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PROPUESTA PARA UN CÓDIGO DE ÉTICA DEL TUTOR EN LA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO
Irma Eugenia García López
Herminio Núñez Villavicencio
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO
INTRODUCCIÓN
Las principales orientaciones ideológicas que dominan a nivel mundial y que influyen en la educación y la
pedagogía, son: el posmodernismo, el neoliberalismo y la globalización. La reelaboración de la teoría educativa
que arribó a la filosofía a partir de la década de los 90's, centró su potencialidad en la inclusión de los valores
como uno de los soportes educativos del mundo actual. En este sentido las instituciones de educación
superior(DES) a través del perfil deseable de los profesores, han marcado como una de las características del
educador de tiempo completo ocuparse de la tutoría ya sea individual o grupal, situación que ha llevado al
docente a ser un profesor multifuncional dado que, dentro de sus variadas actividades debe incluir: docencia,
generación y aplicación de conocimiento, tutelaje de estudiantes, gestión académica, formación profesional
disciplinaria y otras actividades. Por tanto, su polifacético quehacer ha hecho que muchas de estas acciones se
realicen de manera superficial o simulada, de tal forma que las exigencias institucionales rebasan su sentido
ético profesional, llevándolos a cubrir apariencias, que a su vez encubren conductas no aceptables en el ámbito
ético y valoral. Convirtiendo su participación tutoral en un aparente "acompañamiento del estudiante en su
transito educativo hacia su formación profesional" que muchas de las veces, únicamente ha servido para obtener
valiosos puntos en la composición porcentual del programa de estímulos al personal académico. Dejando a un
lado el fin para el que la UAEM creó el ProInsTA (Programa Institucional de Tutoría Académica), bajo un
esquema que impulsa, acompaña y promueven mejoras en los procesos educativos integrales, esto es, apoyo en
el incremento en los índices de retención y de eficiencia terminal de la comunidad estudiantil, abatiendo los datos
de reprobación y de rezago y elevando en general la calidad académica de los estudiantes.
DESARROLLO
En este sentido el presente ensayo puede dividirse en tres apartados; en el primero reflexionamos sobre la
función de la tutoría como un elemento clave para apoyar la formación integral del alumno. Posteriormente
abordaremos algunos problemas presentes en la profesionalización de tutores, finalmente se señalará una
propuesta de un código ético para caracterizar las conductas y comportamientos del tutor. En cuanto al
ProInsTA, consideramos se requiere avanzar tanto en sus planteamientos, como en su concreción, operatividad,
coordinación y sobre todo en su carácter ético, dado que hay un gran abismo entre la retórica y los hechos; es
decir su visión compensatoria enfatiza el abatimiento del rezago educativo que se evalúa a través de metas
cuantitativas, sin soslayar la construcción de aprendizajes. En este sentido la tutoría pretende coadyuvar en el
desempeño estudiantil las responsabilidades académicas, sociales culturales y valórales del alumno. Sin
embargo, como ya mencionamos anteriormente, pese a que tiene como propósito acompañar la formación de los
educandos de forma tal que aseguren su adecuada estancia, satisfactorio progreso y conclusión de los estudios,
no ha logrado totalmente su cometido.
Situación que por lo menos en nuestra universidad no está bien definida en los aspectos operativos y en la
cotidianidad del ejercicio, ya sea por cuestiones conceptuales, materiales y de formación profesional como
tutores. Por ello no desconocemos que se han hecho esfuerzos y pruebas de ensayo-error pero, esto no es
suficiente si no hay una ética y un compromiso profesional de los que ejercen la tutoría. Por tanto, el ProInsTA no
debe olvidar la necesidad de impulsar acciones y programas que atiendan integralmente a los tutores, tanto en lo
referente a su formación inicial y continua, así como, en sus condiciones laborales, ya que ambos aspectos
influyen en el logro de las finalidades de dicho programa.
El ProInsTA, exige de una formación vinculada directamente con la profesionalización de la tutoría. En este
contexto la innovación curricular y la flexibilización centran tres grandes dimensiones: Pertinencia Social y
Profesional, que articula el proceso y contenido de formación a los ámbitos de desempeño en general. Calidad,
que busca el desarrollo de competencias ligadas al contexto real del campo profesional de acción.
Cobertura, Calidad y Flexibilidad propiciando el acceso a la educación superior de quienes representan los
diferentes sectores sociales con igualdad de oportunidades, para que puedan estudiar a su propio ritmo y de
acuerdo a sus necesidades y posibilidades.

De donde se sigue la articulación integrada de saberes: conocimientos (saber), procedimientos (saber hacer), y
de actitudes y valores (saber ser) son los referentes para la formación de los estudiantes. La tutoría es el medio
por el cual se puede apoyar dichasdimensiones.
En lo referente a abordar algunos de los problemas que consideramos debiesen atenderse se dividen
básicamente en dos, son los operativos ya que como tutor, un profesor de tiempo completo -en lo deseable- debe
guiar al estudiante en su incorporación al medio universitario y académico, recomendarle las prácticas de estudio
y disciplina de trabajo que le aseguren aprovechar al máximo los cursos y servicios de apoyo que ofrezca la
institución, aconsejarlo de cómo sortear las dificultades que se presentan durante sus estudios y orientarlo sobre
la vida universitaria. Sin embargo en la realidad esto se desarrolla a criterio del tutor, que en algunos de los
casos cuenta con al menos dos o más cursos de formación, en otros sólo conocen el básico y en algunos otros
nunca han sido capacitados y hacen tutoría por intuición. Por lo que respecta a la parte operativa cada organismo
lo maneja conforme los criterios, infraestructura, materiales y particularidades de su claustro de tutores y del
coordinador de tutores.
