V Certamen Concurso Municipal de Redacción Escolar. Cartas a un ...

Te escribo esta carta y aún no sé por qué me molesto, no te lo mereces y lo
sabes; pero supongo que al fin y al cabo eres mi padre.
Lo único que quiero que sepas es que no pienso permitir que te acerques a
nosotras, mi madre ha salido del hospital y, pese a que su alma sigue muerta, yo sé
que se va a reponer.
Ya no puedes poner trabas en su existencia, ya no volverá a abandonar
su vida por un ser banal como tú. Me rindo a los eufemismos llamándote
bestia pues las bestias son bastante más civilizadas que un maldito borracho sin
corazón.
Tus golpes aún me duelen pero más me dolían los gritos de mi madre pidiendo
clemencia. Tal vez te regocijes en el catre de tu celda cuando leas en esta carta
que aún no podemos dormir con tranquilidad; que aún despertamos sudando frío,
aterradas al soñar tu regreso, pero, ni tan siquiera en mis peores pesadillas te concibo
tan perverso como en realidad eres.
Nunca he entendido, y francamente, no quiero saber que aportaba tu comportamiento
a tu mente enferma, por lo que no espero una respuesta clara... nadie
gana nada dañando a los demás y eso es algo que tengo siempre muy presente.
Tal vez pudieras sentirte superior, tu ego y tu arrogancia crecían con cada
golpe, a la vez que la autoestima de la mujer con la que te casaste caía en picado.
Lo que hiciste no tiene nombre; no contento con acapararla para ti, con
separarla de sus amigos, de su familia; con menospreciar todo lo que ella hacía...
ahora sé que todo era parte de tu enfermizo plan; la supremacía absoluta ante otro
ser humano, la sumisión suprema de una mujer frente a ti.
Cartas a un Maltratador 35