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Desde hace ya bastantes años, numerosos
profesionales del mundo de la psicología
han experimentado con la música en sus
terapias infantiles, constatando que este recurso
es muy útil a la hora de estimular y
potenciar las capacidades de los niños.
El principal objetivo de una sesión de
musicoterapia es desarrollar las habilidades
de los más pequeños. Se trata de conseguir
que el niño mejore, a través de la música,
el desarrollo de problemas comunes en estas
edades, sobre todo, relacionados con la
educación, como son el perfeccionamiento
del lenguaje y la vocalización, la falta de
atención, la hiperactividad y la dislexia, entre
otros. Aunque también puede contribuir
a la mejora en otro tipo de problemas como
los emocionales o de conducta.
Todo el mundo tiene una
canción o melodía preferida,
¡también los niños! Los musicoterapeutas
la usan como punto de
partida en todas sus terapias.
cuidado infantiL
Musicoterapia infantil
Potencia sus capacidades
La musicoterapia infantil se define como el uso de la música y de
las actividades musicales para fines terapéuticos con el objetivo
de estimular, mejorar o recuperar el correcto desarrollo motriz,
cognitivo, social y emocional de los más pequeños.
¿Por qué la música?
Las características intrínsecas de la música
la convierten en un elemento muy útil para
trabajar con niños, sobre todo porque es un
recurso accesible a todo tipo de personas,
sin distinguir edades, estudios o capacidades
intelectuales. Todo el mundo se divierte a la
vez que mejora su tratamiento terapéutico.
La música repercute directamente en
nuestros sentidos y emociones, tiene el
poder de alegrarnos, ponernos tristes e incluso
irritarnos. En definitiva, activa nuestro
cerebro positiva o negativamente. Con la
musicoterapia, se contribuye a potenciar el
pensamiento positivo y a mejorar nuestra
relación con el entorno.
Las terapias infantiles basadas en la música
persiguen diversos trastornos y según
el objetivo que se quiera obtener, la música
se utiliza de una manera o de otra. En la
educación, puede servirnos para que el niño
aprenda de manera fácil nuevos conceptos,
significados, formación de frases, asociación
de léxico, etc. ¿No os acordáis cuando nos
aprendíamos las tablas de multiplicar cantando
una canción, o el abecedario, ¿o los
días que tiene cada mes?
En cuestiones de psicomotricidad y desarrollo
intelectual, la música también puede
contribuir a mejorar la capacidad de atención
de los niños, por ejemplo, enseñándoles
a tocar su canción preferida con el tambor,
la flauta o los dos a la vez, ¿por qué no? o
enseñarles una breve coreografía que deberán
coordinar con una melodía. En definitiva,
todas las actividades relacionadas de algún
modo con la música (cantar, bailar, tocar un
instrumento, etc.), contribuyen a mejorar
las capacidades de los más pequeños, que
aprenderán a prestar atención, controlar su
respiración e incluso aumentarán su autoestima,
después de haber visto que pueden
hacerlo bien e incluso mejorar o darle su
toque personal.