Condiciones que muchas veces afectan a los estudiantes dado que no se desarrollan como señala el ProInsTA, y
a lo que más se asemeja es a simular hacer tutoría y esto sin contar que la ética de algunos de los tutores ha
sido trastocada por los intereses de puntos adicionales y necesarios para el programa de estímulos,
convirtiéndolo en un medio más que en un fin. De aquí la necesidad de contar con un código de ética que si bien
no es la panacea del ProInsTA, si es un acercamiento a guiar la conducta del tutor , de tal forma que su ejercicio
se desarrolle con algunas limitaciones materiales, espaciales, profesionales, pero no sin sentido ético.
En este sentido hacemos la propuesta de ontológica que norme la función de la tutoría tanto en la conformación
de los claustros de tutores como en la función misma, es decir un código ético que se conciba como un conjunto
de comportamientos exigibles a los profesionales de la tutoría, aun cuando no estén codificados en una
reglamentación jurídica. Por tanto, integrar una propuesta de normas y/o compromisos de conducta en forma
participativa y por consenso, que contribuya al Código de ética del tutor de la UAEM se propone como un
conjunto de normas de actuación específica, de comportamiento y convivencia, socialmente aceptadas por medio
de la legitimación y compromiso del tutor en los claustros de tutores de cada uno de los organismos, planteles de
la escuela preparatoria y unidades académicas, con base en las actividades señaladas por el ProInsTA, con el fin
de lograr eficacia y convivencia armónica entre el estudiante y el tutor, fundamentándolas en el análisis racional
de la conducta moral y en la universalidad de principios y conceptos.
EL Código de Ética de la UAEMex. Será el Conjunto de principios y valores que rigen armónicamente
a toda la función de la tutoría en la universidad
OBJETIVO:
Fundamentar un conjunto de principios y valores que contribuyan a identificar y solucionar situaciones, aspectos
y problemas relacionados con la tutoría.
MISIÓN
El Código de ética de la UAEMex. Tiene como propósito establecer una guía de comportamiento a través de una
serie de principios y valores que permitan formar conciencia entre los claustros de tutores y las autoridades
correspondientes.
Proporcionar criterios y pautas de conducta individual y colectiva con el fin de mejorara la tutoría en organismos
académicos, Planteles de la Escuela preparatoria y dependencias de la administración central.
PROSPECTIVA DEL CÓDIGO DE ÉTICA DE LA UAEMex.

El Código está diseñado para reflejar la diversidad de funciones y situaciones de los organismos académicos,
Planteles de la Escuela preparatoria, y dependencias de la administración central y también reconoce la
responsabilidad de la aplicación de la legislación y de las políticas institucionales.
Dicho documento está pensado como un instrumento normativo de carácter moral cuya aplicación favorecerá la
tutoría.
ACCIONES OPERATIVAS DEL CÓDIGO DE ÉTICA DE LA UAEMex.
1. Cumplir los convenios y acuerdos interinstitucionales encargados del ProInsTA
2. Tomar medidas para mejorar compromisos, acciones y actitudes de los integrantes del claustro de tutores y
coordinadores de tutoría en organismos académicos, Planteles de la Escuela preparatoria, y dependencias de la
administración central de la UAEMex.
3. Designar representantes con alto nivel de compromiso para coordinar la tutoría y las acciones inherentes a la
misma.
4. Establecer sistemas de gestión que favorezcan la tutoría.
5. Sensibilizar a la comunidad universitaria sobre la función de la tutoría y fortalecer los programas de formación.
6. Desarrollar acciones de extensión, vinculación y asesoramiento entre organismos académicos, Planteles de la
Escuela preparatoria, dependencias de la administración central e instancias competentes relacionadas con la
tutoría.
7. Revisar periódicamente las políticas y tendencias ambientales, teniendo en cuenta la dinámica y los avances
en esta materia.
Por tanto este Código será un documento susceptible de futuras modificaciones de acuerdo con la dinámica y
tendencias del ProInsTA a mediano y largo plazo en la UAEMex. Bajo este contexto la ética del tutor se
plantearía a través de ejercicio profesional, dirigido a los estudiantes que se verán beneficiados, asimismo la
tutoría tendría como finalidad el bien común de los tutorados a través de la profesión del tutor, la cual adquiere
carácter cundo se presta el servicio a la institución. Lo importante es alcanzar un óptimo desarrollo laboral y
humano, ambos casos requieren que las personas que los apliquen sean excelentes, creativas e innovadoras,
esforzadas, dedicadas, amorosas, diligentes, responsables y con formación académica. Así El valor de una
profesión de tutor se mediría por el grado de servicio que brindemos alumno. De esta manera, la función de tutor
independientemente del valor económico que le corresponde, dignifica y ennoblece al tutor haciéndolo más
humano. Por tanto, el verdadero sustento de una profesión de tutor es la condición de persona. En el momento
en que separamos nuestra humanidad de la profesión de tutor es cuando privilegiamos únicamente lo económico
y lo material, trasformando la tutoría en valor de uso.
