PORTADA - Libertas

VENTANA
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POR FERNANDO GONZÁLEZ MORA
fgmora30@hotmail.com
Sigue la alarma, escándalo, críticas y descalificaciones, por
la inseguridad, violencia, masacres, levantones y asesinatos
monstruosos, que han convertido al país en una nota roja
permanente. Para los analistas y líderes de la opinión no hay suceso
más relevante, que lo bestial, negativo. Una nota positiva no surge
por ninguna parte ni viene de ningún funcionario, gobernante, representante
popular o simple y vulgar grillo, ente asociado con los
hombres de la empresa y el capital vía fraternales similitudes o cariñosos
compadrazgos.
La desigualdad, corrupción, narco, inseguridad, violencia, terror,
asesinatos e impunidad, son la causa de los males, que le endilgan
al Estado fallido –quienes viven bien y sin sobresalto, en su México
de primer mundo-; también culpan a la estrategia de la lucha contra
la inseguridad comandada por el presidente Calderón. El desmadre
social y económico, viene de años atrás, por la indiferencia, omisión,
ineptitud y abusos, que se desbordaron con los gobiernos del mesiánico
Luis Echeverría y del frívolo José López Portillo, encareciendo
la vida y sumiendo en la angustia diaria a millones de familias, cuyos
hijos crecieron y nacieron sin oportunidades; en la desesperanza
total. Materia prima para el delito.
El tejido social se prostituyó al devorar los valores sociales y
extender la insensibilidad y la indiferencia. Solamente de esa manera
se pueden entender los asesinatos brutales –marca de los narcos-
que ya no asombran a la sociedad, como han sido las matanzas de
jóvenes en la calle, bares, en sus casas o en centros de readaptación.
O los levantotes como el de los michoacanos, que no tenían el perfil
de turistas según definió, infortunadamente, la titular del ramo y
que fueron brutalmente asesinados.
Tiempo perdido en que se privilegió la política, el partidismo, el
poder de los gobernadores e intereses y ambiciones de los grillos,
DETERIORO
SOCIAL
que se olvidaron de las políticas sociales, planes para el fortalecimiento
del empleo y la producción y productividad, para la generación
de un mercado nacional fuerte y autosuficiente.
La visión se enfocó a la dependencia de los EU, sujeta al vaivén
de que si les va bien a los gueros, les va bien a los mexicanos y si les
va mal, pues a aplicar la fácil medicina: que los jodidos se aprieten el
cinturón. Mismo descuido en la educación para hacerla eficiente y
de acuerdo a las necesidades del país; sobre tecnología y ciencia en
donde el rezago es monumental, mejor ni hablar. Recién se entregaron
los premios Nobel ¿y…?
La violencia se ha asentado en las ciudades de Chihuahua,
Sinaloa, Guerrero, Durango y Tamaulipas, señaladas como las más
violentas, y también en otras como en Nuevo León, Baja California,
Tamaulipas,, Tlaxcala, Veracruz, Morelos, Michoacán, etc. A las
entidades federativas, unas más y otras menos, las caracteriza la
pobreza, desempleo, deforestación de sus bosques, deterioro de
las tierras de cultivo y la contaminación de aguas de sus lagunas,
ríos y mares. Sobre este grave problema no hay responsables, ni son
llamados los pasados funcionarios ni los actuales -para que expliquen
el por qué de todo ese daño, fracaso, de sus gestiones-, por los
aguerridos legisladores, que de todo le piden cuentas al gobierno
federal… Bernardo de la Garza sí debe explicar el costo de su espectáculo
deportivo…
México requiere de visión de futuro, que modernice leyes y aplique
políticas para el desarrollo y justicia social de los mexicanos,
que contemplen obligaciones y beneficios para todos, reparto equitativo
de la riqueza, de siempre concentrada en un grupo representativo
del poder y del capital. La violencia, inseguridad y desempleo
son un monstruo creado por la irresponsabilidad y la corrupción
oficial… Piénsele, votar ¿para qué?...