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Lo que dejó el finde riocuartense CLASE 3
Emanuel Moriatis
“Ahora estoy
mas tranquilo”
Se hizo desear la victoria, pero estaba al
llegar. Según el propio piloto de Lanús,
con el equipo que tiene estaría para ganar
todas las carreras, pero no siempre
se puede “Yo se que hacen todo lo
posible, Pepe Martos y los chicos y
Gustavo Penin y su gente dejan todo
para que yo este adelante. Ganar esta
carrera es una alegría muy grande
sobretodo porque vengo de ganar en
TC y se suma a la lista de festejos.
Fue muy luchada y yo no quería que
entre el AS por si se enfriaba algo.
Veníamos muy al límite y tenia miedo
de no poder terminar la carrera”
admitió Manu analizando el devenir del
certamen: “Esteban parece imparable.
Está con una racha muy buena, el
tuvo la suerte de no parar en ninguna
carrera. Yo tuve abandonos y eso
complicó. Pero las rachas se cortan y
cuando se le corte a Esteban venimos
nosotros atrás” Sobre las presiones y
los resultados inminentes dice “Ahora
estoy mas tranquilo. Ganar una
carrera por año es lo mínimo. Ya lo
logré y a su vez me permite pelear
el campeonato” ¿Raro no? Que un
piloto como Emanuel que dice que corre
en autos por “hobby” y que solo busca
divertirse diga que ahora esta “tranquilo”.
Puede ser aunque tan relajado no está,
se lo ve al acecho por el titulo. Por lo
pronto ya cumplió con lo que deseaba,
ganar en ambas categorías en el mismo
año. EzE Frechero.-
Hace falta explicar que a veces resulta saludable que pilotos
tan profesionales, tan propensos a manejar con la punta de los
dedos cientos de HP bajo un dominio absoluto logren despojarse
de esa perfección. Está bueno porque los TN clase 3 no son
autos perfectos, necesitan mano firme para ser dominados, son
impredecibles a la hora del frenado intenso, briosos a la hora de
la aceleración y vaya si hay que manejarlos sin mas sustento que
el que les confiere la autoridad de quien los administra desde
el volante. Eso habla bien de los pilotos, hace falta insistir en la
validez de su profesionalismo para que todas esas cualidades
determinen el valor de un gran espectáculo. Como apertura sirve
para entender esa parte de disfrute que se vivió en Rio Cuarto,
dónde se reunieron montones de condimentos resumidos en una
sola palabra. La mística del TN en grado supremo, al servicio de
un espectáculo dónde menudearon todas esas variables. Y ganó
Moriatis, ese que puede desdoblar sin histerias su pregonada falta
de profesionalismo, porque me cuesta, no me siento así, según
confiesa, con ese talento innato para manejar, esa condición
extrema que no suele conseguirse en escuelas de competición.
Esa forma de correr casi por instinto es su sello, porque
le divierte y porque si encima reúne la mínima condición que
necesita lo lleva a cabo. La Manu caliente, parafraseando la
frase que se usa en el Básquet, estuvo atenta en Rio Cuarto y
nadie pudo con él.
No pudo Tuero, que forzó situaciones a sabiendas de que
pagaría costo por ritmo, cuando los kg de sus triunfos le dolieran
al Focus. El de Caballito pudo ser escudero sin dramas,
pero a veces no puede despojarse de la idea del triunfo y así
delineó su marcha , que cedió cuando el propio Moriatis le devolvió
gentilezas con maniobras de nivel. Mando yo, le sugirió
y pronto entendió, porque el ritmo fuerte de la persecución lo
proponía el dúctil Bugliotti, que ya lo había medido a Manu en