En toda profesión existen una serie de normas cifradas en un código de ética, que están supervisadas por un
colegio profesional respectivo. Sin embargo para el caso de la tutoría no existe esta condición, por ello
planteamos los principios éticos de un código profesional del tutor que de forma general pueden resumirse en los
siguientes:
CÓDIGO DE ÉTICA DEL TUTOR DE LA UAEMex
Guardar fidelidad a la vocación educadora
Dirigirse a los colegas con respeto y consideración, evitando la competencia desleal.
Actualizarse en los conocimientos propios de la tutoría.
Guardar el secreto profesional.
No sacar provecho de la superioridad del nombramiento de tutor para manipular o chantajear a alumnos o
académicos.
CONCLUSIONES:
El desempeño profesional del tutor tiene o debe desarrollar una ética profesional que defina la lealtad que le
debe a su trabajo, profesión, institución educativa, ética de una profesión: como un conjunto de normas, en
términos de los compañeros del claustro, profesores y alumnos.
El Código de ética del tutor define como buenas o malas las prácticas y sus correspondientes relaciones
profesionales e interpersonales. Las condiciones o imperativos éticos profesionales del tutor son:
Competencia - exige que la persona tenga los conocimientos, destrezas y actitudes para desarrollar la tutoría.

Servicio al alumno - la actividad profesional de tutor sólo es buena en el sentido moral si se pone al servicio del
estudiante.
Solidaridad - fomentar las relaciones de respeto y colaboración que se establecen entre los miembros del
claustro de tutores.
Requiere de vocación y servicio. Para lograr el desarrollo de una conciencia ético-moral profesional del tutor es
necesario ser profesional y moralmente comprometido.
BIBLIOGRAFÍA
Diccionario de filosofía en CD-ROM. Copyright © (1996-98). Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona.
Todos los derechos reservados. ISBN 84-254-1991-3. Autores: Jordi Cortés Morató y Antoni Martínez
Riu.
Etxeberria X.,(2005) Temas Básicos de Ética ,Eesclée, Bilbao. Guerra, G. R. (2005) Ética, Globalización y
Dignidad de la Persona,UAEM,Toluca.
http://www.mercaba.org/Filosofia/Zeferino_Gonz/elemental_02.htm,08de marzo de 2006.
Parent, J.(2006),Manuscrito sobre Filosofía. Profesor-Investigador de la UAEM.
Introducción
Segundo
Encuentro
Nacional de
Tutoría
ANUIES, UANL
Ética y Tutoría en la autorrealización y desarrollo humanos
José Loreto Salvador Benítez
Regresar
ÉTICA Y TUTORÍA EN LA AUTOREALIZACÓN Y DESARROLLO
HUMANOS
José Loreto Salvador Benítez
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO
Se propone la interrelación de los conceptos que definen al ser humano en el marco de sus capacidades para el
desarrollo de sus competencias y habilidades en el contexto de la educación superior. Se pretende
redimensionar y valorar aún más los conceptos en torno a la persona que la convierten en agente moral;
nociones como autonomía, autarquía, libertad, razón y voluntad son revisados para ponderar la posibilidad de
crecimiento y formación por parte del propio estudiante, a partir de la convicción y placer por el conocimiento.
Ética y tutoría académica

Al conjunto de acciones educativas que contribuyen a desplegar y potenciar las capacidades básicas de los
estudiantes guiándolos a efecto de que puedan madurar y fortalecer su autonomía que contribuya a fortalecer su
acción en la toma de decisiones, es lo que llamamos tutoría. De otra manera se puede decir, es la acción
sistemática, concreta y específica en un espacio y un tiempo determinados cuando el estudiante se beneficia de
una atención personalizada y grupal. La tutoría posee una dimensión formativa y preventiva, cuyo fin es
acompañar al aprendiz en su desarrollo emotivo e intelectual 1 , se pueden distinguir los siguientes objetivos:
La promoción gradual de la identidad, alentar y arraigar actitudes y valores en lo personal y grupal, contribuir a un
aumento en el rendimiento académico, fomentar hábitos para la indagación circunstancial e investigación
sistemática, conocer del historial académico para determinar estrategias y acciones específicas a atender en
consideración de lo anterior.
Con la figura del tutor se institucionaliza la acción educativa, cuya función es la orientación, con la condición de
capacitar y formar al cuerpo docente para tal efecto. Por otra parte, se proyecta la formación psicopedagógica en
existencia. El profesor-tutor regularmente asume dos roles: el de docente de su asignatura propia y como tutor
(orientador) precisamente. Hay cierto perfil que el tutor debe atender para el mejor desempeño de su tarea;
capacidad y disposición para escuchar al otro, amabilidad y empatía, confiabilidad, principios morales y actitud de
servicio, honestidad intelectual y solidaridad. Otros factores como el conocimiento de principios psicológicos
individuales, grupales e institucionales también son precisos. Gheiler (2000) plantea las competencias que
deberá cubrir el tutor para un óptimo desempeño, entre ellas el conocimiento de la psicología infantil y del
adolescente,
trabajo en equipo para que el proceso de aprendizaje, desarrollo cognitivo, ético y social sean efectivos.
