14.05.2013 Views

Sergio Scataglini – El Fuego De Su Santidad

Sergio Scataglini – El Fuego De Su Santidad

Sergio Scataglini – El Fuego De Su Santidad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Capturadopor <strong>Su</strong>fuego<br />

rodillas y traté de pararme con firmeza en un inútil intento<br />

de frenar el temblor que corría por todo mi cuerpo. Y<br />

entonces me caí al piso.<br />

Algo extraño me sucedía y me dije: "Esto no tiene<br />

sentido; debo levantarme". Estaba en el piso, temblando<br />

incontrolablemente. Miraba a la congregación y ellos me<br />

miraban a mí. ¡Habían dejado de orar y todo era silencio!<br />

<strong>El</strong> pastor comenzó a dirigir algunos coros. Creo que no<br />

sabían qué hacer conmigo. En un momento lloraba y al<br />

otro reía. Me sentía apenado, sorprendido y sumamente<br />

feliz,todo al mismo tiempo.<br />

Pensé: "Tengo que salirdeaquí".Intenté levantarme tres<br />

veces. La tercera vez dos líderes de la iglesiame ayudaron a<br />

ponerme en pie. <strong>El</strong> pastor asociado me sostenía, mientras el<br />

pastor bajó del púlpito yse paró a mi lado.<br />

Llorando, le dije: "Pastor, no me deje interrumpir esta<br />

reunión; por favor sáqueme de aquí". Pero este pastor puso<br />

su brazo alrededor de mi hombro y me dijo: "No estás<br />

interrumpiendo, hermano. Esta es la presencia de Dios".<br />

<strong>Su</strong>s sencillaspalabras fueron un bálsamo para mi alma.<br />

Finalmente, dos hombres me ayudaron a caminar.<br />

Pensé que me llevarían a un cuarto apartado, pues<br />

deseaba desesperadamente estar a solas con Dios. Pero<br />

ellos tuvieron la mala idea de sentarme en primera fila.<br />

Continué temblando y cada pocos minutos me caía al<br />

piso y alguien tenía que levantarme y sentarme en la silla.<br />

Entonces comencé a gritar. Como tenía mi pañuelo, me<br />

tapé la boca con él diciéndome: "No debo interrumpir<br />

esta reunión". Hice todo lo posible por refrenarme, pero<br />

cuanto más intentaba controlarme, más fuertes eran las<br />

olas del Espíritu Santo que venían sobre mí.<br />

Tiempo después aprendí que eso que había<br />

experimentado era el fuego de Dios. Como ya describí en<br />

la introducción, este fuego santo es un toque directo de<br />

Dios que nos motiva a odiar el pecado y amar la pureza,<br />

21

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!