Julián Muro Navarro - Ley Actual
Julián Muro Navarro - Ley Actual
Julián Muro Navarro - Ley Actual
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
marketing<br />
Juan Delgado<br />
Director AC Consultores<br />
?<br />
Por qué me quieres?<br />
Hablaba hace unos días con una buena<br />
amiga, psicóloga de profesión. Y ambos e<br />
tábamos de acuerdo: los modelos de familia<br />
están cambiando. La pregunta de todo<br />
curioso profesional -yo reconozco que lo<br />
soy- es: ¿y qué es lo que falla?. Será por ser<br />
mujer o por ser psicóloga, pero el caso es<br />
que me preguntó:<br />
.- “Oye, ¿tu sabes por qué te quiere tu<br />
mujer?”¡Vaya con la preguntita!, pensé.<br />
Pero como la conozco bien, sabía que tenía<br />
que responder.<br />
.- “Pues no sé... me quiere porque me quiere...<br />
son muchos años juntos..., los hijos...,<br />
los proyectos..., la casa... ¡qué se yo...! Me<br />
quiere porque me quiere... y ya está”, respondí<br />
yo.<br />
.- “Harías bien en preguntárselo” me dijo.<br />
“Porque si no sabes por qué te quiere no<br />
sabes nada..,. porque no sabes en realidad<br />
la razón de que esté contigo”.<br />
.- “¿Qué le pregunte que por qué me quiere?...Pero<br />
eso es una idiotez... eso se sabe...<br />
¡digo yo! Hombre, al fin y al cabo, si está<br />
conmigo... será porque ella quiere” dije yo<br />
convencido.<br />
.- “Cierto” respondió mi amiga, “pero ¿por<br />
cuánto tiempo?. Si la razón o razones por<br />
las que todavía está contigo no las sabes, lo<br />
que pasa es que no tienes ni idea de cómo<br />
hacerla feliz ni de cómo retenerla”.“Mira<br />
prosiguió-, seguro que a veces le has hecho<br />
un regalo que tu crees que le hará mucha<br />
ilusión y luego, aunque ella no te lo haya di-<br />
cho, pues te has dado cuenta de que no era<br />
eso exactamente lo que ella quería... aunque<br />
a veces el regalo fuera carísimo... Eso<br />
sí, tu estabas seguro de que era eso lo que<br />
ella quería o lo que necesitaba...”<br />
.- “Eso es verdad”, le respondí.<br />
.- “Otras veces has escogido un restaurante,<br />
una película que ir a ver al cine, una<br />
sorpresa para las vacaciones... o cientos de<br />
cosas y te hago una pregunta: ¿a que en el<br />
fondo estabas segurísimo de que sabías lo<br />
que le gustaba? Pues ya ves, aun con todo<br />
te has equivocado. Y seguro que eso mismo<br />
además de con tu mujer, te pasa a veces<br />
con tus hijos, tus amigos o con la gente que<br />
aprecias...”<br />
La respuesta me martilleaba en el interior.<br />
De vuelta a la oficina, pensé que si ese<br />
razonamiento era válido para una pareja,<br />
también podía serlo para una empresa.<br />
Así que empecé a escribir este artículo.<br />
¿De verdad sabemos por qué un cliente,<br />
un proveedor o un trabajador “nos quieren”?.<br />
¿Los modelos de empresa también<br />
están cambiando?. Más de quince años<br />
hablando con empresarios y he oído de<br />
todo.<br />
.- “A mí me compran por precio”, dicen muchos...<br />
A estos les diría ¿y qué pasará cuando<br />
otro le de mejor precio? Se separará<br />
de tí. O sea, dejará de comprarte. Seguro.<br />
¿Que no puedes remediarlo? ¿Que es que<br />
este negocio es así? Pues llévatelo por delante.<br />
Sólo te quiere por eso. No lo olvides<br />
nunca. Y averigua si hay algo más que puedas<br />
hacer... porque a veces el dinero no lo<br />
es todo. No suele serlo nunca.<br />
.- “Mi calidad es inmejorable...”, dicen<br />
otros...<br />
Habría que preguntarles a estos si la calidad,<br />
así, en general, es realmente algo objetivable.<br />
Además, seguro que todos tenemos<br />
al típico amigo o amiga que tiene un novio,<br />
novia, amante, marido o mujer realmente<br />
insoportable, de fealdad suma, de carácter<br />
inaguantable, sin ninguna gracia. Cuando<br />
nuestro amigo/a nos pregunta por su pareja<br />
solemos decir eso tan típico de que es<br />
