15.05.2013 Views

La leche en patinete. - Caballo Maera

La leche en patinete. - Caballo Maera

La leche en patinete. - Caballo Maera

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Acto 6.<br />

Diálogos y gin tonics de<br />

H<strong>en</strong>dricks con pepino<br />

Federico F. y Arnaldo G. se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />

<strong>en</strong> el Bar Velódromo, cuna de<br />

cerebrop<strong>en</strong>santes y v<strong>en</strong>dedores de<br />

Marlboro polaco, como todos los<br />

segundos jueves de mes. Ti<strong>en</strong><strong>en</strong> cosas<br />

de las que dialogar y debatir,<br />

como el nuevo trabajo de Federico<br />

como Director del Proyecto ANDA,<br />

las bondades del pepino <strong>en</strong> rodajas<br />

<strong>en</strong> un bu<strong>en</strong> Gin Tonic de H<strong>en</strong>dricks y<br />

otros temas de súbita importancia.<br />

Así, si el Diálogo Social al estilo de<br />

Platón tuviera valor monetario, lo<br />

suyo no les daba ni para pagar la<br />

zona azul.<br />

FEDERICO F.: antes de que me<br />

cu<strong>en</strong>tes nada más, <strong>en</strong>terrémos la ética<br />

por un día querido Arnaldo. Dióse<br />

la posibilidad de acometer para<br />

contigo un estilismo que bi<strong>en</strong> podría<br />

ser calificado de acto de fe necesario,<br />

luego la forma de saldar dicho servicio<br />

no debería de suponer nada moralm<strong>en</strong>te<br />

fuera de lugar. Ord<strong>en</strong>emos<br />

pues dos H<strong>en</strong>dricks más, amigo mío,<br />

que la garganta se me seca con una<br />

rapidez que no debería ser tal visto<br />

que aún t<strong>en</strong>emos mucho de lo de que<br />

hablar, además de que aquella señorita<br />

de la esquina aún está por <strong>en</strong>cima<br />

de mi Listón de Seguridad.<br />

ARNALDO G.: razonas bi<strong>en</strong>, Federico,<br />

razonas bi<strong>en</strong>. Pero, héme aquí<br />

con un corte de pelo que más se parece<br />

a un Tejón Atropellado que a<br />

una reforma cercana al acto de fe tal<br />

y como la calificas, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong>cima<br />

