Estar juntos entre ideal y real - Figlie di Maria Ausiliatrice

dossier Estar juntos entre ideal y real
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dma damihianimas
REVISTA DE LAS HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA
“Estar juntos
entre ideal y real”
Anna Rita Cristaino
AMORE E GIUSTIZIA
Eran un corazón y un alma sola. Esta expresión
referida a la primera comunidad
de los apóstoles siempre ha sido el cuadro
de relato ideal para cada comunidad
que comparte la misma fe. Pero leyendo
los Hechos de los Apóstoles nos damos
cuenta de que también en las primeras
comunidades cristianas a menudo surgían
conflictos y tomas de posiciones diferentes.
El hecho de que hayan sido trascritos
y se hayan dado a conocer también a nosotros
hoy hace entrever como los primeros
cristianos, los que habían conocido a
Jesús, tenían el sentido de la realidad. Sabían
que sin la fe y el empuje a permanecer
unidos por Amor de Cristo que les había
constituido sus discípulos, no hubieran
logrado formar aquella comunidad de
“un solo corazón y un alma sola”.
El camino para ser comunidad, para sentirse
hermanos, siempre es un camino
que pone en diálogo dos polaridades; el
ideal que se quiere alcanzar, que nos lo
indica Cristo mismo y por lo tanto posible,
y la realidad hecha de fragilidad, de pasos
adelante y recaídas, de recorridos en subida
y caminos allanados.
Mirando a los orígenes del carisma salesiano,
vemos como Don Bosco y Madre
Mazzarello han sido maestros de relaciones.
Leyendo sus biografías nos damos
cuenta cuán importantes fueron para ambos
las relaciones familiares, de amistad y
con los hermanos y hermanas.
Nuestro Instituto que apenas ha festejado
los 140 años de vida, se puede decir que
ha nacido gracias también a una hermosa
historia de amistad y de relaciones personales
y espirituales profundas.
El primer grupo de FMA era un grupo de
amigas, que crecieron juntas y fueron
guiadas espiritualmente por un párroco
santo. La inspiración a iniciar una obra para
las muchachas de Mornese fue casi una
apuesta y un pacto de amistad.
El quererse, los primeros pasos normales
en las relaciones vividas con realismo y
con espíritu de fe, nos hace decir todavía
hoy que Mornese era la “casa del amor de
Dios”.
Generaciones de FMA de todo el mundo
conservan en su ánimo, como un sello
carismático, aquella “nostalgia” por el
bien vivido en comunidad.
Nuestro querernos, nuestro estilo de relacionarnos
con las demás, con los laicos,
además, ha sostenido e inspirado muchas
vocaciones.
Estar juntos es posible
A menudo cuando se afronta el tema de la
vida religiosa nos encontramos con el
problema de las relaciones. La vida comunitaria,
la colaboración en el llevar adelante
las obras, el compartir la vida de fe a
menudo vacilan a causa de relaciones frágiles.
Respecto a este tema a veces nos escondemos
detrás de la coartada como el carácter,
las culturas, el momento difícil, la