la tapa de Crítica del

Carlos Bianchi creó la frase
que más lo define y que
pasó a la historia: Martín
Palermo es un optimista del gol.
Pero es mucho más que eso. Es
un jugador que ganó 12 títulos
con Boca, pero no se conforma.
Es un delantero que hizo 191
goles con la camiseta xeneize, y
quiere más. Es un hombre que
perdió a un hijo recién nacido,
sufrió lesiones graves y tomó
malas decisiones, pero siempre
pareció salir fortalecido. A los 34
años, ambicioso del fútbol, acaba
de renovar su contrato por una
temporada más, y está contento.
“Yo nací para jugar en Boca”,
confiesa en una entrevista con
Crítica de la Argentina.
–¿Cómo tomó la oferta de renovar
su contrato con el club?
–Bien, era lo que yo deseaba,
y sabía que en algún momento
iba a llegar. No me desesperaba,
sabía que cuando llegara el día
de sentarnos a hablar, no habría
mucho que discutir. Estoy contento.
–¿Por qué el mejor Palermo estalló
con la camiseta de Boca?
–Creo que Boca va con mi personalidad
y mi forma de ser. Yo
nací para jugar en Boca, para
tener esta camiseta, más allá de
que soy hincha de Estudiantes.
Mi personalidad y mi forma de
ser van como este club.
–¿Qué tiene Boca de distinto?
–Mi forma de ser necesita la
presión que se vive en Boca. Necesito
sentir la obligación de ganar,
necesito la exigencia, el compromiso
con el club de seguir teniendo
protagonismo, de seguir
ganando cosas, el desafío del día
a día. Necesito esa presión. Lo
noté cuando me tocó ir afuera,
a jugar al exterior. Las presiones
no eran iguales, el protagonismo
no era el mismo. Por eso soy una
persona que necesito de eso.
–Entonces le gusta la presión.
–Sí, la presión, el tener que
rendir cada domingo y cada entrenamiento,
seguir teniendo ganas
de levantarme e ir a practicar
con las mismas ganas.
–¿Las críticas también lo hacen
rendir mejor?
–Sí, puede ser. Pero no es porque
quiera demostrarle nada a
nadie, sino porque yo mismo me
desafío. Las críticas, para mí, son
motivaciones. Las tomo para de-
mostrarme a mí mismo que puedo
revertir la adversidad.
–¿Qué cualidades tiene, más
allá de lo futbolístico, para haber
dejado su marca en un club así?
–Creo que no es fácil saber
llevar el Mundo Boca: el periodismo,
la gente, el convivir
el día a día en el club, te lleva
a ser muy fuerte mentalmente.
Cuando tenés tanto protagonismo
dentro del club, uno queda
bajo la mirada de todos y tiene
que estar preparado para todo.
Cuando salís a la cancha a jugar
un partido, o incluso a entrenar,
sabés que te están mirando y están
pendientes de lo que hacés.
Eso lo tenés que ir superando y
Detalles de su relación con Riquelme
Cuando rueda la pelota, Martín Palermo y Juan Román
Riquelme son aliados, inseparables. Los rumores
indican, desde hace años, que después del pitazo final la
relación cambia. El delantero desmiente la enemistad, pero
confiesa que no son amigos: “Nos llevamos bien. Seguro que
no es la amistad que tuve con Guillermo Barros Schelotto, con
el Pato Abbondanzieri y que tengo hoy con Pablo Migliore o
el Pochi Chávez, pero a Román lo conozco desde hace diez
años. Quizás no tenemos esa relación de salir a comer, de
estar juntos en la pretemporada, en la concentración. Nos
conocemos mucho pero no tenemos esa amistad”.
Otro amigo que Palermo hizo en el club fue Diego Cagna,
técnico del Tigre que hoy visitará la Bombonera: “Estoy
muy contento con la campaña que hizo Diego como
director técnico. Más allá de que en este semestre no le fue
tan bien como en el anterior, Cagna está demostrando su
capacidad, y eso me pone muy contento. ¿Si hablamos del
partido de hoy? Sí, ja ja. Siempre hablamos de fútbol”.
deportes critica de la argentina
Domingo 22 de junio de 2008 43
entrevista exclusiva con martín palermo, autor de 191 goles con la azul y oro
“A veces, el Mundo Boca me supera”
El delantero asegura que necesita la presión que impone el club, aunque reconoce que hay días en que no sabe cómo manejarse.
