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revista especialmente editada para Ángela - IESE Business School

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c r o s os r oi a d s<br />

CARLOS ORÉ<br />

Cómo combinan las<br />

risas, los caramelos, la<br />

puntualidad y el orden<br />

Empezar a trabajar de la mano de <strong>Ángela</strong> te ayuda a ponerte<br />

en “velocidad de crucero” a la “velocidad de la luz”.<br />

Corría el mes de Mayo del 2008. A pesar de<br />

ser un estudiante de Ingeniería Industrial,<br />

yo era por entonces bastante desordenado<br />

y, como se dice por aquí, un poco “apardalado”<br />

también.<br />

Trabajaba en aquellos tiempos en el departamento<br />

Web, cuando un día me dijeron: “Vas a colaborar<br />

durante un tiempo con Alumni, que necesitan manos<br />

extra”; a lo que añadieron: “Cuidado con <strong>Ángela</strong> Martín:<br />

es muy estricta”.<br />

Pensé: “¿Cuidado con <strong>Ángela</strong> Martín?” Me iba de un<br />

despacho lleno de hombres y paredes sobrias, sin una foto<br />

siquiera, a un despacho lleno de mujeres y flores, risas y<br />

caramelos: ¿Cómo debía yo preocuparme por nada?<br />

Error.<br />

Aunque ya conocía a varias de las integrantes del dream<br />

team del <strong>IESE</strong>, fue <strong>Ángela</strong> Martín quien me atendió en mi<br />

primer día. Me enseñó dónde trabajaría, qué haría y qué se<br />

esperaba de mi. “Ok- me dije hacia mis adentros- puedo<br />

hacerlo.”<br />

Esa misma tarde, (y esto enlaza con mi faceta de “apardalado”),<br />

me fuí antes de la hora por un malentendido,<br />

cosa de la que no me percataría hasta el día siguiente cuando,<br />

de vuelta a la oficina, entró <strong>Ángela</strong>, con cara de máxima<br />

seriedad, y cerrando muy despacio la puerta tras ella, me<br />

dió un discurso sobre la profesionalidad y la confianza que<br />

me dejaron “aculluneited”.<br />

Las próximas semanas, claro está, mi puntualidad rozaba<br />

la perfección, llegando siempre quince minutos antes<br />

y yéndome, como muy pronto, quince minutos más tarde.<br />

Las siguientes semanas y meses fueron un continuo<br />

hacer y aprender. Estando pared con pared con la oficina<br />

48 ENERO 2011 / Nº 001<br />

de <strong>Ángela</strong>, eran constantes los “me vas a hacer un favor”,<br />

“no sé si me explico” y “¿qué le pasa a este ordenador?”<br />

Poco a poco aquella primera y tensa toma de contacto fue<br />

dando paso a una relación de confianza y mutua ayuda.<br />

A pesar de los constantes cambios y reformas que se<br />

dieron en Alumni con el transcurso del tiempo, provocando<br />

nuestro distanciamiento físico, he podido seguir<br />

contando con <strong>Ángela</strong> en todo momento, ya sea <strong>para</strong> que<br />

me explique las pautas <strong>para</strong> una nueva tarea, <strong>para</strong> que<br />

me cuente alguna anécdota con Antiguos Alumnos, o<br />

<strong>para</strong> hablar de mi proyecto final de carrera, que es cuan-<br />

Revista de <strong>Ángela</strong> Martín <strong>IESE</strong>

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