América Latina en disputa. Apuntes para una historiografía ... - UNAM
América Latina en disputa. Apuntes para una historiografía ... - UNAM
América Latina en disputa. Apuntes para una historiografía ... - UNAM
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
egistrarse <strong>en</strong> el ord<strong>en</strong> económico, <strong>en</strong> la incipi<strong>en</strong>te industrialización<br />
de nuestras riquezas contin<strong>en</strong>tales, si no se llega antes a <strong>una</strong> pl<strong>en</strong>itud<br />
de conci<strong>en</strong>cia cultural. También se admite que hay pocos instrum<strong>en</strong>tos de<br />
cultura más directos, más efectivos, m<strong>en</strong>os alterables que las artes<br />
plásticas. De ahí la necesidad de estimular su desarrollo y su<br />
circulación <strong>para</strong> contribuir, aunque sea desde ese sector, a que se<br />
afirme ese inali<strong>en</strong>able instrum<strong>en</strong>to que es la cultura. 11<br />
No deja de sorpr<strong>en</strong>der la claridad con la que Gómez Sicre expone, con<br />
toda evid<strong>en</strong>cia, el carácter instrum<strong>en</strong>tal y político que otorga al arte como<br />
parte de <strong>una</strong> cruzada cultural. Después de reiterar tópicos ya tradicionales<br />
<strong>en</strong>tre la crítica norteamericana como “París ha dejado de ser “el c<strong>en</strong>tro”<br />
<strong>para</strong> convertirse <strong>en</strong> un c<strong>en</strong>tro más, 12 y de equi<strong>para</strong>r a la Coatlicue con la<br />
Victoria de Samotracia, Gómez Sicre plantea su programa militante:<br />
El mom<strong>en</strong>to del arte de <strong>América</strong> no es de indig<strong>en</strong>ismos, campesinismos,<br />
obrerismos ni demagogias. Es de afirmación de valores contin<strong>en</strong>tales de<br />
es<strong>en</strong>cia universal. Debemos com<strong>en</strong>zar por saber apreciarlos, constatarlos<br />
d<strong>en</strong>tro de nuestras propias fronteras que, aunque sólo por su vastedad,<br />
merec<strong>en</strong> <strong>una</strong> posición de respeto <strong>en</strong> el consorcio universal de valores.<br />
La Sección de Artes Visuales de la Unión Panamericana lo cree así y<br />
lucha por imponer su cre<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> todos los fr<strong>en</strong>tes donde se le permite<br />
emitir su voz. 13<br />
El poder que esta sección y la figura de Gómez Sicre tuvieron <strong>en</strong> los<br />
años cincu<strong>en</strong>ta y comi<strong>en</strong>zos de los ses<strong>en</strong>ta <strong>para</strong> trazar el territorio del<br />
legítimo “arte latinoamericano” 14 puede constatarse <strong>en</strong> el artículo que<br />
Stanton L. Catlin escribe <strong>para</strong> el citado número de Art in <strong>América</strong> <strong>en</strong> el<br />
que, <strong>en</strong> su diagnóstico de los nuevos y promisorios tiempos que <strong>para</strong> el arte<br />
latinoamericano se anunciaban, utiliza abundante información que el Boletín<br />
de Artes Visuales de la Unión Panamericana aportaba sobre la actividad que<br />
se realizaba <strong>en</strong> cada país. Aun más: todos los artistas que Catlin cita,<br />
todas las obras que el artículo reproduce, figuran <strong>en</strong> las colecciones del<br />
Museo de Arte Moderno de NY o <strong>en</strong> las de la Unión Panamericana. 15<br />
Lo restringido de su punto de partida llega se exacerba cuando, después<br />
de señalar a la Arg<strong>en</strong>tina y al Brasil como los países que habían<br />
experim<strong>en</strong>tado los mayores avances, confiesa la dificultad de evaluar el<br />
arte brasilero <strong>en</strong> términos de “artistas individuales” debido a la amplitud<br />
de direcciones que coexist<strong>en</strong> <strong>en</strong> este país. Aloisio Magalhaes –cuya obra<br />
también figuraba <strong>en</strong> la colección de la Unión Panamericana—era el único<br />
nombre que podía, <strong>en</strong> este caso, m<strong>en</strong>cionar. Sus selecciones expresan, <strong>en</strong><br />
definitiva, el más absoluto desconocimi<strong>en</strong>to acerca de la pujante esc<strong>en</strong>a del<br />
arte brasileño.<br />
11 Gómez Sicre, “Nota editorial”, Boletín de Artes Visuales no. 5, Departam<strong>en</strong>to de Asuntos<br />
Culturales, Unión Panamericana, Washington D.C., p. 1.<br />
12 Algo que, por cierto, los artistas latinoamericanos todavía no habían percibido. Prueba<br />
de ello es que hasta <strong>en</strong>trados los años ses<strong>en</strong>ta seguían acudi<strong>en</strong>do a París como la meca del<br />
arte y como la ar<strong>en</strong>a desde la cual acceder al reconocimi<strong>en</strong>to internacional.<br />
13 Gómez Sicre, “Nota editorial”, art. cit., p. 3.<br />
14 No olvidemos su perman<strong>en</strong>te participación <strong>en</strong> el diseño de las exposiciones de arte<br />
latinoamericano y su desempeño como jurado de premios y bi<strong>en</strong>ales.<br />
15 Stanton L. Catlin, “New Vistas in Latin American Art,” <strong>en</strong> Art in America, rev. cit., pp.<br />
24-31.