII. Madrid, 1993. pp. 27 y ss.
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Elena Cano Valderas.
calidad de sus componentes, etc. También podemos conocer a través de esta documentación
las motivaciones institucionales, la tirantez de las relaciones y el distintivo
pleitista tan peculiar de la sociedad española de los siglos XVI a XVIII.
Se añaden aquí los Archivos Históricos Municipales que recogen la documentación
de los amplios fondos existentes de algunas Hermandades, unión y simbiosis
desde finales del siglo XVII de distintas cofradías. Los libros de cuentas y de memorias
de algunas cofradías, los libros de inventario y gasto, los libros de Memorias y las
ordenanzas municipales, además de las Actas de los concejos, que contienen numerosas
informaciones sobre el estado de pobreza y deterioro del lugar y de la legislación
de orden local sobre el funcionamiento de estas instituciones. Sin embargo, a pesar
de todas las medidas de beneficencia y las disposiciones legislativas llevadas a cabo, el
número de pobres y mendigos no disminuía.
Por otro lado, son de enorme utilidad los Archivos de las Diputaciones Provinciales,
al albergar una importante documentación relativa al mundo de las cofradías. Los
libros de mayordomías, los libros de entradas de cofrades, los libros de receptorías,
los libros de lactancia y los de expósitos son algunos de los que nos permiten conocer
los asuntos relativos a los mecanismos de tipo económico de estas entidades.
No debemos olvidar los Archivos de los Hospitales, con los libros de acuerdos,
inventarios de ropas, casas, enfermería y convalecencia, libros de cuentas, de salarios
de ministros, libros Becerros de rentas y propiedades, libros de entrada y enfermos,
libros de Tesorería, etc.., ofrecen documentación de tipo económico, válida para estudiar
la evolución financiera, y de carácter administrativo.
Por último, los Archivos de Protocolos, con información siempre dispersa pero al
mismo tiempo útil para completar el panorama económico-social de conjunto.
5.5. pensamiento iLustrado y reformismo sociaL
La administración borbónica se apoyó en la Iglesia para llevar a cabo su labor
benéfica, especialmente en los obispos y cardenales ilustrados, entre otros motivos,
por los siguientes: el prestigio moral entre la sociedad en general y entre el pueblo
llano en particular; la disposición de una infraestructura apropiada y extensa; la riqueza
suficiente; y la función caritativa como rasgo distintivo. En otras palabras, las
posibilidades de la institución eclesiástica eran muy importantes tanto desde el punto
de vista moral como material.
Por otra parte, las nuevas ideas ilustradas sobre la beneficencia, basadas en la eficacia
y la productividad, cambiaron totalmente el sistema asistencial en el siglo XVIII.
Al unir el pragmatismo con la caridad, se luchó más directamente contra la vagancia

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
y los pobres fingidos, tomándose distintas medidas contra la ociosidad para sostener
y amparar a los auténticamente impedidos y necesitados. Se erigieron hospitales y
hospicios para darles atención física y religiosa, a la vez que se instruía y educaba a
los niños en ellos recluidos y se les proporcionaba trabajo digno y adecuado a sus
posibilidades a los hombres y mujeres en ellos refugiados. Con este sistema se obtenían
– según Ángel Santos Vaquero – 275 diversos logros, entre ellos: se atendían las
necesidades de los marginados, cuidando a los realmente impedidos y menesterosos;
se dignificaba la vida de los pobres, facilitándoles la satisfacción de sentirse útiles a
sí mismos y a la sociedad con un trabajo digno y adecuado a sus posibilidades y capacidades;
y se reinsertaba en la sociedad a aquellos que se hallaban capacitados para
aprender un oficio, proporcionándoles un medio de subsistencia en el futuro. Con
ello, se pretendía vaciar de indigentes las calles de las ciudades españolas, evitando
las molestias y mala imagen que proporcionaban, además, de crearse a su sombra
distintos focos delictivos y subversivos. Además, procuraba un cambio de mentalidad
para arraigar en la cultura española la idea de la dignidad y honorabilidad del trabajo
industrial y comercial. Y, por último, pretendía hacer desaparecer el conformismo
fatalista en los necesitados y su liberal e incontrolada manera de vivir.
275 SANTOS VAQUERO, Á., “Pobreza y benefi ciencia en el Toledo ilustrado..” Op. Cit., pp. 321-322.
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Elena Cano Valderas.
VI. Reformismo y proyectos de reforma sobre manufacturas textiles y
comercio en el siglo XVIII.
6.1. reformas durante eL gobierno de feLipe v
Durante este gobierno, se van a recibir tres proyectos relacionados con el comercio
y las fábricas. Cuando Felipe V subió al poder uno de los primeros objetivos de su
reinado fue el restablecimiento de las fábricas y manufacturas textiles del país, dado
el evidente declive por el que atravesaban a consecuencia de la crisis del siglo XVII
y sobre todo de la Guerra de Sucesión. El 4 de diciembre de 1705 se promulgó un
Real Decreto encaminado a este fin. Dos de los proyectos que se han conservado en
el Archivo Histórico Nacional responden a este decreto.
Uno de ellos 276 , aunque no influye en el territorio castellano-manchego, es de
1726, en el cual Juan Alaban escribía exponiendo lo beneficioso que sería establecer
doce escuelas de encajes en Madrid, para instruir a niñas; para cuya enseñanza recomendaba
maestras de Cataluña, porque afirmaba que era la región donde más se
había desarrollado esta práctica.
El otro proyecto que también respondía a este mandato real era un proyecto de
D. Gaspar Naranjo 277 , que no se adscribía a ninguna región en concreto. Este documento
aparece sin fechar, pero por las alusiones a la guerra se puede afirmar que es de
principios de siglo; además al nombrar a D. Juan Orri, se puede poner como fecha
tope de su datación el año de 1726.
Gaspar Naranjo había hecho un Índice compuesto por cinco libros para el fomento
del comercio y fábricas y pide al rey que le dé licencia para que se pueda imprimir por
su utilidad para los fines propuestos. Para llevar a cabo su obra, se había encargado de
inspeccionar las fábricas de las provincias de Sigüenza, Cuenca, Toledo y la Mancha,
276 AHN, Estado, Leg. 3215, núm. 227
277 AHN, Estado, Leg. 3188, núm. 383

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
entre otras. El proyecto se compone de cuatro documentos en los que expone las causas
del atraso del comercio y las fábricas, el estado en que se hallaban los gremios de Mercaderes,
artes y oficios de Sevilla. Explica que había enviado el informe a los consejos
de Castilla, Indias, Hacienda y Estado (a cargo de D. Juan Orri). Sobre todo se pone
énfasis en la consecución de los trajes necesarios para vestir la tropa y la forma de conseguirlos
con la producción de las fábricas nacionales y reduciendo los costes.
También les había remitido muestras de géneros, en concreto “ tejidos anchos y angostos
de seda y lana” y proponía que se mejorasen para imitar los géneros de Francia,
nación a la que se hacía referencia por el valor y calidad de sus manufacturas. Para
restablecer el comercio proponía que se enviasen comisionados para inspeccionar las
fábricas y que se promulgasen algunas instrucciones.
Había examinado los géneros producidos en las provincias citadas anteriormente,
su calidad y precio y examinando a los fabricantes. Se recogieron también muestras
de trajes ya elaborados de infantería y caballería y piezas de paño, de los que había
conseguido una reducción en el precio y además eran de mejor calidad. Estas muestras
se habían remitido a una Junta creada para el restablecimiento del comercio, ya
que la Junta de Comercio en esta época no actuó.
Se alude a un Decreto de 27 de noviembre de 1703, que no se ha conservado,
en el que se ordenaba la producción de 70.000 varas de paño al año para surtir a la
tropa, fijando además su precio en 18 reales la vara. Pero se indica que hubo fraudes
y el precio al que se compraron fue mayor que el fijado.
Pone de manifiesto los problemas que se habían producido para la obtención del
dinero necesario para conseguir estos fines, para lo cual hubo de actuar la citada Junta.
A la Junta se habían remitido proposiciones de varias ciudades para que fuese Gaspar
Naranjo a instruir y a elaborar géneros de lana de mayor calidad, pero por motivos
económicos no había podido efectuarlo y se encontraba este proyecto parado.
Por último, solicita que se mande imprimir su citado Índice, que había remitido a
la Junta de Restablecimiento del comercio. Propone como el lugar más seguro para que
se llevase a cabo la impresión la ciudad de Córdoba, de la que dice que “ay imprentas
mejores, que en Madrid, y con más seguridad del secreto”. Proponía además los medios de
financiación de la publicación, mediante la creación de un título de Castilla en blanco,
que se pusiese a disposición del obispo de Córdoba para que procediese a su venta.
El tercer proyecto que se recogió en este reinado fue uno sobre el establecimiento
de una fábrica de paños al estilo de Abreville en Madrid 278 , por lo tanto tampoco
atañe a la región castellano-manchega.
278 AHN, Estado, Leg. 3182, núm. 141
102

6.2. propuestas y proyectos reformistas surgidos en eL reinado
fernando vi.
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Elena Cano Valderas.
Con Fernando VI las propuestas de reforma, que atañen al territorio castellanomanchego,
se centran en la necesidad de introducir nuevas máquinas y en el problema
del contrabando con géneros extranjeros, problema principal en los reinados de
Carlos III y Carlos IV. En este período se reciben un total de siete proyectos, de los
cuales tan solo dos hacen referencia a esta región. Es importante señalar, aunque no
influya de manera directa a esta zona, la aparición del escrito de D. José de Carvajal y
Lascaster sobre la Defensa de las Compañías de Comercio (1747) 279 , línea en la que
también se recogió un memorial contra el decreto de suspensión de gracias a las Compañías
de comercio (1752) 280 . Otros proyectos que surgen en esta época hacen referencia:
a las fábricas de seda de Valencia (1748) 281 , a un nuevo método de hacer tintes
para las fábricas de paños (1753) 282 y a los gremios de mercaderes de paños (1753) 283 .
En la época del ministerio de Carvajal (1746-1754) se puede datar un documento
sobre el establecimiento de fábricas de tejidos 284 , que, escrito por un inspector de manufacturas
textiles de Francia, pone de manifiesto el estado de las fábricas nacionales
en el sector textil. Este documento se compone de dos memorias y una carta. En
estos momentos entre las Reales Fábricas de textil se encontraban la de Guadalajara
y Cuenca.
Este inspector explica la situación en que se encontraba España, la mayor productora
de lana, que vendía a Holanda, Francia e Inglaterra gran parte de esta producción.
Recordemos que a lo largo del siglo XVIII se intentó prohibir la exportación de
materias primas, entre ellas la de la lana. Esto era muy perjudicial para el comercio y
las fábricas porque después se compraba la tela a los países anteriormente citados. A
cambio de la información que ofrece, pedía una recompensa, protección y que fuese
nombrado inspector de las fábricas que se pusiesen en marcha.
El autor de estas memorias revela el secreto de una nueva máquina que se está
utilizando en Francia, llamada “navette”, la cual describe minuciosamente para que
pudiese ser construida en España. Como ventajas de la máquina destaca que sólo
se necesitaría un obrero que la manejase puesto que alguien con poca experiencia –
como un joven menor de 18 años– podía aprender su uso en poco más de una sema-
279 AHN, Estado, Leg. 3208, núm. 330
280 AHN, Estado, Leg. 3182, núm. 146
281 AHN, Estado, Leg. 3215, núm. 226
282 AHN, Estado, Leg. 3182, núm. 149
283 AHN, Estado, Leg. 3182, núm. 143
284 AHN, Estado, Leg. 3188, núm. 386

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
na. De igual forma, destaca sobre lo beneficioso que sería que las fábricas se situasen
cerca de hospicios para que los huérfanos trabajasen en ellas.
Otros medios que proponía para fomentar las fábricas era el cultivo de las plantas
necesarias para teñir las telas, que se compraban en el extranjero. Expone que el análisis
de forma pormenorizada de las telas producidas en Francia, Holanda e Inglaterra,
permitiría la imitación y, por tanto, la venta de un mayor tipo de tejidos. Por último,
también analiza las leyes creadas en Francia para hacer frente al contrabando.
El Informe sobre las fábricas de paños 285 de Cosme de Borica (1753) es el último
documento que se recoge en este reinado. Corresponde a una carta en la que se analiza
la problemática de la importación de los géneros extranjeros. Para este autor supone
la situación generada de quiebra de numerosas fábricas, tanto españolas como
extranjeras. En relación a la fábrica de Guadalajara, expone que sería necesario que se
bajase el precio de los tejidos a 48 reales. Con ello, las fábricas instaladas en Vizcaya,
Navarra y Guipúzcoa conseguirían evitar la introducción de los géneros extranjeros.
6.3. reformas aparecidas con carLos iii
Las principales temáticas que preocupaban a los que redactaban los proyectos durante
este reinado fueron el fomento de las fábricas, la lucha contra el contrabando y
la manera de proveer de mercancías el continente americano. Además se ha conservado
un memorial que indica el estado de las fábricas de Talavera y Cuenca en 1787,
cuando llevaban un año en manos de los Cinco Gremios Mayores de Madrid. De esta
época encontramos nueve memoriales, de los cuales seis están relacionados con nuestra
región. Los otros tres tratan sobre Escuelas patrióticas 286 (1775), Fábricas de lencería
287 (1777) y Observaciones para el adelantamiento de las manufacturas 288 (1783).
En 1784 Isidro Romero, remite al conde de Floridablanca, secretario de Estado, su
memorial sobre Comercio, agricultura e industria 289 , compuesto de cinco documentos.
En su índice propone varias medidas para la mejora del comercio y las fábricas, como
son la creación de un tribunal para atender sus asuntos, la prohibición de la importación
de ropas del extranjero y la creación de un Banco General Nacional de Fábricas.
Para la mejora del comercio y las fábricas señala que las Diputaciones de las capitales
de provincia se deberían reunir diariamente para intentar recabar informes de mejora
del comercio, tanto interior como exterior. Otro cometido de esta institución sería
285 AHN, Estado, Leg. 3182, núm. 149
286 AHN, Estado, Leg. 3188, núm. 411
287 AHN, Estado, Leg. 3215, núm. 247
288 AHN, Estado, Leg. 3188, núm. 389A
289 AHN, Estado, Leg. 2927, núm. 286
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Elena Cano Valderas.
promover que las posadas se encontrasen “bien servidas” y evitar se cometiesen estafas.
Además, quienes vistiesen ropas extranjeras tendrían pena de privación de empleo o
dignidad y pasarían sus mayorazgos y sus vínculos al hijo primogénito. Recomendaba
que las tiendas tuviesen solamente manufacturas nacionales explicando cómo se debería
llevar el control de las ventas efectuadas por parte del estamento eclesiástico.
Sobre la creación del banco, explica de dónde procederían sus fondos, la cuota
que se impondría y las ganancias en cada ciudad. Se nombran diez ciudades, entre
ellas aparecen Ciudad Real, con uno de los porcentajes más altos de cuota, y Toledo,
que tiene uno de los más bajos. Por último, incide sobre las ventajas que tendría sobre
el real erario, que no tendría que depositar dinero en el citado banco.
Miguel Gerónimo Suárez presenta un memorial en 1784 con el título Manufacturas
de sedas y paños 290 . El archivero de la Junta General de Comercio y Moneda,
afirma que el sueldo por el desarrollo de su labor es muy bajo y solicita trabajar a las
órdenes del nuevo fiscal de comercio. Por su memorial estaba interesado en aplicar
mejoras en las manufacturas y comercio, que había extraído de la teoría y su práctica.
Entre estas mejoras proponía perfeccionar el “Arte de la tintura”.
A lo largo de los tres documentos de que consta, podemos apreciar los méritos
que tenía y su carrera. En 1766 decía haber recorrido todas las fábricas, para de esta
manera poder analizar las causas de su atraso. Había analizado también la cosecha
de la seda, entre otros lugares en el partido de Talavera, cuyas Reales Fábricas fueron
objeto de estudio de forma pormenorizada. Las Reales Fábricas se encontraban en
manos de la casa de los hermanos Uztariz y se había establecido una prensa de aguas.
En 1769 pasó a Barcelona y de allí a Francia, donde también visitó distintas fábricas
y a su regreso le acompañó a Barcelona Juan Baptista Turcón, hijo del inventor del
secreto de abatanar los paños y blanquear las sedas sin jabón.
En cuanto a sus obras, destaca por su traducción del Arte de la tintura de Sedas y
del Arte de la producción de las indianas de Inglaterra. En los 24 tomos, recoge distintas
descripciones de Artes y Oficios, Máquinas, Química experimental y asuntos
de comercio, industria y economía política, obra que había publicado con su propio
dinero y con una ayuda de 70 doblones por cada obra.
En 1785 D. Juan José de la Madriz remite al conde de Floridablanca su escrito
Población, agricultura, fábricas y comercio 291 , compuesto de dos documentos. En primer
lugar expone el papel de las Sociedades Económicas de Amigos del País para ilustrar en
estos temas, pero afirma que sin más ayuda que ellas mismas no pueden alcanzar el ob-
290 AHN, Estado, Leg. 2923, núm. 487
291 AHN, Estado, Leg. 2932, núm. 19

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
jetivo de fomentar las fábricas. El 18 de marzo de 1783 se había declarado por una Real
Orden que los oficios relacionados con el comercio y manufacturas no eran incompatibles
con la nobleza ni con la posesión de oficios municipales; por lo que este autor
solicita que se promueva que las personas más adineradas tomen parte en el comercio.
En cuanto a los productos extranjeros, expone que tanto en América como en la
península se prefieren los paños nacionales a los extranjeros. Pide que para fomentar el
comercio se hagan observar las leyes, sin oprimir la libertad de los comerciantes, señalando
el contrabando como el mayor trastorno que sufre, al provocar la aparición de nuevos
impuestos, imposibilitar el tráfico mercantil, enriquecer a los monopolistas y extranjeros e
impedir el fomento de las fábricas. Reflexiona sobre las dificultades existentes para prohibir
la importación de géneros extranjeros, más aun, teniendo en cuenta el escaso número
de manufacturas nacionales con las que surtir el territorio americano.
Otra forma de fomento que propone es a través de la enseñanza a los jóvenes. Para
ello los Consulados de España deberían costear una escuela pública de comercio. Por
último, llama la atención sobre la necesidad de mejorar los caminos y canales para
facilitar el transporte mercantil y activar el comercio, tanto interior como exterior.
Entre los años 1786 y 1787, los Cinco Gremios Mayores de Madrid, realizaron
un informe 292 , en cinco documentos, sobre el estado de las Fábricas de tejidos que
estaban bajo su dirección. En este informe se describen las fábricas de Talavera de la
Reina y de Cuenca, el precio por el que las adquirieron los Cinco Gremios Mayores,
la producción desde 1785, las mejoras introducidas, el número de operarios, etc.
En el caso de Talavera, los Cinco Gremios Mayores de Madrid se hicieron cargo
de la misma el 10 de octubre de 1785 tras el pago de 5.022.653 reales y 22 maravedíes.
En la exposición se alude a la disposición de los distintos edificios y oficinas que
había en este momento, tales como eran: el almacén central, la oficina de hilaza y los
hornos. En las mejoras se invirtieron 181.000 reales. Entre las reformas se destaca la
creación de un pozo en el segundo patio de hilaza.
Se explica el desarrollo del trabajo y el personal que había, en torno a 400 personas
(un maestro, un oficial de libros, un portero, cuatro maestras, 310 hilanderas
y torneras, 39 aparadoras, 36 peones para ahogar, un carpintero, un aguador, un
carbonero y dos mozos). La producción obtenida, en el caso de las sedas ascendía a
7.471.118 reales y 31 maravedíes, de cintería se habían producido 46.146 piezas y de
laquetes de medias de seda 1.049. La seda utilizada procedía de la cosecha del propio
partido, pero también se habían tenido que comprar en Valencia.
292 AHN, Estado, Leg. 3182, núm. 150
106

107
Elena Cano Valderas.
La Real Fábrica de Cuenca se había obtenido el 24 de marzo de 1786 y había costado
403.162 reales y 22 maravedíes. No era una fábrica rentable, ya que sus pérdidas
ascendían a 69.477 reales y 7 maravedíes, la causa que se apuntaba era el atraso de
las manufacturas. Los reparos necesarios se habían valorado en 29.000 reales y otros
200.000 reales para construir el camino que unía Cuenca hasta Tarancón. Además se
habían agregado fincas y territorio para proceder a su ampliación y se había contratado
a otros 517 trabajadores.
En cuanto a maquinaría, se habían adquirido 696 tornos de hilar estambre, cuatro
telares para paños, tres para barraganes y dos para telas angostas, casimiros, eternas y
medios paños. La producción hasta 1787 fue de 127 piezas de paños, 130 de barraganes,
140 de sargas, 12 de telas angostas y 31 alfombras, sumando un total de 440 piezas.
José Martínez de Bustos en 1787 redacta un escrito que titula Fábricas de lanas 293 ,
que se compone de dos documentos. Vuelve a exponer el tema de la venta de las lanas
españolas a los extranjeros, que según dice provocan la destrucción de las fábricas.
Para evitarlo se debe prohibir el comercio de estas lanas. Afirma que sólo se trabaja
una pequeña porción de todas las arrobas de lana que se producen. Para evitar este
mal propone la creación de cinco nuevas fábricas de lana “de todos los géneros y suertes
de tegidos”, defiende la creación de una de ellas en Molina de Aragón o cerca de
Cuenca. Preveía que se surtirían con unos 50.000 telares. Expone que dos deberían
producir tejidos entrefinos y ordinarios y las otras tres elaborarían tejidos finos para
España y América. Estas factorías deberían tener una duración mínima de diez años
para que surtiese efecto en la compra de lanas.
Pide que se le permita tomar la dirección de las fábricas, para que no fuese costoso
a la Corona, la cual tendría que proporcionar los edificios y casas y proveer los
medios de su protección. Describe la forma que se deberían comprar las lanas finas
y entrefinas para surtir las fábricas y el modo en que se pagarían. Solamente la lana
sobrante se llevaría a los Puertos o a la Corte, desde donde se podría vender, bajo
un precio definido y con una tasa que encareciese las manufacturas extranjeras. Para
poder extraerlas, primero debería quedar constancia por escrito, y su embarco debía
hacerse en barcos nacionales.
Por otra parte, para estimular las fábricas recomienda que los embajadores y personas
que estuviesen en el extranjero deberían buscar especialistas para que en España
enseñasen a elaborar los tejidos de mayor calidad mientras José Martínez se comprometía
a correr con los gastos de los extranjeros. Para que los trabajadores tuviesen una
mayor formación, los Justicias y Prelados eclesiásticos debían hacerse cargo de que
todos los niños y niñas se formasen en los procesos de fabricación.
293 AHN, Estado, Leg. 2932, núm. 21

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
En 1788 Francisco Javier de Zuloaga, un comerciante de Cádiz, redactó los Medios
de fomentar las fábricas, surtir América de mercancías y evitar el contrabando 294 ,
lo que según él eran los principales objetivos del ministerio. Los medios eran de
nuevo la prohibición de géneros extranjeros, la fabricación de los necesarios para
América y las prevenciones necesarias para evitar el contrabando. Vuelve a incidir
sobre el poco efecto que tiene la prohibición de introducir tejidos extranjeros, si
en España no se elaboran los necesarios para cubrir la demanda americana. Afirma
que la prohibición alimenta el contrabando, cosa que no pueden impedir las fuerzas
marítimas por la amplitud de las costas y el gran número de calas y desembarcaderos.
El camino para evitar el contrabando no puede ser a costa de permitir el comercio
extranjero, debido al daño directo para las fábricas.
No defiende la creación de más fábricas, como en el proyecto anterior, sino la
creación de una “Real Patriótica factoría General” en cada puerto, costeado por la Real
Hacienda o por algún particular. Servirían como almacén de géneros extranjeros,
para que en el caso de que la producción nacional no cubriese la demanda americana
poder satisfacerla mediante estos tejidos. Estos almacenes estarían bajo la dirección
de un comerciante nacional y disfrutarían de la real protección.
La Real Hacienda debería informar al director de las mercancías prohibidas, consiguiendo
de esta forma evitar el contrabando y facilitarlas a los fabricantes para estimular
su imitación. También debería tener un informe elaborado por los fabricantes
y comerciantes sobre los precios para intentar equilibrarlos. Deberían dejar constancia
por escrito de todos los géneros que llegasen a las aduanas, estando prohibida su
recepción por otro lugar distinto.
Para el fomento de las fábricas defiende que cada fabricante debería tener un
representante que recogiese los géneros que elabora o al menos muestras. Habría que
formar listado anual con el nombre de los fabricantes. Los comerciantes que traficaban
con América deberían informar por escrito a los fabricantes de lo que necesitasen,
con una antelación de tres meses para que pudiesen fabricar las manufacturas
necesarias. Para que no hubiera abuso por parte de los fabricantes debería elaborarse
una Junta que estuviese informada sobre la calidad y los precios. La Real Factoría
no podría vender géneros sin que el cargador justificase la falta de los mismos en las
fábricas nacionales; y su director debería informar a la Real Hacienda anualmente
sobre los productos registrados en las aduanas y los certificados de los fabricantes. Por
último, los directores deberían reunirse con los fabricantes o sus comisionados para
exponer medios para fomentar las fábricas y extender los tipos de tejidos.
El fomento del comercio por parte de la Corona, vendría por la bajada de los
294 AHN, Estado, Leg. 3188, núm. 371
108

109
Elena Cano Valderas.
Reales derechos, con lo cual se podrían proporcionar las manufacturas demandadas,
evitando el fraude. Otros medios serían la concesión de gracias que beneficiasen a los
fabricantes, estimularlos a través de premios o distintivos por la calidad o el mérito e
imponer penas más elevadas por el tráfico de mercancías prohibidas.
6.4. carLos iv y Las propuestas reformistas de finaLes de sigLo.
Durante su reinado se recibieron tres proyectos, que incidían, ya no tanto en las
inconveniencias del comercio de géneros extranjeros, sino sobre las formas de fomentar
la industria a través de la bajada de los gravámenes a que tenían que hacer frente
comerciantes y fabricantes, dándose cuenta de lo perjudicial que fue la dirección de
los Gremios Mayores sobre Guadalajara y San Fernando y un envío de muestras de
Talavera por encargo de la Reina.
El primer proyecto es el Discurso político sobre agricultura, industria y comercio 295 ,
que entre 1794 y 1796 eleva Bernabé Portillo al duque de Alcudia. Destaca sobre
todo cómo mejorar la administración a lo largo de cinco documentos. Explica como
desde Felipe V se habían creado varias instituciones y se habían promulgado distintas
providencias sobre economía que habían conllevado el aumento de la población, la
bajada de los impuestos y se habían puesto en funcionamiento fábricas y modernizado
la navegación y el comercio. Pero al compararlo con otros países quedaba en
evidencia el retraso que aún se sufría. Resalta la importancia de los Consulados de
Comercio, institución que dice eran de suma utilidad.
Afirma que era imposible la mejora de las factorías por el abandono de la agricultura
y la desigualdad de las contribuciones. Siendo el comercio activo muy limitado, por
estar dirigido por reglamentos formados sin conocimiento de “la Ciencia Económica”.
En su opinión, uno de los males fue el fracaso del proyecto de Única Contribución;
otro la carencia de unas ordenanzas sobre comercio, que convirtieron los procesos mercantiles
tediosos y lentos por los numerosos pleitos. Ya había analizado las causas de la
decadencia a través de varias Memorias Económicas que había escrito y defiende que
el principal medio de solventarlas es con una mejor organización de la Administración.
Propone la creación de una Secretaría para las materias económicas, que dependería
de la de Estado. Se auxiliaría de un Consejo Supremo, una Secretaría y su Relatoría
y una Escribanía de Cámara para los pleitos. Se compondría de tres Directores y
nueve oficiales, tres por cada uno de los ramos; un Presidente y doce Consejeros; dos
secretarios de embajada o Cónsules generales de países extranjeros; dos oficiales de la
Secretaría de Estado y tres labradores de las provincias; Diputados de los Consulados;
los Intendentes serían consejeros natos. Sin embargo, no debía haber fiscales.
295 AHN, Estado, Leg. 3208, núm. 344

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Esta secretaría despacharía todos los asuntos económicos de agricultura, industria
y comercio. Las Sociedades Económicas estarían bajo su amparo, al que dirigirán sus
escritos. Además conocerá de los pleitos que se apelen de los Consulados, para cuyo
fin estaría una Sala de Justicia.
La ventaja que ofrecía esta Secretaría era que no conllevaría perjuicio del Erario,
para ello se proponía eliminar costes, por ejemplo, suprimiendo parte del personal
de la Secretaría de Hacienda, Consejo de Hacienda, Junta de Comercio, Consejo de
Castilla o Consejo de Indias.
Por último se refiere a los impuestos y se lamenta del fracaso del proyecto de Única
Contribución. Afirma que un menor impuesto territorial sería suficiente para cubrir
el producto actual de las Rentas, mucho más gravosas que se habrían extinguido si el
proyecto no hubiese fracasado. Defiende que deberían extinguirse los impuestos de la
Alcabala y los Millones, para de esta manera poder subir las rentas obtenidas mediante
los impuestos correspondientes al paso por las aduanas y los que se obtenían con los estancos.
El autor de estas memorias ideó un plan de Catastro en el año 1779 que facilitó
al Secretario de la Única Contribución, pero que tampoco se ejecutó.
En 1797 Marcos Herrero eleva una carta titulada Fábrica de medias de Talavera 296
en la que expone el pedido que había realizado la Reina de unas medias. En esta carta
afirma que se habían mandado unas muestras de medias, junto con otros géneros,
pero que el mejor oficial que había en la fábrica iba a elaborar doce pares de medias
de mejor calidad y perfección que las que se habían remitido anteriormente.
También se puede adscribir a este periodo una representación anónima sobre
los Perjuicios que ocasionaba la compañía de los Cinco gremios de Madrid 297 , que
aunque no está fechada durante este gobierno los Cinco Gremios Mayores de Madrid
ya no tenían fábricas a su cargo. Este documento tiene importancia para la zona
de estudio porque en él se habla del aumento de los precios de los paños de San
Fernando y Guadalajara, que habían pasado de costar entre 52 y 60 reales a los 60
y 70 reales impuestos por los directores, porque según el autor de este documento
“querían enriquecerse”.
296 AHN, Estado, Leg. 3215, núm. 2382
297 AHN, Estado, Leg. 31, núm. 158
110

VII. Conclusiones
111
Elena Cano Valderas.
Durante el siglo XVII, los arbitristas habían diagnosticado muchos de los males
de la economía española, en ocasiones con propuestas carentes de sentido y de valor.
Sin embargo, en sus escritos se percibían aquellos elementos que podrían acompañar
a todo panorama de crisis con una serie de razones que podían explicar claramente
el giro negativo de la economía peninsular. Una agricultura deficiente y con unas
estructuras arcaicas incapaces de hacer frente al crecimiento demográfico del siglo
XVI, que llevó a la larga a un descenso de los rendimientos.
La creciente presión fiscal y la contracción de la demanda urbana, que ocasionaron
la descapitalización del campo, su abandono y la marcha de numerosa mano de
obra a las ciudades. El hundimiento del volumen del tráfico comercial con América
y la falta de inversión en el sector de las manufacturas, que habían determinado una
coyuntura desfavorable al sector manufacturero y comercial que, por otra parte, no
empezaría a recuperarse hasta la década de 1680.
Las regiones periféricas, a tenor de los testimonios de la época, ofrecieron los
primeros síntomas de recuperación, con el fomento de la producción industrial y la
introducción de nuevas técnicas enseñadas por los artesanos extranjeros. Solamente
en las dos últimas décadas, se constató la estabilización monetaria que terminó con
la inseguridad de los negocios y creó las condiciones necesarias para la recuperación
económica del país atestiguada en el siglo XVIII.
La España de la Ilustración asistió, por otra parte, a un profundo debate en el que
se abogaba por la necesaria regeneración de las ideas políticas y de la vida cultural
para la mejora de las condiciones de vida de los españoles y para dar mayor fortaleza
a la institución monárquica. De hecho, la construcción de una verdadera administración
central y el incremento del poder absoluto del rey posibilitaron la eliminación
de algunas trabas forales y la creación de un cuerpo de funcionarios, compuestos por
magistrados, militares o simplemente administradores.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Esta regeneración actuó como tarea primordial de los ministros, que debían diagnosticar
la situación y proponer distintas soluciones y remedios que mejoraran la
deteriorada situación económico-social. En este ambiente, fueron cada vez más numerosas
las ideas reformistas proyectadas en terrenos como la economía y la sociedad.
A lo largo del siglo XVIII, la nueva casa gobernante en España se encuentra con
un panorama desolador en el terreno económico, y sobre todo de las manufacturas
textiles; que además se vio más perjudicado como consecuencia de la guerra de Sucesión.
Desde un primer momento con Felipe V se empiezan a poner los medios para
ir solventando esta situación, como así lo han demostrado las ordenanzas emitidas
durante su gobierno. Como puede observarse también en sus sucesores, las medidas
legislativas encontraron un eco en los pensadores del momento, que elevaron sus
informes a los Consejos de Estado o Hacienda.
La legislación emanada desde el gobierno se ocupó de temas de todo índole, desde
las cosas que se fabricaban, las ordenanzas de las Sociedades Económicas de Amigos
del País, de la Junta General de Comercio y Moneda, de los revendedores o de las
patentes. Pero los puntos sobre los que se hizo mayor hincapié a lo largo del siglo
fueron los relacionados con los fabricantes, fábricas, sus privilegios (sobre el que se
conservan una multitud de medidas) y sobre todo las relacionadas con el comercio
(comerciantes, comercio con las colonias, los productos que se podían importar o
exportar).
Felipe V estuvo muy influenciado por las medidas económicas tomadas por Colbert,
durante el reinado de su abuelo Luis XIV, las cuales se vieron reflejadas en las
disposiciones legales emanadas en su gobierno. Se buscó el fomento de las manufacturas,
para evitar que siguiese su deplorable estado.
Durante el reinado de Fernando VI, se promulgaron medidas legislativas dirigidas
a la regulación del comercio con países extranjeros, condicionadas por la situación
diplomática de cada momento. Otras medidas fueron ventajosas para el comercio,
como la concesión de privilegios a los comerciantes. Otra temática fueron las fábricas
y procesos productivos. Con Fernando VI se produjo la concesión de algunas Reales
Fábricas a los Cinco Gremios Mayores de Madrid, como se ha podido comprobar,
en años posteriores, con Carlos III, también se volvieron a hacer estas concesiones,
tomando la dirección de numerosas Fábricas Reales.
En el periodo de Carlos III nos hemos encontrado una producción legislativa más
numerosa que en los demás reinados del siglo XVIII. Siempre estas disposiciones se
encaminaron a la mejora de la actividad comercial y la producción de las manufacturas
textiles, en concreto, se buscó favorecer el comercio, se reguló de forma insistente
112

113
Elena Cano Valderas.
sobre las importaciones y exportaciones o sobre la fabricación textil. Con este monarca
se llevaron a cabo las últimas medidas relacionadas con la Junta de Comercio y
Moneda y con las Sociedades Económicas de Amigos del País.
En la época de Carlos IV el número de medidas tomas disminuye respecto al reinado
anterior, aunque también es un número elevado en comparación con la primera
mitad de la centuria. Se sigue buscando el fomento del comercio y la producción
textil, como se puede observar por la reiteración de estos temas en las normas. Otras
temáticas fueron las relacionadas con las importaciones y exportaciones, con menor
relevancia; o las relacionadas con el comercio exterior, influidas por las alianzas y
enemistades políticas.
En cuanto a los memoriales sobre reformismo evacuados al gobierno, durante
el reinado de Felipe V el énfasis su puso en el restablecimiento de las fábricas y el
comercio. Para ello se mandaron estudiar las fábricas y se pidió que se buscasen los
medios para su mejora. En el reinado de Fernando VI se centraron en las nuevas
máquinas y en el problema del contrabando. Con Carlos III siguió la problemática
del contrabando y la forma de fomentar las fábricas, pero se añaden nuevas temáticas
como la manera de abastecer toda la demanda americana y también conservamos
memoriales remitidos por los Gremios Mayores de Madrid sobre su gestión de las
fábricas de Talavera y Cuenca.
Las últimas memorias del siglo tienen propuestas distintas, por un lado se continúa
con el tema de la mejora de las manufacturas nacionales, obviando el tema del
contrabando, pero también un informe sobre la dirección llevada a cabo por los Cinco
Gremios Mayores de Madrid, y la petición de muestras a la fábrica de Talavera.
Se puede observar un paralelismo entre las medidas legislativas tomadas a lo largo
de la centuria y los memoriales elevados a los Consejos. Aumentaba el interés por una
materia determinada cuando el monarca emitía una medida legislativa que llamara
la atención sobre ese punto.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
VIII. Anexos 298
8.1. disposiciones LegisLativas
8.1.1. LegisLación anterior aL sigLo Xviii. tabLa temática y cronoLógica
1. De los oficios, sus maestros y oficiales
Fecha Disposición Legal
1511/6/1
1552/5/25
1560
D. Fernando y Dª Juana por la pragmática de 1 de Junio de 1511, comprehensiva de las
ordenanzas de la labor de paños. Obligación de los ofi ciales a pagar el daño de las obras que
hicieren a sus maestros, y éstos a los dueños de ellas
D. Carlos I por Pragmática de 25 de Mayo de 1552 cap. 16. Formación de ordenazas para el
buen uso de los ofi cios
D. Felipe II año 1560 pet. 38. Los tundidores no puedan usar el ofi cio de sastre, y sí elegir
uno de ambos ofi cios
2. De las fábricas de Reino
Fecha Disposición Legal
1623/2/10
1682/12/13
1685/4/9
D. Felipe IV por el capítulo 12 de la pragmática de 10 de Febrero de 1623. Prohibición de
la fábrica y venta de telas de seda o lana sin la cuenta, marca y ley que previenen las leyes y
ordenanzas del Reino
D. Carlos II por pragmática de 13 de Diciembre de 1682. El mantener fábricas de texidos,
con las calidades que se expresan, no se tenga por contrario a la nobleza y sus prerrogativas
D. Carlos II por resolución a consulta de 9 de Abril de 1685. superintendencia de las fábricas
del Reyno cometida a los Corregidores y otros Ministros, como comisionados de la Junta
general de Comercio
298 De todas las normas legislativas inéditas que se han encontrado en los archivos, sólo se han transcrito las que
se han considerado más importantes, para evitar que el presente Anexo sea demasiado extenso
114

3. De la Junta general de Comercio, Moneda y Minas
Fecha Disposición Legal
1683/3/15
115
Elena Cano Valderas.
D. Carlos II por cédula de 15 de Marzo de 1683. Jurisdicción de la Real Junta de Comercio
con inhibición de los demás Tribunales
4. De los mercaderes y comerciantes, y sus contratas
Fecha Disposición Legal
1435; 1494;
1537; 1548
1449
1494
1501
1501; 1548;
1598; 1604
1549/12/4;
1552/3/11
D. Juan II año 1435, petición 31; D. Fernando y Dª Isabel en el capítulo 3 de la pragmática
de 1494; y D. Carlos I año 1537, petición 87, y año 1548 petición 154. Venta y medida de
los paños y frisas que se fabriquen en el Reino
D. Juan II en su quaderno de leyes de 1449 capítulo 61. Libre curos en estos Reynos de
todas las mercaderías; seguro Real y privilegio concedido a los mercaderes que vinieren a
comprar y vender en ellos
D. Fernando y D.ª Isabel por pragmática de 1494.
Capítulo 1. Modo en que deben tener los mercaderes las vistas y ventanas de sus casas y
tiendas para vender.
Capítulo 2. Medida de los brocados y sedas; y penas del mercader que no midiere en el
modo que se le previene.
Capítulo 3. La disposición de la ley precedente [Venta y medida de los paños y frisas que se
fabriquen en el Reino, 1435] se entienda con todos lo que hicieren paños para vender; y los
mercaderes observen lo que se les previene.
Capítulo 4. Obligación de los mercaderes a manifestar a los compradores de los brocados,
sedas y paños lo defectuoso de ellos, y demás que se previene.
Capítulo 6. Prohibición de vender paño engrasado; y facultad del comprador para devolverlo,
aunque esté hecho ropa.
Capítulo 7. Ningún tundidor ni sastre tenga tienda par de los mercaderes.
s/cap. Los paños de fuera del Reyno se vendan desliados, para que el comprador sepa lo que
compra.
D. Fernando y Dª Isabel por pragmática de 1501. Los tundidores, sastres y jubeteros no
lleven hoques por ir a las tiendas de los mercaderes con los compradores de paños o sedas
D. Fernando y Dª Isabel por pragmática de 1501; D. Carlos I año 1548, petición 169; y D.
Felipe II en las Cortes de 1598, publicadas en 1604, petición 40. Venta y medida de los
paños extrangeros en el mismo modo de los del Reyno, para evitar fraudes en ellos
D. Carlos I y Dª Juana a 4 de Diciembre de 1549; y por pragmática de 11 de Marzo de 1552.
Libros que deben tener los cambios y mercaderes en el modo que se expresa
5. De los revendedores, regatones y buhoneros
Fecha Disposición Legal
1549/2/26 D. Carlos I por pragmática de 26 de Febrero de 1549, capítulo 14. Prohibición de comprar
paños para revender en las ferias
1552/3/25 D. Carlos I y D. Felipe en Madrid por pragmática de 25 de Marzo de 1552, capítulo 4.Prohibición
de comprar paños en hilaza o xerga, o batanados, para revender
1552/4/25;
1558; 1560
D. Carlos I y dª Juana, y en su ausencia el Príncipe D. Felipe por pragmática de 25 de Abril
de 1552; y D. Felipe II por pragmática de 1558, y el año de 1560, petición 35. Facultad de
comprar lanas para revender a mercaderes y fabricantes de paños de estos Reynos, y prohibición
de venderlas para llevar fuera de ellos

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
1552/5/25 D. Carlos I en las ordenanzas de Madrid de 25 de Mayo de 1552, capítulo 8. Prohibición de
comprar seda para revender los arrendadores de las Rentas de ella y sus administradores
1562/7/4 D. Felipe II por pragmática de 4 de Julio de 1562. Prohibición de andar por las calles los
buhoneros, y de entrar en las casas vendiendo sus mercaderías
1599/5/14 D. Felipe III por pragmática de 14 de Mayo de 1599. Prohibición de comprar seda cruda
para revender en la misma especie
1600/6/2 D. Felipe III en por pragmática de 2 de Junio de 1600. Prohibición de revender la seda
comprada en capullo o mazo, sino es después de teñida o texida
1627/9/13 D. Felipe IV por pragmática de 13 de Septiembre de 1627. Prohibición de regatones en
observancia de las leyes, y pena de los contraventores
1657/10/15 D. Felipe IV por pregón de 15 de Octubre de 1657. Observancia de la ley precedente
[1627/9/13], y pena de los contraventores
6. De las cosas prohibidas de introducir en el Reino
Fecha Disposición Legal
1480
1500/8/20;
1514/9/15;
1523;
1525/8/27;
1532
1532
1623/2/10
D. Fernado y Dª Isabel. Unión de los Reynos de Castilla y León con los de Aragón, y libre
paso a éstos de las cosas antes vedadas, a excepción de la moneda
D. Fernando y Dª Isabel por pragmática de 20 de Agosto de 1500; y Dª Juana a 15 de Septiembre
de 1514; D. Carlos I y Dª Juana año 1523, petición 53; y en 27 de Agosto de 1525, y
año 1532, petición 46. Prohibición de meter y vender en estos Reynos seda alguna de fuera
de ellos
D. Carlos I y Dª Juana año 1532, petición 99. Prohibición de introducir sábanas del Reyno
de Francia ni de otras partes
D. Felipe IV en los capítulos de reformación de la pragmática de 1623. Prohibición de introducir
en estos Reynos vestidos y otras piezas de ropa y muebles.
7. De la extracción prohibida de la seda, lana y otros géneros del Reino
Fecha Disposición Legal
1552/5/15
1699/6/23
1699/6/23
D. Carlos I y D. Felipe por pragmática de 15 de Mayo de 1552, capítulo 8. Prohibición de
extraer la seda de estos Reinos
D. Carlos II a consulta del Consejo de 23 de Junio de 1699. Observancia de las leyes prohibitivas
de extraer la seda de estos Reinos
D. Carlos II a consulta del Consejo de 23 de Junio de 1699. Prohibición de extraer las lanas
bastas y ordinarias del Reino
8. De los corredores
Fecha Disposición Legal
1492; 1501
1552/3/11
D. Fernando y Dª Isabel año de 1492, 1501. Prohibición de comprar los corredores para si
las cosas que les dieran a vender
D. Carlos I, y D. Felipe en Madrid por pragmática de 11 de Marzo de 1552. Prohibición a
los extrangeros del ofi cio de corredor de cambios y mercaderías
116

1552/3/11
1583
117
Elena Cano Valderas.
D. Carlos I y Dª Juana por pragmática de 11 de Marzo de 1552. Prohibición del ofi cio de
corredor en ferias sin el nombramiento de los pueblos que tengan costumbre de hacerlo
D. Felipe II en las Cortes de Madrid de 1583, petición 23. Prohibición de comprar mercaderías
los corredores, y de vender y negociar las que fueren suyas
9. De las ferias y mercados
Fecha Disposición Legal
1473;
[1474-1506]
Seguro Real concedido a las personas y bienes de los que fueren a ferias [petición a Enrique
IV 1473]
[1454-1474] Don Enrique IV. Prohibición de ferias y mercados francos sin privilegio Real
1491/12/10
D. Fernado y Dª Isabel a 10 de Diciembre de 1491 en el quaderno de las alcabalas, capítulo
137. Observancia de la ley anterior [Prohibición de ferias y mercados francos sin privilegio
real], y nuevas penas a los que hagan y consientan ferias y mercados francos por propia
autoridad
8.1.2. LegisLación deL sigLo Xviii. tabLa temática y cronoLógica.
1. De los oficios, sus maestros y oficiales
Año Disposición Legal
1703/6/2
1757/11/10
1777/3/24
1779/1/12
1783/3/18
1784/9/2
D. Felipe V por decreto de 2 de Junio de 1703. Todos los tratantes y ofi ciales que residan
en Madrid, se incorporen en los respectivos Gremios, contribuyan en los repartimientos, y
puedan ser denunciados por los veedores
Real Cédula de Su Magestad… aprobando las Ordenanzas que han de observar los Artes de
Tintoreros de Sedas y Lanas de estos Reynos
Real Cedula de S. M. y Señores del Consejo (de 24 de marzo de 1777), declarando por
punto general que todos los Ofi ciales Artistas, o Menestrales, naturales de estos Reynos,
que pasaren de un Pueblo a otro, y solicitaren que se les apruebe de Maestros, y reciba en el
Colegio, o Gremio que haya en el de su Ofi cio, sean obligados los Veedores, y Examinadores
de él a admitirlos a examen, y hallandoles habiles, a despacharles su Carta de examen, y
a recibirlos por Individuos de sus respectivos Colegios, o Gremios, en la conformidad que
se previene
Real Cédula de S. M. y Señores del Consejo (de 12 de enero de 1779), por la que se manda
que con ningun pretexto se impida ni embarace, por los Gremios de estos Reynos u otras
personas, la enseñanza a mujeres y niñas de todas aquellas labores y artefactos que son
propios de su sexo, sin embargo de las privativas que en sus respectivas Ordenanzas tengan
los Maestros de los referidos Gremios, con lo demás que se expresa
Real Cédula de S. M. y señores del Consejo, por la qual se declara, que no sólo el Ofi cio de
Curtidor, sino también los demás Ares y Ofi cios de Herrero, Sastre, Zapatero, Carpintero
y otros a este modo, son honestos y honrados; y que el uso de ellos no envilece la familia,
ni la persona del que los exerce, ni la inhabilita para obtener los empleos municipales de la
República en que estén avecindados los Artesanos o Menestrales que los exercitan; con lo
demás que se expresa
D. Carlos III por resolución a consulta de 27 de Marzo, y cédula del Consejo de 2 de Septiembre
de 1784. La ilegitimidad no sirva de impedimento para exercer las artes y ofi cios

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
1784/9/2
1788/5/15
1790/5/19
1790/5/19
1793/1/29
Real Cédula de S. M. y señores del Consejo, por la qual se declara a favor de todas las mugeres
del Reino la facultad de trabajar en la manufactura de hilos, como en todas las demás
Artes en que quieran ocuparse y sean compatibles con el decoro y fuerzas de su sexo, con lo
demás que se expresa
D. Carlos III en la instrucción de Corregidores, inserto en cédula de 15 de Mayo de 1788,
capítulo 33. Cuidado de los Corregidores y Justicias sobre el buen uso de los ofi cios de
artesanos, y cumplimiento de las escrituras de aprendizage
Real Cédula de S. M. y Señores del Cosnejo (de 19 de Mayo de 1790), en que se deroga la
Ordenanza de qualquier Gremio arte u ofi cio que prohiba el exercicio y consevación de sus
tiendas y talleres a las viudas que contraigan matrimonio con quien no sea del ofi cio de sus
primeros maridos
Real Cédula de su Majestad y señores del Consejo en que se declara que las personas que
se hayan ocupado en el contrabando, y no acrediten haberle dejado pasados tres años, no
puedan obtener los ofi cios de república
Real Cédula de S. M. y de los Señores del Consejo (29 de enero de 1793), por la qual se
extinguen todos los Gremios de Torcedores de Seda, y declara ser libre este arte o exercicio,
y común a todas las personas de ambos sexos que quieran dedicarse a él, en la conformidad
que se expresa
2. De las fábricas de Reino
Año Disposición Legal
1705/12/4
1728/4/19
1736/9/24
1760/11/16
1774/11/18
1777/2/18;
1778/3/8
1778/8/28;
1778/11/27
1781/2/19
1783/7/9
1784/10/2;
1784/12/14
D. Felipe V por decreto de 4 de Diciembre de 1705. Aumento de nuevas fábricas en los
pueblos, y restablecimiento de las antiguas al cuidado de los Corregidores y Justicias, y de la
Real Junta de Comercio
Ordenanzas establecidas para el mejor régimen, aumento y perfección de la fábrica de
Barraganes, en la ciudad de Cuenca… mandadas observar por … Real Cédula de 19 de abril
de 1728
Real Pragmática que declara el modo, y forma como se deven labrar los Tegidos de oro,
plata, y seda, en todos los Reynos de España, y las Ordenanzas en ella insertas… y Ordenanzas
el régimen y gobierno del Colegio y Arte Mayor de la Seda de la ciudad de Valencia,
concedidas por Su Magestad... En el día 24 de setiembre del año 1736...
D. Carlos III por cédula de 16 de Noviembre de 1760. Observancia de las órdenes a que
deben arreglarse los fabricantes de bayetas fi nas de estos Reinos
Real orden del Consejo remitiendo ejemplares, para distribuir en las Parroquias, del “Discurso
práctico de la Industria Popular”
D. Carlos III en el Pardo por resolución a consulta de 18 de Febrero de 1777, y cédula de la
Junta de Comercio de 8 de Marzo de 78. Tolerancia a las fábricas de seda del Reyno en la
marca, cuenta y peso de sus texidos
D. Carlos III por resolución a consulta de 28 de Agosto, y cédula de la Junta de Comercio
de 27 de Noviembre de 1778. Inteligencia de la ley precedente, y sujeción de los texidos de
seda extrangeros a la marca, cuenta y peso que en ella se previene
Informes de las Reales Sociedades Económicas de Madrid y Murcia sobre erección, dotación
y Gobierno de Hospicios o Casas de misericordia
Resolución de S. M. a consulta del Consejo de veinte y cinco de Junio de mil setecientos
ochenta y tres, sobre reforma, extinción y respectivo arreglo de las Cofradías erigidas en las
Provincias y Diócesis del Reyno
D. Carlos III por resolución a consulta de 2 de Octubre, y cédula de la Junta de comercio de
14 de Diciembre de 1784. Libertad concedida a los fabricantes de lienzos de lino y cáñamo
para fabricarlos con mayor o menor cuenta y marca
118

1785/9/11
1786/5/22
1787/5/10;
1787/6/22
1789/2/17
1789/10/11
1790/4/15
119
Elena Cano Valderas.
Real Cédula de su Majestad por la que se ha dignado entregar a los cinco Gremios Mayores
de Madrid las Reales Fábricas de Texidos de Oro, Plata, y Seda de la Villa de Talavera de la
Reina, para que las administren de su cuenta por tiempo de 20 años
D. Carlos III por resolución a consulta de 12 de Abril, y cédula de la Junta de comercio
de 22 de Mayo de 1786. Establecimiento de escuelas de hilaza de lana para adelantar sus
fábricas y texidos
D. Carlos III por resolución a consulta de 10 de Mayo, y cédula de la Junta de Comercio en
22 de Junio de 1787. Libertad concedida a los fabricantes de texidos para tener los telares de
sus manufacturas sin limitación de número
Real Orden mandando a las Justicias que den noticias de las fábricas establecidas en su
jurisdicción, nombre de sus directores, etc. para la impresión de la Guía General de Comerciantes
Real Cédula de S. M. y Señores del Consejo (de 11 de octubre de 1789), en que se permite a
los fabricantes de texidos puedan inventarlos, imitarlos y variarlos libremente según tengan
por conveniente, sin sujeción a anchos, número de hilos, o peso, ni a maniobras y máquinas
determinadas, todo en la conformidad que se expresa
Real Cédula de S. M. y Señores del Consejo (de 15 de abril de 1790), en que se aprueba el
Reglamento inserto, formado par agobierno de la Diputación de Caridad establecida en la
Villa de Santa Cruz de Mudela, con el objeto de promover y fomentar la fabricación de ligas
y fajas de lana y estambre fi no en el mismo Pueblo
3. De la Junta general de Comercio, Moneda y Minas
Año Disposición Legal
1707/3/15
1767/2/17
1770/6/24
1777/1/8
1783/9/19
D. Felipe V por cédula de 15 de Marzo de 1707. Conocimiento privativo de la Real Junta de
todas las materias tocantes a puntos de tráfi co y comercio
Real Cedula de su Magestad (de 17 de febrero de 1767) a consulta del Consejo, que fi xa los
determinados casos de conocimiento de la Real Junta de Comercio y Moneda, que son las
Causas que miran a las reglas del Tráfi co, Comercio, y Ordenanzas de Maniobras; y expresa
la inteligencia del fuero concedido a los Gremios mayores, excluyendo las Ordenanzas,
Negocios, e Instancias de los Gremios menores y menestrales, del conocimiento de la Junta,
con otras cosas
Real Cédula… por la cual se declaran las causas y negocios en que debe conocer la Real
Junta de Comercio y Moneda y las en que deben entender los demás Tribunales del Reino…
D. Carlos III por Real decreto de 8 de Enero de 1777. Formación de dos Salas, una de Gobierno
y otra de Justicia, en la Junta general de Comercio y Moneda
D. Carlos III por cédula de 19 de Septiembre de 1783, comprehensiva de las ordenanzas de
los cinco Gremios Mayores de Madrid. Privativo conocimiento de la Junta general de Comercio
y Moneda en todos los pleytos y causas pertenecientes a los cinco Gremios mayores
y sus individuos
4. De los mercaderes y comerciantes, y sus contratas
Año Disposición Legal
1714/12/7
1737/12/2;
1805/6/3
Real Cédula de 7 de Diciembre de 1714, quitando del todo los Puertos secos de Castilla,
Aragón y Cathaluña
D. Felipe V por el capítulo 9 de las ordenanzas del Consulado de Bilbao, insertas en provisión
de 2 de Diciembre de 1737; y D. Carlos IV por resolución a consulta de 22 de Mayo,
comunicada en orden de 3 de Junio de 1805. Número y formalidad de libros que deben
tener los meraderes y comerciantes por mayor

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
1737/12/2;
1805/6/3
1745/12/10;
1745/12/14
1752/7/13
1761/6/10
1772/12/24
1773/6/10;
1773/6/22
1787/12/2;
1805/6/22
1792/10/29
1792/4/28
1802/4/14
Por el capítulo 11 de las ordenanzas del Consulado de Bilbao. Contratas de comercio entre
mercaderes; sus calidades y cumplimiento
D. Felipe V por decreto de 10, inserto en provisión del Consejo de 14 de Diciembre de
1745. Prohibición de visitar, pesquisar, y reconocer los libros y papeles de los mercaderes
del Señorío de Vizcaya, y extraerlos de sus casas
D. Fernando VI por Real orden de 13 de Julio de 1752. Requisitos para el reconocimiento
de libros y papeles de los comerciantes en causas de contrabando
Copia del Real Decreto expedido para hacer Caminos rectos, y sólidos en España, que
faciliten el Comercio de unas Provincias a otras, dando principio por los de Andalucía,
Cathaluña, Galicia y Valencia.
Real Cédula de Su Majestad mandando que todos los Mercaderes y Comerciantes de
por mayor y menor, Naturales y Extranjeros, observen la Ley del Reino que se inserta y
previene lleven sus Libros en Idioma Castellano [Adición de diferentes decretos de su
Majestad, y Órdenes dadas por la Junta General de Comercio y Moneda, a la particular de
Valencia…]
D. Carlos III por decreto de 10 y cédula del Consejo de 22 de Junio de 1773. Elección de
Diputados de Comercio en cada pueblo para formar la lista de los comerciantes de él, y
denunciar los extrangeros vagos
D. Felipe V por el capítulo 11 de las ordenanzas del Consulado de Bilbao, insertas en
provisión de 2 de Diciembre de 1787; y D. Carlos IV por resolución a consulta de 22 de
Mayo, cominicada en orden de 3 de Junio de 1805. Contratas de comercio entrecaderes;
sus calidades y cumplimiento
Real Resolución participada por la Junta General de Comercio y Moneda el 29 de octubre
de 1792 moderando los derechos de alcabalas y cientos de los tejidos de hilaza a su entrada
en Madrid
Circular del Consejo de 28 de abril de 1792 comunicando la Real Resolución que libera de
los derechos de alcabalas y cientos las ventas de tejidos de lino y cáñamo
D. Carlos IV por Real orden de 14 de Abril de 1802, a consulta de la Junta de Comercio
de 25 de Febrero de 1798. Gratifi caciones concedidas por equivalencia de los premios
de acostamiento a los que extraigan en embarcaciones españolas géneros del Reino al
extranjero
5. De los revendedores, regatones y buhoneros
Año Disposición Legal
1781/8/2
1783/3/25
D. Carlos III por cédula de 2 de Agosto de 1781. Domicilio fi xo de los buhoneros, y otros
vagantes por los pueblos y ferias del Reyno
D. Carlos III por cédula de 25 de Marzo de 1783, parte 2. Observancia de la ley precedente
[Domicilio fi jo de los buhoneros y otros vagantes por los pueblos y ferias del Reino,
1781/8/2] prohibitiva de la vagancia de buhoneros por el Reyno
6. De las cosas prohibidas de introducir en el Reino
Año Disposición Legal
1718/6/20;
1718/9/17;
1734/4/6
1720/8/29
Real Provisión de 17 de Septiembre de 1718 en que se prohive la entrada en estos reynos de
los generos de lienzo, sedas u otros que viniesen de la China
Pragmática Sanción en la que se prohíbe el comercio de todo género de ropas que salgan de
Francia
120

1728/6/4;
1728/6/14;
1734/4/6
1767/5/21
1770/6/24
1771/11/14
1773/5/7
1778/6/22
1778/7/14
1779/10/28
1779/12/21
1779/5/24
1783/6/24
1791/6/21
1792/1/25
1793/9/5;
1793/9/22
1802/11/6
1804/4/24
121
Elena Cano Valderas.
Real Cédula prohibiendo la introducción de tejidos de algodón y lienzos pintados, permitiendo
sólo la entrada del algodón sin labrar, del producto de la Isla de Malta… y mandando
que se observe puntualmente el Decreto de 20 de junio de 1718
Prohibición de entrar holandillas extranjeras que no sean de hilo, y tengan el ancho y largo
que se expresa
Pragmática-Sanción… por la que se prohibe absolutamente la introducción y uso de muselinas
en el Reyno
Pragmática Sancion de su Majestad, en fuerza de Ley (de 14 de noviembre de 1771), por
la qual se prohibe la introducion y uso en estos Reynos de los Tegidos de Algodon, o con
mezcla de él, de Fábrica estraña, bajo las declaraciones y penas que contiene, con lo demas
que expresa
Observancia de las anteriores leyes prohibitivas [1771/11/14; 1728/6/4; 1768/7/8;
1769/10/27] de la entrada de lienzos pintados o estampados de lino o algodón extranjeros
Reales Resoluciones de 7 mayo 1773 y 22 junio 1778 sobre introducción y venta de tejidos
y otras manufacturas de algodón, lienzos, y pañuelos pintados y estampados
Real Cedula de S. M. y Señores del Consejo (de 14 de julio de 1778), por la qual se prohibe
general y absolutamente la introduccion en estos Reynos, y Señoríos, de Gorros, Guantes,
Calcetas, Fajas, y otras manufacturas de Lino, Cañamo, Lana, y Algodon, Redecillas de todos
generos, Hilo de coser ordinario, Cinta casera, Ligas, Cintas, y Cordones; y se concede
a los Comerciantes en estos generos un año de termino para el despacho de los ya introducidos
en estos Reynos, y para los que estén pedidos fuera de él el de sesenta dias perentorios
para su entrada con lo demás que se expresa
Real Cédula de 28 de Octubre de 1779 sobre tiempo señalado para la Introducción a estos
reynos de ropas hechas en los extrangeros
Real Cédula de S. M. y Señores del Cosnejo (de 21 de diciembre de 1779), por la qual se
declaran comprehendidas en la prohibición contenida en la de 14 de Julio del año pasado de
1778 varias manufacturas menores de lino, cáñamo, lana y algodón, que no se expecifi caron
en la misma Real Cédula
Real Cédula de S. M. y Señores del Consejo (de 24 de mayo de 1779), por la qual, en consecuencia
de lo que dispone la ley 62 tit. 18 lib. 6 de la Recopilación, se manda cortar el abuso
de la inobservancia que ha tenido hasta quí, y que se guarde, y cumpla por aora en la parte
en que prohibe la introducción en estos Reynos de toda especie de vestidos, ropas interiores,
y exteriores, de la calidad, y uso que se refi eren, y lo demás que para su entero cumplimiento
se expresa
Real Cedula de S. M. y señores del Consejo, por la qual se declara que además de los
géneros especifi cados en las Reales Cédulas de 14 de julio de 1778, y 21 de Dicimiembre
de 1779 son igualmente comprehendidas en la prohibición de introducción en estos Reynos,
contenida en ellas, las Cintas de Hiladillo, Capullo, Filadis, Filoseda, Borra o Escazo de
la seda, y lso Pañuelos, Medias y otras manufacturas de esta clase, con lo demás que se
expresa
D. Carlos IV por Real orden de 21 de Julio de 1791 comunicaa a la Junta general de Comercio.
Prohibición de introducir telas extrangeras de seda para ornamentos de Iglesias
D. Carlos IV por Real resolución de 25 de Enero de 1792 comunicada al Consejode Hacienda.
Prohibición de introducir cintas guarnecidas con fl ores y fl ecos al canto
Renovación de lo dispuesto por la ley veinte de este título [1770/6/24], prohibitiva de la
entrada y uso de muselinas en el Reino
D. Carlos IV por cédula de 6 de Noviembre de 1802. Reglas que han de observarse para la
introducción del algodón y manufacturas de él; y prohibición de las extranjeras
D. Carlos IV por Real orden circular de 24 de Abril de 1804. Observancia de la Real cédula
prohibitiva de la introducción del algodón hilado extranjero

