DESPUÉS DEL ICTUS - Sarela
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Los trastornos de la sensibilidad<br />
suelen asociarse con defecto motor<br />
del mismo lado, lo que supone un claro<br />
problema para la seguridad: pueden<br />
producirse quemaduras o heridas<br />
que pasen inadvertidas, ya que se<br />
ha perdido el mecanismo de alarma<br />
(el dolor) ante un estímulo dañino. Si<br />
tiene ese problema, debe ser extremadamente<br />
cuidadoso en el manejo de<br />
instrumentos y en el baño.<br />
Trastornos<br />
de la percepción<br />
y de la imagen<br />
corporal<br />
No todo es ver, sentir o tocar; debe-<br />
mos ser capaces de darnos cuenta de<br />
lo que vemos, reconocer lo que tocamos<br />
o sentimos.<br />
Muchos pacientes con ictus, aunque<br />
no tengan un importante defecto<br />
de la sensibilidad o de la visión,<br />
parecen ignorar parte de los estímulos,<br />
fenómeno que conocemos como<br />
negligencia. La negligencia consiste<br />
en eso: en no hacer caso a determinados<br />
estímulos, aunque se sea capaz<br />
de percibirlos. Por ejemplo, pacientes<br />
con lesiones del hemisferio derecho,<br />
especialmente del lóbulo parietal,<br />
ignoran lo que ocurre en la<br />
mitad izquierda del mundo: parecen<br />
no ver lo situado a la izquierda, no<br />
contestan si se les habla desde la iz-<br />
quierda y comen sólo de la mitad derecha<br />
del plato, o se visten mal la<br />
mitad izquierda del cuerpo. Es mucho<br />
más frecuente en pacientes con<br />
lesiones del hemisferio derecho que<br />
tienen paralizados los miembros izquierdos.<br />
Muchos de ellos ignoran la<br />
mitad de su cuerpo y no saben cómo<br />
lo tienen colocado o no reconocen su<br />
brazo como propio.<br />
Es frecuente ver cómo muchos pacientes<br />
con grandes parálisis del lado<br />
izquierdo afirman que pueden mover<br />
la pierna y que incluso la están moviendo.<br />
Ignoran los efectos de su enfermedad,<br />
por lo demás evidentes.<br />
Esta situación es también frecuente<br />
con los defectos visuales (hemianopsias<br />
o incluso ceguera cortical). Este fenómeno<br />
es una forma especial de negligencia,<br />
denominada anosognosia.<br />
Afortunadamente, la negligencia<br />
suele mejorar en las primeras semanas<br />
después del ictus, pero cuando es<br />
intensa o persistente empeora las expectativas<br />
de rehabilitación y dificulta<br />
mucho la colaboración. Por ejemplo,<br />
si un enfermo con hemianopsia<br />
presenta además negligencia, no podrá<br />
compensar el defecto visual «buscando»<br />
con la mirada.<br />
Es importante que los familiares conozcan<br />
esta situación y que, en lo posible,<br />
estimulen al paciente a darse<br />
cuenta de lo que ocurre en su lado ne-