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ACTOS DEL HABLA III Sobre las declaraciones que llamamos juicios

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<strong>ACTOS</strong> <strong>DEL</strong><br />

<strong>HABLA</strong> <strong>III</strong><br />

<strong>Sobre</strong> <strong>las</strong><br />

<strong>declaraciones</strong><br />

<strong>que</strong> <strong>llamamos</strong><br />

<strong>juicios</strong><br />

Carlos Sandoval


♦ <strong>Sobre</strong> <strong>juicios</strong> y afirmaciones<br />

En la concepción tradicional del<br />

lenguaje consideramos con el mismo<br />

valor tanto nuestras afirmaciones<br />

como nuestros <strong>juicios</strong>; es decir,<br />

operamos bajo el supuesto <strong>que</strong> frases<br />

como "Alberto es abogado" y "Alberto<br />

es responsable" fuesen ambas<br />

descripciones de la realidad.<br />

La concepción tradicional del lenguaje<br />

descansa en la visión de mundo <strong>que</strong><br />

a<strong>que</strong>llo <strong>que</strong> predicamos o atribuimos a<br />

<strong>las</strong> cosas es una propiedad del<br />

objeto, y por tanto, una realidad<br />

objetiva <strong>que</strong> existe con independencia<br />

del observador y <strong>que</strong> puede ser<br />

descrita a través del lenguaje. Al<br />

decir, "Juan es irresponsable"<br />

pensamos <strong>que</strong> describimos una<br />

propiedad de Juan; al señalar "Este<br />

banco es el mejor banco de América<br />

Latina" creemos estar señalando una<br />

verdad respecto a dicha entidad<br />

financiera, o al sostener "Mi hijo es<br />

malo para <strong>las</strong> matemáticas"<br />

pensamos <strong>que</strong> su incapacidad es<br />

algo arraigado en su ser; al sostener<br />

<strong>que</strong> "Los chilenos son arrogantes"<br />

pensamos <strong>que</strong> la arrogancia es una<br />

cualidad <strong>que</strong> le pertenece al ser de<br />

los chilenos y por tanto es inmutable.<br />

Bajo la concepción generativa del<br />

lenguaje hemos postulado <strong>que</strong> ningún<br />

acto del habla es independiente del<br />

observador, <strong>que</strong> vivimos en mundos<br />

interpretativos, <strong>que</strong> el lenguaje es<br />

acción y <strong>que</strong> al hablar asumimos un<br />

compromiso o responsabilidad ante<br />

nuestra comunidad.<br />

A partir de estos postulados aparece<br />

una diferencia radical entre "Alberto<br />

es abogado" y "Alberto es<br />

responsable". La primera es una<br />

afirmación, es decir, una descripción<br />

de lo <strong>que</strong> es real para nosotros. La<br />

segunda es un juicio, o sea, una<br />

apreciación o interpretación nuestra<br />

sobre lo real. Exploremos<br />

brevemente <strong>las</strong> diferencias entre<br />

afirmaciones y <strong>juicios</strong>.<br />

Las afirmaciones: Básicamente<br />

hemos sostenido <strong>que</strong> <strong>las</strong><br />

afirmaciones son un acto lingüístico a<br />

través del cual "describimos la<br />

manera en <strong>que</strong> observamos <strong>las</strong><br />

cosas". Ante <strong>las</strong> afirmaciones<br />

asumimos el compromiso social de<br />

proporcionar una evidencia o testigo<br />

válido para nuestra comunidad <strong>que</strong><br />

permita probar el valor de "verdad" o<br />

"falsedad" de lo afirmado.<br />

Los <strong>juicios</strong>: Por el contrario, los<br />

<strong>juicios</strong> son apreciaciones o<br />

interpretaciones nuestras sobre<br />

algo. No pueden ser consideradas<br />

como <strong>las</strong> afirmaciones pues un juicio<br />

siempre deja abierta la posibilidad<br />

de discrepancia. Afirmar <strong>que</strong><br />

Alberto es abogado puede ser<br />

probado en su valor de verdad a<br />

través de su título profesional; en<br />

cambio siempre existirá la posibilidad<br />

<strong>que</strong> alguien discrepe de mi juicio<br />

"Alberto es responsable".<br />

Como interpretación el juicio<br />

pertenece o vive en quien lo emite<br />

y por tanto no es una propiedad del<br />

objeto <strong>que</strong> juzgamos. En sentido<br />

estricto, al decir "Juan es un buen<br />