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
7. De la extracción prohibida de la seda, lana y otros géneros del Reino
Año Disposición Legal
1723/10/25
1737/10/22;
1739/5/13
1751/6/21;
1751/8/12;
1751/9/6;
1767/6/6
1760/5/15
1768/10/22;
1768/11/25
1770/6/15
1772/2/15;
1772/11/1
1783/7/2;
1783/7/18
1789/4/22
1790/9/7
Real Provisión insertando otra de 23 de junio 1699 para que no se permita la extracción de
lanas
D. Felipe V a 22 de Octubre de 1737, y a 13 de Mayo de 1739. Observancia de la ley anterior
[1699/6/23, sobre seda], exceptuando la seda texida en estos Reynos
D. Fernando VI por resolución a consulta de la Junta general de Comercio de 12 de Agosto,
comunicada en órdenes de 6 de Septiembre de 1751, y 21 de Junio de 1752, repetida en
circular de 6 de Junio de 1767. Extracción prohibida de lanas bastas; y derecho de tanteo a
favor de los fabricantes del Reyno
D. Carlos III por Real decreto de 15 de Mayo de 1760. Instrucción para extraer la seda de
estos Reinos, bajo las reglas que se expresan
D. Carlos III por resolución a consulta de 22 de Octubre, y cédula de la Junta general de
Comercio de 25 de Noviembre de 1768. prohibición de extraer la rubia en raíz, o graneada
fuera del Reino
Circular de la Junta de Comercio para que las Justicias impidan el abuso de extraer lanas
ordinarias
D. Carlos III por resolución a consulta de 15 de Febrero, y cédula de la Junta de Comercio
de 1 de Septiembre de 1772. Observancia de la instrucción anterior [1760/5/15], con varias
adiciones y declaraciones
D. Carlos III por Real Decreto de 2, y circular de la Junta de Comercio de 18 de Julio de
1783. Aumento de derechos en la extracción de lanas fi nas; y prohibición de sacar las bastas
D. Carlos III por la instrucción de 31 de Marzo, inserta en cédula del Consejo de Hacienda
de 22 de Abril de 1789. Nuevo reglamento para la administración de la Renta de lanas y su
extracción
Real Cédula de S. M. y Señores del Consejo (de 7 de Septiembre de 1790), en que para evitar
los perjuicios que se quisieron precaber en la Real Cédula de diez y siete de Junio de mil
setecientos ochenta y tres, prohibiendo la extracción del esparto en rama fuera del Reyno,
se prohibe igualmente la saca de los libanes que se construyen por algunos fabricantes, en la
forma que se expresa
8. De los trajes y vestidos
Año Disposición Legal
1726/11/10
1786/5
Real Provisión de 11 de Noviembre de 1726 insertando en ella un Decreto de Phelipe V
de 10 de los mismos, en que manda, que todos sus vasallos, no husen de otros paños y
telas de seda que las fabricadas en el Reyno
Circular mandando que las comunidades de religiosos y religiosas se vistas de géneros
fabricados en España
9. De las Sociedades Económicas de Amigos del País
Año Disposición Legal
1775/11/9
Real Cédula de 9 de Noviembre de 1775 aprobando los Estatutos de la Sociedad Económica
de Amigos del País, para promover la Agricultura, Industria y Ofi cios
122

1785/3/4
1786/6/28;
1786/7/14
123
Elena Cano Valderas.
Orden circular del Consejo. Comunicando la Real resolución, por la que se dispone que
la Sociedad Económica de Madrid y todas las demás del Reino, entablen correspondencia
con la Real Junta General del Comercio y Moneda, para todos los asuntos relativos a
las artes, manufacturas, Industria y Comercio
D. Carlos III por Real orden de 28 de Junio, y circ. Del Cons. De 14 de Julio de 1786. El
Consejo proponga a S. M. los medios de animar y hacer útiles las Sociedades Económicas
10. De los privilegios y exenciones de los fabricantes
Año Disposición Legal
1734/8/23
1741/7/6
1755/2/26
1756/6/18
1771/6/20
1772/11/27
1772/12/20
1775/4/6
1775/7/21
1775/7/21
1779/5/19
1779/5/31
Real Provisión de 23 de Agosto de 1734 en que se manda, que para el pago de los vestuarios
de los treinta y tres regimientos de Milicias, sean comprehendidos de los exemptos de
servicio personal, los pastores de ganados lanares de Cabaña Real, los de carreteria, los
fabricantes de texidos de lana y seda, los que trabajaren en batanes, prensas y perchas, los
cardadores de lana y seda para dichos texidos, y los que gozaren exempcion por otros motibos;
esto es en caso de no tener fondos los propios
Real Decreto exigiendo el pago del diez por ciento en los frutos y el ocho en los géneros que
se introdujesen en Madrid para los vecinos seculares
Real Orden declarando que las Reales Fábricas de lencería establecidas en León gozan de
las exenciones condedidas a las de Guadalajara y San Fernando
D. Fernando VI por decreto de 18 de Junio de 1756. Fábricas que deben gozar franquicias y
exenciones de alcabalas y cientos
Real Decreto de exención de Quintas a los Comerciantes de por mayor y tres de sus Dependientes
[Adición de diferentes decretos de su Majestad, y Órdenes dadas por la Junta
General de Comercio y Moneda, a la particular de Valencia…]
Real Cédula de S. mandando que las manufacturas de Lana, Lino y Cáñamo fabricadas en
estos Reinos sólo paguen por derechos de Extracción para los Extranjeros dos y medio por
ciento de su valor al pié de la Fábrica
Real Cedula de S.M. y Señores del Consejo (de 6 de abril de 1775), por la qual se declara
libre de todos los derechos de entrada el Lino, y Cañamo de Dominios Estrangeros, que
se introduzca por los Puertos de Galicia, Asturias, y Quatro Villas, y por las Aduanas de
Cantabria, y Frontera de Navarra, y Francia, y los utensilios, y maquinas, propias para el
hilado, torcido, y tegido de estas primeras materias que vengan por los expresados Puertos, y
Aduanas, con lo demas que contiene
REAL Cédula de S. M. y Señores del Consejo (de 21 de julio de 1775), por la qual para
evitar la decadencia a que está expuesta la Fabrica de Barraganes de la Ciudad de Cuenca, se
exceptúan del Sorteo, y Servicio Militar por ahora, a todos los Ofi ciales, y Aprendices que
sin fraude, y con aplicación se dedicaren a esta manufactura de Barraganes, o en qualquiera
de sus maniobras, bajo de las calidades que se expresan
REAL Cédula de S. M. y Señores del Consejo (de 21 de julio de 1775), por la qual se manda
por via de declaracion general, a benefi cio de las manufacturas, que se guarde a los Maestros
tintoreros, y Torcedores de Seda, y Lana de estos Reynos la Exempcion de Sorteo, y Servicio
Militar, bajo las calidades que se expresan
Real Cédula de su Majestad concediendo a los fabricantes de Lienzos pintados y estampados,
que se hallan establecidos y se establecieren en Madrid diferentes gracias y franquicias
para el fomento de sus fábricas
D. Carlos III por resolución de 31 de Mayo de 1779. Libertad de derechos en la introducción
de lino y cáñamo extranjero por los puertos que se expresan, con destino a fábricas o
manufacturas de hilados y tejidos

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
1779/11/18
1779/12/24
1781/4/27;
1786/6/16
1783/5/11
1784/9/16
1784/12/12
1785/12/6
1785/5/29;
1785/11/9
1786/5/27
1789/4/18
1791/5/16
1791/7/30
1797/4/15
1803/2/14
Circular de la Junta General de Comercio y Moneda remitiendo la Real Cédula de 18 de
nov. 1779, concediendo franquicias a las fábricas de paños y tejidos de lana. Encarga la
Junta a sus Subdelegados y a las Justicias de los pueblos ciertas reglas para la fabricación de
estos géneros
D. Carlos III por Real orden de 24 de Diciembre de 1779, y cédula de la Junta general de
Comercio de 28 de Enero de 1780. Exenciones concedidas por punto general a todas las
fábricas de xarcia y cordelería para surtimiento de embarcaciones
D. Carlos III por circular de la Junta general de Comercio de 27 de Abril de 1781, y Real resolución
y orden de 16 de Junio de 786. Ampliación de franquicias de derechos de alcabalas
y cientos a los fabricantes de texidos de lana, curtidos, sombreros y papel del Reyno
Real Cédula de Su Magestad de 11 de Mayo de 1783, mandando se observen por punto
general las reglas que se prescriben, para que tenga efecto el Tanteo de Lanas, concedido a
los Fabricantes de Paños, y otros Tegidos de Lana en el artículo 16 de la Real Cédula de 18
de Noviembre de 1779
Real Cédula de S. M. y señores del Consejo, por la qual para evitar dilaciones y perjuicios
en el pago de los créditos de artesanos o menestrales, jornaleros, criados y acreedores alimentarios
de comida, posada y otros semejantes con pretexto de fueros privilegiados y otros
que se mandan observar las reglas aquí insertas, con lo demás que se expresa
Real Cédula de Su Majestad de 12 de Diciembre de 1784, declarando por punto general
estar comprendidas en el goce de franquicias del Real Decreto de diez y ocho de Junio de
mil setecientos cincuenta y seis, y sin sujección a opresiones gremiales, todas las Fábricas de
Medias de Seda fi na, Filadís, y Algodón establecidas, y que se establezcan en estos Reinos
Real Cédula de S. M. y señores del Consejo, por la qual se declara que la regla establecida
por la de 16 de Setiembre de 1784 que trata sobre el pago de los créditos de artesanos y
otros, es general, y que solo debe valer el fuero a los matriculados de marina quando se
hallen destinados a la tripulación, armamento o maestranza de algún buque o departamento;
y que lo dispuesto en el artículo quinto de la misma Cédula para con las clases distinguidas
y personas acomodadas debe entenderse y comprehender a todas las del Reyno en la conformidad
que se expresa
D. Carlos III en Aranjuez por resolución a consulta de 17 de Marzo, y cédulas, una de la
Junta de comercio de 29 de Mayo de 1785, y otra del Consejo de 9 de Noviembre de 86.
Libertad de derechos de alcabalas y cientos en el lino y cáñamo del Reyno para su venta en
las provinicas de Castilla
Pragmática Sanción en fuerza de Ley, por la qual se manda no se arreste en las cárceles
por deudas civiles o causas livianas a los operarios de todas las fábricas de estos Reynos y
a los que profesan las artes y ofi cios qualesquiera que sean, ni se les embarguen ni vendan
los instrumentos destinados a sus respectivos ofi cios, entendiéndose también para con los
labradores y sus personas, exceptuando en unos y otros, los casos que se expresan
D. Carlos III por resolución a consulta de 18 de Abril, y circular de la Junta de Comercio
de 1789. Libertad de derechos de hiladillo o fi ladís extragero sin hilar, que se introduzca en
estos Reynos para las fábricas establecidas en ellos.
Orden comunicada por la Junta General de Comercio y Moneda el 16 de mayo de 1791 sobre
concesión de franquicias a las fábricas de Papeles Pintados y a las demás que necesitaran
introducir instrumentes e ingredientes de tinte de fuera del reino
Orden comunicada por la Junta general de Comercio y Moneda el 30 de Julio de 1791 sobre
concesión de franquicias a las fábricas de medias de seda del reino
D. Carlos IV por resolución a consulta de la Junta general de comercio, comunicada en
orden de 15 de Abril de 1797. Inteligencia de la exención de derechos de alcabalas y cientos
concedida a los hilos de lino y cáñamo
Real Cédula en que su Majestad se sirve confi rmar y ampliar la Real Cédula de 11 de Mayo
de 1783 en que se prescrivieron las reglas que debían observarse en el tanteo concedido a
los Fabricantes de Paños y demás tejidos de lana del Reino por otra Real Cédula de 18 de
Noviembre de 1779
124

1803/3/2
1805/6
125
Elena Cano Valderas.
D. Carlos IV por resolución a consulta de la Junta general de Comercio, comunicada en
circular de 2 de Marzo de 1803. Requisitos para la introducción de instrumentos o efectos,
simples e ingredientes necesarios para las fábricas del Reino
D. Carlos IV por resolución a consulta de la Junta de Comercio circulada en Junio de 1805.
Extensión de la gracia de alcabalas y cientos concedida a las manufacturas de lino y cáñamo
11. Del Comercio con Indias y Reinos extranjeros
Año Disposición Legal
1708/1/28 Real Decreto. Se quiten los puertos secos entre Castilla y Aragón
1728/5/28;
1728/9/11
1750/10/5
1752/11/14
Real Cédula por la cual se prohíbe el Comercio de todas las personas, géneros, y embarcaciones
que vengan de la Morea, Zante, Corfu, Archipiélago y Provincias de Levante, con el
fi n de preservar estos dominios del contagio de Levante…
Artículos cuarto, sexto, septimo, octavo y nono, del tratado entre España y la Gran Bretaña,
sobre comercio
Real Decreto de 14 de Noviembre de 1752 suspendiendo los efectos de el 19 de Octubre de
1751 en que se prohibivió el comercio con los de la ciudad de Amburgo, por los ajustes que
con la Regencia de Argel había hecho
1753/8/26 Real Decreto prohibiendo el comercio con Dinamarca
1762/6/15
1778/2/22
Edicto para que los mercaderes, registren los géneros, frutos y mercancías de los dominios
del Rey de Portugal dando un término para su tráfi co y consumo.
Real Cédula de S. M. y señores del Consejo (de 22 de febrero de 1778), en que se estiende
el comercio-libre de los puertos habilitados de España, e Islas de Mallorca y Canarias a
Buenos Aires, con internación a las Provincias interiores, y a los puertos también habilitados
del Perú, y Chile: se insertan asimismo las dos Reales Cédulas, que tratan de la rebaja que
S. M. se ha servido conceder en los derechos del oro, y el arancel que deben observar los
Escribanos de Registros en los puertos de Indias, en que se permite el comercio-libre entre
éstos, y aquellos Dominios
1779/2/6 Circular sobre el comercio libre a Indias y precauciones contra los fraudes
1779/6/27
1784/4/25
1786/10
1791/8/23
1792/1/4
Real Cédula expedida por el Consejo de Hacienda por la que su Majestad manda que por el
Superintendente general de la Real Hacienda se den privativamente las Órdenes y providencias
convenientes a la prohibición de comercio con la Inglaterra
Real Cédula de S. M. y señores del Consejo, por la qual se manda guardar y cumplir y
observar con la mayor exactitud el tratado paz y comercio ajustado entre esta Monarquía y
el Imperio Otomano, y que se proceda en los casos que ocurran con arreglo a su literal tenor,
castigando rigurosamente a los contraventores, en la conformidad que se expresa
Circular de la Junta General de Comercio y Moneda insertando Real Orden de 6 feb. 1779
en la que se manda cumplir el Art.º XXVII del Reglamento para el comercio libre, sobre las
marcas que han de llevar los tejidos españoles para distinguirlos de los extranjeros, y comunicando
la determinación de S.M. de que además de las marcas, se ponga una contramarca
en las manufacturas que se destinen a América española
Real Cédula de S. M. y Señores del Consejo (de 23 de Agosto de 1791), por la qual conforme
al Real Decreto inserto se prohibe todo comercio, trato, y comunicación entre sus
vasallos y los súbditos del Rey de Marruecos
Real Cédula de S. M. y Señores del Consejo (de 4 de enero de 1792), por la qual se manda
guardar y cumplir el Real Decreto inserto, en que se manifi estan los fundamentos y motivos
para el abandono que ha pensado hacer S. M. libre y voluntariamente de las Plazas de Orán
y Mazalquivir, reservándose el comercio y extracción privativa por ellas de varios frutos, en
la conformidad que previene

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
1801
1801
1802
Real Cédula de S. M. y Señores del Consejo, en que conforme al Real Decreto inserto se
declara la guerra a la Reyna Fidelísima de Portugal, sus Reynos y súbditos, y se corta toda
comunicación, trato y comercio entre ellos y los de esta Corona
Real Cédula de S. M. y señores del Consejo por la qual se manda observar, guardar y cumplir
el Tratado de Paz y Amistad concluido entre el Rey nuestro Señor y el Príncipe Regente
de Portugal
Real Cédula de S. M. y señores del Consejo por la qual se manda observar, guardar y cumplir
el Tratado de Paz concluido entre el Rey nuestro Señor y el Emperador de las Rusias
12. De las patentes y la propiedad industrial
Año Disposición Legal
1791/9/12
1793/3/3
Real orden declarando exenta del 8% de derechos de introducción, una máquina de
hierro para tejer medias de llano y revés
Circular del Consejo de 3 de marzo de 1793 sobre privlegio exclusivo de construcción y
venta de ciertas máquinas algodoneras
8.1.3. reaL decreto de 15 de marzo de 1707
Fuente: AGS, CSH, Leg. 152
Regulación de la Real Junta General de Comercio, Moneda y Minas. Decretos
y Reales Órdenes sobre la Junta.
El Rey= Por cuanto el Rey Do n Carlos Segundo mi Sr . y mi Tío (que goce de Dios)
po r su Real Decreto de veinte y nueve de Enero de el año pasado de mil seiscientos setenta
y nueve, se sirvió formar Junta p.ª restablecer, y aumentar el Comercio general de
estos Reinos nombrando Ministros p.ª ella a Do n Lope de los Ríos, Do n Carlos Ramírez
de Arellano, Do n Fran. co Zentani, y Do n Joseph de Beytia en la que señalando días fijos
cada Semana se llamasen, y oyesen siempre que conviniese personas prácticas, e inteligentes,
Confiriendo, y Considerando lo más conveniente p.ª el logro de este fin, y habiéndose
dado principio a ella po r Consulta de seis de febrero de aquel año representó a
S.M. q. e p.ª q. e tuviese efecto materia tan importante necesitaba esta Junta de q. e S.M. se
sirviese concederla Jurisdicción privativa p.ª proceder, y conocer de todas las Causas, y
materias tocantes a Tráfico, y Comercio, y lo q. e en cualquiera manera fuese, o pudiera
ser anejo, dependiente a él, pues sin esta Jurisdi. ón no podían hacer se ejecutasen las resoluciones
axial po r las Justicias, como po r las demás personas a quienes tocase, con independencia
de cualesquiera Consejos, y Tribunales, como se avía practicado en todos
tiempos que se formaron Juntas, p.ª negocios de menor entidad, a cuya consulta se sirvió
resolver (entre otras cosas) q. e con interben. ón del Gobernador del Consejo (q. e entonces
lo era Do n Juan de la Puente) se volviese haber el punto de Jurisdi. ón y se le Consultase lo
que pareciera sobre él, en cuya observancia, po r otra Consulta de Veinte y Cinco de Abril
126

127
Elena Cano Valderas.
del mismo año de Setenta y nueve (en la q. e concurrió el referido Gobernador del Consejo)
repitió la junta a S.M. la misma instancia sobre la concesión de Jurisdi. ón privativa
por las razones que había expresado, y otras q. e nuevamente expusieron en ésta, con la
q. e S.M. se sirvió conformarse, y concederla, la Jurisdi. ón privativa q. e propuso con independencia
de cualesquiera Consejos, Tribunales, y Justicias, y q. e hubiese Secretario en
ella, reservando el nombram. to del Sujeto q. e había de serlo, y por Justos motivos q. e se le
ofrecieron al referido Señor Rey mi Tío, en consecuencia de la resolución (que va Expresada)
por Decreto de veinte y cinco de Diz. re de mil seiscientos ochenta y dos tubo por
bien devolver a formar nueva Junta de Comercio con eficaces encargos al mismo fin, y
que se tuviese en una de las piezas del Consejo, para cuyo efecto mandó despachar la
Cédula de el Tenor Siguiente= El Rey. Por cuanto considerando lo que conviene aumentar
el Comercio en estos Reinos; he resuelto poner materia tan importante al cuidado de
una Junta que mandé formar a este fin en que han de concurrir Do n Carlos de Villamaior
y Vivero Caballero del orden de Calatrava del Consejo, Do n Luís Zerdeño y
Monzón Caballero del orden de S. n Tiago, del de Indias, Do n Luís del Hoio, y Maeda
Caballero de la misma orden del de Ha. da Do n Fran. co de Soto, y Guzmán Caballero del
orn de S. n Tiago Alguacil maior del de Guerra, y Do n Andrés Martínez Navarrete regidor
de Madrid, y conviniendo que esta Junta tenga toda autoridad, y Jurisdi. ón he tenido por
bien de concedérsela (como po r la presente se la concedo) privativa para todo lo que la
tocare, y perteneciere, y es mi voluntad que las apelaciones que se interpusieren en sus
inzidencias, y dependencias que conforme a dro se devan otorgar vaian privativam. te a la
dha Junta, y no a otro Tribunal, por lo que a los Consejos, Chancillerías, Tribunales,
Juezes, y Justicias de estos R. nos los hinivo, y he por hinividos, y les mando no se entrometan
a conocer de ello en manera alguna ni con ningún pretexto p. r q. e sólo la dha
Junta ha de conocer única, y privativam. te de todo lo referido de lo anejo, y dependiente
para cuyo efecto la doi, y concedo tan bastante poder, facultad, y Jurisdi. ón como de dro
es necesaria, y en tal caso se requiere con sus incidencias, y dependencias, y para escusar
las competencias que tanto embarazan el curso de los negocios derogo todos, y qualesquier
fueros que pertenciren; o pudieren pretender los interesados a Título de qualesquier
exempción que tengan o devan gozar; y mando que sobre ello no se formen, ni
admita competencia alguna. Fha, en Madrid a quince días del mes de Marzo de mil
seiscientos, y ochenta y tres años= Yo el Rey= Por mandado del Rey nro Señor= Do n
Antonio de Zupide, y Aponte= en virtud de la qual, y de Decreto de veinte y quatro de
Sept. re de mil seiscientos y ochenta y seis, a Consulta de la misma Junta, prosiguió en el
conocimiento de estas materias hasta treze de Noviembre del año passado de mil seiscientos
noventa y uno en q. e po r otro el referido Sr. Rey mi Tío tubo por bien de formar
nueva Junta de Comercio con la misma plena, y privativa Jurisdi. ón , y inivición a todos,
y qualesq. ra Cons. os , Tribunanes, y Justicias nombrando po r Mtros de ella al Conde de
Monte Rey Do n Diego de Flores del Consejo, Do n Félix Marimón del de Aragón, Do n
Joseph de Ortega del de Yndias, Do n Agustín de Spínola del de Hacienda, Do n Joachín

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
de Aguirre Alcalde de Corte, Do n Fran. co Ronquillo Corregidor de Madrid, y Do n Andrés
Martínez de Navarrete, Regidor; qu. nes continuaron con esta incumbencia, y deviéndome
a mí (como es justo) la maior atención, y cuidado cuanto pueda ser maior
bien auniversal de mis Vassallos su alivio, y conserba. ón considerando que el medio más
eficaz, p.ª el logro de tan importante fin, es el q. e se restablezca, y aumente el Comercio
en estos Reinos, (q. e no obstante las repetidas providencias que a este efecto practicó dho
S. or Rey mi Tío) se alla tan atenuado deseando con paternal amor a mis Vassallos q. e
desde la estrechez, y falta de medios en q. e (con tanto valor mío los considero) se restituian
a la antigua opulencia que tenían po r resolución de zinco de Junio del año passado
de mil setecientos y cinco, Tube po r vien formar una nueva Junta de restablecimiento de
Comercio, para q. e en ella se tratase este grave punto po r Minros de la maior satisfacción,
y zelo, y hombres de negocios prácticos, e inteligentes en el Comercio señalando los q. e
de una, y otra Clase, havían de componerla por entonces, y se tuviese en una de las Salas
del Consejo de Castilla, los Martes, Jueves, y Sábados, po r la Tarde con facultad al Presidente
de poderla convocar extraordinaria siempre que fuera menester, y q. e si alguno de
los nombrados para ella no pudiese concurrir, no por eso defase de tenerse los días señalados
(como axial se habrá de obserbar en adelante) y p. r q. e en diferentes Decretos, y
ornes mías mandé reformar el número de minros q. e desde su erección convino asistiesen
a ella, y q. e se continuase con vos Do n Lorenzo Fotch de Cardona de mi Consejo como
Presidente, Do n Joseph Agustín de los Ríos fiscal, y Consejero del de Yndias, D. Ant.º
de la Vega del de Ha. da Do n Bernardo Tinagero de la Escalera mi Secret.rio del Cosnejo
de Yndias, el Conde de Torrehermosa, y el Marqués de Montesacro, y po r Secret. rio a Do n
Juan Manuel de Heredia Tejada q. e axial mismo lo es de mi R. l Cámara, y registro gen. l
de Merzedes tube po r bien de mandar se os pasasen todos los papeles, autos, y demás
concernientes q. e paraban, y hubo en la referida Junta de Comercio q. e se tenía en la
posada del Conde de Monte Rey como efecto se pasaron a poder del Secret. rio y po r otro
mi R. l Decreto de diez y ocho de Abril próximo pasado mandé continuaseis con todos
los dhos papeles, y lo anejo a ellos en la propia forma q. e lo hacía la de donde fueron
sacados dando las providencias, y sentencias, como si en ella se estubiera ejecutando con
facultad de nombrar fiscal, y ss. no q. e fuese de buestra maior satisfacción en la conformidad
q. e los tubo la antecedente; y 299 haciéndose cada día más precisa la necesidad de establezer
el Comercio gen. l fábricas, maniobras, y otros qualesq. ra medios que puedan
redundar en maior aumento, y veneficio de mis Vassallos q. e con tanto desbelo solicito,
y espero de la piedad Divina se consiga, al paso q. e debe España a su soberana providencia
q. e dentro de ella se hallen todos los materiales q. e p.ª practicar qualq. ra industria se
necesitan de lo q. e están privadas las demás Naciones, pues vemos bienen a buscarlos en
299 A partir de esta parte es lo único que viene en la edición utilizada de la Novísima Recopilación de las Leyes de
España manda formar por el señor Don Carlos IV. Madrid: Boletín Ofi cial del Estado, 1992 (2ª ed.); por lo tanto,
la Novísima…, recoge las disposiciones, pero no los antecedentes que aparecen en los Reales decretos. En este decreto
se especifi ca la creación de la Junta de Comercio y sus reorganizaciones en 1682 y 1691, sus peticiones de tener la
jurisdicción privativa en asuntos de comercio, sus miembros, los días que debían reunirse, la persona que tenía sus
papeles,…; pudiendo comprobarse claramente la infl uencia y el poder que tenía el Consejo de Castilla hasta este
momento sobre ella.
128

129
Elena Cano Valderas.
ella, y q. e laboreándolos en sus fábricas no los buelben, con lo que extraen de estos Reinos
el dinero, y los caudales de donde dimana la extrechez q. e generalm. te padeze, q. e
zesaría si se consigue que los naturales se entreguen enteram. te a esta aplicación, y Trabajo,
po r donde a un tiempo se redimirá la miseria de tantos mendicantes pudiéndose inventar
tales industrias, q. e aún a los impedidos (q. e totalm. te no lo estén) se les puede
ocupar de suerte q. e ganen el sustento en ellas. Confiando q. e el Celo de los Minros de
esta Junta aplicarán con eficacia todos los medios conducentes al mejor logro de materia
tan importantíssima, y conviniendo q. e p.ª este fin tenga toda autoridad, y jurisdicción,
he tenido po r bien de concedérselo (como por la presente se la concedo) privativa p.ª
todas las materias tocantes a puntos de Tráfico y Comercio en la misma forma, y con la
propia amplia. ón y cualidades que el s. or Rey mi Tío se la concedió a las Juntas antecedentes
po r su R. l Cédula q. e va inserta, y zitado Decreto de veinte y quatro de Sep. re de
ochenta y seis sin limitación de cosa alguna q. e he aquí po r repetida una, y otro como si
se expresase a la letra oyendo en justicia, y administrándosela a los interesados en todos
los pleitos, y Causas q. e estuvieren pendientes, y que en adelante se ofrecie. n y en cualquiera
manera tengan, o pudieren tener su origen de materias, o cosas tocantes a Tráfico
y Comercio, así de mandando como defendiendo acordando, y dando las providencias
convenientes al mejor logro de esta incumvencia despachando p.ª su ejecu. ón por la Secret.
ría de la Junta todas las Zédulas, y ornes necesarias sin interben. ón de Consº, Tribun. l ,
ni Minro alguno, p. r q. e única, y privativam. te ha de poder conocer esta Junta de todo ello,
y lo anejo, y dependie. te , y subdelegar esta jurisdi. ón quando comvenga en la persona, o
personas q. e tuviere por comven. tes a q. nes en tal caso se la concedo ygual, y a todos los
demás los hinivo, y he por inividuos del Conozim. to de las dhas causas q. e axial es mi
Voluntad. Dada en Buen retiro a Quinze del mes de Marzo de mil setecientos y siete=
Yo el Rey= Por mandado del rey nro S. or = Do n Juan Manuel de Heredia Tejada.
8.1.4. pragmática sanción de 29 de agosto de 1720
Fuente: AHN, Cons., Lib. 1476, núm. 21, fol. 129-130.
Pragmática Sanción en la que se prohíbe el comercio de todo género de ropas
que salgan de Francia.
Don Phelipe por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las
dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia,
de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaén,
Señor de Vizcaya, y de Molina, &c. A vos los Corregidores, Asistente, Gobernadores,
Alcaldes Mayores, y Ordinarios, y Otros Jueces, y Justicias de todas las Ciudades, Villas,
y Lugares de estos nuestros Reinos, y Señoríos, y a cada uno, y cualquier de vos,
en vuestras jurisdicción, y distrito, y a los Comandantes, y Cabos Militares, y demás
a quien lo contenido toca, o tocar puede, en cualquier manera, salud, y gracia: Saved,
que con el motivo de haberse experimentado que en la Ciudad de Marsella, del Reino

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
de Francia ha tocado el contagio de peste; y para asegurar estos nuestros Reinos, y
Vasallos de semejante ruina, se han dado por los del nuestro Consejo, consultado con
nuestra Real Persona diferentes Órdenes, y providencias, y porque no bastando éstas,
en materia tan importante, visto por los del nuestro Consejo, con las representaciones
del Capitán General del nuestro Reino de Valencia, del Gobernador de la Ciudad de
Pamplona, e Intendente del nuestro Reino de Navarra, y del Gobernador, y Comandante
General del nuestro Reino de Mallorca, con Nos consultado, se acordó despachar
la presente. Por la cual os mandamos a todos, y a cada uno de vos, en vuestro distrito, y
jurisdicción, según dicho es, que luego que la recibáis proveáis, y deis orden, que todas
las personas que pasaren de estos nuestros Reinos a los de Valencia, y Aragón, lleven
testimonios de los Lugares de donde salieren con su fe de sanidad, y en los inmediatos
a entradas, siendo lugares grandes, y de población que refrenden los testimonios con
relación de los Lugares, y ropa que llevan, y sacaron del Lugar donde salieron, y entren
en los dichos nuestros Reinos de Aragón, y Valencia por uno de los Lugares señalados
para entrar en aquellos Reinos; Y os mandamos a vos los dichos Gobernadores, o Comandantes
comuniquéis a los otros, y a los nuestros Corregidores inmediatos los edictos
que publicaredes, y ordenes que se dieren para el resguardo de la salud; Y porque el
mayor peligro está en la ropa que ha sido siempre el instrumento de que se ha valido
la codicia humana para introducir la peste en estos nuestros Reinos: Respecto de esta
prohibido el comercio de todo género de ropas que salgan de la Francia por cualquiera
de los Puertos que tiene el Mediterráneo, y que los defraudadores de nuestras Rentas
Reales, no obstante, las Guardas de las Rentas en el nuestro Reino de Murcia, y aún en
todos los de Castilla introducen ropas por alto, y mezclando éstas con otras que haya
del mismo Reino, y de aquella parte sospechosa, o sin mezclarlas una vez introducidas
en cualquier Lugar de estos nuestros Reinos llevará su fe de sanidad pasando indemnes
de unos a otros Lugares, y de estos nuestros Reinos a los de Valencia, y Aragón, y siendo
necesaria diligencia que de la misma fuerte que publicado el contrabando se mandan
sellar todas las ropas del Reino, o Provincia cuyo comercio se prohíbe, y que éstas queden
registradas, y los que las extrajeren lleven testimonio del registro, y nota del sello,
y quede apuntado en los Libros de los Mercaderes lo que del registro se fuere sacando:
Mandamos se ejecute lo mismo en todos estos nuestros Reinos, comprendiendo los
de Aragón, Cataluña, y Valencia, con todas las ropas que en tiempo hábil entraron de
aquellas partes de la de Francia, para que no puedan tener entrada, ni salida las que
vinieren por alto, y que el sello, o marca se ponga en cada pieza como se ejecuta en el
contrabando, y en las demás ropas de estos nuestros Reinos, y de otros que están libres
del contagio, y de los demás Dominios de Francia, que no se puedan confundir con
los géneros que vienen de la parte de Levante, queremos baste que en los testimonios
conste que entraron por las Aduanas, o que son géneros labrados en España; y en lo
demás mandamos asimismo a vos los Gobernadores, y Corregidores de estos nuestros
Reinos de Castilla, hasta veinte leguas de distancia de la Mar, y de los nuestros Reinos
130

131
Elena Cano Valderas.
de Aragón, y Valencia observéis recíprocamente las órdenes que se han publicado, y
ejecutado en los nuestros Reinos de la Corona de Aragón en lo respectivo a los testimonios
de sanidad, y sus refrendaciones, y en lo que toca a ropa en todo el Reino lo
que va prevenido: Todo lo cual, y las resoluciones de nuestra Real Persona expresadas
en las Provisiones de los del nuestro Consejo, que tratan sobre precaver estos nuestros
Reinos de dicho contagio observaréis, y compliréis con gran precisión, y vigilancia puntual,
e inviolablemente estando advertidos que será muy del desagrado de nuestra Real
Persona la más mínima omisión que tuvieredes en esta parte, y que cada uno deberá
responder, por su jurisdicción, y territorio a el daño que acaeciere por su descuido con
la corrección, o pena correspondiente: Y mandamos pena de la nuestra merced, y de
cien mil maravedís para la nuestra Cámara a cualquier Escribano que fuere requerido
con esta nuestra carta la notifique a quien convenga, y dé testimonio de ello, y que al
traslado impreso de ella firmado del Infraescripto nuestro Escribano de Cámara, y de
Gobierno del nuestro Consejo se le dé tanta fe, y crédito como a la original. Dada en
Madrid a veinte, y nueve días del mes de Agosto de mil setecientos, y veinte años. Don
Luis de Miraban. D. Lorenzo de Morales y Medrano. D. Pedro Gómez de la Cava. D.
Francisco Molano y Valencia. D. Luís Curiel. Yo Don Baltasar de San Pedro Acevedo,
Secretario de Cámara del Rey nuestro Señor la hice escribir por su mandado, con
acuerdo de los de su Consejo. Registrada. D. Salvador Narváez. Teniente de Chanciller
Mayor D. Salvador de Narváez.
Es copia de la original.
Para que las Justicias, Comandantes, y Cabos Militares de estos Reinos cumplan, y
ejecuten lo que se les manda.
8.1.5. reaL provisión de 25 de octubre de 1723
Fuente: AHN, Cons. Lib. 1476, núm. 32, fol. 159-160
Real Provisión insertando otra de 23 de junio 1699 para que no se permita
la extracción de lanas.
Don Phelipe por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos
Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de
Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaén, Señor
de Vizcaya, y de Molina, &c. A vos los Corregidores, Asistente, Gobernadores, Alcaldes
Mayores, y Ordinarios, y Otros Jueces, y Justicias cualesquier de todas las Ciudades,
Villas, y Lugares de estos nuestros Reinos, y Señoríos, y a cada uno, y cualquier
de Vos, en vuestros distritos y jurisdicciones, salud, y gracia: Sabed, que el Licenciado
Don Pedro Romo de Hortega, Abogado de nuestros Consejos, Promotor-Fiscal de
Rentas Generales, la de Lanas, y sus agregados, en virtud de nombramiento del Mar-

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
qués de Campo-Florido, las que se administran de cuenta de nuestra Real Hacienda,
Nos hizo relación, que en veinte y tres de Junio del año pasado de mil seiscientos y
noventa y nueve, se había despachado de Oficio, y a pedimento del nuestro Fiscal
Provisión, la que se había perdido; por lo cual había acudido al nuestro Consejo,
pidiendo, que del Registro, y Sello Real de esta nuestra Corte, se diese Copia, la que
en virtud de Decreto de los de el de veinte de este mes se había dado, que era la que
presentaba: Y respecto de necesitarse de ello en la administración de dichas Rentas
para el mejor régimen, y aumento de nuestra Real Hacienda; Nos pidió, y suplicó
fuésemos servido mandar librar Provisión, con inserción de dicha Copia, para que se
observase su contenido; y el traslado de dicha Provisión, de que se hizo presentación,
es como se sigue: DON CARLOS, &c. A todos los Corregidores, Asistente, Gobernadores,
Alcaldes Mayores, y Ordinarios, y otros Jueces, y Justicias cualesquier de todas
las Ciudades, Villas, y Lugares de estos nuestros Reinos, y Señoríos, y a cada uno,
y cualquier de Vos en vuestros distritos, y jurisdicciones, salud, y gracia: Sabed, que
habiéndose reconocido los graves perjuicios que se siguen a las Fábricas de Tejidos
de estos Reinos, y a la causa pública de las extracciones, que de algún tiempo a esta
parte se hacen por Reinos extraños de las lanas bastas, y ordinarias de que se surten
dichas Fábricas, hemos resuelto prohibir estas extracciones general, y absolutamente;
y para que así se cumpla, visto por los del nuestro Consejos, y con Nos consultado,
se acordó dar esta nuestra Carta: Por la cual os mandamos a cada uno, y cualquier
de Vos en vuestros distritos, y jurisdicciones, según dicho es, que luego que la recibáis,
no permitáis, ni deis lugar, que ningún Extranjero, ni Natural de estos nuestros
Reinos saque, ni extraiga de ellos cantidad alguna de lanas de las que llaman bastas,
y ordinarias, porque desde ahora prohibimos la extracción de ellas, y queremos, y es
nuestra voluntad, que todas se apliquen a las Fábricas de Tejidos de estos Reinos, y a
los demás usos convenientes, y necesarios, y que Vos pongáis particular cuidado en
evitar las extracciones, y en castigar a los que las hicieren, o intentaren, como hallaredes
por derecho, y justicia; con apercibimiento, que os hacemos, que si se experimentare
omisión, se pasará contra Vos a la demostración conveniente: Y mandamos,
pena de la nuestra merced, y de cincuenta mil maravedís para la nuestra Cámara a
cualquier Escribano la notifique, y de ello de testimonio, y que el traslado impreso
de esta nuestra Carta, firmado por Concuerda del Infraescripto nuestro Secretario,
Escribano de Cámara, se le dé tanta fe, y crédito como a su original. Dada en Madrid
a veinte y tres días del mes de Junio de mil seiscientos y noventa y nueve años.
Frey Don Manuel Arias. Don Gregorio de Valle Arredondo. Doctor Don Agustín
García Ibáñez. Doctor Don Gregorio de Solorzano y Castillo. Doctor Don Diego
de la Serna. Yo Don Manuel Negrete y Angulo, Secretario del Rey nuestro Señor, y
su Escribano de Cámara, la hice escribir por su mandado, con Acuerdo de los del su
Consejo. Don Joseph Vélez. Mathías de Anchoca, Teniente de Registrador, y Canciller
Mayor del Sello Real de la Corte por su Majestad, por ausencia del Propietario,
certifico, se sacó este traslado de los Registros Reales que están a mi cargo, por De-
132

133
Elena Cano Valderas.
creto de los Señores del Consejo Real y Supremo de Castilla, con quien concuerda.
Madrid, y Octubre veinte y uno de mil setecientos y veinte y tres años. Mathías de
Anchoca. Y visto por los del nuestro Consejo, se acordó dar esta nuestra Carta: Por
la cual os mandamos, que siendo con ellas requeridos, veáis el traslado de la dicha
nuestra Carta, y Provisión suso inserto, que por nuestro mandado se sacó del Registro,
y Sello Real de esta nuestra corte, y le deis, y hagáis dar tanta fe, y crédito como
si fuera la original, que así es nuestra voluntad; y lo cumpliréis, pena de la nuestra
merced, y de treinta mil maravedís para la nuestra Cámara so la cual mandamos a
cualquier Escribano, que fuere requerido con esta nuestra Carta, la notifique, y de
ello de testimonio. Dada en Madrid a veinte y cinco de Octubre de mil setecientos y
veinte y tres años. El Marqués de Mirabal. Don Lorenzo de Morales y Medrano. Don
Apóstol de Cañas. Don Gerónimo Pardo. Don Manuel de Fuentes. Yo Don Miguel
Fernández Munilla, Secretario del Rey nuestro señor, y su Escribano de Cámara, la
hice escribir por su mandado, con Acuerdo de los de su Consejo. Registrada. Don
Salvador Narváez. Teniente de Canciller Mayor, Don Salvador Narváez.
Concuerda este traslado con la Real Provisión original, que para este efecto se exhibió
ante mi por el Señor Don Manuel Francisco Martínez, Secretario de Su Majestad, y su
Contador de Rentas Generales, a quien volví, y va cierto, y verdadero; y en fe de ello, Yo
Manuel de Retes y Velasco, Escribano del Rey nuestro Señor, y de la Comisión de dichas
Rentas, vecino de esta Villa de Madrid, lo signé, y firmé en ella en treinta de Octubre de
mil setecientos y veinte y tres.
8.1.6. reaL decreto de 24 de junio de 1752
Fuente: AHN, Cons., Lib. 1513, núm. 41, fol. 417.
COPIA DEL DECRETO DE S.M. QUE DE SU REAL ORDEN REMITIO
el Señor Marquès de la Ensenada à la Real Junta General de Comercio y Moneda,
y con Papel de 25. de Junio proximo passado, sobre la exempcion, que solo
deben gozar las Fabricas de todos Generos, que estàn establecidas, y se establecieren
por Compañias, ò Particulares.
Los Fabricantes del Arte mayor de la Seda de Valencia, y los Particulares de Toledo,
y de otras Provincias de mis Dominios, me han representado repetidamente la
grandissima decadencia, que experimentan sus Fabricas desde que se establecieron las
de varias Compañias, y otras sueltas, con Privilegios, Exclusivas, Tantèos, Libertad
de Derechos de Alcavalas, y Cientos en la sprimeras ventas por mayor, y por menor,
Exempciones de Cargas Reales, y Concegiles para los empleados en ellas, y con la tolerancia
de que los Texidos no sean sujetos à la marca, peso, y medida, que prescriben
las Leyes, y Reales Ordenanzas, mediante que las Fabricas de todo el Reyno en general
no participan de semejantes auxilios, y es preciso que se arruinen, como sucede, por

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las ventajas que disfrutan las privilegiadas pertenecientes a determinado numero de
Interessados, perjudicando al Comun de muchos modos, y quitando à mis Vassallos
la igualdad que necessitan para que hagan el trato, y grangerìa con la emulacion, y
progressor, que convienen al aumento del Comercio, y al beneficio universal de mis
Pueblos. Haviendose examinado de mi orden eseta grave materia por personas practicas,
è imparciales, he tenido presente lo que me han expuesto; y considerado que no
es possible à todos mis Vassallos el establecimiento de iguales Compañias, ni aun conveniente
su multitud, proque se destruirian las unas à las otras; y conformandome con
los pruedentes dictamenes, que se dirigen, à que con la possible libertad, è igualdad
logren mis Vassallos las ventajas, que pueden prometerse de su aplicacion, è industria:
He resuelto anular por aora todas las Gracias de Tantèos, Exclusivas, Exempciones
de Derechos, y Libertades de Cargas Reales, y Concegieles à todas las Fabricas de las
Compañias, y Particulares de toda clase de texidos, ò manufacturas, à quienes con
qualquiera motivo estèn conferidas temporal, ò perpetuamente, como perjudiciales
al estado, y à la causa publica: Y por un Acto de mi clemencia concedo tambien por
aora à estas mismas Fabricas, y à todas las que estan establecidas, y se establecieren en
adelante, sea por Compañias, ò Particulares, tanto de texidos de Seda, Lana, Lino, Cañamo,
y Curtidos, como de otros qualesquiera Generos, Libertad de Derechos de Alcavalas,
y Cientos de las primeras ventas que se celebraren por mayor, y de las Rentas
Generales que causassen los simples, è ingredientes, que justificadamente necessitaren
de Reynos estraños, y no huviere en estos Dominios, haciendo constar para su goze à
las Justicias, y Ministros, que recaudaren mi Real Hacienda, la Licencia, que debe dàr
en mi Real nombre para su plantificacion la Junta General de Comerio, à cuya jurisdiccion
es mi voluntad estèn sujetas todas las Fabricas, en quanto al conocimiento de
lo que à ellas tocare; y que la Junta zele, que las Leyes, y Reales Pragmaticas se observen
precisa, y liberalmente en la calidad, peso, y medida de toda clase de texidos, remediando
desde luego los abusos, que con qualquiera pretexto se hayan introducido.
Tendrèislo entendido, y passarèis Copia de este Decreto à los Tribunales, y Ministros
à quienes toca su cumplimiento. Señalado de la mano de su Magestad. En Aranjuèz à
veinte y quatro de Junio de 1752. Al Marquès de la Ensenada.
8.1.7. reaL decreto de 18 de junio de 1756
Fuente: Novísima Recopilación de las Leyes de España manda formar por el señor Don Carlos IV. Tomo IV. Madrid:
Boletín Ofi cial del Estado, 1992 (2ª ed.), pp. 195-196.
Fábricas que deben gozar franquicias y exenciones de alcabalas y cientos.
He resuelto, que las fábricas que en virtud de mis Reales cédulas han sido distinguidas
por motivos particulares con el goce de franquicias, privilegios y exenciones,
continúen disfrutando como hasta aquí las mismas gracias por sólo el tiempo que
fueron concedidas, o se hubiesen prorrogado por posteriores Reales resoluciones; con
134

135
Elena Cano Valderas.
advertencia de que, si cuando se verifiquen estos casos, percibiese la Junta general de
Comercio causas principales para que algunas sean atendidas con la propias u otra
clase de gracias, me lo deberá representar, para que delibere lo conveniente. Y es mi
Real intención, que las fábricas de los géneros, que especifica la relación adjunta, disfruten
sólo libertad de los derechos de alcabalas y cientos en las primeras ventas al pie
de las propias fábricas, la de los simples que necesiten de fuera del Reino, y los de su
entrada en los lugares donde estén establecidas, con la franquicia en el aceite y jabón
que consuman; considerándose al respecto media arroba de aceite y seis libras de jabón
por cada pieza de treinta y cinco a cuarenta varas: quedando excluidas de estas ni
otra calidad de exenciones y gracias las otras fábricas y géneros de ellas no contenidos
en la citada relación, por no concurrir en ellos las razones que para las anteriores.
Relación de las fábricas y géneros que han de gozar exención de alcabalas y cientos.
1. Todo tejido de seda con plata y oro, de ancho y angosto indistintamente; y en
los de sólo seda, los de la clase de lo ancho, inclusos pañuelos, y también las
medias, sean de telar o de aguja.
2. Todos los paños que sena desde la clase de diez y ochenos arriba, las sempiternas, escarlatines,
anascotes, sargas finas, calamacos, droguetes, barraganes y bayetas finas.
3. Los sombreros finos de castor, medio castor, lana de vicuña y pelo de conejo.
4. Las fábricas de loza fina, de la clase de las de Alcora, Sevilla, Talavera y Segovia.
5. Las fábricas de vidrios finos que se hallan establecidas en el Reino.
6. Todo tejido de la clase de lo ancho así de algodón sólo como de lienzo pintado
o estampado.
7. Las fábricas de tafiletes.
8. Los cueros de la fábrica de Pozuelo de Arabaca, y de cualquiera otra que exista
de su especial calidad.
9. Las fábricas de papel.
10. Y las tijeras de tundir, cardar, telares de hierro para medias; y los artificios en
que se verifique especial adelantamiento para el manejo de fábricas.
8.1.8. reaL céduLa de 15 de junio de 1757
Fuente: AHN, Cons. Lib. 1514, núm. 51, fol. 26-31.
Real Cédula admitiendo la proposición de Gremio de Mercaderes de Paños
de Madrid, sobre tomar de su cuenta las tres Reales fábricas de San Fernando,
Guadalajara y Brihuega
EL REY
Por cuanto Don Francisco Martínez de Vallejo y Don Manuel de Irueas, por sí,

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y en virtud de Poder especial del Gremio de Mercaderes de paños, uno de los cinco
Mayores de Madrid, me han dado Pliego, ofreciendo tomar, y mantener de su cuenta,
por tiempo de diez años, las tres Reales Fábricas de San Fernando, Guadalajara y
Brihuega; y enterado de las circunstancias de esta proposición, que examinada de mi
orden por Ministros inteligentes, la han tenido por conducente a la utilidad pública,
seguridad de aquellos establecimientos y adelantamientos de sus manufacturas, sin el
gravamen con que hasta aquí se han fomentado y sostenido a costa de mi Real Erario:
he venido en admitir, y conformarme, como por la presente admito y me conformo,
con la expresada proposición en la forma y bajo las condiciones siguientes:
I
El Gremio ha de tomar todos los enseres de Lanas, Hilazas, Tejidos e Ingredientes,
que efectivamente hubiere en las tres referidas Fábricas, valuándose por el coste
y costas, que tengan en el estado de labor, que se hallaren al tiempo de hacerse el
Inventario y entrega de ellos y pagará su importe según y como acordare con el Superintendente
General de mi Real Hacienda.
II
Se le han de entregar al Gremio, bajo de Inventario, los Edificios de las tres Reales
Fábricas y sus Oficinas, con declaraciones del estado que actualmente tienen, libres
de toda carga y sin que por ellos haya de pagar alquileres algunos.
III
También se le han de entregar por Inventario los Batanes, Telares, Tornos, Mesas,
Arcas, Tijeras, Potros, Perchas, Plomos, Prensas, Platinas y demás adherentes de los
Edificios y manufacturas como las Calderas y Lavaderos, con todas sus adjacencias,
explicándose en el Inventario el estado en que se halle cada útil; y será de cuenta del
Gremio conservarlo todo y renovarlo, cuando se necesite, para el uso y continuación
de las Labores, sin que por mi Real Hacienda se haya de costear compostura, reparo,
ni otra cosa, en Edificios, Ríos y demás perteneciente a las Fábricas, si no que acaezca
una ruina total de cualquiera de ellos, por algún accidente irremediable, o caso
fortuito, que entonces se ejecutar de mi Real cuenta lo que se juzgue preciso para el
curso de las manufacturas.
IV
Respecto de no estar concluidas el todo de las precisas Oficinas de las expresadas
Fábricas para la construcción de sus respectivas manufacturas, se han de continuar
hasta su entera perfección de cuenta y costo de mi Real Hacienda, con acuerdo del
136

137
Elena Cano Valderas.
Superintendente General de ella y el Gremio recibirá todo lo que se hiciere de nuevo,
en la forma y bajo la obligación prevenida en el artículo antecedente, en cuanto a
Edificios y útiles de Fábrica.
V
Concluidos los diez años de este Asiento, volverá a entregar el Gremio de Paños a
la persona, o personas, que por Mi se destinaren, bajo el mismo Inventario y Tasación,
las referidas tres Fábricas con todas sus Maniobras y Pertrechos, debiéndoseles recibir
también los Ingredientes y Adherencias en los propios que se le entreguen, disolviéndose
entonces el Contrato de la forma que ahora se contrae por parte del Gremio: Y es
Condición, que dos años antes de concluirse los diez, se ha de avisar mutuamente, así
por parte de mi Real Hacienda, como por la del Gremio, sobre si ha de continuar o no
por más tiempo, para que con él se tomen las providencias correspondientes a obviar
todo perjuicio y suspensión de las Fábricas.
VI
Mediante quedar de mi Real cuenta la propiedad de los Edificios, se ha de abonar
al Gremio cualquiera mejora que intente hacer en ellos, con tal que se ejecute, precediendo
dar cuenta al Superintendente General de mi Real Hacienda, para obtener
mi Real aprobación.
VII
Puesto el Gremio de Paños en posesión de las Fábricas, ha de usar libre, quieta y
pacíficamente de todas las Facultades, que competen a los Propietarios en el gobierno
y administración de ellas, trayendo sujetos y quitando, con causa o sin ella, los que
tuviese por conveniente para la mejor ejecución de las manufacturas: a condición
que para remover a los empleados y Maestros que tuvieren Contrata particular, ha
de preceder justo motivo y mi Real aprobación. Y también ha de poder comprar los
simples Ingredientes y demás cosas necesarias, donde mejor le parezca, manejándose
en sus providencias, economía y policía de las Fábricas con total independencia;
pues siendo el único, participe de las favorables o adversas resultas de un asunto de
tanta gravedad, sólo a él incumbe la absoluta dirección, no oponiéndose con alguna
providencia a la mayor perfección de los Tejidos o a la conservación y aumento de
las mismas Fábricas.
VIII
Por ser una de las mayores importancias, para la perpetua conservación de las varias
Artes de que se componen estas Fábricas, el continuar en la enseñanza de Apren-

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
dices de las diversas Maestrías, para que se vayan sucediendo las habilidades y no
llegue el caso de extinguirse y tener que costear Maestros Extranjeros, queda obligado
el Gremio de Paños a vigilar y cuidad de poner y mantener Aprendices Españoles a
todos los Maestros, a fin de que los enseñen sus Artes, dándoles el salario regular a
los Aprendices y escogiendo los más hábiles y de mejor disposición para cada Oficio:
Y luego que cumplan su Aprendizaje y salgan para Maestros, Ayudantes u Oficiales,
se pondrá en su lugar otro nuevo Aprendiz, cuidando siempre el Gremio que sobren
Maestros inteligentes, no sólo por ser preciso para que estén más subordinados y desempeñen
su obligación, sino porque estas Fábricas deben servir de Escuelas para criar
buenos Maestros, que puedan y deban ir a las demás particulares del Reino, cuando
los necesiten o pidan.
IX
Si en lo sucesivo inventare, adelantare o perfeccionare alguna cosa en los países
extranjeros, ya sea en los colores de los Paños, calidad superior de ellos, invento económico
u de otras naturalezas, que exceda a los de estas Fábricas, ha de ser también
de la obligación del Gremio traer Maestros extranjeros, que lo enseñen, haciéndomelo
presente por la vía reservada del Despacho de Hacienda, para el mejor logro y
modo de traerlos y que se ejecute con mi Real aprobación.
X
Igualmente estará obligado el Gremio a mantener las pocas Niñas desamparadas
que hay en la Fábrica de San Fernando para despinzar los Paños, haciéndolo en los
términos que actualmente se ejecuta o según le pareciere, como no les falte el preciso
sustento y vestido, que a corta diferencia ganan con su trabajo; y lo propio se ha de
practicar con los Niños de la misma Casa, que están en Aprendizajes.
XI
Para conservación y aumento de las varias Semillas, que se cultivan en las tres referidas
Fábricas para Tintes, Cardón de Percha y otros fines del servicio y utilidad de
ellas, cuidará el Gremio de adelantar en esto cuanto se pueda y de seguir y aumentar
los Plantíos de Álamos, Mimbres y demás Árboles, que tienen las Fábricas para su
comodidad y uso de la Leña y Maderas que tanto necesitan.
XII
Como la buena calidad de la manufactura es lo que principalmente asegura su
consumo, se obliga el Gremio a que en las Fábricas, de que se hace cargo, se labren
Paños superfinos y finos, como los que actualmente se ejecutan para el consumo de
138

139
Elena Cano Valderas.
España y las Américas y pondrá a los Géneros de sus manufacturas un Plomo con
esta Inscripción: Fernando VI y en el reverso: Real Fábrica de Guadalajara, o la en
que se haya hecho el Tejido, a fin de que se conozcan, y para los demás efectos, que
se expresarán en esta Cédula.
XIII
Para afianzar la buena calidad de los Paños superfinos y finos, no obstante que
el Gremio ha prometido no descuidarse en el cumplimiento de esta obligación, no
le será permitido alterarlos en cuenta, ley ni marca, aunque sea con pretexto o motivo
de mayor perfección, sin que preceda mi Real permiso, y estará sujeto a que se
nombre una o más personas peritas para que, reconocidos los géneros de los Telares
o Fábricas, certifiquen lo que hallasen en conciencia, asegurándose por este medio la
buena correspondencia del Gremio y que en esta atención pueda Yo dispensarle las
gracias que sean necesarias al feliz éxito de esta empresa.
XIV
En consideración a que en las Provincias del Perú y Nueva España hay existentes
muchas Piezas de Paños de las tres referidas Fábricas y que lo mismo sucede en estos
Reinos de las Coronas de Castilla y Aragón, sin que se hayan podido consumir en
muchos tiempos, por no ser correspondientes a la calidad de los extranjeros que se
introducen en aquéllos y estos Dominios, le será permitido al Gremio, con el fin de
evitar estos daños, que en la Fábrica de Brihuega se ejecuten los Paños correspondientes
a la calidad de los extranjeros, que se introducen en España y en Indias, por
ser la idea en que últimamente se ha puesto aquella Fábrica, procurando que en ella
se imite en el todo la referida construcción.
XV
Ha de tener el Gremio de Paños la libertad de que si pudiese exceder en calidad
a los superfinos, que actualmente se labran en las tres Fábricas, lo ejecute por el beneficio
que resultara al Estado, arreglándose para ello a lo prevenido en el Capítulo
trece de esta Cédula y le será facultativo aumentar y de ninguna manera disminuir el
número de Telares, que están corrientes en ellas haciendo trabajar anualmente sesenta
mil varas de Paño a lo menos.
XVI
También ha de tener el Gremio la libertad de poder establecer toda manufactura
de Lana, que le convenga, además de las que comúnmente se fabrican, arreglándose
a la ley de las extranjeras que vienen a estos Reinos, para todos aquellos Géneros que

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no se labran en ellos; pero por los demás de que ya hubiere algún establecimiento, se
sujetará a la ley y Marca con que aquí se fabrique; y en consideración a la utilidad de
estas empresas, tendré a bien dispensarles oportunamente las exenciones necesarias,
sin expendio de mi Real Erario.
XVII
Si el Gremio lo tuviere por conveniente, se mudarán los Telares y demás Pertrechos
que al actual Fábrica de San Fernando a la Ciudad de Guadalajara, donde ha
de permanecer en departamento separado con el nombre de Real Fábrica de San
Fernando, haciéndose las Obras necesarias para la construcción de las manufacturas
y que se pueda gobernar bajo de una mano todo de cuenta y costo de mi Real Hacienda,
precediendo para ello el ponerse de acuerdo con el Superintendente General
de ella y tener mi Real permiso.
XVIII
Los Paños, Ratinas, Droguetes, Sarguetas, Perpetuelas y Beatillas, que actualmente
se labran en las citadas Fábricas y serán conocidos por la Marca y Sellos que quedan
expresados en el Artículo doce, los ha de poder conducir el Gremio libremente
por toda España exentos de derechos Reales en las Aduanas, a la entrada y salida de
las Ciudades, Villas y Lugares, y de su Alcabala en la venta, llevando la correspondiente
Guía de los Directores de las mismas Fábricas; pero los demás Géneros de
distinta construcción o nueva invención, que se aumentaren en ellas, sólo han de
gozar la exención de Alcabala en las ventas que se hicieren al pie de la Fábrica, como
está concedido por punto general a las demás privilegiadas.
XIX
El Gremio ha de tener facultad de establecer Almacenes en todos mis Dominios,
para la venta de los Géneros de las referidas tres Fábricas; y aunque por sus circunstancias
debía gozar absoluta libertad en dicha venta, se sujetará a las Leyes Municipales de
los parajes donde se establecieren Almacenes, para que el expendio se ejecute arreglado
a ellas; siendo Capítulo expreso que por esta sujeción del Gremio a las Leyes Municipales
de las Provincias del Reino, lo han de estar también en Madrid las Compañías y Particulares
para el expendio y venta por menor de las manufacturas de Lana, que hacen
fabricar en sus Fábricas; quedando abolidos, como lo mando, los abusos en contrario,
introducidos en perjuicio del Gremio y de las Ordenanzas que tiene.
XX
Si el Gremio pusiese algunas de las manufacturas de las Reales Fábricas en dispo-
140

