Microsoft Access - Ideaspropias Editorial
Microsoft Access - Ideaspropias Editorial
Microsoft Access - Ideaspropias Editorial
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Microsoft</strong> <strong>Access</strong><br />
son profesionales. Un caso característico es el de un funcionario o un empleado<br />
de oficina que hace su propia aplicación para que le facilite el trabajo de gestión.<br />
Conoce tan bien su trabajo y ha ido adaptando tanto a él su aplicación,<br />
día a día, que, por nada del mundo puede haber otra aplicación que funcione<br />
mejor, por muy profesional que sea, por mucho dinero que haya costado o por<br />
mucho que se empeñen los directivos de la empresa. Así las aplicaciones de<br />
<strong>Access</strong> tienen mala fama, porque no falta quien afirme que sus usuarios boicotean<br />
la implantación de las grandes aplicaciones corporativas por resistencia<br />
al cambio. Quizás, si a la hora de hacer esas grandes aplicaciones se hubieran<br />
fijado en lo que obtiene el usuario de la pequeñas aplicaciones en <strong>Access</strong>, el<br />
resultado habría sido mejor y tendría menos resistencia. Lo cierto es que durante<br />
el tiempo que ha durado el desarrollo de la gran aplicación corporativa,<br />
si la empresa ha seguido funcionando ha sido gracias a las pequeñas aplicaciones<br />
en <strong>Access</strong> y que cuando un contratiempo requiera una modificación de<br />
presupuesto millonario, quizás por un simple cambio en la legislación fiscal,<br />
seguirá funcionando gracias a estas aplicaciones en <strong>Access</strong>.<br />
Para ilustrar lo anterior, me gusta un ejemplo bélico. El 19 de julio de 1808, el<br />
ejército de Napoleón conoció por primera vez la derrota en Bailén a manos de<br />
un ejército profesional español. Dicen que su general, Castaños, lo primero que<br />
hizo para prestarse al combate fue deshacerse de todos los voluntarios que trataban<br />
de alistarse contra el francés, solo quería profesionales, experimentados,<br />
disciplinados y bien dirigidos.<br />
Y ganó. Pero Napoleón envió entonces la Grande Armée, un enorme ejército<br />
como jamás había conocido la historia, al que no había en la tierra otro capaz<br />
de enfrentarlo. Así que, a medida que avanzaba ese ejército, las unidades militares<br />
españolas se disolvían, incorporándose algunos de sus miembros a la<br />
guerrilla. Y fue la guerrilla, pequeñas unidades no profesionales, conocedoras<br />
del terreno, las que en cada pueblo y en cada comarca contuvieron ese gigantesco<br />
ejército hasta que soplaron vientos mejores. El gran acierto de la Junta<br />
Central Suprema, la «junta directiva», fue ver la importancia de ese papel,<br />
tratar de coordinar y de abastecer las distintas partidas y procurar que se les<br />
reconociera como beligerantes.<br />
<strong>Access</strong> es el trabuco que se emplea en las oficinas para resistir cuando las grandes<br />
aplicaciones corporativas no existen o no son capaces de enfrentarse a un<br />
gran problema. Conozco alguna empresa que lleva gestionando la producción<br />
con aplicaciones de <strong>Access</strong> mientras esperan, desde hace años, que el equipo<br />
informático acabe el desarrollo de la gran aplicación corporativa. También sé<br />
14