Caritas in veritate

“Contribuyen de manera significativa con su trabajo al desarrollo económico del país
que los acoge, así como a su país de origen a través de las remesas de dinero” (CV 62).
+Todo emigrante tiene derechos por ser persona.
“No deben ser tratados como cualquier otro factor de producción” (CV 62).
“Poseen derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y
en cualquier situación” (CV 62).
SUGERIMOS
+“Todos podemos ver el sufrimiento, el disgusto y las aspiraciones que conllevan los flujos
migratorios”.
Estar cercanos, conocer, acompañar, escuchar, ayudar, comprender.
+“Estos trabajadores no pueden ser considerados como una mercancía o una mera fuerza laboral”.
Trabajos en condiciones dignas, no a los abusos, no a la economía sumergida.
+“Una estrecha colaboración entre los países de procedencia y de destino de los emigrantes”.
Cooperación al desarrollo, comercio justo, garantía en las ayudas.
DIALOGAMOS
1.- La Ley de Extranjería acentúa la diferencia entre inmigrantes con y sin papeles. ¿Está
bien? ¿Es necesario? ¿Es cristiano?
2.- La mayoría de los inmigrantes son trabajadores, pero no pueden ser considerados
como una “mera fuerza laboral”. ¿Qué consecuencias concretas tiene esta afirmación?
3.- Para gestionar este “fenómeno complejo”, ¿qué podemos hacer en la sociedad y en la
Iglesia? Enumeramos algunas acciones que estén a nuestro alcance.
NOTAS Y COMENTARIOS
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