profesional" lo <strong>que</strong> estamos<br />

señalando es <strong>que</strong> "Para mí, dado el<br />

observador <strong>que</strong> soy, valoro a Juan<br />

como un buen profesional".<br />

Los <strong>juicios</strong> son, por tanto, un tipo<br />

particular de <strong>declaraciones</strong>, pues al


pronunciarlos generamos una nueva<br />

realidad <strong>que</strong> afecta la identidad de lo<br />

juzgado, <strong>que</strong> abre un ámbito de<br />

relaciones y acciones posibles entre<br />

el observador y lo juzgado y <strong>que</strong><br />

modifica la realidad de todos a<strong>que</strong>llos<br />

<strong>que</strong> se ven directa o indirectamente<br />

afectados por el juicio.<br />

Un gerente al señalar en público <strong>que</strong><br />

"Paulina es la mejor secretaria de la<br />

organización" afecta la identidad<br />

pública de Paulina, pues desde el<br />

momento de la emisión del juicio se<br />

constituye en la mejor secretaria de la<br />

empresa. Asimismo, genera un<br />

ámbito posible de acciones: es<br />

probable <strong>que</strong> Paulina sea ascendida,<br />

estamos declarando <strong>que</strong> da gusto<br />

trabajar con ella, <strong>que</strong> es posible<br />

esperar de ella el cumplimiento de<br />

sus promesas, etc. Asimismo, el<br />

juicio afecta la relación de ella con el<br />

resto de la organización: es de<br />

esperar <strong>que</strong> muchos la tomen como<br />

ejemplo, <strong>que</strong> otros le tengan envidia,<br />

<strong>que</strong> alguna secretaria discrepe de la<br />

elección, <strong>que</strong> otras le soliciten con<br />

más recurrencia consejo y ayuda. Por<br />

último, el juicio afecta la identidad y<br />

vida privada de Paulina: es de<br />

esperar <strong>que</strong> viva un período de<br />

felicidad por el reconocimiento, <strong>que</strong><br />

sus hijos y esposo le organicen una<br />

celebración y <strong>que</strong> se constituya en<br />

modelo a imitar por sus hermanos y<br />

hermanas. En fin, sólo <strong>que</strong>remos<br />

señalar <strong>que</strong> todo este nuevo mundo<br />

no hubiese acontecido si el juicio no<br />

hubiese sido formulado. En otras<br />

palabras, un juicio sólo cobra<br />

existencia cuando lo formulamos.<br />

Como <strong>declaraciones</strong> los <strong>juicios</strong> son<br />

un acto enteramente lingüístico y su<br />

poder radica en <strong>que</strong> a través de la<br />

interpretación <strong>que</strong> proveen afectan o<br />

generan una nueva realidad en los<br />

sujetos u objetos afectados por el<br />

juicio.<br />

♦ Los <strong>juicios</strong> son sólo eso...<br />

<strong>juicios</strong><br />

Sostenemos <strong>que</strong> el principal motivo<br />

por el cual los seres humanos<br />

emitimos <strong>juicios</strong> es por nuestra<br />

preocupación por el futuro. Desde<br />

esta perspectiva podemos entender<br />

los <strong>juicios</strong> como una apreciación o<br />

interpretación de probabilidad de <strong>que</strong><br />

ciertas observaciones realizadas en el<br />

pasado se repitan en el futuro. Parte<br />

importante del poder de los <strong>juicios</strong><br />

está en <strong>que</strong> operan como<br />

"predictores" de lo <strong>que</strong> es posible<br />

esperar en el futuro.<br />

Al declarar <strong>que</strong> Alberto es un<br />

excelente abogado estamos "prediciendo"<br />

<strong>que</strong> es probable <strong>que</strong> siga<br />

delegando en él mis asuntos<br />

jurídicos; el profesor al señalar <strong>que</strong><br />

"Maricarmen es mala para <strong>las</strong><br />

matemáticas" está señalando <strong>que</strong> es<br />

probable <strong>que</strong> su rendimiento<br />

académico sea bajo en ese dominio,<br />

<strong>que</strong> requiera ayuda para alcanzar los<br />

niveles aceptables y <strong>que</strong><br />

probablemente su vocación se incline<br />

a otras áreas del saber. Al juzgarnos<br />

a nosotros mismos como "torpes",<br />

"tímidos" o "malos para los negocios"<br />

estamos diciendo <strong>que</strong> cabe esperar<br />

de nosotros en el futuro <strong>que</strong><br />

