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DESPUÉS DE LAS VACACIONES...
Si al reintegrarse a las labores usted descubre que está más cansado que cuando
se fue, tal vez padezca del síndrome postvacaciones. ¿Qué es y cómo vencerlo?
Los 15 días de vacaciones que
pasó en Cartagena el empresario
Juan Antonio Peña con su
familia fueron diferentes. Por
primera vez, y luego de un duro
año de labores, cambió drásticamente su
rutina y se desconectó de los problemas del
trabajo. Se levantaba a las nueve de la mañana,
desayunaba en la cama, iba a la playa,
se metía al mar, tomaba el sol, acompañaba
a su esposa a las compras, se iba a recorrer
la ciudad, en la noche ‘echaba paso’ y luego
degustaba una que otra cerveza en un bar.
Toda una inolvidable rutina de asuetos.
“Comí y tomé tanto que subí tres kilos.
Ahora me toca bajarlos como sea”, dice.
Pero el aumento de peso no fue lo
único que le quedó a Juan Antonio de las vacaciones.
Al regresar al trabajo, este hombre
hiperactivo y metódico se encontró con
que la pereza lo tenía dominado, andaba
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con sueño a toda hora y sentía una gran dificultad
para tomar de nuevo las riendas laborales.
Ese problema de adaptación que por
estos días está viviendo Juan Antonio es lo
que los expertos llaman el síndrome postvacaciones.
Se trata de un trastorno que se
define como una incapacidad de adaptarse
de nuevo al trabajo tras finalizar el período
de descanso. Según los expertos, este síndrome
se caracteriza por síntomas psíquicos
como ansiedad, nerviosismo, tristeza,
irritabilidad, bajo rendimiento, falta de
concentración; y síntomas somáticos como
dolor de cabeza, problemas digestivos, inapetencia,
opresión en el pecho y trastornos
del sueño. “Es muy común entre las personas
activas y lo padece la mitad de la población”,
dice Juliana Castellanos, psicóloga.
El síndrome postvacaciones es más
normal de lo que usted piensa. Por ejem-
plo, en Europa, según algunos estudios,
un 35% de los trabajadores de entre 25 y 40
años sufre de esta alteración; mientras que
en Estados Unidos el 15% reconoce que la
padece, de acuerdo con una encuesta de la
firma Gallup. En Colombia no hay estudios
sobre el tema, pero sólo basta realizar un
pequeño sondeo entre quienes se reintegran
a sus labores para darse cuenta de que
casi todos han experimentado en alguna
ocasión, y con más o menos intensidad, los
síntomas asociados a este síndrome.
Pero esta sensación, que algunos comparan
como la que viven los domingos en
la noche cuando el día siguiente es laboral,
suele desaparecer en forma espontánea a
los pocos días. Sin embargo, según investigaciones
médicas, aunque el síndrome es
muy frecuente, puede complicarse si se extiende
por más de dos semanas y sus síntomas
se prolongan de manera severa.