18.05.2013 Views

CUANDO HAY ALGO QUE DECIR, NO SE PUEDE UNO CALLAR ...

CUANDO HAY ALGO QUE DECIR, NO SE PUEDE UNO CALLAR ...

CUANDO HAY ALGO QUE DECIR, NO SE PUEDE UNO CALLAR ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

para tales menesteres, y hoy ejerce como Monja en la<br />

República Argentina. La que la seguía en edad pues<br />

tendríamos entre 4 a 6 años, era más curiosa y más<br />

guapa, su vocación era de enfermera auténtica, y de<br />

verdad que lo hacía muy bien, disfrutaba, bueno los dos,<br />

pues ella se sorprendía muchísimo al comprobar que<br />

tocando aquello que colgaba se revolucionaba de tal<br />

manera que pasaba de 00 a 220 en 15 segundos, hoy<br />

ejerce como tal enfermera, está casada y no la he<br />

vuelto a ver, las otras dos más pequeñas como buenas<br />

pacientes las hacíamos dormir, pero las muy pillinas<br />

solo se hacían las dormidas.<br />

Un mal día se acabo el festín, el hermano mayor que por<br />

cierto estudiaba ya medicina en Salamanca, nos<br />

enchapó casi con las manos en la masa, sospechó que<br />

argumentos era el juego y nos corrió por el pajar y el<br />

corral, entre risas y llantos nos dio una soberana paliza,<br />

y encima de no poder decir nada nos advirtió, que<br />

aquello se había acabado y que el único que operaria en<br />

lo sucesivo sería el cuándo acabara la carrera, así que<br />

lo entendimos por la vía rápida y nunca más repetimos<br />

aquel maravillo juego, con mucho fundamento que diría<br />

el Arguiñano: Pero como la vida sigue y de todo se<br />

aprende algo, cambie de tercio, y con los amigos más<br />

íntimos nos íbamos al lado de una Charca o Laguna<br />

artificial donde bebía el ganado y desembocaban dos<br />

pequeños riachuelos a bañarnos, más bien revolcarnos<br />

como cerditos, el agua era escasa y no daba para más,<br />

pero al menos disfrutábamos y paliamos en cierta<br />

medida aquel tórrido calor, había muchas ranas alguna<br />

culebra y peces pequeños, que eran nuestra obsesión,<br />

pero... pescar a manos libres todos sabemos que no es<br />

la mejor manera, total que con tanto chapoteo no nos<br />

dimos cuenta que un pastor que nos observaba desde<br />

24

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!