141
Elena Cano Valderas.
sición, que prometa utilidad la venta de ellas en Reinos extranjeros, le será permitido
extraerlas, sin pagar cosa alguna por derechos de exportación.
XXI
No alterándose por este nuevo Contrato la obligación que tiene contraída de consumir
los Paños de las Reales Fábricas, quedará asimismo en su fuerza y valor la de
la Compañía de los cinco Gremios Mayores, por la cual debe tomar para cada Navío
de Flotas y Galeones doscientas cincuenta Piezas de Paños, obligándose el Gremio,
como Director de tales Fábricas y quedando igualmente subrogado en la acción y
derecho que las corresponde, para que se le observen por parte de los Contratantes.
XXII
Afianzándose en el precio cómodo del Género y en la buena calidad la más pronta
salida y consumo, el Gremio por su utilidad ofrece ejecutar, en recíproco beneficio
del Común, toda la equidad que le fuere posible y permite el Negociado.
XXIII
Tampoco se ha de extinguir la obligación de la Compañía de los cinco Gremios
Mayores, en el caso de que las Comunidades, por sí o por la Casa de la Compañía de
Cádiz, que es lo mismo, entren en el todo o parte de esta dependencia de Fábricas;
sino que todas y cualesquiera Obligaciones anteriores quedan en su fuerza y vigor,
reputándose este Negocio por nuevo e inconexo de los antecedentes, aunque sean
unos mismos los sujetos contrayentes.
XXIV
Siendo uno de los mayores consumos y destino de los Géneros de las Fábricas el
que se hace en las Indias y habiendo el Gremio hecho presente la dificultosa salida
que tienen en aquellos parajes los que se han conducido de cuenta de mi Real Hacienda,
no obstante haber ido libres de Derechos, Palmeo, Flete y Avería, estando allá
de Alcabala y cualquiera otra imposición: he venido en concederle libertad y exención
de derecho de Alcabala, en la venta que hiciere en las Américas de Paños, que
conduzca a ellas labrados en las tres Fábricas de la calidad y ley que hoy se ejecutan
para que con este auxilio pueda facilitar su consumo.
XXV
Para el mismo intento es Condición expresa de este Contrato, que en los despachos
de Flotas se ha de conceder al Gremio un Navío propio de Permiso de cuatro-

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
cientas a quinientas toneladas de buque; y otro, si se estableciese el despacho de Galeones
en los mismos términos y conformidad, que tuve a bien hacer esta Gracia a la
Compañía de los cinco Gremios Mayores de Madrid por Resolución de veinte y dos
de Diciembre de mil setecientos cincuenta y cinco, a fin de que despachando en Embarcaciones
propias sus manufacturas tenga el alivio de no pagar Fletes a Navieros.
XXVI
Y últimamente, es también Condición, que de todos los negocios y asuntos, que
directa o indirectamente, tocaren y pertenezcan a las tres Fábricas y su conservación ha
de conocer privativamente el Ministro, que es o fuere Superintendente General de mi
Real Hacienda, nombrando para este efecto un Juez Subdelegado con inhibición de
todos los Concejos y Tribunales; de modo que en todo lo concerniente a las referidas
Fábricas ha de tener jurisdicción privativa, omnimoda y absoluta, con fuero activo y
pasivo así en lo contencioso como en lo gobernativo por ser materia propia de mi Real
Hacienda, con sólo las apelaciones al mismo Superintendente General de ella: Por tanto,
habiéndose puesto mi orden en posesión de las tres referidas Fábricas a los citados
Apoderados del Gremio desde primer de Abril próximo antecedente, para que tenga su
debido cumplimiento todo lo contratado: ordeno y mando a los Presidentes y Oidores
de mis Consejos, Chancillerías y Audiencias, Regentes, Gobernadores, Intendentes,
Superintendentes, Corregidores, Alcaldes Mayores y Ordinarios, Administradores de
mis Rentas Reales y Generales y de los Servicios de Millones, Fieles Cogedores, Arrendadores,
Tesoreros, Aduaneros, Guardas y Diputados de Gremios, Veedores y Tratantes
de estos mis Reinos y Señoríos y otros cualesquiera Tribunales, Ministros y personas
a quienes en todo o en parte tocare el cumplimiento de lo contenido en esta mi Real
Cédula, que luego que por parte del expresado Gremio se les presente Copia autorizada
de ella, lo observen, guarden y cumplan y ejecuten precisa y literalmente, según y como
en cada una de sus Condiciones se expresa sin faltar ni contravenir a ello en ningún
modo, ni permitir se contravenga, ni ocasione perjuicio al Gremio con pretexto alguno;
sino que antes bien le den y hagan dar y a sus Directores y Dependientes todo el
favor y auxilio que necesitaren y pidieren para la más exacta y puntual observancia de
este Contrato por ser así mi voluntad; y que se tome la Razón de él en las Contadurías
Generales de Valores y Distribución de mi Real Hacienda. Dada en Aranjuez a ocho
de Junio de mil setecientos cincuenta y siete.= YO EL REY.= Juan Francisco de Gaona
Portocarrero.= Tomose la Razón de la Cédula de su Majestad escrita en las ocho hojas
antes de ésta, en las Contadurías Generales de Valores y Distribución de su Real Hacienda.
Madrid quince de Junio de mil setecientos cincuenta y siete.= Por ocupación
del señor Contador General de la Distribución.= Don Ginés Fernández de Ribagorda
y Boorques.= Don Salvador de Querejazu.=
Concuerda con la Cédula Original, que exhibieron ante mí D. Joseph Matías de la
142

143
Elena Cano Valderas.
Presilla y D. Francisco Martínez de Vallejo, Directores Generales de las Reales Fábricas
de San Fernando, Guadalajara y Brihuega, vecinos de esta Corte, a quienes se la volví
a entregar y de que doy fe y a que me remito; y para que conste donde convenga, yo
Diego Rubio Escribano del Rey nuestro Señor, vecino de esta villa de Madrid, de pedimento
de los citados Directores Generales, doy la presente copia que signo y firmo en
Madrid a veinte y siete de Mayo de mil setecientos y sesenta.
En testimonio de Verdad.
Diego Rubio.
8.1.9. reaL céduLa de 10 de noviembre de 1757
Fuente: AHN, Cons., L. 1481, núm. 49, fol. 303r-308r.
REAL CÉDULA DE SU MAGESTAD de diez de Noviembre de mil setecientos
cinquenta y siete, aprobando las Ordenanzas que han de observar los Artes de Tintoreros
de Sedas, y Lanas de estos Reynos.
EL REY
Por quanto Don Manuel de Robles, Director, y Visitador de los Tintes de estos
Reynos, representó a mi Real Junta General de Comercio, que en cumplimiento de
lo prevenido en el Título que se le despachó de tal Director en veinte y dos de Diciembre
de mil setecientos treinta y quatro, havia executado un breve Resumen de
Ordenanzas, fundado en quatro Tintas principales de Azules, Encarnadas, o Rojas,
Amarillas, y Negras, el numero quasi infinito de colores que da el Arte, assi en Sedas,
como en Lanas, Ilo, y Algodón, a fin de que a los Tintoreros les pueda servir de arreglo:
Suplicando se aprobassen para su observancia. Y haviendose visto en la Junta General
de Comercio el expressado Resumen de Ordenanzas, con los informes tomados
en el assumpto, teniendo presente lo dificil que es ceñir a numero fijo las Dosis de los
ingredientes, que deben emplearse en los Tintes, porque sería impedir las utilidades,
y progressos de los Artes, poniendo limites muy estrechos a los observadores de la
Naturaleza; y lo que sobre todo ha expuesto mi Fiscal: He tenido por bien aprobar
el referido Resumen de Ordenanzas formadas por Don Manuel de Robles, para que
sirvan de regla a los Artes de Tintoreros de Sedas, y Lanas del Reyno, y especialmente
a los que no tuvieren ordenanzas aprobadas por mì en la forma siguiente.
I
Primeramente se previene, que para ser Tintoreros de Sedas, y Lanas deberàn
tener exacta inteligencia de las quatro Tintas principales, que son las Azules, Encarnadas,
o Rojas, Amarillas, y Negras, y formal comprehensión de su practica, y

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
theorica, sin separarse de las observanciones, o leyes del Arte, por cuya luz se alcanza
las Dosis de las referidas quatro Tinturas para hacer innumerables coloridos, no siendo
lo de menos el saber quando, y en que tiempos se han de anteponer, o posponer
unas Tintas a otras. Y concurriendo estas circunstancias, y precediendo examen por
el Examinador, o Veedores del Arte, con autoridad de la Justicia, se les despachara el
Titulo de Maestros Tintoreros para que puedan exercer el Arte publicamente.
II
Luego que estén aprobados de Maestros podran tener Discipulos, o Aprendices que
sigan los términos del Arte; para cuya admision han de preceder verdaderos informes
de la Christiana naturaleza, y honradez de los Aprendices: Y siendo éstos para Tinturas
de Sedas, Paños finos, y entrefinos, escrituraràn con sus Maestros servir de tales Aprendices
por seis años, y cumplidos passaràn a Meseros por dos años, y despues exerceràn
de Oficiales otros dos años: Y siendo los Aprendices para Tinturas de Ropas ordinarias,
y bastas, haran Escritura por cinco años, y además uno de Meseros, y otro de Oficiales;
y hallandolos totalmente idoneos cada uno en su classe de Tinturas, y cumplidas sus
Escrituras, se les admitirà à examen, el que serà con toda legalidad.
III
Los Obradores de Tintes, deberàn estar completos de todos los utensilios precisos,
sin admitir escusa, por lo que se declara no cumplen los Maestros en tener Tinas, si
no están corrientes, y formadas de suficiente parte de Pastel, y demas simples, que
corresponden para las Tintas Azul, y Verde.
IV
Que el blanqueo, y lavado de las Sedas sean muy perfectos, porque de ello resulta
la hermosura, lustre y existencia de los colores, y de la Seda; y de no ser segun Ley
del Arte, son evidentes los lucros de los Mercaderes, y Traficantes de Seda: por cuya
razon, y porque desde los Cosecheros de Seda, hasta el mas ínfimo de los que trafican
en manufacturas de ella, y los Mercaderes Revendedores por si, o porque se valen de
Maestros Tintoreros, Oficiales, o Aprendices vagos, para que les pongan las Sedas
en un termino, que estando a medio blanquear no mermen lo regular, y assimismo
las tiñen de colores falsos con aumento de peso irregular: Se declara ser prohibidos
semejantes fraudes, privados de Oficio los Tintoreros que lo egecutaren, y las Sedas
perdidas, y multados a voluntad de mi Real Junta General de Comercio.
V
Las Aguas para los blanqueos, lavados, y Tintas, deberán ser sin color, olor, ni
144

145
Elena Cano Valderas.
fabor, y si es dable corrientes; y porque la disparidad que se advierte en las Sedas
sobre el aderezo, y malicia que las dan, suele acaecer en las Fabricas de Jabón para los
blanqueos, según las circunstancias que ocurran: las quales son muy sabidas a los que
han pasado la Escuela de Aprendices, y Oficiales de Tintoreros; y assi las observaran.
VI
Las Lanas, y Paños necesitan mucha limpieza de la Juarda, Aceyte, y Tintas; y
aunque para varios colores serian conducentes Aguas saladas, gordas, y las detenidas,
o cenagosas, se tiene por mas acertado, y menos peligroso el que sean dulces, claras,
corrientes, y abunantes.
VII
Mediante que la experiencia ha manifestado que de teñir muchos colores en pieza,
debiendo ser el vedija, se sigue gran perjuicio al Comun: Se declara que solo se
han de teñir en pieza los colores de Escarlata, las Granas, y todos los de su especie;
los Carmesìes, los Morados, Purpuras, Adelfa, Flor de Lino, Amaranto, claros, y obscuros,
los Colorados de Granza, los de Grana silvestre de Indias, y los que se hagan
con Kermes: todos los Amarillos, colores de Oro, de Naranja, Gredelli, de Ante, los
Verdes, y Negros, precediendo el Azul en vedija según lo previenen las Leyes del Reyno:
Los demás colores regulares que llaman de mezclas, se deberán hacer en vedija, de
que resultan grandes ventajas al Comun, y Fabricas, como se reconoce del contenido
de la ley 33. del libro 7. que dice no se tiñan color Negro los Paños Pajizos, ni Encarnados,
y por precisa conexion los que se derivan de estos, y los que tienen Tintas que
dan mal uso al color Negro.
VIII
Por el contenido de las Leyes del Reyno, y las del Arte, se halla que la Tinta principal
de las quatro en que deben estar exactamente instruidos los Maestros Tintoreros,
es la Azul, siendo formada de la Yerva Pastel beneficiada, Rubia comun, Salvado,
Cendra, y Añil, porque este compuesto dispuesto en esta misma conformidad, y
llegando a estar en su perfeccion, y sabiendo usarle según Arte, es general para las
quatro classes de Tintes, en que debe estar dividido el Arte, y universal para colorir
Sedas, Lanas, Lino, Cañamo, Algodón, Pita, Plumas, Marfil, y quantas materias se
quieran teñir de colores Azules claros, u obscuros, siendo principio, medio, o fin
para quasi infinitos colores Verdes, que produce la naturaleza, desde la Esmeralda
hasta el mas podrido, y renegrido de los Verdes: Assimismo por las expuestas Leyes
es parte principal para los colores Morados, de Purpura, Amaranto, Adelfa, y todos
los de esta especie claros, y obscuros, y para los Muscos, y los de su classe: para los
Bronceados, Verdosos, negreados de Clavo, Canela, claros, y obscuros, los de Tabaco,

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y de Castaña, Plomados, Plateados, Perla, Pizarra, Venturina, Negros, y otros innumerables;
cuyo método de Tintas Azules formado con suficiente porcion de Pastel,
(a proporcion de los buques de los Vasos) y los demás simples expressados, es el mas
existente, hermoso, y conducente a todas las especies que se tiñen, que que quantos
se han descubierto dentro, y fuera de la Europa, sin otras muchas ventajas que se
omiten, &c. Por lo que se prohíbe teñir Sedas, lanas, Ilo, Algodon, y demás Generos,
colores Azules, Verdes, ni dar pie, o parte a ningún color en que deban serlo las
Azules en Tenacos, Charas, Jaras, o Tinas dispuestas con Barrilla, Cal, Higos, Miel,
ni otras malas composiciones, aunque sean Chimicas, ni ayudar al color Azul con
Brasil, Campeche, Urchilla, ni otras malas mezclas.
IX
Siendo las segundas Tintas las Encarnadas, o Roxas se deberán formar de distintos
Simples, y preparaciones, de modo, que para las Tinturas de Seda, y en el color
Carmesí, desde el mas lleno, se use, y aplique Cochinilla fina; lo mismo para los
Morados, Carmesies, y todos los que se derivan de estos: El Enxeve, o pie de unos,
y otros ha de ser la Piedra lumbre refinada: La parte que corresponde por libra de
doce onzas poco mas, o menos, y para el color, siendo llenos, dos onzas y media de
Cochinilla por libra de Seda de doce onzas. Y de esta forma se disminuira segun haya
de ser el color; y assi sucederà, que una onza de Cochinilla sea suficiente para veinte
libras de seda, ò alguna parte de baño servido de ella: En los Morados, y demàs que
descienden de èl, hay la misma pariedad: La Agalla deberà ser fina, la parte serà segun
el gusto, ò intento de los colores; en cuyas especies de coloridos se prohiben todas las
Tintas faltas, que alteran, ò suben los colores. Otra especie de Tintas Encarnadas hay
para la Seda, en que debe estàr práctico el Mestro Tintorero; y son las de Alazòr: La
parte que corresponde à cada libra de Seda de doce onzas, blanqueada, serà segun el
color, y la calidad del Alazòr; porque havra color que necessite diez, ò mas libras de
Alazòr de diez y seis onzas por doce onzas de Seda, y havrà color que necessite cada
libra de Seda una, ù media de Alazòr, ò residuos de otro encarnado: La manufactura
es muy sabida. Tambien tiene la Seda el Brasil, de cuyas tintas salen los Colorados
ordinarios, los de Fuego, y otros innumerables, en que es parte muy essencial, unido
con las otras tres Tintas. Las Tintas Encarnadas para los Paños, y Generos finos son la
Cochinilla fina, porque de ella salen los colores de Escarlata, los de flor de Granada,
y los de Grana; y unidas estas Tintas con las Azules salen los colores de Lirio, Violeta,
Purpura, y otros innumerables: Sobre los Enxeves de unos, y otros hay variedad, no
siendo la menor la que precisan las Aguas fuertes, y las comunes. Tambien tienen las
Estofas, y Paños finos las Tintas del Kehermes, ò Grana Silvestre de las Coscoxas, la
que sirve singularmente para el color de Grana de Venecia, y para los Morados, color
de Rey, y otros muy sobresalientes, que se dan à las Ropas finas. Ultimamente tienen
la Rubia comun para los colores lobregos; la Granza de primera suerte para los llenos,
146

147
Elena Cano Valderas.
y hermosos, y la Granza de segunda suerte para los de mas fondo. Siendo estas tres
Tintas tan singulares, que el que las tuviere bien comprehendidas, y sepa la práctica
de usarlas, harà con ellas, ayudado de las otras tres Tintas principales del Arte, quanto
se le ofrezca de idea, ò para imitar, bien entendido, que para que los colores en que
convenga alguna leve, ò grande parte de Tintas Encarnadas, Roxas, u Doradas, sean
totalmente perfectos, son precisas las Tintas de la Rubia, ò Granza para el primor
de los colores que se dàn à las Lanas, y Paños; y se prohibe en estos Obradores de
Ropas finas servirse del Brasil, Campeche, Fustete, Zandalo, Corteza, ò Cascara de
Nogal, Roldon, Velesa, Ollin, Molada, ni otras malas mezclas. Las Tintas Encarnadas
que se deben practicar en los Tintes de Paños. y Generos de segunda suerte son la
Grana silvestre de Indias, el Kehermes, la Granza de primera, y segunda suerte, y la
Rubia comun, porque con la Grana silvestre se hacen los colores de Escarlata, que
conducen à estas Ropas entrefinas; con el Kehermes los de Grana obscuros de unas,
y otras Tintas diferentes, Moradas, flor de Romero, y otros muchos; con la Granza
primera colorados muy preciosos, y dorados; y de unos, y otros quantos se intente:
En esta classe de Ropas se podrà usar del Zandalo, pero no de los prohibidos en la
antecedente. Los colores Encarnados, ò Tintas Roxas para los Generos ordinarios, y
basto se haràn de la Granza de segunda suerte, ù de Rubia comun; de modo, que para
los Paños desde los diez y ochenos abaxo, los Cordellates, y las Estameñas se haga
con Granza de segunda suerte, ò Rubia comun limpia, assi para los Colorados, como
para los Muscos, Negreados, y de Passa, precediendo un Celeste. Para el colorado de
las Frisas, Bayetas insimas, y Sayales, Brasil; y à estas mismas en los colores Muscos,
Pardo, ò Negrilla, Rubia ordinaria, ò Cascarilla.
X
Respecto de ser las terceras Tintas principales las Amarillas, estas deberàn egecutarse
con la Gualda, la que hay en abundancia en toda España, assi silvestre, como
de cultivo; es universal para colorir Sedas, Lanas, y las demàs especies que se quieran
dar color Amarillo, desde el siempre viva, hasta el mas tostado Amarillo; y para los de
Gayombo, Aroma, Caña, y otros; siendo parte precisa para los colores de Oro, los de
Bronce, y Ante, &c. Sin cuyas Tintas Amarillas no se pueden hacer mas de dos mil
colores Verdes, que se ofrecen en las Tapicerias, y otras Fabricas, entre los Cambiantes,
reflexos claros, llenos, y obscuros, los sombreados, los podridos, y renegridos, ò
secos que quedan de las Yervas, y Plantas: Para los colores de Aguas, Terrazos, Montañas,
Lexos, y Orizontes, tanto en Lana como en Seda; porque no hay Tintas Verdes
si no se forman de las Azules, y Amarillas, interpoladas con las Roxas, y Negras,
reglando las Dosis segun sea el intento. Tampoco tendràn ley, arte, ni hermosura los
colores Cambiantes, que necessitando grave, ò leve parte de Tintas Amarillas, no las
dèn de la Gualda, sea en el principio, medio, ò fin, assi para las Sedas, como para las
Lanas: En cuyo supuesto se prohibe el teñir los referidos colores con Palo Amarillo,

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ni otras Maderas, Torvisco, Mugeriega, Flor de Aulagas, Estepa, Jara, ni otras Yervas,
aunque sea en Ropas ordinarias.
XI
La quarta Tinta, que deben saber hacer, y practicar los Maestros Tintoreros, es
la Negra, por ser precisa para sombrear, y obscurecer innumerables colores: la qual
se deberà hacer de una porcion de Zumaque, y Agalla, y Vitriolo, en caso que no
haya otra, ò no se quiera gastar la que està destinada para la Seda Negra; para esta se
previene Caldera destinada, y en otra, ò en un Perol se previene Palillo de Zumaque,
Agalla, Limage, Vitriolo, Goma, y Vinagre, las porciones varìan segun las Calderas
en que se tiñe. En el Agallado suele haver graves perjuicios, por razon de dar mucho
Zumaque, ò darle hirbiendo; de modo, que se ha de regular la cantidad del Zumaque,
y no echar mas que el preciso, y en frio: por que en hallando peso malicioso serà
perdida la Seda, y assi no se usarà Cascara de Granada, ni Agalla ordinaria; ni otra
mala mezcla: El Esborde lavado, y Jabones son muy sabidos, y assi no se expressan.
El color negro de los Paños, y Generos finos, y la Tinta para obscurecer la parte que
corresponda à los colores de Mezclas, se haràn en esta forma: Los Paños han de ser
teñidos en Lana de color Azul, segun los Celestes que manda la Ley, que es un punto
menos que Turquì, y despues de sellados se dispone la Caldera, con Rasura, Zumaque,
y Rubia segunda, y Agalla. Para demudar, y dar la Tinta se ha de echar Vitriolo,
dadas las bocas se lava, y se passa por baño de Gualda, y alguna Cascarilla de la Rubia
sin tierra, la Simiente de Linaza, y el Jabon suaviza; el Espliego herbido con la Gualda
quita el olor de la Tinta, y se suaviza: El Cardenillo, y el Campeche son ociosos, y se
prohiben, como tambien la manteca, la Agalla de Monte, Velesa, y todo lo demàs que
prohiben las Leyes: De esta Tinta que queda se usarà siempre que sea necessaria alguna
parte para obscurecer, &c. El color Negro para los Paños, y Generos de segunda
suerte se deberà hacer sobre quatro Celestes dados en Lana, que es dos grados menos
que los finos; se previene la Caldera, y se echan los mismos simples, à diferencia
de que la Rubia debe ser de la comun, pero muy limpia; lo mismo para la Tinta, ò
demudada con Vitriolo, en las entradas las regulares, siguiendo el mismo orden del
lavado, y demàs que à los Paños finos para obscurecer con esta Tinta. Los Generos
ordinarios se teñiràn desde los Paños de diez y ochenos abaxo con dos Celestes; las
Fisas, y Sayales uno; la parte de Zumaque debe ser duplicada, la de la Rubia ordinaria
la mitad, y una corta parte de Agalla, y sin Rasuras: la demudada con Caparrosa, las
entradas regulares, y con esta se obscurece lo que se ofrece.
XII
Y ultimamente los defectos de las Tinturas unos son leves, ò tolerables, y serà
quando à un color le falta algun grado, ò le tiene de mas; lo que no se puede remediar
148

149
Elena Cano Valderas.
muchas veces: otros hay de omission, ò negligencia, y estos son quando los colores
son tristes, feos, manchados, ò desiguales: estos se deben enmendar sin hacer perjuicio
à las Ropas, ò Sedas; y de no remediarse, los deben satisfacer segun està mandado.
Otros defectos son de intento, ò malicia, y es quando dan colores falsos por los
firmes, o meclados otros, por convenir los Tintoreros con el lucro de los Mercaderes,
dexando las Sedas crudas, y aumentandolas peso, y dando colores falsos; por lo que
incurren unos, y otros en el rigor de lo que està dispuesto por las Leyes. Por tanto,
para que lo expressado en los doce Capitulos de Ordenanzas se observe, y guarde inviolablemente,
he tenido à bien expedir la presente mi Real Cedula, por la qual mando
à los Presidentes, Regentes, y Ordinarios, y à otros qualesquier Ministros, Jueces,
y Justicias de estos mis Reynos, y Señorìos à quienes fuere presentada, cuiden del
cumplimiento, y observancia de los mencionados Capitulos de Ordenanzas, haciendo
que los Artes, y Gremios de Tintoreros de cada Pueblo, y Jurisdiccion se arreglen
en todo, y por todo à su contexto, sin contravenir, ni permitir se contravenga à lo
que en cada uno de ellos se dispone, baxo la pena de 500 ducados, y demas que dexo
al arbitrio de la referida Junta General de Comercio, à cuyo Tribunal darán puntual
cuenta de los recursos, y denuncios que se ofrecieren, con inhibicion de todos los
demas Consejos, Chancillerias, Audiencias, Jueces, y Justicias de estos mis Reynos, à
quienes inhibo, y hè por inhibidos del conocimiento de todo lo pertenciente, y que
tuviere conexion con lo expressado en estas Ordenanzas. Y mando, que à las copias
de esta mi Real Cedula, certificadas del infrascripto mi Secretario, se dé tanta fé, y
credito como à el original: que assi todo es mi voluntad. Fecha en San Lorenzo à diez
de Noviembre de mil setecientos cinquenta y siete. YO EL REY. Por mandado del
Rey nuestro Señor. Don Francisco Fernandez de Samieles.
Es copia de la Real Cedula, que original queda en la Secretarìa de mi cargo.
8.1.10. reaL orden de 18 de noviembre de 1774
Fuente: AHN, Diversos, Reales Cédulas, núm. 393.
Real orden del Consejo remitiendo ejemplares, para distribuir en las Parroquias,
del “Discurso práctico de la Industria Popular”
Muy s. or mío: El amor del Rey a sus vasallos, y su natural propensión a facilitarles
cuantos medios puedan contribuir a el beneficio público, han movido su Real ánimo
a acordar con Consulta de el Consejo q. e se imprima y distribuya por todo el Reino
el adjunto Discurso práctico de la industria popular, con el importante objeto de
promover la aplicación de los Pueblos a las Artes, y Manufacturas, que les pueden ser
más útiles, y fáciles según la proporción de sus terrenos, y producciones.
Los Pobres son los primeros, que deben dedicarse a esta industria; están obligados

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a mantenerse de su trabajo, y no se les ha de permitir, que contra lo dispuesto en las
Leyes, se abandonen, y entreguen a la viciosa libertad, y miserable oficio de pedir
Limosna, y que defrauden, tal vez con engaños, y malas artes, a los Pobres impedidos
los socorros que necesitan, y les destina la caridad de los fieles.
Mayor cuidado merece el extremo a que llega la desidia, y abandono de algunos
Padres, que en lugar de oficio honrado, enseñan a sus Hijos el de vagos, y mendigos,
de modo, que cuando entran en conocimiento, no pueden reparar los vicios con
que los inficionó la libertad, y las malas compañías, convirtiéndose en unos vasallos
abandonados, y enemigos de la humanidad, y sociedad de los hombres, aquellos que
bien educados desde su tierna edad, pudieran ser unos útiles y honrados ciudadanos.
En los Lugares de corta Población, todavía se mantiene la honrada costumbre de
avergonzarse de pedir Limosna los que pueden trabajar, y deben hacerlo en buenos
principios de Justicia, y de Conciencia en cumplimiento de lo que las Leyes Divinas,
y Humanas les Prescriben.
Pero en los Pueblos numerosos a pesar de la vigilancia del Gobierno, es más difícil
el remedio de estos abusos, porque pretextando, que no saben oficio alguno, o que
no tiene en que trabajar, extraen con inoportunas instancias, y tal vez como forzadas,
las Limosnas que sólo sirven de fomento para continuar su punible ociosidad y
voluntaria Pobreza.
El discurso de la Industria popular, calcula los daños que recibe la causa pública
de esta desidia, y los beneficios que resultarían, si tantas manos indebidamente ociosas,
se ocupasen con utilidad propia, y del Estado.
El celo de V.S. por el servicio de Dios, y bien de el Público comprende mejor de
lo que yo puedo manifestar, que el establecimiento de Escuelas, y Hospicios, para la
enseñanza de los Niños y Niñas, recoger con Caridad los Pobres impedidos, y obligar
al trabajo los holgazanes, son los medios más eficaces para el piadoso objeto que se
propone, y que merece la atención, y Caridad de V.S. con los demás, que podrán
proporcionar a V.S. sus sabias experiencias.
Conviene instruir al Pueblo de todas estas obligaciones, y nadie como los Párrocos,
puede persuadir, y convencer a sus feligreses. Con este objeto acordó el Consejo,
que se ponga a la disposición de V.S. igual número de ejemplares, que el de las Parroquias
de q.e se compone esa Diócesis, para que V.S. distribuya a cada uno el suyo,
que debe quedar para su sucesor.
Como uno de los auxilios más eficaces de la Industria, consiste en q.e los Naturales
de estos Reinos, se vistan de la Manufacturas del País, será muy oportuno que
150

151
Elena Cano Valderas.
V.S. haga recomendar al clero esta preferencia conforme a el Real Decreto de Phelipe
Quinto de Augusta Memoria de el año de 1726, porq.e de esta suerte tendrán salida
pronta los fabricantes del Reino, de las sedas, paños, sargas y bayetas propias, cuando
en España su valor a beneficio de su circulación interior, cuya prevención se podrá
hacer al tiempo de remitir a cada Párroco su ejemplar.
El amor de V.S. a los Pobres, y a el fomento verdadero de el Estado, sabrá adelantar
en este utilísimo pensamiento, que merece la atención de S.M. y la de el Consejo,
los modos prácticos, que dependan de su arbitrio e insinuaciones.
Espero que V.S. me vaya dando noticia de lo que se pueda adelantar para que conferido,
y visto en el Consejo, se promueva la felicidad pública, y destierre la ociosidad,
subrogando en su lugar la industria general de la Nación, a fin de que por virtud
de ella florezcan las buenas costumbres, el recogimiento de las familias, la verdadera
Caridad, y el amor de los próximos desvalidos.
Dios guarde a V.S. muchos años como deseo. Madrid. 18 de Nov. e de 1774.
B.l.m. de V.S.
Su m.s seg.º ser.or
Manuel Ven.ª
Figueroa
Reciví en 27 de Marzo de 775.
P.e Abad de S.ta María la R.l de Nájera
8.1.11. reaL céduLa de 18 de noviembre de 1779
Fuente: AGS, CSH, Lib. 203, fol. 216-226
Franquicias concedidas a las fábricas de paños y demás tejidos de lana del Reino
EL REY
Por quanto desde la publicación del R. l Decreto de 18 de Junio de 1756 por
el qual se arreglaron las Franquicias, y exempciones que devían gozar las diferentes
Fábricas comprendidas en relación separada de la misma fha, ha manifestado
la experiencia que la limitación de dhas gracias, y exempciones a solas las Fábricas
de tegidos finos de Lana ha sido, y es perjudicial a la Subsistencia, y fomento de las
demás Fábricas de Paños, y géneros de calidad inferior; y que sobre este perjuicio se
han verificado otros inconvenientes por la desigualdad con que se extendieron, y se
han dejado correr las mismas livertades, y gracias en las diferentes Provincias de estos
Reynos: deseando mi Junta Gral de Comercio y Moneda remover el embarazo que
reciprocam.te se causaban unas Fábricas a otras, y establecer en quanto fuese posible

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
la igualdad en el alivio de unas cargas y absoluta esempción de otras para animar de
este modo el fomento de Tegidos, y manufacturas de Lana, cuio basto consumo en
estos Reynos, y en los de Yndias puede proporcionar la honesta, y útil ocupación de
una gran parte de mis vasallos, y la decente subsistencia de sus familias. Se dedicó a
tomar conocim.to del Estado, y disposición actual de las Fábricas de esta clase, de las
instancias y recursos pendientes sobre concesión de nuevos auxilios, prorrogación de
exempciones, y sobre otros particulares; y formada relación de todo, la mandó pasar a
los Directores Grales de R.tas para que con instrucción de quanto resulta, y pidiendo
las demás noticias, e informes que tuviesen por convenientes, expusiesen quanto se
les ofreciera sobre sugetar a un establecimiento y arreglo gral las gracias, exempciones,
y livertades que gralm.te pudieran concederse a las Fábricas de Tegidos de Lana.
Con efecto se dedicó la Dirección gral de Rentas a un asunto de tanta importancia
con el esmero, y atención con que desempeña los demás encargos de mi R. l
servicio, y expuso mi Junta g. l de Com.º lo que estimava conveniente, y examinado
en ella con la detenida reflexión, y pulso que pedía la materia, y oído mi Fiscal me
dio cuenta de todo en Consulta de 29 de Julio de este año, haciéndome presentes los
graves motivos que podían impulsarme a extender por una regla uniforme a todas
las Fábricas de Lana sin excepción de alguna clase, o calid.d las livertades, alivios, y
gracias que me proponía con el loable fin de animar las manufacturas interiores de
mis Dominios, y de facilitar a mis vasallos los adelantamientos que tanto les deseo, en
cuia consideración, por resolución de dha Consulta he venido en conceder a todas las
Fábricas de Paños desde la clase más ínfima hasta los superfinos de mejor calidad a las
de Ratinas, Bayetones, Frisas, Picotes, Rajas, Albornoces, Felpas, Sempiternas, Escarlatines,
Anascotes, Sargas, Calamacos, Droguetes, Barraganes, Bayetas, Cordellates,
Camelotes, Estameñas, Mantas, Sayales, Escalonillas, Gergas, Belillos, Buratos, Alfombras,
Cariseas, y de todos los demás Tegidos de Lana de las Fábricas de estos mis
Reynos las exempciones, y gracias que se siguen.
1.ª
Los Paños, y Tegidos de Lana de las Fábricas de Castilla, y León gozarán la livertad
de Alcavalas, y cientos en las ventas por mayor, y por menor que se hiciesen de ellos al
pie de las Fábricas: De las ventas que se hicieren de los mismos Tegidos en las Tiendas
de los Mercaderes, o Comerciantes compradores de ellos en el Pueblo de Fábrica, o en
cualquiera otro, sólo se han de exigir por aora un dos por ciento de su precio corriente
de Fábrica, por el todo de los dros de alcavala, y Cientos. En las Ferias, y Mercados,
que tengan Privilegio de livertad de Alcavala, y Cientos, se observará su exempción. En
las Ferias, y Mercados, en que la franquicia concedida sea sólo de alguno, o algunos de
los dros, se cobrará el dos por Ciento, aplicado a la clase del impuesto a que han sido
contribuyentes: Y en las Ferias, y Mercados sin Privilegio de exempción de los dros de
Alcavala, y Cientos, sólo se exigirá por el todo de ellos el referido dos por ciento.
152

2.ª
153
Elena Cano Valderas.
De los Paños, y de todas las clases de Tegidos de Lana de Fábrica extranjera, q. e se
vendieren por Mercaderes, y Comerciantes, en qualesquiera Pueblos de los Reynos
de Castilla, y León, y en todas las Ferias, y Mercados, sean, o no con Privilegio de
Franqueza, y aunque pertenezcan a Naturales de ellos; es mi voluntad paguen por
aora sólo el diez por ciento, pero sin gracia ni revaja en esta regulación, no obstante,
que estas rebajas, o moderaciones, se hayan hecho hasta aora por costumbre, u otra
causa, con reserva de hacer exigir siempre que lo estime por combeniente el 14 por
100, riguroso, que previenen las Leyes del Reyno.
3.ª
En Madrid, y demás Pueblos en que la Alcavala, y Cientos se exige por la regla de
entrada para vender, y no por efectivas ventas; se ha de cobrar por aora por la misma
regla de entrada el 2 -por 100- de los Paños, y demás Tegidos de Lana de las Fábricas
de estos Reynos por el precio corriente de Fábrica; y el 10-por 100- de los Paños, y
demás Tegidos de Fábrica extranjera, por el precio corriente de venta.
4.ª
En los Pueblos, o Ferias, en que alguno, o algunos de los dros de Alcavala, y
Cientos, se hallen enagenados de la Corona se ha de exigir por ahora el mismo 2- y
10-por 100- con la distinción expresada, sin diferiencia alguna de los demás Pueblos,
y Ferias. Y sus productos se aplicarán a mi R. l Hacienda, y a los respectivos Dueños
de los dros enagenados, a proporción de lo que cada uno goza.
5.ª
En los parages en que las Alcavalas, y Cientos se administran por cuenta de mi R. l
Hacienda, cuidarán los Directores generales de Rentas de que en fin de este año cesen
los ajustes, o conciertos, que estubieren hechos indistintam. te por ventas de Paños, y
Tegidos de Lana de estos Reynos, y de los extrangeros; y dispondrán (en el caso de
no estimar por conveniente la Administración de estos dros) que se proceda a nuevos
ajustes, o conciertos, con proporción a las ventas, que se regulen de los Tegidos de
Lana Españoles, y Extrangeros, y que conste en los mismos ajustes, y Conciertos la
Cantidad respectiva a los primeros, y a los segundos.
6.ª
En los Lugares en que los dros de la Alcavala y Cientos, están dados en arrendam. to ,
a Gremios, o Personas particulares, egecutarán los Recaudadores lo mismo que por el

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Cap.º anteced. te se previene, para con los Pueblos de Administración con la mi R. l Hacienda:
Y en los que se hallan encavezados por los dros de Alcavala, y Cientos, no se ha
de abonar por aora cantidad alguna en el precio de su ajuste, por la absoluta franquicia,
que se concede a los Tegidos de Lana de estos Reynos en sus ventas al Pie de la Fábrica,
ni por la moderación al 2=por 100= de las que se ejecuten en Tiendas, Ferias, y Mercados;
porque atendido el méthodo de que usan por lo general los Pueblos encavezados,
recivirán beneficio, en lugar de perjuicio con la práctica de este reglamento; pero sin
resultare alguno sobrecargado en su Encavezam. to por particulares circunstancias, que
intervengan, lo expondrán por representación bien fundada a la Dirección general de
Rentas, sin valerse de Agentes, ni causarse gasto alguno, para que tomando el conocimiento
correspond. te del estado del Pueblo, sus producciones, sus tratos, y grangerías,
y lo que podrá importar el 2-por 100- de la venta en Tiendas de Tegidos de Lana Españoles,
y el 10-por 100- de los de Fábrica extranjera, proceda al arreglo, que estime
justo, y se lo haga saber por medio del Administrador gen. l de la Provincia o Partido.
7.ª
Los Paños, y demás Tegidos de Lana, así de las Fábricas de las Provincias de Castilla,
y León, como las de los Reynos de Aragón, Valencia, y Mallorca, Principado
de Cathaluña, e Yslas de Canarias, que se conduzcan a los Puertos havilitados para
el Comercio libre de América, han de gozar de la livertad de los dros de Alcavala, y
Cientos, (donde se causan estos dros) en las Ventas por mayor, que se egecuten a Comerciantes,
o Cargadores, que los compren para embarcar a los destinos del mismo
Comercio libre.
8.ª
Todo Fabricantes de Paños, ha de gozar de la livertad de los dros de Millones del
Azeyte, y Javón, que consuma en sus maniobras, considerándose por aora la media
arroba de Azeyte, y seis libras de Javón por cada Pieza de 35-a 40- varas regladas en
el citado R. l decreto de 18 de Junio de 1756.
9.ª
Los Fabricantes de los demás Tegidos de Lana, han de gozar de la misma livertad
de los dros de Millones del Azeyte, y Javón, que efectivamente consuman en sus maniobras;
y continuarán en observarse, por aora, los arreglos, que están hechos en algunas
Fábricas para el abono de dros de la cantidad respectiva a cada clase de Tegido.
10
Haviéndose observado, que en la práctica de estas franquicias ha resultado asta
154

155
Elena Cano Valderas.
aora desigualdad; pues ni en todas las clases de Paños, se necesita de una misma
cantidad de Azeyte, y Jabón, ni las han disfrutado todas las Fábricas: Quiero se establezca
la uniformidad respectiva, de modo, que todos los Fabricantes se hallen en
igual proporción de lograrlas, a cuyo fin cuidarán los Directores generales de Rentas
de su ejecución por medio de los Administradores de Rentas Provinciales: Les prebendrán
por regla general, que el Azeyte, y Jabón, que los Fabricantes de Paños, y
demás Tegidos de Lana, compren para sus maniobras dentro, o fuera del Pueblo, a
Tragineros, u otros vendedores, no han de exigir derechos algunos de Millones, y
celarán los mismos Administradores, que los Fabricantes no abusen de la Franquicia
en el consumo de sus Personas, y Casas, y en los demás usos, a que no se estiende la
exempción: Y con el conocim. to q. e resulte del verdadero consumo de Azeyte, y Jabón
en las maniobras, irán reglando, con aprobación de la Dirección general, las asignaciones
de las cantidades fijas de que ha de constar la franquicia, con distinción de
cada clase de Tegidos; bien entendido, que por regla general no se ha de hazer abono
alguno de dros a los Fabricantes por el Azeyte, y Jabón, que compren en los puestos
públicos del Abasto del Pueblo, para que queden cortados la confusión, y los fraudes,
a que está expuesta su práctica.
11
Los Paños, y demás Tegidos de Lana de las Fábricas de los Reynos de Aragón,
Valencia, y Mallorca, del Principado de Cathaluña, y de las Yslas de Canarias, que
lleguen a venderse en los Pueblos de las Provincias de los Reynos de Castilla, y León,
y en sus Ferias, y Mercados, sólo han de pagar por aora, un dos por ciento, de su precio
corriente de Fábrica por el todo de los dros de Alcavala, y Cientos; con declaración
de que en las Ferias, y Mercados, que gozen de Privilegio de exempción de Alcavala, y
Cientos, en el todo o parte de estos dros, se observará con los Tegidos de Lana de las
Fábricas de los expresados Reynos, Principado e Yslas la misma regla que queda explicada
para con los Tegidos de las Provincias de Castilla, y León: Cuidando los Directores
generales de Rentas de que en la exacción del dos por ciento, y en los ajustes, conciertos,
y reglas que ban indicada p. ra las Provincias de Castilla, y León, y sus Fábricas, sean
tratados con igualdad los Tegidos de Lana de las de Aragón, Valencia, Cataluña, Mallorca,
e Yslas de Canarias: Y dispondrán los Yntend. tes de Aragón, Valencia, Cataluña,
y Mallorca que por el ramo industrial de los R. s dros equivalentes a Rentas Provinciales
de Castilla se exijan en aquellos Reynos, y Principado p. ra mi R. l Haz. da con esactitud
las contribuciones a que están sugetos los Paños, y demás Tegidos de Lana de Fábrica
extragera, teniendo presente lo que ba insinuado en el Cap.º 2.º
12.ª
En lugar del ocho por ciento que se cobra a la entrada de la Ciudad de Valencia

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
p. ra el pago del equivalente de los dros de Castilla sólo se ha de cobrar un quatro por
ciento del precio corriente de Fábrica de los Paños, y demás Tegidos de Lana así de
las de las Provincias de los Reynos de Castilla, y León, como de las de los de Aragón,
Valencia, y Mallorca, Principado de Cataluña e Yslas de Canarias: Pero los Tegidos
extrangeros deverán pagar a las Puertas de Valencia, por equivalente de Alcavalas,
y Cientos la Cantid. d que tenga proporción con el riguroso diez por ciento que va
arreglado a las ventas que se hicieren en los Reynos de Castilla, y León.
13
Han de gozar de la exepción de los dros de Tránsito, transvalso, o Trasbordo, y
de los de Puertas de Barcelona, y de los que haya establecidos de entrada, o tránsito
en los demás Pueblos de aquel Principado, y en los Reynos de Aragón, Valencia, y
Mallorca, e Yslas de Canarias, así los Paños, y demás Tegidos de Lana de sus Fábricas,
como los de las Provincias de los R. nos de Castilla, y León: Previniéndose que los
Frabricantes de Paños, y demás Tegidos de Lana de los Reynos de Aragón, Valencia,
y Mallorca, Principado de Cataluña, e Yslas de Canarias, no han de gozar de exempción
alguna de derechos por equivalente de la livertad de la Alcavala, y Cientos de las
ventas al pie de la Fábrica, y de la de los Millones del Aceyte, y Jabón que consuman
en las maniobras, concedida a los Fabricantes de las Provincias de los Reynos de
Castilla, y León, mediante quedarles compensada esta diferiencia por la diferente
constitución, y método con que se exigen los Tributos en aquellos Payses.
14
Todos los Fabricantes de Paños, y demás Tegidos de Lana de estos mis Reynos, inclusos
los de Mallorca, e Yslas de Canarias han de gozar uniformemente de la livertad
de todos dros R. s y municipales a la entrada por las Aduanas, y en los Pueblos de Fábricas
de los simples, e ingredientes para Tintes procedentes de Reynos extrangeros,
con limitaz. n a los que se críen de tan buena calidad en mis Dominios; como también
la han de gozar de las Máquinas, e instrumentos que hagan traer de los mismos Reynos
Extrangeros, no aviéndolos, o no travajándose en España, Y del mismo modo
han de ser libres de todos dros de slaida, y entrada por las Aduanas, y en los Pueblos
de Fábricas los simples, ingredientes, Ynstrum. tos y Máquinas que produzcan estos
Reynos o se travajaren en ellos, ya sean conducidos por Mar, o ya por Tierra.
15
Los Paños, y demás Tegidos de Lana de las Fábricas de estos mis Reynos, inclusas
las de Mallorca, y de las Yslas de Canarias, han de gozar de la livertad de todos dros
R. s y municipales en su extracción por mar, y por Tierra para Dominios extrangeros,
y de los de Salida, y entrada por las Aduanas en su Transporte por mar de unos
156

157
Elena Cano Valderas.
Puertos a otros de los mismos Reynos: Entendiéndose compreendido el de Navarra,
así para la exempción de los dros de Salida desde Castilla, y Áragón como para los de
entrada en él. Y también han de gozar de la exempción de los dros de Aduanas interiores,
y de los de entrada por Rentas generales en los Puertos de Andalucía en que se
causan estos dros, según se concedió por punto gral a las manufacturas de Lanas de
estos Reynos, en mi R. l orn de 27 de Nov. re de 1772.
16
Todo Fabricante de Paños, y demás Tegidos de Lana, ha de gozar el privilegio de
Tanteo en las Lanas conducentes a su Fábrica, sobre qualquier comprador natural y
extranjero, siendo para rebender, o extraer de estos Dominios a los extrangeros, y no
para Fábricas propoias de lo interior de mis Dominios.
17
Todos los Fabricantes de Paños, y demás Tegidos de Lana, han de gozar del fuero
de mi Junta gral, y de sus Subdelegados en todos los asuntos relativos a sus manufacturas,
su calidad, y arreglo de las Fábricas instrucción de operarios, Artistas, y a todo
lo demás que previene mi R. l Decreto de 13 de Junio de 1770.
18
Últimam. te mando queden derogadas todas las Franquicias, gracias, y Privilegios
que por mis R. s Cédulas, o Decretos estén concedidas anteriorm. te por gracia particular,
o general a qualesquiera Fábrica, o Fabricantes sin perjuicio de ser atendidas las
representaciones que se hagan a mi Junta general que cuidará de darme cuenta spre
que convenga distinguir algunas Fábricas con providencias especiales por su particular
constitución, o acrecentam. to : Por tanto publicada la expresada mi determinación
en la Junta g. l de Comercio, he mandado expedir la presente real Cédula por la qual
ordeno a los Presidentes, y oidores de mis Consejos, y Chancillerías, a los Capitanes
grales, y Comandantes grales de mis Reynos, y Provincias, Presidentes de las audiencias,
a los Minros de ellas, y particularm. te a los Intendentes Subdelegados de mi Junta
gral de Comercio, Asistente, Governadores, Corregidores, Alcaldes m. res y Ordinario,
Superintendentes, y Admin. res de mis Rentas generales, y Provinciales, y Servicios
de Millones, fieles, Cogedores, Arrendadores Aduaneros, Dezmeros, Portazgueros,
Guardas, y Diputados de Gremios, Veedores, y Tratantes de estos mis Reynos y Señoríos,
y a otros qualesquier Jueces, Justicias, y Persons de ellos, observen y hagan
observar inviolablemente la generalidad de las Franquicias que ban expresadas para
todas las Fábricas de Lana del Reyno en esta mi R. l Cédula, sin permitir se contravenga
en todo, ni en parte alguna con ningún pretexto, excusa o motivo que para ello
tenga, bajo la pena de Quinientos Ducados de vellón, y demás que dejo al arvitrio

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
de mi Junta gral de Comercio, y Moneda: Que así es mi voluntad: Y que de esta mi
Real Cédula se tome razón en las Contadurías Grales de Valores, y Distribuc. n de mi
R. l Hacienda: En la Contaduría g. l de los Servicios de Millones: En las Contadurías
Principales de R. tas grales, y Provinciales de España, digo Madrid, y en las Contadurías
de los Reynos, y Provincias de España donde más convenga. Fecha en S. n Lorenzo
el Real a 18 de Nov. re de 1779= Yo el Rey= Por mandado del Rey nro s. r = D. n Luis de
Alvarado= está rubricada de los s. res de la Junta g. l de Comercio, y Moneda.
8.1.12. reaL céduLa de 27 de abriL de 1781
Fuente: AGS, CSH, Lib. 203, fol. 319-320.
Ampliación de franquicias de derechos de alcabalas y cientos a los fabricantes
de tejidos de lana, curtidos, sombreros y papel del Reino
EL REY
Por R. l Cédula de 18 de Nov. re de 1779 tube a bien dispensar por punto gen. l a
todas las Fábricas de Tegidos de Lana del Reyno varias distinciones y Franquicias,
derogando las que anteriorm. te gozaban por r. s Cédulas, y Decretos particulares, o generales,
con prevención de que esta derogación fuese sin perjuicio de ser atendidas las
representaciones, que se hicieren a mi Junta gen. l siempre que conviniese distinguir
una u otra Fábrica con providencia especiales por su particular constitución, o acrecentam.
to . Y haviéndome representado aora los Yndividuos de algunas de las referidas
Fábricas, que para promoverlos hasta el grado de Perfección, que me he propuesto
convenía, se las ampliasen otras franquicias: Visto en mi Junta gen. l de Com.º, y
Moneda con lo informado por los Directores gen. s de rentas; y oído sobre ello a mi
Fiscal, me dio cuenta de todo con su dictamen en consulta de 15 de Febrero próximo
pasado de este año, en cuia consideración; y por resolución a diha Consulta ha venido
en ampliar la expresada mi r. l Cédula de 18 de Noviembre de 1779, concediendo
(como por la presente concedo) por punto gen. l a las referidas Fábricas de Lana del
Reyno las exempciones y gracias siguientes.
1.ª
Que sin perjuicio de tercero, y con aprobación de las Justicias, puedan los Fabricantes,
con preferencia a otros no privilegiados, construir los Tintes, y Batanes
q. e necesiten en Sitios convenientes, pagando las Tierras, Casas, y Exidos, a justa
tasación, a los Dueños, que los quieran vender, y con la calidad de desempañarse las
maniobras, y operaciones de estos establecim. tos por Maestros aprovados, y con la
separación que previenen las Leyes del Reyno.
158

2.ª
159
Elena Cano Valderas.
Que los Maestros Fabricantes, puedan aprehender, y denunciar con intervención,
y conocim. to de las Justicias, los Paños, y Manufacturas, q. e encontrasen con Marcas,
y Sellos falsificados para que los respectivos Subdelegados de la citada mi R. l Junta
gen. l tomen las providencias correspondientes a fin de castigar, y corregir este fraude.
3.ª
Que los Maestros de las Fábricas de estos Reynos puedan tener, y usar librem. te
de Armas defensibas, y permitidas, para resguardo de sus personas, y efectos en los
Caminos, sin embargo de las particulares R. s Órdenes que en este punto se hayan
publicado, y observen en el Principado de Cataluña, y en qualquiera otra Provincia
de mis Dominios.
4.ª
Y últimam. te que los referidos Fabricantes gozen de la gracia de que sus Cavallerías
propias, o alquiladas sean exceptuadas del repartim. to de Bagages para el tránsito de
mi Tropa, si en el día del embargo hubiesen de partir con las manufacturas propias
de sus Fábricas a otros Pueblos; en los términos que se practica con los conductores
de Tabaco, y demás efectos de mi r. l Haz. da en consecuencia de mi R. l Orden
de 23 de Agosto de 1780. Por tanto publicada la expresada mi R. l resolución en la
citada Junta gral de com.º, he mandado expedir la presente r. l Cédula, por la qual
ordeno a los Presidentes, y oydores de mis Consejos, Chancillerías, a los Capitanes
gen. s , y Comandantes gen. s de mis R. nos , y Provincias, Presidentes de las Audiencias,
a los Ministros de ellas, y particularm. te a los Yntend. tes Subdelegados de mi Junta g. l
de Com.º, Asistente, Governadores, Corregidores, Alcaldes mayores, y ordinarios,
superintend. tes , y Administradores de mis Rentas Gen. s , y Provinciales, y servicios
de Millones, Fieles, Cogedores, Arrendadores, Aduaneros, Dezmeros, Portazgueros,
Guardas, y Diputados de Gremios, Veedores, y Tratantes de estos mis Reynos, y Señoríos,
y a otros qualesquier Jueces, Justicias, y Personas de ellos, observen, y hagan
observar inviolablemente la generalidad de las gracias q. e van expresadas, y concedo
nuevamente a todas la Fábricas de Lana del Reyno, además de las que he tenido a
bien dispensarles por la referida mi R. l Cédula de 18 de Noviembre de 1779 sin
permitir se contravenga en todo, ni en parte alguna a ésta de ampliación con ningún
pretexto; que así es mi voluntad: Y que de esta Cédula se tome razón en las Contadurías
Generales de Valores, y distribución de mi R. l Hacienda: en la de los Servicios de
Millones: en las Contadurías principales de Rentas Pen. s y Provinciales de Madrid, y
en las demás partes que convenga. Fecha en Aranjuez a ocho de Mayo de 1781= Yo
el Rey= Por mandado del Rey Nro S. or = D. n Luís de Alvarado= Rubricada de los S. res
de la Junta gral de Com.º, y Moneda.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
8.1.13. reaL orden de 4 de marzo de 1785
Fuente: AHN, FC-Mº_HACIENDA, Leg. 4818, núm. 714
Orden circular del Consejo. Comunicando la Real resolución, por la que se
dispone que la Sociedad Económica de Madrid y todas las demás del Reino,
entablen correspondencia con la Real Junta General del Comercio y Moneda,
para todos los asuntos relativos a las artes, manufacturas, Industria y Comercio.
Habiendo hecho presente al Rei la Real Junta General de Comercio y Moneda lo
conveniente que sería a su Real servicio el que S. M. se dignase mandar a la Sociedad
Económica de Madrid y a todas las demás del Reino que entablasen correspondencia
con aquel Tribunal para todos los asuntos relativos a las artes, manufacturas,
industria y Comercio de sus respectivas Provincias, ha resuelto S. M. se prevenga a
las Sociedades se correspondan con la Junta en lo que ésta les pregunte, o en lo que
pueda convenir al instituto de ellas, sin faltar a la subordinación que deben a las vías
por donde fueron fundadas y se gobiernan.
Esta Real resolución se comunicó al Consejo por el Señor Conde de Floridablanca
en 14 de Febrero próximo pasado para que expidiese las órdenes correspondientes
a las Sociedades del Reino; y habiéndose publicado en él en 17 del mismo, acordó
se guarde y cumpla lo que S. M. manda: y en su conseqüencia lo participo a V. S. de
orden de este Supremo Tribunal para que lo haga presente en esa Sociedad Económica,
a fin de que en observancia de dicha Real deliberación se corresponda con la Real
Junta General de Comercio en lo que ésta le pregunte, o en lo que pueda convenir
al instituto de ese Cuerpo Patriótico, sin faltar a la subordinación que debe a las vías
por donde fue fundado y se gobierna, como S. M. ordena; y del recibo de ésta me
dará V. aviso para hacerlo presente al Consejo.
Dios guarde a V. muchos años. Madrid 4 de Marzo de 1785.
Señor Director de la Sociedad Económica de
8.1.14. circuLar de mayo de 1786
Fuente: AGP, Sección Administrativa, Leg. 532
Circular mandando que las comunidades de religiosos y religiosas se vistan
de géneros fabricados en España. Mayo 1786.
Uno de los objetos que más han ocupado el paternal amor, y desvelo del Rey por
el bien de sus vasallos, y esplendor de su Monarquía, ha sido el aumento, y perfección
de las Fábricas de Texidos de Lana, las quales, dando más valor a esta producción preciosa
de nuestro suelo, proporcionan ocupación útil, y fácil a toda clase de personas.
160

161
Elena Cano Valderas.
Atento S. M. a quanto puede influir en su fomento, u atraso, ha mirado siempre
con dolor, que muchas de las Órdenes Religiosas de estos dominios, y los de América,
vistiéndose de géneros extrangeros, perjudican notablemente a este ramo de industria,
sin advertir tal vez, que privan a muchos pobres de su subsistencia, y al Reyno
de las crecidas sumas que se llevan otras Naciones.
A la verdad este daño ha sido en parte inevitable, mientras que las manufacturas
han estado atrasadas, y sin auxilios. Pero ahora, que por la constante, y generosa protección
de S. M. están tan adelantadas, que apenas hay género extrangero, que no se
fabrique, o pueda fabricarse con ventajas, sería muy extraño, que los Religiosos no
contribuyesen con sus consumos al fomento que necesitan para arraigarse.
No cree S. M. que sea necesario otro impulso, que el de la exposición del mal
que se ha ocasionado, y del bien que se seguirá, para que las Comunidades Religiosas
abracen desde luego el partido que conviene al Estado: y a fin de dar las disposiciones
conducentes a que se fabriquen, y abunden los géneros de que se viste, y sean de las
mismas calidades, y dimensiones; como también para que si no baxan, no excedan de
los precios a que han pagado los extrangeros; quiere S. M. que V. ___ por lo tocante a
las Comunidades que dependen de su autoridad, como Prelado, o Superior tomando
los informes más exactos en cada una, me comunique con la brevedad posible las
noticias siguientes.
1º. El número de conventos de Religiosos, y Religiosas; y el de los individuos que
hay en ellos.
2º. Quántas varas de Paño, Estameña, Sayal, u otras Telas se han comprado en
cada Convento, u Provincia desde primero de Enero de 1775 hasta otro tal día
de 1786 para hábitos de Religiosos, y Religiosas: a qué precios han costado en
cada uno de estos años; y, si es posible, qué número de personas se han vestido,
para poder calcular lo que necesita cada una.
3º. El largo, y ancho de las Telas, que se emplean interior y exteriormente en los
hábitos, junto con una muestra de cada una, como de media, o una quarta de
largo, y todo el ancho, para que sirva de modelo en quanto a su calidad: expresando
si estas Telas son nacionales, o extrangeras, igualmente que la Fábrica,
Almacén, o Mercaderes donde se compran. Y si una misma Religión los usase
diferentes en color, calidad, o ancho, se remitirán muestras de estas variedades.
4º. Qué regla se observa para distribuir el hábito; de quanto en quanto tiempo se
da; y si lo paga la Comunidad, o lo costean los individuos.
5º. Finalmente, si las referidas Telas hasta ahora usadas no fuesen del todo acomo-

