Muy bien.

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lio. Veían á Jerusalén cayendo sobre su Dios; á los romanos
cayendo sobre Jerusalén; á los bárbaros cayendo 'sobre los
romanos ; al protestantismo cayendo sobre la Iglesia : á las
rcA^oluciones, amamantadas á los pechos del protestantismo,
cayendo sobre las sociedades ; á los socialistas cayendo sobre
las cÍA'ilizaciones; 3' al Dios terrible y justiciero cayendo sobre
todos.
Esto veían, y por eso sus ojos estUA'ieron llorosos hasta que
se cerraron, y su alma triste hasta la muerte.
Veamos ahora lo que decía. ¿Qué decía á sus discípulos, 3en
sus elíscipulos á su Iglesia, 3' en su Iglesia á todos los cristianos,
3' en todos los cristianos á todos los que representaban
el bien en la tierra? ¿Les prometía, por Aventura, bienaA'cnturanza
y A'ictoria, ó catástrofes y tribulaciones?
Ecce ego millo vos sicut oves in medio luporum.... cávete
autem ab hominibus. Tradent enim vos in conciliis, et in sinagogis
suis flagellabunt vos, et ad prcesides et ad reges duceminipropter
\me in testimonium illis et gentibus. (S. Math.,
c. x, V. 16, 17, 18.)
Y más allá.— Tradet autem frater fratrem in morteni, et
pater filiiim: et insurgent filii in párenles et morte eos afficient:
et eritis odio ómnibus propter nomen meum. (S. Math.,
.-. X, V. 21, 22.)
Sí el elestino de la humanidad es perfeccionarse y subir, es
cosa clara que nunca será más perfecta ni estará más subida
que al fin de los tiempos : pues A'can Vds. ahora algo de lo que
será ese fin.
Et est datw.n illi (á la bestia, encarnación del mal) bellum
faceré eum sanctis, et vincere eos. Et data est illi potestas iu
omnem tribum, et populum, et linguam, et gentem. Et adorave
runt eam omnes qui inhabitant terrain, quorum non sunt
scripta nomina in libro vitae aguí, qui occisus est ab origine
mundi. (Apoc, c. xiii, Y. 7, 8.)
Et vid i angelum descendentem de calo, habentem clavcni
nbyssi et catenam magnam in manii sita: et apprehendit draconem,
scrpentem antiquum, qui est diabolus et Satanás, et
ligavit eum per anuos mille, et missit eum in abyssum, et
clausit, et signa vtt super illum, ut non seducat amplius yycutes.
(Apoc, c. XX, V. 1, 2, 3.)
De estos textos resulta, que las olas del mar inundarán ¡a
tierra y subirán á lo alto : que serán pocos los que se salven