En este contexto, la tutoría genera un espacio de interacción entre quien asume el rol y el alumno que se ve
beneficiado con orientación, no sólo en el orden académico-intelectual sino emocional, por lo que incumbe a su
vida personal y social, circunstancias que afectan e influyen en momentos específicos el comportamiento y
rendimiento escolar del estudiante.
De ahí que se pondere el fin de la tutoría en cuanto favorece, promueve y refuerza el desarrollo integral del
estudiante en tanto persona, al orientar en el uso de las capacidades y habilidades individuales, a favor de la
construcción del conocimiento propio como del trazo y afianzamiento de un proyecto de vida en el corto, mediano
y largo plazos. El carácter dinámico de la tutoría se resalta como característica principal, esto significa que se
alienta en el alumno una atención constante respecto a sus avances y cambios, que puede y debe registrar,
preferentemente; en un sentido siempre de descubrimiento de las capacidades propias para el ejercicio de
competencias que fortalezcan su autoestima, autonomía, conciencia y razonamiento.
La tutoría busca en este orden de ideas que el estudiante aprenda a conocerse a sí mismo; para ello se requiere
que haga un alto en su proceso, para la reflexión y el pensamiento, un análisis de sus actos introspectiva y
retrospectivamente; a fin que intente comprender su manera de actuar y reaccionar, en la interrelación con los
otros y el mundo 2 . Razonar y entender las cosas que dependen de él mismo y aquellas que están fuera de su
alcance y voluntad; reconocer y aceptar cómo y qué es desde la determinación cultural, fisiológica y social. Todo
ello alienta y fortalece la autonomía, identidad, libertad y razón personales, variables de fuerte basamento ético
que aseguran la formación íntegra del ser humano, en tanto persona que posee una dignidad.
El entrecruzamiento ética-tutoría
La ética es la reflexión respecto a la acción humana, un saber del actuar de la persona con base en la razón;
muestra la manera de asumir decisiones correctas, justas, prudentes y virtuosas. En distintas épocas se han
abordado aspectos específicos del hombre en el afán de su comprensión. Los pensadores clásicos griegos
descubrieron la razón en el ser humano y la equipararon como una parte de la divinidad depositada en el
individuo; hay una razón universal (Dios, los estoicos la llamaron providencia) que todo ordena, logos (razón).
Sócrates comprendió en un sentido íntimo la sentencia del templo de Apolo en Delfos: conócete a ti mismo, es
decir que el hombre debe atender los tesoros en la profundidad de su inconsciente y extraerlos a la luz, por eso
1 Cfr. "La función tutorial y el sistema de tutoría", en http://www.mailxmail.com/curso/vida/tutoriaeducativa/capitulo2.htm
2 Ibid.

habrá de prestar atención dentro de sí, en su universo interior. Sócrates descubre al hombre en la visión de la
ética; el hombre es el ser que debe decidir por sí mismo cómo desenvuelve su vida, esta autodeterminación es la
cultura. De ahí que se recomiende al hombre: Cava en tu interior. Dentro se halla la fuente del bien, y es una
fuente capaz de brotar continuamente, si no dejas de excavar 3 .
Esa idea de autorrealización ha estado presente desde la antigüedad; en el intento por terminar de hacerse, el
hombre traza un camino en busca de un florecimiento y felicidad (eudaimonía) como lo propuso Aristóteles, quien
sostuvo que "el entendimiento es lo más precioso que existe en nosotros y la cosa más preciosa entre todas las
que son accesibles al conocimiento del entendimiento mismo. […] procura mil veces más felicidad el saber…Esta
independencia se encuentra principalmente en la vida intelectual y contemplativa" 4 .
De entre todos los conocimientos, lugar preponderante ocupa el saber respecto a sí mismo. En este
conocimiento basa Pascal la grandeur de l'homme, quien al hacer referencia al Salmo 8, expresa que el hombre
es débil y pequeño, incluso, una gota de agua puede matarlo; sin embargo, es más noble que aquello que lo
mata, pues sabe que muere, sabe que el universo es más fuerte; éste, con toda su grandeza, desconoce su
grandeza; por consiguiente el hombre es superior al Universo a causa de su conocimiento, aunque sea
solamente el conocimiento de su pequeñez.
Lo expresa de la siguiente manera:
"No es en el espacio donde debo buscar mi dignidad, sino en el arreglo de mi pensamiento.
Yo no tendría más ventajas en poseer tierras: por el espacio, el universo me comprende y me
traga como un punto; por el pensamiento, yo lo comprendo a él…" 5 .
Es "digno lo que, por gozar de una intimidad, de un 'dentro' se alza sobre el resto de las bondades meramente
relativas o dependientes y se afirma en sí mismo de forma absoluta y soberana" 6 . La dignidad es el valor de lo
absoluto que se afirma por sí mismo, donde se reconoce que existe algo de absoluto en toda persona, lo que
constituye la razón final de su dignidad. La "privación de dignidad del ser humano, aquello que le hace esclavo,
que le coarta su libertad, que le impide un desarrollo coherente" 7 , limita el florecimiento humano.
Un sistema que somete por fuerza simbólica y material, el deseo y voluntad de las personas, infligiendo dolor,
resignación y desesperanza no puede ser digno ni ético.
