V Certamen Concurso Municipal de Redacción Escolar. Cartas a un ...

Un día oí contar a mi abuela que en épocas pasadas y a veces no tan pasadas,
la mujer tuvo que soportar una vida de sumisión a los cabeza de familia.
Había un dicho: "la mujer en casa y con la pata quebrada" que equivalía a
no tener libertad para nada, ni derecho a opinar por considerar el varón que la mujer
tenía cabellos largos pero ideas cortas.
Esto se me quedó muy grabado y personalmente creo que más que un bofetón,
me haría daño el que me hicieran sentir cada día como idiota mental, buena para
nada, que me quitasen mi personalidad y me impidieran tomar decisiones.
Pienso que la educación que nos dan en nuestro hogar es decisiva en los
hijos para seguir de mayores el ejemplo de sus padres, y que también son importantes
los amigos con los que se compartan los estudios y los ratos de ocio en la infancia
y adolescencia. En fin, los sucesos ocurridos ya no tienen remedio, por eso te pido
a ti, supuesto maltratador/a que des ese paso adelante para pedir ayuda cuando
nuestros deseos de levantar la mano o lanzar insultos a los que te rodean.
Cuando yo era una "parvulita" en el colegio teníamos unos cojines en los que
dormíamos unos minutos de siesta, pero también nos servían para golpeamos con
nuestras manitas, cuando la "seño" creía que teníamos necesidad de descargar un
exceso de energía.
Haz tú lo mismo y después sonríe al que antes deseaste pegar.
Así lo deseo de todo corazón.
CELESTINA
40 Cartas a un Maltratador