Junio-2010 - Colegio VIRGEN MEDIADORA

EL PARTE 6 – MAYO 2010 55
ROMA 2009 (Canonización del Padre Coll)
Todo empezó un bonito día en el que recibimos el folleto en que se nos hablaba acerca
de un viaje organizado en el que te podías apuntar, si querías asistir a la canonización
del Padre Coll, que se iba a celebrar en Roma, el 11 de Octubre de 2010. Venía adornado
con visitas a ciudades como Barcelona,
donde cogeríamos un barco que nos
llevaría por todo el Mediterráneo destino
Roma, durante una breve pero intensa
estancia. Allí asistiríamos a la mencionada
canonización, sin olvidar las visitas
Express por la Ciudad Eterna.
Ante este llamativo folleto, no dudamos ni
nosotras ni ninguno de los alumnos que
también fueron, en apuntarnos y cuando
nos quisimos dar cuenta el 8 de octubre de
2009 había llegado y empezaba uno de
esos viajes de los que te cuesta olvidar...,
de los que tienes bastantes (por no decir muchísimas) fotos haciendo el estúpido, o fotos
en grupo, o fotos en el hotel... Bueno, ya sabéis de lo que hablamos. Este fue uno de
esos viajes que contiene numerosas anécdotas de las que te vas acordando a medida
que pasan los días posteriores y que, cuando las compartes con el resto de la gente que
no ha ido, quizás se te queden mirando con cara extraña (experiencia propia), pero a ti te
encanta recordarlas… (no lo niegues, sabemos que en cuanto ves una foto de esas de las
que antes te hablamos te ríes y piensas “estuvo bien, ¡muy bien!”).
La primera parada fue Vic. Este
pequeño pueblo (ciudad) estaba incluido
en nuestro itinerario, aunque sólo fuera
por un par de horas. Saliendo de Gijón
sobre las 9 de la noche, llegamos allí
por la mañana tras hacer un parón para
desayunar, descansar o estirar las
piernas en el mítico restaurante de
carretera. Después de Vic vendría la
gran Barcelona (que nos enamoró) y por
último la esperada Roma ☺
Respecto a nuestra mini-visita a la
Ciudad Condal, creemos que a todos
nos dejo con ganas de pasar allí algo
más de tiempo, porque sin duda es una
ciudad que, para lo poco que vimos, nos
encantó realmente. Unas 4 horas (más
o menos) estuvimos en ella. Comimos
rápidamente y, coloquialmente
hablando, nos pateamos todo lo que
pudimos y más. Hasta que nos dimos cuenta que ya era hora de bajar al puerto y (hábiles
de nosotros) nos encontrábamos en la otra punta de la ciudad. Cogimos un metro y tras
bajar las famosas Ramblas corriendo, nos dijeron que todavía nos quedaba otra hora más
de espera, así que unas pocas fotos por aquí, tomar un poco el sol por allá y finalmente
llegaba la hora de embarcar.