rompamos más objetos de lo normal,<br />

<strong>que</strong> no asumamos trabajos o<br />

funciones de exposición pública y <strong>que</strong><br />

seamos siempre asalariados.<br />

Como es posible observar, todo juicio<br />

siempre es emitido en el presente,<br />

tiene como inquietud predecir o<br />

♦<br />


hacernos cargo del futuro y se basa o<br />

funda en observaciones pasadas.<br />

Los <strong>juicios</strong> son una gran herramienta<br />

para el diseño del futuro pues nos<br />

permiten apreciar la probabilidad de<br />

ciertos acontecimientos. Sin<br />

embargo, el problema surge cuando<br />

nos olvidamos <strong>que</strong> los <strong>juicios</strong> son<br />

sólo probables y no necesarios en su<br />

ocurrencia. En otras palabras,<br />

cuando operamos bajo la<br />

interpretación <strong>que</strong> lo <strong>que</strong> ha ocurrido<br />

en el pasado necesariamente tendrá<br />

<strong>que</strong> seguir ocurriendo en el futuro.<br />

Cuando operamos con los <strong>juicios</strong><br />

como leyes absolutas se nos cierra<br />

toda posibilidad de cambio, pues<br />

asumimos a priori <strong>que</strong> estamos<br />

condenados o atrapados a seguir<br />

siendo y haciendo lo <strong>que</strong> siempre<br />

hemos sido o realizado.<br />

Desde la interpretación absoluta de<br />

los <strong>juicios</strong> Juan está condenado a<br />

seguir siendo tímido, Pedro<br />

irresponsable, Alberto sin posibilidad<br />

de equivocarse por ser un excelente<br />

profesional, la empresa condenada a<br />

ser burocrática o tocada por la mano<br />

de Dios para seguir siendo siempre la<br />

primera.<br />

Sostenemos <strong>que</strong> no existe vínculo de<br />

necesidad <strong>que</strong> haga <strong>que</strong> lo <strong>que</strong><br />

sucedió en el pasado se repita o<br />

mantenga inexorablemente en el<br />

futuro. Es más, declaramos <strong>que</strong> a<br />

través del desaprendizaje,<br />

aprendizaje e innovación podemos<br />

realizar nuevas acciones <strong>que</strong> no nos<br />

eran posible de llevar a cabo en el<br />

pasado, y por tanto, podemos variar<br />

el juicio <strong>que</strong> tenemos de nosotros<br />

mismos y de los otros. Vivir bajo la<br />

concepción de los <strong>juicios</strong> como<br />

afirmaciones o leyes absolutas "mata"<br />

la posibilidad de transformación<br />

personal y organizacional.<br />

Sostenemos <strong>que</strong> los <strong>juicios</strong> son uno<br />

de los elementos <strong>que</strong> intervienen en el<br />

diseño del futuro y <strong>que</strong> nos permiten<br />

observar la probabilidad de<br />

recurrencia de acciones pasadas. Sin<br />

embargo, junto a ellos el aprendizaje<br />

y la innovación nos permiten desafiar<br />

esa misma recurrencia.<br />

En definitiva, los <strong>juicios</strong> son sólo eso,<br />

... <strong>juicios</strong>.<br />

♦ Compromiso social de los<br />

<strong>juicios</strong><br />

Se nos hace difícil encontrar palabras<br />

para señalar el poder <strong>que</strong> tienen los<br />

<strong>juicios</strong> para generar realidad y afectar<br />

la identidad de <strong>las</strong> personas y<br />

organizaciones. Creemos <strong>que</strong> a<br />

estas alturas es posible escuchar el<br />

peso <strong>que</strong> adquieren <strong>las</strong> frases de<br />

pasillo en <strong>las</strong> organizaciones <strong>que</strong><br />

condenan a Pedro por ser de tal o<br />

cual manera, el poder <strong>que</strong> tienen<br />

sobre el futuro <strong>las</strong> frases como "su<br />

hijo es...", "yo soy así", "los demás<br />

son asá", "el mundo es de esta<br />

forma".<br />

Sostenemos <strong>que</strong> dada nuestra<br />

inquietud por el futuro, siempre<br />

estaremos haciendo <strong>juicios</strong> sobre<br />

nosotros, los demás o el mundo. Pero<br />

junto a ello proponemos mantener<br />

siempre la visión <strong>que</strong> los <strong>juicios</strong> son<br />

probables y asumir con seriedad el<br />

compromiso social <strong>que</strong> adquirimos al<br />

emitir un juicio: La validez y<br />

fundamentación.


