tiempo interior - Salesianos

no resuelven positivamente la vida del ser humano. Jesús nos propone que superemos nuestra mentalidad
legalista o nuestra actitud infractora. La ley, aunque oriente algunos comportamientos, no
puede ser la guía en la vida de las personas. La única guía es el Espíritu de amor que nos permite vivir
en paz con Dios y en justicia con nuestros hermanos.
IMÁGENES
DE LA BIBLIA
Los «Am ha-arets»
La pregunta que los fariseos hacen a Jesús no es una
cuestión carente de fundamento. Precisaban simplificar
u organizar los mandamientos porque habían llegado
a un extremo casi ridículo.
Los fariseos eran partidarios de ir acumulando mandamientos
y preceptos. A los que figuraban escritos
en la Ley del Señor, añadieron los que se habían transmitido
por tradición oral... En tiempos de Jesús el pueblo
de Israel contaba con ¡613! mandamientos. De ellos,
365 eran preceptos negativos u acciones que no debían
realizarse. Los otros 248 eran prescripciones positivas,
es decir, acciones que debían cumplirse obligatoriamente.
Esta maraña de preceptos no era lo más grave. Lo
grave fue la actitud de orgullo y desprecio que se generó
en muchos fariseos. Porque al existir tantos y
tantos mandamientos, tan sólo los fariseos expertos
llegaban a poder retenerlos en su mente y cumplirlos.
La gente pobre y sencilla nunca llegaba a enterarse
de tantos preceptos. Los fariseos despreciaban profundamente
a la gente sencilla y humilde que desconocía
tantos preceptos, y a quienes llamaban despectivamente
«Am ha-arets» (gente de la tierra).