tiempo interior - Salesianos
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PALABRA<br />
DE DIOS<br />
COMENTARIO<br />
TIEMPO<br />
INTERIOR<br />
¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?<br />
18<br />
AGOSTO 2010<br />
MIÉRCOLES 20 Tiempo Ordinario<br />
Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:<br />
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para<br />
su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra<br />
vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: «Id también<br />
vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido». Ellos fueron.<br />
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró<br />
a otros, parados, y les dijo: «¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?» Le respondieron:<br />
«Nadie nos ha contratado». El les dijo: «Id también vosotros a mi viña».<br />
Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: «Llama a los jomaleros y págales el jornal,<br />
empezando por los últimos y acabando por los primeros». Vinieron los del atardecer y recibieron<br />
un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos<br />
también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: «Estos<br />
últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado<br />
el peso del día y el bochorno».<br />
Él replicó a uno de ellos: «Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un<br />
denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad<br />
para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?» Así,<br />
los últimos serán los primeros y los primeros los últimos”.<br />
Mateo 20, 1-16<br />
La parábola de los obreros con diverso <strong>tiempo</strong> de trabajo y con el mismo salario final<br />
quiere ser una advertencia para evitar que caigamos en el error del mercantilismo y<br />
cerremos la posibilidad de la gratuidad.<br />
El personaje principal, presentado desde el comienzo, es un propietario que ejerce la<br />
posesión sobre una viña. Escuchando propietario y viña los oyentes de Jesús, familiarizados<br />
con el lenguaje de los profetas y de otros escritos del Antiguo Testamento,<br />
eran naturalmente conducidos a considerar la relación de Dios y su pueblo.<br />
Ese propietario debe cosechar los frutos de su viña y para ello sale a contratar obreros<br />
para la tarea. Da la impresión que lo único que le interesa es que no haya desocupados<br />
ya que busca compartir con mayor número de personas los beneficios que la viña<br />
ha reportado o reportará.<br />
En sucesivas salidas, que el texto tiene cuidado de señalar, repite la misma invitación<br />
desde la mañana hasta la tarde. La única diferencia es que a los primeros llamados<br />
señala el jornal exacto, un denario (v.2), a los segundos promete de manera más<br />
amplia "lo justo" (v.4) y en los casos siguientes no menciona el monto de la paga.<br />
Al final del día por medio de su administrador, comienza a abonar los salarios desde<br />
los últimos llegados a los que se concede lo prometido a los de la primera hora. Estos<br />
viendo que reciben la misma paga comienzan a murmurar porque trabajos de duración<br />
desigual han sido remunerados idénticamente. La queja que les brota es que los<br />
que han trabajado "una hora" han sido igualados a los que se fatigaron durante todo<br />
el día.<br />
www.salesianos.edu