♦ Juicios válidos o inválidos<br />

Como <strong>declaraciones</strong> los <strong>juicios</strong> son<br />

válidos o inválidos dependiendo de<br />

la autoridad <strong>que</strong> nosotros o la<br />

comunidad hemos conferido a otros<br />

para emitirlos. Así, por ejemplo,<br />

entendemos <strong>que</strong> dentro de una<br />

organización el gerente tiene la<br />

autoridad para emitir un juicio sobre<br />

el desempeño profesional de los<br />

miembros de su equipo, <strong>que</strong> hemos<br />

conferido autoridad a los maestros<br />

para <strong>que</strong> emitan un juicio sobre el<br />

desempeño académico de nuestros<br />

hijos o al juez hacer el juicio <strong>que</strong> una<br />

persona representa "un peligro para<br />

la sociedad". En definitiva, el grado<br />

de efectividad de los <strong>juicios</strong> está<br />

directamente relacionado con la<br />

autoridad formal o informal <strong>que</strong><br />

hemos conferido a la persona <strong>que</strong> los<br />

hace.<br />

Nuestra experiencia nos muestra <strong>que</strong><br />

mucho sufrimiento personal y<br />

profesional radica en el hecho <strong>que</strong> <strong>las</strong><br />

personas otorgan autoridad a los<br />

<strong>juicios</strong> <strong>que</strong> hace "todo el mundo"<br />

sobre ellos o sobre su desempeño.<br />

Asimismo, muchos problemas surgen<br />

en nuestras vidas por el hecho de<br />

creer <strong>que</strong> tenemos autoridad para<br />

enjuiciarlo todo.<br />

♦ Juicios fundados e infundados<br />

Cada vez <strong>que</strong> emitimos un juicio<br />

asumimos el compromiso social de<br />

fundarlo, es decir, de mostrar <strong>las</strong><br />

observaciones pasadas en <strong>que</strong> se<br />

asienta nuestro juicio y la inquietud o<br />

interés por el futuro <strong>que</strong> lo motiva.<br />

Revisaremos brevemente los cinco<br />

factores <strong>que</strong> intervienen en la<br />

posibilidad de declarar fundado o<br />

infundado un juicio.<br />

♦ La inquietud por el futuro:<br />

Hemos sostenido <strong>que</strong> todo juicio<br />

opera como una predicción probable<br />

del futuro; es decir, todo juicio al<br />

momento de formularse abre y cierra<br />

un determinado horizonte de<br />

posibilidades de acción. Un juicio<br />

podemos declararlo fundado o<br />

infundado a partir de la interpretación<br />

<strong>que</strong> tenemos sobre la inquietud <strong>que</strong><br />

lo origina. El chisme, el rumor, el<br />

comentario de pasillo podemos<br />

declararlo, en la mayoría de los<br />

casos, infundados por interpretar <strong>que</strong><br />

la inquietud <strong>que</strong> los motiva es la mala<br />

intención, la envidia o el hacer daño<br />

en la identidad pública de alguien.<br />

♦ Los estándares de<br />

comportamiento:<br />

Todo juicio implica hacer una<br />

comparación de lo juzgado con<br />

ciertos estándares o expectativas de<br />

comportamiento. Al señalar "Paulina<br />

es una buena secretaria" estamos<br />

comparándola con a<strong>que</strong>llo <strong>que</strong><br />

nosotros consideramos ser una<br />

buena secretaria: atención a público,<br />

buen trato, dominio de la<br />

computación, manejo administrativo,<br />

etc. Podemos considerar <strong>que</strong> un<br />

juicio es infundado si discrepamos de<br />

los estándares con los <strong>que</strong> se<br />

compara lo juzgado. "No estoy de<br />

acuerdo en juzgar a Pedro como un<br />

buen profesional por el sólo hecho de<br />

ser simpático". Los estándares de<br />

comportamiento son <strong>juicios</strong> sociales o<br />

históricos, y por tanto, pueden variar<br />

en el tiempo, lo <strong>que</strong> era considerado<br />

ser buen profesional en una época<br />

puede variar en otra, asimismo, lo <strong>que</strong><br />

es considerado ser un buen<br />

profesional puede variar de una<br />