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
dadas al uso de los Religiosos, y Religiosas, se podrán explicar las circunstancias
de lo que se desea, para que se tengan presentes.
Comunícolo a V. ___ de orden de S. M. para su cumplimiento en la parte que le toca.
Dios guarde a V. ___ muchos años. Aranjuez ___ de Mayo de 1786.
D. Pedro de Lerena
8.1.15. reaL orden de 13 de noviembre de 1790
Fuente: AHN, Diversos, Reales Cédulas, núm. 963.
Orden circular dirigida a los Ayuntamientos de los Pueblos de Fábrica por
la Junta General de Comercio y Moneda, aboliendo la Contramarca Real establecida
por Real Cédula de 11 de julio de 1786, e instrucción de 30 de octubre
del mismo año, para distinguir de los extranjeros los géneros españoles que se
destinasen al comercio de Indias.
ORDEN CIRCULAR DIRIGIDA A LOS AYUNTAMIENTOS de los Pueblos
de Fábrica del Reino por la Junta General de Comercio y Moneda con fecha de 13
de Noviembre de 1790, conforme a lo resuelto por S.M. sobre Consulta suya de
30 de Abril de 1789, aboliendo, y suprimiendo enteramente la Contramarca Real
establecida por Real Cédula de 11 de Julio de 1786, e instrucción de 30 de Octubre
del mismo año, para distinguir de los Extranjeros los géneros Españoles que se destinasen
al Comercio de Indias.
Con fecha de 6 de Septiembre de 1788 comuniqué de orden de la Junta General
de Comercio y Moneda a todos sus Subdelegados la de S.M. de 20 de Agosto anterior,
en que el Excmo. Señor Don Pedro López de Lerena, la participó la prohibición de
que se embarcasen Paños Extranjeros para la América, y las precauciones y reglas que
habían de observarse, para que en la conducción de los de las Fábricas Españolas, que
únicamente quedaban habilitados para aquellos Dominios, no se cometiesen fraudes,
que con perjuicio del Estado, y de la Real Hacienda, inutilizasen las ventajas que la
beneficencia del Rey nuestro Señor se propuso proporcionarlas con dicha providencia.
Al propio tiempo que así concurría a su ejecución este Supremo Tribunal, cumpliendo
con lo que se le mandaba en la citada Real Orden de 20 de Agosto, continuó
el examen que estaba haciendo de un gran cúmulo de Expedientes promovidos por
varios interesados, con algunos informes de Ministros celosos del bien y de la prosperidad
del Estado, que demostraron los daños que ocasionaba la Contramarca Real
establecida por la Real Cédula de 11 de Julio de 1786, para calificar tanto los Paños,
como los demás géneros nacionales en el Comercio de Indias, pues habiendo tenido
por objeto el que sólo éstos gozasen las exenciones y gracias que S. M. les había
concedido, y de las cuales se hacían participantes los Extranjeros, contrahaciendo los
162

163
Elena Cano Valderas.
Sellos y marcas comunes de nuestras Fábricas, no se lograba aquel fin, porque suplantando
con igual facilidad la nueva Contramarca, había venido ésta a convertirse
en mayor daño de ellas por los atrasos y otros inconvenientes que sin utilidad alguna
suya padecían, a causa de las formalidades prescritas para su imposición.
Evacuado pues el insinuado examen, procedió la Junta a hacer presente a S. M.,
en consulta de 30 de Abril del año próximo pasado, cuanto estimó conveniente
sobre estos puntos, inclinando su Real ánimo a que se dignase abolir entera y absolutamente,
no sólo la referida Real Cédula de 11 de Julio de 1786 y la Contramarca
establecida por ella, sino también la prohibición de embarcar Paños Extranjeros para
la América hecha por la enunciada Real Orden de 20 de Agosto de 1788, en que
asimismo encontraba este Tribunal inconvenientes de mucha entidad; y por su Soberana
resolución sobre la mencionada Consulta se ha servido prevenirle lo siguiente:
“Convengo en la supresión de la Contramarca y de las formalidades prescritas para
ella, pero no vengo en permitir se embarquen para América más que la tercera parte
de Paños Extranjeros según tengo dispuesto.
Publicada en la Junta General de Comercio y Moneda esta Real determinación,
ha acordado, que para su debido cumplimiento se comunique a V. y se le encargue,
como lo ejecuto, que haciendo saber a los Claveros de la Contramarca en ese Pueblo
la absoluta abolición de ella, y de las diligencias que para su uso se prescribieron en la
expresada Real Cédula, y en la Orden de 30 de Octubre de 1786 que la acompañó,
cuide V. de que cesen enteramente: en la inteligencia de que de aquí adelante los
Tejidos y géneros Nacionales no necesitan llevar más Sellos para consumirse en España,
o para embarcarlos a Indias, o cualquiera otra parte, que los de la Fábrica en que
se hayan construido, y el nombre o cifra del Fabricante, sobre lo cual no se admitirá
disculpa, ni tolerará omisión alguna, en conformidad y bajo de las penas contenidas
en las Órdenes de 6 de Febrero de 1779, y 26 de Mayo de 1783, que se recordaron y
renovaron en la referida de 30 de Octubre de 1786.
Siendo por consecuencia inútiles ya los punzones de la derogada Contramarca remitidos
a V. , quiere este Supremo Tribunal que los recoja, y se los devuelva por medio de
su Subdelegado general.
, incluyendo V. un estado exacto y firmado por los mismos Claveros,
de los productos, gastos, y existencias que haya, de los derechos o arbitrios exigidos en su
imposición, o de los débitos que acaso puedan estar todavía sin satisfacerse de resultas de
ella, para que en su vista, y con el cabal conocimiento que corresponde, disponga lo que
contemple justo la Junta, de cuya orden lo participo todo a V. para su puntual observancia,
esperando me avise su recibo desde luego para su superior noticia. Dios guarde a
V. muchos años. Madrid 13 de Noviembre de 1790.= Manuel Giménez Bretón.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
8.1.16. reaL céduLa de 17 de diciembre de 1802
Fuente: AHN, FC-Mº Hac., Leg. 4821, núm. 1472.
REAL CEDULA DE S.M. Y SEÑORES DEL CONSEJO POR LA QUAL SE
MANDA OBSERVAR Y CUMPLIR el Reglamento formado para la recaudacion
y administracion del servicio anual sobre Criados, Mulas y Caballos, Tiendas y
otros objetos que se impuso por otra de diez de Noviembre de mil setecientos
noventa y nueve. AÑO 1802. MADRID EN LA IMPRENTA REAL.
DON CÁRLOS POR LA GRACIA DE DIOS, Rey de Castilla, de Leon, de Aragon,
de las dos Sicilias, de Jerusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia,
de Galicia, de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega,
de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas de Canaria,
de las Indias Orientales y Occidentales, Islas y Tierra-firme del Mar Océano; Archiduque
de Austria; Duque de Borgoña, de Brabante y de Milan; Conde de Abspurg, de
Flándes, Tirol y Barcelona; Señor de Vizcaya y de Molina &c. A los del mi Consejo,
Presidentes, Regentes y Oidores de mis Audiencias y Chancillerías, Alcaldes, Alguaciles
de mi Casa y Corte, y á todos los Corregidores, Asistente, Intendentes, Gobernadores,
Alcaldes mayores y ordinarios, y otros qualesquiera Jueces y Justicias, así de Realengo,
como de Señorío, Abadengo y Ordenes, tanto á los que ahora son, como á los que serán
de aquí adelante, y demas personas de qualquier estado, dignidad ó preeminencia que
sean de todas las Ciudades, Villas y Lugares de estos mis Reynos y Señoríos, á quienes
lo contenido en esta mi Cédula tocar puede en qualquiera manera, YA SABEIS: Que
por mi Real Cédula de diez de Noviembre de mil setecientos noventa y nueve tuve á
bien mandar exîgir con destino á las Caxas de Reduccion de Vales un servicio anual,
así sobre el número de Criados y Criadas, como sobre el de las Mulas y Caballos de
regalo, Coches, Fondas, Tiendas, y otros objetos que en ella se expresan; cuyo arbitrio
es uno de los aplicados para la consolidacion, extincion y pago periódico de intereses
de los mismos Vales por el artículo tercero de la Pragmática de treinta de Agosto de mil
ochocientos, en que se estableció el nuevo sistema administratorio de este ramo baxo la
autoridad del mi Consejo y de la Comision gubernativa, creada por la propia Pragmática.
Consiguiente á lo dispuesto en el artículo nueve de esta, y con presencia de las dudas
y dificultades ocurridas para la recaudacion y administracion del expresado arbitrio,
que se halla sin establecer en la mayor parte de pueblos del Reyno, formó la Comision
gubernativa el Reglamente que la parecia mas conveniente, allanando los embarazos y
estorbos que hasta ahora han entorpecido su exâccion, y lo pasó al mi Consejo, manifestando
al mismo tiempo quanto consideró oportuno. Visto y exâminado todo en él,
con lo expuesto por mis Fisclaes, lo trasladó á mi Real noticia en consulta de siete de
Octubre de este año; y por mi Real resolucion, que fue publicada en diez y nueve de
Noviembre próxîmo, conformándome con su parecer, he tenido á bien aprobar dicho
164

165
Elena Cano Valderas.
Reglamento con algunas advertencias propuestas por mis Fiscales, y extendido con
arreglo á ellas es del tenor siguiente.
REGLAMENTO
Formado á conseqüencia de lo dispuesto en el artículo IX de la Real Pragmática de
treinta de Agosto de mil y ochocientos para la recaudacion y administracion del servicio
anual sobre Criados, Mulas, Caballos, Tiendas, Posadas y Casas de juego, como uno de los
arbitrios aplicados á la consolidacion y extincion de Vales Reales 300 .
I
Debe hacerse con destino á la consolidacion de Vales Reales un servicio anual sobre
Criados, Mulas y Caballos, Tiendas y Posadas de todas denominaciones, y Casas de juego;
y en su pago son comprehendidas todas las personas de qualquier clase, dignidad,
grado ó condicion que sean; exceptuándose únicamente el Estado Eclesiástico.
[...]
8
Las Tiendas se dividen para la contribucion en tres clases: en la primera se comprehenden
aquellas en que se vendan efectos y géneros de mercancia, como son: telas
de seda y brocados, paños, lienzos blancos ó pintados de lino ó algodon; las Lonjas
de chocolate, azúcar, especerías, y aquellas donde se despache por menor hilos, sedas,
estambres, cintas, blondas, medias y otros géneros; las de Roperos de nuevo, Manguiteros,
Modistas, Tiendas de curtidos; las de zapatos, pañuelos, gorros &c.; las lonjas
de fierro; los Almacenes de muebles; las Tiendas de quincallería; las de géneros ultramarinos,
espíritus, perfumes y aguas de olor; los Almacenes de papel; y los Corrales
ó Almacenes donde se venda madera.
[...]
10
La tercera clase es de las Tiendas en que con el nombre de Mercería ó qualquier
otro se despacha al por menor la fruta seca, garbanzos, arroz, hilo y seda al quarteado,
y otras cosas de las mismas especies; y las de Abacería, que son aquellas en que ademas
de estos géneros se vende exclusivamente tambien al por menor el aceyte, xabon,
pescado, saladura y otras especies.
300 De este Reglamento sólo se van a recoger los capítulos que hacen referencia a las tiendas relacionadas con las
manufacturas textiles y a los comerciantes.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
11
Por las Tiendas de primera clase se contribuirá con doscientos reales vellon en
Madrid, Sitios Relaes, Ciudades y Villas Capitales de Provincia, y Puertos habilitados
para el comercio en España é Islas adyacentes: con ciento y cincuenta en las
Ciudades y Villas Cabezas de Partido ó de Corregimiento; y con ciento en las demas
Villas, Lugares y Pueblos del Reyno. Por las de segunda clase será respectivamente la
contribucion de cien reales, de setenta y cinco y de cincuenta; y por las de tercera se
pagarán cien reales en las poblaciones del primer grado, sesenta en las del segundo, y
treinta en las del tercero.
12
Quando en una misma Tienda se vendan géneros pertencientes á las de la primera
y la segunda clase, ó de la segunda y la tercera, se estimará comprehendida para la
contribucion en las que devengue mayor quota.
13
Los Cambistas y Comerciantes de por mayor y de Lonjas cerradas de todas especies
contribuirán con seiscientos reales vellon cada uno.
[...]
16
Para que la recaudacion tenga puntual efecto se hara en cada Pueblo un exâcto
empadronamiento de todas las personas contribuyentes por qualesquiera causas, sin
dexar de incluir ninguna con motivo ó pretexto de dudas; pues á los interesados les
queda libre y expedito el recurso de proponer sus excepciones á la Comision gubernativa
de Consolidacion de Vales Reales, por medio de sus Comisionados en las
respectivas Provincias, con la seguridad de que se les administrará pronta justicia, sin
costas ni otros gastos.
17
La execucion del empadronamiento será del cargo de las Justicias respectivas, por
las quales deberá darse precisamente concluido dentro del perentorio término de
veinte dias, contados desde el recibo de la órden que se les comunicará al intento; y
si no cumpliesen como se espera en este término, se las privará del premio que se les
señalará por este trabajo, exîgiéndoles ademas cincuenta ducados de multa; pero en
Madrid y en las Ciudades divididas por quarteles se desempeñará esta comision por
los respectivos Jueces encargados de ellos.
166

18
167
Elena Cano Valderas.
La Comision gubernativa, á quien el conducto de la Contaduría general se remitirán
extractos de tales empadronamientos, empleará quantos medios estime á propósito
para cerciorarse de su exâctitud, bien sea por sí misma, ó bien por sus diferentes
Comisionados; en inteligencia de que si, contra toda esperanza, hubiere Ministros
de Justicia que por parentesco, amistad ú otro qualquier respeto omitieren incluir
alguna ú algunas personas ú objetos que deban ser comprehendidos en el servicio,
serán irremisiblemente condenados á pagar el duplo de su importe, y cien ducados
de multa con aplicacion á la extincion de Vales.
19
Hechos los empadronamientos los remitirán las Justicias al Comisionado principal
de Consolidacion residente en la Capital de la Provincia; quien como Administrador
del arbitrio tendrá en quanto á su cobro las mismas facultades, prerogativas,
obligaciones y responsabilidad que los Administradores generales de Rentas Reales
por lo respectivo á las de su cargo.
20
Despues de reconocer el Comisionado los empadronamientos, los pasará inmediatamente
á la Contaduría que en cada Capital deba enternder de los ramos de
Consolidacion, á fin de que se formalicen sin dilacion alguna las liquidaciones, certificaciones
y cartas de pago de lo que toque satisfacer á cada pueblo y á cada quartel
de las grandes poblaciones, con individual expresion de las cantidades adeudadas á
cada uno de los contribuyentes por lo tocante al presente año de mil ochocientos y
dos, contado desde primero de Enero hasta treinta y uno de Diciembre.
En los años sucesivos se adeudará y exîgirá el servicio con arreglo al empadronamiento
referido, á no ocurrir justo motivo de variarle, qual será el de minorar unos
sugetos ú aumentar otros el número de sus Criados ú objetos contribuyentes, ó faltar
el cabeza de la familia, ó establecerse nuevos vecinos.
22
El que minore sus Criados, Caballos, Mulas &c. obtendrá la rebaxa de la quota
correspondiente, avisándolo á la Justicia antes del dia primero de Enero, sin que
despues se admita por lo respectivo á aquel año exêncion alguna con ningun motivo:
y los que en qualquiera época aumentaren sus familias lo avisarán dentro del
21

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
perentorio término de quince dias, para que se les cargue por entero la contribucion
respectiva, como si el aumento se hubiese verificado en el mismo dia primero del
año; y no lo haciendo sufrirán la irremisible pena del tres tanto.
23
Igual aviso y baxo de igual pena estarán obligadas á dar las personas que se avecinden
ó domicilien despues de hecho el empadronamiento, así como las que muden
de casas, ó se trasladen de unos pueblos á otros; haciendo ademas constar en este caso
haber satisfecho la contribucion donde estuviéron antes; pues en defecto se les exîgirá
en el pueblo donde fixen su residencia.
24
Los avisos á las Justicias se darán con notas ó relaciones duplicadas, para que
dexando la una en su poder, remitan la otra á la Contaduría de la Provincia por mano
del Comisionado principal, á fin de que en el primitivo empadronamiento se hagan
las adiciones y anotaciones convenientes.
25
Formalizados por la Contaduría y devueltos á los Comisionados los documentos
para el cobro se procederá á executarle por mano de las Justicias en los pueblos encabezados
para el pago de Reales contribuciones, observándose en su recaudacion y
entrega las mismas reglas que en la de las Rentas Reales; y el Comisionado principal
de la Provincia hará la cobranza por sí en la Capital, y por medio de sus subalternos
en las Cabezas de Partido y demas pueblos administrados, dando á cada contribuyente
la debida carta de pago con intervencion de la Contaduría.
26
Ni los Comisionados de Consolidacion ni las Justicias podrán con ningun motivo
ni pretexto suspender la exâccion, ni tampoco los Intendentes harán rebaxa alguna
en las quotas señaladas á cada objeto; pues por este Reglamento quedan derogadas
las facultades que en distintas circunstancias les fuéron concedidas por Real Orden
de dos de Enero de mil ochocientos.
27
Se permite á todos los pueblos hacer encabezamientos por cinco años para satisfacer
en las Capitales ó Cabezas de Partido la cantidad que deban contribuir por este
servicio, con tal que nunca baxe de la correspondiente á su empadronamiento, y que
el ajuste con el Comisionado haya de aprobarse por la Comision gubernativa.
168

28
169
Elena Cano Valderas.
Los Comisionados han de usar de todos los medios que les dicte su zelo y su prudencia
con los pueblos contribuyentes para conseguir se complete el pago antes de
acabarse el mes de Octubre de cada año; y quando no alcancen sus oficios, y pasado
aquel término, instarán en justicia los apremiso que correspondan ante los respectivos
Intendentes ó Comisionados Regios.
29
No solamente exercerán estos Ministros en caso necesario todas las facultades
jurisdiccionales, sino tambien auxîliarán con sus providencias económicas los medios
que los Comisionados adopten como conducentes al fin, dando aviso á la Comision
gubernativa de quanto estimen digno de remedio.
30
En recompensa del trabajo de formar los empadronamientos se asigna por una
vez á las Justicias el tres por ciento de la cantidad que efectivamente se perciba en
el primer año; y así en él como en todos los sucesivos se les abonará un quatro por
ciento por la cobranza del servicio y conducción de caudales de su cuenta y riesgo
al mas inmediato Comisionado de Consolidacion; bien entendido que á los pueblos
que se encabezaren conforme al capítulo veinte y siete se les deducirá un seis por
ciento del valor de su encabezamiento respectivo, con el qual podrán remunerar el
trabajo y responsabilidad de las Justicias, y hacer otras compensaciones que ocurran
ó estimen necesarias.
31
Igual abono de quatro por ciento se hará á los comisionados principales por las
cantidades que se recauden en las Capitales y Pueblos no encabezados, siendo de
su cuenta compensar el trabajo de sus cobradores y comisionados subalternos; pero
quando cobren de mano de las Justicias por sí ó sus subalternos, retendrán solamente
uno por ciento.
A las Contadurías se abonará uno y medio por ciento de todo lo cobrado.
32
33
Los premios ó abonos asignados en los capítulos treinta, treinta y uno y treinta y
dos se entienden para el único caso de recibirse las cantidades dentro del mismo año

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
en que se devengaren; pues por lo tocante á las que quedaren en débito para el año ó
los años siguientes, se reducirán á la mitad aquellos premios sin dispensacion alguna.
34
A medida que los Comisionados reciban los productos de este servicio, lo avisarán
sin perder correo á la Contaduría general de Consolidacion, cargándose de su importe
con la claridad y distincion debida.
35
En el cargo de la cuenta general de Consolidacion de cada año incluirán los Comisionados
en una sola partida la totalidad de lo percibido en la Provincia, acompañando
como documento justificativo una individual relacion de vlaores, intervenida
por la Contaduría, en la qual conste por menor lo debido recaudar, lo efectivmente
recaudado, los débitos pendientes, y las diligencias practicadas para el cobro.
36
Por el presente Reglamento quedan derogadas todas las disposiciones y declaraciones
contenidas en la Real Cédula de diez de Noviembre de mil setecientos noventa
y nueve, Real Orden de dos de Enero de mil ochocientos, y demas providencias
posteriores; pero conforme al literal contexto de ellas ha de cumplirse el cobro de
quantas cantidades se resten debiendo por la contribucion del primer año, que empezó
en dicho dia diez de Noviembre de noventa y nueve, y acabó en nueve del propio
mes de mil ochocientos; y por lo respectivo al segundo año, el qual aunque empezó
al siguiente dia, no se considera por terminado hasta treinta y uno de Diciembre de
mil ochocientos y uno, se reducirá por pura equidad el servicio á las quotas señaladas
en este mismo Reglamento; y por tanto á las personas que baxo las antiguas hayan
satisfecho ya la contribucion de dicho año segundo se les abonará qualquiera exceso,
recibiéndoseles en parte de pago de adeudos futuros.
Y para que todo tenga puntual y debido efecto he resuelto expedir esta mi Cédula,
por la qual os mando á todos y cada uno de vos en vuestros respectivos lugares,
distritos y jurisdicciones veais el Reglamento inserto formado para la recaudacion y
administracion del servicio anual de Criados, Mulas y demas objetos que se expresan,
y le guardeis, cumplais y executeis, y hagais guardar, cumplir y executar, sin permitir
que con ningun pretexto se contravenga en manera alguna á lo que en él se establece,
y quiero se execute sin embargo de lo prevenido en la citada Real Cédula de diez de
Noviembre de mil setecientos noventa y nueve, y delcaraciones posteriores: que así es
mi voluntad; y que al traslado impreso de esta mi Cedula, firmado de Don Bartolome
Muñoz de Torres, mi Secretario, Escribano de Cámara mas antiguo y de Gobier-
170

171
Elena Cano Valderas.
no del mi Consejo, se le dé la misma fe y crédito que á su original. Dada en Villena
á diez y siete de Diciembre de mil ochocientos y dos.=YO EL REY.=Yo D. Sebastian
Piñuela, Secretario del Rey nuestro Señor, lo hice escribir por su mandado.=D. Joseph
Eustaqui Moreno.=D. Antonio Alvarez de Contreras.=Registrada, D. Joseph
Alegre.=Teniente de Canciller mayor, D. Joseph Alegre.
Es copia de su original, de que certifico.
8.1.17. reaL céduLa de 14 de febrero de 1803
Fuente: AGS, CSH, Lib. 204, fol. 19-27
Gracias y franquicias concedidas a las fábricas de lana
EL REY
Por quanto con el deseo de fomentar las Fábricas de paños, y demás texidos de
lana de estos Reynos tuvo a bien mi augusto Padre (que en paz descanse) dispensar
por punto general a todos los Fabricantes de esta clase diferentes gracias, y franquicias,
y entre ella el privilegio de tanteo de las lanas conducentes a sus Fábricas sobre
qualquier comprador natural o extranjero que las acopiase para revender, o extraer
prescriviéndoles las reglas que debían observarse en el uso de dicho privilegio por al
Real Cédula de 11 de Mayo de 1783 que es del tenor siguiente.
“EL REY= Por quanto habiéndome hecho presente mi Junta general de Comercio,
Moneda, y Minas en Consulta de 27 de Febrero de este año que al privilegio
de tanteo que concedí a todos los Fabricantes de paños, y demás texidos de lana de
estos Reynos por el Capítulo 16 de la Cédula de 18 de Noviembre de 1779 en que se
habían de gozarle en las lanas conducentes a sus Fábricas, sobre qualquier comprador
natural, o extranjero siendo para vender, o extraer de estos dominios, a los extrangeros,
y no para Fábricas propias de lo interior de mis Reynos, se oponían diferentes
embarazos a los Fabricantes por los compradores extractores; y no obstante lo claro,
y general de la citada mi Real disposición que no daba motivo a dudas, ni a siniestras
interpretaciones, era tanto el abuso que se hacía en este punto por los Comerciantes
extrangeros, para asegurar la extracción efectiva, de las lanas que necesitaban las
Fábricas de estos Reynos, que llegaban hasta pretestar que no había precio sabido de
que hacerse consignación por el Fabricante, y el sólo embarazo de apurar primero el
precio a que valiese la lana en las pilas principales de la Provincia, al paso que dejaba
implicado al Fabricantes en la precisión de hacer justificaciones, venciendo las dificultades
que siempre opone el empeño, y el poder contrario, con quien va de acuerdo
por punto general el vendedor, facilitaba entretanto la remoción de la lana, y tal vez
su extracción, y dejaba burladas las esperanzas de surtirse el Fabricante nacional: que

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
los ajustes que hacen los Comerciantes extensivos a las lanas de muchos cortes eran
muy perjudiciales a los Fabricantes, embarazándoles el uso de la preferencia, o derecho
de tanteo que les corresponde para su surtimiento; y a fin de precaver los muchos
obstáculos que experimentan en un punto tan importante, me propuso la citada mi
Junta general lo que tuvo por conveniente (habiendo oído antes a los Directores generales
de Rentas, y a mi Fiscal) en la expresada Consulta, y por mi Real Resolución
a ella he venido en mandar que para que tenga efecto el indicado tanteo de lanas que
tuve a bien dispensar a los Fabricantes en la Real Cédula de 18 de Noviembre de
1779, se observen y guarden las reglas siguientes prescriptas en ella.
1
Que el privilegio concedido a todo Fabricante de paños, y demás Tegidos de lana
por el Capítulo 16 de la citada Real Cédula de 18 de Noviembre de 1779, sea, y se
entienda según se declaró por la Seda en la Real Cédula de 1º de Setiembre de 1772,
sin la precisión de hacer constar que la lana que tanteasen fuese necesaria en la Fábrica,
pues han de poder usar indistintamente de este derecho sobre todas las lanas
compradas para extraer mientras no hayan salido del Reyno, con sola la obligación
jurada de manufacturarlas en el por si, o de su cuenta.
2
Que para evitar perjuicios a los extractores, o a los que las compren para revender
por el uso del tanteo, será de la obligación de los Fabricantes de Lana, según se declaró
para los de Seda en la citada Real Cédula, satisfacerles su valor de coste, y costas, y
además el interés de medio por ciento al mes desde el día en que el comprador de la
lana desembolsó su importe hasta el en que se verifique el tanteo por el lucro cesante,
y premio del dinero que tuviese anticipado, y expendido.
3
Que el coste principal de la lana que ha de satisfacer el Fabricante, ha de ser el
mismo precio que resulte por la contrata, o ajuste del comprador con el Ganadero,
aunque se haya celebrado por más de un año y sea extensivo el ajuste a la de muchos
cortes: y en los casos en que no se hayan convenido en precio determinado, refiriéndose
al que valga en aquel corte en las demás pilas de la Provincia, sea también este
para el Fabricante el precio principal, con más las costas que hubiese satisfecho el
Comprador desde que se entregó de la lana, hasta que la reciba el Fabricante con el
premio del dinero desde su desembolso.
4
172

173
Elena Cano Valderas.
Y últimamente que así los Subdelegados de mi Junta general de Comercio, como
las demás Justicias del procediesen a la observancia, y cumplimiento de esta disposición
sumariamente, sin dar lugar a pleytos, y dilaciones, ni ocasionar fraudes, ni
admitir cautelas que impidan su execución, conforme a la prevención expresa que en
esta parte hace la Ley 46 Título 18, Libro 6 de la Recopilación.”
Y habiendo recurrido posteriormente a mi Real persona los Fabricantes de paños
de Segovia, Béjar, Cataluña y otras partes, y algunos extractores de lanas, los unos
haciendo presentes los considerables perjuicios, que sin embargo de las Reales resoluciones,
sufren por la excesiva extracción de lana, y solicitando providencia para
evitarlos; y los otros quejándose de las denuncias que se les habían hecho, y pidiendo
no se llevase a efecto el registro que suponían se había propuesto a favor de los Fabricantes:
visto todo de mi Real orden en la enunciada mi Junta general de Comercio,
y Moneda con lo expuesto sobre ello por mi Fiscal, me propuso quanto después de
la más sería reflexión alcanzó, y consideró conducente sobre tan grave negocio en
Consultas de 15 de Febrero de 1796, 1º de Junio de 97, y 4 de Setiembre del año
próximo pasado, y por mi Real resolución a la última, publicada, y mandad cumplir
en la plena de 25 de Noviembre, conformándome con su dictamen, después de haber
oído nuevamente a mi Fiscal, a fin de asegurar, y facilitar a las Fábricas nacionales las
lanas que necesiten para sus operaciones, cortando de una vez los efugios con que se
ha procurado, y procura eludir el derecho de tanteo que las compete y se las concedió
por la mencionada Real Cédula de 11 de Mayo de 1783, he venido en confirmársele,
y ampliársele con diez y siete nuevas declaraciones siguientes.
1
Que el tanteo ha de ser, y entenderse expedito con arreglo a la misma Real Cédula
sobre todo Extractor, o Revendendor de lana comprada, exceptuándose únicamente
las partidas que se compren con preciso destino a Fábricas de éstos Reynos,
y quedando también sujetas al mismo derecho las que compren los Fabricantes por
negociación, y para extraer.
2
Que todos los Extractores, y Revendedores de lana han de registrar las compras
que hicieren expresando con juramento en los registros la vecindad del Ganadero, y
Comprador, las arrobas de la lana comprada, y su calidad, la fecha, y condiciones de
la contrata, con expresión de si es a recibo segoviano, o vellón redondo, y declaración
de si hubiere uno, o más precios, y quales sean y con qué condiciones, y en le caso
de mediar anticipación deberá asimismo manifestarse la cantidad de que ha sido
ésta, el tiempo en que se haya verificado, o hubiere de verificarse, y si hubiese plazos

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
quales sean, y a quantos años se extienda la contrata, sin omitir ninguna de las demás
particularidades del contrato, de suerte que nada quede que desear, para el perfecto
conocimiento de él.
3
Que estos registros se han de egecutar en el Pueblo donde se celebrare el contrato
ante el Escrivano de Fábrica, si le hubiere en él, y en su defecto ante el de Cabildo para
el día 1.º de Mayo de cada año, siendo las contratas anteriores a esta fecha, y si fueren
posteriores dentro de los quatro primeros días siguientes al en que se hubiesen celebrado.
4
Que los que por comisión compren lanas para las Fábricas de estos Reynos deban
también hacer los registros en los tiempos señalados en el artículo antecedente,
explicando en ellos el Ganadero de quien compran, la Fábrica a que destinan la lana
de cada contrata, sus arrobas, y la porción, o número de éstas a que se extienda su
comisión, o encargo; pero sin que en quanto a las compras relativas al surtido de
Fábricas sea preciso expresar en los registros los precios, plazos, ni condiciones.
5
Que si los Comisionados de Fábricas de estos Reynos hiciesen otras compras
que excedan de los encargos de ellas sea de su obligación el registrar las contratas en
la forma que prescribe el artículo segundo para con los Extractores, y Revendedores.
6
Que los Fabricantes que reúnan la qualidad de Extractores han de registrar todas
las contratas que hicieren de lanas para extraer con la expresión que contiene el citado
artículo segundo.
7
Que todos los interesados a quienes se prescribe la formalidad de registrar las
lanas tengan obligación de sacar testimonio del registro, y llevarle al Escrivano de
Fábricas, y en defecto de este a uno de los de Cabildo de la Caveza de Partido para el
día 4 de Mayo de cada año si las contratas fuesen anteriores al primero de aquel mes,
y las posteriores dentro de quatro días siguientes al en que se hicieren.
8
Que en el caso de no hacerse los registros en la forma prevenida en las condiciones
2ª, 3ª, 4ª, 5ª, y 6ª o de faltarse a lo que se ordena en la 7ª en donde quiera que
se hallaren las lanas, se puedan denunciar, y denuncien, y se declaren por perdidas,
aplicándose la mitad de su importe para las penas de Cámara de mi Junta general, y
la otra mitad para el Juez y denunciador.
174

9
175
Elena Cano Valderas.
Que para los procedimientos por defecto del registro, sea bastante la personalidad
de los que hayan estado comisionados para las compras, y las de los demás
encargados del beneficio de la lana contra quienes se dirijirán los apremios.
10
Que en los contratos en que no hubiese anticipación de dinero, si se tantease la
lana, el Fabricante que la tanteé, satisfaga el coste, y costas, y medio por ciento cada
mes desde el día en que el Comprador pagó el importe hasta el en que se verificase el
tanteo en conformidad, y por ampliación de lo dispuesto en artículo segundo de la
Real Cédula de 11 de Mayo de 1783.
11
Que si se pactare anticipación del Comprador al Ganadero, con interés determinado,
ha de ser éste de cuenta del Ganadero desde el día de la anticipación hasta
el de la entrega de la lana, y el Fabricante abonará al Comprador desde aquel día de
la entrega hasta el del tanteo, y reintegro el medio por ciento al mes prevenido en la
propia Cédula.
12
Que si se vendiese la lana capitulando anticipación sin interés, aunque embebiéndole
en la equidad del precio de este caso sea obligado el Fabricante a pagar al
Extractor, o Revendedor de quien tanteare el medio por ciento cada mes desde el día
de la anticipación hasta el en que se verificase el tanteo.
13
Que quando se vendiere la lana a plazos, capitulando el Ganadero precio fixo,
y el interés desde su entrega hasta el pago, el Fabricante que tanteare deberá pagar
aquel interés, no excediendo del medio por ciento desde el día de la entrega de la
lana, hasta el en que tenga efecto el tanteo, si quisiere hacer efectiva la entrega del
importe; mas si el Fabricante usare de los plazos del contrato ha de ser con la competente
fianza a satisfacción del Ganadero para su seguridad.
14
Que si el plazo fuese sin interés por recargarse su utilidad en el precio de la lana,
en tal caso podrá el Fabricante pedir que esta se regule por peritos nombrándose tercero
judicial, si hubiere discordia, y llenará el contrato pagando el precio que resulte
de esta regulación, y el interés del medio por ciento desde el día de la entrega de la
lana al Comprador, hasta el tanteo, y pago, o hasta el del plazo, si usase de él, afianzándole
como se ha prevenido.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
15
Que si se justificare simulación en el precio, en la anticipación, o en la asignación
de intereses quede relevado de pagar éstos el Fabricante, y se entienda su tanteo
por el precio medio que en aquel año tuvieren las pilas de igual clase; y en estos casos
los Subdelegados, o Justicias que entendieren en el tanteo, deberán dar cuenta a la
Junta, a fin de que con proporción, a las circunstancias de cada uno pueda acordar las
providencias que estime conducentes para escarmiento del Ganadero, y Comprador.
16
Que así los Excribanos de Fábricas, como los de Cabildo, ante quienes deberán
registrarse las ventas, sin pretexto, ni excusa, han de admitir, y hacer los registros que
se solicitaren llevando por derechos de cada registro dos reales vellón, y otros dos por
el testimonio que ha de dar para que se presente en la Cabeza de Partido, y en el caso
de contravención, o de exceso en los derechos se les exigirá la multa de cinqüenta
ducados por la primera vez, y doble por la segunda, aumentándose las demás penas
arbitrarias que convengan por la tercera.
17
Y que los Escribanos de Fábricas, o de Concejo de las Cabezas de Partido por
la exhivición de los registros a los Fabricantes sólo lleven dos reales por cada vez que
para ello se les requiriese, exigiendo los derechos conforme a arancel por los testimonios
que se les pidieren. Por tanto, publicada esta mi Real Resolución en la referida
mi Junta general de Comercio, acordó su cumplimiento, y en su conseqüencia, he
mandado expedir la presente Real Cédula, por la qual ordeno a los Presidentes, Regentes,
y Oydores de mis Consejos, y Chancillerías, a los Capitanes, y Comandantes
generales de mis Reynos, y Provincias, y Presidentes de sus Audiencias, a los Ministros
de ellas, y particularmente a los Intendentes Subdelegados de mi Junta general
de Comercio, Asistente, Gobernadores, Corregidores, Alcaldes mayores, y ordinarios,
Superintendentes, y Administradores de mis Rentas generales, y Provinciales,
y servicios de Millones, Fieles, Cogedores, Arrendadores, Aduaneros, Dezmeros,
Portazgueros, Guardas, y Diputados de Gremios, Veedores, y Tratantes de estos mis
Reynos, y Señoríos, y a qualesquiera otros Jueces, Justicias, y Personas de ellos, que
luego que les fuere presentada o su traslado en forma que haga fee, la vena, guarden,
cumplan, y egecuten, y hagan guardar, cumplir, y egecutar inviolablemente lo contenido
en esta mi Real Cédula de confimación, y ampliación de la mencionada de
11 de Mayo de 1783 que se ha insertado, sin permitir se vaya contra su tenor, ni se
contravenga a este en todo, ni en parte con pretesto alguno: que así es mi voluntad,
y que de esta Cédula se tome razón en las Contadurías generales de Valores, Distribución,
y Servicios de Millones de mi Real Hacienda, y en las demás partes que
convenga. Fecha en Aranjuez a 14 de Febrero de 1803= Yo el Rey= Por mandado del
Rey nuestro Señor= Manuel Ximénez Bretón= Rubricada de los señores Ministros de
la Junta general de Comercio, y Moneda.
176

8.2. reformismo
177
Elena Cano Valderas.
8.2.1. restabLecimiento deL comercio y Las fábricas en españa (sigLo Xviii)
Fuente: AHN, Estado, Leg. 3188, núm. 383
[Documento 1]
Señor
Gaspar Naranjo: postrado ante la real clemenzia de V.M. dize: que en el primer
arribo a esta corte de V.M. deseoso de ynformarse de las causas del atraso del comerzio,
y fávricas de estos sus Reynos, a cuio fin se sirvió V.M. mandar expedir horden
zircular, a las Ciudades, de a donde prozedía semejante atraso, y que discurriesen medios
combenientes, a conseguirse los piadosos deseos de V.M. en el restablezimiento.
A este tiempo los gremios de Mercaderes, artes y ofizios de Sebilla en su Cavildo y
Regimiento, avían presentado un memorial espezificando lo mesmo, que el Paternal
amor de V.M. yntimavales ynformasen, a que la ciudad ynsignuó a los gremios combenía
poner en la real mano de V.M. el mesmo memorial, con las adjuntas súplicas,
nombrándole, por diputado Poderista, que viniese a seguir y solizitar este negoziado.
Puesto en la real mano de V.M. se sirvió remitirlo a los tres Consejos de Castilla,
Yndias y Hazienda, y después a D. n Juan Horri, con quien confrontando, le señaló
en cada semana, dos conferenzias, que enterado, mandó V.M. formar una junta de
D. n Alonso Carnero, y D. n Juan de la Rea, para tratar sobre el punto de comerzio:
de cuias conferenzias, entre otras cosas, prozedió mandarle hiziese conduzir de todas
partes donde hubiese fávricas en España, muestras de los géneros, que actualmente se
hazían para en su vista disponer, se adelantasen, a ymitar a los de las naziones.
Los referido, miraba, a que S.M. Christianissima, deseava se restableziese, el comerzio,
entre los españoles; y que para ello no sólo contribuirá, embiando sugetos
ynteligentes, y Artífizes; sino que acudiría con su caudal: y que le avía mandado declarase
su real yntenzión, en dar las disposiciones y premiasen a esta unión rezíproca
entre las dos naziones, por los modos; que si en España, para abastezerla y a las Yndias,
se podía hazer (Yg) en la fávrica de Vayetas, las que si hubiesse en Franzia, quería
S.M. se quitase, para no encontrase en los géneros, y por consiguiente adelantar, lo
que acá no se podían hazer, lo que miraba a obiar los zelos, que causan los yntereses
de los comerzios, y a este símil en todas las demás manifaturas, lo que le sirvió a fervorizarse
su humilde zelo, viendo tan político, y savio modo, que sólo él produziría
la unión que S.M. deseaba.
Con eficazia, se aplicó a hazer traer muestras de los tejidos anchos, y angostos de

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seda, y lana, que vistos, aunque parezieron bien, se halló, nezesitaban para perfizionarlos
de algunas ynstrucciones, en cuio tiempo sucedió la invass. ón de los enemigos
en Andaluzía, a que fue preziso poner toda la atenzión, y después de averle ocupado
D. n Juan Horri en algunas cosas del servizio de V.M. le pidió medios de establezer en
Castilla fávricas de paños, y otros géneros para vestir las tropas, a que su zelo del mayor
servizio de V.M. no le permitió reusar esta comissión, así por ser de su genio, y tener
alguna experienzia, como por de camino, observar lo conduzente a lo expresado.
Más de quinze meses, se empleó, con eficazia, a rreconozer lo posible, en caminándose
a las Provinzias de Sigüenza, Cuenca, Soria, Logroño, Burgos, Valladolid,
Palenzia, Toledo, toda la Mancha, Córdoba, y Jaén, examinando con atenzión a los
fabricantes, que podrían ejecutarlo, de mejor calidad y a más varato prezio, ynstruiéndolos
a asimilar los géneros, que de fuera bienen sin que a nadie le fuese gravoso,
antes sí ynfluiendo a desbanezer algunas perniziosas máximas, yntroduzidas de
las naziones enemigas de la Corona.
Abiendo buelto a esta Corte, de todo se dio quenta a V.M. y puesto en su Real
presenzia muestras, que calificasen su zelo, trayendo vestidos hechos de Ynfantería,
y Cavallería, con sus adezentes, y equipajes, que todavía podrá mostrar, y piezas de
paño, que admiraron tan en los Prinzipios, se consiguiese tan de buena calidad, y
enterado V.M. en que por su aplicazión se rreduxo el prezio de diez y siete reales y
medio de vellón la vara de paño que costava, a veynte y seis, siendo mejor en durazión,
y resistenzia a las llubias, como se ha demostrado.
Por Decreto de 27 de nobiembre de 703, se sirvió V.M. mandarle fuesse a ejecutar
lo que con las Justizias de algunos lugares avía contratado poniendo a su cargo, por
fatoría, hiziese fábricas 70.000 varas de paño, señalándole de comissión, para gastos,
y viages, medio real por vara, y las estameñas, quatro maravedís por vara; siendo muy
de reparar, que luego, que se lo supieron, los que están con naturalizados, en que sólo
por su mano, corriese la provisión de vestuario conzibieron grande odio, contra el
suplicante, procurando controbertirle todas sus acciones.
Compruébase, con que luego, que se empezaron a traer al real Almazén, diferentes
porziones de paños, y conseguido, que del prezio ajustado todabía, se vajase real,
y medio por vara, y hubiera sido maior combeniencia, sino se hubiera atravesado,
quien tubo tal astuzia, que consiguió se le pagasen más de las 70.000 varas; a diez
y ocho reales, siendo esto en los mesmos lugares donde estaban hecho los ajustes,
defraudando esta Cantidad, y aún el medio real que se le señaló.
Omite, Señor, por yndigno de los reales oídos de V.M. de los raros modos, y estratagemas,
de que se valieron, para lograr este fraude, pues por muchas diligencias,
y recursos se hizo, nunca pudo deshazerlo, no correspondiendo, a lo que deseava
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179
Elena Cano Valderas.
establezer en materia de vestuarios, de darles punto fixo, y que en España se hiziesen
todos los nezesarios, a los ejérzitos de esta Monarchia, siéndole más sensible, además
de perturbar el Benefizio de la Real hazienda, en tanta Cantidad, como se considera
controvertirlo que a tanta costa, se avía yntroduzido, y para más de zerca cuydar de
ello, se le mandó fuese a Sebilla por su familia, que es muy antiguo en España, alzarse,
y desfrutar lo que otros han travajado.
Hallose prezisado a zesar en la yncumbenzia referida, y a instancias del Duque de
Montellano, aplicarse a formar unos apuntamientos en rrazón de lo que se dirigió su
venida, a esta Corte y empezar por alguna parte a restablezer el comerzio, y fávricas
de España, que hecho, seguro su Ýndize en la Real mano, que se sirvió V.M. remitirlos
al mesmo Duque, que reconozidos y en estado de Consultar su aprobación,
ocurrió que deseando el fervoroso zelo de V.M. el más prompto restablezimiento, del
comerzio de Yndias, y el ynterior, y sus fábricas, se formó la Junta donde se remitieron,
y vistos, y considerado su entidad, y que para ponerlo en semejante estado, el
suplicante, avía hecho crezidos gestos en viajes, y otras cosas y hizo consulta suplicando
a V.M. se sirviese mandar por vía de entretanto, librarle mil escudos de plata,
así para que los continuase, como para con esta ayuda de costa pudiesse subenir a los
haogos en que se hallaba.
La gran benignidad de V.M. fue servido conformarse, mandándole despachar
libramiento en efectos de regresarias, y en su defecto, en Contrav. do ampliando sobre
sisas munizipales de Madrid, que justificado, no aver caudales recurió la Junta a V.M.
sobre que se le consignase, para su promptitud en otros efectos, en que pasó algún
tiempo, y por no perderlo la Junta separó algunos de sus Ministros, que se aplicasen
por menor, a oír y conferenziar sobre los puntos contenidos en sus representaziones,
y que ofrezía por los Capítulos del Ýndize, de que en varias Consultas informaron
a V.M. aprobando todo quanto representava, así de hecho, como por scripto, ynsistiéndole
por todos modos no zesase su aplicazión, en quanto conduxesse a conseguir
tan importantes fines.
De las expresadas Conferenzias, prozedió consultar, a V.M. la Junta se expidiesse
horden circular, como anteriormente, yntimando dirigirse el real ánimo en la formazión
de la Junta ha por todos modos, solizitar el alivio y mejor estar de los vasallos,
subszitando los modos de vivir, y que discurriesen sobre fomentar fábricas, y disponer
un comerzio activo, que del resultase restaurarse estos reynos, en que el Paternal
amor de V.M. no sólo se conformó, pero en su Decreto se explicava nunca zesase la
Junta, en hazer quantos esfuerzos, fuesen posibles a conseguirse, y que contribuiría
V.M. en quanto fuese posible, cuio horden se mandó expedir zircularmente por los
Consejos de Castilla y hórdenes, lo que en todas partes causó notables júbilos, en ver
cumplidos, los anunzios que se prometieron del feliz Dominio de V.M.

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A breve tiempo despedido este horden, concurrieron en la Junta diferentes proposiziones,
de algunas Ciudades, disponiendo fábricas, y mandándole al suplicante, fuesse
a ynstruir, para hazer algunos géneros de lana, lo que no podía por la falta de medios y
considerando este motibo en estar parado tanto tiempo, un negozio de tan importantes
consequenzias, repitió la Junta representado a V.M. y cuydadoso su Pres. te disputo efecto,
en que se fuese cobrando la libranza, que se consiguió por darles de última salida de
V.M. a ponerse a la frente de su ejército.
Aquel mesmo día, por causa de aver parido su muger, su afecto y leal zelo no
siguió a V.M., pero en todo aquel tiempo estubo abstraído en que en medio de ello,
tubo algunos rezelos, y riesgos de sugetos a mudarse de a donde vivía, y para más bien
poder travajar no sólo en lo que tenía ofrezido, pero lo ha ampliado en mucho más
calificándolo el Ýndize adjunto, a donde se representan y proponen medios no sólo
para empezar a restablezer España, de las Calamidades, que por tantos tiempos ha
padezido, pero continuando el Cultivo por hombres prácticos, y separados de otras
yncumbenzias se podrá lograr en él todo, y más teniendo manifestado Dios quiere, la
durazión de esta Cathólica Monarchía, y de poner la máxima, que se ha ejerzido en
no tener espera, de que no produziendo luego el efecto, que se propone, no sirve para
adelante, y no vi fin grande que no tenga mui largas las distanzias.
Nunca la audazia de las naziones, que han frequentado el comerzio de España
han dejado de ejerzer, por quantos modos han podido la máxima de ymposibilitarla,
de bolber sobre sí en restablezer el comerzio, y fábricas, y no es de menos tiempo,
que de ziento, y zinquenta años, pero con maior eficazia en lo más del siglo pass. do
procurando no quedasen ningunas memorias de ello con la cautela de yntroduzir,
en todas Herarchías la ymposibilidad, velando, para que siempre que se tratase, desbanezerlo,
sembrando las tinieblas con común descrédito, aún en los más zelosos
Ministros, cuya comprobazión de lo contrario le ha motivado a aplicarse a dar en sus
escriptos las más exactas noticias, que ynformen a V.M. mui por menor las que confía
han de deshazer las demás nieblas que ha introduzi. do la malizia genéricamente,
para que propone medios exequibles q. e produzcan la restaurazión, que es notorios
con ansias desea el Paternal amor de V.M. experimentándose ha conzedido la Divina
Providenzia la maior oportunidad a conseguido, que nunca han gozado los Señores
Reyes, antezesores de V.M.
Esto supuesto, estimula a su Real zelo, reproduzir, lo que en los prinzipios represento
a V.M. de que el no publicar lo que havía hallado probechoso para remedio
común, lo tenía por execrable enemistad al linaje humano, que sólo cave en las fieras,
por lo que era conveniente, no reservar para sí lo que Dios le ha comunicado,
ni hazer estanque de lo que debe ser, para todos, aviendo comprobado mucho ha
la Divina Providenzia le ha eligido para arroio que corra al común Benefizio, que
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181
Elena Cano Valderas.
quando a un sugeto lo destina a tales cosas, le prepara los modos de explicarse, y le
ha preserbado de muchos riesgos que expresara en otra ocasión, porque representa
a V.M. lo combeniente, que es que quando se trata por tantos modos del remedio
común, se den al público los medios para ello, éstos, se contienen en la obra, que
expresa el Ýndize reservando algunos apuntamientos, para más bien ynformar a V.M.
y que se mande ymprimir las zinco partes, en donde se hallaran remedios que puedan
servir a la restauraz. ón que se pretende en todos estados, alentándole a esta súplica,
no la esperanza del premio, si el maior servizio de V.M. cuya alta Ynteligenzia sae, y
se le ha oído varias vezes, tener presente no poder subsistir ninguna Monarchía, sin
propio comerzio, y cultibar fábricas, el q. e ha avido en España tantos tiempos ha, sólo
ha sido, el pasibo, para los vasallos, ejerziéndolo los estrangeros por tan perniziosos
modos, al Real haver y al todo de sus naturales.
Y respecto, que la Junta del restablezimiento del Comerzio, dibersas vezes oió y
entero de todo el contexto, que proponía por los Capítulos, que ofrezía en su Ýndize,
como se calificó en las consultas, que sobre ello hizo a V.M. aprobando quanto representava,
así de hecho, como por escripto, y lo mucho que combenía al Real servizio,
por los medios posibles no zesase hasta su ejecución en las Consultas, que paran en la
Secretaría del cargo de D. n Juan Fran. co Faxardo, que comprobaran quanto representa.
Que aunque en la obra, que primero ofrezió, se le ha añadido y exornado con
varios puntos, todos son sobre una mesma materia, y hechos, poco capazes de su
erudizión, ni menos tocan cosa, que desdiga, de lo a que se trata, y dirige su humilde
zelo, que mereziendo continúe V.M. de mostrar ser, de su Real agrado, y por escusar
las dilatadas formalidades, que se acostumbran en la ympressión, de qualesquiera
libros, como por estar estos escriptos en borradores no dignos de ponerse en la Real
mano de V.M. que aunque anteriorm^ se le yntimó lo hiziera, no lo ejecutó, por no
estar decorosos, ni menos tener otros traslados: y para que puedan irse ymprimiendo,
y no perder tiempo se mande ejecutar, mediante las aprobaziones, que prezedan del
Abad de S. Bernardo, y del Yllº fr. Pablo de S. n Nicolás del horden de S. n Gernónimo,
y de D. Antonio de Escarak, en S. n Cayetano, quienes ya han reconozido y consultádose
con ellos los más escriptos, y bolberán de nuebo a registrarlos, y constando de
su aprobazión particular y el Real Decreto de V.M. se pase a ymprimirlo, como en
otras ocasiones se ha hecho, que por ser tan del Real servizio bien unibersal de estos
Reynos, y se pueda hazer la ympresión, y costearla, siendo del Real agrado de V.M.
Suplica a V.M. humildísimamente, se sirva mandar dar providenzia para que se
ejecute esta ympresión y privilegio prohibiéndola por otro en los dominios de V.M.
y para obiar los yncombenientes, que sobre ello se pueden ofrezer, y continuar sin
confussión, cometer la superyntendenzia de este negoziado a un ministro de Estado,
a quien pueda recurrir en lo que se le ofreziere, lo que mira, a nunca pararse y adelan-

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
tar hasta su perfección, en que confía de la Real aplicazión, y fervoroso zelo del bien
unibersal, que desea V.M. recivir toda Merzed.
[Documento 2]
Señor
El zelo de d. n Gaspar Naranjo le estimula a representar a V.S. como haviendo hido
en busca de un memorial V.S. le rizivió sería de su agrado y del servicio del Rey bolviese
a la incumbencia de hazer fabricar paños para vestir las tropas, sobre que propuso los
muchos atrasos que esto le a causado de los fraudes que en esto siempre a havido y que
al mesmo paso que la fervorosa comprehenssión de V.S. se desvela en quere dar punto
fixo a estas cosas otros están cavilando como las an de controvertir, y así S. or los de las
Navas y otros tienen las espaldas guardadas de forma que sus paños no valiendo nada, y
aunque más hagan, nunca serán buenos, y se les pagan a 22 R. s , que aún de este varato
soy yo la Causa, y los que por mi horden se empezaron atrahen se confuncieron sobre
tan buena calidad a 11 r. s v. sobre que devía dezír a V.S. que haviendo de proseguir en
lo que se me intimó, y no haviendo venido V.S. en el medio del Thesorero, se me ofreze
el que dentro o fuera nada es más comben. te a conseguirse lo q. e V.S. a demonstrado
desea establezer fue pública entre el Rey y sus vasallos, de cuio modo havrá paños, y
quanto se intentare y que la Real hazienda tenga su justo valor de forma que las ganancias
que otros an de tener en éstos, manera será más fruto recaigan sobre S.M. que es
más pobre que todos, y le deva España a V.S. poner las fábricas corrientes y paños que
puedan abastezer para vestir las tropas de dentro y fuera para lo que ay los reynados de
Córdova y Jaén y diversos Lugares, cuias fábricas son de paños hasta sacarlos de el telar,
por carezer de batanes, tintes y otras cossas los llevan, o compran Mercaderes para perfizionarles,
a donde lo ay todo. Y pues tiene S.M. sufiziente caudal pertenezientte a la
Guerra en aquéllos Paraxes se puede rreduzir a consignarse a comprar paños y jerguillas
y que por la real quenta y interbenz. n de sus Ministros puede ser que por mi dirección
no pase cada vara de 13 a 11 r. s el plateada y blanco, y se puedan teñir de todos colores,
por menos de 2 r. s lo que poniéndose a mi Cargo por factoría y sin manexo de caudal,
que es lo menos que siempre e pretendido se establezerá cossa que merezca tener y
rrenombre assí de desvanezedor de fraudes como de fomentador de cosas tan grandes,
pues en cada verano por mi disposición se podrán fabricar y poner en esta Cortte,
aunque sean 300.000 varas de paño, y pagados allí, como los vayan entregando zesan
crezidíssimos incomb. tes y los más las estafas porque los pobres fabricantes no suplen sus
caudales para variedad de manos no esperan mucho tpo, Y assí mismo se ahorra S.M.
mediante pagarse allí el 60 por 100 que paga de Conduzión, cuyo benefizio se debe
considerar lo que es como V.S. lo solizita también tenga en donde se hagan en cada un
año de 30 a 40.000 sombreros de igual calidad a los que aquí se an hecho, y puestos en
el Almazén a 6 R. s cada uno, y teniendo las espaldas guardadas y dándoseme de comer
y a mi familia conseguiré hazer otras muchas cosas con el maior beneficio de S.M. y
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183
Elena Cano Valderas.
para que asista a esto y tener en diversas partes sugetos de mi satisfacción, se me señalará
un 5 por 100 que se a de cobrar sobre la costta que tuvieren los jéneros, siendo este
negocio tan claro que sobre la comprehenssión de V.S. que tiene de mi obrar le suplico
no se pare en los modos de establecerlo, pues lo tengo tan pormenor rreconozido, no
menos que nadie lo pueda comprehender por los muchos interesados que están atalayando
y velando para desvanezerlo, lo que me dista las crezidas experiencias deviendo
V.S. precautelarse, aún de los más de sus domésticos, por que todo lo logra y lo puede
el interés, que tiene controvertido en esta Monarqª quanto se a intentado en Servizio
del Rey, y de la pública utilidad porque deve mi humilde zelo rrecombenir a V.S. a que
tenga presente lo mucho que me a favorezido, en cuya conformidad, le suplico que en
casso opuesto pueda tener efecto sea luego porque en el verano se logre lo que estorvan
las aguas y temporales del Ybierno, para q. e si fuere del agrado de V.S. haré planta y
proposiz. n en forma, y para poder subvenir a los ahogos en que me hallo, produzidos
de haverme dedicado a investigar medios de perfizionar lo expressado, tengo modo que
sin desembolso prompto de la Real hazienda, se me ayude para hir a la execución de
lo que representto, lo que confío se logrará mediante el incansable desvelo de V.S. de
quien confío mi restaurazión para más bien blasonar de su rendido criado.
[Documento 3]
Proyecto
Señor
D. n Gaspar Naranjo, postrado ante la Rl clemenzia de V.M. Dize ha tres meses
puso en la R. l mano de V.M. un índize de los Capítulos contenidos en cinco partes o
libros que ha escrito en Razón de restablezer los dibersos ramos de que se compone
el comerzio, frutos y fábricas de España y considerando lo mucho que recae sobre el
gran desbelo de V.M. y la primera aserción, q. e se debe a la ofensa, y que sus ferborosos
deseos de V.M. se digen a solizitar el reparo y alivio de sus vasallos y que nunca separe
sobre ello como repetidas vezes la gran Piedad de V.M. verbalm. te se lo ha mandado a
cuio fin se serbía V.M. nombrar por Presidente de la Junta del Restablezimiento del
Comerzio a D. n Lorenzo Cardona de que prozedió suplicar a V.M. se le remitiesse
este expediente lo que mandado, bolbió a suplicar se obtubiesse asta enterarse, si esto
combenía o no al serbizio de V.M. y allándolo que lo será, y tener separadam. te con
el referido conferencias y combiniendo concurran a ellas algunos sugetos prácticos,
los pueda elegir, que sean o no Ministros de la Junta, para que inzesantem.te se baia
trabajando a perfeccionar lo q. e por tantos modos se sabe con ansias desea el Paternal
amor de V.M., y en que consiste el bien común de sus Reynos.
Supp. ca a V.M., que siendo de su R. l agrado se sirba V.M. mandar se le admitan
al referido el Ýndize, y demás papeles, y horden para q. e obserbe lo expresado en que
confía de la gran benignidad de V.M. rezibir toda Mrd.

