Sergio Scataglini – El Fuego De Su Santidad

ELFUEGO DE SU SANTIDAD
Leemos en el AntiguoTestamento acerca del
arca del pacto y cosas que sucedían físicamente
a quienes la tocaban (¡caían rnuertosl). Algo
similarsucedió a los que fueron a la campaña de
Annacondia. Cuando la gente caminaba sobre
el terreno donde se celebraban las reuniones,
muchos con problemas espirituales caían al
piso como si estuvieran desmayados y en otros
se manifestaban demonios.
Nosotros (unos pocos pastores) llegábamos
a la carpa alrededor de las 5 de la tarde para
brindar ayuda pastoral y consejería a quienes
lo necesitaran. La gente estaba abierta a las
cosas espirituales y venían a vernos personas
con muchos problemas. Recuerdo que con
frecuencia me sentaba en la mesa de consejería
y debía salir corriendo para ayudar y orar por
alguien que había caído al suelo apenas pisó el
terreno.
Aconsejábamos y orábamos por la gente
desde el momento en que llegábamos hasta
el segundo en que se acababa la reunión. Casi
siempre nos íbamos de la carpa alrededor de las
2 ó 3 de la madrugada.
Había una revolución espiritual en el aire.
La batalla no terminaba al apagar las luces. A
veces llegábamos a nuestros hogares después
de las 3 de la mañana, y como la emoción no
nos dejaba dormir pasábamos horas hablando
y compartiendo las señales y milagros que
habíamos visto. Pero muchas veces la gente
llamaba a nuestras puertas a las 3 ó 4 de la
mañana, queriendo que oráramos por ellos o
por algún familiar que necesitaba liberación
de espíritus demoníacos. La gente no sólo
44