organización a otra. Por ello al variar<br />

♦<br />

♦<br />

5<br />

5


los estándares un juicio <strong>que</strong> aparecía<br />

fundado puede transformarse en<br />

infundado. Un importante acto de<br />

innovación y liderazgo en <strong>las</strong><br />

organizaciones consiste en modificar<br />

los estándares con los cuales<br />

comparemos nuestras acciones.<br />

♦ El dominio de observación:<br />

Un juicio está fundado cuando hace<br />

explícito el dominio de observación<br />

particular al <strong>que</strong> se refiere; es decir,<br />

hace evidentes los límites de<br />

observación dentro de los cuales el<br />

juicio se enmarca. Una tendencia<br />

común al hacer <strong>juicios</strong> es la de<br />

"universalizar nuestra observación":<br />

es decir, suponer <strong>que</strong> lo observado<br />

en un ámbito de una persona,<br />

organización u objeto se aplica a<br />

todos los ámbitos. Es muy distinto<br />

señalar "Juan es irresponsable",<br />

como juicio <strong>que</strong> se aplica a la<br />

totalidad de la vida de Juan a señalar,<br />

"sostengo <strong>que</strong> Juan ha sido<br />

irresponsable en el cumplimiento de<br />

sus compromisos profesionales".<br />

Podemos declarar un juicio como<br />

infundado si no especifica el o los<br />

ámbitos de acción en <strong>que</strong> enmarca o<br />

si el ámbito dentro del cual está<br />

inserto no es relevante para la<br />

inquietud futura <strong>que</strong> motiva el juicio.<br />

♦ La capacidad de proveer<br />

afirmaciones:<br />

Un juicio está fundado cuando es<br />

capaz de proveer una cantidad<br />

suficiente de afirmaciones <strong>que</strong> lo<br />

respaldan. En un lenguaje tradicional<br />

diríamos cuando se funda en hechos<br />

o datos. "Sostengo <strong>que</strong> Juan no ha<br />

cumplido adecuadamente sus<br />

compromisos profesionales por<strong>que</strong><br />

los últimos cuatro informes de su<br />

responsabilidad los ha entregado<br />

atrasados y sin la sección de análisis<br />

de riesgo". Una tendencia en nuestra<br />

cultura es la de fundamentar <strong>juicios</strong><br />

en <strong>juicios</strong> "Juan es irresponsable,<br />

por<strong>que</strong> es flojo y hace <strong>las</strong> cosas a<br />

medias". Sostenemos <strong>que</strong> uno de los<br />

factores principales <strong>que</strong> generan<br />

confianza es la capacidad <strong>que</strong><br />

tenemos de fundar nuestros <strong>juicios</strong> en<br />

afirmaciones.<br />

♦ La no existencia de contra<br />

afirmaciones:<br />

Finalmente, sostenemos <strong>que</strong> un juicio<br />

está fundado cuando no existen<br />

contra afirmaciones <strong>que</strong> permiten<br />

sostener el juicio contrario. Podemos<br />

señalar <strong>que</strong> un juicio está infundado o<br />

sesgado por el hecho de no<br />

considerar adecuadamente todas <strong>las</strong><br />

acciones realizadas dentro del<br />

dominio en <strong>que</strong> estamos hablando.<br />

♦ Los <strong>juicios</strong> como "ventanas del<br />

alma humana"<br />

Los <strong>juicios</strong> revelan el tipo de<br />

observador <strong>que</strong> somos<br />

Hemos sostenido reiteradamente <strong>que</strong><br />

en todo hacer o decir se revela el tipo<br />

de observador en <strong>que</strong> nos<br />

constituimos, en otras palabras,<br />

siempre dejamos ver quiénes somos<br />

al momento de hacer lo <strong>que</strong> hacemos.<br />

Desde esta perspectiva los <strong>juicios</strong><br />

además de revelar algo sobre "el<br />

mundo", dejan ver algo del ser o la<br />

persona <strong>que</strong> los pronuncia, o si se<br />

quiere, delatan la actitud vital<br />

(emoción) en <strong>que</strong> nos encontramos.<br />

Cuando una persona en una<br />

organización anda reiteradamente


haciendo <strong>juicios</strong> sobre "a<strong>que</strong>llos <strong>que</strong><br />