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[Documento 4]
Ill. mo S. r
Haviendo puesto en la real mano del Rey nro s. r q. e Dios g. de el índice de los cinco
libros en razón de restablecer los diversos ramos, de que se compone el comercio de
España en sus frutos, crianza, labranza, y sus fábricas, sobre que su Mag. d se sirvió mandarme
dispusiesse unos apuntamientos, encaminándose a la consecución, de lo que
por tantos modos el paternal amor de su Mag. d ha manifestado, desea su ex. ón y entre
otras cosas contienen los apuntamientos para que se logre el comienço de tan glorioso
fin, que la gran comprehención de V. Yll. ma vistos podrá correjir lo que fueres servido.
Considerando mi experiencia las contrariedades, que siempre ha avido en España
en materia de restablecer qualquier género de fábricas, y que este solo punto es
el motivo de la guerra, por lo que me ha estimulado a precautelarme en todas mis
operaciones sobre estos puntos, y de que ha procedido hallarme tan adelantado en
ellos, por aver suplicado a su Mg. d varias vezes se camine con quanto sigilo ser pueda,
por estar azechando quando se trata desto para controvertirlo, y mirando a que no
suceda, suplique a su Mag. d que respecto que al tiempo de la salida de la campaña
pasada se estaba tratando con D. n Juan Orri el contenido del adjunto memorial, por
donde podrá V. Yll. ma enterarse, con cuyo presupuesto podré salir dando a entender a
ministros y otros que lo saben me aparto de seguir la materia del comercio, por mandárseme
buelva a la primera incumbencia de hazer fabricar paños, y otros géneros
para vestuario de las tropas.
Lo expresado lleba la mira de ser Córdova en donde menos espías tienen las Naciones,
y allí ay imprentas mejores, que en Madrid y con más seguridad del secreto,
por razones, que expresaré verbalm. te y en primer lugar, haviendo odio, y asentado
las disposiciones de las fábricas, y que corran con la seguridad necessaria, me podré
aplicar a que se vayan imprimiendo las cinco partes, y a las secretam. te pasando a la
Real mano, y a la de V. Yll. ma para que de ello se elija lo que conviniere executar; de
forma, que quando ya esté mandado, y prevenida su consistencia, que lo sepan, o
no; las Naciones, importa poco, y después pueden salir al público los libros, lo que
se encamina a desvanecer lo que en contrario tienen introducido, y héchose creer, y
assí conseguirse la utilidad común.
Representa a su Mag. d convedrá se le encargue al electo obispo de Córdoba cuide
deste negociado hasta su perfección, y respecto de mis atrazos, por lo que he gastado
de seis años a esta parte, de caudal mío, y ageno, en poner está dependencia en este
estado, y para que pueda continuarlo, y abstraerme de todo lo que lo estorvare, y
mantener mi familia, que se compone de seis personas, he suplicado a su Mag. d se
sirva conceder a un hijo mío, de edad de onze años, una pensión sobre el mismo
184

obispado, o cosa equivalente, lo que del Real agrado fuere.
185
Elena Cano Valderas.
Assí mismo considerando las vigencias presentes, sobre que se le presentó, que
para que se puedan imprimir, y costear los cinco libros, contenidos en el índice, y papeles
por el modo de Apologías, que es conveniente ser assí, para más bien enterarse
su Mag. d de muchas cosas, que no se pueden expressar en los libros, y que son razones
satisfactorias para el público, por que suplico a su Mag. d se sirva conceder la Merced
de un título de Castilla en blanco, para que se beneficie, y lo que produjere se ponga
a disposición del referido obispo de Córdova, que precisam. te se dirija a la execu. ón
de dicha impresión, de todo lo qual podrá V. Yll. ma enterar a su Mag. d para su última
resolución, confiándole ha de deber España a V. Yll. ma por su desvelo, y eficaz aplica.
ón se restituya al auge, pues desea para el servicio de ambas Mag. des la divina g. de a V.
Yll. ma como he deseado.
8.2.2. estabLecimiento de fábricas de tejidos (sigLo Xviii)
Fuente: AHN, Estado, Leg. 3188, número 386
[Documento 1]
Memoire General concernant le commerce, les manufactures et les Projects etablis
en Espagne.
Le commerce est sans difficultés. La partie la plus intéressante pour le Royaume,
rien n’est plus capable de le rendre extrêmement riche et florissant. Il contient et
occupe tous les sujets en général, les aides à payer, les impositions du Roy, prouvent
l’amitié et l’argent de l’étranger. Enfin, on fait que les plus grands potentats de
l’Europe tirent leur puissance du commerce, et que tout s’en ressente dans un Etat.
Il sera expliqué par les articles suivants ce qui paraitrait concevable de faite pour augmenter
le commerce en Espagne.
1. Les manufactures sont la source du commerce, il y en a de plusieurs espèces
et qualités, propres et destinées pour l’intérieur du Royaume et pour le pays
étranger. Leurs espèces, qualités et bontés dépendent des matières employées
pour la fabrication de la grosseur et la finesse de la filature en chaine, du nombre
des fils et largeur et des différentes opérations qui conduisent l’étoffe à la
perfection,
2. Le gouvernement ayant à cours le commerce, rien n’est plus facile que de le
rendre très considérable en Espagne, on y a d’abord les laines qui fait l’article
principal. Il est question de les savoirs bien employer de dresser les ouvriers,
d’économiser de la main d’œuvre, de fabriquer l’étoffe et de fermer et vendre

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
les établissements des fabriques, nouvelles et anciennes,
3. Toute l’Europe tire des laines d’Espagne et pour alimenter les fabriques établies
dans chaque état, ensuite la plupart y envoie les étoffes fabriquées et par
ce moyen l’on gagne et l’on vie d’argent immense du Royaume, à quoi on
pourra remédier par l’établissement des manufactures de semblable qualité
et ayant les laines, la nation serait en état de donner et de se procurer l’étoffe
au meilleur marché, ce qui ferait tomber celle de l’étranger sans les prohiber,
4. Pour parvenir à remplir cet objet très important le premier pas à faire serait
de conférer avec les inspecteurs et les principaux négociants, de prendre ensemble
connaissance des étoffes et papèteries étrangères qui se consomment
dans ce royaume, de prendre des échantillons, d’en examiner avec attention
les qualités et les mesurer. Apprendre pour établir des fabriques semblables,
principalement de celles qui sont le plus en rage, et s’il était besoin, on ferait
venir quelques ouvriers étrangers. Pour ce moyen, la nation se procurerait sans
fort peu de temps sont nécessaire et augmenterait son commerce,
5. Il se fait en Espagne et dans les villes espagnoles une consommation immense
de bayettes de plusieurs qualités et largeurs dont la majeure partie viennent
d’Angleterre. Il paraitrait très important pour le bien de l’état de commencer
à fabriquer de ces étoffes ou l’imitation des étrangères. L’auteur de ce mémoire
sait parfaitement la façon de les composer et fabriquer cet article très intéressant,
on ne saurait assez le multiplier pour atteindre de très grandes quantités
qui sont employées dans le royaume et il ne faudrait rien épargner, ni négliger
pour réussir à la perfection,
6. L’établissement des fabriques de sempiterne en France et Angleterre serait aussi
très important pour l’état : la consommation est très florissante en Espagne
et l’auteur assure de les connaitre,
7. Les serges et cadix servant pour les doublures et la majeure partie venant de
France, font un grand objet. Il serait avantageux d’établir des fabriques de
pareilles qualités,
8. Il paraitrait pareillement essentiel de faire fabriquer des couvertures de laine de
plusieurs qualités, largeur et poids conformes à celles de France,
9. Les draps 24ains et 26ains en couleurs mélangées de Carcassonne, les came-
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Elena Cano Valderas.
lots d’Ambers, serges de Meudes et de Commucières et de fomuciéres Cadix
et moitines de Vic et Saint Hyppolite, flanelles de Beauvais, frisons de Castres
sous diverses dénominations, qualités et largeurs qui viennent de France,
d’Angleterre et d’Hollande et dont la consommation est très grande en Espagne
peuvent aussi être imitées, et l’on pourrait établir des fabriques de la même
qualité des étoffes,
10. Il faudrait de même examiner les siamoises, les toiles de coton unies et maillées,
les toiles de lin qui viennent de France ou d’ailleurs pour se consommer
en Espagne et voir s’il conviendrait d’établir ou d’augmenter les manufactures
de pareilles qualités de même que les fabriques de mouchoirs,
11. L’auteur aurait fort envie de faire établir aussi en Espagne des fabriques semblables
à celles du Languedoc, dont les draps sont connus sous le nom de
sages et paragons façon de Venise, mahoux, londrins premiers. 22ains, 24ains,
26ains, 28ains, 30ains, 32ains, 36ains. Les qualités des laines tirées d’Espagne
pour les fabriques, les filatures et les largeurs et le prix en sont différentes selon
la qualité du drap. Ils sont mis en toutes sortes de couleurs et ils sont presque
tous consommés dans les Echelles du Lenarit. Ce commerce est très étendu et
lucratif, il fait la richesse de Languedoc et si l’on pouvait établir en Espagne de
mêmes commerces. La chose peut s’exécuter,
12. Les draps seront pour l’habillement des troupes et prendront les dernières qui paraissent
inférieures à ceux de France et seraient susceptibles d’être perfectionner,
13. Les fabriques des étoffes de appelées Tricots, employées pour vestes et culottes
pour les soldats. Il conviendrait d’y faire de même que les fabriques établies
dans le royaume pour en augmenter le commerce,
14. Le gouvernement parait avoir extrêmement à faire des manufactures des soges
et ayant vu l’inspecteur français d’un mérite distingué et d’expérience il
suffit d’ores qu’il s’agissait de formes des établissements des pépinières ou de
perfectionner le tirage de cocons pour le trie ou tirage de chaque qualité en
parlant autours à la Croisade de Piémont ou à la bobine qui fait beaucoup
pour donner le lustre et perfection aux étoffes des Vosges, L’auteur offre ce qui
dépendra de lui à cet égard, mais le plat pays de la Castille serait apte à créer
de telles pépinières,
15. Il s’agit aussi de multiplier les fabriques des fils ou ils sont cardés, filés, pour
être employées pour jarretières, galons. L’auteur ferait également ce qui serait
nécessaire pour cette partie,

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
16. Les bas et bonneterie, et autre bourrage au métier, méritent examen avec attention
pour le bien du commerce,
17. Les papiers qui se tirent d’Hollande et de France, dont la consommation est
très étendue et considérable en Espagne, ferait un grand objet essentiel pour
la nation, il serait question de faire l’épreuve. Sil les eaux sont favorables,
ensuite déterminer des emplacements et prendre des arrangements pour établir
des papeteries, des qualités des papiers qui manquent et qui viennent de
l’étranger. Bermasseiza est propre pour cet établissement,
18. La teinture qui met la dernière perfection aux étoffes, et qui en rend le débit
favorable, mérite aussi une grande attention pour l’accroissement du commerce,
l’expérience découvre et fait acquérir tous les jours des nouvelles et
belles connaissances dans cette grande partie c’est pourquoi l’on se contente
en France pour les règlements qui la concerne, de prescrire aux teinturiers
l’emploi des bons ingrédients et de prohiber les mauvais pour empêcher des
couleurs fausses, surtout pour les étoffes qui excèdent le prix de 0. Laine de
pains et on laisse les teinturiers maîtres d’employer la quantité d’ingrédients
qu’ils trouvent à propos, pour faire la couleur, et quand on soupçonne de
contrevention, on fait débouillir l’étoffe avec l’alun et le tartre, ou le vinaigre
et on punit sévèrement la fraude, les instructions insérées dans les recueils de
France qui doivent arriver à l’auteur de ces Mémoires ne laissent rien à désirer,
tout ceci concernant généralement la teinture,
19. La cour ayant approuvé l’établissement d’une nouvelle manufacture de Mayettes
et de sempiterne qui doivent beaucoup intéresser et par où il faudrait
commencer. Il paratrait d’abord nécessaire de déterminer les fonds. Soit la
cour fait l’entreprise ou soit qu’il se forme une compagnie qui serait sans doute
protégée et soutenue ayant des lois dans le pays, économisant pour la main
d’œuvre et frais de fabrique et le débit étant sûr, il n’y aurait pas de frais de
l’entreprise, et la chose bien examinée, la cour déterminerait les fonds suffisants
pour le commencement sauf ou l’augmenter par la suite. Il serait bon des
mémoires particuliers pour la suite,
20. Les fonds déterminés, il faudrait choisir l’emplacement pour la manufacture,
et il se pourrait dans les environs des villages où les terres étant à bon marché
par rapport à la main d’œuvre, il parait qu’elles sont bien placées dans un hôpital
général où il y a un grand nombre de jeunes enfants trouvés, ou d’autre
jeunesse qui dresseraient aisément pour toutes les opérations de fabrication
avec le recours à quelques bons ouvriers. D’ailleurs, on y occuperait les pauvres
utilement et avec fruit en leur donnant occupation pour vivre sans être à
188

charge de l’hôpital. Elle serait bien placée à Bourges,
189
Elena Cano Valderas.
21. Les deux articles précédents remplis rien n’arrêterait, on travaillerait de foulé, à
faire faire des outils résistants nécessaires, les laines de qualités propres, à les faire
disposer pour mettre en œuvre et adressés et rassemblés les ouvriers pour toutes
les opérations de fabrique, il serait aussi pourvu pour les moulins foulons. Ensuite
que de cette manière la manufacture serait en bon train et établie en règle,
22. Etant parvenu à former l’établissement d’une manufacture de bayettes et sempiternes
dans une ville, ou un hôpital général, ensuite on pourrait la multiplier et
étendre dans d’autres villes ou hôpitaux, on en userait de même pour les autres
manufactures qu’on aurait en vue d’établir, et ainsi insensiblement suivre de
ville en ville, et établir par tout le Royaume, des fabriques de toutes sortes, des
qualités de marchandise, à commencer toujours par celles qui sont le plus en
vogue et qu’on a le plus de besoin en Espagne. Il serait fait de même à l’égard des
papèteries, il résulterait beaucoup d’honneurs et de bien pour l’état.
23. Il faudrait aussi établir des moulins foulons, grands et petits, pour le foulage
des étoffes.
24. Il serait aussi intéressant pour le bien de l’état d’examiner des terres propres
pour semer et faire recueillir du pastel, de la guarence, de la gaude et d’autres
ingrédients pour la teinture, de manière qu’on peut se passer autant qu’il serait
possible de l’étranger et épargner et conserver l’argent dans le Royaume, on
donnerait des instructions pour la préparation des instruments.
25. Il est nécessaire pour le soutien et la bien des manufactures qu’elles soient
réglées par des règlements généraux et particulièrement l’auteur du mémoire
ignore l’ordre qui règne en Espagne pour cette partie, mais l’on verra pour
ceux de France, qui lui arriveront incessamment, qu’ils sont de toute beauté et
qui ne laissent rien ignorer sur tout ce qui concerne les fabriques du Royaume,
ce qui les soutient et entretient dans une bonne police et contribue beaucoup
pour en augmenter le commerce, s’il est question en Espagne, il sera dressé de
semblables règlements, avec des instructions pour les fabricants et les ouvriers,
en sorte qu’on y établirait dans peu de temps le même ordre et le même arrangement
qui règne dans les manufactures de France.
26. Les nouvelles manufactures seraient montées à la nouvelle navette qui est très
avantageuse puisque d’abord on épargne le salaire d’un ouvrier et avec laquelle
on formerait autant qu’il serait besoin de jeunesse pour tirer les étoffes,
27. On distingue sans doute en Espagne les étoffes par les noms qui lui sont

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
propres à leurs qualités, on doit les visiter avant et après la teinture et ensuite
marquer des plombs aux armes du Roy comme on fait en France,
28. Finalement, on peut voir par des projets de l’auteur, qu’il aurait besoin de
mettre l’Espagne en état de se séparer par les nouveaux établissements des
manufactures, des étoffes et papeteries, ce qu’elle a besoin pour l’intérieur
du Royaume et de pouvoir se passer entièrement de l’étranger, principalement
des anglais, comme aussi d’étendre et d’augmenter son commerce avec
l’étranger. Et ayant les laines abondantes en Espagne, cette fois pourrait faire
la loi, un jour où tout le monde est pour l’établissement des manufactures,
elle se passerait des autres puissances et celles-ci ne peuvent pas se passer des
laines de ce pays. Cet auteur donnera avec plaisir toutes ces connaissances
pour parvenir à remplir ces objets importants pour la nation, et on pourrait
compter sur son rôle,
[Documento 2]
190
Saudierez
Mémoire concernant une nouvelle navette dont le secret est depuis peu en Fance
La nouvelle navette dont l’invention est admirable est composée de deux pouces
de largeur et de quatorze pouces de longueur, de deux petites roues ou poulies doubles
placées par le bas qui la font rouler sur le batant du métier. Les deux autres petite
roues simples se font glisser le long du peigne ou rot et d’une petite roue d’abord
près du trou de la navette qui fournit le fil à l’étoffe à fur et à mesure que la manette
fait son cours, ce qui sera dit ci-après.
1. On fait travailler par ressort la navette au moyen de deux mètres de bois placés
aux deux bouts rabatants attachés à une corde et suspendues à une verge de fer
extrêmement polies et de vingt pouces de longueur. L’ouvrier tirant la corde
par le morceau de bois qui est au milieu et fait jouer les deux mains pour pousser
et repousser la navette à mesure qu’elle va et vient. Il y a aussi deux espèces
de fourchettes de bois de 22 pouces de longueur placées au-dessus des mains
pour empêcher la navette de tomber à terre,
2. Le petit tour pour le trameus et les éponges ou bobines sont d’une façon particulière
et inséparable du secret de la navette,
3. Cette navette favorise beaucoup pour les draps forts, les bayettes et sempiternes et
pour toutes sortes d’étoffes de laine, comme aussi pour les tapisseries en laine et en
coton, couvertures, et toiles larges pour nappe ou autre usage, car au lieu de deux

191
Elena Cano Valderas.
ouvriers employés actuellement pour tirer ou fabriquer une étoffe un peu large, il
n’en faut qu’un seul , avec cette navette, pour celles de la plus grande largeur,
4. Il est très facile, avec cette navette, de faire des tisseurs ou tisserands et de les multiplier
et dans moins de huit jours on peut apprendre à un jeune garçon de 15 à 18
ans à faire l’étoffe et par ce moyen on leur procure bientôt le nombre nécessaire,
ce qui est d’un grand secours pour les nouveaux établissements des manufactures.
5. Il résulte par conséquent de grands avantages de l’usage de ces navettes. On
retranche d’abord le salaire d’un ouvrier. L’ouvrage est plus tôt fait et plus
parfait et il se fait beaucoup moins de déchets sur la trame. L’on en trouve si
bien en France qu’on y monte insensiblement toutes les fabriques à la nouvelle
navette. Et il n’est pas douteux qu’en Espagne lorsqu’elle y sera fournie, par
expérience, on ait le même empressement à son service.
6. L’auteur à l’honneur de proposer au Roy et à sa cour le secret de cette navette
et d’en faire l’expérience. Il donne le secret étant très certain qu’il en résultera
un grand bien pour le commerce et il espère aussi qu’on lui accordera une
récompense proportionnée au mérite de ce beau faire.
[Documento 3]
Monseigneur le Marquis de ___________
Monseigneur Carbacal, Ministre d´etat d´Espagne
Saudieéez
Henry Saudières ci-devant inspecteur des manufactures en France, faisant profession
de la religion catholique et apostolique romaine, a l’honneur de représenter à Notre
Grandeur, qu’ayant fourni crue probité et distinction pendant dix années et demi dans
les provinces de Languedoc et Sauvignon où il a formé de très beaux établissements
des manufactures à la satisfaction de la cour ce qu’il peut prouver par ses commissions
et par mille lettres de M. de la Garde des Seaux de France, et étant forcé de céder ses
appointements d’une année et demie à un marchand de Paris qui lui a retenu plus qu’il
ne devait, il s’est retiré du service de France le mois de Septembre et a passé en Espagne
dans le dessein d’y porter ses services, pour ce qui concerne son métier.
1. Cet inspecteur a une entière connaissance des manufactures de France en général,
des matières servant à leur fabrication et de toutes les opérations qui en
dépendent. Il offre ses talents et ses soins pour de nombreux établissements
pour dresser les ouvriers nécessaires et pour perfectionner les fabriques qui en
seront susceptibles pour en augmenter le commerce.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
2. Il doit recevoir incessamment une male où sont les sept tomes en folio des recueils
des règlements des manufactures de France pour les draps d’or, d’argent,
la soie, la laine et autres étoffes, papeterie, teintures des soies, des laines et des
étoffes, pour les ingrédients qu’ils emploient pour les teintures, et pour les
moulins foulons.
3. Il offre d’introduire et d’établir la navette pour le moyen de laquelle un seul
ouvrier fait autant d’ouvrage que deux, ce secret est très grand, et il en donne
l’explication par son Mémoire.
4. Il explique ses projets en général par un mémoire, il dit qu’il sent déjà de
grandes consommations des bayettes étrangères qui se fait en Espagne, il a été
cependant étonné de la trouver si considérable. Il estime que les anglais en
font le commerce de plus de trente mil par an, il serait de la dernière importance
d’y remédier et si l’on pouvait parvenir à dépasser l’Angleterre, tant pour
cette branche du commerce que pour bien d’autres immenses qu’ils font pour
l’Espagne, on diminuerait et affaiblirait beaucoup la puissance de cette nation
ennemie de tous temps de la lignée de Bourbon.
5. Il offre de faire venir de France d’habiles ouvriers secrètement s’il en est besoin
pour les manufactures des draps, bayettes, et autres étoffes de laine, pour y
travailler et instruire ceux du pays.
6. Ces inspecteurs si abandonnés vont bien. Il a dépensé beaucoup d’argent pour
venir en Espagne. Il a fait même un pas très cabreux à la sortie de France et il
espère qu’on y aura égard.
7. Sur quoi, Monseigneur ______, supplie très respectueusement Votre Grandeur
, le voulez bien lui accorder l’honneur de la protection, pour faire connaitre
ses talents, soit d’inspecteur pour des nouveaux établissements des manufactures,
des draperies, bayettes, et étoffes de laine, et papeteries dans les lieux
qui seraient trouvés propres dans le Royaume ou d’inspecteur des manufactures
de draperies comme il avait en France, dont il remplira les fonctions avec
zèle, prudence, et fidélité, et il peut vous assurer, Monseigneur, que vous aurez
lieu d’être satisfait de la conduite de son travail à tous égard et il fera des vœux
de fiel pour votre conservation,
192
Saudierez

8.2.3. informe sobre fábricas de paños (1753)
Fuente: AHN, Estado, Leg 3182, número 149
Ex. mo Señor
Señor.
193
Elena Cano Valderas.
Si V. Exª como no dudo desea dar un bello golpe a las esttranxeras fábricas de
Paños, me pareze el tpo presente el más oportuno, respecto de que haze siette meses
que la multitud de quiebras de Vilbao, Burdeos, Baiona, París, Ruan, Londres, y
últimamente las de Cádiz y Sebilla, y que precisamente han de estar acarrear en la
Europa otras muchas tienen al Comerzio en una suspensión y clama formidable por
la falta de confianza, de modo q. e todos se rezelan de los demás, y de un reino a otro,
y que íntterin vuelva en sí pasarán acaso años, con que en esta coiuntura, si V.Exª
vaxase a los 48 rr. s de vellón, los de Guadalaxara, estos y persuadido a que se cerraba
totalm. te la inttroduzión de los extranjeros, pues aviendo puestto factorías en Vizcaia
y Navarra, y al de Guipúzcoa estar mui próxima, se les corttaba a nros naturales el
poder pedir a los extranjeros, y a esttos el de embiar los de su quentta, que no son
Capazes de dar paños semexanttes al prezio.
Suplico a V. Ex.ª con el maior rendimientto me dé esta faculttad pues lo deseo
como si fuera cossa mía por lograr el fin de destterrar lo extranxero y zerrarles estas
puertas de Canttabria, que como no pagan dros a la intrroduzión pueden hacerles
alguna pequeña guerra y esta juntta con al de los comerzianttes, que hacen estte comerzio
haze basttantte riza.
Un incomben. te reconozió por ahora y es que vendiéndose en Casttilla a 52 se
vendrían acá por estte xenº pero estto tienen fázil remedio, y este el de mandar en las
Aduanas, q. e no se permitta la inttroduzión por ningún casso a Casttilla; espero de
la piedad de V.Ex.ª se conforme y que mande dar el correspondientte avisso de que
quedare mui obligado.
Quedo, como debo a los órdenes de V.Ex.ª deseando que Nro Señor le Gue muchos
años. Vittoria y Julio, 24 de 1753.
Ex. mo Señor
S. or d. ón Joseph de Carbaxal
Ex. mo S. r
Señor
B.º ma.º Ex.ª su rendido
Cosme de Borica

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
8.2.4. comercio, agricuLtura e industria (1784)
Fuente: AHN, Estado, Leg 2927, número 286
[Documento 1]
Ýndice
del Plan que presenta al Exmo s. or Conde de Floridablanca, primer ss. rio del Despacho
universal de Estado &ª su más humilde súbdito Ysidro Romero.
Folios } Números } Puntos sueltos
1....................1.................. Que se creasse un tribunal con su Ministro particular
que despachasse al pie del Trono quanto concierne
al comercio y fábricas.
[…]
3........................................Hasta el f.º 8 Pauta para que la Nación no vista
más que fábrica del Reyno.
[…]
Fº 43 a 56. Se establece un Banco general Nacional de Fábricas, sin dispendio del
R. l Erario, aumento de él, y del Estado.
[…]
[Documento 2]
Dedicatoria
Exmo. Señor
La falta de fomento en un Esttado, le hace de una tan servil condición, que ella de
si misma le apoca, le abatte, sin permitirle alientos a tirar el menor rasgo de quanto
es Magnífica Emulación porque reconociéndose desattendido, acostumbrado ya al
yugo, que el poder de máxsimas más bien entendidas, la compone: la desauthoriza ,
da elaborados ánimos con que disputtarse mexor derecho. Sufría nuestra España la
cadena en que la tenía la industria agena, hastta dexarla delinquentte aún del proprio
concepto de posser las faculttades, si acaso se desviava de la senda que la conducía, al
mas leve respiro. Amanece en V.E. la venturosa Época para nuestra Península ¿Pero
cómo? A similitud de aquel enfermo, que a veneficio de la Medicina, solamentte conoce
la Enfermedad, por que la sientte: Devilitado passa los primeros Ymmediattos
Thérminos, que con serenidad le acercan a la salud, cobarde transita a pasos lenttos,
mas ya se reconoce con vigor a dessa sirve del Gordiano, quexándose de lo que se
perezea arribar al Mar de las Bonanzas.
194

195
Elena Cano Valderas.
Esto es lo que puntualmente sucede a nuestra España respecto a V.E. observa en
V.E. una antorcha que la alumbra el dilattado Campo de que es dueña para prosperarse.
Observa en V.E. que no ciñéndose a yndicarle, a infatigable aplicación, venéfico
derrama sus saludables providencias, de que animado Todo Espíritu patriótico,
acude con sus pensamientos a V.E. mirándole la Monarquía como a su Mecenas (Assí
la fama lo publica) llevando casi el seguro de que, aún quando no sean Adoptables,
dispensará V.E. la Yndulgencia, vaxo la consideración de ser movido, de un impulso
patriótico, según se tocava en un Carlos I. Assí, señor, confiando yo obtener el Yarce
de V.E. me arrojo humilde a dedicarle mis borrones, deseoso de que Resulte algo que
merezca el subblime agrado de V.E.
Quedo con la más profunda sumissión al arbitrio de los superiores preceptos
de V.E. rogando a Dios, felicite su importante vida muchos años que la Monarquía
ha menester. Cádiz 20 de Abril de 1784.
Ex. mo s. or Conde de Floridablanca.
[Documento 3]
Exmo. S. or
Puntos Sueltos
Bº mº de V.E.
Su más rendido súbdito
Ysidro Romero
1. Para fundamenttar ttanta multitud de Ramos como abarca el comercio, sería
menester crear en la Corte un Tribunal completo con su Ministro particular, que despachase
al pie del Trono, con la propria alternativa que los ottros Excelenttíssimos,
que nombrando una Diputtación en las Capittales de Provincias, que tuviesen sus
Juntas diariamente, enttendiesen, y discurriesen en quanto comprehende el comercio
ynterior y extterior en todas especies de manufacturas, Fábricas, Artes, Canales, Regadíos,
Plantíos, Puenttes, Caminos, seguridad en éstos, Carreterías, a donde combenga
fundar Pueblos, Posadas con frecuencia, bien servidas, y sin Estafas, sobre todo
lo qual passarían sus luces al Cittado Tribunal semanariamente.
[…]
2. A fin de que nuestras Fábricas contasen con el seguro del Expendio a todo
Yndividuo que gozase haver del Real Herario, o Renttas originales de el Reyno, se
le obligaría a que no gastase ni vistiese Ropas, moblación, nada para uso propio y el
de su casa, que lo que fuese Fábrica, y manufacturas del Reyno, vaxo pena de privación
de Empleo o Dignidad, y de pasar (por Ley que se instituyera) los Mayorazgos,
vínculos, y ottras Piezas semexanttes, a ottro, o al Ymmediatto subcesor en vida del
Poseedor, que faltasse a ello, pues que sustenttándolos el Reyno parece que Reclama
derecho irrefragable, le ayuden con aquello mismo que les produce para mantener el
cuerpo a todos sus miembros con recíproco curso de su propria sangre.
[…]

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
6. Se pondrían en los Pueblos Tiendas de puramente Efecttos de nuesttras manufacturas,
a donde se acudiría a comprar, enttendiéndose también comprehendidos
el Esttado Eclesiástico, tanto en particular para su propio uso, quantto para el de las
Yglesias; Lo mismo digo por lo que hace a los Mercaderes, Comercianttes, Escrivanos,
Nottarios, Procuradores, Abogados, Agenttes, a los que tiran su subsistencia por
Audiencias, Chancillerías, Combenttos, Hospitales, Cathedrales, Colegiattas, Parroquias,
y demás Yglesias, Títulos de Castilla, Cavalleros nottorios, Exército, Marina,
condecorados con los Reales órdenes, Gremios &ª. Toda Persona Ydónea, quedando
exclusos de estto, los Farsanttes, Toreros, Berdugos, y Pregoneros.
7. La Pautta Yg. la Catthedral, colegiatta, Parroquia, u otra Yglesia que necesita
de tal género para casullas, para Alvas, Encages, Galones, da una papeleta para que
se acuda a tal Tienda Patriótica; Toma el Género y una Papeleta del Mercader que
explique: La Yglesia Tal, compró tanttas varas de tal Género (no hay que explicar
el precio, ni se paga al conttado, ni es fiado) en esta Tienda Pattriótica, calle de tal,
número tanttos: Fho: Firmado=
8. Ottra. D. n N. Cura de tal Yglesia compró tal género para uso de su Persona y
Cassa. Esttas papelettas se deposittarán en lugar determinado, y al cavo de un año
cumplido se remiten por el Cura, con su Certificación firmada a la Juntta o Tribunal
de Comercio en el Pueblo, explicando Que deseando subbenir al fomentto de la
Pattria, quantto se ha necesitado al servicio del Alto Divino, ha sido comprado en
las Tiendas Pattrióticas, y que a más, animados del propio deseo, los individuos que
deven su subssistencia a aquella Yglesia, han comprado de las mismas Tiendas quanto
han necesitado para uso de sus Personas, Cassas, y Familia, según que consta por las
adjunttas Papeletas.
9. Los Dependienttes de las Officinas Reales, cada qual en su partticular entregaría
las Papelettas a los Administradores, quienes las Cursarían con Certtificación
que explicase, que con referencia a las Papelettas que acompañavan, todos los Dependienttes
de la Administración de su cargo se havían vestido en el año vencido
de Ropas fábricas de España, assí de Lencería como de las demás materias. Los
Gremios las hirían poniendo en poder de sus respectivos Diputtados, con lo que no
yncurrirían en la pena de que el que faltase a ello, no puediese exercer su Facultad,
Oficio, u Arte.
10. Siguiendo estta propria Pautta por lo Respectivo a Hospittales, Hospicios, y
demás Cuerpos para lo que hace a las demás Personas públicas del Estado, que no son
comprehendidas en forma Gremial, se establecería, que cada uno en su partticular
llevase, o embiase las Papelettas de los Mercaderes a enttregarlas a los Comissarios o
Diputtados de los Barrios. Pero como para que una Tienda logre Despacho, necesita
surtido, las Patrióticas podrían tener quanto fuese fábrica de España.
[…]
Cartta dirixida al Establecimiento de un Banco Nacional de Fábricas
196

197
Elena Cano Valderas.
Muy señor mío: La cartta a que V.m. me pone empieza diciendo assí como se
ha formado un Banco Nacional, que ttanttas venttaxas promette a la Monarquía,
conduciría se planttease ottro de Fábricas de estte modo. Que el Rey Nro señor, el
Príncipe, y Princesa, y las demás Personas R. s (Que Dios guarde) La Grandeza, todo
el que goza Sueldo (excepttuada la tropa) del Real Erario; Las comunidades y santtas
Yglesias; Los Ylustríssimos obispos, y Arzobispos; Todos los que gozan Mayorazgos,
Vínculos, Pattronattos &ª. Todo Mercader de primera y segunda Classe: Todo, Labrador
de Concida Labor gruesa: Todo Comerciantte Directo, e Yndirectto, y toda
Compañía de seguros, desttinen cada año una detterminada canttidad o un 10 por
100. Sobre sus Respecttivas percepciones, que se havía de poner en estta Real Compañía
Pattrióttica de Fábricas. Que a la Época de cada tres años Celebre un valance
General, y se enttregue a los Yntteressados, o a sus Herederos, sus Respecttivas Ganancias.
Siempre siguiendo hastta que alcanze un año, en cada Capittal de Provincia,
y Exttendamos ahora un cálculo de lo que al año se pudiera acopiar para la Formación
de estte Banco. ................................................................... Pesos de a 15 rr. s v. n
El Rey Nro Señor .................................................................................. 200.000
R. l Familia ............................................................................................... 20.000
La Grandeza .......................................................................................... 200.000
Sueldos en el Real Erario. Suponemos que alcance entre la
Monarquía y América, A 15 .................................................................. 420.000
Suma que precede ................................................................................. 420.000
Millones, y Tirando la Cuentta a 10 por Cientto, Ymportta ............... 1.500.000
Yll. mos comunidades, y s. tas Ygesias .......................................................... 500.000
Mayorazgos, vínculos &ª ....................................................................... 500.000
Mercaderes, y Comercianttes ................................................................. 200.000
Labradores ............................................................................................ 100.000
El Yngreso de las Compañías de seguros, será de
30 Millones a 10 por 100 ................................................................... 3.000.000
6.220.000
Resultta un fondo de seis Millones, Doscienttos veintte mil Pessos, y esttableciendo
altternattivamentte en las Cavezas de Provincia cada año aquéllas manufacturas
que su sittuación haga más adapttables, ¿Quién quitta el que anttes del turno
Lleguemos al Completto y perfección de esttos elementtos? ¿Y quién quitta, el que
cambiando de estte modo a un Espíritu Laborativo a la Nación, resultte el que a
esse mismo Plazo se haya proporcionado el que los acttuales Poseedores de Tierras
(Mediantte el dilattado Campo que se abre a la Yndustria) se hayan desprendido de
muchas, que más reparttidas estén más vien labradas y Aprovechadas?

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Éstte es el conttextto de la Cartta de V.m.; Ahora verá lo que en Consecuencia se
me ofrece. Que el Rey diga a los Yntteresados, yo te asigno un 3 p% annual a Recibirlos
de mis R. s Caxas sobre el Principal que pongas, Teniendo a más a tu favor las
utilidades que en esta Compañía grangee; Es a decir, Que si esttas Fábricas dan, por
Exemplo un 15 p% de veneficio, Resulttarán a su favor 18.
Caudal que van Entrando (Hermos la cuentta por 10 años) y Acopio Total que
al vencimiento de ellos, Resultta en el Banco: Demonstraz. ón de sus Ganancias, regulando
q. e sean a 15 por 100 y dros que enttran en el R. l Herario, esttableciéndolos a
13 por 100. Ynclusa la Alcavala, y de los quales se han de deducir los 3 por 100 q. e
abonan las Caxas R. s a los Accionistas anualmente.
Cada año enttran en el Banco 6.220.000
Se Regula que gane a 15 p% 15
31.100
62.200.000
93.300.000
Sus Ganancias anualmente a 15 % 933.000
Pero anttes de pasar a la operación demonstrattiva de la cuentta a fin de producir
la más completta Yntteligencia, nominaremos diez ciudades, empezando por Madrid,
por que siendo el Centtro de donde han de emanar las Providencias de la Superioridad,
su misma práctica la subministre las Luces que se necessitten para allanar
las Dificulttades, que en las demás ciudades puedan ofrecerse.
La Cuentta la Reduciremos a Tres columnas. Primera, el que puestto el fondo
en cada una Quantto es el tiempo que Laborea. Segunda, Qué Ganancias Rinde a
la Compañía; y Tercera, Qué derechos percive la Real Hacienda, conttando que en
ttodos sean enttre aquí, y la América (Ynclussa la Alcavala) un 13 p% de que se han
de desmembrar los 3 p% que abona a los Accionistas.
Tiempo que la cuota Gananc.s de la Dros al 13 p%
existe en cada Ciud.d Compª en 10 años En los 10 años
Los 6 Millones 220.000 R.s
laborean en Madrid 10 años ....................10 a 15 p% ...................9.330.000 ................8.886.000
Ciudad Real ............................................................9 ...................8.397.000 ................7.277.400
Salamanca ...............................................................8 ...................7.464.000 ................6.468.000
Zaragoza .................................................................7 ...................6.531.000 ................5.660.200
Burgos ....................................................................6 ...................5.598.000 ................4.851.600
Pamplona ................................................................5 ...................4.665.000 ................4.043.000
León .......................................................................4 ...................3.732.000 ................3.234.400
198

199
Elena Cano Valderas.
Toledo ..................................................................... 3 ...................2.799.000 ................2.425.800
Granada .................................................................. 2 ...................1.866.000 ................1.617.200
Murcia .................................................................... 1 ......................933.000 ...................888.600
51.315.000 ..............44.473.000
Resulta que el vanco ha ganado en los Diez años; 51 Millones 315 Pessos, y han
enttrado en el Real Erario 44 Millones 473 mil. Y se passa a la Liquidación.
Liquidación
Ymportta el caudal puestto en el Banco en los
10 años a razón de 6.220.000 P. s ...................................................... 62.200.000
Se Revaxan 2 Millones que ha puesto el Rey ....................................... 2.000.000
Canttidad de que se tira en los 10 años p. r los Accionisttas el 3 por 100 ........... 3
180.600
Ymporttan los Premios en los 10 años a favor de los Accionistas ......... 1.806.000
Sus Ganancias al 15 p% ................................................................... 51.310.000
Tottal utilidad del Banco en 10 años a 18 p% .................................. 53.121.000
Venttaxas al Real Erario
Los dos Millones al 15 p% .................................................................... 300.000
Derechos .......................................................................................... 44.473.000
Aún serían más ................................................................................. 44.773.000
Crecidas las venttaxas del Real Erario, y del vasallo por el más fomentto y Tráfico
que a la Monarquía en General se la facilittaría, rettenidos en sí misma esttos Cincuentta
y ttres Millones, que será un quintto de lo que en el Cittado Plazo nos lleven
las Manufactturas Exttrangeras. En casso de que estte Proyectto, se llevase a Devido
Efectto, me parece pudiera tal vez ser combenientte el que la Ylusttración del Ministterio
Reparasse si Combendría que el Rey dexase el Ramo de Paños en manos de
estta Compañía Pattrióttica de Fábricas, la qual dispondría una revisión por donde
passase por rrigoroso examen el Paño de primera, y segunda, Pieza por Pieza, a fin de
que la calidad fuesse en aumentto hastta donde alcanzase la Posibilidad, si el fondo
Annual pareciese mucho para puestto en una sola Ciudad, ttantto mexor, póngase en
tres, o quattro, y se saldrá prestto del turno o minórense las acciones; Las quales, y el
Reinttegro, han de ser en moneda efecttiva.
Combendría discurrir si sería más úttil, crear una Nueva Compañía para estte
Banco de Fábricas; o a Gregarlo al del Giro. El reinttegro empezaría a un 10 por 100,
Principiando por Madrid el año onceno; el Duodécimo por Ciudad Real, El décimo
Tercio, por Salamanca &ª= hastta la extinción del Empréstitto o parte de él, según
que cada Yntteresado rettirasse su Principal, o partte de él.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
La Compañía Olandesa de la Yndia, manttiene el Créditto de la Canela y Especería,
mediantte el métthodo que la constituciona, de modo que no se toca el conttravando
en la más mínima partte, al contrario de lo que a nosottros nos sucede (según
oygo decir) con las Granas, y Añiles de Goattemala y recayendo en nosttros la condición
de ser los únicos poseedores de esttos preciosos efectos (al menos de la Grana);
Qué dificulttad puede ofrecerse en que nos valgamos de los mismo medios? ninguna,
siendo ttan fácil ceder la Gana a la Compañía del Giro y fábricas, sería asuntto de
haver Empeños para que se admittiesen Acciones en ella; sería ttan asombroso el fomentto
que conseguiría la Monarquía en General, que en diez años, a penas se vería
ottra vandera que la Española por los mares de América; Y véasse que assí no habría
necessidad de que el Rey se pensionase en el Cittado Tres por Cientto.
Pudiera formarse un discurso de lo Esttorvoso e Ynúttiles que son las Aduanas
de Xerez de la Fronttera, Ézixa, y Córdova; Pero vamos a ottra cosa. El puntto de si
a España le es favorable, o no, el Comercio Libre. Esttá ttan dividido en opiniones,
que ttanttos veo por uno, como por ottro. Assí soy de Dicttamen de que en hora
buena queden havilittados los Puerttos, que se cittan en el Real Proyecto, su fha a 12
de octtubre de 1778; Pero que en estta misma Liberttad se ponga cotto, señalándose
Tiempos que concedan para la Carga en unas Parttes, se executte en ottras; Pues
el que en Santtander (Por Exemplo) no haia fondos para avilittar una Expedición,
no en obsttaculo, por que no falttaría de ottras Parttes quienes comisionasen allí;
Esse es el modo de que toda la Monarquía partticipe de las Riquezas de América.
De no ponerse ese cotto, es perderlo todo, por que Yendo sin Regla, ni métthodo
multtittud de Basttimenttos, Es Yndispensable, se hayan de hacer mal Tercio, unos,
a ottros, por despachar, de que por desconttado resulttaran dos Gravíssimos Males;
uno, malvarattar las Mercancías que lleven, Ottro, el que a los Fruttos de América,
les hirán dando ttan crecido valor, que perdiéndose los vendedores de acá, se
Exttinguirían nuesttras tales quales Manufactturas. Volver a poner el Comercio en
la resttricción en que esttava anttes de Real Proyectto presentta igualmentte gravísimos
Perxuicios. El no Circular el dinero de la América, ni acalorar más que
pasaxeramentte a la Provincia de Sevilla, la qual, por lo que hace a Manufactturas,
sola, nunca haría grandes progresos: Que estando en dicha Resttricción, el tráfico
solamentte lo hacen Quattro Poderosos, y que assí, es absoluttamentte negado el
que se cree Marina.
Tomando el Espacio de 20 años, para saver los Registtros que en ellos han salido
para las varias Escalas de la América, es Yndispensable dexe de producir un Exactto
conocimiento de lo que en cada una puede Despacharse, sin caer en el Yncombenientte
de que se pierda el Comercio por el malvaratte; con cuio Plan, si por exemplo,
resulttare que en los 20 años han salido de Cádiz 100 Registtros, Disttribúyanse
enttre los Puerttos Havilittados, pues aunque a más de los Cientto se permittan
200

201
Elena Cano Valderas.
300 habrá hueco para ello si se consigue que nuesttro Factural se valancee con igual
Equidad que la del Exttrangero; De las que en nuesttras Américas se despachan Tres
Tanttos más clandesttinamentte que lo que pasa por la Aduana de Cádiz. Se ha de hacer
atención a que aumenttándose los 300 Registtros resulttará Triplicada la Marina.
Sin embargo, no puedo menos de hacer Reparo por lo que hace al cotto apunttado en
que no prescribiéndole la Francia, ni las demás Pottencias, hacen un Comercio muy
bastto en sus Américas, y mantienen una numerossísima Marina. No es Recónditto
el Enigma; conssistte en que las Mercaderías que Transporttan son Manufactturas
propias, en Cambio de que a nosottros nos sucede todo lo Conttrario: Ya se ve, como
que a más del 25 a 30 p. r 100 que ganan en lo que les compramos para llevar a las
Américas desde Cádiz, se siguen ottros muchos Desembolsos hastta que los Trasladamos;
Tal vez subirá, a un 16 por Cientto.
[…]
8.2.5. manufacturas de sedas y paños (1784)
Fuente: AHN, Estado, Leg 2923 2 , número 487
[Documento 1]
Representación de Suárez.
Ex. mo Señor
Señor
Animado de la notable protección que V.E. dispensa tan generosamente a todos los
vasallos aplicados, y de la benignidad con que siempre se ha dignado admitir las muestras
de mi continuo afán, me atrevo a presentar a V.E. con el más profundo respeto la
adjunta Noticia de quanto hasta aquí he puesto en práctica por el Bien público.
Mi objeto ha sido en todos tiempos el de hacerme en algún modo útil al servicio
de S.M. y de la Nación, y proporcionarme alguna recompensa con que fixar la subsistencia
de mi individuo, y crecida familia, que se halla reducida a extrema necesidad,
pues únicamente gozo al año 4.000 r. s v. on como sueldo del empleo que sirvo de
Archivero de la Junta g. l de Comercio, y Moneda.
La oportunidad de haberse servido S.M. de nombrar para la Fiscalía de comercio
a d. n Juan Antonio de los Heros, sugeto del talento que es notorio, ha excitado en
mí la idea de ofrecerme a V.E. por si tuviere a bien interceder con S.M. a fin de que
apiadándose de mi suerte se digne de destinarme a las órdenes de este Fiscal, en la
forma, y con la asignación o estipendio que Su R. l Piedad juzgue conveniente.
Cerca de aquel ministro creo, s. or ex. mo que podría yo poner en exercicio los principios,
y noticias adquiridas en la theórica, y práctica del Comercio, Artes, y Manufacturas,
igualmente que las tales quales ideas económicas, y aún políticas que
he formado con respecto al verdadero fomento de las manufacturas, y de todos los

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
ramos de industria expuestos entre nosotros a multiplicados impedimentos, que sólo
podrán removerse con un incesante conato, y mui maduro examen.
Repito a V.S. que si al amor propio, y la estrechez de medios en que me veo constituido,
no me alucinan, podrán mis trabajos, y nociones servir de algún beneficio,
desentrañadas, y expuestas por el talento del nuevo Fiscal en las frecuentes ocasiones
que va a proporcionarle su actual destino.
Tenga V.E. la bondad de disimular que le moleste con esta Supp. ca y que le pida la
ponga a L.R.P. de S.M. implorando su Soberana Clemecia a favor de un hombre aplicado,
y desvalido, que cree poder ser de alguna utilidad al R. l Servicio, y a la Nación.
Nro S. r conserve la via de V.S. m. s a. s .
Madrid 10 de Julio de 1784
[Documento 2]
Ex. mo S. or
Miguel Ger. mo Suárez y Nuñez (firma)
Ex. mo S. or Conde de Floridablanca.
Noticia de los Méritos y Servicios de D. n Miguel Ger. mo Suárez.
Además de sus estudios mathemáticos, ha muchos años que se exercita en la Química
experimental con la idea de perficionar en España el Arte de la tintura, y de dar
a conocer esta Ciencia, sin la qual nada se puede adelantar en muchas Artes, que en
todo, o en parte dependen absolutam. te , de ella.
Tubo ocho años casa de Comercio en Sevilla por quenta de la de Uztariz, Vélez,
y Comp.ª de Cádiz, que levantó en 1764 para pasar a establecer en el Puerto de S. ta
María las Fábricas de Sedas tituladas de la Concepción de orden de la misma casa de
Uztariz, y Vélez, y de que fue Diretor general hasta el año de 1777 en que suspendió
sus pagamentos d. n Juan Joseph Vélez Conde de Guevara, en quien habían recaído
aquellas Fábricas.
En 1766 hizo a su costa por toda esta Península un viage de observación, recorriendo
todas las Fábricas, Industria y Manufacturas, y averiguando en quanto le fue
posible las verdaderas causas del atraso inesperado de algunas, y de el poco o ningún
adelantamiento de las más. En este viage adquirió un más que mediano conocimiento
de las materias primeras de que abundamos, de el estado general de nuestra industria,
y Comercio, y de el de la Cosecha de Seda en los Reinos de Valencia, Aragón,
Cataluña, Jaén, Granada, Sevilla, y Partido de Talavera, cuias R. s Fábricas, reconoció
202

203
Elena Cano Valderas.
mui por menor de orden de la casa de Uztariz Hermanos, a cuio cargo estaban, y
estableció en ellas al propio tiempo la Prensa de Aguas, y de alustrar los texidos, que
hacía mucha falta.
En 1769 pasó también a sus expensas propias, y con orden de la Junta Gen. l de
Comercio, a que en Barcelona le enseñase Ysidro Cathalá el modo práctico de pintar
sobre telas de Seda. Con este motivo le pidió aquella Junta particular de Comercio
varios informes para su instrucción, señaladamente sobre el Derecho de Bolla, y sobre
el modo de dar cumplim. to a una orden de la Junta Gen. l de Comercio en que se
la mandaban examinar las ordenanzas generales de texidos de Sedas del año de 1684,
para reformarlas. Enseñó prácticamente en san Feliu de Llobregat a presencia de dos
Vocales de aquella Junta diputados por ella, el modo de hilar la seda por el método
de Vaucanson, y el de reducir los tornos comunes defectuosos a tornos de este Autor
con sólo el costo de 12 rr. s de v. ón dexándoles al mismo tiempo una instrucción mui
amplia sobre el modo de trixar los Capullos, y sacar las ventajas que allí se ignoraban.
Desde Barcelona pasó a Francia de acuerdo con el Intendente d. n Juan Felipe de
Castaños, y después de Visitar varias Fábricas de Montpellier, Carcason, Saint-Pons,
Marsella &ª traxo a Barcelona a Juan Baptista Turcón hijo varón del Inventor del
importante secreto de abatanar los Paños, y blanquear las sedas sin xabón, con la idea
de que se estableciese en estos Reynos, y no lograsen exclusivamente de este beneficio
las Fábricas de Fran.ª con grave perjuicio de las nuestras. Las pruebas de este secreto
se hicieron en Tarrasa lugar de Fábricas de Paños junto a Barcelona, con asistencia
del mismo intendente quien informó en derechura al S. or Conde de Gausa sobre la
grande utilidad de la materia, y la reconpensa que merecía Suárez por lo que había
gastado, y el peligro a que se había expuesto en beneficio de la nación. No habiendo
sido admitido el asunto, tal vez por no haberse creído su importancia, contrató Turcón
con el Embaxador de Venecia en esta Corte, y se ausentó furtivamente, quedando
a deber a Suárez por Suplemetos en Francia, y gastos en España, 73.000 rr. s v. ón de
que debía haberse reembolsado con la venta del Secreto a S.M. o con algún privilegio
temporal para su despacho en estos Reynos. Todo consta en el Consejo, en donde tiene
presentada Suárez la contrata original celebrada con Juan Baptista Turcón, y por
la nota adjunta que fue con la que el intendente Castaños empeñó a Suárez a la empresa;
y por carta del Marq. s de Squilace consta que dho Turcón estubo en Venecia.
Habiendo hecho Suárez a su costa la traducción del Arte de la tintura de Sedas y
del de hacer las indianas de Ynglatera, se contempló capaz la Junta gen. l de Comercio
y que propuso a S.M. para el empleo de Archivero de su Secretaría, cuio encargo ha
desempeñado con infinito travaxo.
Desde entonces, y no obstante el corto Sueldo de 4.000 rr. s v. n ha traducido, y
publicado, ya con su propio caudal, o ya con los auxilios de 70 Doblones por cada

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
obra hasta 24 tomos de Descripciones de Artes, y Oficios, Máquinas, Química experimental,
y sobre asuntos de Comercio, industrias, y Economía política, de cuias
obras carecíamos absolutamente en España, y con las quales se ha conocido la laudable
fermentación excitada en varios ramos, y los adelantamientos que se advierten en
distintas Manufacturas, y establecimientos q. e antes no había.
Fuera de esto ha servido a la Junta en distintos informes, y algunos de consecuencia,
que le ha pedido, y que ha desempeñado a satisfac. ón del tribunal.
Habiéndole nombrado en 1769 socio de Mérito de la R. l Sociedad Bascongada,
trabaxó extraordinariamente en muchas de sus Comisiones útiles al Público; y
llamado en 1775 p. r la R. l Sociedad de Madrid también con el título de Mérito, ha
servido con gen. l aprovación la Secretaría de Artes, y oficios por más de Seis a. s desde
su creación, y después de diferentes informes pedidos por el Consejo, y del Examen
de muchas ordenanzas gremiales ha presentado varias Memorias, que han merecido
lugar en las Actas de dicho Cuerpo Patriótico.
Ygualmente ha desempañado a satisfacción del Consejo la Censura de las obras
q. e este tribunal le ha confiado.
En todo ello no ha llevado más miras que el Bien general de la Nación q. e constantemente
ha preferido siempre a su interés particular, pues a quantas Bibliotecas públicas
conoce a muchas Religiones, y Sociedades, y distintas personas que ha reconocido
industriosas, pero pobres, ha franqueado, y franquea Suárez sus obras, repartiéndolas
gratuitamente para que de esta forma, se estiendan, y resulten en beneficio del Estado.
En lo referido: en la adquisición de noticias, y Libros extrangeros para observar
los adelantamientos en Artes, Oficios, Comercio, Industria, y Economía; y en ensayos
de toda especie para verificar o rectificar muchos hechos, ha expendido Súarez
cantidades considerables a que no se ha extendido otro ningún Vasallo, pues en solas
las Láminas abiertas en cobre para manifestar las Máquinas, utensilios de las Artes,
y nuevos descubrim. tos , ha empleado 188.000 r. s de v. ón . Y ya se dexa considerar que
así esta cantidad como la invertida en los demás gastos, e impresiones tan costosas,
ascienden a suma mui superior a las fuerzas de un pobre Particular, cuio celo, y deseo
del veneficio Público no ha podido extinguirse, a pesar del corto sueldo de 4.000 r. s
que ha tenido por 12 años, y del el tropel de trabajos en que se ha visto, y ve sumergido
con extremo perjuicio de su salud por haber intentado ser útil al Estado.
Madrid 10 de Jullio de 1784
204

[Documento 3]
Ynforme de Yriarte.
Exmo Señor
205
Elena Cano Valderas.
Mui Señor mío y de mi mayor veneración, V.E. se ha servido de mandarme le
diga lo que se me ofrezca y parezca acerca de la Representación que devuelvo inclusa
del Archivero de la Junta de Comercio y Moneda D. n Miguel Gerónimo Suárez, y
voi a obedecer el precepto de V.E.
Todo quanto expone Suárez tocante a las obras que ha impreso es cierto y efectivo;
y yo añado a V.E. que la ilustración y adelantamiento que se van experimentando
en algunas Artes y Manufacturas se deben en gran parte a los Tratados publicados por
él, importando mucho se le auxilie eficazmente para que prosiga en traducir y dar
a la luz los mejores Libros compuestos fuera del Reino sobre las mismas Artes, a fin
de que se propaguen entre nosotros las observaciones y documentos que enseñan, o
facilitan las respectivas maniobras al operario destituido de principios.
No es menos efectiva la continua aplicación e incesantes tareas que dirige Suárez
a los varios objetos individualizados en la Relación con que acompaña su súplica y es
bien notoria su inteligencia y aún pericia en las Artes y Manufacturas a que por genio
y zelo del bien de la Nación se ha aplicado constantemente, como lo tiene acreditado
en la Sociedad Económica de Madrid y en la Junta de Comercio y Moneda, mediante
los informes que ambas le han pedido y él ha dado con noticias instructivas sobre
puntos mui conducentes a los progresos de la industria.
Tengo entendido que acerca de esto y en virtud de R. l orden representó el Consejo
en Consulta hecha al Rey N.S. por mano de V.E. para inclinar favorablemente
acia la persona de Suárez el ánimo de S.M., que se dignó de manifestar quedaba
propenso a atenderle y remunerarle, con respecto a sus estrecheces, y cortedad de
sueldo, que no excede al año de quatro mil r. s de vellón, y sobre todo a su mérito
y servicio.
La solicitud que hoy introduce Suárez proporciona llegue a verificarse esta benigna
propensión de S.M.: y debo exponer a V.E. con el presente motivo que convencido
y no sólo de su inteligencia en los asuntos de Comercio, Fábricas e Industria,
sino también de la genial disposición, conato y exactitud con que se ha esmerado en
apurarlos, habiendo llegado a adquirir un estimable caudal de máximas y especies
esenciales, he solido pedirle algunos informes y conferenciar con él, deseoso yo de
acertar en el desempeño de las varias comisiones que me confía la Junta General de
Comercio y Moneda.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Esta experiencia propia me ha hecho formar de Suárez el más ventajoso concepto,
y lastimarme frequentemente de que de un sujeto de tales disposiciones no se sacase
el partido que podía y debería en beneficio público. Pero el arbitrio que él mismo
viene proponiendo hoi con solicitar se le destine a trabajar baxo las órdenes inmediatas
del nuevo electo Fiscal de la Junta D. n Juan Antonio de los Heros, ofrece, en mi
concepto, el medio más oportuno y adequado para poner en útil exercicio las luces,
zelo y actividad de Suárez.
Siempre me ha parecido que si la Junta debe constar de Ministros inteligentes
en las distintas y difíciles materias de su instituto, era no menos conveniente y aún
indispensable que los Fiscales tuviesen a su lado personas radicalmente instruidas y
versadas en ellas para desentrañarlas en debida forma y dar dictámenes que influyan
en las decisiones del Tribunal: y este objeto comprehendo se lograría felizmente si
S.M. tuviese a bien condescender con la solicitud de Suárez.
El superior talento de V.E. sabrá proponer al Rei N.S. los términos en que Suárez
podría servir útilmente, según desea, baxo las órdenes del mismo Fiscal: y a mi corto
entender, así como hai un Agente Fiscal Letrado para los puntos contenciosos y de
Derecho, debería haber, por igual, razón, otro Agente Fiscal para todo lo especulativo
y práctico de las materias de Comercio, Artes, Manufacturas, e Industria. Dándose a
Suárez título de Agente Fiscal por lo tocante a estas particulares, y considerándosele
la dotación correspondiente a su trabajo, capacidad y circunstancias se ocurrirá a
aquel importante fin, y se habría premiado a un sujeto tan benemérito, como escaso
de bienes, de fortuna, con evidente utilidad del R. l servicio y de los Vasallos más
atendibles del Estado.
Esto es quanto me ocurre informar a V.E., a quien reitero mi constante obediencia
y rendimiento a sus órdenes rogando a Dios le g. de m. s a. s como deseo.
Madrid a 14 de Julio de 1784.
Exmo. S. r
B.L.M de V.E.
Su más rend.º y obligado servid. r
Bernardo Yriarte (firma)
Exmo Señor Conde de Floridablanca.
[Documento 4]
Señor
Yriarte no quiere molestar, como tantos, a V.E., ni abusar de su bonad quitándole
206

el tpo con hablarle de la solicitud del pobre Suárez.
207
Elena Cano Valderas.
Éste hace a V.E. una Representación q. e acompaña con una Relación de sus servicios,
ocupaciones y obras impresas, para fomento de la industria, y en aquella indica
su deseo de servir a las órdenes del nuevo Fiscal de la Junta de Comercio, y su necesidad
de q. e se le de p. ra comer.
Yriarte informa acerca de la Representación de Suárez, baxo el concepto de que
V.E. le ha mandado diga lo que se le ofrezca y parezca; con cuyo motivo sugiere la
idea de la Agencia Fiscal para los puntos de Comercio, Fábricas e Industria, separada
de la q. e con 19.000 rs. de vellón de sueldo sirve Orbaneja.
Aunque estos papeles avultan, el Informe de Yriarte lo abraza todo en las menos
palabras posibles.
Permita V.E. que Yriarte le dé las más rendidas gracias por las honras que ha querido
dispensarle en esta ocasión.
8.2.6. pobLación, agricuLtura, fábricas y comercio 1785
Fuente: AHN, Estado, Leg 2932, número 19
[Documento 1]
Los quatro principales objetos que llevan la atención de los Grandes Príncipes, e Ilustrados
superiores Minros, que dominan, y Goviernan los Imperios, y los Reynos, son:
Primero: La Población
Segundo: La Agricultura
Tercero: Las Fábricas
Quarto: El Comercio
Éstas son una Máximas, o fundamentos tan essenciales como Generales, que son
convenientes y precisos; tanto para el Imperio más dilatado; como, con debida proporción,
para la más miserable Aldea, si tiene donde estender sus límites: Lo que ha
sacado, casi, de la nada a muchas Ciudades, e Imperios, y buelto a su primer calor
el trastorno de tan sólidos Principios. Abló un sabio; por lo que sería la erudición de
prueba, una forzosa presunción.
Estos profundos fundamentos; o con más propiedad, los Quatro elementos de las
Repúblicas, e Imperios, piden en su práctica varias comvinaciones, y que los adoten
a la situación, terreno, temperamento, y Poder, o debilidad De los Dominios que
lo rodean: Porque la Planta del edificio más completo queda Impracticable, sino se

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
apropia al terreno donde se ha de construir este peculiar conocimiento se reserva sólo
a Hombres Grandes, y Grandes Políticos, que saben conbinar, y calcular el Tiempo,
el Cómo, y el Quándo: Felice tiempo aquél, en que la Naturaleza y la Providencia
hazen tan precioso presente al Imperio que miran con agrado! Deliro, pues, así.
[…]
Pª Las Fábricas: Alimentado el Hombre, es menester Vestirlo: Y es un Infeliz
Mendigo, o enfermo el que necesita Vestirse por mano agena. Necesitan las Fábricas
mucho conocimiento para su útil práctica. Mucho fomento del Príncipe. Mucho
celo de los Minros Superiores, y subalternos: Y como la Agricultura propiedad del
Terreno, para el respectivo fruto; propiedad de la Situación, para el respectivo género.
Así, para la Agricultura, como para las Fábricas, pueden dar muchas luces las Academias
Patrióticas, que están establecidas ya en todas las Provincias del Reyno. Pero
ellas, por sí solas, poco, o nada pueden adelantar, y están expuestas a que queden los
efectos de sus especulaciones en curiosas muestras de Gavinetes. Es preciso promover
algunos medios, que empeñen a Gentes Ricas, y Poderosas a hacerlas su Objecto
lucratibo, y que el Príncipe les abra los Tesoros de su Proteción, y de su Herario, para
robar su Codicia, como la Imbiertan en el Adelantamiento de las mismas Fábricas.
He oído decir al desgraciado Patriota, Conde de Guevara: Que una Fáb. ca puesta
en corriente es un Tesoro. Y que no alcanza el como estándolo ya las R. l Fábricas de
Paños, que logran la Aceptación de Espª, y las Am. cas no están multiplicadas superabundantemente
para abastecer ambos Reynos. En las Américas están Preferidos los
Paños Reales a los extrangeros, y en España (a la reserva de los afectados a la extrangería,
que pagan muchas veces su Ignorancia comprando Paño de Guadalaxara, y
cintas de Talavera, y Sevilla, por Paño de Sedán, y cintas de París) subcede lo mismo
a los Homb. s juiciosos.
Pª El Comercio: Tenemos al Hombre: le tenemos ya su Alimento y Vestido. Pero
sin el soplo del espíritu del comercio le dexamos estatua y no Hombre; o un Automato
sin Alma. En todas las Operaciones del Govierno, y sus Leyes; tanto Universales,
como Municipales influye el Comercio y deve tenerse presente, para no Impedidos,
ni atrasarlo en alguna de sus partes, se divide el Comercio, por su Naturaleza en interior
y exterior; y se debe proceder con conocimiento, para que en modo alguno se
impida el uno al otro. Pide un cele mui activo, para hacerle observar sus reglas, sin
oprimir su libertad. Y no se le deve disimular el contrabando, que es el que trastorna
el efecto de las más sabias Leyes, y Providencias del Príncipe.
De que sirven las Prohibiciones de varios Géneros, para el fomento de las Fábricas
propias, si a la sombra de una corta porción de ellas con unos Verdaderos testimo-
208

