LAS VERDADES DEL ESPIRITISMO copia
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Las Verdades del Espiritismo<br />
La muerte pierde de este modo el carácter feo y aterrador<br />
que hasta ahora se le ha atribuido. Ya no es la figura que<br />
atemoriza hasta los más valientes; su presencia nos anuncia un<br />
renacimiento, una de las condiciones indispensables para el<br />
desarrollo y engrandecimiento de nuestro Espíritu. Todas nuestras<br />
existencias se eslabonan y forman una cadena. La muerte es<br />
el pasaje de una existencia a otra; para el hombre de bien es la<br />
puerta que se abre hacia un mundo mejor.<br />
La enseñanza de los Espíritus Elevados, aumenta nuestro<br />
conocimiento y reafirma la elevación de nuestros sentimientos.<br />
Nos hacen mejores y más fuertes en el empeño que tenemos<br />
para conseguir nuestra transformación. Así se revela la ley de la<br />
fraternidad y solidaridad, que deberá unir a todos los seres y a<br />
todos los pueblos; y estos sentimientos nos dan nuevas fuerzas<br />
contra los desfallecimientos, las tentaciones y los malos<br />
pensamientos. Sin fe en el porvenir, el hombre fija forzosamente<br />
toda su atención en el presente y en los goces que éste puede<br />
ofrecer, y nunca está dispuesto a sacrificar su personalidad, sus<br />
intereses, su forma de vida, y sus gustos en provecho de sus<br />
semejantes.<br />
Con estos sentimientos, el ser humano, se rebaja hacia un<br />
estado inferior, se deja dominar por el egoísmo, con un deseo<br />
incontrolado de conseguir bienes materiales para satisfacer sus<br />
pasiones y su orgullo.<br />
La creencia en la inmortalidad, es el único lazo que puede<br />
unir a los hombres de buena voluntad. La duda y la negación<br />
que sufre esta sociedad, es consecuencia de preconceptos<br />
religiosos pertenecientes al pasado. El Espiritismo nos devuelve<br />
la fe, apoyándose sobre bases nuevas e indestructibles, porque<br />
tiene una superioridad moral, porque es la doctrina de los<br />
espíritus; ella nos enseña que cualquiera que sea nuestra<br />
condición en este mundo, estemos viviendo en la miseria o en el<br />
dolor, careciendo de ventajas físicas o de brillantes facultades,<br />
nunca somos víctimas de la mala suerte, sencillamente sufrimos<br />
las consecuencias de nuestras obras; actos y hechos anteriores.<br />
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