simpático/a, así como quien dice ¿pero qué<br />
te voy a decir si no entiendo qué has podido<br />
ver en semejante desaborío...? para al final<br />
acabar con la famosa frase que sentencia:<br />
“El amor es ciego”. Claro que a nuestro amigo/a<br />
eso no se lo decimos.<br />
Y en realidad habría que preguntarse si los ciegos no somos nosotros.<br />
Cuando alguien está con alguien tan “objetivamente desagradable”<br />
¿no será que está por algo?. ¿No será más bien que existen<br />
una o varias razones que nuestra “objetividad” no alcanza a ver?.<br />
¿No será que algunos sí saben por qué se quieren?.<br />
También hay quien manifiesta “a mí siempre me ha ido bien...<br />
entonces: ¿por qué habrían de cambiar las cosas ahora?”. Este<br />
grupo es de los que más riesgo presenta; no hay nada peor que<br />
caer en la rutina.<br />
Una variante del grupo anterior es la de aquellos que dicen “yo sé<br />
perfectamente lo que quieren mis clientes porque estoy con<br />
ellos todos los días...”.<br />
Mucho ojo con este grupo; se asemeja a ese discurso post separación,<br />
cuando llega la calma y se reflexiona al decir: O yo creía que<br />
sabía perfectamente lo que el/ella quería, cuando en el fondo<br />
TRANSFORMAMOS SU IMAGEN (de marca) EN IMAGEN (de comunicación)<br />
are you visual ?<br />
_Paseo Sagasta 17, 4ª planta_50008 Zaragoza _Tel. 976 230 102_Fax. 976 218 069_www.beandlife.com_mail@beandlife.com_<br />
14 leyactual<br />
leyactual 15<br />
marketing<br />
me he dado cuenta ahora de que no le conocía... En realidad, no<br />
sabía nada. Me pilló completamente por sorpresa...”. Incluso, en<br />
ocasiones, añaden que “le hacía poco caso porque estaba completamente<br />
seguro de lo nuestro... ya sabes, donde hay confianza<br />
da asco...”.<br />
Y puede ser peor. Algunos reconocen haber descuidado a sus auténticos<br />
clientes en beneficio de otros no tan “buenos” con lo que<br />
se ha ignorado, o al menos descuidado a quien de verdad deberíamos<br />
haber atendido con exquisitez. Y es que no hay nada más<br />
peligroso que creer que se sabe todo y dar todo por sentado.<br />
Por último, un quinto grupo afirma que “más les vale a los clientes,<br />
o a los proveedores o a los trabajadores que exista yo, porque si<br />
no... pobrecicos, así les iría...”<br />
Este grupo me recuerda a eso de que “estamos hechos el uno para<br />
el otro, más que nada porque ¿qué alternativa tendría el otro/a sin<br />
mí o yo sin él/ella?”. Triste pensamiento, habida cuenta de que si<br />
esa es la razón última de estar juntos, resulta evidente que cuando<br />
uno de los dos, por alguna razón, encuentre algo mejor, lo que está<br />
claro es que, aunque le cueste dar el paso, más pronto que tarde<br />
se separará. Tal vez no lo busque de manera activa..., pero no hay<br />
dudas de que las antenas “están activadas...”.<br />
Muchas de las personas que se han separado o divorciado, afirman<br />
que la razón última de tal situación fue la de no saber responder a<br />
la pregunta de ¿por qué me quiere?. Evidentemente, si lo hubieran<br />
sabido, hubieran reaccionado de inmediato.<br />
También son muchos los que afirman que la separación les vino<br />
bien, pues comprendieron que la repuesta a esa razón última no<br />
pasaba por la persona con quien estaban.<br />
Y, por último, también son muchos los que no culpan a sus anteriores<br />
parejas y, sin un ápice de rencor, reconocen abiertamente que<br />
si hubieran respondido antes a la pregunta, habrían continuado viviendo<br />
felices con sus respectivos ex.<br />
La verdad es que muchas de las empresas que han cerrado presentan<br />
exactamente los mismos síntomas. Si se me permite el símil es como<br />
ir al médico. ¿Cuándo vamos? Cuando nos encontramos mal. Sólo en<br />
ese caso. Y, claro, así nos va. Nos acordamos de Santa Bárbara sólo<br />
cuando truena, porque si hace sol, pues ¿qué quieren que les diga?.