209
Elena Cano Valderas.
nios se introducen millares de Géneros extraños. De que el recargo de los dros en
los Géneros extrangeros, para fomentar la cuenta de los propios; si el contrabando,
y la inteligencia con los Ministros subalternos, que debían celar el Onor, y el bien
de la Patria, y la Obediencia a las Leyes del Soberano, que los mantiene y los Onra,
construyen su fortuna, y su Opulencia de los frutos de su infidelidad, malogrando
los sabios fines del Govierno.
El contrabando que introduce los Géneros prohibidos, impide y destruye las Fábricas
del Reyno. Y la usurpación de los R. s dros impucitos a los Géneros permitidos
impide indirectam. te a la Patria, el fomento de las Fábricas; y ocasiona nuebos
impuestos, y nuebas cargas al Pueblo, para completar el Vacío que dexan en el R. l
Herario estas viles usurpaciones! Imposibilitan el tráfico al Vasallo fiel y timorato, y
enriquecen al Monopolista, y al extrangero.
Me acuerdo haver leído Años ha un M. S. del Conde ya citado, en que pretendía
probar: Que era más delinquente un Minro infiel, que fomentaba el Contrabando,
y usurpaba los R. s dros con su venal inteligencia, que el incendiarios de una Ciudad,
o de un Arsenal. Y bien premeditada esta que parece Paradoxa o en thurismo es una
Verdad incontextable.
Considerada la Monarchia, o la Provincia, como un Árbol de varias ramas qualesquiera
daño en alguna de ellas, es remediable; pero el que influye en su raíz destruye,
aniquila, o debilita el Árbol. Y llega a tanto la insolencia con que se cometen estas
infidelidades, que se ha hecho pública obstentación de Moda los efectos prohibidos.
Y si esto no es un patente insulto de las Leyes, y prohibiciones al Legislador, y sus
Primeros Minros, confieso q. e no entiendo que cosa es insulto! El mismo Conde de
Guevara intentó que se consultase a todas las Universidades de España, para ello declaran
que pecaban gravemente (como lo sienten todos los Doctos limoratos) todos
los que interbienen en el Contrabando; y usurpaban los dros del Príncipe: Assí lo
indica en la Obra de Títulos de Castilla que promovió dho Conde, en donde abla
de su título. Es preciso con exemplares ruidosos contener éstos de órdenes, y hacer
observar las Leyes, que justamente se imponen y castigar más severamente al Minro
infiel que lo permite, que al particular que lo introduce o trafica; por ser mucho más
deliquente el primero que el segundo.
Este Ramo de Comercio, que como llebo dicho, obra al modo que el espíritu en
el Cuerpo, en todos los movimientos del; así en todas las Leyes, y Providencias del
Govierno, siendo el Alma de las Monarchias: Pide unas atenciones singulares, aún el
que es ceñido a una sola Provincia, o el que corresponde a un particular Pueblo. Que
será en un imperio como el nuestro, con la extensión de tan Vastos, y ricos Dominios
como sin nuestras Americas. Somos Dueños del dro, y de la Plata, y de los más

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
preciosos frutos del Comercio y no es Madrid Roma. Y no es nro Amado y Grande
Carlos como Augusto, en el Universal Dominio del Mundo. Pues sea toda nuestra
atención el examinar quales son los Vicios que impiden, el que dominemos el Mar y
la Tierra; y que el R. l Herario tenga en su Tesoro la Plata, y el Dro que Londres en su
Banco; sin tener sus deudas.
He visto, también, en otro M.S. del citado Conde del Año de 62 que titulaba
varios Pensamientos; convenir el Discurso que hizo Ataulpho el Año de 416 para animar
sus gentes a la Batalla de que pendía la Conquista de España, con uno de los discursos
del Jornal de Bruselas del Año de 57. En uno y otro con la distancia de 1341
Años se considera la España (si fuese posible dice el Jornal de Bruselas) como la más
proporcionada a la Monarchia Universal. Tanto como dista de este opulento estado
se puede recelar, que diste de aquellas máximas y resortes que den Alma superior a
este Portentoso Cuerpo; sin negar el que, comparado hoi, con el estado en que estaba
el Año de 700, devemos confesar, que el espíritu de Borbón le ha dado un nuebo ser.
El instituir, e influir a la aplicación de la Jubentud, en las Ciencias, y Artes debe
ser un Objecto digno de las primeras atenciones, como lo está siendo en el día. Y
todos los Consulados de España debían costear una escuela pública de Comercia, en
que fuese instituida la Jubentud de todos los Conocimientos que deve tener un comerciante;
que es el de todas las Fábricas, y frutos propios, y extrangeros, y perfecto
modo de llevar las Cuentas &ª. Esto influiría mucho en la ilustración de la Jubentud
para el adelantamiento del comercio.
Las Compañías Grandes; el Libre Comercio; y el B. co Nacional de S. n Carlos,
son unas fuerzas elásticas, o eléctricas, que pueden producir en el Comercio felices,
y asombrosos efectos; si acaso no tienen en sí algunos ocultos vicios de los que sólo
sabe descubrir el tiempo. En Francia, Inglaterra, y Olanda, son estos establecimientos
fomentos de la industria, y de la opulencia, por la Universalidad de su Comercio=
P. r lo que hablé estos Grandes cuerpos no pueden impedir los recursos del Particular,
antes sí aumentarlos: Entre nosotros, por la fertilidad de nro terreno, y por estar
ceñido nro comercio al de nras Américas, con Mercancías Extrangeras, en la mayor
parte; puede hacer más lánguida su industria, fomentando la ociosidad de los Ricos,
y disminuyendo los recursos a los Pobres. Al mismo Conde he oído varias veces decir,
que hubiera firmado con su sangre el Comercio Libre, que promovió en el citado
M.S. del Año de 62, y que temblaría hoi si estuviese en su mano el decidir a favor, o
en contra del.
El Prospecto del B. co Nac. l de S. n Carlos, y los Grandes y útiles fines, que hacer ver
con primor, y sencilla eloquencia en la Carta del Mes de Febrero, dirigida a las Sociedades
Patrióticas hace esperar mucho a favor de la Nación. Si podrá cumplir sus fi-
210

211
Elena Cano Valderas.
nes; o si la Mole de su Cuerpo será un Coloso, que destruya más que edificque; es un
Arcano que se deve reservar a la especulación del sabio Minro que le ha promobido;
y que podrá manifestarlo el tiempo: Pero en qualesquiera subceso el Pensamiento; y
la intención del Mnro de Estado son dignos de aplauso.
Y de que aplauso será digno el Celo; el empeño; el influxo; y las proporciones,
con que en tantas diferentes partes del Reyno se está trabajando en facilitar y hermosear
los Caminos. Que como dice un Político escritor de este tiempo, es la señal
por donde a primera vista se reconoce el Estado de Ilustración, Política, y Poder en
que se halla la Nación! Caminos y Canales facilitan el Comercio interior del Reyno;
fomentar sus frutos, y sus Fábricas; dan valor, y movimiento a la bondad de sus terrenos;
y proporcionan infinitos medios, para el Comercio exterior y activo. Es digno de
estatua de Bronce un Mnro de Estado a quien tanto se deba. Y de Inmortal nombre
el Augusto Príncipe, que lo manda, lo influye y lo protege.
No deliremos más! Ni con el intento de dibertir ocupemos el precioso tiempo del
Superior Mnro de Estado, Conde de Florida Blanca, que con tanta sabiduría, desinterés,
y Partidismo u Onor de Nuestra Nación; y la admiración de los sabios: Y que
sin abusar de su Poder se sabe hacer respetar y Amar! Dixi.
[Documento 2]
D. Juan Joseph de la Madriz
17 de Junio de 1785
Señor:
Discurso sobre Población,
Agricultura, Fábricas
y Comercio.
Excmo S. r Conde de Florida Blanca
Excmo Señor
Los Príncipes Grandes, o Grandes Personages,
como V.E. circundados de tan superiores Objectos,
en que está empleada su atención necesitan dar alguna
tregua a sus nobles fatigas, con especies, que
más le dibiertan, que empeñan su refl exión. En este
concepto ofresco a V.E. los Pensamientos, que promuebe
mi Ignorancia, en el Papel adjunto; y que reservo
sólo a V.E.
N.S. gue a V.E. m. s a. s
Arcos de la Frontera 17 de Junio de 85.
Excmo Señor
Juan Jph de la Madriz

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
8.2.7. fábricas de tejidos (1786-1787)
Fuente: AHN, Estado, Leg 3182, número 150
[Documento 1]
[…]
Nº 2º
Relación de las Reales Fábricas de Talavera de la Reyna, y Estdo del Cuerpo de ellas, y
de los Texidos de seda, oro, y plata labrados en el Bienio de 1786 y 87 para informe a S.M.
Reales Fábricas de Talavera
La Diputación y Dirección de los cinco Gremios mayores se entregó en el libre
uso del Real Establecimiento de las Fábricas de Talavera en 10 de Octubre de 1785
a consecuencia del formal Ynventario y tasa de los utensilios, materiales, géneros, y
demás enseres de efectivo pago que ascendió a 5.022.653 r. s y 22 mrs de v. n , precediendo
la contrata de condiciones de 24 de Agosto que aprovó S.M. expidiendo la
Real orden correspondiente en 11 de setiembre del mismo año.
Para proceder en su manejo con el acierto deseado, se propuso no inovar los principios
y systema de su estado hasta que la observación la diese pleno conocimiento
en su Plan gubernativo, y en el mecanismo de las operaciones con la justa idea de lo
que conviniese enmendar.
La reflexaba convinación de todos y cada uno de los miembros que componen
el Cuerpo de este Establecimiento, demostró a la Diputación que para organizarle
debía contraer sus providencias a los tres Artículos fundamentales sig. tes
1º Disposición de Edificios, materiales, oficinas, Telares y demás existencias físicas
para comodidad de las labores y operarios.
2º Systema de providencias conducentes al adelantam. to y perfección de las maniobras.
3º Plan económico, político y gubernativo de su administración.
En quanto al 1º de dichos puntos es innegable que la planta del Edificio principal
y reparto de oficinas no se levantó ceñido al esencial objeto de la utilidad de la Fábrica,
influyendo más la ostentación y comodidad personal que el interés primario y constitutivo
de su solidez. La enmienda de estos defectos llamó la atención de la Compª.
El Almacén General que carecía de divisiones y depósitos causaba mucha confusión
y embarazo a los Empleados en los recibos y entrega de las sedas y sus manu-
212

213
Elena Cano Valderas.
facturas. Acordose para el pronto remedio con audiencia del Director de la Fábrica
comprar una Casa contigua que abre el ángulo oriental del Edificio uniéndola al
centro de él y habiéndose dado principio a la construcción van invertidos 5.824
r. s y 8 mrs, siendo preciso remitir el resto de su coste y costas al que resultara de la
conclusión de la obra.
La oficina de Hilaza donde la materia del capullo recibe todas las preparaciones
que influyen en la perfección de las maniobras succesivas, era también reducida para
el recibo, ahogado, y Tornos, de forma que se alquilaban casas particulares; y aunque
la ampliación del ángulo del medio día proporcionará mayor expedición, siempre
obligará su estrechez a seguir la línea de Poniente, especialmente si la idea proyectada
de dividir la Hilaza en tres Pueblos distintos ofreciese dificultad en su egecución,
pues de lo contrario mejorando sólo el Despacho para el peso y orea de la seda, podrá
ser suficiente el actual ensanche.
Los Hornos para ahogar al tiempo del traspaso fueron 152 a que se han aumentado
8 de nuevo con todos los respectivos utensilios a fin de beneficiar los desperdicios
que hasta aora se malbarataban.
Las mejoras de obra nueva, importaron en fin de Diciembre de 1786, 143.448 r. s
y 23 mrs de v. n y en el presente hasta 16 de Junio con el Establecimiento de Noria y
repartimiento de aguas 37.560 y 15 mrs, ascendiendo el desembolso de ambas partidas
durante la administración de la compañía a 181.009 r. s y 3 mrs.
Como el terreno sobre que se fundó la oficina de la hilaza es zenagoso y revuelto
de salitre, y eso, y arenas participan las aguas de este vicio además de los que consigo
tienen las del Tajo en su curso por todo aquel distrito; y por más que se procuró
por cierta Máquina de invención de Sardinero emplear para el abasto necesario un
mananteal descubierto, se hizo con tan poca seguridad la mampostería que faltó el
cimiento y se inutilizó todo.
En su vista abrió la actual Dirección en el segundo Patio de la Hilaza otro Pozo
de figura ovalada, en el qual bien guarnecido, cercado de Paredes y techado colocó la
misma Máquina con buen exíto, y así se surten de él por cañerías los quatro Depósitos
con la ventaja de que las aguas en medio de ser las mismas que rezuma el Tajo,
tienen la mejoría de la filtración.
Sírvese toda la Hilaza por un Maestro, un oficial de Libros y un Portero que son
permanentes. Durante los trabajos se emplean quatro Maestras, 310 Hilanderas y
Torneras, 39 Apartadoras, 36 Peones para ahogar, un Carpintero, un Aguador, un
Carbonero, y dos mozos para remover el capullo que hacen 397 Personas.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
El año pasado se hilaron en dicha oficina y entraron en el Almacén General 16.846
tt. s seis onzas 12 adarmes de seda en 12.108 Paquetes; y en el presente de 87 11.670
Paquetes con 15.507 tt. s cuyo total compone 32.353 tt. s 13 onzas y 12 adarmes.
El Departamento del torcido de las sedas que estuvo situado antes en la Casa
que llaman de S. n Andrés con tres Molinos, Bacas, y dobladores correspondientes, se
recibió sin uso y parado; pero se hallan corrientes dos Máquinas y dos obalas en otra
de dichas Casas conocida con el nombre de las Herrerías; y se emplean en su manejo
tres oficiales, 6 jornaleros, tres Maestras, 6 Operarias agregadas, y 41 Debanadoras.
En lugar de los 12 Molinos de Cervera de invención Rullier a que se substituyó el
año de 1778 otro Edificio en Talavera que llaman de los Molinos del Paseo, se trabaja
en éstos que son también 12 con sus Dobladores y Bancas y con dos Tornos a la Toledana
movidos por agua. Para su elevación había establecidas ruedas de Norias, cuyo
entretenimiento era costosísimo y perjudicial a la seda y torcido. La Diputación ha
plantificado Grúas suprimiendo las ruedas gastando hasta 17 de Noviembre próximo
29.151 r. s y 20 mrs en dicha mutación y 1435 en los reparos de la misma Casa; sin
perder de vista la reedificación del Edificio de Cervera en que ha invertido 124.192
r. s y 11 mrs incluso el coste de Mulas por haber encontrado abandonados del todo
seis de sus Molinos. Los del Paseo y sus Tornos se administran por un Maestro, un
Ayudante, 19 Jornaleros, 2 Peones, 2 Maestras, 20 Dobladoras, 43 Banqueras y 8
Debanadoras que componen 108 Personas; y los de Cervera con 43 de las mismas
clases y oficios respectivos.
A oficina de Tintas, ni por su estructura y disposición de Piezas, ni por los laboratorios
y utensilios es adequado a la importancia del Establecimiento. El Pozo de aguas
blandas y crudas imperfeccionan las primeras operaciones y los cocimientos de las
sedas, cortando el Jabón y destruyendo su eficacia para extraer las impurezas del hilado
y torcido, a que deben atribuirse más que a los Tintoreros los defectos del colorido de
los tegidos. En medio de que en la actual constitución podrá teñir como 24.000 r. s de
seda, trata la Diputación de mejorarla aunque sea sufriendo las expensas crecidas de
trasplantarla. Gobiérnase por dos Maestros, 5 oficiales, 3 jornaleros y 2 Aprendices.
La Afinaduría de Oro y plata que ocupa la parta baja, del Edificio se hallaba con el
desahogo necesario para los Hornos de revervevo, Fraguas, Tahona y Leñero, Tirado
en grueso y batido de estos metales, y dirigida por su Maestro y oficial con 5 jornaleros
dotada de Telares de Géneros en exercicio aún quando volviese a su antiguo
pie el luxo de Galones y Telas ricas, pudiera dar suficiente abasto; pero el incendio
acaecido en la noche del 24 de Febrero, destruyó gran parte a la oficina y ángulo de
San Josef con 32 Telares y el acopio de primeras materias, en cuya reedificación hasta
17 de Nov. re se han consumido 150.959 r. s de v. n Los empleados para las maniobras
214

de Maestros, Tiradores de fino, y oficiales se ambos sexos, son 30.
215
Elena Cano Valderas.
La Pieza de aprovechamiento de Atanquia y desperdicios del capullo no tiene
extensión corresp. te y como por ahora no ha recibido la que se premedita para beneficiar
todos los materiales, sólo se han gastado en su reparo 142 r. s y 21 mrs empleándose
8 Cardadores y un Aprendiz.
El Artificio de la Prensa, mediante su buena constitución, y útil servicio, no ha
necesitado mejora considerable, ni más gastos que 124 r. s Hállase dotado de un
Maestro, un oficial, y un Mozo para su manejo.
El Departamento de Dibujos se gobierna por dos Maestros, un oficial, y dos Leedores
que asisten a los Despachos de Telas ricas, y de Medias y Filoseda.
La Máquina de Fragua, o Herrería para montar los Telares de Medias, estaba colocada
en una Pieza ruinosa, y ha sido necesario erigirla de planta para su colocación
y la del cilindro, cuyo coste hasta 17 de Nov. re próximo ascendió 25.490 r. s y 3 mrs.
Además se ha hecho tornear el instrumento del cilindro de bronce por la desigualdad
de su circunferencia, y se ha construido otro nuevo de madera cuya maniobra
importó 900 r. s
El Taller de Carpintero propio de la Fábrica, y la custodia de sus utensilios corren al
cuidado de un Maestro que le dirige trabajando a sus órdenes ocho oficiales asalariados.
Atendiendo a la conveniente economía de los materiales para las obras necesarias,
ha comprado la Diputación en 26.335 r. s y 33 mrs un Tejar para las Fábricas, y ha
edificado sobre terreno adquirido un Horno de cal capaz de 400 fanegas, con depósito
para las labores en 33.458 r. s y 31 mrs, destinando un sobrestante, un Maestro,
y 10 Jornaleros que trabajan en él.
La Huerta del Palomar, que es una Posesión traspasada en arrendamiento para el
plantío de Moreras y repartimiento gratuito de Plantones a los cosecheros de seda del
distrito como utilísima para el aumento de la cría y cosecha del capullo, se conserva
y adelanta con todo conato, dedicando un capataz y quatro hombres en ella, y ha
suplido la Diputación 23.754 r. s y 4 mrs para su fomento.
Los demás Edificios incorporados al Establecim. to son cinco casas arrendadas para
Molinos, Telares, recibo del capullo en Oropesa; tres ruinosas y otras tres en mediano
estado con la de Carnecería, en cuyos arrendamientos y Censos de las propias, o reedificaciones
se han gastado 6.949 r. s y 6 mrs; de suerte que reunido el total de costes
y reparos en Edificios, Máquinas, Alquileres, Censos, Calero, Tejar, y Huerta, monta

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
el desembolso desde el día del traspaso de la Fábrica hasta el 17 de Noviembre con la
distinción de clases y empleados, según va prevenido a 579.140 r. s y 1 mrs.
Queda demostrado el completo de oficinas con los aumentos respectivos de ellas
hasta fin de 87. Toda la elevación dependerá de verificar los acopios de las materias
que se benefician en cantidad, calidad y comodidad de precio para que no falte alimento
al permanente trabajo. Sedas, ingredientes de Tinte, Oro y plata, son el objeto
esencial de su atención, comparando las Máquinas, Telares, y brazos con el cúmulo
de Manufacturas, y la circulación de su expendio.
En 1º de Octubre de 1785 sólo existían en exercicio 297 telares: en el día se hallan
corrientes en todas clases y relaciones 341 con 24 Tornos para devanar y 28 para
hilar comprendidos los de Telas ricas, los de Delfinas, Grisetas, Moeres, Damascos,
Lustrinas, y puntos quebrados; los de Miniatura, Rizos y Terciopelos; los de telas lisas
y sus agregados; los de Galones y Cintas labradas; los de Listonería; los de Encaxes, y
los de Medias en todos sus números.
Las oficinas de elaboración en que se preparan las materias y su servicio ocupan
718 hombres; y los Telares y Tornos 954 personas de ambos sexos, de forma que
mantiene al Establecimiento 1672; en que no entran las oficinas de Dirección, Contaduría,
Caja, Almacén, que con los Contra Maestres, y Tenedores de Libros componen
25 empleados de Plana mayor.
Desde 10 de Octubre de 1785 hasta 14 de Dic. re de 87 se han labrado de las sedas
de la cosecha del distrito y de las compradas en Valencia con 6.932 marcos 4 onzas,
18 ½ dineros de plata en barras y bagilla que se ha afinado, y de 71 marcos 1 onza
y 7 dineros de oro en barras y tejos, juntamente que de las Filosedas de desperdicios
3.129 piezas de tegidos anchos en que no se cuentas Cintas y medias, cuyos géneros
han importado 7.471.118 r. s y 31 mrs; a pesar del trastorno que causó el incendio
en que se perdieron 37 Telares y muchos utensilios que importan según cuenta de su
traspaso 69.202 r. s La cintería trabajada en dicho tiempo es de 46.146 piezas, y los
Laquetes de Medias de sedas 1.049 con 11.000 pares.
2º Systema de providencias conducentes a el adelantam. to y perfecc. ón de las maniobras.
El primer principio de la consistencia y solidez de las Fábricas depende de proporcionar
el trabajo y empleo continuo de sus Máquinas, y brazos a la cantidad posible
de Texidos, y graduar la circulación y extensión de las fuerzas recíprocas para hallar
la correspondencia entre los gastos y productos. Los reparos de los Edificios y obras
muertas, la compostura de Telares, Prensas, utensilios, y artificios, los costos de los ingredientes,
la conservación de los plantíos, los sueldos de las oficinas, la manutención
de operarios en general, no tienen otro fiador que el de las manufacturas sobre las que
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217
Elena Cano Valderas.
recarga todo, y sí a esmero de la multiplicación de ellas no se reparte la masa del grave
peso en porciones insensibles, se arruina con él, y desploma el cuerpo de las Fábricas.
Esta máxima induvitable, ofrece a la observac. ón el descubrimiento del error inveterado,
que desde el origen del Establecimiento se ha padecido, y por necesidad sigue
hasta aora, de arreglar los acopios de materiales, y trabajos a los fondos que se pensaban
emplear, o lo que es peor sugetar las labores a las ventas del Almacén de Madrid.
Así por rutina inmemorial se ha reducido la compra de seda en crudo de 18 a 19.000
tt. s con que sólo quedan laboradas 14 a 15.000 siendo capaces los Ynstrumentos y
manos de más de 25.000 tt. s de seda preparada para la que se deben adquirir 33.350
en rama porque no siempre merma la quarta parte. Comprobada con irrefragables
experiencias la certeza de esta disposición dirige la Diputación el conato principal
a reunir los Ramos de hilado, torcido, devanado, tinte, y urdimbre en un punto de
intensión, exactitud y orden capaz de realizar esta idea y dar pábulo incesante a los
Ynstrumentos y obreros. Las nociones que diariamente adquiere por sus Factorías
en varias Plazas de Europa, y principales de las dos Américas, servirán de base para
alternar la fabricación, acomodando los surtidos al gusto, uso, riqueza y economía
de los Pueblos y Países a que se destinen conforme al genio y circunstancias de los
consumidores sin cuyo estudio, ésta y qualesquiera otras grandiosas Fábricas, son un
aparato de mera pompa y fasto onerosas al poseedor y al Estado.
De estos antecedentes se demuestra que el objeto fundamental de los desvelos de
la Dirección consiste en ampliar las cosechas de capullo en las diez leguas del distrito
del Establecim. to El mecanismo de la siembra y cultura de Moreras y Morales, y el
que pide la cría se halla afianzado por la instrucción que estableció Rullier y autorizó
el Gobierno por medio de una ordenanza; pero al traspaso de la Fábrica, halló la
Diputación avolida en gran parte su observancia, y las obligaciones que impone a los
criadores. Los derrames que ha sufrido la cosecha por los Pesos particulares, obligan
a insistir el que se prohíba el sentarlos en las seis leguas de la distancia de la raya de
la demarcación como previenen las reglas, y que se forme por la Dirección de la
Fábrica el Padrón de los Criadores, Moreras, y Morales que abraza, tomando pleno
conocimiento de la semilla puesta en avivadero que pueden mantener sus hojas; pues
de sostener su ejecución y auxiliarla el Ministerio, dimanara la facilidad de un acopio
de 300.000 tt. s de capullo, que en regular hilaza de 13 por tt. s rendirá 30.769 de seda
en crudo o 23.077 de preparada y tintada con inmensa utilidad del Establecimiento.
No interesa menos la elección de Parages oportunos que se deben señalar para
el recibo del capullo y de su hilanza repartida en Pueblos de la Jurisdicción, con el
objeto de asegurar las cosechas e hilarlas en quanto sea posible al fresco, siguiendo el
egemplo que dejó el mismo Rullier por la erección que para mejorar esta operaciones
emprendió en Cervera, cuya Casa de hilanza abandonaron sin causa sus succesores, y

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
a la qual es necesario substituir otras de nuevo en Nonvela, Veralta y Valverde.
En el primer año del manejo de la Fábrica por la Diputación, se compraron
231.326 tt. s y 8 onzas de capullo que dieron en todas clases 16.846 tt. s 6 onzas y 12
din. os de seda hilada, y los gastos de esta labor con abono de los desperdicios de atanquicas
y borras para integrarla montaron 1.205.302 r. s y 31 mrs, saliendo el costo de
cada tt.ª a 71 r. s y 5/8 líquidos. Es verdad que en los cinco de su gobierno por la Real
Hacienda desde 80 a 84 ambos inclusive fueron los acopios de 1.274.936 tt. s de capullo
que produgeron 93.801 y 11 onzas en el total de clases y siendo los gastos generales
incluso el costo 6.662.658 r. s y 2 mrs, el valor de la tt.ª salió a 72 r. s y cerca de un mri.
Aunque este cotejo convence algún progreso de economía, todavía es incomparablemente
mayor el que la vigilancia y fatiga descubren, y debe promover el auxilio
de las precauciones indicadas, y la organizada constitución de la oficina de la hilaza.
No todos los abusos se pueden corregir de una vez: el peso y valores del capullo se
puntualiza al recibo; pero no se justifican debidamente por la resulta de la correspondencia
con el hilado de las sedas, que es la única regla practicada en la igualación
hasta aquí abrazando la legítimas mermas. La seguridad del buen resguardo exige el
restablecim. to de los registros en la Puerta principal, enrejados de alambre que eviten
las fraudulentas extracciones, por las ventanas de todos los altos, dejando libre la
ventilación; y para cada oficina de las en que se custodian los efectos a cargo de su
respectivo Contra Maestre, como la responsabilidad está unida a las mermas de la
seda, y no a las personas por la incertidumbre de los cálculos es indispensable destinar
un Ynterventor con doble llave nombrando sugeto de notoria integridad.
El reconocimiento del estado del Capullo, requiere sinquiar perspicacia y discernimiento
en el grado de su perfección e imperfección por húmedo estrujado, o no
acabado de hilar por el Gusano en la rama; y su examen debe ser más lento y reflexivo
de lo que la inveterada costumbre tiene autorizado con abuso. Hasta aquí un solo
Contra Maestre hacía el examen en medio de la confusión de concurrentes e ingreso
simultáneo del Capullo sin intervención de sugetos capaces de advertir los defectos y
sin comprovarse la razón del peso por los oficiales de la Contaduría descubriéndose
el error en la caldera con perjuicio ya irremediable.
La perfección y economía en las labores de hilanza, constituyen el fundamento de
la prosperidad de las Reales Fábricas, y por lo mismo ha insistido la Diputación en
repetidas especulaciones sobre la disposición de los Hornillos con ahorro de carbón,
nivel de los Tornos comparación de la ventaja de las aguas del Río y Norias para hilar,
y establecim. to de Haspa de ensayes de la seda, no obstante la contradición de los que
prefieren la práctica incierta al propuesto método seguro y uniforme de distinguir el
orden y grado de las hilazas.
218

219
Elena Cano Valderas.
Los más leves defectos del torcido, desfiguran la igualdad y tersura de los tegidos,
y resultan de su primera maniobra, de la del devanado y doblado. Los mixtos de sebo
y aceyte con que las Devanadoras vician la seda que se les confía para trabajar en sus
Casas particulares, son trascendentales al Tinte no vastando los labatorios y conocimientos
a expeler de los colores la impresión de aquéllas primeras manchas; y el
único arbitrio de precaver el daño y fraudes estriva en sujetar los Tornos de mano a la
oficina de las Bancas con Zeladores de vista, prefiriendo la utilidad de la perfección al
abasto de los Molinos menos completo, que es natural dimane de dicha providencia.
El conocimiento de la respectiva consistencia de las sedas, dirige a los Maestros para
dar a las endebles más punto en el sencillo torcido que a las nerviosas, cuyo acierto
exige cuidado de escogerlos hábiles: Éste se duplica en las operaciones del doblado
por la exactitud y vigilancia que debe reynar sobre el movimiento reglado y uniforme
de las Máquinas y de los operarios a un mismo tiempo a fin de que lleven las sedas la
limpieza, desmote, e igualación correspondiente.
El exercicio de las frecuentes visitas de los Molinos de torcer por los Contra-
Maestres, ha sido también objeto de principal atención. Las omisiones e indulgencia
de los Maestros con los Oficiales Hiladores, y Torcedores, ocasionan el sensible daño
de recrecer el coste de las hechuras, con desperdicios de la seda que dejan a medio
torcer, variando el movimiento de la Haspa, o puntería del Estrellage, y dándole más
grado de velocidad del que corresponde a cada clase, de que se sigue un recargo de
jornales inútil y nocivo al Establecimiento que se ha procurado corregir por el Ýndice
del referido Estrellage y visitas continuas.
Para seguridad del manejo de los manejo de los torcidos se han valuado sin costos,
y comparado las diferencias entre Administración y Asiento; y aunque el segundo
método es menos embarazoso y de mayor economía en el aspecto, sin embargo la
exactitud de los cálculos decide a favor del primero así por las ventajas de la manufactura
hecha de propia cuenta, y por el riesgo que se evita de detrimentos en las ulteriores
labores, perversidad y descrédito de los géneros; como por la descomposición de
las Máquinas abandonadas a los contratistas, y finalmente por el principio mismo de
los ahorros aparentados en aquel systema, los que según juicio rectificado dependen
únicamente de la cómoda situación los Molinos de Cervera y su inferior precio de
jornales respecto a los de Talavera entre quienes la disparidad de términos hace visible
la errónea ilación de los cotejos.
De las formas con que la industria adorna las producciones naturales, ninguna
enriquece tanto su mérito como el de la Tintura. La viveza, consistencia, y propiedad
de los colores, constituyen cierta garantía del buen despacho. Su secreto consiste en
el conocimiento de los simples, e ingredientes en la justa aplicación de las dosis, en la
prolijidad de los conocim. tos sin residuo de crudeza, en la colocación de las sedas en las

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Barcas para los blancos en el jabonado, ensacado, azufrado, azulado, labado, clabijado,
y estirado en la distribución del tiempo preciso, e intervalos de cada maniobra, y en
la continua observación, desvelo, y asistencia del Artífice principal que las dirige. No
carece la Fábrica de Tintorero inteligente y diestro; pero sí de la intervención íntegra
y general (que halló abolida la Diputación en su traspaso) de un Contra-Maestre
instruido para contener el desarreglo, confusión y faltas inevitables que nacen en ésta
como en las demás contratas de resignarse en el absoluto arbitrio del interesado.
Lo extraño y más perjudicial es, que un Establecimiento en su línea el primero
del Reyno erigido a toda costa y manejado tantos años en nombre y por cuenta del
sobrerano, se vea destituido de oficina de Tinte, con vergonzoso defecto de un Departamento
el más esencial de todos y sin copia de aguas corrientes y puras, reposos,
ni secaderos, ni distribución alguna de las que requiere el Arte primoroso de sus
delicadísimas elaboraciones. La Diputación no dilatará la empresa de dicha obra;
considerable a todas luzes, y principalmente con respeto a la elección oportuna del
Parage al Plan de su completa forma y a los vastos fondos de su egecución.
En la Afinaduría de los Metales de Oro, y Plata, no deja que desear la buena disposición
de las copelas de afinar, y Hornos de fundir; pero no correspondiendo al arreglo
de los trabajos, ha sido preciso aplicarle a evitar los zecochos reiterados del metal, velar
las expumaciones y graduación del fuego conveniente a la ductilidad y finura en que
deben quedar los tirados a la práctica y esmero del uso de la escovilla, y extracción
diligente de la Plata, u Oro que se malversa con las tierras, y Crysoles; y finalmente a
las ligas y ensayos ajustados escrupulosamente con la verdadera ley, e intrínseco de los
metales sin condescencia de abusos tolerados que piden particular reforma.
3º Plan económico, político y gubernativo de administrac. ón
El orden de economía, primer punto de los que abraza la última parte de este
Ynforme se afianza progresivamente por los Reglamentos de Fábrica que se han formado
reduciendo en lo posible a un punto de vista los cargos de cada oficina con las
observaciones principales y prácticas de las maniobras en los respectivos Ramos que
sirvan como de manual a la Dirección para reconocer qualquier extravío y remediarle
oportunamente; de suerte que desde el primer cuidado del cultivo de Moreras y método
de avivar y criar los Gusanos conforme a las acertadas instrucciones prescritas
en la fundación del Establecimiento se pueda recobrar la bondad del capullo y seguir
el hilo de las providencias en las labores de Hilanza, Torcidos, Debanados, Tintes,
Afinaduría, Máquinas, y Telares en el debido nivel con la perfecta constitución de los
Peynes que sugetan a igualdad los tegidos en sus clases, labrado, flores, y matizado
con la ventaja que se experimenta en haberlos substituido de acero recientem. te
220

221
Elena Cano Valderas.
Estos principios contribuyen a facilitar el trabajo de los operarios presentándoles
las materias mejor preparcidas, y los artificios corrientes, a cuyo beneficio duplican el
diario de los obrages con aumento del interés de su industria y satisfacción igual de
la Fábrica por el producto de manufacturas.
La cantidad de cosecha y acopios de seda no está ciertamente en proporción con
la potencia de las Máquinas y número de los Artífices, parte por la disminución de
cosechas procedente de la inobservancia de las R. s Ynstrucciones y Decretos de los
años de 1750, 53, 54, 67, y 74; parte por la clandestina distracción de la seda. El
sostener los principios elementares de la cría de Gusanos y repartimiento de la semilla;
proporcionarla a la cantidad, calidad, y estado de la hoja de cada Partido; tomar
las precauciones contra el monopolio y la indolencia pide delicado pulso, larga y
reflexiba experiencia sobre todas las partes del mecanismo en que trabaja la Diputación
para no dejar inertes los instrumentos ni ociosos los operarios por falta de las
primeras materias.
El gobierno de la Fábrica (segundo Artículo) se consolidará lentamente a medida
que se fixe el arreglo de oficinas, Máquinas, Telares, materias, y labores; y que se
descubra y apure la positiva razón de las mermas que ocasiona el capullo en su hilado
al fresco y ahogado; igualmente que la de las sedas en el Tinte y sus ingredientes por
pruebas menos equívocas que las que tiene admitidas a vulto la costumbre, exerciendo
la propia intervención sobre las creces que arroja el Depósito de la seda en el
Almacén desde su recibo de la hilanza hasta su pase al torcido, confrontando el cargo
con cuenta del número de saquetes de cada saca.
Sentado este presupuesto y restableciendo la inspección interrumpida de Zelador
de Debanados y Urdidos para la exactitud y aseo de la maniobra, se logrará el purificar
en las oficinas y Despachos el expendio de cada una, trayendo a cúmulo de
valor individual y razonado hasta los menores desperdicios en las sedas, y Filosedas
de las Atanquias, capullos de caldeva, y borras de Molinos de hilanza en todos sus
recibos y entregas, puntualizando el legítimo costo de cada clase con toda distinción;
y aprovechando para ello las luces reunidas de la Dirección, Contaduría, Tesorería,
Contra-Maestres, y demás empleados, oyéndolos en Juntas, y fuera de ellas para que
se exciten a producir con libertad sus informes, y se les inspire la noble emulación de
aventajarse en sus respectivos Ramos.
El orden político de la Fábrica (última parte) emana de los soberanos auxilios para
la conservac. ón y progreso de su systema, cuya importancia estriva en sostener su libertad
y franquicias renovando los Decretos y sabias providencias con que se cimentó
su Establecimiento; entre ellas la de 14 de Marzo de 1757 exime a los Dependientes
de Quintas, Levas, Vagages, repartimientos de Paja, alojamientos de tropa, y demás

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
cargas concegiles. Esta declaración, y la de que no se les altere el alquiler de sus habitaciones
ni se permitan despojos, es tan justa como interesante; del mismo modo
que la de exonerarlos de toda contribución y gravamen de derechos en los víveres,
utensilios, y géneros de primera necesidad que consumen, según aparece concedido
en expreso Decreto de 21 de Mayo de 1757.
Atendida la recíproca obligación de la Fábrica y de los Pueblos comprendidos en
las 10 leguas de su distrito, abastece aquélla gratuitamente de Plantones de Moreras
a los cosecheros manteniendo a dicho efecto una Huerta a toda costa; y estos por su
parte deben entregar exclusivamente a la Fábrica el capullo bajo los precios que con
presencia de las distancias está arreglado en virtud de diversas R. s Cédulas y Ordenanzas.
La severidad de su observancia, es en sumo grado interesante, pues la falta de
la principal materia, destruiría de un golpe el Establecimiento, dejando en inacción
su industria, y ningún cuidado ni rigor del Gobierno estará demás contra las infracciones
y subrepticio tráfico de las sedas, desterrando de los límites del Privilegio los
Pesos particulares en 6 leguas de su contorno.
Sobre todas las resoluciones capaces de engrandecer, perfeccionar, y acreditar las
Fábricas Nacionales de esta especie, ninguna será más adecuada que la de prohibir
absolutamente los tegidos extrangeros, y el uso de ellos en los Dominios de España
y de las Américas. Al fin de la Relación de la Fábrica de Valencia se toca este punto
por la Diputación, proponiendo a S.M. el cálculo de las cosechas y fabricación en
el Reyno, la facilidad de multiplicarse y llegar a estado de surtir completamente las
propias colonias. En el mismo informe, y en el de las Fábricas de Murcia y Cuenca
se manifiestan las travas que padece nra industria, el perjuicio de los complicados
derechos de Aduanas, sus formalidades, Registros y Contrarregistros, los graves daños
de los interminables trámites de las Causas en los Tribunales ordinarios; la falta
de Audiencias consulares, y Consejo de Comercio en la Metrópoli; y finalmente se
indican las máximas elementares capaces de restituir el equilibrio perdido entre la
constitución interna y la adoptada en los Países ilustrados de la Europa. El deseo de
la felicidad pública y el de satisfacer la soberana confianza, son el único norte y móvil
que dirigen y animan las fieles expresiones del Cuerpo para dar al tenebroso caos de
los inveterados abusos alguna mayor luz de la que permitía la antigua preocupación,
no dudando sean recibidas de las Real benignidad como prueba de la invariable adhesión
de las Comunidades, y de su desvelo por la gloria, lustre, y prosperidad del
Trono, y de la Monarquía.
Por la Dip. ón y Dir. ón de los 5 G. M.
222

[Documento 2]
Nº 5º
223
Elena Cano Valderas.
Relación de la Real Fábrica de Paños y Telas angostas establecida en la Ciudad de
Cuenca, y del estado en que se halla relativo al Bienio de 1786 y 87 para informe a S.M.
Real Fábrica de Cuenca
Por Real resolución de 24 de Marzo del año pasado de 1786 mandó S.M. se
entregase a los cinco Gremios mayores la Casa que fue de Moneda en Cuenca con
las existencias, pertrechos y Telares del Establecimiento de Telillas angostas de Lana
que diez años antes se empezó a promover bajo los soberanos auspicios y dirección
del Arcediano titular de aquella Santa Yglesia; precediendo las formalidades de justa
tasación y precio de sus efectos, cuyo importe aprontó la Diputación y ascendió a
403.162 r. s y 22 mrs.
La suma de los fondos que versaban en la plantificación, pertenecía a los Expolios,
y a los Propios de los Pueblos, y como resultaba ya un alcance de 69.477 r. s y 7 mrs de
pérdida en el progreso de su manejo sin esperanza de reintegro por el succesivo atraso
de las manufacturas, era incompatible la conservación de este Ramo de industria
con el beneficio de la Capital y de los fondos públicos de la Provincia, cuyos objetos
confirmaron en el piadoso corazón del Rey la necesidad de su traspaso.
Para verificarle autorizó S.M. al Caballero Yntendente que entonces era d. n Romualdo
Tobar quien informó al Ministerio del estado de aquélla empresa con un
Plan individual en que constava hallarse con solos quince Telares corrientes y 160
operarios comprendidos los jóvenes de ambos sexos. Añadió el mismo en oficio expreso
de 20 de Diciembre de 85 que en el reconocimiento egecutado de los Edificios
que debían reunirse para la conveniente ampliación del nuevo proyecto se había omitido
el principal de la Casa de Recogidas, la qual es sin duda la más útil a la Fábrica
por su inmediación a ella y por la capacidad de colocar las Oficinas y Almacenes, y
más de cien telares de aumento de que es susceptible con grande comodidad.
En vista de ello y de acreditar diariamente la experiencia la suma falta de aquella
Propiedad, hizo la Diputación a su efecto los más oficiosos esfuerzos con el Señor
colector de Expolios y vacantes a que pertenece el Edificio de las Recogidas; y persuadido
al fin de la extrema necesidad accedió a la proposición de trasferir las Mugeres
Recogidas a la Casa que llaman del Salitre propia de la Real Hacienda luego que se
dignase S.M. conceder esta para su colocación, cuya solicitud interpuso el Cuerpo
de los cinco Gremios con la oferta y allanamiento de costear los reparos y ponerla
corriente, lo que se había valorado en 29.000 r. s examinado y reconocido el Edificio.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
De Esta y las restantes pertenencias que exige el Cuerpo de la Fábrica se levantó
Plan exacto al tiempo de su recibo designando la útil aplicación y fine de cada una, a
saber un Molino inmediato para exección de Batanes: la Ysleta que forma el Río con
el brazo de la Acequia para Tendederos: una Huerta accesoria mui a propósito para
el cultivo del Pastel, incluyendo en la línea de su circunferencia el terreno que hay
desde el Depósito de aguas hasta la pared opuesta y de su encuentro a la Acequia que
llaman vieja revolviendo al Edificio principal con objeto de cortar la comunicación y
tráfico de gentes que distraen a los operarios del trabajo y ocasionan otros detrimentos;
los quales todos se evitarían por el método propuesto dejando independiente y
asegurado el Establecimiento.
El Proyecto de mejorarle y amplificarle impracticable sin el auxilio de la agregación
de las referidas posesiones se halla pendiente del superior permiso con tan
invencible obstáculo y menoscabo de la Fábrica, que no ha podido salir hasta ahora
de su infancio, ni merecer otro concepto que el de una Escuela de puro Aprendizage
a pesar de los caudales invertidos en su adelantamiento.
Ínterin se verifica la agregación de las referidas fincas y territorio para el competente
ensanche de las oficinas, ha procurado la Diputación realizar aquellos aumentos que
dependen de su actividad, acrecentando 696 Tornos al número reducido de 67 que se
hallaron corrientes al tiempo del traspaso. En ellos se hila es Estambre para la Trama
de Sargas y Barraganes finos y los Tramones para las Alfombras: También se saca en
los mismos el Bervi, o urdimbre de Lana para los Paños, el qual en los géneros de Estambre
se egecuta comúnm. te a rueca en el País, aunque para conseguir más firmeza,
igualdad y fortaleza de las telas se ha tentado preferir los tornos en dicha especie, plantificándolos
al efecto en la capital y en las trece nuevas Escuelas de los Pueblos vecinos.
Por consecuencia, el número de operarios y familias empleadas en las maniobras,
ha sido mayor que antes con un exceso de 517 personas que trabajan en la actualidad
sobre las de dotación que tenía la Fábrica: se han puesto asimismo quatro telares para
construcción de Paños; tres para Barraganes, y dos para otras Telas angostas de Bayetones,
Casimiros, Eternas, y Medios Paños, de las quales ninguna se había emprendido
hasta la época del manejo del Establecimiento por la Compañía, y así falta mucho
para ponerlas en estado regular por la corta pericia de los Fabricantes Nacionales, y
la suma dificultad de la adquisición de Extrangeros hábiles.
Siendo la Ynglaterra la más floreciente y abundante de Maestros exercitados en la
perfecc.ón de los Ramos menores de la citada industria, y desengañada la Diputación
de poderlos conseguir en el Reyno, ocurrió al patrocinio del Supremo Ministerio de
Estado para que mediasen los Encargados de Negocios y sugetos destinados por S.M.
en la Corte de Londres en el enganche y emigración de los más acreditados bajo el
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Elena Cano Valderas.
seguro de contratarlos por cuenta del Cuerpo, y ofrecerles el abono de todas las Máquinas
útiles que extragesen con las gratificaciones y partidos más ventajosos para su
subsistencia e intereses en España; pero no obstante tan poderosos influxo, y la comisión
expresa que se despachó al objeto, bien sea por la vigilancia extrema de aquel
Gobierno en conservar sus Artistas, bien por la forma de conducir la negociación, o
por otras ocultas causas, lo cierto es que no ha sido asequible la empresa hasta aora.
En este conflicto de circunstancias, estrechez del Establecimiento y falta de brazos
útiles para perfección de las manufacturas ha sido indispensable acomodar las
providencias a la disposición de su estado en la cantidad y calidad de los tegidos, los
quales desde la entrega hasta fin del año de 87 fueron 127 Piezas de Paños, 130 de
Barraganes, 140 de Sargas, 12 de Telas angostas y 31 Alfombras que suman 440 en
todo. El caudal aplicado al fomento y circulación de la Fábrica consiste en 1.381.382
r. s y 20 mrs que es triplicado mayor del total de sus antiguos fondos; y por este cotejo
se echa de ver que la esperanza de los progresos y amplitud del Establecimiento se
funda únicamente en la concesión de Edificios y terreno propuestos individualmente
desde los principios a la Superioridad por la Diputación y por la misma Yntendencia
de aquella Provincia, reproduciéndose aora a la soberana atención la memoria de
estos hechos para que se digne resolver como fuere de su agrado y requiere el interés
de los Ramos de industria trascendentales al bien público.
Mirando el Cuerpo con todos sus posibles al propio general objeto, y no olvidando
la íntima relación con que todas las partes de la economía política se apoyan recíprocamente
y afianzan la perfecta armonía del sistema universal que resulta de ellas,
se prestó a facilitar sin interés alguno doscientos mil r. s de v. ón para que se empezase a
construir el camino que desde Cuenca hasta el Pueblo de Tarancón dispuso S.M. se
abriera inmediatamente consignando para su dotación el producto del impuesto de
vino, y el uno p% sobre los Propios de los Pueblos de la Provincia; y como la lenta
recaudación no daba margen para atender al trabajo de dichas obras con la actividad
que necesitaba aquella importante empresa, juzgó la Diputación propio de su beneficencia
condescender a este obsequio tan conforme a las Reales intenciones.
Tal es la situación de la Fábrica de Cuenca para cuyo auge y engrandecimiento no
sufragarían las cesiones de las Propiedades materiales referidas sin el removimiento
de las complicadas travas que atan las manos a la industria y sin la aplicación de las
gracias inseparables de su permanente constitución las quales siguiendo las máximas
elementales de la Legislación Comerciante de la Europa moderna se pueden reducir
a seis que son.
1ª Franquicia de comestibles a toda clase de operarios.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
2ª De Pertrechos, Máquinas, y efectos que se consumen en las Fábricas sin excepción.
3ª De las primeras materias que se emplean en manufacturas y sus tintes.
4ª De las mercadurías fabricadas.
5ª De los derechos de alcabalas. Cientos y demás Reales y Municipales sin obstáculo
ni detención en las Aduanas ni en qualesquiera otros Lugares de tránsito
por ningún pretexto.
6ª y final. Fuero de Audiencias consulares y Tribunal Supremo de Comercio
donde se decidan en sumaria y con brevedad las causas que directa, o indirectamente
tengan referencia con estos importantes ramos sin la impertinente y
costosísima confusión de los Tribunales ordinarios e interminable prolongación
de los Juicios: acerca de cuyos particulares no se extiende la Diputación
habiéndolos ya tocado al fin de las restantes Relaciones de Murcia y Valencia,
y sólo lo repite aora por dictarle la experiencia los funestos efectos y resultas de
tan graves daños que sólo puede atajar el augusto corazón de un piadosísimo
Monarca no menos amado que amante de sus fieles vasallos, en cuyo número
tiene el honor de verse comprendida para merecer la gloriosa satisfacción de
acertar a obsequiarle y servirle con el más constante zelo y rendimiento.
8.2.8. fábricas de Lanas (1787)
Fuente: AHN, Estado, Leg 2932, número 21
[Documento 1]
Señor
Por la Dip. ón y Dir. ón de los 5 G. M.
El amor a la Patria y el deseo del bien de toda la Nación, como que me hallo
Diputado de los Reynos, me mueven llegar a los pies del trono y exponer rendidamente
uno de los medios más suaves que nos presta el suelo de España, no sólo para
acrecentar el R. l Herario sino para que fertilizando las Castillas animen los pobres
los ricos vivan con más comodidad los vasallos estériles sean útiles, la gente viciosa
se aplique, crezca y se aumente la población, y la maleza que por falta de labor se
descubre, fertilice y llene de abundancia el Reyno.
Las lanas finas trashumantes y las entrefinas estantes de España son el más precioso
tesoro y mineral que sostiene da crédito e intereses a los extrangeros, al paso
que destruyen y derrotan nuestras fábricas y es de tanta consideración para ello aquel
226

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Elena Cano Valderas.
indispensable alimento de sus manufacturas, que derraman gustosos inmensos caudales
por tener asegurado partido en él porque saben los crecidos lucros que ha de
rendirles beneficiándolo con economía a pocos meses.
La Ynglaterra tiene una pequeña porción de lanas finas, y las mira con tal cuidado
que prohive su extracción con pena de muerte: Otras Potencias de Europa logran
algún terreno que las produce, sin que permitan su venta a Reynos extrangeros, pues
hacen se consuman en sus fábricas, sacando más utilidad en sus labores, que con la
que pudiera producirles el fruto en rama y su beneficio.
No es mi ánimo Señor proponer se entable en España esta prohivición por no ser
a un tiempo, pero facilitar el bien de toda la Península cortando insensiblemente a los
extrangeros el comercio activo y pasivo que nos hacen con nuestras misma cosechas y
sacar nosotros la ganancia que con dolor nos quitan y arrebatan de las manos.
Necesitan los hombres premio y apremio para ser útiles y laboriosos, pero mal podrá
dispensarse el primero, ni tener execución el segundo, si antes no se proporciona
un establecimiento capaz de conseguirse ambos.
Logran las Provincias de Burgos, Valladolid, Soria, y Cuenca un País de abundantes
lanas, ríos que fácilmente pueden serbir a las maniobras, crecidos montes, granos, y
carnes nada escasos, y gentes llenas de indigencias y sin aplicación, dignas de lástima
y que destinadas a fábricas serían de provecho y laboriosas, pues tienen en medio de
su natural pudor (carácter propio de todos ellos) conocido talento, y moderación en
su trato, y lujo, contentándose con jornales distantes del exceso y de la desproporción.
El menos compasivo corazón se dolerá al mirar el País de que hablo con tantas proporciones
que le facilitan la riqueza, y que por falta de media la ceden a los extraños,
muchas veces enemigos de la Nación, y siempre emulos de sus aumentos, trabajando de
suerte que nos sientan n el taburete de la risa y nos tratan con inferioridad y petulancia.
Así es, y no me admira quando veo, que en el terreno de que hablo son muchos
los millares de arrobas de lana fina que se cortan, y sólo se trabajan en él algunas
pequeñas porciones, siendo cierto que ningún País da los auxilios, ni los medios tan
ventajosos como llevo expuesto.
Para que efectivamente se consiga la fermentación que necesita son indispensables
cinco nuevas fábricas de Lana de todos géneros y suertes de tegidos, una en la ciudad
de Burgos; otra en la de Valladolid, otra en la Villa de Almazan; otra en Villoslada
o Lumbreras; y otra en Molina de Aragón, o cerca de Cuenca por cuyo medio se
abrazan el centro y extremos de Castilla y con facilidad la comunicación de las manufacturas
a todo el Reyno.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Esta grande obra es propia de un monarca tan benigno como V.M., pero costosa
al Herario, y acaso ocasión de dispendios y menoscavos, pues como es indispensable
el haber de fiarla, no podría el Ministerio lograr toda la economía que pide y requiere
un establecim. to tan vasto y delicado.
No sería difícil al Exponente tomarla a su cuidado sin que por parte de V.M.
hubiera que hacer el más mínimo desembolso, pero sí facilitar la R. l protección todos
los medios de su consecución de este modo.
Todas las lanas finas trashumantes y las entrefinas estantes del Reyno entrarán en
la mano del que representa, afianzando los dueños su legítimo valor, y pagándolas
en dos plazos de a 6 meses, uno al medio año de su recibo, y otro a los 6 siguientes
meses, ganando los cosecheros mucho tiempo y anticipación, pues los Compradores
extranjeros nos hacen sus contratas para la satisfacción de 6, 12 y 18 meses de plazo,
y muchas veces llega a los dos años sin que se haya verificado la total extinción de
la deuda, y acaso muchas veces haber de perderla si en el medio del año prefixado
necesitase el Ganadero de socorros y prestanza para sus urgencias se le franquearán
con el moderado interés de un 4 p% en que igualmente saca ganancia conocida por
ser corriente entre los compradores cargar el ½ por ciento mensual que es a un 6 o
bajan el precio al fruto a proporción del empeño y anticipación.
Para dar valor a las Lanas finas servirá de norte la del Paular de Segobia, según las
contratas con la R. l Fábrica de S. n Fernando, bajando las demás el 14, el 20 y el 25 p%
según la práctica inconcusa en las diferentes clases de lanas finas que hay en las Castillas.
Ningún Ganadero podrá por sí ni por otra mano extraer sus lanas, ni comprar
otras, y esta providencia deberá llebarse con el mayor rigor, imponiendo la pena de
comiso al contraventor del fruto que se coja, o prefixando una pena pecuniaria a cada
arroba que se denunciare.
Todos los Fabricantes de lanas del Reyno tendrán derecho de elegir las pilas necesarias
a sus fábricas en sucio o labado, quedando de su cuenta la satisfacción a los
dueños con las seguridades que son propias en estos casos, y sin que puedan elegir
más lana que la de su preciso contrato.
A los Fabricantes actuales se les obligará a la toma de las más finas (si lo permiten
sus fábricas) por cuyo medio se conseguirá la mejora en las hilazas y por consiguiente
en los tejidos.
Todas las lanas sobrantes se pondrán en los Puertos de Santander y Bilbao o donde
dicze la prudencia mejor proporción en los quales o en esta Corte que será mejor se
executará la venta a los extranjeros con arreglo a precio y utilidades que deben quedar
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Elena Cano Valderas.
con un recargo por ahora y en estos 6 primeros años no excesivo pero bastante para que
las manufacturas extranjeras salgan con más crecido costo que las Nacionales.
Este establecimiento deberá durar 10 años por lo menos, y pasados los 6 primeros
se acortará la venta en el número de arrobas para lo qual provistas nuestras fábricas, y
dejando la mitad de las sobrantes para la extracción, las demás se inutilizarán (a imitación
de Holanda con sus especerías) sacando del número de las extraídas el valor de
todas para satisfacción de los dineros y R. s derechos que adeudarían todas, logrando
por el exceso del precio la caída de las fábricas extranjeras y nuestras ventajas en las
propias, pues al paso que éstas estarán llenas de mejor y más cómodo material las
otras sufrirán el recargo significado y la falta del número de arrobas para que vivan.
Aunque es cierto pensarán los extrangeros en contenerse en la compra de lana
para por este medio forzar a la venta más cómoda, sólo podrá verificarse su intención
por uno y quanto más dos años pues morirán sus fábricas indispensablemente si les
faltase este primero y único alimento de su subsistencia.
Los R. s derechos serán pagados como hasta aquí pero si quitando el que llaman
decomisión introducido por los Administradores de Aduanas, que es interés y negociación
suya, y en el que nada utiliza V.M.
Por ningún caso se permitirá embarcar lana para Plazas extrageras sin que sea venta
efectuada en este Corte para lo que al Gobernador o Comandante del Puerto se le
hará constar por escrito, por medio del Comisionado que haya en el o en derechara
desde acá y dará el permiso gratis al extractor extranjero para el embarco, quien lo
executará en Naves nacionales si las hay, las que siempre deberán ser preferidas a las
extranjeras, siendo unos mismos los fletes.
En el perentorio término de los 10 años que van por objeto de este proyecto quedarán
enteramente concluidas las 5 nuevas Fábricas surtidas de las máquinas necesarias
y el Ministerio deberá fomentarlas encargando a los Embajadores y Enviados en
Ynglaterra, Francia y otros parages procuren el enganche de operarios sobresalientes
por medio de los quales se conseguirá la mayor finura en las maniobras y labores.
A las Justicias y Prelados eclesiásticos se obligará y ordenará el destino de niños y
niñas para que desde la más tierna edad tomen conocimiento de todas las operaciones,
sin que por esto degen de destinarse hombres y mujeres de qualquiera edad, debiendo
sobre todo asegurarse de la conducta y sanidad de todos para evitar el escollo
de una epidemia, y la relajación de las costumbres.
Todos los niños y niñas expósitos de esta Corte y ciudades que se hallasen en edad
competente de aprendiz de oficio serán admitidos en las 5 referidas fábricas, infor-

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
mándose antes de su remesa del número y clase que cada una necesita, cuyos gastos
de conducción serán de cuenta de la fábrica a la qual se dirijan.
A los Gremios de esta Corte y a los Comerciantes particulares o Compañías de
fuera, y aún al Banco Nacional de S. n Carlos se obligará a la toma de su cuenta de
estas fábricas conforme en cada año se vayan concluyendo, y tengan todos los utensilios
necesarios según sus clases y tegidos, pagando al exponente el valor de ellas con la
rebaja de un 50 p% para que así le sean menos gravosas y continúen fomentándolas
y de cada día se hagan más útiles.
Para la formación de las 5 fábricas y muy pronta execución deberá facilitar V.M.
los edificios y casas que sean bastantes en los parages que los haya propios de la Corona,
y en donde no franquear los sitios para la construcción, cuyos gastos serán de
cuenta del exponente, como igualmente los que acarrearse el enganche y acarreo de
fabricantes extrangeros.
Cada Fábrica constará por ahora de los telares aunque el edificio se hará con
extensión para muchos más con consideración a que la España necesita para sí y sus
Yndias de 50.000 que con el tiempo se deberán establecer reuniendo los muchos
de Particulares, aunque de labores ordinarias, no sólo en las Provincias expresadas,
si también en la vasta extensión de las que quedan y que producen el material con
ventajas proporcionadas a los Fabricantes en los alimentos de primera necesidad.
Dos de las cinco deberán ser de tegidos entrefinos y ordinarios para que provean
las Provincias y terrenos comarcanos de los que necesiten y se logre cómodo precio
para el mediano y bajo Pueblo que haya de consumirlos.
Las tres restantes serán de tegidos finos para surtido de España y de las Yndias
habilitando los Puertos más inmediatos para su conducción, y dispensando en la saca
y embarco las franquicias que se consideren bastantes para conseguir en las Américas
un precio equitativo a todos.
Si los Ganaderos quisiesen entregar sus lanas sin precio alguno, se les deberán
recibir en la clase que les corresponda, pues según ésta que para todas se formará se
les hará el abono, invirtiendo serán admitidas en sucio o en lavado, precedido a la
entrega el examen de factores prácticos que declaren su legitimación, acediendo a que
muchos introducen en sus pilas lanas mui finas respecto de las suyas por acrecer el
número de arrobas, y recibidas que se administrarán con la exactitud que todas hasta
su venta y salida.
Como por este medio no se prohive a los extrangeros la extracción, no podrá producir
en ellos una sensación excesiva atendiendo a que no hay infracción de tratados
230

231
Elena Cano Valderas.
de paces ni de comercio, y aunque sentirán el haber de tratar con una sola mano,
no tendrán razón de queja, ni podrán reconverir, pues cada Soverano es árbitro en
prohivir y cargar a la entrada y salido a los frutos según le parece en su estado y constitución
como sucede en los tegidos de algodón y otros.
Cada arroba de Lana fina lavada Castellana en las Plazas del Norte se vende a
cerca de 5 £, ítem en Ynglaterra, a 104, 108 £, torn. s y más en Francia, y en iguales
términos y aún con algún aumento de precio en Holanda; y a esta proporción
con una tercera parte que se les cargue de más acá será bastante para la caída de las
fábricas extrangeras que tanto nos dañan sin que sea excesiva la tarifa que se señala
atendiendo a que de 1.000 arrobas de lana fina nuestra con otra tanta que añaden de
la suya basta sacan 23.466 varas, y ½ tercia de paño, que vendidas a solo 65 r. s , que
es lo menos, les rinden 1.525.630 r. s 22 mrs v. ón dejándoles de líquido producto a las
manos según el costo del fruto hasta ponerlo en su fábrica 1.061.630 r. s 22 mrs cuya
sola consideración es capaz de alterar al más contenido y moderado Patricio viendo
que las ventajas de su suelo y País se las quitan los extrangeros de las manos.
Para que este establecimiento tan útil tenga toda la nobleza que pide es necesario
fomentar la Cabaña R. l trashumante haciendo se guarden los privilegios y leyes de
Mesta y singularmente el R. l Decreto de 26 de Diz. re de 1784 que tan sabiamente insta
a fabor de la Ganadería, por cuyo medio se logrará fertilice y crezca como de antes.
La Cabaña R. l trashumante pasará poco en el día de 2 millones de cavezas lanares:
en el decenio de 1760 a 770 inclusas piaras de Vaston, ascendía a 3 millones poco
más o menos con este sólo aumento y puesta en este pie rendirá 600.000 arrobas de
lana fina en sucio, que son las que bastan para aumento de nuestras fábricas y para
sacar de los extrangeros el caudal necesario así para la manutención Ganados, como
para hacer un verdadero comercio activo que a pocos años ha de quebrantarlos.
Los propietarios de tierras y Labradores en los estremos no tienen el verdadero
conocimiento que se requiere, y así han declamado contra la cabaña como perjudicial
a todo su terreno y País, y con esto logran la quiebra y baja que se reconoce; pero
si examinando el de pastos de Andalucía, Extremadura, y Mancha, se midiera con
proporción y arreglo de hombres inteligentes y prácticos, se hallaría que sobraba
mucho pues para la manutención de los tres millones de cavezas bastan 141 leguas
quadradas superficiales del marco de 8.000 varas, y en este caso el Labrador tendría
sobradamente para sus labores y siembras, y el Ganadero seguro mantenimiento y
aceda, bajando por este medio el excesivo precio de las arrobas, que es de tanto embarazo
para la multiplicación.
No faltan S. or enemigos de la Cabaña que afirman, pero sin razón, que de no
dejarle al Ganadero un crecido lucro su comercio sufriría el exceso a que han subido

