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PORTADA - Libertas

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Desde que estalló la presente crisis<br />

económica internacional el Grupo<br />

de los 20 (G20) se erigió como amo<br />

del planeta para diseñar el nuevo rumbo de<br />

la economía mundial, al margen del resto del<br />

mundo. Compuesto por 19 países y la Unión<br />

Europea, Argentina, Brasil y México entre ellos,<br />

concentra dos tercios de la población, el 90 por<br />

ciento del Ingreso Nacional Bruto (INB) y el 80<br />

por ciento del comercio mundial.<br />

El G20 intentó hacer de su Cumbre el foro<br />

para limar asperezas sobre los diferentes enfoques<br />

existentes para superar la crisis. Reunidos<br />

del 11 al 12 de noviembre en Seúl, Corea del Sur,<br />

los presidentes y jefes de Estado se han esforzado<br />

por impedir una guerra comercial, al menos<br />

en la retórica, no en la práctica, donde cada país<br />

ha puesto por delante sus intereses.<br />

Previo a la Cumbre, en octubre se habían reunido<br />

los ministros de finanzas y gobernadores<br />

de los bancos centrales del G20, acordando<br />

evitar las devaluaciones competitivas con fines<br />

políticos, sin embargo, una semana antes de iniciar<br />

la Cumbre, la Reserva Federal de los Estados<br />

Unidos (FED) anunciaba su disposición a comprar<br />

cada mes cerca de 110 mil millones de dólares de<br />

obligaciones del Tesoro y con ello reafirmaba su<br />

política de flexibilidad cuantitativa, que prevé<br />

recuperar unos 600 mil millones de dólares en<br />

bonos del Tesoro de aquí a finales del segundo<br />

trimestre de 2011, a un ritmo de 75 mil millones al<br />

mes, que se suman a los 35 mil millones que ella<br />

ya está comprando, para inundar al planeta de<br />

dólares, realizando una devaluación competitiva<br />

en nombre de la recuperación de su economía y<br />

la lucha contra la deflación.<br />

Ello significa añadir más dólares a los 1.75 billones<br />

emitidos en el punto más álgido de la crisis<br />

para comprar bonos del Tesoro a la banca, lo que<br />

provocó de inmediato que el euro, que llegó a<br />

cotizarse en 1.19 dólares el 7 de junio, el viernes<br />

5 de noviembre cerrara en 1.4 dólares. De eso<br />

se trata una guerra de divisas, abaratar los bienes<br />

para exportar más, lo que al final conduce a<br />

una guerra comercial, con devaluaciones que no<br />

tienen nada que ver con aumentos en la productividad<br />

y movimientos de capital hacia donde<br />

puedan tener mayores rendimientos, apreciando<br />

21 noviembre 2010<br />

las monedas de los países a los que llegan.<br />

El actual sistema monetario de tasa de cambio<br />

flotante tiene como referencia el dólar, por<br />

lo que cualquier aumento o disminución de su<br />

liquidez termina haciendo a todos los países<br />

vulnerables ante sus variaciones y provoca<br />

distorsiones que favorecen el intercambio comercial<br />

del estadounidense. Robert Zoellick,<br />

presidente del Banco Mundial, ha propuesto<br />

volver a tener como referencia del sistema al<br />

oro, abandonado por el dólar en la reunión<br />

Bretton Woods de 1971.<br />

Mientras el ministro alemán de Economía,<br />

Rainer Brüderle, señalaba que “un aumento<br />

excesivo y permanente de la liquidez constituye<br />

una manipulación indirecta del tipo de<br />

cambio”, el presidente de la FED, Ben Bernanke,<br />

afirmaba que emplearía los instrumentos monetarios<br />

cuando fuera necesario y se mostraba<br />

decidido a utilizar herramientas no convencionales<br />

para combatir el lento crecimiento, debajo<br />

de dos por ciento, la caída de la inflación,<br />

de apenas de 1.1 por ciento en septiembre; el<br />

alto desempleo (9.6 por ciento) y los tipos de<br />

interés reales entre 0 y 0.25 por ciento, que<br />

neutralizan cualquier alternativa convencional,<br />

POR JOSÉ LUIS ORTIZ SANTILLÁN<br />

jlosmex@hotmail.com<br />

CUMBRE DEL G20;<br />

CADA PAÍS VELANDO SUS ARMAS<br />

tomando un camino lleno de riesgos, con<br />

la esperanza de hacer que las tasas a largo<br />

plazo de los bonos del Tesoro pasen de 2.6 al 2<br />

por ciento, para reactivar el crédito, aumentar el<br />

consumo, favorecer el crecimiento y la creación<br />

de empleos; pero sin importarle el impacto de<br />

las medidas sobre las obligaciones, las divisas,<br />

las acciones, las materias primas, los mercados<br />

financieros y las economías emergentes. México,<br />

con un peso sobrevaluado en al menos 19.8<br />

por ciento respecto al dólar, podría tener un<br />

tipo de cambio de 15 pesos por dólar, pues la<br />

devolución del dólar provocará una reducción<br />

de las exportaciones y un aumento de las importaciones,<br />

afectando más el mercado laboral.<br />

Esto lo reprochó en la Cumbre el presidente<br />

de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al señalar que<br />

“no existen decisiones unilaterales, porque cualquier<br />

decisión que tomemos tendrá efectos<br />

inmediatos en países vecinos. Imaginen ahora<br />

potencias económicas como la Unión Europea,<br />

Estados Unidos o China. No hay medidas<br />

unilaterales sin tomar en cuenta la repercusión<br />

en el resto del mundo”, precisó, ante la reedición<br />

por la FED de los tiempos en que las economías<br />

latinoamericanas recurrían a la máquina de<br />

hacer dinero para tratar de salir de la crisis, pero<br />

antes Obama había dicho en la India que si las<br />

medidas son buenas para su país, por lo tanto<br />

lo serían para el mundo, lo cual ponía en evidencia<br />

que pese a la necesidad de coordinar las<br />

políticas para salir de la crisis y ante la falta de<br />

acuerdos para reformar el capitalismo, cada país<br />

se prepara para armar su propia guerrilla en los<br />

mercados de divisas y darse la mano en los foros<br />

internacionales.<br />

A excepción de la presentación de la nueva<br />

estrategia de desarrollo mundial: “Consenso de<br />

desarrollo de Seúl por un crecimiento compartido”,<br />

basada en un programa centrado en inversiones<br />

en infraestructura como medio para<br />

impulsar el crecimiento durable, orientado por<br />

los mercados, en los países pobres, la declaración<br />

del G20 sólo muestra buenas intenciones y<br />

ante las presiones de chinos y estadounidenses,<br />

los líderes del G20 parecen haber dejado para el<br />

futuro cualquier de decisión de fondo, para retirarse<br />

a reflexionar de nuevo.<br />

libertas.com.mx<br />

ENFOQUE GLOBAL<br />

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