Estar juntos entre ideal y real - Figlie di Maria Ausiliatrice

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REVISTA DE LAS HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA
Los últimos encuentros
de Don Bosco
con Madre Mazzarello
Piera Cavaglià
El interés personal y de hecho de Don Bosco
por nuestro Instituto, en los últimos
años de la vida de María D. Mazzarello, se
expresa a través de eventos particulares.
l La decisión de trasladar la primera comunidad
de las FMA desde Mornese a Nizza
Monferrato “después de largas y difíciles
prácticas”. Don Bosco adquiere el antiguo
convento “Nuestra Señora de las
Gracias” y prevé un nuevo desarrollo del
Instituto FMA y de las obras educativas.
l La salida del primer grupo de las misioneras
para Uruguay (11 de noviembre de
1877);
l la reunión especial de las directoras y de
las Consejeras generales para reflexionar
sobre la realidad de las comunidades y
sobre la formación de las FMA (agosto de
1878);
l la edición en la imprenta de las primeras
Constituciones con el prólogo de Don
Bosco fechada el 8 de diciembre de 1879.
El texto de la Regla se entregó a las FMA
en Nizza el 3 de septiembre de 1879;
l los primeros Ejercicios Espirituales en
Nizza presididos por Don Bosco (21-27
de agosto de 1879).
En estos últimos estuvieron presentes casi
100 seglares, pero la casa no estaba aún en
grado de hospedar a tantas personas. A
Don Cagliero, que hacía notar que la casa
no estaba preparada, Don Bosco le respondió:
“Estate tranquilo, ya verás como la Madre
lo arregla todo. ¡Es Mazzarello, y tiene a
su disposición no sólo los mezzi (medios),
sino también los mezzarelli (recursos, pequeños
medios), en tales circunstancias!”.
(Cronohistoria 3, Ediciones Don Bosco, Barcelona,
p. 58).
Don Bosco escribe en aquellos días a la
condesa Gabriela Corsi complacido al
constatar el clima de la casa: “Era un espectáculo
indescriptible el mirar la devoción, la
piedad, la alegría que en todas se transparentaba”
(Carta 27 de agosto de 1879).
Criterios para las nuevas fundaciones y
perspectivas misioneras
Después de Pascua de 1879, Madre Mazzarello
encuentra a Don Bosco en Turín, le habla
de las FMA y por él es informada sobre
las Hermanas que se encuentran en Nice y
en La Navarre en Francia. Comparte con la
Madre los proyectos sobre la casa de St.
Cyr-sur-Mer que tendrá que ser un orfanato
femenino y repite: “Será un semillero de
vocaciones, que un día poblarán todas
aquellas colinas circunstantes”.
En cuanto a las propuestas de nuevas fundaciones
en Piamonte, Don Bosco añade:
“De momento conviene que aceptemos
los parvularios que nos proponen, pero
siempre con la condición de poder abrir el
oratorio festivo y un taller de costura para
las hijas del pueblo” (Cronohistoria, ídem,
p. 28).
El 10 de mayo de 1880 la Madre está en Turín
para encontrar a Don Bosco al regreso
de Francia. La confortan las palabras tranquilizadoras:
“Las FMA trabajan, contentan
y se hacen santas”.