03 Alonso Diaz de Montalvo.pdf - Digitum
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F-50 Juan Torres Fontes<br />
ba como pue<strong>de</strong> apreciarse por los acuerdos concejiles adoptados en el<br />
mes <strong>de</strong> noviembre. Aum'ento <strong>de</strong> guardas y atalayas, arreglo <strong>de</strong> las mu-<br />
rallas, cierre <strong>de</strong> puertas y encomienda <strong>de</strong> las llaves <strong>de</strong> las puertas no ta-<br />
piadas a personas <strong>de</strong> toda confianza, porque, según d'ecían, «la necesidad<br />
que la cibdad estava por tener el ynfante tan cercano, estan en mucho<br />
peligro)).<br />
EL CORREGIMIENTO DE ALONSO DIAZ DE MONTALVO<br />
Hasta 28 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1444 no hizo acto <strong>de</strong> pres-ncia en la casa<br />
<strong>de</strong> la Corte <strong>Alonso</strong> Díaz <strong>de</strong> <strong>Montalvo</strong>, quien intitulándos:: oidor <strong>de</strong> la<br />
Audiencia real y Licenciado en Decretos, presentó una carta real por la<br />
que se le proveía <strong>de</strong>l corregimiento <strong>de</strong> Murcia por un año cumplido. Leí-<br />
da la carta, <strong>Alonso</strong> Díaz <strong>de</strong> <strong>Montalvo</strong> requirió a los regidor-s su obe-<br />
díencia y cumplimiento y, habiendo sido aceptado, tomó inmediata po-<br />
sesión <strong>de</strong> su oficio. Seguidamente <strong>de</strong>signó por su lugarteniente y alcaldt.<br />
mayor al bachiller Alfonso Sánchez <strong>de</strong> en daño, quien hallándose pre-<br />
sentc, aceptó y juró su cargo. Nombró <strong>de</strong>spués por su alguacil a su her-<br />
mano Jiian <strong>de</strong> R4ontalvo. v en tanto que estuviira ausente <strong>de</strong> la ciudrid.<br />
como sustituto. <strong>de</strong>signó por teniente <strong>de</strong> alguacil a Juan <strong>de</strong> la Cueva, su<br />
escu<strong>de</strong>ro.<br />
El momento <strong>de</strong> presentar su cre<strong>de</strong>ncial como corregidor no pudo ser<br />
más oportuno, pues se encontraban todavía en el reino el ~ríncipe don<br />
Enrique y el con<strong>de</strong>stable (12): ~esaba sobre la capital la grave amenaza<br />
<strong>de</strong> la proximidad <strong>de</strong>l infante don Enrique y <strong>de</strong> los dos Fajardo. y no se<br />
había hecho efectiva en aquellos días la concordia firmada por los regidores<br />
con la facción <strong>de</strong>l a<strong>de</strong>lantado, por lo que todo favorecía la implantación<br />
<strong>de</strong> un corregidor real y <strong>de</strong> su unánime aceptación. Por estas causas<br />
no hubo la menor oposición y <strong>Alonso</strong> Díaz <strong>de</strong> <strong>Montalvo</strong> pudo pose-<br />
infante don Enrique y sus partidarios La carta, dirigida a la ciudad <strong>de</strong> Mur-<br />
ria, villas <strong>de</strong>l A<strong>de</strong>lantado y ((personas singulares que vevi<strong>de</strong>s e mora<strong>de</strong>s en las<br />
dichas cibda<strong>de</strong>s e villas e lugares)) (A. M. M., 1/62). Lo cual significaba que, si<br />
se consi<strong>de</strong>raba reintegrada Murcia a la corona real, al mismo tiempo se reco-<br />
nocía la continuidad <strong>de</strong> la amenaza <strong>de</strong>l infante don Enrique al que no habían<br />
podido expulsar <strong>de</strong>l reino y que obligaba a <strong>de</strong>jar un po<strong>de</strong>roso ejército para<br />
acudir en avuda <strong>de</strong> las poblaciones que fuesen atacadas.<br />
(12) Antes <strong>de</strong> su salida, or<strong>de</strong>nó don Enrique que se facilitaran seis acémi-<br />
las a su repostero García Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Ceballos para llevar fruta hasta Hellín.<br />
que el príncipe enviaba a su padre. No <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser curioso el que la ciudad por<br />
su parte enviara no muchos días <strong>de</strong>spués ciento cincuenta palmitos romo ob-<br />
sequio al monarca.