Junto a la dignidad está presente la autarquía, la capacidad personal para ser autosuficiente al momento de
satisfacer las necesidades propias; denota capacidad mientras que la autonomía exige no sólo capacidad, sino
también oportunidad. La autarquía, entendida como autonomía espiritual, puede lograrse incluso bajo
condiciones externas severas, como la esclavitud o encierro; lo anterior porque el predicado esencial de todo ser
humano es el pensamiento. La suprema expresión de autarquía no es la libertad física, sino la autonomía de
pensamiento. las personas "pierden su autarquía cuando, bajo la influencia de su entorno, adoptan una visión
errónea del verdadero valor de las cosas en el mundo" 8 .
3 Marco Aurelio, Meditaciones, VII, 59. Gredos, Madrid, 2001
4 Aristóteles, "Rápida recapitulación de la teoría de la felicidad", en José Blanco Regueira, Antología de Ética, Universidad Autónoma del
Estado de México, 1995, Toluca.
5 Aristóteles, "Rápida recapitulación de la teoría de la felicidad", en José Blanco Regueira, Antología de Ética, Universidad Autónoma del
Estado de México, 1995, Toluca.
6 Melendo, Tomás, (2004) "Más sobre la dignidad humana", en
www.bioeticaweb.com/Fundamentacion/Melendo_mas_sobre_la_dignidad_humana.htm
7 Almansa F. y Vallescar, R. "La pobreza en el tercer mundo y su erradicación", en 1996, Año
de la Erradicación de la Pobreza. www.fespinal.como/espinal/castellano/visual/es72.htm
8 Avishai, Margalit, La sociedad decente, Paidós, Barcelona, 1997, pp. 30 y 31.

La naturaleza crea al hombre en cierta manera a medio hacer, no como cualquier otro ser vivo que cuenta con un
carril previamente trazado; en el caso del hombre le corresponde a él mismo completar la otra mitad, tiene la
tarea de producirse a sí mismo en cierta manera hasta el fin.
En ese afán el hombre escuchará sólo su razón; quiere decir que se oye a sí mismo, recibe sus directrices, no de
tradiciones y ordenamientos comunes, sino del alma propia. Al respecto el filósofo recomienda: "Habla contigo:
¡tienes tanto que decirte y qué pedirte!" 9 . Entonces, la ética racional es una ética autónoma donde el desarrollo
libre de la razón teorética da origen, también, a un individuo autónomo que se distancia de alguna manera de lo
recibido, al no sentirse del todo ligado a ello, a pesar invariablemente de ser un producto de la cultura de su
tiempo; el individuo experimenta un avance en el proceso de su autonomía por la práctica de la razón. Ésta
aporta al hombre autonomía y autarquía, en otras palabras, una independencia respecto a los afectos y bienes
externos; simultáneamente, se presentan fuerzas internas que se le oponen: los instintos y las pasiones, a las
que habrá de hacer frente y controlar pero sin arrasar, pues cuando así ocurre la vida pierde su esencia. El
racionalismo moderno resalta el papel del alma en tanto conocimiento en sí mismo; ese conocer del hombre lo
hace percatarse de su naturaleza: materia y espíritu; cuerpo y razón.
El hombre puede determinar por sí mismo su línea de conducta, en ese sentido es creador, y puede hacerlo
porque simultáneamente es libre; lo es en dos sentidos, estar libre de-del instinto- y, ser libre para -
autodeterminarse productivamente. Cuando el hombre medita y encuentra su conducta sólo en un acto creador
libre, muestra fehacientemente que no basta con lo que le ha sido dado. La acción creadora sirve al hombre para
retomar lo que al animal le concede su especialización; en cambio, el hombre está en el mundo a medio hacer,
no lo determina de forma definitiva por lo que es el único ser que encuentra ante sí una tarea abierta.
El hombre debe hacerse, completarse por sí mismo, decidir en cada caso algo determinado, específico, en el
afán de desplegar su propio esfuerzo, la empresa que él es para sí mismo, donde no solo podrá sino que deberá
ser creador; si bien la naturaleza lo arroja al mundo incompleto, simultáneamente lo dota de potencia creadora,
por medio de la cual deberá completarse, terminar de crearse a sí mismo 10 . La acción creadora no se limita a
pocas actividades, se enraíza en lo más profundo de la naturaleza del hombre; el hecho de que se complete no
implica que, por lo mismo, deba hacerse algo acabado en el sentido de perfecto; significa, en todo caso, que se
guía y se da a sí mismo la forma definitiva, el ser del hombre depende de su propia decisión.
El florecimiento de la naturaleza humana, moral y social puede pensarse como una actividad integral que
manifiesta las capacidades del hombre, sin ningún contratiempo u obstáculo que limite la autorrealización.
"Considera todas las facultades de que estás provisto y prepárate confiado a resistir toda clase de pruebas; bien
armado estás y en disposición de sacar nuevas ventajas y utilidades aún de los accidentes más terribles" 11 .
Aquí se sostiene la trascendencia de la persona por sus capacidades físicas e intelectuales innatas para lograr
un autodesarrollo, desde sus potencialidades a raíz de la experiencia propia, y con ello se reivindica el ejercicio y
la práctica humanas, como medios para actuar con la orientación de la autonomía con base en la razón.
