Estudios Revista Ecléctica. Número 135 - Christie Books
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A ntología .—40<br />
ticas y de la física no pide tampoco más que la lectura reflexionada<br />
de algunas obras : cuatro o cinco libros de muy corto volumen, bien<br />
reflexionados, pueden hacer un matemático muy profundo en el análisis<br />
y en la geometría sublime ; y lo mismo sucede, a proporción, eu<br />
otras partes de estas ciencias. La erudición pide muchos más libros ;<br />
es cierto que un literato que para hacerse erudito se limitase a leer los<br />
libros originales, abreviaría infinito sus lecturas, pero le faltaría aún<br />
mucho que hacer ; por otra parte, tendría mucho que meditar para<br />
sacar por sí mismo de la lectura de los originales los conocimientos<br />
circunstanciados que poco a poco han sacado los modernos, ayudándose<br />
unos a otros, y que después han extendido en sus obras. Un erudito<br />
que se hiciese tal con sólo la lectura de los originales, sería semejante<br />
a un geómetra que quisiese suplir el defecto de lectura con sólo<br />
la meditación ; lo conseguiría, hablando en términos absolutos, pero<br />
sería después de mucho tiempo y de mucho trabajo.<br />
Tales son las principales razones que han hecho que decaiga entre<br />
nosotros la erudición; mas si son suficientes para explicar ésta caída,<br />
no lo son, sin duda, para justificarla.<br />
Ningún género de conocimientos es despreciable : la utilidad de<br />
los descubrimientos en materia de erudición no es acaso tan palpable,<br />
iTiayormente en el día, como puede serlo la de los descubrimientos en<br />
las ciencias exactas ; pero el mérito no consiste solamente en la utilidad,<br />
sino también en la curiosidad satisfecha y en la dificultad vencida.<br />
¡ Cuántos descubrimientos, en materia de ciencias, no tienen<br />
más que este mérito ! ¡ Y cuan pocos son los que tienen otros !<br />
La sagacidad que piden ciertos ramos de erudición, como, par<br />
ejemplo, la crítica, no es nada menor que la que se necesita para el<br />
estudio de las ciencias, o acaso es necesaria mayor firmeza y delicadeza<br />
en aquélla : el arte y el uso de las probabilidades y conjeturas<br />
supone en general un entendimiento más dócil y desembarazado que<br />
el que sólo ha de rendirse a la fuerza de la demostración.<br />
Por otra parte, aunque se supusiese (que no es así) que no hay<br />
absolutamente más progresos que hacer en el estudio de las lenguas<br />
sabias cultivadas por nuestros antepasados, como el latín, el griego y<br />
el hebreo, ¿cuánto no queda aún por averiguar en el estudio de otras<br />
muchas lenguas orientales cuyo conocimiento procuraría a nuestra<br />
literatura las ma3'ores ventajas? Bien sabido es el buen éxito con que<br />
los árabes cultivaron las ciencias ; cuánto les deben la astronomía, la<br />
medicina, La cirugía, la aritmética y el álgebra ; cuántos historiadores<br />
han tenido, cuántos poetas y cuántos escritores en todas las materias.<br />
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