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PRESUPUESTO
MILITARISTA EL DE 2011
En medio de fuertes presiones e intereses
entre legisladores de partidos
políticos representados en el Congreso,
se aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación
para 2011, estimado en más de 3.4
billones de pesos, donde hubo perdedores,
ganadores, y hasta quienes se sirvieron con
cuchara grande. Entre los primeros la producción
alimentaria, la generación de empleos,
y la reforma judicial. Entre los segundos:
Seguridad, Sedesol, la alta burocracia, y en los
últimos el gobierno del estado de México.
Aún cuando previamente los partidos, específicamente
el Revolucionario Institucional
se había comprometido a meter tijera al
presupuesto para reducir el IVA en un dígito,
y orientarlo hacia la generación de empleo y
reactivar la economía, resultó un presupuesto
militarista y alejado de las promesa del partido
que busca regresar al poder en 2012.
Desde ahora causa sospechas el gasto, ya
que mientras se favorece el militarismo, que
seguramente elevará el número de ejecutados
en el país, se cancela la reforma judicial
al recortarle tres mil 500 millones de pesos
al Poder Judicial. El sistema de juicios orales
queda en la cuerda floja, lo mismo el esquema
de justicia exclusivo para la juventud. En
este contexto la justicia seguirá de vacaciones,
mientras la impunidad seguirá institucionalizada.
21 noviembre 2010
La asignación de recursos para el campo
tuvo la particularidad de insuficiente para
satisfacer la demanda alimentaria del país, de
frenar el éxodo masivo de campesinos, pero
también centro generador de división entre
parlamentarios priístas, que anunciaron
renuncias al partido, huelgas de hambre y
hasta calificar al coordinador de la bancada,
Francisco Rojas, de traidor del campo, y de
México, hasta pedir sustituirlo del cargo.
Para muchos queda claro el contubernio
en la distribución del gasto para el año
próximo. A los diputados les temblaron las
piernas e hicieron el juego a las exigencias
del gobierno norteamericano de invertir más
en seguridad para combatir la “narcoinsurgencia”
a la que hizo referencia la secretaria
de Estado, Hillary Clinton, que prevalece en
México. Mientras Washington permite que las
empresas de la guerra entreguen pertrechos
a la delincuencia organizada del país para
generar violencia.
Si bien será insuficiente el presupuesto
para cubrir las necesidades del país por la
profunda corrupción en los tres niveles de
gobierno: federal, estatal y municipal, resulta
inexplicable que a 40 días de concluir el año
diversas dependencias tengan subejercicios
como la de Comunicaciones y Transportes,
que tiene guardados en el colchón 52.7 por
POR ÁNGEL VIVEROS
angelviveros@hotmail.com
ciento de la inversión aprobada para este
2010, y en vez de castigarla se le premia, pues
fue una de las grandes beneficiarias para el
año próximo, con más de 85 mil millones de
pesos.
Cada final de año, después de que la distribución
del gasto en que se cobija a unos
para descobijar a otros, vienen los mea culpas
para anunciar reforma hacendaria de control,
transparencia y rendición de cuentas. Así para
2011 se obliga presentar avances programáticos
trimestralmente, pero se deja manga
ancha a los gobiernos estatales en la aplicación
de recursos, sin tener que justificarlos.
En tanto la reforma hacendaria no sea
a fondo que obligue a justificar cada peso
presupuestado tanto federal como estatal
y municipal, así como suprimir gabinetes a
la sombra que devoran el gasto corriente,
cualquier otro intento será demagogia, como
la propuesta panista de crear la Fiscalía Nacional
contra la Corrupción, que resultaría
como los libros blancos del ex presidente
Carlos Salinas, otro elefante de color ídem.
Ninguna fiscalía desde que se inventaron en
la política mexicana ha dado resultado y sólo
han servido para avalar precisamente las corruptelas.
O como para el caso de periodistas
asesinados dejar morir las investigaciones.
Tampoco puede pasarse por alto que
diputados como el priísta Luis Videgaray,
presidente de la Comisión de Presupuesto de
la Cámara baja, utilice su posición para juego
político personal. Para ganarse la candidatura
al gobierno del estado de México en 2011, no
le importó reducir presupuesto a la producción
alimentaria, o al poder judicial, u otros
organismos, para entregar suculenta tajada
presupuestal, de las destinadas a entidades
federativas, a su natal estado de México. Con
tal talega se favorece el proceso electoral del
año próximo y del 2012, ante la pretendida
candidatura presidencial del actual mandatario
Enrique Peña Nieto.
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