12.05.2013 Views

Género y democracia

Género y democracia

Género y democracia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

20<br />

<strong>Género</strong> y <strong>democracia</strong><br />

Es mejor gobernar lo gobernable, dirían muchas madres de familia. Y lo<br />

gobernable –aunque cada vez con mayor difcultad– es la vida cotidiana.<br />

Por ello, tantas mujeres se hacen a un lado, no le entran a un proyecto<br />

cancelador de una parte de sus días. Se automarginan con conciencia y<br />

claridad de lo que ello implica. Hay quien a esto le llama discriminación.<br />

En este caso preciso no lo es. No quiero decir que la discriminación de la<br />

mujer no exista. Por supuesto que la hay, está muy documentada y está<br />

presente, pero aquí el acento está colocado en otro ángulo del asunto: en<br />

la jerarquía interna de muchas mujeres preparadas y aptas para cargos<br />

relevantes. En su escala, es preferible una vida más modesta antes que<br />

entregar sus días a labores que se traducirían principalmente en salario<br />

alto, exposición mediática y, si tienen suerte, en uno que otro cambio en<br />

el área de su especialidad.<br />

Una cineasta alemana, Doris Dörrie, explicó convincentemente lo<br />

que en el fondo mueve a las mujeres. En su tercer cortometraje, Hombres<br />

(Männer, 1985), que se exhibió en México en una muestra de cine a fnales<br />

de los años ochenta, coloca una frase clave en el momento climático de<br />

la película:<br />

—Ya sé —dice el marido exitoso, abandonado y deseoso de entender<br />

a las mujeres—, comienzo a darme cuenta de que el hombre es lo que<br />

hace, y la mujer es lo que es, por eso antes de hacer, a ellas les interesa ser.<br />

En efecto, si una percibe que un trabajo o una relación de pareja<br />

pone en jaque la posibilidad de ser, de construir los días con satisfacción,<br />

de darles sentido, pues eso, lo que sea, lo que se oponga, pasa a segundo<br />

plano y la energía central se enfoca a continuar sintiéndonos vivas.<br />

Renunciar a un ascenso, a un trabajo, a una responsabilidad grande, le<br />

es más fácil a una mujer que a un hombre. El techo de cristal a veces lo<br />

construimos nosotras mismas. Hay casos pues, en que nadie nos discrimina,<br />

nos salimos del juego, a veces, antes de que comience.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!