14.05.2013 Views

MIÉRCOLES DE LA PRIMERA SEMANA DE PASCUA Libro de los ...

MIÉRCOLES DE LA PRIMERA SEMANA DE PASCUA Libro de los ...

MIÉRCOLES DE LA PRIMERA SEMANA DE PASCUA Libro de los ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

hacer más lleva<strong>de</strong>ra la vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> que sufren y <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

pobres, <strong>de</strong>be ayudar a todos a encontrar en Cristo el<br />

auténtico Camino <strong>de</strong> salvación, <strong>de</strong> comunión y <strong>de</strong><br />

solidaridad fraternas. La Eucaristía, que estamos<br />

celebrando, nos une a Cristo; pero también nos <strong>de</strong>be<br />

unir a nuestros hermanos para cargar sobre nuestros<br />

hombros su pecado, sus miserias y sus dolores para<br />

darles una solución <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mirada amorosa <strong>de</strong><br />

Cristo, a quien pertenecemos y por cuyo Reino<br />

trabajamos constantemente. Mientras la Eucaristía no<br />

haga ar<strong>de</strong>r nuestro corazón en amor verda<strong>de</strong>ro, ni<br />

nos impulse a levantarnos para ir y proclamar las<br />

maravillas <strong>de</strong> Dios a todos <strong>los</strong> hombres, tendremos<br />

que revisar la madurez <strong>de</strong> nuestra fe en Cristo, que<br />

ha <strong>de</strong> llegar a un auténtico compromiso con Él y con<br />

su Misión, y no reducirse a sólo un mero acto <strong>de</strong><br />

piedad.<br />

Al entrar en comunión <strong>de</strong> Vida con Cristo, su Iglesia,<br />

<strong>de</strong> la que nosotros somos miembros, <strong>de</strong>bemos<br />

apren<strong>de</strong>r a no cerrar nuestros ojos ante todo aquello<br />

que aqueja y disminuye o <strong>de</strong>struye la vida <strong>de</strong> nuestro<br />

prójimo. El Señor nos pi<strong>de</strong> que no nos que<strong>de</strong>mos<br />

instalados en nuestras comodida<strong>de</strong>s, sino que nos<br />

acerquemos a aquel<strong>los</strong> cuya vida parece ser una caña<br />

resquebrajada o una mecha que ya sólo humea, para<br />

volver a encen<strong>de</strong>r en el<strong>los</strong> la llama <strong>de</strong>l amor e<br />

infundirles ánimo para que levanten la cabeza, y<br />

vuelvan a alegrarse porque la vida cobre nuevo<br />

significado en el<strong>los</strong>. No permitamos ni busquemos<br />

que aquel<strong>los</strong> a quienes tratamos <strong>de</strong> hacer el bien<br />

cifren su fe y sus esperanzas en nosotros, pues<br />

somos tan frágiles y pasajeros que muy fácilmente<br />

podrían quedarse <strong>de</strong>sanimados y vacíos cuando<br />

nosotros <strong>de</strong>sapareciéramos <strong>de</strong> su presencia. La<br />

Iglesia, efectivamente, no trabaja para lograr para sí<br />

misma una gloria terrena. La Iglesia busca la gloria<br />

<strong>de</strong> Dios no sólo esforzándose para que <strong>de</strong>saparezcan<br />

<strong>los</strong> males que aquejan a <strong>los</strong> hombres <strong>de</strong> hoy, sino<br />

entregando su vida para que la Vida <strong>de</strong> Dios llegue a<br />

todos, haciéndose realidad, así, el inicio <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong><br />

Dios entre nosotros.<br />

Roguémosle al Señor, por intercesión <strong>de</strong> la Santísima

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!