Género y democracia
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Efrosina Cruz Mendoza<br />
pensamiento de nuestros pueblos originarios ha dejado de ser la norma<br />
en nuestra sociedad contemporánea. La mujer actual vive entre sombras<br />
y cicatrices. La pobreza, la violencia, la marginación y el miedo son ahora<br />
los símbolos de la desigualdad y de la separación entre los mundos masculino<br />
y femenino.<br />
En cierto modo, resulta paradójico que casi todos los valores que<br />
nutren nuestra sociedad contemporánea estén inspirados en la mujer: la<br />
vida, la libertad, la <strong>democracia</strong>, la justicia y la equidad aparecen por todos<br />
lados como estatuas de bronce o mármol, en efgies labradas en cantera<br />
y en lienzos pintados de óleo o acuarela para rendir culto a las mujeres y<br />
utilizarlas como emblema. Pero todos esos símbolos representan apenas<br />
el comienzo de la lucha y el reconocimiento que nos han costado muchos<br />
años de perseverancia.<br />
Tras el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución,<br />
México ha reconocido muchos derechos de primera, segunda<br />
y hasta tercera generación a las mujeres. Sin embargo, la realidad sigue<br />
nublando el panorama de la ley. Tal andamiaje legal no ha servido para<br />
frenar los actos de violencia y la exclusión en contra de las mujeres, sin<br />
importar raza, edad, condición social, lengua, ideología o religión. La Organización<br />
de las Naciones Unidas estima en 160 años el tiempo que llevará<br />
a la humanidad lograr la plena igualdad entre hombres y mujeres.<br />
Como mujer, como indígena y como ciudadana mexicana, he vivido<br />
en carne propia la discriminación. Cuando salí por primera vez de<br />
mi comunidad, hace casi veinte años, con la intención de convertirme en<br />
un ser libre, miré hacia atrás y supe que las huellas de mis pies cansados<br />
estaban marcando el camino por el que un día regresaría a Quiegolani. Lo<br />
que no podía imaginar era el rumbo que seguiría cuando al fn consiguiera<br />
ejercer mi libertad.<br />
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