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Cuentos, microcuentos y anticuentos - Biblioteca Virtual Universal

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comprobó que de aquella cabeza lastimada sí manaba sangre, roja, común y dolorida. Curó<br />

y vendó la herida, encendió el fuego apagado y dio alimento al herido.<br />

Y se hizo el milagro. Desde aquella noche no hubo más terrores ni aullidos. Narcisa<br />

había hecho el milagro. La maldición se había disipado por la fuerza del amor y la ternura.<br />

Pero ésta es una historia real, no un cuento. Si hubiera sido tal, Narcisa se habría casado<br />

con Don Félix. Pero no, se casó con otro, y nadie sabe si fue feliz o no. Tampoco Don Félix<br />

fue del todo dichoso, pero fue menos huraño, se hizo de amigos, emergió un poco más de<br />

su abismo de soledad, y hasta aprendió a sonreír, pero claro, con cierta tristeza...<br />

La cita<br />

Roberto creyó haber discado bien, pero salió un número equivocado. Y allí empezó<br />

todo.<br />

Aquella voz que amablemente le dijo: «Equivocado, señor», una voz sin rostro, anónima<br />

hasta la exasperación, puro sonido, le trajo misteriosas sensaciones. Y trató de seguir la<br />

conversación.<br />

-Disculpe, señorita. No quise molestar. Creo haber discado bien...<br />

-Suele suceder, señor -replicaba la voz.<br />

-La línea suele estar recargada a esta hora...<br />

-Bueno, razón para que no se culpe, señor -detrás de la voz amable, Roberto adivinaba<br />

un atisbo de sonrisa buena, paciente, femenina.<br />

Y del tema de la línea recargada pasaron a otros, con cautela, probándose, como dos<br />

desconocidos, hombre y mujer, que van a salir a bailar su primera pieza, y los pies no se<br />

acomodan al ritmo que surge y vibra en la orquesta.<br />

A los 20 minutos Roberto ya había declarado que era soltero (cierto), que tenía 32 años<br />

(mentira, tenía 38) y había averiguado que ella tenía 25 años (?), que era morena, y también<br />

soltera.<br />

A la media hora...<br />

-Sería para mí tanta satisfacción conocerla...<br />

-¿Después del primer llamado...? Oh...<br />

-Es que... se vive hoy tan de prisa...

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