¿Existe la extraterrestre?

Ilustración por Krisi Skinner
Dorcas, una discípula fiel
En un milagro que inspiró y estimuló grandemente a la Iglesia apostólica, una mujer
fue resucitada. ¿Acaso este maravilloso portento nos ha hecho pasar por alto
una lección muy importante que todos debemos aprender?
Todos tenemos talentos.
Algunos tienen habilidades
manuales muy
especiales como Dorcas.
Pero aparentemente ella
tenía además otro talento
que todos nosotros podemos
cultivar también:
la capacidad de prestar
atención y escuchar a
los demás cuando ellos
necesitan hablar de sus
preocupaciones y compartir
con nosotros
sus cargas.
E
Por Joan Osborn
n la ciudad de Jope, Dorcas (o Tabita) estaba
gravemente enferma. Los demás discípulos,
y tal vez aun los médicos, hacían
todo lo que podían por ella. Sin embargo, a pesar
de todos sus esfuerzos, Dorcas murió. Prepararon
su cuerpo para enterrarlo y lo pusieron en
una sala. Según lo que podemos deducir del relato
que se encuentra en Hechos 9:36-42, todo
esto sucedió muy rápidamente.
Los hermanos de Jope estaban muy compungidos
y tristes con este acontecimiento. Como
sabían que el apóstol Pedro estaba en
Lida, una ciudad muy
cerca de Jope, enviaron
a llamarlo, quizá con la esperanza
de que él pudiera
llegar a tiempo para el
funeral. O tal vez, conociendo
acerca del milagro
que por medio de él se había
realizado en Lida, albergaban
la esperanza de
que algo semejante pudiera
suceder también en Jope (Hechos 9:32-35).
Cualesquiera que hayan sido sus pensamientos,
lo que leemos en el relato es que efectivamente
el apóstol Pedro vino a Jope y fue el instrumento
por medio del cual Dios levantó de la muerte
a Dorcas en un portentoso milagro.
Este suceso inspirador ocurrió poco tiempo
después de la conversión de Saulo en el camino
a Damasco, cuando apenas la Iglesia estaba comenzando.
El milagro de la resurrección de
Dorcas “fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron
en el Señor”.
Este milagro fue muy significativo para la
Iglesia apostólica. Después de su resurrección,
muchas personas pudieron conversar con Dorcas
y darse cuenta de que en realidad estaba
viva. Ella era un testimonio viviente del poder y
la verdad de Dios.
Un ejemplo para los cristianos
El relato bíblico acerca de este episodio mantiene
vivo el recuerdo de esta mujer ejemplar, a
la vez que es un testimonio de la obra que Dios
estaba realizando en la Iglesia de aquella época.
La resurrección de Dorcas fortaleció la fe de
muchos e hizo que muchos otros llegaran a
creer en Jesucristo. Sin embargo, para nosotros
en la actualidad tiene más importancia el ejemplo
extraordinario que ella nos dejó con su forma
de vivir y de comportarse.
En Hechos 9:36 vemos que Dorcas era una
discípula fiel que “abundaba en buenas obras y
en limosnas que hacía”. Su ejemplo era tan sobresaliente
que Dios inspiró a Lucas para que lo
incluyera en el libro de los Hechos.
En cuanto Pedro llegó a la casa, todas las viudas
le rodearon y le mostraron las
túnicas y los vestidos que Dorcas
les había hecho. Esto
nos permite darnos
cuenta de qué clase de
cristiana era Dorcas. Ella era
una persona conocida por
actuar conforme a sus
creencias y principios,
ayudando a todos los que
la rodeaban.
Dorcas se dedicaba a
servir a sus semejantes en muchas formas. Imaginémonos
cuánto tiempo invertía en ayudar a
otros. En aquella época coser vestidos y túnicas
era una labor ardua que requería de mucho
tiempo. Las máquinas de coser todavía no existían
y todo el trabajo de cortar y de coser tenía
que hacerse a mano (esto, suponiendo que se tuviera
dinero para comprar la tela).
No sabemos todos los detalles a este respecto.
¿Acaso Dorcas también tenía que hilar y tejer la
tela? Cualquiera que haya sido el caso, el hecho
es que Dorcas estaba dando de su tiempo a todas
aquellas personas a las que les cosía vestidos.
Ella entendía realmente lo que significa ser un
sacrificio vivo (Romanos 12:1), y por eso daba
algo que era muy valioso para ella: su tiempo.
Otro talento sobresaliente
¿Qué acerca de su talento? Al fin y al cabo no
todas las personas pueden coser. Muy pocas poseen
la paciencia requerida para llegar a convertirse
en una buena costurera. Tal parece que las
viudas que le mostraron a Pedro las túnicas y los
vestidos que Dorcas les había hecho estaban
Continúa en la página 16
Mayo-Junio de 1998 7