PRIMERA PARTE CAPÍTULO I LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMA ...
PRIMERA PARTE CAPÍTULO I LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMA ...
PRIMERA PARTE CAPÍTULO I LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMA ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
i) Dominio de cambios de estado, con mantenimiento de la<br />
organización, en otros términos, de todos aquellos cambios<br />
estructurales que la unidad compuesta puede sufrir sin perder su<br />
organización.<br />
ii) Dominio de cambios destructivos, o dominio de desintegraciones<br />
posibles, o sea, de los cambios estructurales que provocan la<br />
pérdida de la organización o identidad de clase.<br />
iii) Dominio de perturbaciones, esto es, de interacciones posibles que<br />
pueden gatillar en ella cambios de estado, y que por lo tanto<br />
determina con qué configuraciones estructurales puede<br />
interactuar la unidad compuesta.<br />
iv) Dominio de interacciones destructivas, o de interacciones que<br />
gatillan la desintegración de la unidad compuesta (Maturana y<br />
Varela, 1984, pp. 64-67).<br />
Cualquier unidad compuesta sólo existirá en su dominio de existencia en<br />
una relación de complementariedad con éste, a la que Maturana denomina<br />
acoplamiento estructural. Esto significa que el sistema y su medio gatillarán<br />
mutuamente cambios de estado, sufriendo perturbaciones pero no<br />
destrucciones. O la unidad compuesta está en congruencia con su dominio de<br />
existencia o no lo está y no existe.<br />
Maturana y Varela (1973, p.18 y 1984, pp. 25-29) elaboraron el concepto<br />
de autopoiesis para referirse a una clase particular de unidades compuestas.<br />
Se tata de sistemas dinámicos que pueden distinguirse como unidades<br />
mediante una red de producción de componentes los que: i) constituyen con<br />
sus interacciones la red de producción que los origina; ii) especifican, como<br />
componentes, lo límites de esta red, y iii) constituyen esta red como unidad en<br />
su dominio de existencia.<br />
Un sistema autopoiético cuyo dominio de existencia es el espacio físico<br />
es un sistema vivo (Maturana y Varela, 1973 y Maturana, 1978, p.36). Los<br />
sistemas autopoiéticos son sistemas dinámicos cerrados, donde todos los<br />
fenómenos se encuentran subordinados a su autopoiesis y todos sus estados<br />
son estados en autopoiesis.<br />
Un sistema viviente conserva, mientras vive, su organización<br />
autopoiética y su acoplamiento estructural con su ambiente. Los seres vivos<br />
son sistemas en continuo cambio estructural. La historia de un ser vivo es so<br />
ontogenia, y ocurre bajo condiciones de cambio estructural continuo,<br />
conservando la organización y la relación de correspondencia con el medio.<br />
En consecuencia, Maturana afirma que la adaptación es una constante y<br />
no una variable. Los seres vivos se mueven en el mundo como un acróbata en<br />
una cuerda floja, cambiando constantemente su relación de acoplamiento con<br />
la cuerda, la que dura mientras no se pierde, momento en que el acróbata cae<br />
y la relación termina. Toda vida individual es una deriva de cambios<br />
estructurales con conservación de organización y adaptación. Nadie está<br />
donde está o tiene la estructura que tiene por accidente, sino por una historia<br />
de cambios estructurales contingentes a interacciones que gatillan cambios de<br />
estado estructuralmente determinados.<br />
Cabe destacar en relación a la noción de deriva que los autores definen<br />
deriva natural a la evolución, producto de la invariancia de la autopoiesis y de la<br />
adaptación, y al respecto proponen que la evolución ocurre como un fenómeno