BIBLIOTECA DiMCO - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...
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era muy tímido. Le gustaba más bien que la gente lo visitara<br />
aquí, en pequeños grupos. Se sentía con energía. Los recibía,<br />
contaba historias, era el más feliz. Le agradaba seducir,<br />
pero no era <strong>de</strong> espíritu muy vivo, que brillara, como el espíritu<br />
parisino.<br />
lríene recuerdos <strong>de</strong> momentos difíciles <strong>de</strong> su vida? La<br />
guerra, la cárcel ...<br />
La primera vez que lo llevaron a la cárcel, en 1939, yo tenía<br />
sólo cuatro años y no recuerdo nada, pero mi madre me <strong>de</strong>cía<br />
que yo estaba muy orgullosa <strong>de</strong> mi padre. Yo iba a la escuela y<br />
al estar brincando la cuerda, cantaba: «Mi papá está en la cárceL»<br />
y qué, ¡él no había matado a nadie!, fue por <strong>de</strong>lito <strong>de</strong><br />
opinión. ¡No veo porque no podría estar orgullosa <strong>de</strong> mi padre!<br />
Después, la época <strong>de</strong> la guerra fue un momento muy difícil. No<br />
teníamos dinero en la casa, mi padre ya no se leía, ya no se<br />
editaba. Tengo toda la correspon<strong>de</strong>ncia con Grasset y Gallimard,<br />
en la que él mendigaba sin parar mil francos para terminar el<br />
mes, dos mil francos para pagar los impuestos ... Y durante todo<br />
ese tiempo eramos doce o catorce los que comíamos aquí,<br />
pues él recibía a todo mundo: primos comunistas que habían<br />
llegado sabiendo que él los protegería; un alemán, Charles Fiedler,<br />
que huía <strong>de</strong> la Gestapo y que vivió aquí cuatro años ... La<br />
mesa estaba siempre llena y mamá tenía enormes dificulta<strong>de</strong>s<br />
para dar <strong>de</strong> comer a tanta gente. Por suerte teníamos una granja.<br />
Papá se iba en bicicleta a buscar provisiones a la granja. Para<br />
mí, toda esta época está llena <strong>de</strong> buenos recuerdos. La casa<br />
estaba siempre repleta <strong>de</strong> gente ... En esta época había muchas<br />
dificulta<strong>de</strong>s para po<strong>de</strong>r escribir. Una noche, la casa sufrió un<br />
atentado con explosivos. Debió haber sido en 1942. El muro<br />
casi mata a mi hermana. La casa fue invadida por la policía. Fue<br />
un miembro <strong>de</strong> la Resistencia que lo hizo, un amigo <strong>de</strong> papá.<br />
Poco <strong>de</strong>spués le escribió para disculparse, explicándole que<br />
estaba moralmente obligado a hacerlo para po<strong>de</strong>r conservar su<br />
influencia en el movimiento. Mi padre le dijo que ¡mejor habría<br />
sido que le previniera para hacemos salir <strong>de</strong> la casa! Después lo<br />
volvieron a meter a la cárcel, por cierto, gracias a los habitantes<br />
<strong>de</strong> Manosque. Estuvo diez meses en Saint-Vincent Nosotras lo<br />
íbamos a ver con mi madre. El autobús nos <strong>de</strong>jaba abajo y<br />
<strong>de</strong>bíamos subir toda la cuesta a pie en la nieve. Pero todo esto<br />
pasaba sin angustia. Él se fue prometiéndonos que todo saldría<br />
bien. Trataba siempre <strong>de</strong> tranquilizamos, y cada vez que había<br />
problemas, incluso problemas <strong>de</strong> dinero, nos enterábamos<br />
<strong>de</strong>spués, nunca en el momento. Teníamos que vivir felices.<br />
Toda su vida qUilO protegemos.<br />
En la cárcel, incluso si sentía amargura, no nos lo <strong>de</strong>cía. Eso<br />
se vertía en sus novelas. Estaba lleno <strong>de</strong> historias, y esas cárceles<br />
eran una mina fabulosa para contamos historias. Sin duda<br />
estaba amargado, pero eso se encuentra en su estudio <strong>de</strong>l<br />
carácter, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la guerra. Esa fue su terapia.<br />
Contaba historias todo el tiempo. Vivimos una vida <strong>de</strong> imagi-<br />
Jean Giono escribiendo una novela, y con sus dos hijas: Alma y 5ylvie<br />
11<br />
nación y no una vida real. Lo real no nos interesaba, lo que nos<br />
interesaba era la vida imaginaria que nos hacía vivir nuestro padre.<br />
Al terminar la guerra él sufrió mucho por traiciones a la<br />
amistad, pues tenía un gran sentido <strong>de</strong> la amistad. En verdad,<br />
para él no contaban más que los sentimientos. Fue a<br />
partir <strong>de</strong> ese momento que <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> creer en el hombre y<br />
se interesó en hacer estudios <strong>de</strong> caracteres duros. Hasta<br />
en el héroe <strong>de</strong> novela <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> Le hussord hay una<br />
dureza terrible, una indiferencia, un <strong>de</strong>sprecio ... El retrato<br />
<strong>de</strong> Angelo correspon<strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ramente a los sentimientos<br />
que experimentaba mi padre en ese momento.<br />
ita resintieron uste<strong>de</strong>s en la vida cotidiana?<br />
Para nada. Mi padre siguió siempre tan apasible, plácido, generoso,<br />
afectuoso, amante <strong>de</strong> las bromas, sonriente ... Uno se da