están allá y <strong>que</strong> no se lo merecen"<br />

nos deja ver su envidia y<br />

resentimiento. Cuando en un grupo<br />

nos encontramos con potentes <strong>juicios</strong><br />

para explicar por qué no es posible<br />

cambiar, nos delata su resignación.<br />

Cuando ante un proyecto una<br />

persona o equipo emite sus <strong>juicios</strong><br />

sobre lo interesante <strong>que</strong> es, <strong>las</strong><br />

posibilidades <strong>que</strong> se abren y los<br />

desafíos <strong>que</strong> se imponen nos delatan<br />

su ambición y compromiso. En<br />

definitiva, los <strong>juicios</strong> nos enseñan<br />

más sobre <strong>las</strong> personas <strong>que</strong> los<br />

emiten <strong>que</strong> sobre los objetos a los<br />

<strong>que</strong> se refieren.<br />

Los <strong>juicios</strong> nos permiten dar<br />

sentido a la existencia<br />

Sostenemos <strong>que</strong> una de <strong>las</strong><br />

características principales de los<br />

seres humanos es <strong>que</strong> tenemos <strong>que</strong><br />

darle sentido a nuestra existencia: es<br />

decir, no sólo actuamos sino <strong>que</strong> le<br />

damos sentido y valor a lo <strong>que</strong><br />

hacemos.<br />

La Madre Teresa de Calcuta da<br />

sentido a su trabajo con los niños de<br />

la India a partir del servicio a Dios. Un<br />

profesional puede dar valor a su<br />

trabajo desde una perspectiva de<br />

reconocimiento social, como<br />

posibilidad de desarrollo personal,<br />

como castigo o como obligación para<br />

mantener a la familia. Un político<br />

puede vivir su acción desde la<br />

bús<strong>que</strong>da de mayores grados de<br />

poder y figuración personal o como<br />

servicio a la comunidad. En otro<br />

plano, una persona u organización<br />

puede construir el sentido de su<br />

existencia a partir del juicio "<strong>que</strong><br />

siempre seré el perdedor", "debo ser<br />

siempre el mejor", "mi deber es ...",<br />

etc. En todos estos casos lo <strong>que</strong><br />

acontece es <strong>que</strong> se da sentido y valor<br />

a la existencia a través de narrativas<br />

lingüísticas.<br />

Tanto el valor y el sentido de la vida<br />

son <strong>juicios</strong> o cadenas de <strong>juicios</strong><br />

(narrativas) <strong>que</strong> tenemos sobre<br />

nosotros mismos, sobre los demás y<br />

respecto al mundo. Sostenemos,<br />

asimismo, <strong>que</strong> parte importante del<br />

grado de bienestar y efectividad <strong>que</strong><br />

poseemos se juega en el tipo de<br />

interpretación <strong>que</strong> tenemos de la vida<br />

y de lo <strong>que</strong> hacemos en ella.<br />

♦ Juicios e identidad<br />

Otro aspecto <strong>que</strong> impacta<br />

fuertemente en nuestra identidad es<br />

la forma en cómo vivimos los <strong>juicios</strong><br />

<strong>que</strong> se tienen o tenemos de nosotros<br />

mismos. Postulamos <strong>que</strong> la manera<br />

en <strong>que</strong> nos relacionamos con los<br />

<strong>juicios</strong> generan modos de ser en el<br />

mundo:<br />

♦ La inautenticidad:<br />

Se caracteriza por vivir del y para el<br />

juicio ajeno. Lo <strong>que</strong> hacemos es para<br />

agradar a nuestro equipo de trabajo o<br />

para satisfacer <strong>las</strong> expectativas <strong>que</strong><br />

otros tienen sobre nosotros. Nuestra<br />

autoimagen la hacemos depender de<br />

<strong>las</strong> apreciaciones de los demás. Bajo<br />

este modo de ser la conducción de<br />

nuestra vida está depositada en los<br />

otros, nuestro futuro está determinado<br />

por fuerzas <strong>que</strong> no controlamos y,<br />

como es imposible agradar a todo el<br />

mundo, vivimos en el sufrimiento, la<br />

angustia o el cinismo.<br />


♦ La intolerancia:<br />

Es vivir tratando los <strong>juicios</strong> como si<br />

fuesen afirmaciones o derechamente<br />

realidad. Ello implica una autoimagen<br />

rígida pues se vive bajo la premisa<br />

<strong>que</strong> se será siempre así, intolerancia<br />

pues se vive en la creencia <strong>que</strong> el<br />

juicio propio es verdadero y <strong>que</strong> los<br />

<strong>que</strong> no lo comparten están en el error;<br />

incapacidad de aprendizaje y en<br />

extremos autoritarismo pues se<br />

termina por exigir obediencia.<br />

♦ La volubilidad:<br />

Es vivir con la incapacidad de<br />

distinguir los <strong>juicios</strong> fundados de los<br />

<strong>juicios</strong> infundados. Ello provoca <strong>que</strong><br />

una sola observación o hecho nos<br />

haga cambiar radicalmente de juicio,<br />

<strong>que</strong> nos baste un mínimo de<br />

observaciones para establecer <strong>juicios</strong><br />

absolutos sobre el mundo y los<br />

demás, <strong>que</strong> pasemos de una<br />

apreciación a la contraria en corto<br />

tiempo. Bajo esta forma de ser se<br />

vive en forma climática entre el éxito<br />

y el fracaso, la felicidad y la<br />

depresión, la autoconfianza y la<br />

desconfianza de sí.<br />

♦ Autenticidad:<br />

Postulamos <strong>que</strong> la autenticidad<br />

consiste en la capacidad <strong>que</strong><br />

tenemos de vivir del juicio propio en<br />

forma fundada y reconociendo el<br />

carácter de probabilidad e<br />

interpretación <strong>que</strong> tiene todo juicio.<br />

Aprecio lo <strong>que</strong> he sido en sus<br />

fortalezas y debilidades y reconozco<br />

la posibilidad de aprender e innovar<br />

para cambiar. Acepto <strong>que</strong> mis <strong>juicios</strong><br />

son interpretaciones sobre los otros y<br />

el mundo. Vivir del juicio propio no<br />

implica dejar de escuchar la opinión de<br />

