LAS DIFERENTES EDICIONES DE LA SOMBRA DEL CAUDILLO ...

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No resistió Correa la tentación 957 de hacer —¿Y cuántas vacas959 como ésta tiene usted, ~ pregunta: general? —Como ésta, ninguna; pero que se le acerquen 1 de quince a veinte. Y de otras, también muy finas, “charjar”, I~yerse~’ y ~IjoistánI~, no menos de cuarenta. 960 el objeto de la admiración fue un magnifico En el cobertizo toro guernsey. inmediato Bra quizás menos elegante de línea que el toro jersey que estaba al lado, pero de tamaño mayor y de vigor más opulento. Se sentían latir, bajo su finisima piel de reflejos casi anaranjados, inagotable. fuerzas creadoras sin término, ubérrima juyentud -Aquí si —exclamó Catarino-, aquí si llegamos a lo mejor de lo mejor. Este animal vale tanto y me cuesta tanto, que no me resuelvo a decirlo, la verdá. 962 Y Catarino bañaba al toro con mirada casi extática. La bestia rumiaba somnolente y barría el suelo con la claros rizos de su rabo, terminado en borla. —Te veo muy rico, Caterino —observ6 Olivier. 963 -¿Rico? ¡Ni de adónde! Esto es todo lo que tengo; aquí están metidas todas9M mis economías. Finalmente, los jovenes admiraron las dependencias menos espectaculares del establo, aunque no por eso las menos bien dotadas ni menos lujosas: la lechería, la fábrica de mantequillas y quesos, y ya muy cerca de las once regresaron a la ciudad. En el automóvil, Olivier, por unos segundos, contribuyó a la felicidad de Ibañez con estas palabras: -Ahora confiésanos, Catarino, cuanto dinero vale todo tu negocio. -¿La verdá, la verdá? -El gobernador vacilaba entre sonriente y misterioso. En seguida añadió-: Te aseguro, Olivier, que no pasa ~
de cuatrocientos mil pesos. Ya les dije: es todo lo que tengo. 9” En el local de la convención la presencia 967 gobernador y sus amigos fue saludada con murmullos que bordeaban el aplauso. Allí estaban los representantes del tradicalismo progresivo” del Estado de México, dispuestos siempre a oir y obedecer la voz de mando de sus jefes. Ellos no sabían que la jefes más altos andaban ya algo en desacuerdo a propósito de la cuestión fundamental: los suponían identificados y unánimes; se los imaginaban proclamar con brillo la consigna que en secreto los de abajo.9M atentos sólo a hablan mandado a Una voz inauguró intrépida la serie de la vivas: -¡Viva don Catarino —¡¡Viva! ¡ Ibáñez! Otra969 menos ronca, prorrumpió inmediatamente: —¡Viva Olivier! —¡ ¡Viva!! Y acto continuo dos o tres voces se atropellaron en el entusiasmo de un grito: —¡Viva Hilario liménez! —¡¡Viva!! 970 los Con aplausos lo cual que confluyeron, habían prolongado en nueva los salva, dos vivas larga anteriores. y atronadora, ~“ (LP:)(LO:> —¿La verdad, la verdad?... Y el gobernador, indeciso, vaciló un instante entre sonriente y misterioso. En seguida añadió: -Te aseguro que no pasa de cuatrocientos mil pesos. Ya les dije: es todo lo que tengo... (BU:> —¿La verdad, la verdad? Y el gobernador, indeciso, vaciló un instante entre sonriente y misterioso. En seguida añadió: —Te aseguro que no pasa de cuatrocientos mil pesos. Ya les dije: es todo lo que tengo... 967 (LP:)(LO:) convención, el 968 (LP:)(LO:)(BU:) abajo. Los rumores de sala crecían. Una 969 (LPQ(LO:)(EU:) Otra, 970 (LP:) (LO:) (BU:) —¡¡Viva!! Y entonces confluyeron, 271
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VIII. EDICION DE LA SOMBRA DEL CAUD
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1. UNA INTRODUCCION A LA SOMBRA DEL
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La sombra del Caudillo, uno de los
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2. Una problemática de carácter t
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padre, coronel del Ejército Federa
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Cinco meses después tomarla él pa
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A consecuencia del predominio de Ca
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21.4. El segundo exilio: sus activi
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En 1932 publica Mina el mozo: héro
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Martin Luis Guzmán era un curioso
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Llegó Luis Bello —el director de
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más, un serio quebranto económico
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El 25 de abril de 1942 fundará Tie
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A mediados de junio de 1951 se le n
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En 1965 recibe la Condecoración al
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Económica respecto de la versión
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La relación de capítulos excluido
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Dado que el objetivo básico de las
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Dice Bracho, dice Rodríguez Granad
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Estas escenas, construidas para tra
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La sobriedad de la adjetivación y
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IV. LAS EDICIONES MEXICANAS Y HEXIC
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El “caudillo”, A.Obregón, deci
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Con la evolución de la situación
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En este contexto la novela se convi
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IV. 2. El México de Afuera y La so
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Hacia 1900 el territorio ocupado of
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actúan como símbolos extremos de
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La ciudad de Los Angeles se ha conv
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Pershing, el cine norteamericano s
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debían ser excluidos. Así el disc
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Bargravia, San Mañana, Santa Maria
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La creación pues de estos medios p
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Artículos de este tipo, basados en
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El verdadero patriota, el verdadero
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Aunque la novela que nos ocupa fue
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El águila y la semiente and La som
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pero dando siempre énfasis en su o
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Esta política de vinculación inte
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El discurso exoticista basa su form
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Este ataque al tiempo cronológico,
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La recepción de este discurso “m
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deja ver tras de sus densas y aguda
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Revista de “Martin Luis Guzmán:
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10 fluyeran, esbozaba teorías, ent
