Descargar versión digital - Nelio Espina

Debemos establecer en nuestras vidas reglas claras y
saber que todo lo que ocurra en nuestro alrededor de
una forma u otra formará parte de nuestros éxitos y
de nuestros fracasos y por ello debemos asumir con
mucha responsabilidad los aciertos que tengamos y
también nuestros desaciertos.
Como yo formo parte de esta sociedad y de esos
seres que a veces no miramos lo que acontece
en nuestro alrededor, busqué un apoyo, que me
dijera, que me orientara cómo poder ser mejor,
como establecer lazos y vínculos importantes con
la vida y con mis semejantes, como deslastrarme
de mis vicios insensatos, esos, que nos producen
alegrías momentáneas, pero que inmediatamente
nos sumergen en el pantano de la tragedia y de la
incertidumbre.
No fue mucho el tiempo que esperé para encontrar
ese apoyo, porque durante mi reflexión sentí que bajó
una luz divina, la cual llegó muy dentro de mi, que
me envolvió con su manto de pureza y de sabiduría,
supe en ese instante que estaba muy cerca de Dios,
sentí su presencia, sentí su intención de escucharme,
porque así es Él con todos nosotros, cuando buscamos
su presencia Él siempre está, por lo que aproveché
ese momento grandioso que me dio el Supremo y es
por eso que “Hoy me senté a conversar con Dios”.
Me senté frente a Él con temor, porque pensaba que
no podía estar frente a Él diciendo cosas que tal vez
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