32 / BALLETIN DANCE // OCTUBRE 2012 T A N G O Un Asunto Rioplatense Por Carlos Bevilacqua
Este año la pareja campeona mundial de tango escenario estuvo constituida por un argentino y una uruguaya; en Salón el primer puesto fue para otros dos argentinos Con sus defensores y sus críticos, el Campeonato Mundial de Tango sigue siendo, por lejos, el evento más convocante que tiene la danza típica porteña en su lugar de origen. Decenas de miles de personas toman clases, presencian espectáculos de diversa índole, asisten a charlas, recorren una feria de productos o bien siguen la competencia. Todo de manera gratuita y -desde que el organizador Gobierno de la Ciudad decidió fusionar el Mundial con el Festival de Tango- durante al menos dos semanas. Fueron en total 352 las parejas de los cinco continentes que compitieron este año en la categoría Salón, una de las dos previstas en el reglamento. La final disputada el 27 de agosto en el Luna Park coronó a una pareja que pocos días antes estaba bailando a la gorra en la esquina de Florida y Lavalle. El cordobés Facundo de la Cruz Gómez Palavecino (26 años) y la chubutense Paola Sanz (29) se impusieron con elegancia, musicalidad y variantes al moverse al compás de los tres tangos que les tocó en suerte. “No hicimos nada extraordinario, bailamos tal como lo hacemos todas las noches en la milonga”, declaró él, ya en camarines. A su lado, asentía ella, responsable de la afición al tango de su compañero, desde que se enamoraron y armaron una pareja también en la vida, hace cinco años. La categoría Escenario se definió al día siguiente entre veinte binomios finalistas, también en el Luna Park. La espectaculari- Sciuto y Sosa, los campeones de tango Escenario, la noche de la consagración Foto . Gentileza Festivales de Buenos Aires dad propia de la modalidad, que admite recursos teatrales y de otras danzas, impregnó de adrenalina el ambiente del estadio. Para sorpresa de varios, fue coronada una pareja especialmente sobria, concentrada más en la fluidez y precisión de una coreografía bien al piso que en los golpes de efecto. De una técnica impecable, el bonaerense Cristian Sosa y la uruguaya Noel Sciuto (ambos de 25 años), innovaron también con la música que eligieron bailar: una hermosa versión de El Gordo Triste por el Polaco Goyeneche. La estrategia de la pareja, meramente profesional, fue diseñada por Mario Morales, un coreógrafo y docente que ya acredita varios títulos mundiales como coach. Como premios, cada una de las parejas ganadoras se llevó cuarenta mil pesos y un contrato para actuar en París el año próximo. Los ganadores de Escenario recibieron además una invitación para bailar durante dos meses en Japón. En ambos casos, los campeones fueron seleccionados por un jurado de expertos, integrado por siete miembros diferentes cada noche. Por primera vez en los diez años de historia del Mundial, los puntajes de cada uno fueron expuestos en una pantalla gigante, una medida que sirve para aventar suspicacias. Otro acierto de esta edición fue ubicar a los jueces de Salón mucho más cerca de las acciones que en años anteriores. El Mundial también fue pródigo en cuanto a espectáculos coreográficos. Las noches de coronación demostraron su vigencia tanto de Gloria y Eduardo Arquimbau como de María Nieves, en sendos homenajes. Nueve días antes, la compañía Tangokinesis de Ana María Stekelman deslumbró a una multitud al interpretar músicas de Ástor Piazzolla en el Centro Municipal de Exposiciones. El domingo 26, en tanto, hubo allí shows de El Reenganche Tango Ballet, las compañías Tempotango y Tango+Tango, el citado Morales y una Gala de ex-campeones. __BD OCTUBRE 2012 // BALLETIN DANCE / 33