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libro TRAVESIA 2004.pdf

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Su compañera le ofrece toda la atención con el interés<br />

de apoyarla. A la vez, ella también lucha por mantener su<br />

cordura. Aplica cada recurso que tiene a mano: su experiencia<br />

en psicoterapia, los conocimientos ganados con tantas<br />

horas de vuelo, la instrucción en carabineros para volar en<br />

condiciones de alto riesgo y la sangre fría adquirida en la<br />

práctica del paracaidismo. Teme que pueda entrar en pánico<br />

y regula la respiración con la suya para acoplarla, pues de<br />

este modo quiere tranquilizarla.<br />

-No, no nos vamos a estrellar, tranquila... Madeleine...<br />

Tranquila... -la alienta. Su voz suena calma y las palabras se<br />

alargan como si trabajara con hipnosis.<br />

Madeleine percibe su miedo como algo concreto, pero a<br />

la vez no puede aceptar que todo termine de manera tan<br />

miserable y continúa la batalla sin dar tregua.<br />

“Debo dominarlo, no puedo entregarme tan fácil” se<br />

dice; sin embargo, mientras dure el fenómeno meteorológico<br />

resulta imposible hacer algo útil para lograr el control. Ni<br />

siquiera puede con la movilidad de sus manos y pies.<br />

En medio del torbellino aparece en su mente, como trágica<br />

premonición, la fotografía del Julie destruido, en la primera<br />

plana de un periódico del día siguiente. Bajo titulares<br />

con grandes letras lee: “Las aviadoras de la Travesía 2004<br />

perecieron en la cordillera de Los Andes”.<br />

Escucha golpetear el combustible contra las paredes del<br />

estanque recostado tras el asiento. Acaba de comprender lo<br />

que ha sucedido y por primera vez advierte el peso de ir en<br />

una bomba... Más bien de volar una bomba que no puede<br />

controlar.<br />

Y cae, cae, cae...<br />

De pronto el motor suena disparejo...<br />

-¡No, eso no, ahora no! -exclama.<br />

En medio del lío de la cabina y la visión de los estanques<br />

que aparecen y desaparecen de su vista, aquello<br />

resulta patético.<br />

-El motor! -grita-. No puede ser...<br />

Ha comenzado a ratear.<br />

El cuerpo le tiembla.<br />

EL DRAMA ANDINO<br />

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