Revista Yuku Jeeka n° 58 (versión digital
Revista Yuku Jeeka n° 58 (versión digital
Revista Yuku Jeeka n° 58 (versión digital
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Sinfonía no.3 en Mi bemol mayor, op.55, Heroica<br />
Compuesta durante el verano de 1803 originalmente titulada<br />
Bonaparte, estaba destinada como un homenaje a Napoleón<br />
Bonaparte, admirado por Beethoven por considerarlo un<br />
libertador de Europa al encabezar la Revolución Francesa<br />
cuyos ideales democráticos y republicanos convencía. Austria<br />
había sido invadida por Napoleón un par de años atrás, así<br />
que la idea de Beethoven era bastante provocadora. Pero<br />
cuando Napoleón traiciona los ideales de la Revolución al<br />
autoproclamarse monarca, borra la dedicatoria y la subtitula<br />
Heroica, para entonces, la sinfonía ya estaba terminada y la<br />
dedica finalmente al príncipe Joseph Franz von Lobkowitz,<br />
melómano y violinista en cuyo palacio había una sala de<br />
concierto en donde finalmente se estrenaría la sinfonía.<br />
Se trata de una obra completamente innovadora, alejada del<br />
modelo clásico vienés de la sinfonía de Haydn y Mozart. El<br />
hecho de que Beethoven haya tenido en mente la figura de<br />
Napoleón no significa que se trate de una obra basada en<br />
ideas extramusicales, es una de las grandes obras<br />
maestras de la historia de la música, sin necesitar ir<br />
más allá del discurso musical para reconocerla<br />
como tal. Pero las curiosidades siempre llaman la<br />
atención, y es curioso que el segundo<br />
movimiento sea una marcha fúnebre ¿Qué tiene<br />
que hacer una marcha fúnebre en una obra<br />
supuestamente realizada en homenaje a<br />
Napoleón? No lo sabemos, pero cabe<br />
especular que se trata del mismísimo<br />
entierro del estilo clásico de la música,<br />
como muchos desde entonces lo han<br />
sugerido. La lista de detalles<br />
innovadores de esta sinfonía es muy<br />
grande, para empezar, su extensión y<br />
compleja elaboración de los<br />
materiales es mucho mayor de lo que<br />
se venía haciendo, el uso de tantas<br />
tonalidades y variantes rítmicas, y<br />
el mismo concepto global de crear<br />
una obra altamente expresiva<br />
valiéndose de los elementos<br />
anteriores. Esta sinfonía es como<br />
la semilla del romanticismo musical<br />
que no tardaría en<br />
desarrollarse.<br />
<strong>Yuku</strong> <strong>Jeeka</strong>, No. <strong>58</strong><br />
Sinfonía no.4 en Si bemol mayor, op.60<br />
Después de la monumental tercera, realiza una sinfonía mucho<br />
más serena y alegre. Amante de la segunda de Beethoven, el<br />
conde de la Alta Silesia Franz von Oppersdorff le encarga a<br />
Ludwig que componga otra sinfonía pagándole por anticipado<br />
y dándole hospedaje en su palacio. Beethoven comienza a<br />
trabajar en ella en el verano de 1806 y la termina en otoño de<br />
ese mismo año, pero se estrenaría junto con otras dos de sus<br />
grandiosas composiciones: la obertura Corolian y el Concierto<br />
para piano no. 4 -donde él mismo fue el solista- hasta marzo de<br />
1807 en el palacio del príncipe von Lobkowitz.<br />
21