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
las yerbas, sin atender a que es más fácil y mejor perder 20 que 200 que le importa al
Ganadero su caudal, porque de no dar al Ganado el pasto que necesita moría precisamente
y quedará derrotado, singularmente los Serranos, quienes para vivir no tienen
otro arbitrio por lo estrecho y destemplado de su terreno que no presta otros auxilios
que el de la ganadería.
Muchos siguiendo sus infundadas ideas, oponen y balancean la subida de precio
en las lanas respecto del que tenían 30 años antes de éste, y aunque es verdad q. e
muchos ganan, son sólo los de Madrid y tierras llanas, pero los Serrano, a favor de
quienes hablan las leyes y decretos, padecen infinito, y así se mira palpablemente los
aumentos de aquéllos y los descalabros de éstos.
Como los remedios lenitivos sólo palean la enfermedad sin que puedan curarla
radicalmente las circunstancias del día precisan discurrir y proponen estas ideas como
indispensable medicina que corte y corrija los daños que tan visiblemente experimenta
la España en un ramo que sin que sea exceso podrá subir su importe al que
tengan las Rentas Provinciales del Reyno.
Si V.M. no tuviese a bien dispensar al exponente la gracia que solicita, y se dignase
tomar como ramo de su R. l Hacienda (que será lo mejor y más conducente) la
compra de lanas del Reynos, serán mui crecidas las ventajas que se logren aún quando
para su consecución se saquen y pidan a los cuerpos ricos de la Corte los caudales
necesarios con el interés de un 4 p%, pues bastarán a V.M. 80 millon. s de reales para
todos los gastos entrando socorros de Ganaderos (que devengarán el mismo interés)
labage, portes, y demás hasta ponerlas en los Puertos.
Y quando con el comercio y otros cuerpos hubiera algún estorvo y reparo para
entrar con este empeño, nunca podrá haberlo para la formación de 40.000 villetes
de a 2.000 r. s , cargando de beneficio un 4 p% atendiendo a q. e esta deuda quedaría
extinguida en 4 primeros años a 10.000 vales en cada uno que el exponente sabría
recoger con proporción de los mismo Ganaderos y dueños de yerbas a quienes se
hubiese hecho pago con ellos y con consideración al estado y fondos de cada uno así
como muchas veces lo ha executado la Francia con la pérdida de un 20 p%.
En este caso las ventas de lanas se hacían inútiles, y su sueldo que asciende a
152.900 r. s v. ón anuales debe acrecer a la Tesorería sin otros muchos empleados que
por inservibles deberán destinarse a otras rentas según la clase de cada uno.
Ya sea tomándolo V.M. por medio de su R. l Hacienda, o haciendo la gracia al
exponente, por qualquiera medio se evitan tanteos y perjuicios a los interesados, a
los extractores nacionales los descuentos de averías, podridos, y otros derechos que
por sus leyes, Patrias y de pura conveniencia tienen impuestos las Plazas del Norte;
232

233
Elena Cano Valderas.
se librarían todos de comisiones, cambios, y reducciones en que tanto interesa el
Extranjero; disfrutaría la Nación el producto de sus propios fondos, y se vendrían a
España las ventajas de los extraños; serían nuestros Factores, y recibirían la ley que
ahora nos impone su interés y su sagacidad.
Si fuere necesario ampliar este proyecto lo hará el exponente de viva voz o por
escrito del modo y según fuere del R. l agrado de V.M. dándole las órdenes conducentes
a este fin.
Todo lo qual ha parecido exponer A L.R.P. de V.M. para aumento de su R. l Herario
y beneficio de sus fieles vasallos. Madrid 22 de Junio de 1787.
[Documento 2]
Ex. mo Señor:
Señor
A L. R. P. de V. M.
su más hum. e vasallo
Josef Marz de Bustos
Mui señor mío: Dirijo a manos de V.E. el adjunto proyecto para q. e examinado
por la Secret.ª de estado y no siendo contrario a los tratados de paces reservados con
las potencias estrangeras, pueda llegar a noticia de S.M. sin estorbo.
Por él verá v.e. mi aplicación en los destinos, q. e he tenido el honor se me ayan
conferido y q. e sólo aspiro a la gloria de toda la nación.
Nro S. or g. e a v. e m. s a. s M. d 22 de Junio de 1787
Ex. mo S. r conde de Floridablanca
Ex. mo Señor
V.m. de v.e. su más ob.º serv. or
Josef Marz de Bustos

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
8.2.9. medios de fomentar Las fábricas, surtir américa de mercancías
y evitar eL contrabando (1788)
Fuente: AHN, Estado, Leg 3188, número 371
[Documento 1]
Medios de Fomentar las Fábricas Nacionales, Surtir las Américas de las Mercancías
de su consumo y Ebitar el Contravando
El Sabio Ministerio del día manifiesta en sus Providencias, el amor más Patriótico
con los deseos más eficaces de la felicidad General del Estado, que sus dichosos Vassallos,
no pueden sin faltar a la Justicia, y reconocimiento, dejar de dedicarse a contribuir
cada uno de su parte, con las disposiciones de su talento, a la consecución de unos fines
tan dignos de la benignidad de nuestro C.M. y propios del notorio Patriotismo de sus
celosos Ministro, que solícitos del vien general con el remedio de varios escollos, han
tenido la vondad de pedic dictámenes a las Plazas del comercio ultramarino, dando testimonio
con este procedimiento tan loable, de que buscan el acierto en sus disposiciones.
Y para que estas miras tan Pías puedan lograr la satisfacción general a que aspiran,
me ha parecido ser de mi obligación en fuerza de las Leyes del Patriotismo, y vasallaje,
exponer a la alta consideración del Ministerio, las reflexiones siguientes como hijas de
la práctica de veinte y cinco años que tengo en dicho comercio.
Las principales miras del Ministerio en el día según respiran sus sabias fundadas
Providencias son.
- La de fomentar las Fábricas Nacionales con la prohivisión de la introducción
de algunas Mercaderías de las Estrangeras.
- La de surtir las Américas de los Géneros necesarios de su consumo.
- La de los medios de impedir el contrabando que siempre produce la privación.
No hay duda en que para conseguir el fomento de las Fábricas del Reyno es medio
preciso el de la prohivisión del consumo de los géneros de las Extrangeras, pero se
toca en el notorio escollo de que no pueden abastecer en el día de las manufacturas
del preciso consumo a nuestras Américas, por cuia razón no puede combinarse el
fomentar las fábricas Nacionales, surtir sus Américas de las mercaderías de su preciso
consumo, prohiviendo la introdución de las Estrangeras, e impedir su contrabando;
porque si se mantiene la prohivisión experimentarán las Américas irremediable necesidad
y esto se valdrá de todos los medios de ilicitud, y no bastará a su remedio toda
la Armada Real por lo dilatado de las costas de aquellos Dominios, la multitud de
calas y desembarcaderos que tiene, con la ocasión de la comunicación con las Yslas
circumbecinas: cuyo medio después de no lograrse los Píos fines del Ministerio, atra-
234

235
Elena Cano Valderas.
hería al Herario unos gastos insoportables, y consumiría la Armada: y aún quando
esta inbencible dificultad fuese asequible, no pueden impedir las fuerzas Marítimas el
contrabando interior de las Provincias que se hace de crecidos caudales por varias vías
de unos Reynos a otros; y quando esto parezca al sabio Ministerio poderse remediar
por medio del resguardo, el tiempo ha manifestado lo contrario, pues sus cuidados y
desvelos no han podido producir el éxsito a que han sido dirijidos.
Si se abre la Puerta a la franca introdución de todas las Mercaderías Estrangeras, no
se evitará el contravando en el todo, como se ha visto en tiempos pasados, y lejos de
fomentar las Fábricas Nacionales, se arruynarán totalmente las que en el día subsisten.
Pero sin embargo de la concurrencia de tantos obstáculos y contradiciones, presento
a la consideración del sabio Ministerio, un medio que se advierte ser el único que con
mucha facilidad, y sin ninguna violencia, puede conciliar todas las dificultades que se
advierten, con sus benignas intenciones, proporcionando la satisfacción de fomentar
las Fábricas Nacionales con mucha rapidez, surtir las Américas de todos los géneros
de su consumo, con mucha equidad, ebitar el contravando y su motibo, por medios
suabes, escusar al Real Herario, su sacrificio que sin remedio abría de hacer por los de
la fuerza: y por último me atrebo a asegurar sin que me quede el más leve escrúpulo
de duda, que el Real Herario aumentará en sumas considerables en el ramo de sus
derechos sin embargo de la modificación que se pretende de los que se pagan en el día.
Para el logro de todas estas ventajas se hace preciso establecer una R. l Patriótica
factoría General en cada Puerto habilitado, sea de cuenta de la R. l Hacienda, o por
comisión particular que se encargue de conducir a sus Almacenes todo el surtido de
los géneros Estrangeros que están prohividos, y sean del consumo de nuestras Américas,
y cuia privación es la causa del contravando.
Esta Factoria, combiene se ponga a la Dirección de sugeto comerciante Nacional,
que le mueva más la felicidad General de ella, que su interés particular: que su natural
Patriotismo, le incline a tomar partido en las sabias Pías intenciones del Ministerio, y
que unido a él, trabaje con el mayor esfuerzo a perfeccionar y establecer en el orden que
se desea, un negocio en que tanto interesa la felicidad general del Reyno; y cuyo fin S.M.
lo estimulará con los honores que su Real Piedad tenga por combeniente dispensarle.
El Sabio Ministerio acordará si combiene se haga este comercio por cuenta de la
Real Hacienda bajo una comisión regular, o por la particular de su Director, sugeto a
una prudente cuota que se acordará, y las reglas que para su seguridad y más puntual
cumplimiento, se establecerán con arreglo a los puntos que siguen, previniendo que
siempre abrá de correr la Fáctoría bajo el título de Real Protección y acuerdo de la
Real Hacienda, pues dirijiéndose el negocio al vien general de la Nación, no pueden

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
presentarse de parte del soberano, ni del Director dificultades algunas.
La Real Hacienda entregará al Director Noticia de todas las Mercaderías Estrangeras
prohividas a que ha de reducirse su comercio, con facultad de que pueda estenderse
a otras que haya o puedan imbentarse, y sean apetecidas en nuestras Américas, así para
ebitar su contravando, como para que puedan dedicarse a su fábrica los Nacionales.
Reglas que se han de establecer para el más puntual cumplim. to de este Proyecto
1ª. El Director tendrá las noticias más puntuales de los géneros y sus precios de
sus respectivas Fábricas, y sea de cuenta de la Real Hacienda, o de la suya
particular, ha de conducirlos a los más equictatibos, valiéndose para ello de los
medios más oportunos según las circunstancias del tiempo, pues se trata de
la utilidad general, y se ha de probeher de estos géneros al comercio a costo y
costas a la maior economía posible.
2ª. Que siempre que los Fabricantes y comerciantes Estrangeros quieran remitirle
en comisión los géneros de que se trata y aún otros permitidos, los ha de recivir
para su venta en los términos que se dirá, con la condición de que han de
remitir también sus facturas, y que sus precios correspondan con la equidad
que se desea a beneficio de los compradores, pues los Fabricantes por dar salida
a sus manufacturas, suelen y pueden remitir de su cuenta a más cómodos
precios que pidiéndolas por otra mano.
3ª. Que se ha de valer el Director de los comisionados, y operarios que tenga por
combeniente así en el Reyno como fuera de él.
4ª. Que en punto a seguros de los riesgos, siempre que se haga este jiro de cuenta
de la Real Hacienda se le han de dar por ella, las órdenes de lo que deba hacer.
5ª. Que al recibo de los géneros de esta nueva permisión, en las Aduanas se ha de
tomar una puntual razón de ellos y de su importe en las facturas, en asiento
particular de la cuenta que abrá de llevar con la Factoría, y de que ha de dar testimonio
quando lo pida, para que el Director en su tiempo, de el descargo correspondiente
de ellos a la Real Hacienda con los documentos de su justificación.
6ª. Que absolutamente se ha de prohivir la introdución de dichos géneros por
otra vía que la de esta Factoría, a cuyo fin, se encargará la maior bijilancia de
las Aduanas.
7ª. Que al Director se le ha de proporcionar por la Real Hacienda, casa aparente
al intento, pues en los Pueblos de mucho Vecindario como Cádiz, no le es fácil
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237
Elena Cano Valderas.
a un particular, proporcionarla con las circunstancias que pide la magnitud de
este negocio.
8ª. Que si este giro se ha de hacer por cuenta de la Real Hacienda, se le han de
librar por ella al Director los caudales precisos en los tiempos que la necesidad
le pida, quedando al cuidado de éste, procurar con el maior en todo lo que
permita el arbitrio, ebadir a la Real Hacienda de desembolso alguno: y si el
negocio no se presenta en sus principios, con el favorable aspecto que lisongea,
y se precisó hacer desembolsos, el Sabio Ministerio acordará con el Director,
los medios de que se abrá de valer; para la exsacción de los fondos necesarios,
como para los premios de ellos con algún corto recargo en los precios de la
venta de los géneros.
Medios de fomentar las Fábricas Nacionales
1º. Que cada Fabricante deve tener precisamente en Puerto de comercio a cuyo
partido corresponda su Fábrica o quiera dar salida a sus manufacturas, su
domicilio, un comisionado que su Persona represente, quien deverá tener en
su casa los géneros de su Fábrica, y quando no al menos Nota de ellos con las
correspondientes muestras, sobre que se pueda tratar de la compra de ellos.
2º. Que se ha de formar una lista impresa anual de todos los Fabricantes, y sus comisionados,
para que autorizada por quien la Superioridad halle por comben.
te se reparta en todo el comercio por el Consulado, a fin de que conste a todos
los cargadores a Yndias, a quien deverán ocurrir a la compra de los géneros.
3º. Que ningún cargador a Yndias pueda comprar Mercadería alguna sin que con
anticipación, haya ocurrido a dichos fabricantes Nacionales con la Nota de las
que necesita, a quienes precisamente ha de comprar las que tengan hechas, y
pudiesen fabricarlas para el tiempo señalado del embarque, con tal de que sean
regulares y a correspondiente precio.
4º. Que para que los Fabricantes Nacionales, no abusen de esta venéfica disposición
y quieran tiranizar a los cargadores en la calidad y precios de sus manufacturas;
combiene se forme una Junta de sugetos de inteligencia, y pureza, en
que se compreendan también dos de los Fabricantes más acreditados, para que
únicamente entienda del conocimiento de esta materia, inspire la emulación
en los Fabricantes, y su aumento, conozca de la calidad y precios de sus manufacturas,
y sea conciliadora de las controbersias que puedan orijinarse entre
vendedores y compradores, quienes precisamente han de estar y pasar por la
decisión extrajudicial de dicha Junta, para obiar por este medio las continuas
ruinas que producen los pleitos.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
5º. Que la Real Factoría, no pueda vender género alguno de los de esta nueva
permisión, a ningún cargador para Yndias, sin que preceda la precisa circunstancia
de que haya ocurrido antes dicho cargador, a todos los Fabricantes o sus
comisionados, y que conste por certificación de ellos, la falta en las Fábricas de
las manufacturas que pida, sea en parte o en el todo, y que en su virtud y no
de otro modo, pueda venderle la Real Factoría, los géneros que pida, a la que
servirá de documento de justificación de la venta, dicha certificación, a cuya
continuación se acotarán bajo de recibo del mismo cargador, los géneros que
se le vendieren y sus precios.
6º. Que los cargadores han de procurar presentar Memorias a los Fabricantes con
tres meses quando menos de anticipación, para que tengan tiempo de laborear
los géneros que se les pida.
7º. Que el Director de la R. l Factoría, ha de estar sugeto a dar noticia exsacta a la
Real Hacienda a fin de cada año, de quantos géneros hubiesen entrado en su
poder, los que hubiese vendido, y sus valores; que deberá hacer, primero con
testimonio de la Real Aduana y lo segundo con el de las certificaciones de los
Fabricantes, y recibo de los cargadores, imponiendo al mismo tiempo a su Ministerio
de lo que ascienden los fletes, y gastos hasta puesto los géneros en los
Almacenes, los derechos Reales de entrada que se les imponga, y la comisión o
cuota que se determine por su dirección, a quanto por ciento asciende el todo,
manifestando por un Plan, los precios de fábrica, y el aumento que tengan con
todos gastos hasta su venta, para que por este medio, logre el sabio Ministerio
las seguridades de la verificación de sus Pías intenciones, y el Director la satisfacción
de dar testimonio del cumplimiento de sus obligaciones.
8º. Que todos los Fabricantes o sus comisionados procediendo de buena fee, y
mobidos de su particular interés, y espíritu de Patriotismo, han de acercarse a
tener sus sesiones con el Director, a fin de conferenciar con el mismo espíritu,
sobre las ocurrencias en el fomento de las Fábricas, su extensión a la variedad
de los géneros del consumo, y el maior adelantamiento a su perfección, a cuyo
efecto les proporcionará el Director los géneros más preciosos, y apetecidos
para su imitación, con quantas noticias instructivas tenga.
Medios a que deve prestar su R. l consentimiento el Soberano
1º. Una corta baja en los Reales derechos, que es el único medio de ebitar el
fraude y enriquecer al Erario. Esta proposición, parece equíboca, pero no lo
es, sino mui fundada y verdadera como la graduará quien tenga una escrupulosa
práctica del comercio, que metido en su giro haya observado de cerca las
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Elena Cano Valderas.
consecuencias que ha producido el acrecentamiento de derechos Reales, como
también por la más acertada para el aumento de ellos; por el único medio para
cortar el fraude; por la vase única en que se pueda apoyar el perfecto orden y
el remedio de tanta ruina.
En América particularmente en Nueva España en la triste época de doce años a
esta parte, ha producido el desorden, las más funestas consecuencias al Estado.
La desrreglada libertad y la prohivición de varios géneros de Fábricas estrangeras,
ha fomentado tanto el fraude, que ha sido la medida de aquel comercio,
sin que ningún negociante haya podido sobtener su giro por la vía lícita, a que
contribuyen en mucha parte las franquicias que con general perjuicio, gozan
la Ysla de la Trinidad y sus Ayacentes circumbecinas a aquel Reyno.
En fuerza de estas razones, y de que no se puede ebitar el fraude por el celo,
ni la violencia, se hace preciso ocurrir al medio de la suavidad, qual es el de
proporcionar por la vía lícita a aquellos Reynos todas las Mercaderías de su
consumo, y que son causa del fraude al mismo costo o más vajo si pudiese ser
del que les puede tener por la vía ilícita, por la que me persuado ascenderá
sobre los precios de Fábrica, a un quarenta por ciento y algunos más según los
riesgos que tengan.
Vajo cuio pruedencial Juicio, y que según juzgo y calculo, ascenderán los fletes
y gastos de dichas Mercaderías desde Fábricas, hasta que sean puestas en Vera
Cruz a diez y seis por ciento sobre su principal costo, se hace preciso arreglar
todos los Reales derechos de recibo, embarque e introdución en la Amércia a
veinte y quatro por ciento sobre dicho principal costo.
Por este medio logrará el Sabio Ministerio el destierro del fraude (pues este
costo por la vía lícita no da margen al fraude con un regular celo que se tenga),
y aumento en sumas crecidas de la exsacción de Reales derechos; tomará un
verdadero conocimiento de los vastos consumos de sus Américas que aún se
ignoran por el motibo del contravando, y conseguirá el fomento y aumento
rápido de las Fábricas Nacionales.
2º. Que S.M. ha de contribuir con todas las gracias posibles a veneficio de los
Fabricantes, a efecto de que puedan laborear sus manufacturas a la maior equidad
sin perjuicio de su fomento, para que puedan proporcionarse los precios
a la calidad y mérito de ellas con respecto a las Extrangeras, y se consiga en los
parajes de su consumo igual, o maior aprecio para su salida.
3º. Que el Sabio Ministerio procurará por todos los medios que tenga por combeniente,
inspirar la mayor emulación entre los Fabricantes, ofreciendo algún

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
premio o distintivo, a quien abentaje en cantidad de sus manufacturas, y otro
al que en calidad, y mérito de las suias, cuia decisión la harán las peticiones
de las Américas, de donde siempre distinguen en sus órdenes la Fábrica que
mejor las travaje.
4º. Que se han de imponer las más seberas penas al Fabricante que abuse de
estas venéficas disposiciones del Soberano, ya conduciendo Mercaderías fraudulentas
a su fábrica y marcándolas con su sello, o ya vendiendo éste a los
comerciantes para su uso; de que resulta un vicioso transtorno del comercio, y
los Fabricantes abandonan la aplicación a la labro de sus manufacturas, lisongeados
de la mayor utilidad que tal vez puede producirles el comercio ilícito,
al abrigo de su Fábrica, y de esto que el interés particular de uno o dos, sea la
causa de la ruyna de todos, e inutilización de los desvelos del Patriótico Ministerio:
sobre cuyo celo, se han de dar a la Junta propuestas las órdenes más
estrechas, pues no puede proporcionarse a los Fabricantes maior alibio para su
fomento, que el de la salida positiva de todas sus manufacturas a precios que
les remunere su aplicación y trabajo.
Anibelado según se desea y pretende el Sabio y Patriótico Ministerio, el buen
orden del comercio General Americano, y establecido este proyecto sobre las reglas
que ban propuestas, no tengo duda en que conseguirá todas las miras a que para las
mayores felicidades del Estado, y sus dichosos vassallos, dirije su atención y desvelos.
Se desterrará el fraude y sus fatales consecuencias proporcionando con maior
equidad a las Américas, las mercaderías de su consumo, y son causa del desorden y
tantos daños ha atraído a la Nación.
Se reunirá aquella gran parte viciosa del comercio que separada del verdadero y
perfecto gremio, ha extraído la médula del comercio Americano, por vías ocultas y
extrabiadas para otros Reynos, reunirá digo a su lexítimo cuerpo místico mercantil;
por cuio medio se aumentará este en tanto grado, que dará testimonio del desdén de
esta última desgraciada época.
Con esta perfecta unión, se vigorizará, aumentará y florecerá el comercio. Supercrecerán
en el mismo que los embíos de Mercaderías a América. Su giro será igual
en todos los comerciantes, ordenado, y dirigido por su recta vía, por cuio medio
afianzará la R. l Hacienda la recaudación de derechos de quanto se consuma en todas
las Américas, y su aumento será considerable.
Con este bello orden en el arreglo de todos los resortes de esta basta Máquina, revivirá
la buena fee que está amortiguada, y es la base fundamental del giro Mercantil,
y aún de la sociedad unibersal.
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241
Elena Cano Valderas.
Y por último se asegura sin causa de duda, el fomento y aumento rápido de las
Fábricas Nacionales, de modo que dentro de pocos años sean capaces de abastecer a
las Américas de las Mercaderías de su consumo, y que cese por consiguiente la necesidad
del auxilio de las Estrangeras.
Las ideas más bien consultadas con las reglas del acierto, suelen hallar obstáculos
en su redución a la práctica. Ésta (aunque no preveo, ni espero de buena fee) puede
encontrarse con alguno o algunos, pero no capaces de impedir su importante establecimiento
en la feliz era presente, en que nuestros Sabios Ministros respiran Patriotismo,
y celoso empeño en colmar de prosperidades a toda la Monarquía, y sabrán
vencer quales quiera dificultad que se toque.
El deseo del vien general de la Nación, me ha movido a esta tarea, que aunque
corta, es de mucha importancia al Estado. Sino logro la satisfacción de que obtenga
la aprovación del Sabio Ministerio, me quedo al menos, la de haberle dado este débil
testimonio del Patriotismo que anima a mi espíritu.
[Documento 2]
Exmo señor conde de Floridablanca
Exmo señor
Madrid y Henero 28 de 1788.
Fran. co Xavier de
Zuloaga
D. n Fran. co Xavier de Zuloaga del comercio de Cádiz y residente en esta Corte,
con la devida sumisión a V.E. expone: que es notorio a todo el Reyno el natural Patriotismo
con que V.E. está dedicado con incesantes desbelos a colmar de felicidades
a esta dichosa Nación, con el arreglo del comercio general Americano, fomento de
fábricas, y Agricultura, con otras ideas mui importantes al vien del Estado.
Estas miras tan propias del alto carácter de V.E. , han alentado al exponente a
que impulsado del deseo del vien general de la Nación, haya sentado el Proyecto
que acompaña, a efecto de que ya que el cielo ha proporcionado a ella esta feliz
época, se aprovechen los instantes para fundar y afianzar sobre las más firmes columnas
las reglas y establecimiento que perpetúen la prosperidad de este Reyno, y
la memoria de V.E.
Aunque la obra tiene poco mérito, la idea es de mucha importancia en su establecimiento,
a cuio logro.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Sup. ca rendidamente a V.E. se digne admitirla vajo su poderosa protección, para
que exsaminada con su superior sabia penetración, y hecho cargo de las ventajas que
proporciona a todo el Reyno en general y particular, logren los impulsos Patrióticos
de V.E. la satisfacción a que aspiran con su más pronto establecimiento, y el sup. te el
honor de ser partícipe en las beneficencias de V.E. cuia importante vida gue Dios m. s
a. s Madrid y Enero 28 de 1788.
242
Exmo señor
B. l. m. a V. E. su m. s rendido serv. or
Fran. co Xavier de Zuloaga
8.2.10. perjuicios que ocasionaba La compañía de Los cinco gremios de
madrid (s/f)
Fuente: AHN, Estado, Leg 3182, número 158
Brebe respuesta a la pregunta de quales son, y en qué consisten los perjuicios, que
a el Público, y Monarchia ocasionan en su giro, y gobierno la Compª de los cinco
Gremios mayores de Madrid, y las que de ella se deriban.
[…]
Para prueba de esta verdad tenemo dentro de Casa el exemplo: acuérdese V.m.
de quendo en el tiempo del S. or Rey d. n Fernando (que descansa en paz) se vendían
los Paños de S. n Fernando, y Guadalaxara a 52, y a 60 r. s , y los Gremios haviéndole
puesto a 60 y 70, porque los Directores son una clase de Prelados de la Compª quería
enriquecerse, pareciéndoles despreciable aquel lucro (respecto a el que están hechos
con toda tranquilidad de espíritu) no quisieron seguir en el Negocio.
[…]

243
Elena Cano Valderas.
8.2.11. discurso poLítico sobre agricuLtura, industria y comercio.
(1794-96)
Fuente: AHN, Leg 3208 2 , número 344
[Documento 1]
lo he leído al Rey en el Consejo
de Estado, parecen bien sus
ideas y podrá estenderlas pero
esto digaselé como encargo
mío estimando su confi anza y
deseos del mejor servicio.
Fho en 29 del mismo.
Ex. mo V. l Duque de la Alcudia
[Documento 2]
Exmo. S. or
Señor
El amor al bien público, y el más vivo interés por la
gloria personal de V.E. han dictado el adjunto Discurso
político, cuyo obgeto es acaso el más importante que
jamás se ha propuesto a nuestro Gobierno. Puede ver
que la Divina providencia haya reservado a V.E. la restauración
de la Monarquía por los medios sencillos y
naturales que se indican en este Papel. Entonces la Posteridad
tendría a V.E. por el primero de los Grandes
Héroes que nuestra Provincia ha dado a la Nación.
Con este motivo tengo la honra se presentan a V.E. mis
reverentes respetos, y ruego a Nuestro Señor Gue. Su
vida m.s a.s. Cadiz 48 de Marzo de 1794.
Excmo. Señor
Blm. o de V.E. su mas
Humilde rend do serv or y Paysano
Bernabé Portillo
Discurso Político sobre la Agricultura, la Yndustria y el Com o .
De todos los desaciertos, o errores políticos cometidos desde que empezó la decadencia
de la Monarquía en el Siglo 16, ninguno fue más funesto, ni pudo precipitar
tan rápidamente nuestra antigua opulencia, prosperidad, y poderío en el profundo
abismo de miseria, de aniquilación y de abatimiento en que se hallaba España a la
muerte de Carlos Segundo, como haverse prácticamente desentendido en el Sistema
político de aquellos tiempos, de que la Agricultura, la Yndustria, y el Comercio son
los únicos manantiales de la fuerza pública de los Estados, de las Rentas del Soberano,
y del bien estar de los Vasallos.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Bien conocido este principio desde la feliz exaltación de Felipe Quinto al trono,
se han hecho, no obstante las continúas Guerras, varias instituciones, y dictado algunas
Providencias económicas, a que debemos cierto aumento de Población, menos
gravamen en la recaudación de las Rentas Reales, la erección de varias fábricas, y el
adelantamiento de la navegación y del Comercio nacional, sé que casi enteramente
havíamos llegado a carecer.
Pero si consideramos los progresos que han hecho al mismo tiempo otras Naciones,
y si comparamos sus escasos recursos naturales con los inmensos que la Providencia
ha concedido a España, aún quando no tengamos presente la prosperidad
que gozábamos al empezar el Reynado de Carlos Quinto, es preciso confesar nuestro
lamentable grande atraso todavía, y enardecernos, por más tibio que sea nuestro
amor a la Patria, en los más vivos deseos de que se busque y promuevan los primeros
principios de la abundancia y riqueza pública; de que únicamente puede derivar el
aumento de fuerza que se necesita, y los medios de cubrir ampliamente, sin ocasionar
la debilidad, o ruina del Estado, los empeños a que obligan, y pueden quizás también
obligar en lo succesibo, las actuales desgraciadas circunstancias Políticas de la Europa.
La posesión de un terreno de más de veinte y cinco mil leguas quadradas el más
fértil y generalmente fecundo de toda Europa; los excelentes dotes de valor, ingenio,
generosidad, y Sumisión con que la Providencia se ha dignado caracterizar a sus
Havitantes; la basta adquisición de los más ricos y fértiles Dominios de la América
donde hacer un inmenso Comercio exclusivo; la facilidad de adquirir con el sobrante
de nuestros S n rutos preciosos lo que nos convenga tomar de otras Naciones: todo
enfin quando parece devía constituir a España la Nación más dichosa, y la más capaz
de esfuerzos extraordinarios para su defensa, o para su prosperidad, vemos que aún
no teniendo la mitad de la Población que corresponde a su territorio, necesita tomar
havitualmente del Extrangero crecidas porciones de Granos, que es la mayor e las
desgracias públicas: Vemos también que es imposible fomentar los Establecimientos
industriales, así por el abandono de la Agricultura, que es su Vasa, como por la
naturaleza, complicación, y desigualdad de las contribuciones. Por consiguiente el
Comercio activo ha de ser mui limitado careciendo de abundantes producciones de
la Naturaleza y de Arte; mucho más estando dirigido este Ramo por Reglamentos
que se han formado sin conocimiento de los principios de la Ciencia Económica.
De aquí resulta que las Rentas Reales aún no llegan a quarenta millones de pesos,
mientras que pasan de cien millones las de Inglaterra con infinitamente menos proporciones
naturales. Y como las imposiciones son gravosas o leves con relación a las
fuerzas de los Contribuyentes, desde luego se puede asegurar que es más soportable
y ligera la carga de los cien millones que paga la Inglaterra, que los quarenta con que
aún no contribuye España. El fomento que tan sabiamente concedió el Govierno
244

245
Elena Cano Valderas.
Ynglés a su Agricultura, aún a costa de grandes gastos del Erario, ha dado triplicado
valor al terreno, esto es, ha aumentado tres veces el primitivo Capital de la Nación, y
al mismo tiempo ha contribuido a los asombrosos progresos de sus fábricas, y de su
vastísimo Comercio: logrando de este conjunto de prosperidad un aumento de poder
y de Riqueza que ciertamente no imaginaron las Antiguos, y de cuya existencia, si se
llegase a perder, dudaría la Posteridad no viendo más que la extensión del territorio
y el Clima. Además conduce también mucho a hacer menos gravosa en Ynglaterra
la carga de los tributos el que buelven con presteza casi íntegramente a manos de los
Contribuyentes, y se reproducen; mientras que en España las nueve décimas partes
pasan al Extrangero a fecundizar sus Campos, y sus obradores.
Pero ¿qué medios deven adoptarse para que la Nación consiga el aumento de
Agricultura, de Yndustria, y de Comercio que corresponde a sus recursos naturales,
y por consecuencia lo tengan también las Rentas de la Corona para subvenir a las
cargas del Estado, y a los nuevos empeños que se halle en el caso de contraer?
Dedicado por más de veinte años con una predilección irresistible al Estudio
de la Ciencia Económica, y colocado alternativamente con ocupaciones análogas
en los parages donde pueden hacerse mayores progresos, como son las Provincias
internas, la Corte, y las Plazas de Comercio, he procurado con el auxilio de buenos
principios conocer las causas de nuestra decadencia, y las que detienen nuestro
restablecimiento: He examinado con la perspicacia que cabe en lo limitado de mi
talento, y proporciones, el estado de la Nación, y sus relaciones políticas y mercantiles
desde el descubrimiento de las Yndias con las demás Potencias; a cuyo fin he
aspirado a imponerme en la naturaleza de sus Gobiernos, en los principios que los
hacen obrar, y en sus medios y recursos: He escrito por puro patriotismo Memorias
Económicas casi sobre todos los ramos que más interesan la felicidad pública: He
hecho experiencias costosas, y especulaciones singulares; y por resultado de este
prolixo examen práctico de nuestros verdaderos intereses, he llegado a persuadirme
que el principal medio que deve adoptarse como raíz y fundamento de los que específicamente
conducen a conseguir el importantísimo fin propuesto, es organizar
más oportunamente La Administración Pública [sic] 301 . De otro modo ni se
pueden conocer con exactitud y claridad las verdaderas relaciones de las cosas, ni es
de esperar que dexen de malograrse por consecuencia, como ha sucedido hasta aquí,
las mejores ideas que se intente promover para el restablecimiento de la Monarquía
en su antigua opulencia y esplendor.
La oportuna organización que indico como principio fundamental, parece deve
ser tanto más plausible quanto no lastima en lo más mínimo la actual Constitución
del Estado; no altera sensiblemente la orden de los Negocios; y se execución, además
301 Conservamos la tipología original del documento, donde la letra aparece en mayor tamaño

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
de que será generalmente bien recivida, tiene la ventaja de poderse verificar prontamente,
y casi sin dispendio alguno del Erario.
Si el Zelo del bien público que me anima no me ha equibocado, me parece comprobarán
lo expuesto las reflexiones que voi a hacer, aunque a la verdad exigían por su naturaleza
e importancia mayor estensión de aquella a que me he propuesto reducir este
Papel; bien que si se considerase útil lo ampliaré con Notas, o por Memorias separadas.
Quando el Ministerio se dividió en ramos no se consideró que dependiendo en
cierto modo todos los negocios del Estado de la fortuna pública, nada podía ser más
importante, que la creación de una Secretaría para entender privativamente con la
energía necesaria y sin otra atención en los primeros principios de esta misma fortuna
pública, que son la Agricultura, la Yndustria, y el Comercio. Se creyó sin duda que
el Ministerio de Hacienda podría desempeñar accesoriamente estos obgetos por la
conexión que tienen con las Rentas de la Corona. Pero éste es un error tan demonstrado
ya por la experiencia, que pudieran omitirse las razones que lo comprueban.
La Economía pública exige para su acertada Dirección, Genio, Ciencia, y Talentos
supriores, sobre todo desde que la ignorancia ha multiplicado por espacio de
dos Siglos los errores, y con ellos multitud de obstáculos que no pueden destruirse
mientras no se conoscan en toda su extensión y se pongan en claro sus fatales trascendencias.
Pero supongamos que todo Ministro de Hacienda esté dotado de aquellas
circunstancias, y de mucha expedición; la urgente atención diaria al cobro y distribución
puede dexarle tiempo para dirigir los ramos accesorios, ni menos para meditar
y arreglar un Sistema de Economía, o por mejor decía, de aprovechamientos en los
diferentes ramos que esta abraza; Y es tanto más necesaria, quanto que si de antemano
no se prepara por este medio la proporción de cubrir los empeños extraordinarios,
se debilita, o se arruina la Nación, como sucedió en los dos Siglos anteriores.
También deve considerarse que no es sin fundamento la opinión de que por la total
influencia que hasta aquí han tenido los Rentistas en la parte legislativa los Ympuestos,
no se ha mejorado este ramo que es el que más contribuye a la felicidad pública. Ni
la educación, ni las ocupaciones de estos Empleados les pueden dar más aptitud que
para la simple recauación, y nos contentaremos con que por aquellos principios no se
haga esta incomparablemente más ruinosa que lo sería en sí misma y executada por
Personas de otra instrucción y carácter. A los Hombres de Estado y de conocimientos
prácticos, y son los únicos capaces de hacerlo, es a quien toca calcular los impuestos,
y examinando todas sus relacione sinternas, y externas poner en claro su utilidad, o
perjuicios para transmitar unos, suprimir otros, o crear algunos nuevos. Entretanto no
tendremos jamás un buen Reglamento de Aduanas: Obra cuya importancia no se puede
ponderar bastante por su grande influencia en la prosperidad de la Nación, pues ella
246

247
Elena Cano Valderas.
sola diminuiría muchas de las víctimas sacrificadas diariamente al Cotrabando, y daría
un fomento no pequeño a nuestra Agricultura, y a nuestra Yndustria.
Asi-mismo se cometió, quanto la división de los Ministerios la inadvertencia de
no reparar que nuestros Consejos, o tribunales Superiores, estando sólo constituidos,
o habiéndose reducido en la práctica por causas que no hai para qué averiguar aquí,
a sólo el conocimiento de los Pleytos, o negocios entre Partes, no pueden conocer
a fondo la Nación, y sus relaciones externas, ni tener luces ni datos suficientes para
transmitir al Govierno ideas esactas sobre los intereses públicos; ni tampoco pueden
por su misma Constitución obrar con la presteza y energía que necesitan los asuntos
Económicos, inutilizándose para el bien común algunos grandes talentos que nunca
faltan en los tribunales.
De aquí se ha seguido, que no pudiéndose comunicar rápida y constantemente
las luces, y la Autoridad, casi ningún bien ha producido la creación de Yntendentes,
cuyo objeto era fomentar en las Provincias la labranza, y la industria: que se malogró
el nunca bien ponderado proyecto de única Contribución, que aunque lleno de defectos
huviera sido ventajosísimo su Establecimiento, y ya se havrían corregido con
las luces económicas que se han adquirido desde entonces: Que aún está sin evacuar
al cabo de veinte y siete años el Expediente Consultivo sobre Ley Agraria pendiente
en el Consejo de Castilla, y promovido en virtud de Reales Órdenes comunicada en
1766 por el Ministerio de Hacienda: Que siendo de tanta importancia la legislación
de los Granos, se prohivió, y se permitió alternativamente su Comercio, sin discurrir
ni adoptar los medios positivos que realmente hai se salvan los inconvenientes, o perjuicios
de la libertad, y de la prohivición: Que aún carescamos vergonzosamente de
un código mercantil, u Ordenanza General de Comercio que resguarde los intereses,
y liberte de la infinidad de Pleytos y contextaciones que aora perjudican a los Comerciantes,
y al Comercio: Y finalmente que por el mismo principio de no poderse
comunicar en la Organización actual de la Administración Pública, ni las luces,
ni la Autoridad, no han sido tan útiles como deverían serlo las Sociedades Patrióticas,
ni se han promovido muchos Expedientes que hubieran mejorado parcialmente la
Labranza, la Yndustria, y el tráfico, particularmente los relativos a diminuir el gran
número de ociosos, y a contener que se saquen de los Pueblos las Riquezas, o caudales
necesarios a la reproducción de los bienes, como en el día sucede de varios modos.
Estas consideraciones; la evidencia de que las Causas políticas obran constantemente
por el mismo orden que las físicas; y el conocimiento de nuestros inmensos
recursos, me han sugerido la idea de que para aprovecharlos, y corregir los abusos que
los han hecho malograr hasta aquí, nada puede ser más a propósito que la creación
de una nueva Secretaría de Estado para la Agricultura, la Yndustria, y el Comercio,
auxiliada de un Consejo Supremo, organizando este tribunal, y aquella oficina según

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
el Plan que se dirá, y otro equivalente, para que puedan obrar con actividad y energía
combatiendo de firme contra el abandono y la pereza con que nos hemos connaturalizado
en las cosas más importantes a la Causa pública.
La Secretaría deverá componerse de tres Directores, y de nueve oficiales divididos
en los tres respectivos ramos. Este método es preferible sin comparación al que actualmente
se observara en las demás Secretarías de Estado.
El Consejo deverá formarse de un Presidente o Governador que será siempre el
Secretario de Estado del Departamento, y de doze Consejeros de Número, los tres
togados, y nueve de Capa y Espada, en esta forma dos Yntendentes; dos Secretarios
de Embajada, o Cónsules generales en Payses extrangeros: dos oficiales de Secretarías
de Estado que deverán después reemplazarse con los de la nueva: y tres de los verdaderos
Labradores de las Provincias, que más se hayan distinguido por sus conocimientos
y patriotismo. Quizás convendrá que estos tres sean temporales, así para que
se reemplacen con los de otras Provincias, como para excitar en todas la emulación
al estudio y a sobresalir en las Sociedades Económicas. También serán Ministros de
este consejo los Diputados de los Consulados, que puedan de sus fondos pagar los
sueldos, eligiéndolos S.M. por tiempo de cinco años entre tres Sugetos que proponga
cada Consulado. Asimismo serán Consejeros natos todos los Yntendentes para asistir
al Consejo quando de resultas de haver inspeccionado, y visitado sus Provincias, o de
encargos especiales del Ministerio, tengan que proponer idas útiles, o siempre que el
Rey les mande concurrir.
En este tribunal no deve haver fiscales. En los Pleytos que se apelen de los Consulados,
no se necesitan; y en los Expedientes consultivos todos los más de los Consejeros
pueden hacer de Fiscales, ya sea como Ponentes, o bien por Comisiones de dos, o
tres Ministros que elija el Consejo según la naturaleza e importancia de los asuntos.
De este modo la Parte promovitiva corresponderá a la parte Parte resolutiva, y por
consiguiente puede despacharse prontamente multitud de negocios, y con más luz e
instrucción. Quizá la perezosa lentitud de nuestros tribunales, y el tener que ocurrir
a informes, que sabe Dios cómo y quándo se evacúan, nace en mucha parte de la
necesidad en que se han puesto de no poder hacer nada sin los Fiscales.
El consejo tendrá su Secretaría con el número de oficiales que fueren necesarios,
y su Relatoría, y Escrivanía de Cámara para los Pleytos que se lleven en apelación de
los Consulados.
Todos los asuntos relativos a la Agricultura, a la Yndustria, y al Comercio, serán
despachados por la nueva Secretaría de Estado de este Departamento. Los Yntendentes,
y los Consulados ya establecidos, y los demás que deven establecerse así en
248

249
Elena Cano Valderas.
España, como en Yndias, estarán inmediatamente subordinados a este Ministerio.
Bajo su protección estarán también las Sociedades Económicas, y a él se dirigirán sus
Representaciones y Memorias.
El Consejo conocerá de los Pleytos que se apelen de los Consulados, a cuyo fin
tendrá una Sala que podrá llamarse de Justicia compuesta de tres a quatro Ministros.
Evacuará los informes que se pidan por el Ministerio, y promoverá todos los
Expedientes que crea oportunos, así para el fomento directo de la Agricultura, de las
fábricas, y del Comercio, como para destruir, o modificar los obstáculos que se opongan,
consultando a S.M. su dictamen sobre las Providencias que convenga expedir,
tanto por este Ministerio, como por qualquiera otro, a fin de que examinadas estas
Consultas en el Consejo de Estado, se den las Órdenes por la vía que corresponda,
sin ocasionar confusión ni transtorno en el método ordinario.
Resta aora tratar de los medios de plantear este Establecimiento con el menor
costo posible y concluir después con algunas reflexiones generales sobre sus ventajas.
Poco acostumbrados a calcular con exactitud y seguridad las utilidades de un
Establecimiento combinándolas con los gastos de erección y permanencia, nos suelen
éstos intimidar. De aquí nacen las repulsas a nuevos empeños por más ventajosa
que sea su perspectiva, y la necesidad de acomodarse en los Proyectos a salvar en lo
posible este inconveniente.
Dixe arriba que una de las ventajas que presentaba este Pensamiento, era la de poderse
executar casi sin dispendio del Erario. Veamos si lo persuaden así las reflexiones siguientes.
La Administración General de la Monarquía abraza precisamente en los diferentes
ramos en que hoy está dividida, el conocimiento, y Direcc. n de los asuntos
que se deven cometer al propuesto nuevo Departamento de Agricultura, Yndustria,
y Comercio. El objeto de este Discurso ha sido demonstrar, que no pueden hacer
progresos aquellos manantiales de la prosperidad pública, y de las Rentas Reales,
mientras que su Administración particular no se reúna en un Cuerpo, que desprendido
de toda otra atención, emplee las luces, y la autoridad en conocer y remover
los obstáculos, y que se dedique eficazmente a la elección y fomento de los medios
más oportunos. Verificada la reunión de las porciones de autoridad, digámoslo así,
que hoy se hallan repartidas en diferentes oficinas, y tribunales, vendrán a quedar sin
ocupación los Empleados en ellas, que se han ido aumentando a medida que se ha
sentido la necesidad de mayor número de Agentes para el despacho de los negocios.
Por consiguiente suprimiendo éstos mismos Empleados, o por mejor decir trasladándolos
baxo una forma más proporcionada y análoga al nuevo Departamento,
deduciremos que éste puede establecerse casi sin necesidad de gravar el Real Erario.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Se trata de costear un Secretario de Estado, tres Directores, nueve Oficiales con
Porteros y gastos pequeños de Oficina; doze Conejeros con su Secretaría, y demás
subalternos ordinarios.
Para ayuda a cubrir este costo pueden hacerse las reformas siguientes.
En la Secretaría de Hacienda de España tres Oficiales, y en la de Yndias el Director
del Comercio, y los quatro Oficiales que le están asignados. La Junta de Comercio
con todos sus Dependientes, que pueden servir para Subalternos del nuevo
Consejo. En el de Castilla las quatro Plazas que se aumentaron desde el año de 67.
Hasta aquella época sólo eran veinte y cinco los Consejeros, y de aquí adelante tendrá
menos que trabajar porque cesarán los Pleytos de Comercio, y los Expedientes consultivos
sobre Agricultura. Otros quatro Consejeros en el de Yndias por las mismas
razones, pues en 1766 sólo tenía este Consejo Catorce Ministros, diez y seis en 1776,
y después se han aumentado hasta veinte y tres. Otros quatro pueden igualmente
suprimirse en el Consejo de Hacienda, respecto a que muchos Expedientes sobre la
parte legislativa de los Ympuestos, se instruirán en el muevo Consejo por la relación
que tienen con la Agricultura, la Yndustria, y el Comercio.
Estos aorros desde luego manifiestan sin necesidad de cálculo, que sino alcanzan
a cubrir el costo de la nueva Ynstitución, faltará poco. En ello parece no debe repararse,
si se consideran las ventajas que esta misma Ynstitución proporcionará a la Real
Hacienda con una sola de las cien operaciones económicas que sin duda promoverá
luego que de intento se proceda a examinar y poner en claro las verdaderas causas
eficientes de la miseria pública.
La extrema, así puede llamarse, que padecen actualmente las Provincias Meridionales
con una carestía en todos los mantenimientos de primera necesidad que jamás
se ha conocido mayor, obliga a todo Hombre sensible a interesarse vivamente en que
se inquieran los medios de evitar en lo succesibo semejantes carácter y patriotismo,
que por su piedad, y literatura que estuvo el Otoño último en los principales Pueblos
de la Provincia de Sevilla, me escrivía “Mi carácter, y conocimientos me causan siempre
notables desazones. Las tuve grandísimas en Écija, Fuentes, Carmona, y Loza
viendo casi todos sus Vecinos reducidos unos a pedir limosna, y otros a trabajar por
tres reales secos, que es decir por un jornal que ni podía darles el Pan que necesitan
para el día. Y decía para mí ¿Quién ha desheredado a estos Hombres? ¿Qué Sociedad
es ésta en que un Hombre sin delito y trabajando se muere de hambre?”
Este triste espectáculo, y aún las mismas ocurrencias havía yo tenido en los Pueblos
del tránsito de Sevilla a Cádiz, en que a centenares, se me presentaban a pedir limosna
los Jornaleros abatidos y extenuados de necesidad, y miseria. Hasta entonces no me ha-
250

251
Elena Cano Valderas.
bían hecho impresión las reflexiones del célebre Linguet, quien discurriendo sobre que
el Género humano nada havía ganado con la supresión del Dominio feudal, demuestra
que es preferible la esclavitud personal a la Suerte del infeliz Jornalero; porque, como
él dice entre otras vehementes razones en que se apoya su opinión; quando no trabaja
¿a quién inquieta su suerte? ¿a quién cuesta algún suspiro quando llega a parecer de
languidez, o miseria? ¿Quién se interesa en estorbar su no existencia?
La falta absoluta de propiedad en los brazos dedicados al cultivo, confesémoslo
con tanto dolor como franqueza, es la primera causa eficiente de los males de que nos
lamentamos. La miseria del año nos ha descubierto más de bulto ciertas verdades, de
que ningún Hombre que ame la Patria puede desentenderse sin rubor. Si las tierras
no buelven a ser trabajadas por manos Proprietarias, tampoco bolvemos a nuestra
antigua prosperidad. La Agricultura es el plantel de todas las clases del Estado, y el
fundamento de su bien estar. Mientras el territorio de España estuvo cultivado en
pequeñas porciones por sus proprios Dueños, fue creciendo el poder, y prosperidad
de la Nación; a que devemos su reconquista sobre los Moros, la repoblación de las
Provincias que éstos ocupaban, y la opulencia y esplendor del Siglo de Fernando el
Católico, y Carlos Quinto.
Estas verdades, y la Conmoción que excitaba en mi Alma la actual miseria pública,
me inducían a escrivir dos Memorias.
1.ª Sobre los medios más suaves, asequibles, y menos costosos de ir convirtiendo
nuestros infelices Jornaderos en pequeños Proprietarios con la restitución de
las tierras (sin perjudicar propriedad alguna) a las Manos activas, de que para
desgracia universal las sacó la riqueza accidental procedente de las Conquistas,
el descuido, la opresión, y la miseria, aumentada también por otros errores
políticos, que se cometieron en los tiempos desgraciados en que parece no se
tenía idea alguna de los principios de la Economía política.
2.ª Sobre el Comercio de Granos, obviando a los inconvenientes de la libertad y de
la prohivición persuadido que esto influye también mucho en las extremadas alternativas
que suelen experimentarse de carestía tan funesta a la Nación, y de baratura
tan destruidora del Labrador, como que entonces sólo el come el Pan caro.
Pero al formar estas Memorias, considerando que si previamente no se mejoraba
el orden de la Administración Pública, tendrían la misma suerte que usar otras
ideas benéficas que se han propuesto, me ocurrió el pensamiento que he manifestado
de la necesidad de un nuevo Ministerio, o Departamento para la Agricultura, la Yndustria,
y el Comercio, que las rectificase, e hiciese executar.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
De la creación de este Ministerio, como único medio de poder conocer a fondo la
Nación con la pronta comunicación de las luces y de la autoridad, creo firmemente se
lograrán los imponderables bienes públicos que he indicado, y un aumetno asombroso
de las Rentas Reales sin debilitar las fuerzas Nacionales, porque será el resultado
del acrecentamiento de la riqueza pública.
En efecto, si a la luz de los buenos principios económicos que califica de infalibles
una demonstración geométrica, y nuestra antigua propria experiencia, y la de otras
Naciones, examinamos nuestras instituciones, y recorremos nuestras Provincias, reconoceremos
con evidencia las infinitas mejoras que pueden hacerse en todos ramos,
y hasta en el rincón más estéril, quando se dedique eficazmente a ello una Administración
bien constituida, compuesta de Hombres que no sean puramente Letrados,
sino que reúnan a las buenas teorías los conocimientos prácticos que las rectifican y
han demonstrables.
Entonces se pondrá en claro, que un moderado impuesto territorial bastará para
cubrir el producto actual de las gravosas Rentas que devían extinguirse con la Única
Contribución. Y como las mejoras darán sin duda doble valor al terreno, es un
verdadero equivalente a quitar a la Nación la carga de los tributos Provinciales que
hoy paga, ni más ni menos que si al que tiene ocho de Renta se le aumentan otros
ocho, aunque contribuya cinco, le quedan todavía tres más de los ocho que tenía
El aumento de producciones y consumos que será consiguiente a las mejoras que se
hagan, y al rápido movimiento de la circulación de los Bienes Reales e industriales,
extinguida la Alcabala y los Millones con sus imponderables travas y vexaciones,
hará subir las Rentas de Aduanas y Estancos en tres a quatro quinquenios a más
de veinte millones de pesos sobre su importe actual según un moderado cómputo,
comparativo a las Contribuciones de otros Payses en que reyna la abundancia.
Aquella suma que equibale a un Capital de seis cientos millones de pesos, haría más
respetable la Nación, y dará un crédito proporcionado al Ministerio para sostener
los empeños actuales y los que ocurran, o para acelerar la regeneración del Estado facilitando
sin nuevos gravámenes la navegación de los Ríos grandes, la Construcción
de Canales, Puentes, Calzadas, y otras útiles Obras públicas con que se aumenta la
Población y es más dichosa: Deviendo observar que los caudales que se invierten
en tan benéficos destinos, después de nutrir las clases más necesitadas y útiles del
Estado, por una especie de magia al parecer buelven íntegramente a las Caxas Reales
de donde salieron.
¿Qué amor, qué veneración, y qué gratitud no obtendría de una Nación tan leal
y generosa como la nuestra el Monarca que adoptase los principios de una felicidad
tan geométricamente demonstrable? La Posteridad más remota no pronunciaría sin
la mayor ternura el Augusto nombre de Carlos Quarto. Su Ministro predilecto parti-
252

253
Elena Cano Valderas.
ciparía de su gloria sin diminuirla, conservándose su memoria en los Siglos venideros
como la de un insigne Bienhechor de la Patria, mientras que quedarán en perpetuo
olvido otros que por ignorancia, pereza, o un mal entendido egoísmo, parece no han
participado de la Autoridad y del poder más que para astisfacer sus mesquinas miras
Personales.
[Documento 3]
Cádiz 18 de Marzo de 1794
Discurso Político sobre la Agricultura, la Yndustria y el Comercio (igual, pero con notas)
De todos los desaciertos, o errores políticos cometidos desde que empezó la decadencia
de la Monarquía en el Siglo 16, ninguno fue más funesto, ni pudo precipitar
tan rápidamente nuestra antigua opulencia, prosperidad, y poderío en el profundo
abismo de miseria, de aniquilación y de abatimiento en que se hallaba España a la
muerte de Carlos Segundo, como haverse prácticamente desentendido en el Sistema
político de aquellos tiempos, de que la Agricultura, la Yndustria, y el Comercio son
los únicos manantiales de la fuerza pública de los Estados, de las Rentas del Soberano,
y del bien estar de los Vasallos.
2. Bien conocido este principio desde la feliz exaltación de Felipe Quinto al trono,
se han hecho, no obstante las continúas Guerras, varias instituciones, y
dictado algunas Providencias económicas, a que debemos cierto aumento de
Población, menos gravamen en la recaudación de las Rentas Reales, la erección
de varias fábricas, y el adelantamiento de la navegación y del Comercio nacional,
sé que casi enteramente havíamos llegado a carecer.
3. Pero si consideramos los progresos que han hecho al mismo tiempo otras Naciones,
y si comparamos sus escasos recursos naturales con los inmensos que
la Providencia ha concedido a España, aún quando no tengamos presente la
prosperidad que gozábamos al empezar el Reynado de Carlos Quinto, es preciso
confesar nuestro lamentable grande atraso todavía, y enardecernos, por
más tibio que sea nuestro amor a la Patria, en los más vivos deseos de que se
busque y promuevan los primeros principios de la abundancia y riqueza pública;
de que únicamente puede derivar el aumento de fuerza que se necesita,
y los medios de cubrir ampliamente, sin ocasionar la debilidad, o ruina del
Estado, los empeños a que obligan, y pueden quizás también obligar en lo
succesibo, las actuales desgraciadas circunstancias Políticas de la Europa.
4. La posesión de un terreno de más de veinte y cinco mil leguas quadradas el
más fértil y generalmente fecundo de toda Europa; los excelentes dotes de

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
valor, ingenio, generosidad, y Sumisión con que la Providencia se ha dignado
caracterizar a sus Havitantes; la basta adquisición de los más ricos y fértiles
Dominios de la América donde hacer un inmenso Comercio exclusivo; la
facilidad de adquirir con el sobrante de nuestros S n rutos preciosos lo que nos
convenga tomar de otras Naciones: todo enfin quando parece devía constituir
a España la Nación más dichosa, y la más capaz de esfuerzos extraordinarios
para su defensa, o para su prosperidad, vemos que aún no teniendo la mitad
de la Población que corresponde a su territorio, necesita tomar havitualmente
del Extrangero crecidas porciones de Granos, que es la mayor e las desgracias
públicas: (Nota 1ª) Vemos también que es imposible fomentar los Establecimientos
industriales, así por el abandono de la Agricultura, que es su Vasa,
como por la naturaleza, complicación, y desigualdad de las contribuciones.
Por consiguiente el Comercio activo ha de ser mui limitado careciendo de
abundantes producciones de la Naturaleza y de Arte; mucho más estando
dirigido este Ramo por Reglamentos que se han formado sin conocimiento de
los principios de la Ciencia Económica.
5. De aquí resulta que las Rentas Reales aún no llegan a quarenta millones de pesos,
mientras que pasan de cien millones las de Inglaterra con infinitamente menos
proporciones naturales. Y como las imposiciones son gravosas o leves con relación
a las fuerzas de los Contribuyentes, desde luego se puede asegurar que es
más soportable y ligera la carga de los cien millones que paga la Inglaterra, que
los quarenta con que aún no contribuye España. El fomento que tan sabiamente
concedió el Govierno Ynglés a su Agricultura, aún a costa de grandes gastos del
Erario, ha dado triplicado valor al terreno (Nota 2ª), esto es, ha aumentado tres
veces el primitivo Capital de la Nación, y al mismo tiempo ha contribuido a los
asombrosos progresos de sus fábricas, y de su vastísimo Comercio: logrando de
este conjunto de prosperidad un aumento de poder y de Riqueza que ciertamente
no imaginaron las Antiguos, y de cuya existencia, si se llegase a perder, dudaría
la Posteridad no viendo más que la extensión del territorio y el Clima. Además
conduce también mucho a hacer menos gravosa en Ynglaterra la carga de los
tributos el que buelven con presteza casi íntegramente a manos de los Contribuyentes,
y se reproducen; mientras que en España las nueve décimas partes pasan
al Extrangero a fecundizar sus Campos, y sus obradores.
6. Pero ¿qué medios deven adoptarse para que la Nación consiga el aumento de Agricultura,
de Yndustria, y de Comercio que corresponde a sus recursos naturales,
y por consecuencia lo tengan también las Rentas de la Corona para subvenir a
las cargas del Estado, y a los nuevos empeños que se halle en el caso de contraer?
7. Dedicado por más de veinte años con una predilección irresistible al Estudio
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Elena Cano Valderas.
de la Ciencia Económica, y colocado alternativamente con ocupaciones análogas
en los parages donde pueden hacerse mayores progresos, como son las
Provincias internas, la Corte, y las Plazas de Comercio, he procurado con el
auxilio de buenos principios conocer las causas de nuestra decadencia, y las
que detienen nuestro restablecimiento: He examinado con la perspicacia que
cabe en lo limitado de mi talento, y proporciones, el estado de la Nación, y sus
relaciones políticas y mercantiles desde el descubrimiento de las Yndias con las
demás Potencias; a cuyo fin he aspirado a imponerme en la naturaleza de sus
Gobiernos, en los principios que los hacen obrar, y en sus medios y recursos:
He escrito por puro patriotismo Memorias Económicas casi sobre todos los
ramos que más interesan la felicidad pública: He hecho experiencias costosas,
y especulaciones singulares; y por resultado de este prolixo examen práctico
de nuestros verdaderos intereses, he llegado a persuadirme que el principal
medio que deve adoptarse como raíz y fundamento de los que específicamente
conducen a conseguir el importantísimo fin propuesto, es organizar más
oportunamente La Administración Pública. De otro modo ni se pueden
conocer con exactitud y claridad las verdaderas relaciones de las cosas, ni es de
esperar que dexen de malograrse por consecuencia, como ha sucedido hasta
aquí, las mejores ideas que se intente promover para el restablecimiento de la
Monarquía en su antigua opulencia y esplendor.
8. La oportuna organización que indico como principio fundamental, parece
deve ser tanto más plausible quanto no lastima en lo más mínimo la actual
Constitución del Estado; no altera sensiblemente la orden de los Negocios; y
se execución, además de que será generalmente bien recivida, tiene la ventaja
de poderse verificar prontamente, y casi sin dispendio alguno del Erario.
9. Si el Zelo del bien público que me anima no me ha equibocado, me parece
comprobarán lo expuesto las reflexiones que voi a hacer, aunque a la verdad
exigían por su naturaleza e importancia mayor estensión de aquella a que me
he propuesto reducir este Papel; bien que si se considerase útil lo ampliaré con
Notas, o por Memorias separadas.
10. Quando el Ministerio se dividió en ramos no se consideró que dependiendo
en cierto modo todos los negocios del Estado de la fortuna pública, nada
podía ser más importante, que la creación de una Secretaría para entender
privativamente con la energía necesaria y sin otra atención en los primeros
principios de esta misma fortuna pública, que son la Agricultura, la Yndustria,
y el Comercio. Se creyó sin duda que el Ministerio de Hacienda podría desempeñar
accesoriamente estos obgetos por la conexión que tienen con las Rentas
de la Corona. Pero éste es un error tan demonstrado ya por la experiencia, que