que cargar <strong>en</strong> mi conci<strong>en</strong>cia con la<br />

p<strong>en</strong>osa experi<strong>en</strong>cia de que, olvidada<br />

mi maravillosa tarjeta del Citi Bank<br />

<strong>en</strong> el mueblecito que adorna el hall<br />

de <strong>en</strong>trada de casa, he t<strong>en</strong>ido que<br />

saldar las 355 rupias de corte de pelo<br />

de la misma manera que lo hac<strong>en</strong> los<br />

latinos exiliados <strong>en</strong> las colinas de Beverly<br />

Hills.<br />

Federico llama a la camarera con<br />

un ademán de seductor que, como<br />

no podría ser de otra forma, despierta<br />

<strong>en</strong> el rostro de ella una mueca<br />

de repulsa. Ord<strong>en</strong>a dos H<strong>en</strong>dricks<br />

más, “esta vez con pepino por fa-<br />

Sainetes y elucubraciones de Federico F.<br />

vor”, y mi<strong>en</strong>tras apura los hielos<br />

afanosam<strong>en</strong>te, cual turista nacional<br />

<strong>en</strong> Puerto Banús tras clavarle 80<br />

euros por una coca cola, <strong>en</strong>ci<strong>en</strong>de<br />

un Celtas Negro, ideal para mant<strong>en</strong>er<br />

los di<strong>en</strong>tes blancos.<br />

FEDERICO F.: ¡At<strong>en</strong>ción! ¡355 rupias<br />

por un mísero y mal ejecutado<br />

corte de pelo! No quiero imaginar<br />

que hayas t<strong>en</strong>ido que poner tu sonrosada<br />

cavidad anal al servicio de<br />

tres profesionales de la peluquería<br />

para poder pagarles, solo por un desliz<br />

a la hora de salir de casa. Y más<br />

para, quítome la careta de la educación<br />

y el bi<strong>en</strong>quedismo, hacerte un<br />

trabajo que hará que te confundan<br />

con el cantante de Tokyo Hotel después<br />

de haber perdido 5 combates<br />

por K.O. con Rocky Marciano. Ya<br />

puestos, ¿qué tal fué? ¿Desgarro tal<br />

vez? Espero que tan humilde y ante<br />

todo neonato hojaldre estuviera a la<br />

altura del pago efectuado. Porque,<br />

claro, ¿cuanto fue el valor otorgado<br />

a la percusión? Es decir, ¿fue una<br />

única vez, o tuviste que hacer como<br />

Macaulay Culkin o Stallone: repetir<br />

para sobrevivir?<br />

ARNALDO G.: tu atrofiada y retorcida<br />

m<strong>en</strong>te, Federico, algún día hará<br />

que te nombr<strong>en</strong> Ministro de Educación:<br />

la tan desmesurada líbido que<br />

manejan los jóv<strong>en</strong>es de hoy dia debe<br />

de poder ser aprovechable <strong>en</strong> alguna<br />

dirección. ¡Brindo por ello! Pero no,<br />

me temo, no se apoderaron de mi<br />

flor esos malvados adoradores de<br />

Llongueras: con esta cara de la que<br />

adolezco ni un muflón consumi<strong>en</strong>do<br />

asiduam<strong>en</strong>te Viagra se me acercaría<br />

con int<strong>en</strong>ciones sexuales. <strong>La</strong> amortización<br />

de la deuda adquirida con<br />

estos rufianes del estilismo la estoy<br />

efectuando, s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te, a través<br />

de una agradable pero estresante<br />

émula de Paseando a Miss Daisy.<br />

<strong>La</strong> camarera vi<strong>en</strong>e con los dos gin<br />

tonics de H<strong>en</strong>dricks, esta vez sí, con<br />

pepino <strong>en</strong> rodajas. Federico int<strong>en</strong>ta<br />

de nuevo, sin esperado éxito, conseguir<br />

su número de teléfono. Arnaldo<br />

mira para otro lado, mitad avergonzado<br />

mitad <strong>en</strong>vidioso por su<br />

innata y persist<strong>en</strong>te capacidad para<br />

tirar la caña a diestro y siniestro.<br />

¿Envidia sana? Eso no existe: <strong>en</strong>vidia<br />

sin más. <strong>La</strong> <strong>en</strong>vidia es <strong>en</strong>vidia,<br />

ni sana ni no sana, al igual que un<br />

gilipollas no puede ser un gilipollas<br />

gracioso o un gilipollas malo: es un<br />

gilipollas, y punto.<br />

FEDERICO F.: querido Arnaldo, si<br />

te has fijado bi<strong>en</strong>, como quiero creer<br />

lo has hecho, es cuestión de tiempo<br />

que esta camarera acceda a cederme<br />

de forma gratuita su número personal<br />

de teléfono. Continuemos con la<br />

conversación. Estabas explicándome<br />

que, finalm<strong>en</strong>te, no tuviste que amodorrarte<br />

a ningún pilón para cancelar<br />

la deuda contraída con el estilista.<br />

¿Cómo fue <strong>en</strong>tonces, oh gran fan de<br />

la comedia ligera americana? ¿Cómo<br />

pagaste el corte?<br />

ARNALDO G.: s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te, me<br />

han obligado a sacar a pasear a sus<br />

chihuahuas durante una semana, a<br />

razón de 2 horas diarias, por el parque<br />

más cercano. En concreto, por<br />

nuestra admirada Ciutadella. Hablamos<br />

de 9 cánidos, todos ellos con<br />

pedigríes oficiales. Los malnacidos<br />

no conoc<strong>en</strong> el concepto “ladrido”,<br />

si no que más bi<strong>en</strong> estaríamos hablando<br />

de algo parecido a una jauría<br />

de Creeters <strong>en</strong>trando <strong>en</strong> un donner<br />

kebab del Raval. Todos con su jersey<br />

correspondi<strong>en</strong>te para no pasar frio.<br />

Además, <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>do que sus dueños<br />

deb<strong>en</strong> de alim<strong>en</strong>tarlos con Pedigree<br />

Pal Extra de Fibra y <strong>La</strong>xante, porque<br />

sino no alcanzo a compr<strong>en</strong>der cómo<br />

una cosa tan pequeña va más veces al<br />

baño que el Chuky de Cieza un sábado<br />

por la noche. Más desgracias aún:<br />

los dulces perritos no han apr<strong>en</strong>dido<br />

a recogerse sus cacas ellos mismos,<br />

o a depositarlas debidam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> un<br />

váter para animales, por lo que me<br />

toca recogerlas a mí, con lo que me<br />

gustan los residuos orgánicos. Y,<br />

para más inri, no puedo recogerlas<br />

delante de ellos ya que, según sus<br />

dueños, sufr<strong>en</strong> de ataques de ansiedad<br />

si me v<strong>en</strong> tirar a la basura sus<br />

mierdas. ¿Cómo lo hago, te preguntarás?<br />

Simplem<strong>en</strong>te las dejo ahí, devuelvo<br />

a los perritos a sus dueños y,<br />

acto seguido, corro al parque cargado<br />

con una pala y una bolsa de basura.<br />

Como bi<strong>en</strong> debes intuir, mi reputación<br />

para con las mozas que acud<strong>en</strong><br />

a ver el atardecer está cay<strong>en</strong>do bas-<br />

No te digo trigo por no llamarte al móvil 21

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!