El desarrollo humano cobra significado en el sentido anterior, involucra dos aspectos esenciales: a) situar a las
personas "como fines y no como medios para el logro de otros objetivos" y b) cuestionarse sobre los elementos
que pueden ser "determinantes para el logro de ese mayor bienestar" 12 . Las aportaciones de Sen han sido
determinantes, al bienestar lo entiende en términos de capacidades y libertades, que se unen al hablar de
desarrollo humano; las capacidades, definitivamente, son expresión de las propias libertades. Todo proceso de
desarrollo no es independiente de la ampliación de las capacidades del ser humano 13 . la difusión de las
9 Epicteto, Máximas, diversas 57, Porrúa, México, 1986.
10 Landmann, Michel, Antropología Filosófica, UTEHA, México 1978, p. 245.
11 Epicteto, Máximas, Del propio perfeccionamiento 96.
12 Cfr. Unceta Satrústegui, Koldo, "Perspectivas para el desarrollo humano en la era de la globalización"; en Ibarra, P. y Unceta, K. (2001)
Ensayos sobre el desarrollo humano; Icaria, Barcelona, p. 412.
13 Ibid. pp. 600, 601. Sen, Amartya, "Teorías del desarrollo a principios del siglo XXI", en Emmeris, Louis y Núñez del Arco, José (1998) El
Desarrollo Económico y Social en los Umbrales del Siglo XXI, BID, Washington, pp. 591,

libertades Por ello nos adherimos al enfoque que resalta la cooperación, y la capacidad humanas, dado que el
fin del desarrollo es: mejorar la vida de las personas, proporcionando más oportunidades y libertad, mayor
dignidad; desarrollo como expansión de las capacidades personales, es decir, como un crecimiento en la libertad
desde la necesidad 14 . Sen reconoce que el comportamiento de los seres humanos es influenciado por
estimaciones éticas; y que influir en el comportamiento de las personas es un aspecto básico de la ética.
Conclusiones
• Es preciso atender el conocimiento ético en torno al hombre para mejor orientar la acción del tutor.
• Alentar la autarquía y la autonomía personales como requisito de encuentro e identidad del estudiante consigo
mismo, y con sus capacidades, creatividades y posibilidades de realización.
• Mostrar y enseñar el gusto y placer por el conocimiento para el desarrollo y autorrealización humanas.
• Resaltar la dignidad y el valor del ser humano por la riqueza de su universo interior (alma, logos, razón) en su
autoformación y autocontrol respecto a instintos y pasiones que no lo distraigan de intereses escolares y sí
fortalezcan su toma de decisiones.
• Conjuntar la argumentación ética con la acción tutorial para lograr los objetivos de fortalecer la independencia,
la libertad, el pensamiento creativo y la identidad para el trazo de proyectos de vida en los tutorados. Enseñar al
hombre joven a conocerse a sí mismo, a partir de su capacidad creativa y uso de razón.
Referencias
Almansa F. y Vallescar, R. "La pobreza en el Tercer Mundo y su erradicación", en 1996, Año de la Erradicación
de la Pobreza. www.fespinal.como/espinal/castellano/visual/es72.htm
Aristóteles, "Rápida recapitulación de la teoría de la felicidad", en José Blanco Regueira, Antología de Ética,
Universidad Autónoma del Estado de México, 1995.
Avishai Margalit, La sociedad decente, Paidós, Barcelona,1997.
Epicteto, Máximas, Porrúa, México,1986.
Landmann, Michel, Antropología Filosófica, UTEHA, México 1978.
Marco Aurelio, Meditaciones. Gredos, Madrid, 2001.
Melendo, Tomás. "Más sobre la dignidad humana". www.bioeticaweb.com/Fundamentacion/Melendo_
mas_sobre_la_dignidad_humana.htm
Pascal, B. Pensamiento 254.
Programa Institucional de Tutoría Académica de la Universidad Autónoma del Estado de México. Curso de
instrumentación de la Tutoría Académica; Toluca, 2006.
Quizilbalsh en Dubois, Alfonso, "La tensión entre medición y definición en el concepto alternativo de pobreza y
bienestar del desarrollo humano"; en Ibarra, P. y Unceta, K. Ensayos sobre el desarrollo humano; Icaria,
Barcelona, 2001.
Sen, Amartya, "Teorías del desarrollo a principios del siglo XXI", en Emmeris, Louis y Núñez del Arco,
José; El Desarrollo Económico y Social en los Umbrales del Siglo XXI, BID, Washington, 1998.
Unceta Satrústegui, Koldo, "Perspectivas para el desarrollo humano en la era de la globalización"; en Ibarra,
P. y Unceta, K. Ensayos sobre el desarrollo humano; Icaria, Barcelona, 2001.
14 Cfr. Quizilbalsh citado Dubois, Alfonso, "La tensión entre medición y definición en el concepto alternativo de pobreza y bienestar del
desarrollo humano"; en Ibarra, P. y Unceta, K. (2001) Ensayos sobre el desarrollo humano; Icaria, Barcelona, pp. 49, 50.

