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Estar juntos entre ideal y real - Figlie di Maria Ausiliatrice

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gica que reclama el eje vertical y <strong>di</strong>vino<br />

del <strong>di</strong>álogo, que sólo podrá traer frutos<br />

verdaderos de paz y de concor<strong>di</strong>a.<br />

Esther Ibanga y Kha<strong>di</strong>ja Hawaja<br />

Es impresionante darse cuenta de que, todavía<br />

hoy, detrás de los conflictos más encen<strong>di</strong>dos<br />

hay grupos de mujeres comprometidas<br />

en tejer <strong>di</strong>álogo por la paz. Esther<br />

Ibanga y Kha<strong>di</strong>ja Hawaja son dos mujeres<br />

de Nigeria. Esther es cristiana mientras<br />

que Kha<strong>di</strong>ja es musulmana. El conflicto<br />

violento engendrado por los extremismos<br />

religiosos hoy está al orden del día e, inicialmente,<br />

también estas dos protagonistas<br />

nuestras han sufrido su influencia… El<br />

camino armónico de estas dos mujeres no<br />

ha sido fácil. Inicialmente, aún declarando<br />

que se comprometían por la paz, estaban<br />

abiertamente <strong>di</strong>spuestas en orden en los<br />

frentes religiosos y étnicos <strong>di</strong>ferentes y,<br />

no sólo, hasta se colocaban de forma<br />

competidora.<br />

En efecto, en el verano de 2010, Esther organizó<br />

“100.000 Mujeres en Marcha” pi<strong>di</strong>endo<br />

que se pusiera fin a las matanzas.<br />

A continuación, Kha<strong>di</strong>ja, a su vez organizó<br />

la “Marcha de Protesta de las Mujeres Islámicas”<br />

en reacción a la coor<strong>di</strong>nada por<br />

Esther.<br />

El acercamiento <strong>entre</strong> las dos lo facilitó<br />

E<strong>di</strong>t Schlaffer, la fundadora de la organización<br />

“Mujeres Sin Fronteras”.<br />

Refiriéndose a la fatiga inicial, <strong>di</strong>ce Esther,<br />

“Lo más duro era ir contra mi circunscripción<br />

y extender la mano a las mujeres musulmanas<br />

para pe<strong>di</strong>r juntas que se detuvieran<br />

las matanzas. Dando este paso, era<br />

sorprendente descubrir que eran mujeres<br />

como nosotras. Por vez primera, empecé a<br />

encontrar aspectos comunes <strong>entre</strong> nosotras;<br />

somos personas humanas; somos<br />

madres, custo<strong>di</strong>amos dolores y heridas.<br />

Esta consideración me ha ayudado a supe-<br />

AÑO LIX • MENSUAL /SEPTIEMBRE OCTUBRE 2012<br />

rar los prejuicios y el o<strong>di</strong>o que sentía a<br />

causa de las matanzas. Por consiguiente,<br />

ahora logramos tener las conferencias<br />

juntas, tomar posiciones juntas y decir<br />

juntas: ‘Detened las matanzas’.”<br />

Por su parte, explica Kha<strong>di</strong>ja: “La primera<br />

vez que Esther me llamó, lo viví como una<br />

bofetada en la cara, una provocación, el<br />

pensar en implicarme en la <strong>di</strong>scusión”. Sigue<br />

<strong>di</strong>ciendo luego: “Nos encontramos en<br />

un restaurante. (…) Ella me hablaba y yo la<br />

escuchaba, pero no estaba interesada. Pero<br />

Esther estaba deci<strong>di</strong>da. Finalmente, empecé<br />

a ver el sentido en lo que ella me estaba<br />

<strong>di</strong>ciendo. No estaba <strong>di</strong>rectamente implicada<br />

en la violencia, pero estaba defen<strong>di</strong>endo<br />

las acciones de los musulmanes sin saber<br />

si eran o no verdaderamente justas. En<br />

aquel punto me <strong>di</strong>je: ‘Esta locura se ha de<br />

detener”. Pero, el problema era: ¿cómo hacerlo?<br />

Me convertí en una celebridad local,<br />

la gente me mira, ¿cómo puedo despertarme<br />

un día y decir que hemos de <strong>di</strong>alogar?<br />

Entré en crisis, pero en aquel punto lo dejé<br />

caer todo y nos paramos a hablar. Aún antes<br />

de que tuviéramos conciencia de ello,<br />

estábamos <strong>di</strong>spuestas a emprender el paso<br />

juntas; a hacer una llamada pública, común,<br />

para detener la violencia”.<br />

Detenerse a hablar, desenmascarando las<br />

recíprocas autojusticaciones, con la libertad<br />

de quien osa mirar a la misma meta,<br />

aún desde “ventanas mentales <strong>di</strong>stintas”,<br />

¡que <strong>di</strong>fícil! es hoy, dentro de las <strong>di</strong>námicas<br />

micro y macro de nuestras Comunidades!<br />

a menudo no-Educativas en los acercamientos<br />

y con la incapacidad de gestionar<br />

el pensamiento alternativo, crítico y/o<br />

de conflicto… 35, 40, 50… no son números<br />

a jugarse en la lotería… sino artículos en<br />

los que ¡jugarse la vida!<br />

paolapignatelli@hotmail.com<br />

sangmabs@gmail.com<br />

en búsqueda mujeres en contexto<br />

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