los otros, pero supone <strong>que</strong> una vez<br />

<strong>que</strong> aceptamos un juicio ajeno por<br />

considerarlo fundado, lo asumimos<br />

"como si fuese nuestro juicio" y<br />

estamos dispuestos a fundarlo.<br />

♦ Una nota sobre los <strong>juicios</strong><br />

automáticos<br />

En muchas ocasiones los <strong>juicios</strong> <strong>que</strong><br />

tenemos de nosotros mismos, de los<br />

demás o el mundo son "dichos por<br />

nosotros" pero en forma automática o<br />

espontánea, es decir, sin <strong>que</strong> hayan<br />

sido aceptados fundadamente.<br />

Muchos <strong>juicios</strong> <strong>que</strong> tienen poder en la<br />

conformación de nuestra identidad y<br />

en la forma en <strong>que</strong> nos relacionamos<br />

viven en nosotros desde nuestra<br />

infancia, pertenecían al ámbito de la<br />

obviedad en nuestra familia,<br />

provienen de la escuela o de la<br />

cultura en <strong>que</strong> estamos insertos. "La<br />

feíta" ,"el inteligente", "los hombres no<br />

lloran", "el desconfiar de todo el<br />

mundo", "el amable", "el con mala<br />

suerte", etc., son <strong>juicios</strong> <strong>que</strong><br />

seguramente no hemos elegido tener,<br />

pero sin embargo vivimos sobre ellos.<br />

Sostenemos <strong>que</strong> un inmenso ámbito<br />

de transformación y bienestar<br />

personal y organizacional radica en la<br />

capacidad <strong>que</strong> tengamos de enfrentar<br />

nuestros <strong>juicios</strong> automáticos e incluso<br />

de declarar nuestra seria decisión de<br />

no seguir viviendo sobre a<strong>que</strong>llos<br />

<strong>juicios</strong> <strong>que</strong> nos han producido<br />

sufrimiento y falta de poder.<br />

♦<br />


♦ Juicios y bienestar<br />

Siguiendo a Humberto Maturana<br />

postulamos <strong>que</strong> todo acto humano<br />

esta enraizado en su estructura<br />

biológica. Así, decimos <strong>que</strong> el<br />

caminar es posible dada nuestra<br />

contextura corporal, <strong>que</strong> el ver está<br />

enraizado en la biología de la vista,<br />

<strong>que</strong> el hablar en la existencia de <strong>las</strong><br />

cuerdas vocales, la estructura<br />

torácica, entre otras. El vínculo entre<br />

biología y lenguaje nos abre un<br />

interesante terreno respecto al tema<br />

del bienestar - biología y lenguaje.<br />

Por un lado podemos observar <strong>que</strong> el<br />

dolor es un fenómeno biológico;<br />

nos duele el estómago, el codo<br />

cuando nos golpeamos, <strong>las</strong> mue<strong>las</strong>,<br />

oídos o la cabeza. Por otra parte,<br />

podemos sostener <strong>que</strong> el<br />

sufrimiento es un fenómeno<br />

lingüístico; es decir, está vinculado a<br />

<strong>las</strong> interpretaciones, <strong>juicios</strong> o<br />

conversaciones <strong>que</strong> mantenemos con<br />

nosotros mismos sobre lo <strong>que</strong> nos<br />

acontece en la vida.<br />

Los padres <strong>que</strong> sufren por<strong>que</strong> su hijo<br />

estudió teatro por la interpretación<br />

<strong>que</strong> tienen sobre el mundo artístico,<br />

el futuro de su hijo, sus expectativas,<br />

el qué dirán, etc. El profesional <strong>que</strong><br />

sufre en su trabajo por la expectativa<br />

<strong>que</strong> éste tiene incumplida, por su<br />

sobredimensionada interpretación de<br />

la responsabilidad o por considerar<br />

<strong>que</strong> el mundo laboral es un campo de<br />

batalla donde, a fin de cuentas,<br />

"pocos sobreviven".<br />

Sostenemos <strong>que</strong> podemos disminuir<br />

considerablemente el nivel de<br />

sufrimiento, modificando la<br />

interpretación <strong>que</strong> tenemos de lo <strong>que</strong><br />

nos acontece en la vida.<br />

Por último, el vínculo entre biología y<br />

lenguaje nos permite ver la<br />

interrelación <strong>que</strong> hay entre<br />

conversaciones y salud. Sostenemos<br />

<strong>que</strong> <strong>las</strong> conversaciones o<br />

interpretaciones <strong>que</strong> tenemos sobre<br />

lo <strong>que</strong> nos acontece impactan en<br />

nuestra biología. Para decirlo con<br />

simplicidad, hay interpretaciones y<br />

conversaciones <strong>que</strong> nos enferman.<br />

Asimismo, sostenemos <strong>que</strong> hay<br />

conversaciones <strong>que</strong> son gatilladas<br />

por nuestra corporalidad. Es difícil<br />

estar en la conversación del<br />

optimismo si nuestro cuerpo se ha<br />

acostumbrado a estar decaído y con<br />

la mirada baja.<br />

Es curioso, pero en la vida social<br />

muchas veces conversamos <strong>que</strong><br />

alguien se enfermó por<strong>que</strong> está mal<br />

en su trabajo, tenso con su pareja,<br />

con una preocupación excesiva por el<br />

futuro, etc., es decir, hacemos el<br />

vínculo entre interpretación y<br />

enfermedad. Sin embargo, a la hora<br />

de tomar acciones para recobrar la<br />

salud sólo nos enfocamos al<br />

tratamiento del dolor.<br />

♦ Actos del habla, confianza y<br />

respeto<br />

Hemos realizado un largo viaje por<br />

los principales actos del habla. Entre<br />

otros puntos hemos postulado <strong>que</strong> el<br />

lenguaje es acción y <strong>que</strong>, por tanto, al<br />

hablar asumimos un compromiso<br />

ante nuestra comunidad. En el caso<br />

de <strong>las</strong> afirmaciones asumimos el<br />

compromiso de entregar un testigo o<br />

evidencia válida y de la relevancia de<br />

lo <strong>que</strong> afirmamos. En <strong>las</strong><br />

<strong>declaraciones</strong> nos comprometemos a<br />

<strong>que</strong> lo <strong>que</strong> decimos es válido y <strong>que</strong><br />