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que bajaba desde las ramas 30 de lo
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en plata, el honor, entre político
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neumáticos. Joven, entusiasmado, s
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II. LA MAGIA DEL AJ05C0 146 Habían
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desviaban a cada paso para volver a
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La petulancia de Aguirre fue sonrie
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lluvia torrencial, al romperse 206
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III. TRES AMIGOS 258 Al otro día d
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Uno —tendría 331 ocho o diez añ
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IV. BANQUETE EN EL BOSQUE 348 EL GR
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y, por Citimo, un poco en desorden,
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Frente por frente de 431 Aguirre, e
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Axkaná se resistía. -Bebe por las
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III.EL CHEQUE DE LA A la una de la
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Tarabana caminó entonces hasta el
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1248 pascuas. Por otra cosa no paso
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tampoco: equivaldría a ponerse 126
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IV.ULTIMOS DíAS DE TJN MINISTRO EL
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—Hágala, compañero. hágala.
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1311 de esos terrenos. -Si, mi gene
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¿En qué te puedo servir? —Vengo
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los timbres, se acercó a la puerta
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V. ZALDIVAR 1333 En casa del diputa
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en los efectos, la apariencia se co
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preguntó:’ 357 —¿Qué es? -La
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salir del ascensor se acerquen a mi
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Y los tres se sentaron: Zaldivar, e
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hubiera vivido. 1401 Zaldivar conte
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VI. FRUTOS DE UNA RENUNCIA 1420 Pro
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agitación política al solo anunci
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siguió también que refulgiera en
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defendieron con elocuente habilidad
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El discurso de Olivier, que re al d
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Nieto 149’ le hablan dicho: “Si
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principales jefes del grupo hilaris
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Lo interrumpió Ricalde: —;Ah, ta
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curiosos auténticos, que no eran p
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58.3 —Con su permiso, Repuso Canu
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contar la vuelta, ~ cuando los ojos
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Cruz pasó de largo y llegó por fi
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III.LA MUERTE DE CAñIZO 1610 Medio
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mesa 1627 el secretario encargado d
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aguirrista, sino con Cañizo, quien
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de determinante diputados acaso: qu
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cartuchos visibles bajo el chaleco
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—No n~e rajo; vamos. A todo esto
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hacia abajo, caía al suelo. Frente
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Y aquellas palabras, que ahora se r
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se substituía ahora el ánimo de r
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arreciamos el alboroto, y entonces,
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aislado frente y de a la los retagu
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saliese de la funda, Canuto se detu
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Libro sexto. —Julián Elizondo I.
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por incompatibilidad de ambiciones
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nadie se los dé, y buen 9e9? 2sa1
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de un sufragio que aún no se emite
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madruga a usted. 413
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democracia auténtica. Bian avanzad
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1755 Cosa de las nueve y media entr
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Puebla. De regreso en la sala, Agui
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palabra. —Sólo con una condició
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III . EL PLAN DE TOLUCA A medianoch
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Hij ares, Axkaná y Correa hablaban
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Caua±11o y Jiménez lo tenían tod
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-La justicia te asiste y eres multi
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a 0 Elizondo, nadie pensó ya en 2f
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lo palabras, dijo al unísono: 7M
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-Al cuartel del regimiento, a usted
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Tendido de espaldas en el catre pas
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fatalismo le hacia sentir que el da
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Por fortuna, los comandantes de los
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cinco mil hombres, saldrá a inicia
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era jnmensa, tanto, 1~0 que parecí
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el acto: uno mayor Manuel era el ge
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lleno al más angustioso 1859 atorm
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gritaba: —;Déjenlo. . .déjenlo
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VI .TRAYSITO CREPUSCULAR Todos habl
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izquierdo una hondonada que iba, de
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quede ni uno! Sólo Axkaná no hab
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1906 Se puso en pie. Corrió. Corri
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clavó a la espalda y le desgarró
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Inmóvil un brazo, puesto el otro a
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VII.UNOS ARETES 1934 Al otro día d
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