Suer - Memoria de Madrid

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EHordjo , y
pon tícnjd-i de cuchilladas. '
VaL Cuchilladas ? qué ímpiudcnce!
^ujl. Pues en que la duda cíla,
dímc , fe ñor, quaato ha,
que es Qfícío el fer valiente?
A la dcj^íia de Leonor t
habíame ya .-G^i embozos:; a , íl
dime , es dp capear tu intento?
qjíC €S 'Undo entrctcninikato
de cavallerícos moxos.
Mas ya dclcubrl , por Dios,
por la buclcadcfta efquína,
que tu vlagc fe encamina o
a ' la caíii de la^ dos. ^
EíTo fi , al pan conocido:
perro leal , peco yo
entrara quedo , que aun no ¿
fanaron de lo mordido. /
/^íí/. Ninííun amor ha entibiado ;J
tener zelos, antes ciego .;o.^ oí
añade un fuego á otro fuego.
Sfi/?. Ya á la puerta hemos lleg:ido. .;
/^4/. Pues vete, que quiero entrar a
folo. 2i¿/í. Yo te eftimare , , . T.
eíTe faypr, pues me iré::- F¿/.Dondc?
®«/?« A aprender á cenar. Váf^
¡ Fal^ A! quarto de Leonor antes,
JN que no al de Brígida ,-elijo ^ .,\VA
;\;' enerar , pues fue quien^qupdo
^ mas enojada conmigo",
! y uíia voluntad , á quien
pleyto de acreedores miro,
que ponen tantos, graduar
los derechos es prccíío*.v.
El efe do de un embuítc -;
por fat!$faccron apHco, r GY a^'P
y íi falicre fallido, ^
darcmosía unos requiebros,
que tengan de llanto vifos,
y vaya tapando el cobra-^ i-,, f,
lo dorado de un rafpíro.
.Pups fi-eilaeftácoa defeo
de que la paguen, colijo,
que no hará mucho reparo
en íl fon falfos, b finos.
No parece en la efcalera
nadie , y al trémulo vlfo,
que cfcupc, la congojada
lumbre de aquci f;jryiilip, . ./
\
Ayuntamiento de Madrid
I
el Moni ciñes.
no folo dcíla antcfala '
abierta la puerta miro,
fino las demás: yo m^ entro
poco a poco , y efcondído
dcfta ventana en el hueco,
I *
recatado determino
acra efperar , acechando,
por ver fi en eíle cxcrcíclo
puedo darle en lo curlofo
un coirfuclo á lo efcondído.
Efcondefe detras de una cortina ,f«í h^t
de a'í^er a un lado \ y /ale Inés , tray^nd»
da la mano a (Don Suero muj
de effa^iom
Suer* Buena muger , Dios te pague
la caridad que has tenido
con efte nnífcro amante.
Inés» Pifa quedo. Sucr. Antes no pIfo%
Inés» Y cree, que es. una fineza
la que aora hago contigo,
que fi mi ama lo fabe,
oy mi remedio he perdido. ^
SUir. Yo, Inés, no puedo faltarte.
VaU Don Sue^o:- (que es lo que miro!)
^fVkncíqofl-Incs. Suer. Y en tanto,
que mas/paga te apercibo,
luego que ílcgue el Harriero,
que aguardando eftoy , te cm'^io
dos Santiagos de azabache,
y fcls valientes chorizos,
Inés. Yo por ixiterés no hago
eño. Suer. Ya sé que es por vicio
Inés» Defta cortina te tapa,
que aqui falír es precifo
mi feñora, y quando a verla
llegues, animo. ó'wfr.Bonlto,
para que me avré zampado ,
oy quatro huevos niexidos?
'Efconde Inés a í^on ^uero detras de un$
cortina , quí aVra al otro lado,
Vd* Vive Dios, que ai Montañés
le cfcondcu. Suer* Si el Lccradillo
me vé , y laca la clcopcta -:-• ^,
de ayer , no doy quarro higos
por toda, la deíccndéncía
de los Llanos : aué coiiílído
fuera para la Montaña, ,
que y