09.05.2013 Views

aguafuertes gallegas roberto arlt

aguafuertes gallegas roberto arlt

aguafuertes gallegas roberto arlt

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

12<br />

*PONTEVEDRA LA SOLITARIA<br />

PONTEVEDRA es triste y solitaria, a pesar de sus recovas antiguas, en las que retumba<br />

el mazo de los toneleros, mientras los cordeleros, inclinados en sus cuevas, entretejen las<br />

mallas de las redes.<br />

Pontevedra abre sus callejuelas en aportaladas plazuelas triangulares, embaldosadas de<br />

chapas de piedra, lindadas por fachadas de las que se desprenden horizontalmente anillos de<br />

piedra nobiliarios, rematando escudos de armas.<br />

Sus calles bajan y suben desigualmente, se bifurcan. En algunos trechos, la casa antigua,<br />

de dos pisos, cargando el saledizo del primero en columnas románicas, chatas y panzudas,<br />

techan las veredas con losas encaladas. En estas aceras tortuosas, las gallinas picotean las<br />

hierbas que crecen en las juntas de las grandes losas de granito.<br />

Pasan mujeres, cargando en la cabeza, en equilibrio estático, tonelillos verdes, llenos de<br />

agua. Vienen de la fuente. En alguna encrucijada, cuyos altos bardales de piedra gris<br />

conducen a las aldeas, se forman grupos de campesinas, con vestidura negra, manto<br />

tapizando la espalda y pañuelo a la cabeza. Bajo el pico del pañuelo, escapan gruesas<br />

trenzas.<br />

Veo a una muchacha campesina, tan hermosa, que me explico cualquier pasión.<br />

Corregidores que pierden a veces la vida, por quitar el honor a la más hermosa aldeana del<br />

pueblo. Esta que miro, es tan bella como no he visto aun mujer alguna. Justifica los<br />

llamados pétalos de rosa, los párpados pestañudos y sombrosos, la mirada grave, perfecta,<br />

el continente honesto, pudoroso. Bajo el pico de su pañuelo bronceado, se escapan dos<br />

trenzas gruesas, doradas. Calza alpargatas, y al brazo lleva un cesto.<br />

Cercan las tierras de viñedo, sombríos muros de piedra. Camino a lo largo de antiguas<br />

casas señoriales. Arcos sostenidos por columnas panzudas, rematando en primitivos<br />

capiteles, con escudos de armas en las fachadas, lises en los Maldonado, higuera de los<br />

Figueroa. El viento sacude las hierbas en los bardales, y a pesar de que a lo lejos resuena el<br />

martillo de los picapedreros, flota una soledad tan mortal, tan sin ruidos en esta hora<br />

siestera de lagartos que aunque batieran los badajos de todas las campanas de España, en<br />

este recinto de Pontevedra, continuaría pesando el silencio. La vida se ha paralizado aquí.<br />

Definitivamente. La ciudad está muerta.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!