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
pudieran omitirse las razones que lo comprueban.
11. La Economía pública exige para su acertada Dirección, Genio, Ciencia, y
Talentos supriores, sobre todo desde que la ignorancia ha multiplicado por
espacio de dos Siglos los errores, y con ellos multitud de obstáculos que no
pueden destruirse mientras no se conoscan en toda su extensión y se pongan
en claro sus fatales trascendencias. Pero supongamos que todo Ministro de
Hacienda esté dotado de aquellas circunstancias, y de mucha expedición; la
urgente atención diaria al cobro y distribución puede dexarle tiempo para
dirigir los ramos accesorios, ni menos para meditar y arreglar un Sistema de
Economía, o por mejor decía, de aprovechamientos en los diferentes ramos
que esta abraza; Y es tanto más necesaria, quanto que si de antemano no se
prepara por este medio la proporción de cubrir los empeños extraordinarios,
se debilita, o se arruina la Nación, como sucedió en los dos Siglos anteriores.
12. También deve considerarse que no es sin fundamento la opinión de que por
la total influencia que hasta aquí han tenido los Rentistas en la parte legislativa
los Ympuestos, no se ha mejorado este ramo que es el que más contribuye a la
felicidad pública. Ni la educación, ni las ocupaciones de estos Empleados les
pueden dar más aptitud que para la simple recauación, y nos contentaremos
con que por aquellos principios no se haga esta incomparablemente más ruinosa
que lo sería en sí misma y executada por Personas de otra instrucción y
carácter. A los Hombres de Estado y de conocimientos prácticos, y son los únicos
capaces de hacerlo, es a quien toca calcular los impuestos, y examinando
todas sus relacione sinternas, y externas poner en claro su utilidad, o perjuicios
para transmitar unos, suprimir otros, o crear algunos nuevos. Entretanto no
tendremos jamás un buen Reglamento de Aduanas: Obra cuya importancia
no se puede ponderar bastante por su grande influencia en la prosperidad de
la Nación, pues ella sola diminuiría muchas de las víctimas sacrificadas diariamente
al Cotrabando, y daría un fomento no pequeño a nuestra Agricultura,
y a nuestra Yndustria (Nota 3ª).
13. Asi-mismo se cometió, quanto la división de los Ministerios la inadvertencia
de no reparar que nuestros Consejos, o tribunales Superiores, estando sólo
constituidos, o habiéndose reducido en la práctica por causas que no hai para
qué averiguar aquí, a sólo el conocimiento de los Pleytos, o negocios entre Partes,
no pueden conocer a fondo la Nación, y sus relaciones externas, ni tener
luces ni datos suficientes para transmitir al Govierno ideas esactas sobre los intereses
públicos; ni tampoco pueden por su misma Constitución obrar con la
presteza y energía que necesitan los asuntos Económicos, inutilizándose para
el bien común algunos grandes talentos que nunca faltan en los tribunales.
256

257
Elena Cano Valderas.
14. De aquí se ha seguido, que no pudiéndose comunicar rápida y constantemente
las luces, y la Autoridad, casi ningún bien ha producido la creación
de Yntendentes, cuyo objeto era fomentar en las Provincias la labranza, y la
industria: que se malogró el nunca bien ponderado proyecto de única Contribución,
que aunque lleno de defectos huviera sido ventajosísimo su Establecimiento,
y ya se havrían corregido con las luces económicas que se han adquirido
desde entonces: (Nota 4ª) Que aún está sin evacuar al cabo de veinte y
siete años el Expediente Consultivo sobre Ley Agraria pendiente en el Consejo
de Castilla, y promovido en virtud de Reales Órdenes comunicada en 1766
por el Ministerio de Hacienda: Que siendo de tanta importancia la legislación
de los Granos, se prohivió, y se permitió alternativamente su Comercio,
sin discurrir ni adoptar los medios positivos que realmente hai se salvan los
inconvenientes, o perjuicios de la libertad, y de la prohivición: Que aún carescamos
vergonzosamente de un código mercantil, u Ordenanza General de
Comercio que resguarde los intereses, y liberte de la infinidad de Pleytos y
contextaciones que aora perjudican a los Comerciantes, y al Comercio: (Nota
5ª) Y finalmente que por el mismo principio de no poderse comunicar en la
Organización actual de la Administración Pública, ni las luces, ni la Autoridad,
no han sido tan útiles como deverían serlo las Sociedades Patrióticas,
ni se han promovido muchos Expedientes que hubieran mejorado parcialmente
la Labranza, la Yndustria, y el tráfico, particularmente los relativos a
diminuir el gran número de ociosos, y a contener que se saquen de los Pueblos
las Riquezas, o caudales necesarios a la reproducción de los bienes, como en el
día sucede de varios modos. (Nota 6ª)
15. Estas consideraciones; la evidencia de que las Causas políticas obran constantemente
por el mismo orden que las físicas; y el conocimiento de nuestros inmensos
recursos, me han sugerido la idea de que para aprovecharlos, y corregir
los abusos que los han hecho malograr hasta aquí, nada puede ser más a propósito
que la creación de una nueva Secretaría de Estado para la Agricultura,
la Yndustria, y el Comercio, auxiliada de un Consejo Supremo, organizando
este tribunal, y aquella oficina según el Plan que se dirá, y otro equivalente,
para que puedan obrar con actividad y energía combatiendo de firme contra
el abandono y la pereza con que nos hemos connaturalizado en las cosas más
importantes a la Causa pública.
16. La Secretaría deverá componerse de tres Directores, y de nueve oficiales divididos
en los tres respectivos ramos. Este método es preferible sin comparación
al que actualmente se observara en las demás Secretarías de Estado.
17. El Consejo deverá formarse de un Presidente o Governador que será siempre
el Secretario de Estado del Departamento, y de doze Consejeros de Número,

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
los tres togados, y nueve de Capa y Espada, en esta forma dos Yntendentes;
dos Secretarios de Embajada, o Cónsules generales en Payses extrangeros: dos
oficiales de Secretarías de Estado que deverán después reemplazarse con los
de la nueva: y tres de los verdaderos Labradores de las Provincias, que más se
hayan distinguido por sus conocimientos y patriotismo. Quizás convendrá
que estos tres sean temporales, así para que se reemplacen con los de otras
Provincias, como para excitar en todas la emulación al estudio y a sobresalir
en las Sociedades Económicas. También serán Ministros de este consejo los
Diputados de los Consulados, que puedan de sus fondos pagar los sueldos,
eligiéndolos S.M. por tiempo de cinco años entre tres Sugetos que proponga
cada Consulado. Asimismo serán Consejeros natos todos los Yntendentes para
asistir al Consejo quando de resultas de haver inspeccionado, y visitado sus
Provincias, o de encargos especiales del Ministerio, tengan que proponer idas
útiles, o siempre que el Rey les mande concurrir.
18. En este tribunal no deve haver fiscales. En los Pleytos que se apelen de los
Consulados, no se necesitan; y en los Expedientes consultivos todos los más
de los Consejeros pueden hacer de Fiscales, ya sea como Ponentes, o bien por
Comisiones de dos, o tres Ministros que elija el Consejo según la naturaleza e
importancia de los asuntos. De este modo la Parte promovitiva corresponderá
a la parte Parte resolutiva, y por consiguiente puede despacharse prontamente
multitud de negocios, y con más luz e instrucción. Quizá la perezosa lentitud
de nuestros tribunales, y el tener que ocurrir a informes, que sabe Dios cómo y
quándo se evacúan, nace en mucha parte de la necesidad en que se han puesto
de no poder hacer nada sin los Fiscales.
19. El consejo tendrá su Secretaría con el número de oficiales que fueren necesarios,
y su Relatoría, y Escrivanía de Cámara para los Pleytos que se lleven en
apelación de los Consulados.
20. Todos los asuntos relativos a la Agricultura, a la Yndustria, y al Comercio,
serán despachados por la nueva Secretaría de Estado de este Departamento.
Los Yntendentes, y los Consulados ya establecidos, y los demás que deven
establecerse así en España, como en Yndias, estarán inmediatamente subordinados
a este Ministerio. Bajo su protección estarán también las Sociedades
Económicas, y a él se dirigirán sus Representaciones y Memorias.
21. El Consejo conocerá de los Pleytos que se apelen de los Consulados, a cuyo
fin tendrá una Sala que podrá llamarse de Justicia compuesta de tres a quatro
Ministros. Evacuará los informes que se pidan por el Ministerio, y promoverá
todos los Expedientes que crea oportunos, así para el fomento directo de la
258

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Elena Cano Valderas.
Agricultura, de las fábricas, y del Comercio, como para destruir, o modificar
los obstáculos que se opongan, consultando a S.M. su dictamen sobre las
Providencias que convenga expedir, tanto por este Ministerio, como por qualquiera
otro, a fin de que examinadas estas Consultas en el Consejo de Estado,
se den las Órdenes por la vía que corresponda, sin ocasionar confusión ni
transtorno en el método ordinario.
22. Resta aora tratar de los medios de plantear este Establecimiento con el menor costo
posible y concluir después con algunas reflexiones generales sobre sus ventajas.
23. Poco acostumbrados a calcular con exactitud y seguridad las utilidades de un
Establecimiento combinándolas con los gastos de erección y permanencia, nos
suelen éstos intimidar. De aquí nacen las repulsas a nuevos empeños por más
ventajosa que sea su perspectiva, y la necesidad de acomodarse en los Proyectos
a salvar en lo posible este inconveniente.
24. Dixe arriba que una de las ventajas que presentaba este Pensamiento, era la de
poderse executar casi sin dispendio del Erario. Veamos si lo persuaden así las
reflexiones siguientes.
25. La Administración General de la Monarquía abraza precisamente en los
diferentes ramos en que hoy está dividida, el conocimiento, y Direcc. n de los
asuntos que se deven cometer al propuesto nuevo Departamento de Agricultura,
Yndustria, y Comercio. El objeto de este Discurso ha sido demonstrar, que
no pueden hacer progresos aquellos manantiales de la prosperidad pública, y
de las Rentas Reales, mientras que su Administración particular no se reúna
en un Cuerpo, que desprendido de toda otra atención, emplee las luces, y la
autoridad en conocer y remover los obstáculos, y que se dedique eficazmente
a la elección y fomento de los medios más oportunos. Verificada la reunión de
las porciones de autoridad, digámoslo así, que hoy se hallan repartidas en diferentes
oficinas, y tribunales, vendrán a quedar sin ocupación los Empleados en
ellas, que se han ido aumentando a medida que se ha sentido la necesidad de
mayor número de Agentes para el despacho de los negocios. Por consiguiente
suprimiendo éstos mismos Empleados, o por mejor decir trasladándolos baxo
una forma más proporcionada y análoga al nuevo Departamento, deduciremos
que éste puede establecerse casi sin necesidad de gravar el Real Erario.
26. Se trata de costear un Secretario de Estado, tres Directores, nueve Oficiales
con Porteros y gastos pequeños de Oficina; doze Conejeros con su Secretaría,
y demás subalternos ordinarios.
27. Para ayuda a cubrir este costo pueden hacerse las reformas siguientes.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
28. En la Secretaría de Hacienda de España tres Oficiales, y en la de Yndias el
Director del Comercio, y los quatro Oficiales que le están asignados. La Junta
de Comercio con todos sus Dependientes, que pueden servir para Subalternos
del nuevo Consejo. En el de Castilla las quatro Plazas que se aumentaron desde
el año de 67. Hasta aquella época sólo eran veinte y cinco los Consejeros, y
de aquí adelante tendrá menos que trabajar porque cesarán los Pleytos de Comercio,
y los Expedientes consultivos sobre Agricultura. Otros quatro Consejeros
en el de Yndias por las mismas razones, pues en 1766 sólo tenía este
Consejo Catorce Ministros, diez y seis en 1776, y después se han aumentado
hasta veinte y tres. Otros quatro pueden igualmente suprimirse en el Consejo
de Hacienda, respecto a que muchos Expedientes sobre la parte legislativa de
los Ympuestos, se instruirán en el muevo Consejo por la relación que tienen
con la Agricultura, la Yndustria, y el Comercio.
29. Estos aorros desde luego manifiestan sin necesidad de cálculo, que sino alcanzan
a cubrir el costo de la nueva Ynstitución, faltará poco. En ello parece
no debe repararse, si se consideran las ventajas que esta misma Ynstitución
proporcionará a la Real Hacienda con una sola de las cien operaciones económicas
que sin duda promoverá luego que de intento se proceda a examinar y
poner en claro las verdaderas causas eficientes de la miseria pública.
30. La extrema, así puede llamarse, que padecen actualmente las Provincias Meridionales
con una carestía en todos los mantenimientos de primera necesidad
que jamás se ha conocido mayor, obliga a todo Hombre sensible a interesarse
vivamente en que se inquieran los medios de evitar en lo succesibo semejantes
carácter y patriotismo, que por su piedad, y literatura que estuvo el Otoño
último en los principales Pueblos de la Provincia de Sevilla, me escrivía “Mi
carácter, y conocimientos me causan siempre notables desazones. Las tuve
grandísimas en Écija, Fuentes, Carmona, y Loza viendo casi todos sus Vecinos
reducidos unos a pedir limosna, y otros a trabajar por tres reales secos, que es
decir por un jornal que ni podía darles el Pan que necesitan para el día. Y decía
para mí ¿Quién ha desheredado a estos Hombres? ¿Qué Sociedad es ésta en
que un Hombre sin delito y trabajando se muere de hambre?”
31. Este triste espectáculo, y aún las mismas ocurrencias havía yo tenido en los
Pueblos del tránsito de Sevilla a Cádiz, en que a centenares, se me presentaban
a pedir limosna los Jornaleros abatidos y extenuados de necesidad, y miseria.
Hasta entonces no me habían hecho impresión las reflexiones del célebre
Linguet, quien discurriendo sobre que el Género humano nada havía ganado
con la supresión del Dominio feudal, demuestra que es preferible la esclavitud
personal a la Suerte del infeliz Jornalero; porque, como él dice entre otras
260

261
Elena Cano Valderas.
vehementes razones en que se apoya su opinión; quando no trabaja ¿a quién
inquieta su suerte? ¿a quién cuesta algún suspiro quando llega a parecer de
languidez, o miseria? ¿Quién se interesa en estorbar su no existencia?
32. La falta absoluta de propiedad en los brazos dedicados al cultivo, confesémoslo
con tanto dolor como franqueza, es la primera causa eficiente de los males
de que nos lamentamos. La miseria del año nos ha descubierto más de bulto
ciertas verdades, de que ningún Hombre que ame la Patria puede desentenderse
sin rubor. Si las tierras no buelven a ser trabajadas por manos Proprietarias,
tampoco bolvemos a nuestra antigua prosperidad. La Agricultura es
el plantel de todas las clases del Estado, y el fundamento de su bien estar.
Mientras el territorio de España estuvo cultivado en pequeñas porciones por
sus proprios Dueños, fue creciendo el poder, y prosperidad de la Nación; a que
devemos su reconquista sobre los Moros, la repoblación de las Provincias que
éstos ocupaban, y la opulencia y esplendor del Siglo de Fernando el Católico,
y Carlos Quinto.
33. Estas verdades, y la Conmoción que excitaba en mi Alma la actual miseria
pública, me inducían a escrivir dos Memorias.
34. 1.ª Sobre los medios más suaves, asequibles, y menos costosos de ir convirtiendo
nuestros infelices Jornaderos en pequeños Proprietarios con la restitución de
las tierras (sin perjudicar propriedad alguna) a las Manos activas, de que para
desgracia universal las sacó la riqueza accidental procedente de las Conquistas,
el descuido, la opresión, y la miseria, aumentada también por otros errores políticos,
que se cometieron en los tiempos desgraciados en que parece no se tenía
idea alguna de los principios de la Economía política. (Nota 7ª)
35. 2.ª Sobre el Comercio de Granos, obviando a los inconvenientes de la libertad
y de la prohivición persuadido que esto influye también mucho en las
extremadas alternativas que suelen experimentarse de carestía tan funesta a la
Nación, y de baratura tan destruidora del Labrador, como que entonces sólo
el come el Pan caro. (Nota 8ª)
36. Pero al formar estas Memorias, considerando que si previamente no se mejoraba
el orden de la Administración Pública, tendrían la misma suerte que
usar otras ideas benéficas que se han propuesto, me ocurrió el pensamiento
que he manifestado de la necesidad de un nuevo Ministerio, o Departamento
para la Agricultura, la Yndustria, y el Comercio, que las rectificase, e hiciese
executar.
37. De la creación de este Ministerio, como único medio de poder conocer a fon-

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
do la Nación con la pronta comunicación de las luces y de la autoridad, creo
firmemente se lograrán los imponderables bienes públicos que he indicado, y
un aumetno asombroso de las Rentas Reales sin debilitar las fuerzas Nacionales,
porque será el resultado del acrecentamiento de la riqueza pública.
38. En efecto, si a la luz de los buenos principios económicos que califica de infalibles
una demonstración geométrica, y nuestra antigua propria experiencia,
y la de otras Naciones, examinamos nuestras instituciones, y recorremos nuestras
Provincias, reconoceremos con evidencia las infinitas mejoras que pueden
hacerse en todos ramos, y hasta en el rincón más estéril, quando se dedique
eficazmente a ello una Administración bien constituida, compuesta de Hombres
que no sean puramente Letrados, sino que reúnan a las buenas teorías los
conocimientos prácticos que las rectifican y han demonstrables.
39. Entonces se pondrá en claro, que un moderado impuesto territorial bastará
para cubrir el producto actual de las gravosas Rentas que devían extinguirse
con la Única Contribución. Y como las mejoras darán sin duda doble valor
al terreno, es un verdadero equivalente a quitar a la Nación la carga de los
tributos Provinciales que hoy paga, ni más ni menos que si al que tiene ocho
de Renta se le aumentan otros ocho, aunque contribuya cinco, le quedan todavía
tres más de los ocho que tenía El aumento de producciones y consumos
que será consiguiente a las mejoras que se hagan, y al rápido movimiento de
la circulación de los Bienes Reales e industriales, extinguida la Alcabala y los
Millones con sus imponderables travas y vexaciones, hará subir las Rentas de
Aduanas y Estancos en tres a quatro quinquenios a más de veinte millones de
pesos sobre su importe actual según un moderado cómputo, comparativo a las
Contribuciones de otros Payses en que reyna la abundancia. Aquella suma que
equibale a un Capital de seis cientos millones de pesos, haría más respetable la
Nación, y dará un crédito proporcionado al Ministerio (Nota 9ª) para sostener
los empeños actuales y los que ocurran, o para acelerar la regeneración del
Estado facilitando sin nuevos gravámenes la navegación de los Ríos grandes,
la Construcción de Canales, Puentes, Calzadas, y otras útiles Obras públicas
con que se aumenta la Población y es más dichosa: Deviendo observar que
los caudales que se invierten en tan benéficos destinos, después de nutrir las
clases más necesitadas y útiles del Estado, por una especie de magia al parecer
buelven íntegramente a las Caxas Reales de donde salieron.
40. ¿Qué amor, qué veneración, y qué gratitud no obtendría de una Nación tan
leal y generosa como la nuestra el Monarca que adoptase los principios de
una felicidad tan geométricamente demonstrable? La Posteridad más remota
no pronunciaría sin la mayor ternura el Augusto nombre de Carlos Quarto.
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263
Elena Cano Valderas.
Su Ministro predilecto participaría de su gloria sin diminuirla, conservándose
su memoria en los Siglos venideros como la de un insigne Bienhechor de la
Patria, mientras que quedarán en perpetuo olvido otros que por ignorancia,
pereza, o un mal entendido egoísmo, parece no han participado de la Autoridad
y del poder más que para astisfacer sus mesquinas miras Personales.
[Documento 4]
Cádiz 18 de Marzo de 1794
Suplemento al Discurso sobre la Agricultura, la Industria, y el Comercio.
Acompaña copia del mismo Discurso con las llamadas al Suplemento.
Exmo. S. or
Señor
La apreciabilísima Carta de V.E. en que se digno decirme le havía parecido bien
mi Discurso sobre Agricultura, Yndustria, y Comercio con otras expresiones hijas
de su gran bondad y de su amabilísimo carácter, ha excitado infinito los afectos que
me movieron a escrivir este Papel. Lo ampliaré como V.E. me previene; y Yo mismo
tendré la honra de presentar el Suplemento a V.E. en el mes próximo, por si ocurriesen
dudas que satisfacen, datos que aclarar, o hacer algunas nuevas reflexiones. Estoy
encargado de la Dirección de una de las principales Compañías de Seguros de esta
Plaza, y de otras Comisiones; pero trabajaré en este intervalo para dexarlas en estado
de poderme ausentar por unos meses.
Repito a V.E. mis reverentes respetos, mi amor a su Persona, y mis vivos deseos
de que Nro Señor guarde su preciosa vida muchos años. Cádiz 11 de Abril de 1794.
Exmo. S. or Duque de la Alcudia.
[Documento 5]
Exmo Señor
Blm. o de V.E.
Bernabé Portillo
Suplemento por Notas al Discurso sobre la Agricultura, la Yndustria y el Comercio
$ 4
La necesidad en que estamos constituidos de tomar havitualmente del Extrangero
crecidas porciones de Granos es la mayor de las desgracias públicas.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Nota 1ª.
Si tuviésemos una razón exacta del trigo Extrangero introducido en España de
treinta años a esta parte, nos admiraríamos de que aún hubiese dinero efectivo que
circulase en el Reyno. Desde el año de 85 al de 90, los Cargamentos que se recivieron
por Cádiz importaron quinze millones de pesos. Si se agrega a esta Cantidad el
valor de los que entraron por otros Puertos, y si se estiende a un periodo más largo ¿a
quánto no ascenderá el total? Esta gran Cantidad de dinero arrancada por necesidad
urgente e irresistible a la circulación más necesaria y precisa, constituye al Pueblo en
la mayor miseria que en parte lo inutiliza; es trascendental después a las demás clases,
y priva a la Real Hacienda de aquel aumento natural que deven tener las Rentas en
razón de la mayor porción de signos que circulen en el Estado.
La mayor parte de lo que hemos adelantado con los progresos de nuestra Yndustria,
de la navegación, y del cultivo de Frutos en América, lo hemos sacrificado y
sacrificamos infelizmente a la dependencia en que nos hemos puesto del Extranjero
por la continuada necesidad de comprar sus Granos. Quando cese ésta con el fomento
de la Agricultura, y nos hallemos en el caso de proveer de Harinas a las Yslas de
Barlovento, y a la Provincia de Caracas, entonces, además de que cesarán las frecuentes
carestías que aflixen y desolan los Pueblos, podrán ver rápidos nuestros progresos
en todos los ramos de la felicidad pública, pues se conservará el numerario que se
necesita para su nuevo fomento, y hasta las Aldeas participarán de las ventajas del
Comercio de Yndias, que es con el que la Nación puede obtener más prontamente,
quando se sepa dirigir con buenos principios, los medios de realizar su restablecimiento
afianzando su independencia, y su seguridad.
$ 5
El fomento que concedió el Govierno Ynglés a la Agricultura aún a costa de grandes
gastos del Erario ha dado triplicado valor al terreno &ª
Nota 2ª
Viendo el Govierno Ynglés que el peso de las Contribuciones recaía directa o
indirectamente sobre el terreno, y que aumentando su valor por medio del cultivo se
acrecentarían en proporción las Rentas de la Corona, o se aliviaría al pueblo con la
misma graduación lo gravoso de los Ympuestos, se valió para conseguir tan importante
fin de un medio eficaz aunque con visos de violento por lo costoso. Concedió
pues en 1689 la extracción de los Granos en Buques Nacionales la famosa gratificación
de Cinco Sueldos esterlines por cada Quarter de trigo siempre que su precio
corriente no excediese de dos libras y ocho Sueldos esterlines; por cada Quarter de
Centeno tres sueldos seis dineros no excediendo el precio de una libra y doze sueldos;
264

265
Elena Cano Valderas.
por cada Quartes de Cevada dos Sueldos seis dineros quando el precio no pasase de
una libra y quatro sueldos, y avaluado el Quarter por cinco fanegas y quatro celemines,
y el peso de 128 quartos por 40 dineros esterlines, corresponde de gratificación a
cada fanega de trigo quatro reales, ocho maravedís; a la de centeno dos reales, treinta
y dos maravedís; y a la de Cevada dos, y quatro.
En los cinco años desde 1746 al de 50 inclusive se extrageron de Ynglaterra cinco
millones nueve cientos seis mil quarteres de trigo que hacen treinta y un millones
quatro cientas sesenta y ocho mil seis cientas sesenta y seis fanegas, que a veinte y
quatro reales de vellón fanega, importan más de cincuenta millones de pesos.
Este nuevo producto de diez millones de pesos anuales corresponde a un Capital de
trescientos millones de pesos, en que aumentó el Govierno Ynglés el valor del terreno.
Ello parece increíble pero nada es más cierto, como lo es igualmente que éste ha sido el
primer principio del crédito y prosperidad a que ha llegado la Gran Bretaña.
Si contraemos estas mismas reflexiones a nuestra España sacaremos iguales consecuencias.
Supongamos que adoptando el Proyecto propuesto en el Discurso se logre
por las Providencias que de resultas se tomen fomentar la Agricultura en términos siquiera
de no necesitar trigo Extrangero ni para el consumo del Reyno, ni para proveer
de Harinas las Colonias; y supongamos también que aora sólo cuesten ambos obgetos
un año con otro cinco millones de pesos ¿no es evidente que este aorro producirá un
aumento de valor a nuestro territorio de más de ciento y cinquenta millones de pesos?
¿Y no será también evidente que circulando en el Reyno esta misma Cantidad que
dexe de extraerse, entrará toda ella íntegramente en las Caxas Reales por los diversos
Canales del Fisco, sin perjuicio de convertirse en progresivo Capital por la continua
acción y reacción que existe entre los intereses públicos y del Soberano?
Estas verdades consideradas con la atención que merecen empeñarán a destruir
los obstáculos que impiden el fomento de la Agricultura, que son mayores y más fáciles
de quitar de lo que aparece a primera vista, y los quales ha respetado hasta aquí
nuestra ignorancia para cubrir nuestra abominable indolencia causando un mal real
y positivo aún a los mismos que se intenta favorecer con los abusos.
Nosotros con mejor terreno que los Yngleses, y con la proporción de consumir en
el Reyno y en las Colonias quanto produscan nuevamente nuestras tierras incultas y
mal cultivadas por la infeliz constitución de nuestra Agricultura, no necesitamos que
el Real Erario expenda en gratificaciones las sumas inmensas que ha gastado la Ynglaterra.
La Creación del nuevo Departamento de Agricultura, Yndustria, y Comercio
facilitará la comunicación de las luces, y la execución de las idas más importantes,
particularmente los pensamientos que se indicarán en las Notas 7ª y 8ª.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
$ 12
Yncapacidad de los Rentistas para entender en la parte legislativa de los Ympuestos.
A los hombres de Estado, y de conocimientos prácticos es a quien toca calcular
los………… Entre tanto no tendremos jamás un buen Reglamento de Aduanas:
Obra cuya importancia no se puede ponderar bastante por su grande influencia en la
diminución del Contrabando, y en el fomento de la Agricultura, y de la Yndustria.
Nota 3ª
Las Naciones como los Yndividuos que las componen se dexan arrastrar en casi
todas sus operaciones más por las brillantes superfluidades que por los verdaderos
intereses. No hai Pays en que el estudio de las cosas menos necesarias y aún de las
frívolas no hay sido en ciertos tiempos protegido, auxiliado y favorecido con preferencia
al de los conocimientos más útiles a la Sociedad y a los Particulares. Este
razonamiento aunque aplicable a casi todos los desaciertos políticos que se cometen,
a ninguno adapta tanto como a la indiferencia con que se ha mirado entre nosotros
la adquisición de los principios científicos que se necesitan para formar la importante
obra de un buen Reglamento de Aduanas.
En los tiempos bárbaros no se miraban las Aduanas bajo otro aspecto que el de
un recurso, o Arbitrio para el Erario de los Reyes, o Señores territoriales. Por consecuencia
quanto entraba o salía de Reyno a Reyno, de Provincia a Provincia, y aún de
Ciudad a Ciudad pagaba indistintamente un determinado tributo sin miramiento
alguno a la utilidad, o perjuicios que se seguirían al Estado de la extracción, o introducción
de los Géneros. Pero desde que el Comercio empezó a considerarse como la
Ciencia Política de las Naciones se fue modificando aquel fatal sistema, que continuado
huviera mantenido la Europa en una Situación semejante a la que hoy tiene
el África. A los progresos del Comercio y a las luces adquiridas con él se deve pues la
mejora que ha tenido este ramo de la Administración pública en todos los Estados.
La constante experiencia de la gran prosperidad y poder a que por el Comercio
han llegado algunas Naciones que hace dos Siglos hacían poco papel en el teatro Político,
ha excitado en todas partes la aplicación a este Estudio, y por él se ha conseguido
poner en claro los verdaderos principios de los Reglamentos de Aduanas; y de que
procuraré dar aquí una idea con el mejor orden que pueda, para que juzguemos después
con propriedad contrayendo estos principios a la práctica de nuestras Aduanas.
Como la riqueza, el poder, y toda la felicidad, digámoslo así, de las Naciones se
funda únicamente en multiplicar a lo más posible la ocupación de las Gentes en el
cultivo de la tierra, y en la labor de las primeras materias, de aquí se sigue la necesidad
o conveniencia de abolir toda barrera que impida o recargue la libre y franca comu-
266

267
Elena Cano Valderas.
nicación entre las Provincias sugetas a un mismo Soberano, y governadas por unas
mismas Leyes, para que recíprocamente se auxilien según los fines de toda Sociedad,
facilitando el consumo, y por consecuencia la reproducción de los Frutos y Géneros
que cada distrito tenga más proporción natural o accidental de producir y fabricar.
De este primer principio deriva que las Aduanas deber ser sólo los Baluartes destinados
a contrarrestar la Yndustria Extrangera y proteger la propria; y por tanto el más
grande y funesto error en que puede caer un Ministro es el de calcular la importancia
de las Aduanas únicamente por los intereses, o aumentos que traen a la Real Hacienda.
Por consecuencia quando se trate de conseguir aquellos fines arreglando las Aduanas
según su verdadero destino, deven entrar libres las primeras materias de que no haya
abundancia. Deven gozar de la misma franquicia en su salida los Frutos y Efectos que
en los Mercados Extrangeros tengan que soportar la conurrencia de los de otros Payses;
y no hai derecho por grande que sea que no deva establecerse para los Géneros Extrangeros
manufacturados, estando demonstrado que por más productos que éstos rindan
al Erario, nunca puede equivaler a lo que perciviría por otras contribuciones si se cultivasen
o fabricasen dentro del Reyno además de que aumentando la Población útil y
las riquezas, crece en proporción la potencia del Estado para su defensa, y su seguridad.
Pero como el Contrabando es un gran mal público así porque frustra el obgeto de
las Aduanas, como por los Hombres que hace perder al Estado en los Delinquentes
que forma, es de necesidad absoluta proceder en la formación de Aranceles con la
atención de evitar la desproporción del riesgo con el beneficio del Contrabando.
Para fixar esta desproporción es menester conocer con exactitud las relaciones de los
Géneros, esto es, volumen, valor, y necesidad, y saber aplicar a cada Mercancía con
este conocimiento los derechos e deva contribuir.
Estos principios y conocimientos, y el arte de simplificar a lo sumo la cuenta y
razón para reducir a lo menos posible las vejaciones y molestias del Comercio es lo
que propriamente forma la ciencia de la Legislación de Aduanas, y de su Dirección.
Pero en España donde la verdades importantes en materias de Gobierno Económico
se introducen con más dificultad y lentitud que si hubiesen de filtrar por la
cordillera del Perú, apenas se han conocido aquellos principios, y más por imitación
que por convencimiento se han hecho en los últimos tiempos algunas inovaciones en
el antiguo sistema de Aduanas.
Es verdad que se han quitado las que havía antiguamente entre los Reynos de
Castilla y Aragón, y de Provincia a Provincia; pero como si el fomento de la navegación
fuese perjudicial al Estado, y mui útil el aumento de las Bestias de Carga, se han
dexado subsistir los derechos de Puerto a Puerto frustrando los beneficios de la Naturaleza
en las más fácil y equitativa comunicación por agua; de forma que el Aceyte

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
no puede remitirse de Sevilla a Cádiz en Barcos aunque el parte sería sólo de medio
real en arroba, porque los derechos por Mar suben más que la condución por tierra.
De esta perjudicial contribución de Puerto a Puerto se han ido exceptuando por
Providencias particulares los Granos, los Aguardientes, y algunos Géneros manufacturados.
Aún han sido quizás más importantes las franquicias y moderaciones
concedidas al comercio de Yndias por el Reglamento de 12 de Octubre de 1778, y
ampliadas por posteriores Decretos. Pero ¿quánto dista todavía esto para conformarse
con los principios seguros e inmutables que se han referido de la legislación de
Aduanas? ¿Quándo aprenderemos a calcular las relaciones de los Ympuestos, y su influencia
respectiva en la prosperidad o miseria del Estado en su poder, y abatimeinto?
¿Quándo sabremos el perjuicio que causa en la masa general de las Contribuciones,
esto es a la Real Hacienda misma, un determinado, y a veces mesquino derecho? Y
finalmente ¿quándo se simplificará el método complicadísimo que aora se obserba en
el despacho, particularmente en Cádiz, donde se han sugetado a las misma vejaciones
y formalidades nuestros Frutos, y los Géneros de nuestras Fábricas que los que vienen
de fuera en Buques Extrangeros? Quando las luces y la Autoridad puedan comunicarse
como se ha expuesto en el Discurso, y por los medios que en él se indica.
$ 14
Que se malogró el nunca bien ponderado Proyecto de única Contribución, que
aunque lleno de defectos huviera sido ventajosísimo su establecimiento y ya se havrían
corregido con las mayores luces económicas que se han adquirido desde entonces.
Nota 4ª
Si consideramos nuestras Rentas Provinciales en todas sus relaciones con el bien
del Estado en general, y con la misma Real Hacienda en particular, es menester
confesar ingenuamente que no pudiera jamás acaecer mayor desgracia a una Sociedad,
que admitir semejante método de contribuciones. Lejos de poder restablecerse
con él una Monarquía abatida y aniquilada por el conjunto de otras muchas causas,
aún la Nación a quien la Naturaleza y el mejor Govierno huvieran elevado a toda la
prosperidad posible, se vería en pocos años reducida a miseria por un efecto natural y
preciso de las Alcabalas, Cientos, y Millones. Estas contribuciones destruyen en flor
los Frutos, y por consecuencia son incompatible con el fomento de la Agricultura,
de la Yndustria, y del Comercio. A las varias modificaciones que han tenido en su
práctica es a lo que únicamente deseamos el no estar arruinados enteramente.
La Alcabala, y los mismo los Cientos, pues uno y otro derecho se exigen sobre las
ventas, es el impuesto más antipolítico, o antisocial que hasta aora se ha establecido
en ningún Pays. Se opone directamente a la circulación de los bienes contrarres-
268

269
Elena Cano Valderas.
tándola con la contribución cada vez que éstos mudan de Dominio; y no puede
mejorarse ni reproducirse sin la circulación. Los Millones, que es otro derecho sobre
los consumos de las especies más necesarias después del Pan, acavan de gravar las
subsistencias en términos que por la carestía de los Jornaleros que es consiguiente,
los Frutos de la tierra y de la Yndustria salen tan caros que n pueden concurrir en
los Mercados de Europa con los de otros Payses, donde una Administración más
calculadora ha adoptado diferente sistema de Contribuciones, y en varios artículos
ni aún en España mismo se puede impedir el Contrabando. La Alcabala, Cientos, y
Millones son enfin las Contribuciones más perjudiciales, no sólo por su naturaleza
como queda dicho, sino también por su complicación, y desigualdad. Si huvieran
de administrarse según su institución primitiva, exigirían multitud de Legiones de
Empleados que absorverían la mitad del producto sin entrar en cuenta ni las infinitas
molestias y vexaciones que causan, ni los inevitables Contrabando a que dan margen.
¿Pues qué diremos de su increíble desigualdad? Se libertan ya en el todo, ya en parte
los que tendrían mayor interés en pagar las Contribuciones por entero para que el
peso de ella no recayese, como efectivamente recae, sobre los trabajadores que son los
instrumentos, digámoslo así, de la riqueza; pues sus afanes y sudor es lo que da valor
a las tierras, fomenta la Yndustria, y alimenta el Comercio.
Sin las reducciones de estos derechos que por necesidad se han concedido para
no aniquilar la Contribución misma, y principalmente sin los encabezamientos de
los Pueblos que por un tanto se han redimido de las vejaciones de la Administración
Fiscal, y de los perjuicios esenciales de aquellos derechos sostituyendo un repartimiento
entre los Vecinos, quizá estaríamos como a principio del Siglo, y se huvieran
malogrado en el todo los deseos y conatos del Govierno, y las disposiciones que por
otros lados se han dado para fomentar la felicidad pública.
Algunas de estas consideraciones aunque sin los principios elementales que deven
servir de guía en la Administración de la Real Hacienda porque entonces no se conocían,
movieron a pensar el año de 49 en el Establecimiento de la Única Contribución
por equivalente a la Alcabala, Cientos, Millones, y otras pequeñas Rentas así mismo
gravosas. Se hicieron gastos inmensos en averiguaciones que para nada se necesitaban,
y nunca podían verificarse con la exactitud que se creyó; y por fin después de un
increíble trabajo y de repetidos exámenes por Juntas de Personas mui condecoradas,
pero por lo visto poco versadas en los Conocimientos Económciso, sin los quales se
procede siempre a tientas, o empíricamente; se expidieron los dos célebres Decretos
de 4 de Julio de 1770, y Real Ynstrucción que a ellos acompaña, instituyendo la
Única Contribución.
Pero con admiración y sentimiento del Pueblo, y de la Parte más racional de la
Nación, después de formada la Sala de Única Contribución para realizar su Estable-

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
cimiento, y entender en sus incidencias, se quedó sin verificar; y las disposiciones
dadas en el Ministerio del Señor Conde de Lerena rehabilitando en cierto modo el
rigorismo de la Alcabala, Cientos, y Millones han alejado con imponderable desconsuelo
público la esperanza de que cesen estos perjudiciales derechos con el suspirado
Establecimiento de la Única Contribución.
Este Reglamento huviera sin duda quitado los perjuicios esenciales de las Rentas
Provinciales, y aorrado muchos Empleados, que es otra gran ventaja para el Estado;
pero aún era demasiado complicado por su división para el repartimiento en los tres
Ramos de Real, Yndustria, y Comercio, que tanto margen da a la arbitrariedad, y aún
al fraude. Favoreciendo equivocadamente a los Proprietarios, cargaba demasiado la
Yndustria y el Comercio, cuyos alivios y franquicias aumentando la masa general de
las riquezas, dan mayor valor a las Fincas; y como sobre ellas recae siempre directa, o
indirectamente el Ympuesto, es un gran bien, quando éste no es excesivo, simplificar
la exacción fixándola sobre un solo obgeto. ¿No sería, por exemplo, preferible cargar
cien reales de contribución sobre una suerte de tierras, que dividir éstos mismos cien
reales entre la suerte, el Labrador, los Bueyes, y el Arado quando todo a de salir del
valor de los Frutos? Esto es lo que Yo creo se huviera remediado, o estaría ya para
remediarse, si se hubiese establecido la Única Contribución el año de 70.
Bajo de estos principios hice Yo en 79 un Plan de Catastro sencillísimo y fácil de
executar, que regalé a d. n Alexandro Pico de la Mirandola y al Secretario de la Única
Contribución d. n Pedro Núñez de Amezaga. Lo aplaudieron mucho, pero de nada
sirvió. No queremos creer que los más interesados en los progresos de la Yndustria,
de la navegación, del comercio son los Dueños de las tierras y de las Casas, porque
en razón de la prosperidad pública aumentan sus capitales. Una legua de terreno en
ciertos parages de América no vale ni mil pesos: En España vale de veinte y cinco mil
o doscientos mil, y en Flandes, y en Ynglaterra, el doble.
Convencido de esto, después de hablar de las infinitas mejoras que pueden hacerse
quando se dedique eficazmente a ello el Govierno, dixe en el párrafo 39 del Discurso
“Entonces se pondrá en claro que un moderado Ympuesto territorial bastará
para cubrir el producto actual de las gravosas Rentas que devían extinguirse con la
Única Contribución. Y como las mejoras darán sin duda doble valor al terreno es un
verdadero equivalente a quitar a la Nación la Carga de los tributos Provinciales que
hoy paga ni más ni menos que si al que tiene ocho de Renta se le aumentan otros
ocho, aunque contribuya cinco, le quedan todavía tres más de los ocho que tenía.
$ 14
Que aún carescamos vergonzosamente de un Código mercantil, u Ordenanza
general de Comercio que resguarde los Yntereses, y liberte de la infinidad de Pleytos
270

y contextaciones que ahora perjudican a los Comerciantes, y al Comercio.
Nota 5ª
271
Elena Cano Valderas.
Una de las más útiles Ynstituciones que se han formado en España ha sido la
de los antiguos Consulados de Comercio, la qual se ha mejorado modernamente
estendiendo su conocimiento a las Fábricas y a la Agricultura con motivo de los que
se han creado nuevamente en varias Provincias por la ampliación del Comercio libre
a Yndias según el Reglamento de 12 de Octubre de 1778. Nadie ignora Quanto
arruinan los dilatados trámites de los juicios ordinarios a los Comerciantes, Fabricantes,
y Labradores, cuyo tiempo es tan precioso para el bien del Estado, y para el
suyo personal que casi siempre se encontrará más ventaja en perder los Pleytos por
el riguroso método consular La verdad sabida, y buena fee guardada, que ganarlos
por el orden contencioso que se sigue en los Juzgados Ordinarios. Pero ni aquella
importante institución se ha realizado enteramente en la práctica, ni los Ynteresados,
ni los Jueces han tenido una pauta para calificar la Justicia, o sinrazón de sus acciones
litigiosas por no haverse formado todavía un Código, u Ordenanza general de Comercio
que establezca salidamente, y sin competencias la Jurisdicción Consular, y en
que todos tengan a la vista para firmeza y seguridad de sus Contratos las Leyes que
los sugetan y defiendes, y que al mismo tiempo precaban las quiebras fraudulentas, y
sean garantes de la buena fee y confianza que el Nacional y el Extrangero depositen
en los Comerciantes. Son pues imponderables los perjuicios públicos y particulares
que se siguen de la falta de este Código.
De ella resulta que aunque en la institución de los Consulados se prohíbe admitir
escritos firmados de Abogados, ellos hacen no obstante todos los Pedimentos, enredan
las Partes, confundes los Jueces, y en la práctica se experimentan los mismos
males que en los Juzgados ordinarios, y aún mayores, porque como no firman, no se
hacen responsables en el fuero externo de las injusticias que promueven y aconsejan,
y tienen más campo para estender el sofisma, y la arbitrariedad. De otra forma ¿cómo
podrán mantenerse en Cádiz más de sesenta Abogados? ¿Ni cómo podría haver en su
Consulado más Pleytos que en el Consejo? Los dos últimos Priores han sido Amigos
míos, y se han lamentado muchas veces conmigo de semejante desgracia. Ha havido
día de audiencia de cinquenta y quatro Expedientes; y a pesar del constante y desinterasado
empeño, y trabajo de los Priores, y Cónsules, no bastarían quatro Salas para
dar curso a los negocios, si muchos Litigantes no tomasen el frecuente arbitrio de
nombrar Jueces Compromisarios, o de componerse bien o mal pasando con pleno
conocimiento por injusticias palpable porque calculan que sería mayor el quebranto
en los gastos, pérdida de tiempo, y desazones.
Pero ¿cómo se logrará una buena Ordenanza general de Comercio, sino se crea el

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Nuevo Departamento que se propone en el Discurso? ¿Ni cómo se ha de mantener
en vigor y estender la Jurisdicción Consular a todas las Provincias, combinándola
en cierto modo con la Ynstitución de Yntendentes, y de las Sociedades Económicas
para que recíprocamente se auxilien, esparzan las buenas luces, y promuevan la
prosperidad pública? Quizás havrá quien discurra medios diferentes para conseguir
éstos importantes fines; pero Yo no descubro ni alcanzo otro tan verdaderamente
eficaz como el de la Nueva Secretaría de Estado y Consejo Supremo de Agricultura,
Yndustria, y Comercio.
En el mismo $ 4
No se han promovido muchos Expedientes que huvieran mejorado parcialmente
la Labrnaza, la Yndustria, y el tráfico, particularmente los relativos a contener que se
saquen de los Pueblos las riquezas necesarias a la reproducción de los bienes, como
en el día sucede de varios modos.
Nota 6ª
Desde que adquirí alguna instrucción en la Economía política, he mirado siempre
como un grandísimo obstáculo para el fomento de los Pueblos los varios modos
con que se les extrae a veces no sólo el todo de sus producciones, sino también lo
absolutamente indispensable para que estas buelvan a reproducirse, de que se sigue
forzosamente la ruina y el abandono. Con las tierras y los Hombres solamente
nada puede hacerse. Son indispensables las riquezas intermedias así para los aperos,
y primeras materias, como para aplicar los brazos al cultivo y laboreo, y mantener
las Gentes hasta realizar los productos. Las grandes Providencias governativas en tanto
pues serán infaliblemente buenas e importantes en quanto tengan por resultado
inmediato conservar en los Pueblos los Caudales que necesitan para promover sus
recursos naturales, o hacérselos adquirir quando no los tengan.
Como esta verdadera consecuencia tiene tantas relaciones, pues abraza el luxo, los
Mayorazgos, las adquisiciones de Manos muertas, los Corregidores, las Rentas Reales,
y los Diezmos, que son los conductos, o canales por donde se sacan las riquezas
de los Pueblos, hace ver palpablemente la urgente necesidad del propuesto nuevo
Departamento para que organizando las Yntendencias, los Consulados, y las Sociedades
Económicas se formen en cada distrito relaciones y Datos exactos de la más o
menos influencia ordinaria de aquellas causas en desustanciar los Puelbos, y como se
reponen, o pueden reponerse por la balanza del tráfico, y con una circulación más
o menos lenta. Entonces el Ministerio podría discurrir y aplicar con acierto a cada
Provincia los remedios más oportunos ya sea cortando algunos abusos por medios
directos, o indirectos, o ya fundando según las proporciones locales nuevos Estable-
272

273
Elena Cano Valderas.
cimientos que atraigan la abundancia. Así los benignos benéficos influxos del trono
penetrarían rápidamente hasta la más Pobre y miserable Aldea llenando de consuelo
y gratitud azia el Soberano los Corazones de tanto honrado Vasallo como aora gime
en la miseria. Una confraternidad general sostituiría nuestra indiferencia y egoísmo,
y nos asustarían las calamidades accidentales.
$ 34
Memoria primera sobre los medios de ir convirtiendo nuestros Jornaleros en pequeños
Propietarios con la restitución de las Tierras a las Manos activas &ª
Nota 7ª
No pueden, me parece, exponerse razones más fuertes, y convincentes que las contenidas
en el párrafo 32 del Discurso, así sobre la importancia de fomentar la Agricultura,
como sobre que el medio más eficaz, sino es el único, de conseguirlo de un modo
sólido y duradero es que las tierras vuelvan a ser trabajadas por Brazos Proprietarios.
Las inmensas adquisiciones de Manos muertas, y las imponderablemente excesivas
fundaciones de vínculos, y Mayorazgos, como que hay parages donde todo lo
han invadido ya, son un obstáculo al parecer insuperable para una Política tímida e
irresoluta por falta de cáculo. Con todo, una buena Ley Agraria que hiciese Co-proprietarios
a los Arrendadores de tierras por un Canón moderado en frutos podría remediar
mucho. La facultad por punto general a los Poseedores de pequeños vínculos
de vender las fincas situadas a veinte leguas de distancia del Pueblo de su Domicilio,
y menos dificultad y formalidades en conceder los permisos para otras enagenaciones
que se solicitan con motivo de atrazos, reparos, o mejoras, contribuiría no poco. Pero
lo que principalmente haría un bien imponderable al Estado, a la Cosa misma, y
facilitaría más que todo la restitución de muchas tierras a las Manos activas, sería una
Providencia general, para que los bienes de Capellanías, los de Obras Pías, y aún los
de Monjas se vendiesen, los primeros al fallecimiento de los Capellanes, y los demás
poco a poco en el espacio de seis a diez años para no malvaratarlos, y se impusiese el
producto de estas ventas a censo sobre las Rentas Reales, para que sin dispendio, ni
costos de Administración perciviesen los Ynteresados íntegramente el rédito en sus
mismos Pueblos en los términos que se ha establecido para los Depósitos y censos
sobre la Renta del tabaco por la Real Cédula de 9 de Octubre de 1793.
A este propósito me acuerdo de que en Octubre de 82 un Amigo mío Sugeto
instruido, y aficionado a la Economía Política, reflexionando por un lado los perjuicios
que recivía el Estado de que estos bienes no rindiesen la mitad del producto que
darían en manos activas; de la Carga de tanto Clérigo incongruo por la equivocadamente
piadosa costumbre de suponer Rentas para ordenarse; y de que las Obras pías

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
por la descuidada y a veces fraudulenta administración producían los efectos que se
havían propuesto los fundadores: y reflexionando también por otro lado los apuros
del Ministerio para sostener el quinto año de Guerra con Ynglaterra, que no se esperaba
acavase tan bree, calculaba conmigo paseándonos en los Claustros del Escorial,
que si las urgencias de la Corona obligaban a tomar una Providencia tan importante
al Estado como la de sacar de la amortización más de cinquenta millones de pesos
que es lo menos que computaba el importe de los bienes sólo de Capellanías y obras
pías, se podían dar por mui bien empleadas las desgracias y gastos de un año más de
Guerra, y el pago de réditos de aquel Capital, pues demostraba con datos y hechos
positivos que el Estado lograría tantas ventajas en destruir una causa perenne de ruina,
y se vigorizaría tanto que en poco tiempo se repondría de aquel atraso, y después
conseguiría grandes beneficios.
Pero aún esto es corta cosa en comparación de lo que puede hacerse. Si consideramos
lo que fuimos a principios del Siglo 16, y lo que somos a fines del 18 nos
asombraremos del basto campo que hai que correr todavía para cumplir el grande y
nobilísimo empeño de restablecer la Monarquía a su antigua opulencia y poderío.
Por los Registros de las diligencias obradas para la Única Contribución se ve la increíble
multitud de Lugares que se han despoblado en las veinte y dos Provincias de la
Corona de Castilla y León en menos de 300 años. La repoblación de estos Desiertos
que existen con tanto perjuicio y descrédito nuestro aún en los parages más fértiles
quizás de toda Europa ha sido el delicioso obgeto con que he ocupado y entretenido
por algunos años mucha parte los ratos que mis obligaciones me han dexado libres.
Puedo lisonjearme de haver hecho algunos progresos en la adquisición de los muchos
y diversos conocimientos exquisitos que se necesitan para perfeccionar este plan en
todas sus partes haviéndome servido no poco los errores cometidos en la Colonias de
Sierra Morena, y para demostrar la confianza que deve tenerse en su execución; de
la qual resultaría el mayor bien a que podría aspirar la Monarquía, qual es fomentar
la Agricultura tan bien o mejor que la Ynglaterra, y mantener un plantel, o planteles
por mejor decir de la Población más robusta y vigorosa para llenar los vacíos que
dexan otras Profesiones, la Corte y las Américas. Quanto he estudiado, quanto he
visto, y quanto he trabajado, todo lo he necesitado para los materiales de esta Obra,
que podrá ser utilísima quando por medio de la creación del Nuevo Departamento
se halle la Nación en estado de hacer buen uso de ella.
$ 35
Memoria segunda sobre el Comercio de Granos obviando a los inconvenientes de
la libertad, y de la prohivición.
274

Nota 8 ª
275
Elena Cano Valderas.
La reunión de las tierras en pocas manos es la única causa que puede hacer necesaria,
o útil la Legislación de Granos. Si huviese como se ha indicado en la Nota
anterior muchos pequeños Labradores proprietarios, ningún inconveniente podría
seguirse del Libre Comercio interior, y aún del externo quando el precio corriente en
los Puertos no excediese de ciertos límites: al contrario resultarían muchas ventajas.
Pero sean qual fuesen los inconvenientes de la libertad, Yo los creo mui inferiores a
los de la prohivición, no sea más que por la inmediata influencia de ésta en hacer
mayores las grandes carestías, y las grandes varaturas que tanto perjudican al común
del Reyno y a los Labradores pobres no habiendo quien compre el Verano que es
quando éstos necesitan vender, ni quien venda más que los ricos en Ybierno, y Primavera,
y por Consecuencia dan la ley al Público. Es menester conocer prácticamente
el carácter de nuestros grandes Labradores y de los Ynteresados en los diezmos, de
que Yo podría contar anédotas singulares, para creer su tenaz empeño en conservar el
trigo para encarecerlo a lo sumo aunque con frecuencia tienen que venderlo después
más varato de lo que huvieran podido despacharlo socorriendo las necesidades de los
Pueblos. En la actualidad tocamos esto prácticamente.
Mientas que nuestra Agricultura no se ponga sobre otro pié, y haviendo de subsistir
la prohivición, lo único que podría obviar a los inconvenientes de ésta, y a los de
la libertad y evitar las grandes carestías, y las grandes varaturas, es el Establecimiento
de Graneros en ciertas grandes Ciudades como Madrid, Sevilla, Cádiz, Malagón &ª,
para hacer el Comercio de trigo por cuenta del Público, y refundiéndose en él las utilidades
por medios que proporcionen nueva prosperidad.Empezándose estos acopios
en años abundantes o abundantísimos, quando lo abatido del trigo asusta y destruye al
Labrador pobre, porque no le paga su trabajo ni aún saca los costos, pueden formarse
con corto Capital aún subiendo el subsistir y continuar sus labranzas. Estos repuestos
contendrían pues las Carestías de opinión y de intriga, y en los años verdaderamente
estériles no excedería el precio de 60 a 70 reales en los parages más caros en lugar de
120 a que se ha vendido este año; y quando por desgracia continuase la misma esterilidad,
contando con un fondo positivo se podrá con equidad traer de fuera oportunamente
y antes que la necesidad urgente induxese una extraordinaria subida.
De la buena constitución de estos Establecimientos depende el logro de los fines.
Por más experiencias que tengamos del mal manejo de las cosas públicas, Yo creo que
la principal causa es que no se saben organizar interesando el honor y la probidad
de los hombres. Estos Graneros podrán también abrazar otros objetos análogos de
utilidad pública que igualmente se expondrán en la Memoria, en la que se tratará,
y aún demonstrará también la facilidad de proporcionar fondos para dotarlos hasta
que las mismas utilidades reintegren el Capital.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
$ 39
El aumento de producciones y consumos hará subir las Rentas Generales y Estancos
en tres a quatro quinquenio a más de veinte millones de pesos. Esta suma equibale
a un Capital de seiscientos millones de la misma moneda hará más respetable la Nación,
y dará un Crédito proporcionado al Ministerio para sostener los empeños &ª.
Nota 9ª
El crédito público, como el de los Particulares no es otra cosa que la proporción de
tomas prestado por la confianza que se inspira a los Prestamistas de la seguridad del
Capital y de sus réditos. Los que tienen que imponer dinero examinar prolixamente
las seguridades que se les ofrecen, y con respecto a la buena opinión que se forma
de ellas hai mayor concurrencia de Prestamistas, y son más moderados los intereses.
El exemplar de la Gran Bretaña convence de la importancia de consolidar nuestro
crédito público. El que han gozado los Yngleses ha elevado aquella Nación al grado
de poder y prosperidad que nadie huviera creído, pues ha hallado prontamente quantos
auxilios ha necesitado para salir de sus empeños hostiles, y para promover grandes
Empresas. No bastan las formalidades más obligatorias, como las de la Real Cédula
de 9 de Octubre de 93 para adquirir la confianza pública. Los recursos naturales de
la Nación, y principalmente las disposiciones económicas del Govierno para hacerlos
valer, que el Público calcula casi siempre con exactitud, es lo que más influye en la
confianza, y en el Crédito que es consiguiente a ella; y aleja las concusiones y monopolios,
porque obliga a pasar muchas veces la necesidad urgente.
Si recorremos con atención todos los Estados de la Europa, examinando por menor
su situación, sus recursos, y sus proporciones, reconoceremos que ninguno tiene
las de España para lograr un inmenso Crédito público, que tranquilice sobre los
empeños futuros, y facilite executar desde luego quantas empresas sean necesarias
para promover sólidamente el bien común del Reyno. Además de los varios modos
indicados en el Discurso, y en estas Notas, hay todavía otros a que poder ocurrir, y
tienen una relación más inmediata, aunque no sea quizás tan eficaz con el Crédito
público; tal es el perfeccionar el Establecimiento del Banco, de que de intento he
omitido tratar aunque hay mucho y de mucha importancia que decir. Dista mucho
esta Ynstitución de haver producido los bienes públicos que se le han atribuido, ni
producirá jamás los que puede y deve producir a favor de la Agricultura, de la Yndustria
y del Comercio, sino se mejora su constitución. Pero ¿cómo es posible conseguirlo
sin realizar previamente el propuesto nuevo Departamento? Este Suplemento
al paso que corrobora los principales datos del Discurso manifiesta el infeliz estado
de los diferentes ramos de la Administración pública, y la urgencia del remedio que
recomiendan también las reflexiones siguientes.
276

277
Elena Cano Valderas.
En el estado actual de conocimientos puede pronosticarse que va a acabar el Ymperio
de la intriga, de la disimulación, de las alianzas falsas, y de todo lo que se
llamaba Política, y que las Monarquías han de subsistir por su propria fuerza y robustez,
y que no puede nacer sino de la Agricultura como origen principal de ella,
de la Yndustria que la aumenta, del Comercio que la comunica y estiende a todo el
Cuerpo. Los Hombres han de disputar, y ser ambiciosos, y por tanto la Guerra es
un mal casi inevitable atendidas sus pasiones. ¿Qué gloria la de aquél que pusiese a
un Estado en cierta consistencia y fuerza que no tuviese que temer ni alianzas, ni
intrigas, ni Guerras, ni que recurrir a medios accidentales, y a veces destruidores para
hacer frente a todos sus Enemigos? Hemos visto mudar Secretarías y transtornar los
Establecimientos más antiguos en ellas sin que se nos monstrare una razón, ni un
interés digno de esta mudanza. Hemos visto también crear un Superintendente general
de Policía, y en él una Autoridad Suprema en oposición con todos los tribunales
sin manifestar la necesidad de semejante Empleo, y sin dar siquiera una Ynstrucción
para dirigirlo. Por el contrario ¿Con qué dignidad, con qué fuerza no pudiera prevenirse
en el preámbulo del Nuevo Establecimiento? La Europa sabia que penetraría
todos sus fines, y la extensión casi inmensa de sus efectos ¿con qué asombro lo vería,
y qué juicio tan ventajoso no haría del Ministro que lo ha concebido y tenido ánimo
para executarlo? ¿Y qué nombre inmortal no adquiriría con él? Convengamos en que
la Guerra, las Carestías, y otros accidentes, que aora asustan al Ministro más hábil, y
hacen estremecer a aquel que dotado de bondad no puede menos de amar los Hombres
y procurar su bien, serían entonces mirados estos males con una especie de sosiego
y tranquilidad que inspiraría la certeza de hallar sin trabajo para su remedio en
la propria fuerza y robustez del Estado, los arbitrios más prontos, fáciles, y eficaces.
8.2.12. fábricas de medias de taLavera (1797)
Fuente: AHN, Estado, Leg 3182, número 150
Señor.
Exmo Señor
Cádiz 1.º de Mayo de 1794
Bernabé Portillo
Teniendo presente el encargo que me hizo la Reyna N. Sª sobre Medias quando
estuvo en estas Reales fábricas, he dispuesto se hagan por el mejor oficial de ellas los
12 pares que por muestra dirijo a V.E. para que las presente a S.M. por si las halla más
perfectas en su tegido, color y medida que las anteriores remitidas con otros géneros
por mano de V.E. mandan hacer las docenas que quiera S.M. y V.E. me ordene.

Las manufacturas textiles castellano-manchegas en el siglo XVIII. Legislación y reformismo.
Quedo con el más profundo respeto a los P. s de V.E. rogando a Dios gue su importante
vida m. s a. s Talabera de la Reyna 17 de Julio de 1797.
278
Exmo S. or
Marcos Herrero

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