ÁNGELA LERENA
FotoBaires
Titán. Palermo se entrena en Casa Amarilla, el martes pasado. “Todo lo que me pasó en la vida me sirvió para superarme”, dice.
estar bien. A veces parece que
uno tiene que estar siempre de
buen ánimo, preparado para una
entrevista, para jugar un partido
y estar diez puntos, siempre predispuesto
para la gente. Todo eso
“Soy hincha de
Estudiantes, pero nací para
jugar en Boca. Mi forma
de ser va con este club.”
es el Mundo Boca. No es fácil.
–¿Y usted lo sabe manejar?
–No sé si lo sé manejar bien,
a veces me supera. A veces te va
llevando a no saber cómo manejar
tanta exigencia.
–¿Lo mejor que tiene usted como
jugador es la personalidad?
¿Incluso por encima de su capacidad
de gol?
–Sí, yo creo que mi forma de
ser es la que me lleva a ser lo
que soy, a hacer tantos goles, a
superar las cosas que me fueron
pasando. Es por mi forma de ser,
la personalidad.
–¿Todas las que cosas que le
pasaron en la vida también lo
fortalecieron?
–Sí, seguro. Ya no veo las cosas
como a los 20 o a los 25 años. De
todo se aprende. En la vida me
pasaron cosas: separarme dos
veces, perder un hijo, muchas
cosas que te ayudan a poner las
cosas en su lugar. Pensar que uno
vive en este mundo tan alocado, y
esas cosas te hacen frenar y darle
valor a todo lo que hacés.
–Mucha gente debe soñar con
ser usted. ¿Pero es lindo ser Martín
Palermo?
–Sí, con condicionamientos,
seguro que lo disfruto y es lindo.
A veces no podés ser una persona
común y corriente, y se hace
difícil, pero es lo que hoy por hoy
soy y lo tengo que llevar en el día
a día de mi vida.
–¿Es feliz?
–Trato de ser feliz. Muchas
veces me falta algo más. Si estoy
bien o estaba bien en mi vida fuera
del fútbol, algo me faltaba en
el fútbol. Y si estoy bien en el fútbol,
sé que algo en mi vida me está
faltando. A veces uno no puede
tener todo lo que quiere. l
Fe de Selección
Hay dos ámbitos en
los que la carrera de
Martín Palermo no tuvo
el brillo de su trayectoria
en Boca: la Selección
Argentina y Europa.
Con la camiseta celeste
y blanca jugó la Copa
América 99 y marcó tres
goles, aunque también
erró tres penales, en un
mismo partido, contra
Colombia, marca que
figura en el libro Guinness
de los récords. Entre
2000 y 2004 jugó en
Villarreal, Betis y Alavés,
pero se lesionó y tuvo poca
continuidad.
–¿Hay algún partido
en el que no le gustó cómo
jugó, como el de los tres
penales errados, y que
todavía se pregunte por
qué no fue distinto?
–No, hoy ya no. En ese
momento sí te vienen
muchas cosas a la cabeza,
pensás por qué no fue
diferente, pero no soy
de arrepentirme en ese
aspecto. Si tuviera que
estar de nuevo dentro
de la cancha y patear de
nuevo esos penales, lo
hago. Me arrepiento de
otras cosas.
–¿Cómo cuáles?
–No sé si la palabra es
arrepentirme, pero ahora
veo distinto el haberme
ido a Europa. Me sirvió
económicamente, como
experiencia, y me ayudó
mucho a madurar, pero no
me sirvió profesionalmente
como yo había deseado. Si
hubiera ido a un equipo
grande, algo importante,
en Europa, habría sido
diferente.
–¿Sueña con cambiar
la imagen que dejó en la
Selección?
–Me gustaría estar
en la Selección en esta
última etapa de mi
carrera, pero no para
cambiar la imagen. La
imagen como jugador ya
la tengo. Y no es necesario
estar en la Selección para
que sea diferente.