LA RELACIÓN DIALÓGICA Y EL CÓDIGO DE ÉTICA ENTRE EL TUTOR Y EL TUTORADO
INTRODUCCIÓN:
Martha E. Gómez Collado
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO
En la educación superior universitaria debe existir una relación de diálogo que esté caracterizada por la confianza
y el respeto mutuo entre profesores y alumnos, así como entre tutores y tutorados para lograr construir una
cultura basada en valores. Dicha acción debe estar orientada a apoyar el desarrollo académico de los
estudiantes y basada en cuestiones éticas y axiológicas que permeen en la calidad de los egresados. Es por ello,
que se plantea la necesidad de que los tutores y los tutorados mantengan una relación dialógica y que ésta se
encuentre basada en un código de ética que tanto tutores como tutorados estén dispuestos a seguirlas.
DESARROLLO:
En ocasiones, las relaciones entre profesores y alumnos están caracterizadas por la falta de diálogo. Los
alumnos dependen de lo que el profesor opine de sus trabajos y desempeño en los cursos, así como de que el
estudiante realice lo que el profesor indique, sin que exista mayor comunicación. Por ello se propone una relación
dialógica entre tutores y tutorados, en la que exista respeto, confianza, solidaridad y justicia. Esta relación debe
darse en términos de entendimiento, de comunicación verbal (a través del diálogo) entre tutores y tutorados para
la comprensión e interpretación de sus inquietudes e intereses.
La relación dialógica puede ser entendida desde el supuesto sobre el reconocimiento de la capacidad que tiene
cada uno de los participantes de la relación de diálogo en un mismo nivel, es decir, de manera horizontal. La
relación dialógica es aquella en la que los tutores podemos reflexionar en torno a lo que hacemos, decimos y
callamos. En ella, el tutor y el tutorado reconocen que son seres comunicativamente competentes con la
capacidad de cuestionar y producir conocimientos. El diálogo es en sí el reconocimiento de la igualdad entre
personas. Entonces quien dialoga con sus profesores, padres o amigos puede estar en posibilidad de dialogar
con cualquier otra persona, y qué mejor que en este caso sea con su tutor. Si tomamos en cuenta que podemos
educar para el cuestionamiento, para la búsqueda del por qué, de las razones de ser de nuestra realidad
podremos tener mejores resultados en el ámbito educativo.
Por supuesto que tendríamos mejores resultados cuando esta perspectiva relacional se aplique a la educación
de los niños desde la primaria; sin embargo, para el caso de los tutorados, puede funcionar positivamente, ya
que son adultos jóvenes con un criterio formado y que están en la última etapa de su formación profesional. La
importancia de que esta relación dialógica se aplique entre los tutores y tutorados radica en el hecho de que se
presentan diferentes argumentos que pueden servir de intercambio de perspectivas académicas y lograr mejores
conclusiones. Esto puede conducirnos a una comunicación que llegue a una comprensión compartida sobre lo
que se discute para que produzca conocimiento, favorezca el razonamiento y la formación del tutorado. Desde
esta postura, ahora el papel de los tutores implica ser el de facilitador del aprendizaje, guía en procedimientos
administrativos y consultor académico, olvidándose de los mecanismos de educación tradicional a los que estaba
acostumbrado. Para ello es necesario que los alumnos cuestionen y participen tanto en sus clases como en las
tutorías a través del diálogo.
La relación dialógica se expresa a través de una comunicación, en la que
"las personas pueden tratarse mutuamente y a sí mismas como seres razonantes,
sin limitaciones a sus afirmaciones ni cuestionamientos” 1
En la comunidad escolar, donde el aprendizaje se basa en el conocimiento, si tutores y tutorados somos capaces
de criticar abiertamente dicho conocimiento, en principio no podríamos excluir a ningún alumno. Siempre nos
mantenemos en relación con otros y por eso es importante la comunicación, el diálogo que sostengamos con
otros. Los alumnos pueden participar en el diálogo con sus propios compañeros porque la relación dialógica es la
1 HABERMAS, apud en JALALI, Rabbani, Martha. La educación para la ciudadanía mundial. Reconociendo la unidad y realizando la
diversidad humana. Universidad Autónoma del Estado de México, 2001. pp. 135.

mejor manera de comunicarse y de comprender el sentido de sus opciones, el valor de aprender, transformar y
determinar los principios involucrados en sus decisiones.
Al momento de establecer un diálogo nos damos cuenta de que tenemos ciertas ideas y que a través de esa
comunicación verbal podemos tener una perspectiva diferente de las cosas y quizás argumentar nuestras propias
concepciones y tener mayor seguridad. Hace muchos años existían diferentes maneras de solucionar los
problemas, una de ellas consistía en que toda la comunidad analizaba la situación, discutían largamente, ponían
sobre la mesa todos los aspectos que habían originado el problema y entonces hablaban, dialogaban hasta que
en conjunto, toda la comunidad, lograba llegar a un acuerdo. La discusión es útil para todos porque se aprende
pacíficamente a resolver sus conflictos, frustraciones y diferencias. El ejercicio de la libertad o la comprensión del
sentido y del valor de los propios intereses procede del diálogo acerca de nuestros intereses con los de otros
compañeros o de otras personas.
"La enseñanza dialógica está fundamentada en el reconocimiento de alumnos y
maestros como seres que pueden atribuir un sentido y un valor particular al
conocimiento y que dependen de ese mutuo reconocimiento para realizarse" 2 .