actuaremos consistentemente a lo<br />

declarado. En <strong>las</strong> peticiones,<br />

♦<br />

♦<br />

9<br />

9


promesas y ofertas asumimos el<br />

compromiso de la sinceridad, la<br />

competencia y la confiabilidad.<br />

Finalmente, en los <strong>juicios</strong> nos<br />

comprometemos con la validez y<br />

fundamentación de lo dicho.<br />

Sostenemos <strong>que</strong> la confianza y<br />

respeto, como bases de la<br />

convivencia social, son <strong>juicios</strong> <strong>que</strong><br />

hacemos de los otros o nosotros<br />

mismos a partir del cumplimiento o<br />

incumplimiento de los compromisos<br />

sociales <strong>que</strong> asumimos en los actos<br />

lingüísticos.<br />

En definitiva, postulamos <strong>que</strong> la<br />

confianza se juega en los siguientes<br />

elementos:<br />

♦ La sinceridad: entendida como el<br />

juicio <strong>que</strong> tengo sobre otros <strong>que</strong><br />

su discurso público no está siendo<br />

contradicho por un discurso<br />

privado.<br />

♦ La consistencia: entendido como<br />

el juicio <strong>que</strong> tenemos respecto a<br />

<strong>que</strong> el otro actuará en coherencia<br />

con lo <strong>que</strong> declara y se<br />

compromete.<br />

♦ La competencia: como el juicio<br />

<strong>que</strong> tenemos <strong>que</strong> la persona<br />

cuenta con los medios,<br />

habilidades y capacidades para<br />

cumplir con lo prometido.<br />

♦ La confiabilidad: como el juicio<br />

<strong>que</strong> tenemos respecto a su<br />

historia de cumplimientos,<br />

veracidad y consistencia en la<br />

acción.<br />

♦ Veracidad: como el juicio <strong>que</strong><br />

tenemos respecto a <strong>que</strong> <strong>las</strong><br />

afirmaciones <strong>que</strong> emite son<br />

"verdaderas" y sus <strong>juicios</strong> están<br />

fundados en observaciones.<br />

♦ Respeto: como el juicio <strong>que</strong><br />

tenemos respecto a <strong>que</strong> el otro<br />

nos acepta en nuestra diferencia y<br />

autonomía como legítimos otros.<br />

♦ Una reflexión sobre el silencio<br />

Sostenemos <strong>que</strong> una "enfermedad de<br />

nuestra cultura" es la de estar<br />

permanentemente enjuiciándolo todo.<br />

Estamos en una conversación y ya<br />

antes de <strong>que</strong> el otro termine<br />

empezamos a pensar qué le vamos a<br />

decir y nos formamos una opinión<br />

respecto de él. Vamos manejando y<br />

nuestra mente va enjuiciando a los<br />

niños por haber hecho esto, a la<br />

pareja por no hacer tal cosa. Antes<br />

de entrar a la oficina ya estamos<br />

peleando mentalmente con un<br />

colega, retando a un subalterno o<br />

concluyendo <strong>que</strong> Roberto es un tal<br />

por cual. Finalmente, al acostarnos y<br />

declarar <strong>que</strong> vamos a descansar,<br />

empezamos con los <strong>juicios</strong> sobre la<br />

reunión de mañana, lo <strong>que</strong> pasó o no<br />

pasó en el día, sobre nuestra forma<br />

de ser, en fin.<br />

Sostenemos <strong>que</strong> hemos perdido la<br />

capacidad de acallar nuestras<br />

conversaciones internas y creemos,<br />

además, <strong>que</strong> aquí está parte de la<br />

explicación del cansancio y del<br />

agobio <strong>que</strong> ha caracterizado a<br />

nuestra cultura. Asimismo,<br />

postulamos <strong>que</strong> esta incapacidad de<br />

provocar el "silencio interior" hace<br />

<strong>que</strong> nunca estemos plenamente<br />

presentes en lo <strong>que</strong> estamos, pues<br />

siempre parte de nuestro ser está<br />

distraído o "atrapado" en una<br />

conversación interna.<br />

♦<br />


Nuestra experiencia personal, con<br />

personas y organizaciones nos ha<br />

mostrado <strong>que</strong> al considerar el<br />

lenguaje como acción y hacernos<br />

cargo de los compromisos <strong>que</strong> los<br />

actos del habla implican, disminuyen<br />

drásticamente nuestras enredadas<br />

conversaciones interiores pues<br />

nuestra acción se hace efectiva y se<br />

funda en la confianza. Asimismo,<br />

hemos aprendido <strong>que</strong> a través de la<br />

meditación (en sus distintas formas y<br />

tradiciones) hay un camino <strong>que</strong> nos<br />

permite reencontrarnos con el silencio<br />

y con la posibilidad de estar<br />

plenamente presentes en lo <strong>que</strong><br />

estamos.<br />

♦<br />

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