José Ignacio Fortea Pérez, Las Cortes de Castilla y León bajo los ...
José Ignacio Fortea Pérez, Las Cortes de Castilla y León bajo los ...
José Ignacio Fortea Pérez, Las Cortes de Castilla y León bajo los ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Ante esa situación y con un enfado comprensible, Olivares <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> dar una vuelta <strong>de</strong> tuerca<br />
a la política fiscal y apartarse <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo prece<strong>de</strong>nte que habían practicado Felipe II y Felipe<br />
III, ese mo<strong>de</strong>lo pactista que había funcionado aparentemente bien y con cierta satisfacción.<br />
Se inclina el noble valido por la creación <strong>de</strong> figuras tributarias auspiciadas por el solo<br />
criterio <strong>de</strong>l rey y basadas en la concurrencia <strong>de</strong> dos premisas: la causa justa (la necesidad<br />
comprobada) y la proporcionalidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> medios (en cuanto a su ejecución). Si esto era así,<br />
si se verificaban tales condiciones, no era preceptiva la intervención <strong>de</strong>l reino, sino el simple<br />
consejo <strong>de</strong> <strong>los</strong> peritos en tales materias, peritos integrados en <strong>los</strong> Consejos ya formados,<br />
<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l rey y plenamente operativos. Un sólido apoyo doctrinal amparaba esta<br />
<strong>de</strong>cisión a la hora <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ar nuevos tributos y <strong>de</strong> incluir tanto a laicos como a eclesiásticos<br />
como sujetos contribuyentes <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos. Ante el fracaso <strong>de</strong>l consensualismo y ante las<br />
acuciantes necesida<strong>de</strong>s, Olivares <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> prescindir <strong>de</strong>l pacto, <strong>de</strong> la negociación estilada, y<br />
hurgar en las recónditas prerrogativas regias para hallar y justificar las nuevas imposiciones.<br />
Ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> tales actuaciones fueron <strong>los</strong> juros situados tanto sobre la Hacienda <strong>de</strong>l<br />
reino como sobre la Hacienda <strong>de</strong>l rey (incluso sobre <strong>los</strong> servicios y <strong>los</strong> millones), <strong>los</strong> donativos<br />
(concebidos, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una lógica antidoral, como donaciones que el reino, <strong>de</strong> modo<br />
espontáneo, sin obligación expresa o tácita <strong>de</strong> ninguna clase, hacía al rey con la esperanza<br />
<strong>de</strong> ser correspondido por éste con amor y benevolencia, como si <strong>de</strong> un padre justo y piadoso<br />
se tratase), o <strong>los</strong> arbitrios, acompañados <strong>de</strong> la introducción <strong>de</strong> nuevas instancias <strong>de</strong><br />
gestión como la Junta Gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> Medios en 1629, una centralización <strong>de</strong> <strong>los</strong> agentes recaudadores,<br />
y, sobre todo, la reforma <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> Millones. El rechazo <strong>de</strong>l reino a tales<br />
medidas y la airada reacción <strong>de</strong> la Corte comandada por el valido no sólo se explicitaban en<br />
la marginación <strong>de</strong>l reino en <strong>Cortes</strong> para <strong>de</strong>cidir sobre <strong>de</strong>terminadas vías tributarias que <strong>de</strong>pendían<br />
<strong>de</strong> la sola voluntad <strong>de</strong>l rey; se extendían a la amputación <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong><br />
gestión que las <strong>Cortes</strong> por medio <strong>de</strong> su Diputación habían asumido en relación con <strong>los</strong> millones,<br />
servicio básico y principal para el funcionamiento <strong>de</strong> la Monarquía en su conjunto.<br />
<strong>Las</strong> elites dirigentes poseían razones <strong>de</strong> peso para odiar a Olivares. Su caída era algo anunciado<br />
cuando las tornas cambiasen. <strong>Las</strong> rebeliones <strong>de</strong> Portugal y Cataluña hicieron el resto.<br />
Una Junta <strong>de</strong> Conciencia trató <strong>de</strong> enmendar sus errores. El nuevo cambio <strong>de</strong> rumbo era<br />
inminente.<br />
El sistema financiero, tan duramente consolidado como complejamente construido, no<br />
permanece incólume, sino que va mutando al compás <strong>de</strong> las tiránicas exigencias <strong>de</strong> las variables<br />
macroeconómicas y <strong>de</strong> sus propias imperfecciones, abusos y <strong>de</strong>fectos (con el frau<strong>de</strong><br />
como mal mayor). De nueva aparición editorial es el siguiente capítulo que continúa el<br />
reinado <strong>de</strong> Felipe IV tras la caída <strong>de</strong> Olivares. <strong>Las</strong> <strong>Cortes</strong> y el reino parecen recuperar posiciones<br />
estratégicas. Sin embargo, Felipe no permanecerá impasible y gustará <strong>de</strong> conservar<br />
esa unilateralidad que el Con<strong>de</strong> Duque le hizo ver y practicar. El rey trata <strong>de</strong> integrar la<br />
Comisión <strong>de</strong> Millones en el Consejo <strong>de</strong> Hacienda, con la inmediata respuesta <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s,<br />
con Toledo a la cabeza [VII. <strong>Las</strong> vacilaciones <strong>de</strong>l sistema (1643-1664), pp. 275-319].<br />
Un largo memorial <strong>de</strong> agravios ejemplifica la posición <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s. Tras tiras y aflojas,<br />
finalmente en 1658 se certifica esa incorporación, aunque no en <strong>los</strong> términos inicialmente<br />
18