Cuando un tutor reflexiona con sentido ético y basado en valores está reconociendo al tutorado por su capacidad
de aprendizaje, de valorar y dar sentido a la comunidad, y es cuando logra el reconocimiento social 3 . Bajo este
orden de ideas y con la finalidad de que el Programa de Tutoría Académica que desarrolle cada Escuela,
Facultad u Organismo Académico universitario cumpla con los objetivos planteados, es necesario incluir un
código de ética que tanto el tutor como el tutorado
lleven a cabo de la siguiente manera, a saber: 4
Código de ética del tutor y el tutorado
Del tutor
I. El tutor debe considerar al alumno como una persona con dignidad inalienable.
II. El tutor propiciará una relación dialógica con sus tutorados evitando privilegios y situaciones discriminatorias.
III. Es imprescindible que el tutor respete las creencias religiosas del alumno.
IV. La misión del tutor es hablar siempre con la verdad y ser responsable con sus compromisos.
V. El tutor se obliga a actuar con honestidad, rectitud, respeto e imparcialidad.
VI. El tutor se compromete a ser sencillo, prudente, paciente y considerado con el estudiante.
VII. El tutor debe fomentar la vocación del alumno y escuchar con atención y consideración las inquietudes de
éste.
VIII. El tutor se obliga a guardar discreción acerca de los temas personales que le trate el alumno.
IX. El tutor se exige actuar con actitud de servicio, compromiso, equidad, tolerancia e integridad.
X. Es imperativo que el tutor sea disciplinado y fomente en el tutorado la misma característica.
XI. El tutor se compromete a incentivar el trabajo en equipo, así como impulsar el mejoramiento profesional del
tutorado.
XII. El cometido del tutor es evitar la crítica destructiva o despreciativa de la actuación profesional de otros
profesores y en todo momento deberá mantener respeto hacia los demás.
XIII. El tutor mostrará interés genuino por el desarrollo profesional del alumno y asistirá a sus reconocimientos y
premiaciones.
XIV. El tutor se abstendrá de pedir remuneración alguna, ya sea económica, en especie o de cualquier otro tipo,
salvo el reconocimiento que se derive de su acción tutorial.
XV. El tutor velará en todo momento por el prestigio de la Universidad.
Del tutorado:
I. Se sugiere que el tutorado tenga confianza en su tutor.
II. El tutorado debe esforzarse continuamente en su vida estudiantil y profesional.
III. El tutorado mostrará ser sencillo, prudente, paciente y considerado con el tutor.
2 Ibidem, pp. 156.
3 Esta propuesta es autoría propia y se encuentra en el Programa de Tutoría Académica del
Plan Flexible de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública, pp. 11-12.
4 Para la elaboración de este código se tomó como base: UNIVERSIDAD DE COLIMA, Primer Encuentro Nacional de Tutoría [en CD], 23-25
de junio de 2004, Colima: SEP, ANUIES, Universidad de Colima, 2004. Así como en el Programa de Tutoría Académica del Plan
Flexible de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública. pp. 15-17.

IV. El tutorado debe manifestar al tutor sus problemas académicos con prudencia y sencillez y de considerarlo
oportuno de otra índole.
V. Es pertinente que el tutorado sea creativo, reflexivo y responsable en su etapa de estudiante con la finalidad
de resolver sus problemas.
VI. El tutorado se expresará con veracidad y cumplirá con las indicaciones que le recomiende el tutor.
VII. El tutorado acudirá con formalidad y constancia a las sesiones de tutoría.
VIII. El tutorado se compromete a mostrar una actitud positiva que confirme su voluntad de cambiar para mejorar
en su desarrollo profesional.
IX. El tutorado se obliga a valorar el trabajo del tutor y el propio en las sesiones de tutoría.
X. El tutorado mantendrá una relación dialógica permanente con su tutor.
XI. Si el tutorado no se encuentra satisfecho con el trabajo de su tutor, podrá solicitar su cambio.
CONCLUSIONES:
Si bien es cierto la vida académica de los profesores y estudiantes universitarios se encuentra inmersa en leyes,
reglamentos, acuerdos, políticas internas de operación y funcionamiento de sus centros escolares; también,
considero pertinente que se lleven a cabo una relación dialógica, de comunicación y aplicar un código de ética
entre ambos ya que son elementos fundamentales de una buena comunicación basada en la confianza, la
solidaridad y el respeto mutuo. Mientras más hablemos, cuestionemos, busquemos y orientemos
académicamente a los tutorados mayor será el resultado y actitud positiva que observemos en ellos y que se
verá reflejado en las aulas de clase en su actividad cotidiana. Asimismo, el contar y aplicar continuamente el
código de ética entre el tutor y el tutorado fortalecerá una relación de respeto y trato igualitario para ambos en las
reuniones de tutoría individuales y grupales.
Referencias Bibliográficas:
Jalali Rabbani, Martha. La educación para la ciudadanía mundial. Reconociendo la unidad y realizando la
diversidad humana. Universidad Autónoma del Estado de México, 2001.
Programa de Tutoría Académica del Plan flexible de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública.
Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, 2005.
Universidad de Colima (2004), Primer Encuentro Nacional de Tutoría [en CD], 23-25 de junio de 2004,
Colima:SEP, ANUIES, Universidad de Colima.